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La gente...
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La gente siempre tenia algo que decirle.
Llsiempre renia a lgo que conresrarles.
Discutía sobre el clima, sobre los mosquitos y Ia politica, sobre las olas y los delfrnes, discutía sobre la noche
y el sol y las nubes, sobre la lluvia y las
computadoras... Y sobre el ladrido de los perros, el origen de Ios dinosaurios, discutía sobre las religiones, Ia composición del dulce de leche y hasta por el punto exacto en donde termina eI cielo y ernpieza el espacio.
Un día descubrió que la mejor manera de tener razón era estar seguro. Ypara eso tenÍa que investigar y aprender; ver y escuchar.
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resulta que Ie parecio que estaba mal. Que no era asi como decla n, Y
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ni su mamรก, ni su papรก1
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ni su maestra,
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ni el presidente,
ni Newton,
Einstein.
No. Están todos equivocados -pensó.
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Y se propuso
escribir su propia teorĂa.
Si sumo esto con esto, y le agrego aquello, mr: da como resultado esto otror que si 1o divido por ia cantidad de veces que se me cayó un \¡aso... en realidad si lo multiplico. . .
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Y así se pasó toda. la tarde y toda la noche. hasta
que por lin la descubrió.
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Pero parece que no hizo falt porque el mundo se dio
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Había una vez un niñ0, ni bueno ni malo, que siempre querla tener razón. 0elaaalo, doclan. Ya se le va a pasar. Pero no se le pasaba. Hasb que un día se le ocurrió escribir su propia teoría, la fórmula para demostrar que las cosas N0 eran así, porque él definitivamente tenía razón... Edad sugerida: a partir de 7 años.
0hos títulos de Pablo Bernasconi H¡po no nada Cueru nogro, vaca blanca
El zoo de Joaquín Los súper
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