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Cuidados en pandemia
Un aspecto que deseamos señalar de esta exposición es la amplia participación de creadoras, que ha redundado en proyectos donde emerge la sororidad femenina y la agencia política feminista como lugar de enunciación para pensar los afectos y los cuidados maternos, la dependencia de las personas de la tercera edad, la conciliación de la vida laboral y familiar, la educación y transmisión de saberes, la comunicación y la convivencia intergeneracional e interespecies, la importancia de la desaceleración de los procesos de gestión y administración de la vida, los modos alternativos de habitar la casa y definir el entorno doméstico, y la impostergable toma de responsabilidad ante la crisis ecológica del planeta.
En ese sentido, en la obra textil Constelación de afectos (2020), la artista costarricense Emma Segura traza una cartografía personal de los cuidados familiares en la que representa sus derivas a través de la ciudad para visitar a sus abuelos durante el confinamiento, atendiendo a sus necesidades cotidianas de suministro de alimentos, medicamentos, etc. Es precisamente la urgencia de los cuidados maternos y la reflexión sobre la peculiaridad de los mismos durante la pandemia lo que unió a las artistas panameñas Ela Spalding y Laura Fong Prosper en una colaboración para realizar el video Vida (2020). Como una conversación madre-hija y entre amigas se teje la cercanía de este alegato poético que describe el cansancio de las mujeres en su constancia en educar y cuidar a diario, incluso cuando ellas mismas se encuentran desorientadas ante lo que sucede fuera de sus hogares, como en la pandemia. Las imágenes saturadas de color concebidas por Laura Fong Prosper nos acercan al mar, a la selva, a la naturaleza, una suerte de paraíso con el que se interconectan los cuidados de lxs hijxs. Mientras la banda sonora creada por Ela Spalding nos trae los sonidos del agua, el mar, los pájaros, enfatizando nuestra pertenencia a un ecosistema en el que cada organismo se encuentra en una situación de interdependencia y equilibrio para la preservación de la vida.
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También es en la esfera de los cuidados, en este caso de las plantas, donde se establece la relación intergeneracional madre e hija en el video Me planto (2020) de la artista colombiana residente en Costa Rica Diana Villalobos. La distancia impuesta por la migración de la hija y las diferencias de criterio generacionales, son salvadas aquí por el diálogo en torno a los cuidados de las plantas, que permite un retorno simbólico a la infancia y a la casa familiar. La madre transmite sus conocimientos a la hija sobre los tiempos de floración, las necesidades de riego y luz de las distintas especies vegetales, sobre cómo exterminar las plagas, cómo cantarle y amar a esos otros seres vivos; y en esas conversaciones se va recuperando el vínculo filial. La respectiva comunicación que cada una de las mujeres establece con las plantas en el acto de los cuidados, metaforiza las posibilidades de convivencia interespecies, difuminando las barreras de la diferencia.
Un proyecto que es imprescindible resaltar en esta exposición es el del colectivo Mitologías imaginarias formado en Bolivia por Natalia Peña y Mateo Caballero . Para crear un ser imaginario (2020) es una propuesta de arte y educación que a través de un trabajo de mediación con niñxs diseña un dispositivo de creación para compartir. La propuesta respondió a las circunstancias de especial vulnerabilidad de la infancia en medio de las restricciones de movilidad y socialización del estado de alarma, en las que se vieron aislados los más pequeños, separados de sus rutinas de juego en colectivo y del encuentro con sus amigos en parques y colegios. Una máscara de papel en blanco a modo de antifaz fue el pretexto a partir del cual el colectivo creó un conjunto de tutoriales lúdicos, manualidades e interacciones para realizar en casa de manera sencilla, compartir en familia y con otras personas.