PRESENTACION CEAAAEC- 2018 EL PAPA FRANCISCO CON LOS EXALUMNOS DE LA EDUCACION CATOLICA “En primer lugar, todos somos llamados a creer en la Educación Católica, en lo que somos llamados a aportar. Creer no sólo de modo teórico, sino de modo comprometido, como creemos los creyentes. Creer de modo que nos entregamos a aquello en lo que creemos. Es decir, contribuir a crear un “contexto de corresponsabilidad”. El Obispo, el párroco, la Congregación Religiosa, el docente, el laico responsable, el padre de familia, el alumno, el exalumno… cada uno sabe que debe aportar, y si no lo hace, el proyecto se debilita.” Lema de los Antiguos Alumnos: “Entramos para aprender, Salimos para servir”. Queridos amigos, creemos en una propuesta de presente y de futuro que actualice e incluso que reinvente un tema que es de todos. Hablar de los Antiguos Alumnos es hablar de esfuerzo, superación, motivación, cooperación, servicio, misión, formación, fraternidad, carisma, inclusión, innovación, familia, liderazgo, éxito, investigación, financiación, derechos, deberes, igualdad, tecnología, participación social, empleo, crisis, coherencia, creatividad, arte, pensamiento crítico, proyectos, sueños, esperanza y por supuesto empatía hacia los demás. Veamos ahora un detalle por acciones:
MISION Vivir y transmitir los valores de la Escuela Católica, a través de las Asociaciones locales y Confederaciones Nacionales de Antiguos Alumnos. Fomentar el encuentro y la cooperación entre las Asociaciones de Exalumnos de la Enseñanza Católica. Ser portavoz de los Antiguos Alumnos de la Enseñanza Católica, ante los diferentes organismos nacionales y ante la sociedad.
VISION Establecer nuevas Asociaciones de Antiguos Alumnos de la Educación Católica con el apoyo de los centros. Apoyar a todas las Organizaciones miembros de la CEAAAEC en el fortalecimiento de sus estructuras. Promover la implicación de los Exalumnos de la Enseñanza Católica en los diversos ámbitos de la sociedad en donde se hallan comprometidos e inmersos.
VALORES Vivimos y defendemos los valores evangélicos. Compartimos los dones de nuestras Familias Carismáticas. Somos sensibles ante las necesidades de los más desfavorecidos. Defendemos la Vida, la Libertad y la Verdad, a través de la Enseñanza Católica. Apoyamos con nuestra oración, las Vocaciones Religiosas. Hoy, estamos obligados por el Evangelio y comisionados por la Iglesia para anunciar las Buenas Nuevas a católicos, ortodoxos, otros cristianos, hindúes, musulmanes, budistas, judíos, etc., y a una variedad interminable de otros creyentes y no creyentes. 1
Deseamos que nuestros antiguos alumnos sean "... la levadura de Dios en medio de la humanidad". Significa proclamar y traer la salvación de Dios a nuestro mundo. Papa Francisco en Evangelii Gaudium, 114. En esencia, un proyecto pedagógico de formación integral – en un contexto multiétnico y multireligioso – debe tender a crear un equilibrio entre las adquisiciones de la educación intercultural como hasta hoy ha sido comprendida (es decir, la capacidad de conocer y apreciar las diferencias) y la preocupación de orientarla no a la defensa de los “particularismos”, sino a la convergencia social y a la aceptación de una propuesta de compartir. Se trata, en el fondo, de reconocer y aceptar el pluralismo cultural, contribuir a instaurar una sociedad justa fundada sobre la igualdad de derechos, así como contribuir a establecer relaciones interétnicas e interreligiosas respetuosas y armoniosas. “Somos llamados a vivir la contemplación también en medio de la acción, y nos santificamos en el ejercicio responsable y generoso de la propia misión”. Gaudete et Exultate, 26. En esta línea, el Papa Francisco dirigió a todas las personas presentes en Plaza de San Pedro en el Angelus el lunes de Pascua… diciendo: “la fraternidad es el fruto de la Pascua de Cristo… No puede existir una verdadera comunión y un compromiso por el bien común y la justicia social sin la fraternidad… La fraternidad es una gracia que nos da Jesús… Por esto no podemos encerrarnos en la esfera de lo privado, en nuestro grupo, sino que estamos llamados a ocuparnos del bien común, a cuidar de nuestros hermanos, especialmente de los más débiles y marginados”. El último “acontecimiento” al que quiero referirme es al mismo Pontificado de Papa Francisco y, en concreto, a su modo de concebir la Iglesia como “Santo Pueblo de Dios”, del que todos (Obispos, Sacerdotes, Consagrados y laicos) formamos parte, y también a su modo de ver al laico: como aquel que está proyectado en el corazón de la vida social, en todos sus ámbitos y que es capaz de buscar e imaginar respuestas válidas a los problemas actuales. Resumiendo: Tener dificultades no es malo. Los que viven alerta, ven venir los peligros de lejos y reaccionan. Las persecuciones a la Iglesia, no siempre han tenido malos resultados. Corremos peligro de convertirnos en espectadores de la vida o seguidores de la información que nos sirven o la que a veces no nos sirven, otros. Quejarse no es una solución válida. Hay dos maneras de ganar un partido: Jugar mejor que el contrario o confiar en que fallen en su estrategia de juego. Vivir en la verdad y en su búsqueda, los valores del espíritu, la belleza, la inventiva, la creatividad, la generosidad, la perseverancia, el amor a los seres humanos, a la tierra, al propio país, al anuncio del Reino como corresponde a nuestra condición de seguidores de Jesús. Nuestros carismas seguro que nos guían de forma certera. Mucho trabajo, muchas personas dedicando mucho tiempo extra para que finalmente, podamos estar ante unos frutos deseados. Quiero agradecer a todos ellos su esfuerzo desinteresado, que, sin duda, hacen posible estos fines. Muchas Gracias siempre a todos. José Antonio Cecilia - Presidente de CEAAAEC 2