TESTIMONIO DE LOS JOVENES Pasado el Encuentro de Foro de Laicos de Europa, en el que el tema central era “El futuro de la juventud desde una perspectiva religiosa”, los representantes de la Comisión de Jóvenes de Foro de Laicos España que hemos tenido la oportunidad de acudir, salimos encantados y habiendo descubierto nuevas y diferentes formas de vivir la fe en el resto de países. Un total de 17 países, representados por 70 personas entre los que se encontraban un numeroso grupo de jóvenes, hemos estado trabajando y compartiendo las experiencias sobre cómo se trabaja con los jóvenes en cada país y el futuro que para ellos se ofrece. Han sido 4 días de intenso trabajo, que nosotros dividimos en 4 momentos claves. Nada más llegar a la Casa de los Carmelitas en Sassone, una Eucaristía en la que encomendamos nuestro trabajo de los próximos días fue la apertura del Encuentro. Tras ello, una cena internacional en la que cada país aportó una comida o bebida típica. En este momento fue cuando empezó la apertura a otras lenguas, una mezcla de idiomas y mentes abiertas comenzaron a romper el hielo y compartir experiencias. Fue algo sencillo, a pesar de que a veces la lengua no se entendiese teníamos algo común: nuestra Fe. Al día siguiente comenzaron las ponencias. Nuestros amigos los alemanes expusieron cuál es la realidad que está viviendo Alemania en estos momentos y cómo la inmigración de españoles está potenciando parte de la Iglesia Católica, muchos vuelven a la casa de Dios cuando están fuera de casa. Nos hablaron de la gran diferencia que hay entre los diferentes grupos culturales de jóvenes y cómo estos no siempre están en las Iglesias. Continuaron las ponencias, con oraciones y cantos que nos unían a todos en un mismo Dios. La representante de Italia, comenzó la parte de las experiencias de los jóvenes que allí habíamos acudido. Pudimos ver en tan sólo 30 minutos la gran entrega que muchos jóvenes y, ella en particular, realizaban porque les movía una Fe para compartir. 1
Por la tarde llegó nuestro turno, una exposición cuidada, en la que habíamos buscado la mayor representación de la juventud que hay en España, todos los perfiles. Fue una presentación emotiva, con videos y entrevistas y conseguimos transmitir todo eso que teníamos pensado, a pesar de algún que otro fallo técnico. Pero, nos quedamos con la cantidad de comentarios agradecidos que se nos realizaron y, tal y como comentaron en uno de los diálogos abiertos “no hablaban la misma lengua, pero han conseguido transmitir a Dios”, eso era nuestra intención. Nuestros amigos los daneses, consiguieron con su dinamismo hacernos ver que muchas veces, aunque se sean pocos (no estiman más de 5.000 católicos en su país), las minorías pueden trabajar y creyendo, vivir a Dios en cada una de sus propias vidas y día a día. A todas las ponencias entre las que también estaba Ucrania y Bélgica, se abrió un período de debate en el que se intentaron buscar conclusiones a la situación y “QUÉ PODEMOS HACER POR NUESTROS JÓVENES”, se comentó la falta de confianza generalizada de los jóvenes hacia la Institución y la búsqueda continua de experiencia de Dios, oración y encuentro con el Padre. El Encuentro se clausuró con una Eucaristía de agradecimiento. Tenemos que dar gracias a Dios por unirnos, por hacernos ver que no estamos solos, por darnos la capacidad de diálogo, de aprender experiencias nuevas, por poder compartir formas de vivir y, por todo aquello que hemos recibido estos días en Roma. Volvemos con ganas de trabajar, de buscar nuevos objetivos y ver qué podemos hacer nosotros por nuestros jóvenes en nuestro entorno.
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