ENCARTE EN EL DIARIO LA REPUBLICA

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Campaña de Docencia Cívica Elecciones 2011

Conferencia Episcopal Peruana

Mensaje de los Obispos del Perú

Ante las próximas Elecciones Generales 2011 Al Servicio de la Dignidad Humana y del Bien Común Ante las próximas Elecciones Generales 2011, los Obispos del Perú, atentos a la voz de Jesucristo el Buen Pastor, que dice: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10), queremos ofrecer a todos los actores del proceso democrático -católicos y ciudadanos en general- algunas reflexiones que ayuden a ejercer el deber electoral con verdad y responsabilidad.

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La dignidad de la persona es el centro de la preocupación social de la Iglesia. Ella enseña que, para discernir lo que es más justo y adecuado en orden al bien común, debe tenerse en cuenta la primacía del ser humano, la promoción de sus derechos fundamentales y la inclusión de los más débiles en los proyectos de desarrollo. La Iglesia considera el ejercicio de la política como un servicio a la nación. Es fundamental que se analicen las propuestas de los candidatos para garantizar estos principios. El desarrollo social debe fundarse en el respeto y la promoción de los derechos humanos, el acceso a los servicios básicos de salud, nutrición, agua, educación, vivienda y seguridad ciudadana, especialmente de los más pobres. Las mejores condiciones económicas que el país experimenta deben llegar cuanto antes a los que todavía se encuentran en la pobreza o la marginación. El ejercicio de la democracia debe respetar los principios éticos y morales vinculados a la promoción del bien común. Por ello, sin expresar preferencia por ninguna de las propuestas electorales, tenemos el deber de orientar a los fieles en aquellos planteamientos que, por sus implicaciones religiosas y morales, contradicen las enseñanzas de la Iglesia (cfr. Compendio de la Doctrina Social de Ia Iglesia, n.424). Invitamos a estar alerta ante las propuestas que atentan contra la ley natural, el respeto a la dignidad humana, la verdad y la práctica de la justicia. Ir contra estos principios es desconocer nuestra realidad natural. Intentar cambiarlos traerá graves consecuencias para la sociedad, y los perjudicados siempre serán los más débiles. Por ello, el respeto y la defensa de la vida desde el primer instante de su concepción hasta su muerte natural es irrenunciable en todo planteamiento. No se pueden aceptar bajo ningún argumento el aborto, la eutanasia o la manipulación genética. El matrimonio es la base de la familia y de la sociedad y tiene una importancia fundamental para el auténtico desarrollo. Por su origen divino, posee unas características propias e irrenunciables. “Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó” (Gen 1,27). El matrimonio no es una unión cualquiera entre personas. Es la unión estable e indisoluble de un hombre y una mujer que se complementan y se entregan recíprocamente en una relación abierta a la vida. “Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre” (Mt 19,6). También es reconocido así el matrimonio por las grandes culturas y por la Constitución Política del Perú. Ninguna otra realidad se le puede equiparar. Es responsabilidad de todas las instancias de la sociedad promover cuanto contribuya el bien del matrimonio y de la familia. El vicio de la corrupción continúa socavando el desarrollo social y político de nuestro pueblo. Ha faltado la voluntad tenaz y el compromiso ejemplar de nuestras autoridades, la vigilancia y la colaboración eficaz de todos los ciudadanos y sobre todo, nos está faltando una fuerte conciencia ética y moral (cfr. Iglesia en América, 23). El proceso electoral es una ocasión propicia para exigir la presentación de programas que enfrenten con valentía las diversas

formas de corrupción, tanto en los poderes del Estado como en los ámbitos de la actividad pública y privada. 7. Es preciso lograr un saludable equilibrio entre progreso económico y respeto a la naturaleza. Los planes de gobierno han de tener en cuenta la ecología y el uso racional de las riquezas de nuestro país, consultando oportunamente a los pueblos y a las comunidades en cuyo territorio se dan las concesiones de tierras y las licencias de explotación de los recursos naturales. Hay que prevenir así futuros conflictos y enfrentamientos que tanto dolor nos han causado y combatir abusos como el narcotráfico y la depredación de costa, sierra y selva. 8. Los candidatos deben tener en cuenta que la violencia social no se genera solamente porque exista pobreza, sino porque existe desigualdad. Un reto para las autoridades elegidas es lograr un mayor desarrollo, pero que se vea reflejado en la vida de todos los peruanos, principalmente de los más desfavorecidos. Por eso, las propuestas de gobierno deben expresar un compromiso real con los más necesitados y así mantener la esperanza de nuestros pueblos. 9. Es tiempo de un diálogo fecundo y alturado que genere espacios de armonía. La transparencia del proceso electoral exige que los electores sean escuchados por los candidatos y que entre estos haya un sereno intercambio de ideas. Así el elector podrá conocer no sólo los contenidos de los programas, sino también la preparación del candidato y la coherencia de su actitud. Por consideración al elector, se han de promover debates que le permitan formarse una opinión sólida y así poder ejercer libre y responsablemente su derecho a votar. 10. El ciudadano merece respeto e información veraz. Es indigno tratarlo como un objeto que se puede manipular o engañar. La dignidad del votante exige que resplandezca la verdad como elemento esencial para la paz, la convivencia, la democracia y la vida institucional . “La verdad los hará libres” (Jn 8,32) 11. Los periodistas y los medios de comunicación social han de participar con la máxima responsabilidad en el proceso. Los invitamos a ejercer la libertad de expresión buscando la verdad unida a la justicia y al bien común. Que su información sea objetiva, imparcial, abierta a todos los candidatos, a fin de que las propuestas sean conocidas de manera íntegra y veraz. Más allá de las lícitas actividades publicitarias de la campaña electoral y dejando de lado los cambiantes resultados de las encuestas, se debe privilegiar la correcta información para garantizar una verdadera participación ciudadana. 12. Los Obispos Latinoamericanos dijimos en Aparecida: “Urge crear estructuras que consoliden un orden social, económico y político en el que no haya inequidad y donde haya posibilidades para todos. Igualmente, se requieren nuevas estructuras que promuevan una auténtica convivencia humana, que impidan la prepotencia de algunos y faciliten el diálogo constructivo para los necesarios consensos sociales” (Documento de Aparecida, 384) En esta etapa decisiva para el futuro del país, pidamos a Dios que nos ilumine para elegir a los más capaces y con mayor vocación de servicio; que a las autoridades les conceda la sabiduría necesaria para velar por el bien común; y que todos, solidariamente unidos, estemos dispuestos a trabajar por el Perú. Los Obispos del Perú Lima, 26 de Enero de 2011

Criterios éticos para elegir mejor a nuestras autoridades

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“No vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”

(Mt. 20,28)

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a Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), Comisión de servicio de la Conferencia Episcopal Peruana, y el Centro Amazónico de Antropologia y Aplicación Práctica (CAAAP), institucion creada por los obispos de la Selva peruana, se unen para compartir con los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, este suplemento especial que busca brindar algunos criterios éticos para orientar una eleccion responsable de nuestras próximas autoridades.

Las elecciones son siempre una buena ocasión para conocer un poco más nuestra realidad nacional. Sin duda que esta radiografia podría ser mejor si se colocan y discuten sobre la mesa los temas centrales que necesitamos debatir para avanzar hacia el desarrollo humano integral. Los criterios éticos aquí expuestos son pautas y orientaciones, la decisión final la tiene cada persona. Nuestra insistencia mira siempre a la historia vivida, al presente que nos exige y al futuro que clama. Elijamos bien, de nuestro voto responsable depende que tengamos en los próximos años, las mejores autoridades que el país demanda. No se olviden de este mandato evangélico: llamados a servir y no a servirnos. Discutamos y promovamos la agenda que los obispos de la selva nos proponen en la página 4 de nuestro suplemento. Elijamos bien y sigamos trabajando por un Perú más justo, más humano, más fraterno y más cuidadoso de los bienes de la creación. No olvidemos que ahora es el tiempo para elegir, después vendrá el tiempo de vigilar lo que prometieron para que puedan cumplir. Nos lo merecemos.

Criterio 1

HONESTIDAD Y TRANSPARENCIA

Para los peruanos y peruanas la corrupción es uno de los principales problemas del país. LA HONESTIDAD surge como un criterio fundamental para los candidatos y candidatas quienes deben ser transparentes, honrados y auténticos La corrupción es el acto por el cual una autoridad pública se vale de su poder para sacar provecho para sí mismo o para personas o grupos que le remuneran dicha inmoralidad. Lo que estaba destinado para todos, un bien o un servicio por ejemplo, termina siendo aprovechado sólo por unos pocos. La honestidad es todo lo contrario, se refiere a actuar con rectitud y honradez, por el bien común. En el caso de los candidatos, supone que tengan la suficiente integridad moral para ser consecuentes con lo que se les demanda: que sirvan y velen por el bienestar de todos y todas.

Criterio 3 Criterio 2

CONOCIMIENTO DE LAS NECESIDADES DE LA GENTE En un país como el nuestro, el conocimiento de las reales necesidades de la gente aparece como algo fundamental. Se necesita que los candidatos y candidatas de la política valoren positivamente nuestra diversidad y respondan a las verdaderas necesidades de nuestros pueblos. En nuestro país muchas autoridades públicas están distantes del Pueblo, por eso no ven las necesidades de las personas, sino los beneficios que pueden sacar al ejecutar tal o cual obra; no escuchan, imponen “soluciones”. El conocimiento de las necesidades de la gente demanda cercanía, reconocerlas como personas, capacidad de escucha y promover su participación. Conocer las necesidades de nuestros hermanos quechua – hablantes y de los pueblos rurales, amazónicos y urbanos se vuelve importante en este proceso electoral. Aparecida nos pide ser “como buenos samaritanos y salir al encuentro de las necesidades de los pobres y los que sufren…”, nos está llamando a reconocer a ellos como prójimos, como iguales.

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Criterios éticos para elegir mejor a nuestras autoridades

PROPUESTAS CLARAS Y REALISTAS La mayoría de nuestras autoridades políticas sufren de escasa credibilidad debido a que –entre otras razones– con tal de ganar las elecciones ofrecen “el oro y el moro”. Lo que tenemos luego son promesas incumplidas o inviables, con lo cual se desgasta más la democracia. La gente requiere de candidatos y candidatas que planteen propuestas claras, bien sustentadas y que sean viables. Resulta fundamental que los candidatos y candidatas planteen propuestas claras y realistas sobre salud, educación, seguridad, alimentación, pensiones, entre otros.


Criterio 5

COMPROMETIDO CON LA RECONCILIACIÓN Y LA JUSTICIA Uno de los principales problemas de nuestro país continúa siendo las diferencias sociales. El Perú está constituido por diversos grupos que no terminan de encontrarse y que, peor aún, en más de una ocasión se han visto enfrentados unos a otros. Es por ello que se necesitan de autoridades públicas que promuevan el entendimiento, el diálogo, la reconciliación y el respeto a los derechos humanos, a fin de hacer posible un desarrollo que cubra las necesidades de todos y todas basado en la cooperación y la solidaridad.

Criterio 4

DIÁLOGO CON LA POBLACIÓN Cuando muchas autoridades ni siquiera se toman la molestia de escuchar las opiniones y demandas de ciudadanos y ciudadanas, el diálogo fructífero con la población aparece como algo remoto. Si se aspira a ser una autoridad política en un país tan diverso como el nuestro, resulta fundamental la sensibilidad humana y el saber tratar a las personas, así como recoger sus propuestas. Facilitar un diálogo constructivo, bien informado, equitativo, democrático, exige la participación de la población en espacios como el presupuesto participativo, la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza, el Plan Concertado de Desarrollo promoviendo una actitud proactiva en donde se decida de manera conjunta entre las autoridades y población.

Criterio 6

COMPROMETIDO CON EL PROGRESO Y EL BIEN COMUN

El solo crecimiento económico no es desarrollo. Necesitamos autoridades políticas que se preocupen no solamente por atraer inversión privada, sino también por logar un desarrollo para todos y todas, basado en la equidad, el respeto al medioambiente, la participación ciudadana, la justicia social; en otras palabras, un desarrollo más humano, integral y solidario. Es aún dramático ver el nivel de pobreza que sufre nuestro país. Millones de peruanos y peruanas, que en su mayoría viven en la sierra y selva, no cuentan con acceso a servicios básicos tales como el agua potable, alcantarillado y electricidad. Los candidatos y candidatas a un cargo público deben proponer planes de gobierno con medidas que signifiquen progreso en las condiciones de vida de toda la gente, lo que en breves palabras significa el bien común, teniendo una especial atención por aquellas que sufren la pobreza y la marginación.

Criterios éticos para elegir mejor a nuestras autoridades

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Mensaje de los Obispos de la Amazonía Peruana Elecciones 2011 Amazonía y los Pueblos Indígenas Aportes para las Agendas de los Partidos Políticos Los Obispos de los Vicariatos Apostólicos de la Amazonía venimos cumpliendo desde inicios del siglo XX una labor misionera, pastoral y social, respondiendo al pedido de la Santa Sede y del Estado peruano para acompañar y ayudar a los pueblos amazónicos en su desarrollo integral. Iluminados por las enseñanzas de Jesucristo y del Magisterio de la Iglesia cumplimos nuestro servicio pastoral tomando en cuenta las situaciones particulares que se viven en la región y respondiendo como pastores a las necesidades y problemas desde nuestra visión y concepción cristianas. Acompañamos a los pueblos indígenas, ribereños y mestizos en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa del territorio, una educación intercultural bilingüe y la defensa de sus derechos como nos pide la Iglesia en el documento de Aparecida (90). Somos conscientes de los valores culturales y los conocimientos del entorno de los pueblos indígenas que pueden contribuir, de manera efectiva, al desarrollo y a la consolidación de la nación peruana. Estamos en un escenario electoral caracterizado por la conflictividad social que se vive en la Amazonía. La mayoría de los conflictos están motivados por aspectos socio ambientales y la falta de un auténtico diálogo entre los representantes legítimos de los indígenas e hispanohablantes y los organismos del Estado, que concluya en acuerdos aceptables para las partes implicadas y contribuyan al desarrollo de una cultura de paz. También por la falta de participación efectiva de los distintos actores sociales y políticos de la Amazonía en dichos organismos estatales. Consideramos que estamos a tiempo de retomar el proceso de acercamiento y comprensión iniciado después de Bagua y de aprovechar los resultados que, con mucho esfuerzo, se lograron a través de las “mesas de diálogo”, para avanzar en la democratización de espacios de deliberación política, la inculturación de la política y la construcción de una sociedad intercultural, que fortalezca la gobernabilidad en la totalidad de nuestro país. El proceso electoral en marcha, constituye sin duda, un momento propicio para que los partidos planteen alternativas con responsabilidad sobre los pueblos indígenas amazónicos, sus problemáticas y sus derechos, pero sobre todo para que se comprometan a implementar políticas y programas con la participación activa de sus organizaciones legítimas. Consideramos que los partidos políticos y las alianzas participantes en el próximo proceso electoral a realizarse en abril del 2011, deberían considerar en sus agendas y planes de gobierno, los siguientes puntos relacionados con los pueblos indígenas amazónicos:

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Construir en forma consensuada un modelo de desarrollo alternativo, integral, solidario e intercultural, basado en una ética y responsabilidad por la ecología natural y humana, que supere la lógica utilitarista e individualista del actual modelo. Un desarrollo basado en el papel central del ser humano, en la promoción y participación en el bien común. Este modelo deberá considerarse como un aporte de los pueblos indígenas al desarrollo del país. Como afirma Benedicto XVI en la Caritas In Veritate “El desarrollo humano integral está estrechamente relacionado con la relación del hombre con el entorno natural, considerado como un don de Dios para todos”. Garantizar una Institucionalidad estatal en materia de pueblos indígenas, que defina su relación con el Estado y el rol de esta instancia en la formulación e implementación de políticas públicas que los favorezcan. Esta instancia debe asegurar la participación de los pueblos indígenas en el diseño y ejecución de los mecanismos de diálogo para administrar los programas y proyectos que les afecten. Plantear una reforma constitucional que permita incorporar derechos colectivos de los pueblos indígenas a nuestro ordenamiento legal, de acuerdo con los tratados internacionales ratificados por el Estado peruano, especialmente el Convenio 169 de la OIT, y la Declaración de las NNUU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

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Aprobar la Ley sobre Derecho a la Consulta Previa, retomando el proyecto aprobado por el Congreso de la República en mayo del 2010, que permita la implementación de mecanismos de consulta, capaces de asegurar la participación de los pueblos indígenas a través de sus organizaciones representativas, de conformidad con el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas de Derechos de Pueblos Indígenas. Para esto se requiere fortalecer las capacidades de la población, sus organizaciones y sus dirigentes para participar activamente en los procesos de consulta, incidencia política, negociación y gestión pública en los distintos niveles de gobierno. Implementar un marco jurídico que brinde seguridad para los pueblos indígenas, especialmente en relación a su territorio como hábitat donde desarrollan su cultura, tomando en cuenta los principios y normas del Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Asimismo concluir con los procesos de titulación, ampliación y demarcación; además es necesario establecer un Sistema Único Catastral para las comunidades nativas de la Amazonía.

6. Es igualmente importante crear un marco normativo que regule la propiedad de

las tierras que actualmente ocupan las poblaciones ribereñas. En la actualidad existen más de 2,500 comunidades ribereñas -una mezcla de población indígena y mestiza- que ocupan las zonas de inundación de los grandes ríos, y son las más invisibles y vulnerables porque no tienen reconocimiento legal.

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Implementar los marcos normativos que permitan asegurar e incrementar la participación política de los pueblos indígenas en los diversos niveles de gobiernos y en la toma de decisiones. Promover y fortalecer en el ámbito regional los procesos de ordenamiento territorial y zonificación ecológica y económica en los territorios indígenas de acuerdo a su cultura, lo que hará posible establecer un marco adecuado y un equilibrio dinámico entre el crecimiento económico, la conservación de los recursos naturales. Fortalecer la política nacional ambiental, que tiene carácter obligatorio en los distintos niveles de gobierno, como lo establece la Ley General del Ambiente. Ésta debe contar con la participación de la sociedad civil a fin de evaluar y garantizar la aplicación de los programas, planes y acciones destinados a la protección del medio ambiente y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. Como menciona Benedicto XVI en el Mensaje de la Paz 2010 “La cuestión ecológica se ha de afrontar sobre todo en la búsqueda de una auténtica solidaridad de alcance mundial, inspirada en los valores de la caridad, la justicia y el bien común y del ambiente y el desarrollo integral de la persona humana”

10. Implementar políticas públicas en salud y educación que respondan a las

realidades culturales de los pueblos indígenas y que mejoren el acceso y la calidad de estos servicios. Se debe priorizar a los niños y niñas indígenas, por ser los más vulnerables.

Las elecciones de abril 2011, sin duda, constituyen una oportunidad para responder a la urgente necesidad de cambiar las históricas relaciones de exclusión y conflicto entre el Estado, la clase política y los pueblos indígenas amazónicos. Finalmente, queremos añadir que construir una sociedad intercultural es una tarea que requiere de verdaderos esfuerzos para llevar la interculturalidad a la política y a nuestro sistema democrático. Acabar con la invisibilidad de los derechos indígenas e incluirlos en las agendas de los partidos políticos, resulta impostergable. Los pueblos indígenas emergen como actores sociales y políticos y demandan la vigencia de sus derechos. La Iglesia los acompaña y está con ellos en su reclamo por el reconocimiento pleno de esos derechos individuales y colectivos, que incluye ser tomados en cuenta con su cosmovisión, sus valores y sus identidades particulares, contribuyendo al desarrollo y a la construcción de la nación peruana.

Mons. Gerardo Antón Zerdin, OFM. Obispo Vicario Apostólico de San Ramón; Mons. José Luis Astigarraga Lizarralde, CP. Obispo Vicario Apostólico de Yurimaguas; Mons. Gaetano Galbusera, SDB. Obispo Vicario Apostólico de Pucallpa; Mons. Alberto Campos Hernández, OFM Obispo Vicario Apostólico de San José del Amazonas; Mons. Santiago García de la Rasilla Domínguez, SJ. Obispo Vicario Apostólico de Jaén; Mons. Francisco González Hernández, OP. Obispo Vicario Apostólico de Puerto Maldonado; Mons. Juan Oliver Climent, OFM. Obispo Vicario Apostólico de Requena.

SUPLEMENTO CONTRATADO / Editado por Luis Llontop Samillán, Comisión Episcopal de Acción Social, CEAS. Ilustraciones: Willy Zabarburú Goñaz / Diagramación: Miriam De la Cruz Ramírez / Dirección: Av. Salaverry 1945, Lince / Teléfonos: 471-0790, 472-4712 / Correo electrónico: ceasperu@ceas.org.pe / Página web: www.ceas.org.pe / Impresión y distribución: Suplemento del Grupo La República / Dirección: Jr. Camaná 320 Cercado de Lima / Teléfono: 711-6000 (Central telefónica) / Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú: 2011-03907.

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