Marxismo: La teoría económica y la política: más allá del capital
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[24] Ibíd., pág. 148. [25] “La base esencial del desarrollo de la civilización moderna es permitir a las personas lograr sus propios fines sobre la base de su propio conocimiento y no estar limitadas por las metas de las demás personas”. Hayek: Ibíd., pág. 146. Cualquiera que hable en serio en estos términos únicamente puede demostrar no sólo que no vive en la “civilización moderna” de la “sociedad moderna”, sino que ni siquiera vive en el mismo planeta que el resto de nosotros. [26] Véase su libro: The New Industrial State, Nueva York, 1971. [27] Sería factible un cambio importante en este sentido sólo en circunstancias en las que debido a algunas crisis económicas y políticas importantes la presión de las masas populares, junto con la buena disposición de las fuerzas más progresistas del cuerpo legislativo estatal, pudiera contrarrestar con suficiente energía y por suficiente tiempo la obvia hostilidad de los círculos comerciales dominantes hacia la intervención normativa global. Pero, por supuesto, tal situación sería similar al estado de emergencia que se vivió durante la Segunda Guerra Mundial, aunque de menor magnitud. [28] Véase su libro titulado Socialism. New Haven, Yale University Press, 1951, más accesible en la edición de New York University Press, 1985. [29] Idealizado por muchos, entre ellos Schumpeter, como “destrucción productiva”, cuando en realidad la “producción destructiva” está volviéndose cada vez más dominante. [30] El lector interesado puede encontrar un análisis de los mismos en los capítulos 14 al 20 de Más allá del capital (págs. 605 a 1.003). [31] Titulo de un influyente libro escrito por Lord William Beveridge. [32] Véase Marx, Crítica del Programa de Gotha. [33] El subtítulo de mi libro, Más allá del capital, es precisamente Hacia una teoría de 1a transición. [34] Harry Magdoff: “China: New Theories for Old”. Monthly Review, mayo de 1979, págs. 5 y 6. [35] El economista chino Han Deqiang, en una conferencia que dictara en el taller del Grupo Verde del Parlamento Europeo sobre la “Admisión de China a la OMC”, celebrado en julio de 2001, presenta una imagen deprimente del impacto negativo del capital occidental en los acontecimientos económicos de China. Véase “The Advantages and Disadvantages of China`s Accesion to the WFO”, disponible en Internet. [36] “China’s, Economy: Persuading the reluctant spenders”, The Economist, 25 a 31 de agosto de 2001, pág. 54. 2
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