En este libro se aborda el caso del Estado de El Salvador; por ser éste en donde se dio uno de los problemas político-religiosos más difíciles que tuvo que afrontar, no sólo la Iglesia en Centroamérica, sino también la Santa Sede, esto a causa de la independencia política, y la erección de un obispado y elección de obispo por parte de las autoridades civiles salvadoreñas.