COLEGIO PENTECOSTAL MIZPA Segundo Semestre 2007-2008 Curso: Profesor: Fecha:
BNT-404: Estudio sobre Apocalipsis José G. Torraca Mondríguez 6 de febrero de 2008
Tema
Las siete Iglesias del Apocalipsis: Capítulos 2-3
I.
Introducción general El final del primer capítulo del libro establece el puente para la presentación del
mensaje a las siete iglesias a las cuales se les enviaría la revelación. Esta sección corresponde a la segunda parte de la estructura del libro que se refiere a “las cosas que son”, o sea, la realidad en el tiempo de Juan (ca. 95 d.C.).
Estas iglesias eran
comunidades conocidas de Juan y estaban ubicadas en la Provincia Romana del Asia Menor, lo que es actualmente la región suroeste de Turquía. No eran las únicas iglesias de esta zona, pues se conocían por lo menos la iglesia de Colosas y la de Hierápolis, entre otras. Uno de los asuntos más discutidos es por qué se escogieron específicamente estas siete iglesias, y más aún, por qué siete. Ramsay ha argumentado que estas siete iglesias formaban una ruta o circuito de mensajería y correspondencia en esa parte del Imperio. Se supone que la ruta comenzaba en Éfeso, que era la capital de la provincia, y terminaba en Laodicea.
Es posible que esta misma ruta fuera usada por profetas y maestros
cristianos itinerantes. Sobre el número siete, se ha especulado que siguen el patrón ya establecido por Pablo, pues Pablo escribió sus cartas a siete comunidades o regiones: Roma, Corinto, Galacia, Filipos, Éfeso, Colosas y Tesalónica. Esto se entendía como la iglesia universal, así como los mensajes de Ezequiel 25-32 a siete naciones (Amón,
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Moab, Edom, Filistea, Tiro, Sidón y Egipto) representarían profecías de juicio sobre la universalidad de los gentiles (Aune, 131). El mensaje a las siete iglesias ha sido interpretado de diversas maneras. Desde la perspectiva pretérita, que sería la interpretación más obvia y original, es la que describe la condición de cada una de las iglesias en su contexto del primer siglo de la era cristiana. Pero las características de estas iglesias pueden verse también como representando a la iglesia universal, esto es, en cualquier tiempo y lugar han existido iglesias con características similares, lo cual sería una perspectiva histórica. Finalmente, hay que reconocer que la iglesia está compuesta de hombres y mujeres redimidas por el Señor Jesucristo y por tanto representa un mensaje para todo creyente individual. En Apoc. 1:20, el Cristo glorificado se refiere a las iglesias en forma simbólica como menorahs y dice que es un misterio, por lo cual puede referirse a un mensaje más profundo que la situación histórica que rodeaba a cada iglesia, por lo que algunos comentaristas presentan una situación futura. La escuela de interpretación futurista y dispensacionalista considera que el misterio encerrado en las siete iglesias es que representan períodos históricos de la iglesia cristiana. Específicamente, la interpretación dispensacionalista se ha resumido de la siguiente forma (para más detalles, véase a Carballosa, 58-59): A. Éfeso: Período apostólico hasta el 100 d.C. B. Esmirna: Significa “mirra” e incluye el período de las grandes persecuciones de los siglos II y III hasta Constantino. C. Pérgamo: Significa “casamiento” (entre la iglesia y el estado romano) desde Constantino hasta la Edad Media. D. Tiatira: Significa “sacrificio” e incluye la Edad Media y el papado. E. Sardis: Período de la Reforma Protestante. F. Filadelfia: Significa “amor fraternal” e incluye el período de los grandes movimientos evangelísticos y misioneros desde el S. XVIII. G. Laodicea: Significa “justicia del pueblo” y equivale a la iglesia apóstata que queda durante la Gran Tribulación.
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II.
Estructura literaria David Aune trata exhaustivamente con este tema y describe lo que él llama las
siete características estereotípicas de la estructura de los mensajes a cada una de las iglesias. Aquí daremos un breve resumen de la exposición de D. Aune (117-124). A. Adscriptio o destinatario, que junto con el mandato de escribir, son parte del formato literario de cada mensaje (“escribe al ángel de la iglesia en Éfeso”). B. El mandato para escribir es expresado por el imperativo aoristo γράψον y está localizado al comienzo de cada proclamación, entre el adscriptio y la fórmula “así dice”. C. La fórmula “Así dice” (τάδε λέγει) que es la traducción griega de la fórmula profética de la BH “Así dice YHWH”. D. Las descripciones cristológicas que son tomadas de la revelación del Cristo glorificado del primer capítulo del libro. E. La narrativa, caracterizada por el verbo “Yo conozco”. F. El dispositio o el arreglo que es el contenido central de cada proclamación. G. La fórmula de proclamación con la frase: “El que tenga oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”. Esta frase demuestra que el mensaje no es sólo para la iglesia local sino para toda la iglesia universal. Cada una de los mensajes consta de siete partes: 1) una dedicatoria; 2) una descripción del Señor en consonacia con la visión de Apocalipsis 1:12-16; 3) una expresión de aprobación (excepto Laodicea); 4) una denuncia; 5) una exhortación; 6) una advertencia de disciplina (excepto Esmirna y Filadelfia); y 7) una promesa al vencedor
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(Carballosa, 58). Xabier Pikaza (55) ha hecho un diagrama para cada una de las iglesias con las características que les corresponden a cada una. III.
El género de las cartas La forma del género de los mensajes a las siete iglesias ha traído mucha discusión
entre los eruditos. D. Aune comenta ampliamente sobre las distintas teorías que se han expuesto sobre el tema (119, 124-28). A. La carta celestial (“Heavenly letter”): es en general una carta didáctica escrita por Dios mismo y que contiene instrucciones, amonestaciones, amenazas, advertencias y exhortaciones de naturaleza moral o religiosa. Este género consiste usualmente de tres partes: 1) una introducción detallando las circunstancias entorno al misterio y la manera de descifrarlo; 2) promesas y amenazas de carácter moral o religiosa; y 3) una conclusión de protecciones mágicas contra toda suerte de peligros. B. La carta profética: las declaraciones o mensajes a las siete iglesias exhiben muy pocas características derivadas de las tradiciones epistolarias helénicas ni las relacionadas con la tradición epistolaria del cristianismo temprano. Por la fórmula “Así dice”, estas cartas parecen reflejan más bien un formato epistolario del Antiguo Oriente Medio,pero en general no replican rígidamente ninguna de las características genéricas de ninguna forma literaria antigua conocida. Al parecer, Juan prefirió no seguir ningún patrón conocido. Hay ciertos ejemplos en Mari y Egipto que justificanel llamar a estos mensajes como oráculos proféticos. Se encuentran rasgos distintivos de este género en la carta de Elías en 2 Crónicas 21:12-15, Jeremías 29: 24-32 y 1 Enoc 91-108.
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C. Oráculo profético: un tipo de declaración profética del cristianismo temprano equivalente a la fórmula de mensajero profético usada en la BH dada por la frase “Así dice YHWH”. Aune cree que debería designarse como un “oráculo parenético de salvación-juicio”, el cual estaba enraizado en el judaísmo temprano y luego fue absorbido por el cristianismo del primer siglo. Este género refleja un fuerte énfasis en la exhortación moral: la conducta apropiada es estimulada por medio de promesas de salvación y recompensas, mientras que a través de amenazas de juicio y exclusión se busca prevenir la conducta inapropiada. D. El edicto imperial: el contenido de los mensajes a las siete iglesias es bastante similar a los edictos reales de los reyes de Persia y al de los magistrados romanos, lo que equivaldría a que Juan usaba esta forma para presentar al Cristo exaltado como el rey que se dirige a sus súbditos. Aune concluye que el género de las proclamaciones es una mezcla creada porJuan entre el edicto real como género primario y el de oráculo parenético de salvación-juicio como uno secundario. IV.
El Mensaje a la Iglesia de Éfeso A. Contexto histórico-social. Éfeso, una antigua colonia griega localizada en la
porción central de la región suroeste del Asia Menor conocida como Jonia, es nombrada por el hijo mítico del Río Cayster, el cual terminaba en el Mar Egeo al oeste. Bajo el Imperio Romano, Éfeso, Esmirna y Pérgamo eran las tres ciudades más poderosas de la Provincia de Asia Menor. Éfeso y Esmirna rivalizaban en poder y se discute cuál de las dos ciudades era la capital de la Provincia en tiempos de Domiciano (81-96). Se estima
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que tuvo una población entre 225,000 y 250,000 habitantes. La historia de Éfeso puede dividirse en tres períodos: a) Éfeso como la antigua ciudad Jonia fundada ca. 900 a.C. y capturada por Croesus, rey de Lydia ca. 555 a.C.; 2) Éfeso la ciudad griega (555 a.C. – 290 a.C.) estuvo bajo el dominio persa desde el 555 a.C. hasta que fue liberada por Alejandro Magno en el 334 a.C. cayendo bajo el dominio de regidores helénicos; 3) Éfeso la ciudad helénica y romana (290 a.C. - 1000 d.C.). Fue la guardiana de Artemisa o Diana y su templo de mármol era una de las maravillas del mundo conocido. Fue la ciudad que inició el culto imperial en el Asia Menor y tenía un templo en honor de Domiciano.
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