COLEGIO PENTECOSTAL MIZPA Primer Semestre 2008-2009 Curso: Profesor: Fecha: I.
HI-401: Historia del Pentecostalismo José G. Torraca Mondríguez 23 de agosto de 2008
Introducción El movimiento pentecostal se origina en Hechos 2 con el derramamiento del
Espíritu Santo en la fiesta de las semanas (shavuoth en hebreo) o Pentecostés en griego. Esta fiesta se celebraba 50 días después de la pascua, que en ese año había servido de escenario para la muerte y resurrección de Jesucristo. Este derramamiento del Espíritu Santo había sido profetizado, entre otros, por el profeta Joel, como evidenciado por Pedro durante su mensaje en la fiesta. Para la iglesia en ese primer siglo, una de las evidencias de haber recibido el Espíritu Santo era el hablar en lenguas. Hubo otras experiencias en que se destacaban las evidencias de las lenguas como en los casos de Cornelio y de los creyentes en Éfeso (Hechos 10 y 19 respectivamente). Pablo también habla sobre el asunto de las lenguas en 1 Cor. 12-14 y Marcos 16. Uno de los movimientos más carismáticos del segundo siglo fue el montanismo. Ver el informe sobre este movimiento. II.
Capítulo 1: En un aposento alto Juan Wesley, por influencias de su tiempo, estableció una distinción entre los
santificados, es decir, los bautizados del Espíritu Santo y los cristianos comunes. Asa Mahan y C.G. Finney iniciaron una acción en favor de los negros, obreros y las mujeres en EUA, situándolos en un plano más elevado.
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Charles Parham y la iluminación en Topeka, Kansas fue el primero en reconocer la glosolalia o el don de hablar en lenguas como señal de identificación del Bautismo del Espíritu Santo. Cree en la teoría anglo-israelí. Se le consideró hereje. El predicador negro W. J. Seymour era alumno de Parham y decía que quienes no hablaban en lenguas no habían sido aún bautizados en el Espíritu Santo. En las reuniones en la calles Bonnie Bae y Azuza en Los Ángeles en 1906, cayó el fuego y el primer bautizado fue un niño negro de ocho años. Se considera que la Misión en la calle Azuza inicia el movimiento pentecostal moderno. Fueron rechazados por la mayoría de las iglesias de santificación y aun la prensa los ridiculizaba. Casi todos eran negros y en 1908 se retiraron los creyentes blancos. La Misión de Azusa postuló la línea teológica de la salvación en tres etapas: la conversión, la santificación y el bautismo de Espíritu Santo. W. H. Durham la redujo a dos etapas, considerando la conversión y la santificación como una sola etapa (ver esquema, p. 12). Entre los pentecostales de EUA, la discusión entre las tres etapas y las dos etapas así como la de la Trinidad, son los dos problemas teológicos más complejos. III.
Capítulo 2 Arthur Brazier fue uno de los primeros en protestar contra la miseria en que
vivían los negros de su comunidad en Woodlawn, Chicago. Quería destruir el mito de la superioridad del blanco sobre el negro, planteando las grandes contribuciones de esta raza en el desarrollo de América. Proponía una revolución no violenta, reconociendo el derecho y el orden, pero no el que los blancos querían imponerles.
Comenzó un
programa de autoayuda para mejorar las condiciones de vida de la comunidad. Importante primer párrafo, p. 17. Otros grupos de iglesias negras también despiertan en
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el ámbito social y en el interés por su propia cultura negra, planteando inclusive que Abrahán y Jesús eran de esta raza. Se enfatiza en la evangelización, enfocándose en la persona de Jesús y descentralizándose de los templos y estructuras.
Sintieron
profundamente la muerte de Martin Luther King y, aunque aceptaban el mensaje de Billy Graham, no podían aceptar una evangelización en masa ni su “orientación de burgués blanco que no dice nada a los pobres ni a la gente de color” (p. 18). A pesar de la raíz negra en el movimiento pentecostal, ésta apenas es reconocida como fundamento de su historia, aunque se reconoce la aportación de Seymour. Uno de los hechos de más envergadura producido por el movimiento pentecostal fue la unión de blancos y negros. El problema de la segregación racial se debe en gran medida a las costumbres vigentes en el ambiente protestante de EUA. Sobre la música negra conocida como los “spirituals”, ver la cita de James H. Cone en p. 21. Los “spirituals” influenciaron al jazz, blues y al resto de la música secular y cristiana, pues cantaban y narraban vívidamente sus experiencias, amarguras y esperanzas como pueblo oprimido, pero esperanzado en Dios, pues Cristo está del lado de los menesterosos. Se dice que el movimiento pentecostal es revolucionario porque ofrece alternativas a la teología “escrita” y hace que fluya el congelamiento del pensamiento expresado en las formas escritas del culto; permite una democratización del lenguaje, pues suprime la abstracción sistemática y racional de las nociones, lo cual resulta muy positivo aun para los académicos. Lo demuestra también la propagación rápida del movimiento carismático en las mismas iglesias históricas.
Gerlach dice que un
movimiento revolucionario como el pentecostal sólo puede ascender con la resistencia de las autoridades eclesiásticas, especialmente en contra de la glosolalia.
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Otros dos
elementos característicos del movimiento pentecostal son la convicción e intolerancia, este último como parte del fundamentalismo pentecostal. Sobre el balance que hay que tener entre el raciocinio y otras facultades de conocimiento, ver p. 27. IV.
Capítulo 3: Pentecostés fuera de Pentecostés El capítulo comienza con la experiencia del rabino Jacobo Rabinowitz en un culto
pentecostal. El origen del movimiento pentecostal en las iglesias históricas (a quienes el autor llama neo-pentecostales) es difícil de trazar, pues muchos pastores y feligreses que hablan en lenguas lo guardan en secreto por discreción o por temor a las autoridades eclesiásticas que se oponen a la glosolalia. Las fuentes conocidas del despertar de los primeros años del 1960 son: A. El despertar de van Nuys, donde un joven matrimonio anglicano recibió el don de hablar en lenguas en un culto. Una mujer anglicana de nombre Jean Stone y esposa de un director de la Lockheed ayudó a muchos a recibir el don de las lenguas a través de la imposición de manos. Su hogar en California se convirtió en un centro donde pastores y laicos de la alta sociedad buscaban el don de lenguas. La glosolalia motivó la renuncia de Dennis J. Bennet, pastor anglicano de Stone. Desde este punto, el fuego pentecostal se regó por todos los EUA y Europa. B. Los grandes evangelistas como Oral Roberts, T.L. Osborn y W. Branham. C. Los Hombres de Negocio del Evangelio Completo. Este grupo se encargó de llevar el mov. Pentecostal a altos niveles de la sociedad y fue el nexo entre el movimiento y los pastores críticos de la glosolalia. Este grupo también ayudó a financiar a evangelistas como Oral Roberts para que fundase la Universidad que lleva su nombre en Tulsa y contribuyeron a la propagación de Pentecostés por todo el mundo. Por un lado se criticaba a los grupos pentecostales por su servicio casi exclusivo entre los humildes, pero los pentecostales
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reprochaban a esa entidad que sus métodos de organización y propaganda estuvieran viciados por su habilidad comercial y no por la guía del Espíritu Santo. D. La influencia de David J. Du Plessis, un descendiente de sudafricanos inmigrantes hugonotes y funcionario importante de la Apostolic Faith Mission en Sudáfrica. Fue colaborador de los evangelistas de santificación y patrocinador de los contactos ecuménicos entre el mov. Pentecostal, el Consejo Mundial de Iglesias y las Iglesias tradicionales.
Participó en distintas conferencias ecuménicas, con altos
funcionarios eclesiásticos, en el Concilio Vaticano, dio muchas conferencias en universidades y seminarios, consiguiendo modificar la imagen del predicador pentecostal a los ojos de teólogos y pastores. El liderato de las Asambleas de Dios rechazó las tentativas ecuménicas de du Plessis y fue excluido de ese movimiento en 1962 a causa de sus relaciones con el Consejo Mundial de Iglesias. E. Resumen de las enseñanzas de los neo-pentecostales protestantes.
1)
Bautismo del Espíritu Santo: Contrario a los pentecostales católicos, la mayoría de los neo-pentecostales adopta la enseñanza pentecostal de los dos tipos de cristianos, los bautizados (que hablan en lenguas) y los no bautizados del Espíritu Santo. Se establece una diferencia entre la glosolalia como señal del bautismo del Espíritu Santo y la glosolalia como regalo del Espíritu Santo, que será entregada sólo a los que están dotados de una disposición especial. El don de lenguas es la evidencia inicial audible de haber sido colmados por el Espíritu Santo. Bennett escribe que el bautismo del Espíritu Santo debe ser distinto del bautismo de arrepentimiento. Algunos líderes cristianos como el obispo anglicano James E. Pike trataron de omitir la polémica al tratar de considerar las lenguas como “un fenómeno natural”, como si se pudieran aprender racionalmente.
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Otros como el pastor luterano Larry Christenson sostiene que el remedio contra el abuso no es el desuso, sino el uso correcto y subraya que la glosolalia es para la oración personal, como ayuda para el agotador trabajo intelectual. Dependiendo del estatus social del que practica la glosolalia, algunos no creen que tienen que imitar a los pentecostales en las expresiones de alabanza en alta voz. Finalmente ver pp. 42-3 para las nociones erróneas sobre los que han recibido el don de lenguas. 2) El Espíritu Santo y los sacramentos. Se ha encontrado que, en lugar de que ambos conceptos se opongan, los carismas tienen mucho más terreno en una iglesia jerárquica, litúrgica y sacramentalmente “protegida” que en las comunidades pentecostales que carecen de tradición o en círculos religiosos no litúrgicos. Con la llegada de los carismas cobran sentido real y efectivo los sacramentos del bautismo y de la eucaristía o Santa Cena. 3) Ética. El autor considera que el alcance ético de los neopentecostales es superfluo, limitándose a la abstención del fumar, beber y otras actividades mundanales, pero no entra en asuntos de mayor envergadura como la pobreza, la segregación racial y otros de magnitudes similares. Leer las conclusiones de la p. 46. 1) Los neo-pentecostales lograron canalizar los desbordamientos emocionales de manera que puedan ser aceptados por la teología y la política eclesiástica y social de sus respectivas iglesias. Eso despierta un interés legítimo en los cristianos intelectuales hacia las formas no-intelectuales del servicio religioso. 2) En la mayoría de los casos la vivencia de los carismas figura en la categoría intelectual de la doctrina pentecostal y así corre el riesgo de estar expuesta a todos los malentendidos respecto de la enseñanza pentecostal. 3) Las consecuencias de un cambio emocional radical sobre los problemas ético-sociales tendrían que ser objeto de una consideración profunda por parte de las
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capas altas de la sociedad que tienen prestigio y competencia espiritual y a las que todavía no se toman en cuenta. ¿Qué significa conmover el mundo con el mensaje del Cristo resucitado? V.
Capítulo 4. El Espíritu Santo en el catolicismo romano Plantea el autor que para el año 1966 el matrimonio católico Ranaghan, ambos
teólogos, quedaron profundamente conmovidos con el testimonio de David Wilkerson sobre la liberación espiritual de los adictos a las drogas. Luego recibieron el don de la glosolalia por intermedio de un pastor anglicano y el fuego se esparció por medio de la Universidad de Notre Dame a toda América del Norte. En un principio, la reacción de los pentecostales clásicos fue negativa, pues veían que los católicos seguían en sus viejas costumbres mundanales e idolátricas. Al correr de los años, ha habido acercamientos, debido principalmente a la apertura sufrida en el catolicismo romano luego del Concilio Vaticano II en 1962.
Destacan también los católicos que los problemas de los
pentecostales y los católicos son similares, especialmente en América Latina y que hay que meditar y actuar sobre ellos de manera conjunta. Los neo-pentecostales protestantes adoptaron en líneas generales las enseñanzas del movimiento pentecostal histórico, como por ejemplo el rigorismo ético, la glosolalia como señal del bautismo del Espíritu Santo y el fundamentalismo. Sin embargo, la tendencia más importante es que el movimiento pentecostal católico haya adoptado las experiencias carismáticas del movimiento histórico pentecostal sin su articulación doctrinaria, es decir, rechazan la comprensión fundamentalista de la Biblia, por considerarla contraria a la carismática.
El fundamentalismo de los pentecostales
históricos era parte de su medio ambiente y estatus social. El catolicismo considera los
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carismas como un fenómeno natural como el llorar o el reír, como la realización de nuestra naturaleza. “Un don no es un qué, sino un cómo; no es tanto una nueva capacidad sino el uso de una capacidad anterior en función del Reino de Cristo. Las actividades seculares pueden ser un don del Espíritu si se las usa como función del Reino”. El teólogo católico Simon Tugwell, dominico de Oxford, piensa que la glosolalia es “el producto de un fenómeno simplemente lingüístico”. No reconoce la glosolalia como la señal inicial del bautismo del Espíritu por ser antibíblica y anticatólica Leer otra opinión de Tugwell en p. 55. Sostienen que llegar a ser cristiano y recibir al Espíritu sucede en el mismo instante y no como los pentecostales históricos en “dos etapas”. También dicen que la espiritualidad pentecostal no se opone a la devoción católica de María la Virgen. Conclusiones. Los cultos de los pentecostales católicos desmienten la teoría de que los desbordamientos emocionales se dan entre los pobres o incultos, pues los que asisten son de clase alta e intelectuales. En el campo social discuten temas de política y de justicia social, pues sus reuniones de oración no son un fin en sí mismas, sino para construir una comunidad madura de cristianos. El movimiento pentecostal católico es eminentemente ecuménico. La Conferencia Episcopal de EUA acepto el movimiento pentecostal católico y lo apoyó, aunque cuidándose de no excederse en abusos. VI.
Capítulo 5: Expansión hasta los fines de la tierra El predicador metodista noruego Th. B. Barratt organizó reuniones pentecostales
donde muchos fueron llenos del Espíritu Santo. Aunque hubo críticas, el movimiento se extendió desde Oslo hacia los otros países escandinavos como Finlandia y Suecia. De ahí se difundió también por Escandinavia, Alemania, Suiza y Gran Bretaña. Surge también como una reacción a la alta crítica. El movimiento pentecostal tuvo mucho auge en otras
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partes del mundo como en América Latina, donde las iglesias han permanecido fieles a las iglesias madres misioneras.
Pero en África, Australia, Indonesia y Japón se
independizaron de éstas, dando origen a una iglesia que combinaba elementos nacionalistas con los que fueron recibidos de sus iglesias madres. Un caso fue el de las Iglesias Sionistas en el África del Sur que contaban con más de 400 grupos y que mezclaron elementos del paganismo en su cristianismo.
Se organizaron diversas
conferencias mundiales, la primera de las cuales fue en Estocolmo, Suecia en 1939, donde se preguntaba si se podía basar la interpretación del bautismo del Espíritu Santo en la historia y la experiencia de los apóstoles o si se podía deducir de las cartas. En Zurich y París (1947 y 1949) se intentó organizar una fraternidad, pero no se logró. En la quinta conferencia mundial en Toronto en 1958 hubo un debate sobre los evangelistas de sanidad que a veces pretenden como si tuvieran a Dios a su servicio. En la misma conferencia, J.A. Synan planteaba que la lucha más dura de los pentecostales era contra la “alta crítica” que no acepta lo sobrenatural. Recomienda un contacto estricto con los fundamentalistas americanos y rechaza el diálogo con el ecumenismo y las ciencias exegéticas. Según la opinión de un predicador chileno, las grandes denominaciones autóctonas pentecostales del Tercer Mundo quedaron relegadas a un segundo término y que el éxito misionero de las Asambleas de Dios y la Iglesia de Dios de Cleveland “fomentó su complejo de superioridad y su fuerza en las conferencias”. Entre los representantes de los grupos pentecostales que predican la santificación en dos etapas, que son los más numerosos, están: los estadounidenses, brasileños, e italianos, Asambleas de Dios, Nicholas Bhengu del África, Donald Gee, el ala protestante del movimiento pentecostal estadounidense y otros.
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Los grupos pentecostales que
presentan la santificación en tres etapas son: La Iglesia de Dios en Cleveland; la Pentecostal Holiness Church; los Jesús Sólo (United Pentecostal Church, muchas iglesias negras de EUA, la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús de México y casi todo el movimiento pentecostal indonesio); los pentecostales con doctrina cuáquera, reformada, luterana o católica romana; las comunidades africanas independientes; el Movimiento de las Lluvias Tardías de Alemania y Sudáfrica; denominaciones pentecostales de tipo apostólico en Alemania, Gran Bretaña y Suiza. VII.
Capítulo 6: El movimiento pentecostal en México La teología del llamado “Tercer Mundo” sólo ha podido manifestarse en aquellos
casos en los que se ha valido para expresarse de sistemas conceptuales euro-americanos. En el diálogo teológico se siguen “jugando con las reglas de EUA y Europa” y sólo puede realizarse con subvenciones extranjeras. Es una forma injusta y racista de hacer teología (ver primer párrafo p. 84). Por tanto, llegó el tiempo de experimentar ciertos medios de expresión no-occidentales en el ámbito de la teología. Tal es el caso de la iglesia pentecostal independiente en México. Es en cierta forma devolverle a la gente sencilla su dignidad. La filosofía sistemática mexicana tlamatini (“el sabio”) de los nahuatl hace desarrollar en los otros/as una cara, una personalidad. El medio de enseñanza no era el libro, sino la poesía. Nadie puede expresar la verdad, salvo, quizás, con “flores y cantos”. La colonización española y su raciocinio destruyó ese sistema. Fray Bartolomé de las Casas fue uno de los pocos defensores de los nativos mexicanos.
Juan Ginés de
Sepúlveda justificaba la guerra contra los nativos por cuatro razones: a) por la gravedad de sus pecados; b) por la crudeza de sus instintos, debían servir a los españoles que eran más cultos; c) por la obligación de predicar la fe, que sólo podía lograrse por la
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conquista; d) para liberar las víctimas inocentes y, en algunos casos, para reprimir el canibalismo. Es por esa razón y el contexto de la independencia de México a principios del siglo XX que crean en el mexicano promedio una sospecha contra todo lo que es extranjero y es una de las causas de la independencia de la iglesia pentecostal mexicana. Uno de los fundadores lo fue Andrés Ornelas Martínez (murió en 1958) y Raymond Nieto, quien lo introdujo en el bautismo del Espíritu Santo pentecostal en Pachuco en 1922, donde se encuentra la matriz de la iglesia pentecostal independiente. Otra bella historia de la independencia de la iglesia pentecostal mexicana la protagonizó un joven indio llamado Venancio Hernández Montiel en la región de Mesquital en la Provincia de Hidalgo, una de las regiones más secas y pobres de México. Finalmente, la iglesia pentecostal mexicana recuperó su sistema de enseñanza nahuatl de “flores y cantos’ aplicados a las parábolas y enseñanzas de la Biblia. VIII. Capítulo 7: La Iglesia de Dios (Cleveland) en México Además de las muchas iglesias pentecostales autóctonas en México, existen también algunas misioneras de las EUA como la Iglesia de Dios de Cleveland (IDC). Este grupo apoya la salvación en tres etapas. La historia de este grupo en México comienza con María Atkinson, conocida como la “dama de blanco”. Desde el principio tuvieron grandes persecuciones porque sus pastores eran extranjeros, y ni aun con el nombramiento de mexicanos en los puestos de liderato se solucionaron los conflictos con las autoridades. Uno de los líderes de la policía que más presionaba a la iglesia fue sanado de una grave y así fue como se detuvieron las persecuciones. Hubo muchas fusiones y separaciones, tanto con iglesias autóctonas como misioneras. El rigorismo
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ético que les caracterizaba ha ido cediendo en la medida que la IDC se ha ido expandiendo en la sociedad americana y, por consiguiente, mexicana. Fumar todavía es causa de expulsión, pero el rigorismo contra la milicia ha cedido en favor del servicio militar. La IDC es radicalmente fundamentalista (leer el último párrafo p. 113). IX.
Capítulos 8-10: El pentecostalismo en Brasil El movimiento pentecostal en Brasil surge por la iniciativa de dos misioneros
suecos: Daniel Berg y Gunnar Vingren, quienes llegaron a Belém en Brasil en 1910. Al principio, trataron de unirse con una congregación bautista, pero cuando cayó el fuego, el pastor les despidió con un pequeño grupo de creyentes de la congregación. Así comenzó el movimiento pentecostal más grande del mundo hispano y, según el autor, el crecimiento de las Asambleas de Dios en Brasil (ADB) no tiene paralelo en la historia de las iglesias. Las ADB reclutaron a sus adeptos entre las grandes masas de la población brasileña, es decir en las capas sociales inferiores, incluyendo mestizos e indios. Martin L. King es muy apreciado por ellos. Esclarecimiento político y social y evangelización marchan juntos (ver su obra social en pp. 124-125). Hubo persecuciones del bajo clero católico, pero las ADB fueron defendidas por las autoridades seculares. Ver la opinión de las ADB sobre el ecumenismo en la p. 126. La ADB se considera independiente de la de EUA, aunque mantiene relaciones de ayuda, pero los americanos no son sus superiores, sino especialistas técnicos. Sobre la enseñanza, ver p. 127. Además de la ADB existe la Congregación de Cristo de Brasil (CCB) fundada por Luigi Francescon, un ítalo-estadounidense de línea valdense. Es una iglesia de orden oral, pues la mayoría de sus feligreses son analfabetos (ver p. 131).
Se denominan los
“glorias” y la sexta parte de todo su presupuesto lo destinan a obras de piedad. Su
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crecimiento ha sido grande, comenzando desde Sao Paulo y extendiéndose a otras ciudades en Brasil y aun fuera de ella. No tienen pastores oficiales, sino ancianos y su liturgia o culto es sumamente sencillo y preferiblemente oral. Miran con suspicacia la teología y la exégesis y creen en la recepción del Espíritu para el mensaje. En general, se apartan de la ética legalista, del culto dominical y el diezmo no es obligatorio. La herencia valdense muestra cómo la creencia en el Espíritu Santo exige una responsabilidad al prójimo que supera la posición individualista del protestante común. De esta herencia valdense es que vienen las obras de piedad que son ayudas que no se limitan a los feligreses, sino también a los no miembros, y la sencillez de su organización y culto. Sobre las enseñanzas tan parecidas a lo que se encuentra en la Didajé, ver pp. 138-9. Existen dos representantes del iluminismo (misticismo) brasileño que se ubican antes de la llegada del movimiento pentecostal a Brasil: José Manuel de Concepción (conocido como el “padre loco”) y Miguel Vieira Ferreira (ingeniero, matemático y político).
José Manuel se convirtió al evangelio en 1963 y vino a ser uno de los
evangelistas y místicos más importantes de la historia de la iglesia brasileña. Brindó consuelo a la población más mísera y pobre de Brasil. Su concepto de la conversión era un camino largo y penoso desde la incertidumbre hacia la fe (esto podría haber sido por la influencia católica y mística).
Ferreira tuvo una experiencia mística en una iglesia
presbiteriana, a partir de la cual, lo envolvió en el ministerio de la predicación. Por no entender ni aceptar la experiencia mística de Ferreira, la iglesia presbiteriana le expulsó y él entonces fundó la Iglesia Evangélica Brasilera con sólo 27 miembros.
Las
características de esta iglesia son el discreto misticismo de sus fundadores, su amor hacia
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el pueblo brasileño y el rígido rechazo de su espiritualismo por parte de la iglesia tradicional. Hasta ahora no se ha podido comprobar relación alguna entre el iluminismo y los pentecostales.
Pero ambos grupos demuestran cómo debe desarrollarse un
protestantismo brasileño y para los brasileños: que debe tomar en serio el iluminismo latente de la cultura de Brasil y elaborarlo teológicamente. X.
El pentecostalismo en África A. Los pentecostales de N’Kamba. La iglesia kimbanguista en el Congo fundada
por Simón Kimbangu no pertenece al movimiento pentecostal, ni por el dogma ni la historia.
No ha nacido de la actividad de misioneros extranjeros y su práctica del
bautismo del Espíritu Santo no es semejante con el pentecostalismo clásico. Sin embargo, tiene semejanzas en la sanidad por la oración, espontaneidad en los servicios religiosos, la jerarquización de la iglesia, la glosolalia y visiones. El vínculo más estrecho entre ambas es la fe en el poder del Espíritu Santo y la lucha contra los espíritus por medio del Espíritu.
Se incorporaron al Consejo Mundial de Iglesias en 1959.
Hay grandes
divisiones y problemas con las iglesias pentecostales que tienen misioneros extranjeros o que los locales están a sueldo de éstos (ver 4to. Párrafo de p. 166). Muchos grupos pentecostales y protestantes no aceptaban a la iglesia kimbanguista. Simón Kimbangu nació en 1889 en N’Kamba en el Bajo Congo. Fue criado por su tía, pues quedó huérfano a temprana edad. Fue bautizado entre los bautistas en 1915. Era campesino de profesión y trabajaba también como carpintero. Recibió varias veces las voces que le hablaban de entrar en el ministerio, pero el 6 de abril de 1921, fecha considerada como la del nacimiento de la iglesia, fue usado para la sanidad de una mujer durante una epidemia de gripe que azotó el lugar. Posteriormente, Kimbangu fue usado
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con poder para la sanidad de muchos. Al poco tiempo dirige un grupo con los cuales manda a destruir los fetiches y prohibir las danzas y la poligamia. Eligió cinco ayudantes africanos. Pero los misioneros y la administración colonial le acusaron injustamente de sembrar odio entre los extranjeros, de provocar defraudación fiscal y holgazanería (ver la opinión del colonialista Morel en p. 169). Simón Kimbangu fue arrestado y condenado sin ofrecer resistencia y llamó también a sus hermanos a que no lo hicieran. Durante 40 años se desencadenó una cruel persecución contra la iglesia kimbanguista en la cual se calcula que se deportaron 37,000 cabezas de familia o su equivalente a 100,000 personas. La gran mayoría murió. En el 1959 el gobierno belga reconoció y aceptó la iglesia kimbanguista. Sólo 3,000 de los desterrados pudieron regresar con vida al Congo.
En la actualidad, la iglesia
kimbanguista es dirigida por los hijos de Kimbangu que quedaron como sus herederos espirituales. Uno de ellos, Joseph Diangienda, es considerado un Tatamfumu’a nlongo o un “jefe espiritual”, santidad o rey. La actividad social de los kimbanguistas es inmensa, pues en 1968 su sistema escolar contaba con 96,600 estudiantes, amén de dispensarios, talleres de aprendizaje, asociaciones de campesinos y muchas otras (ver cita último párrafo p. 172). Algunas otras características de la iglesia kimbanguista es que el obispo ora y no predica; los hombres y mujeres predican con iguales derechos; no establecen diferencias entre lo santo y lo profano; los sábados se reúnen en casas particulares para pasar la noche orando; fueron admitidos al Consejo Mundial de Iglesias, con lo cual se evidencia su ecumenismo; tienen una eucaristía más ecuménica que la de la mayoría de las iglesias protestantes y católicas; tienen una teología panafricana o enseñanza cristiana con ropaje
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africano (ver último párrafo p. 177). En la actualidad, la iglesia kimbanguista cuenta con más de tres millones de feligreses. B. Las Asambleas de Dios africana. La iglesia Asambleas de Dios de East London en Sudáfrica fue fundada por Nicolás Bhengu, quien nació en 1909 y se le llamó el “Billy Graham negro” por su actitud de conciliar las iglesias independientes bantúes con las pentecostales misioneras. Estudió en las escuelas misioneras luteranas y católicas romanas. Fue sindicalista y miembro del Partido Comunista hasta que se rindió al Señor por un trabajo personal de dos jóvenes blancos.
Su iglesia luterana no recibió su
testimonio de conversión y lo trató de hereje; tampoco pudo integrarse al Ejército de Salvación por razones raciales, y decidió entonces organizar reuniones independientes. En 1938 recibió su ordenación como evangelista de las Asambleas de Dios. Fundó su iglesia de East London en 1945. Desde allí visitó muchos lugares en el mundo. Sus grandes campañas de avivamiento y su lucha contra la delincuencia le otorgaron los favores y el apoyo del gobierno sudafricano. A pesar de que la iglesia fundada por Bhengu es un componente de una comunidad de origen americano, llama la atención que en su credo nunca menciona la doctrina pentecostal del bautismo del Espíritu Santo. Su doctrina puede resumirse en cuatro puntos: 1) Demostración del poder y la misericordia de Dios a través de la curación por la fe; 2) la anunciación de Jesús como el Redentor; 3) la lucha contra la divinización de los antepasados; y 4) la enseñanza acerca del bautismo. Basado en Hebreos 6:4-6, decía que luego del bautismo en agua no se podía pecar. Sobre la predicación de Bhengu, ver un ejemplo típico en p. 192. Distinto a muchos pentecostales de su tiempo, consideraba un error el rechazo a la medicina moderna. Por su peculiar tendencia hacia la diplomacia con los extranjeros, fue señalado
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por muchos movimientos africanos en contra de los extranjeros. Ver la discusión sobre la revelación extática en la p. 195. Sobre la ética de Bhengu, se puede resumir en: 1) Hermandad entre el pueblo y las elites; 2) Lucha contra la delincuencia entre los aborígenes; 3) Lucha contra las iglesias pentecostales bantúes independientes; d) Exhortación a la obediencia al gobierno y a la honestidad hacia los blancos; e) las comunidades aldeanas al estilo soviético y de la literatura marxista. Sobre la política en el cristianismo pentecostal africano, ver pp. 198-9. C. Resumen.
Hemos visto dos perspectivas del movimiento carismático
pentecostal muy diferentes en las iglesias kimbanguista y la Asamblea de Dios fundada por Bhengu.
En la primera, se da un movimiento netamente africano, odiado y
perseguido por el gobierno colonial belga en el Congo y los misioneros extranjeros, mientras que la segunda nace del movimiento pentecostal americano y apoyado y querido por el gobierno de minoría blanca de Sudáfrica. La iglesia kimbanguista es alabada por los grupos del Consejo Nacional Africano, mientras que Bhengu es denunciado como traidor por este mismo organismo africano. Sin embargo, ambas iglesias predican el evangelio desde sus perspectivas y Dios es glorificado por ellas.
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