La emigración y las creencias cristianas Por: Mis. Celia E. Galarza López . La opresión de los egipcios hacia los Israelitas provoco que estos se acordaran de la promesa que Dios les había hecho atraves de sus antepasados. Fue un éxodo lleno de dolor y sufrimiento ya que abandonaban un lugar seguro por uno que era una promesa. Fue abandonar lo visto y palpado, por la fe de que irían a un lugar mejor que desconocía pero que era prometido. Ellos habían tenido abundancia y riquezas pero atraves del tiempo fueron oprimidos y el síndrome de la esclavitud les habían hecho perder sus esperanzas aun en el Dios que habían conocido. Dios que nunca deja de atender los suyos no olvido su pacto y le dio la libertad. El tener que emigrar dejando todo atrás no fue fácil como ha sucedido en nuestra tierra. Dejar nuestras costumbres y la cultura familiar nos provoca grandes cambios que no son fáciles de manejar. La influencia de culturas extrañas en el emigrante que poco a poco van internalizando nos lleva también a considerar los cambios que provocan en la interpretación bíblica. La emigración de cristianos a otros países con diferentes culturas impacta todo lo aprendido durante años de vida. La educación cristiana juega un rol protagónico cuando se dan estos fenómenos pues es el recurso que debe dar estabilidad a las doctrinas y filosofía bíblica. Los emigraciones influyen mucho en como pensaremos en el futuro. Es importante que cada institución eclesiástica pueda establecer programas educativos bíblicos que impacten fuertemente desde la niñez hasta la adultez. Es una forma de prevención cristiana debido que desconocemos cuántas de estas familias serán parte de un éxodo a otro país. El pueblo de Israel educaba sus familias hasta memorizarse grandes porciones bíblicas pues sabían que nadie podría arrancarlas de su corazón y mente aun cuando fueran emigrantes. Narraban su historia y como Dios los protegió en tiempos malos y de grandes desastres. Nuestro pueblo debe conocer su historia por más antigua que le parezca a las generaciones de hoy pues si desconoce tu pasado no podrás amar el futuro de tu
iglesia. POR ESTA RAZON HAY QUE CONCIENTIZAR SOBRE NUESTRO ORIGEN Y EVITAR QUE EN EL FUTURO SE NOS OLVIDE DE DONDE DIOS NOS SACO. Puedo creer que nuestra historia no está separada de Dios. Cuando queremos sostener nuestra fe miramos los muchos milagros que Dios hizo en nuestros fundadores y debemos preguntarnos si Dios lo hizo en el pasado lo hará también en las generaciones futuras. Dios es el señor de la historia y aun los que emigran por su situación económica no deben olvidarla, sino ser educados para preservarla y atarlas en lo más profundo de su ser. Dios atreves de la historia manifestó el plan salvífico del hombre. Fue para todas las naciones. Los emigrantes, en su éxodo por las diferentes naciones deben comprender que Dios tiene un propósito .Tenemos que educar nuestra comunidad cristiana para que dejen plantadas las huellas de nuestra interpretación bíblica. Dios utiliza a los emigrantes para llevar el evangelio de misericordia a diferentes lugares. Aun en medio de sus angustias Dios manifiesta grandes maravillas para que su vida cotidiana se llevadera. Oremos por los que emigran a otros países tratando de mejorar la calidad de su vida pues pueden ser muy útiles en las manos de Dios. Quizás en el proceso habrá transformaciones de emigrantes a grandes proclamadores del Cristianismo.