La crisis económica impacta la mujer puertorriqueña
Por Mis. Celia Eunices Galarza López Educadora
La presión de la situación económica la cual enfrentan las mujeres en P.R. crea grandes conflictos en todas las aéreas que se desenvuelve. Es una etapa en donde el futuro en ocasiones va a depender de cómo manejamos todos los estresores que nos rodean. En muchas ocasiones se desarrolla un sentimiento de impotencia ante la realidad de estos cambios que nos afectan como el desempleo y el uso del dinero que utilizamos. Pueden provocar conflictos en la familia y ser afectadas ya que no cuentan con recursos económicos para ofrecerles a sus hijos lo que desean como pagar un campamento en verano, darle un viaje, comprarle un gustito y otros. Algunos resultados podrían ser daños físicos, rompimiento de nuestros valores, des balance emocional lo que nos conduciría a un estado de trastorno alrededor de la familia. En ocasiones la mujer ve en riesgo el embargo de su medio de transportación por el banco en donde se mueve a buscar trabajo, busca sus niños a la escuela, los pasea y se siente turbada. Se encuentra inutilizada por lo que se siente desamparada, confusa y sin posibilidades de salir de ese torbellino que se la traga día a día. Es en este momento que internaliza atraves de los medios de comunicación y de los que están cerca que la única soluciones es emigrar hacia los Estados Unidos en busca de un porvenir para sus hijos. Esta mujer de la que hablo y las cuales he dialogado son muchas solteras con hijos. En la encuesta del 2010 -2014 encontramos que refleja una reducción de 89,836 en esta población en P.R. Esto nos lleva a pensar y a replantear los planes estratégicos de cada institución ya que este fenómeno afectara la membrecía de cada asociación, iglesia, hospitales, escuelas gobierno lo que podría verse como una reducción de ingresos pero también en uso de los servicios básicos .Si es como dice el censo podríamos decir que la población de nacimientos será impactada ya que las mujeres son las que conciben la futura generación. Esto nos llevaría a tener unas comunidades envejecidas ya que la población de jóvenes será reducida. Se cree que el 42 por ciento de los hogares en P.R. son administrados por mujeres ustedes y pueden imaginarse si la mujer profesional es la que esta emigrando que son líderes en diferentes comunidades y la iglesia entonces tendremos falta de liderazgo femenino. La falta de apoyo en el área laboral empuja a la mujer a irse a buscar trabajo en otro país. Esto nos obliga a transformar la estructura social para así crear una ingeniería adecuada y optima para que las mujeres sean ubicadas en trabajos adecuados para el sostenimiento de su familia. Esto evitaría en parte la emigración. En 15 años P.R. ha sufrido una reducción de natalidad de 30,000 a 40,00 lo que es espeluznante ya que seremos un refugio de envejecientes con los baby boomer y ancianos. Tendremos pocos adolescentes, jóvenes y niños. Además será una población con pocos recursos económicos. Comprendemos que la esperanza de vida en la mujer es mayor que el hombre por lo que muchas ancianas estarán solas administrando sus hogares. A esto añadimos los muchos impuestos que se continúan aplicando a las compras, viviendas etc. El dinero no les sobra para arreglar su casa que fueron bonitas en un momento dado pero por hoy la pensión no les da para mantéenmelas. Si viven en urbanizaciones con reglamentos estrictos sufren la presión de las juntas de administración que les exigen tener su casa en óptimas condiciones sin tener dinero. La alimentación de
estas se empeora ya que sus costos de los productos naturales son muy alto y los de gran calidad son intocables. Los medicamentos muchas veces son sustituidos por otros para poder disponer de estos. El costo de pagar el mantenimiento de casa esta elevado y asĂ sucesivamente esta mujer esta acorralada dentro de una crisis econĂłmica. La iglesia y otras instituciones deben establecer estrategias para poder ayudar las mujeres en este paĂs. Darle oportunidades de liderazgo, ministerios, programas de ayuda y apoyo en medio de la crisis. Oremos por nuestras mujeres que tanto han aportado en las iglesias.