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Cuál es la ventaja de Guatemala intercultural en los emprendimientos?

marcada de empresarios con las posibilidades creativas que respetan la cultura como motor del desarrollo. Nestor García Canclini explica esto: “Además de los obstáculos políticos institucionales citados, existen dificultades teóricas e ideológicas, para avanzar en el estudio del consumo cultural, una de ellas es la sucesión de este término con la comercialización de los bienes espirituales y con lo que el lenguaje ordinario se denomina consumismo o sociedad de consumo. Si se trata de la alta cultura, las concepciones idealistas y aristocráticas juzgan que la multiplicación masiva de los consumidores distorsiónan el valor de las experiencias artísticas. Pese a que algunos museos y obras literarias tienen públicos multitudinarios” (Nestor, 1999)

¿Cuál es la ventaja de Guatemala intercultural en los emprendimientos?

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Los emprendimientos culturales en Guatemala tienen el principio de que la cultura es el motor del desarrollo, como lo dictan sus políticas públicas de cultura. En el país hay una rica y profunda diversidad que se compone de tradiciones resguardadas por los pobladores mestizos, mayas, garínagus y xincas, hasta las emergentes manifestaciones estéticas de la juventud urbana en la ciudad.

La sociedad atravesó un doloroso capítulo histórico con un Conflicto Armado Interno que rompió el tejido social y atacó la cultura. Los derechos humanos fueron violados de formas estratégicas, entre ellos los derechos humanos colectivos que se relacionan a costumbres y tradiciones que se preservaron de forma oral, algunos artefactos artísticos y algunas prácticas fueron violentadas. Este evento de dolor es el factor que podrá provocar una gran oportunidad para que las personas renazcan con una nueva economía. El emprendimiento cultural es la oportunidad de crear una industria autóctona, que respete el derecho a la identidad y posibilite el acceso a los medios de comunicación y nuevas tecnologías para propagar estos valores colectivos, regenere nuestra historia y rescate lo perdido. Veamos este esquema extraído del manual de aplicación cultural de los estudios del Observatorio Cultural Canek.

(Observatorio Cultural Canek, 2008)

Como país hemos sobrevivido a un evento doloroso que detona la necesidad de restablecer el acceso a medios de sustento económico digno. Desarrollar emprendimientos culturales es la oportunidad de hacerlo como nación, creando un estilo que refleje la marca de una Guatemala intercultural. “En este estudio, Néstor García Canclini junto a Maritza Urteaga, apoyado por una serie de investigadores, exponen cómo en el día de hoy el papel de la cultura mediante la innovación tecnológica y el desarrollo creativo de jóvenes que buscan formas alternativas de desarrollo personal, encuentran el vínculo entre la cultura y el desarrollo a través de plataformas creativas que van creando circuitos urbanos y artísticos, donde jóvenes artistas emergentes están implicando la cultura e interviniendo la economía, con la cultura y la creatividad. Para crear un sistema mixto de generación de economía, hay una serie de circuitos comerciales independientes del macro sistema económico existente, de esta forma los procesos simbólicos confluyen en un ciclo que se organiza de tal forma que permite a los jóvenes responder a sus necesidades económicas de un consumo que se aleja de las actividades que consumían al público o a los clientes” (Canclini, 2011)

En este esfuerzo por balancear la relación entre la cultura y desarrollo, se exige reconocer que hay una legítima lucha de los pueblos por ser respetados en sus derechos culturales. Este enfoque revitaliza la tendencia económica que equilibra la innovación, el aporte creativo de la juventud y la tradición que preserva la cultura, integrados en procesos de desarrollo de forma colectiva y consensuada. La innovación que incluye las nuevas tecnologías digitales, también incluye a las nuevas tecnologías en relaciones entre trabajadores, clientes, empresarios y consumidores. La humanidad se inclina hacia estas nuevas relaciones y ha concertado convenios y tratados que recuperan el sentido filosófico de la misma en todas sus acciones. En 1970, se suscribió en Bogotá, y en 1990 se reelaboró el Convenio "Andres Bello", un tratado regional, creado con el fin de integrar la cultura de los países iberoamericanos en acciones que favorezcan el desarrollo cultural equitativo, el impulso de la economía creativa y cultural, de forma igualitaria, como motor de desarrollo de las sociedades. “…relación entre economía y cultura, así como en los aportes que el sector cultural puede generar en los aumentos de ingresos y generación de empleos en un país..., …este trabajo, ámbito concreto de la cultura y el desarrollo, no debe hacer olvidar la otra dimensión de la cultura: su dimensión identitaria y su presencia como elemento de cohesión social y generador de ideas y sentimientos. La cultura es inherente al ser humano y éste precisa de un contexto cultural para desarrollar su personalidad. Por tanto, no podemos limitar el trabajo en cultura y desarrollo a la dimensión económica de la cultura, sino que deberemos hacer un especial esfuerzo por visibilizar la dimensión identitaria de la cultura

(Agencia de cooperación internacional para el desarrollo, 2009).

Reconocer el valor de la cultura como una producción simbólica, permite revitalizar el sistema de mercados, provocando un encuentro entre público y ofertantes, para que los bienes y servicios existentes sean reforzados, satisfaciendo a ambos interlocutores comerciales. La comercialización autóctona descentraliza y construye un comercio que brota con un sentido profundo de humanidad, y disuelve las disparidades empresariales. La diferencia es que los emprendimientos se darán por oportunidad y no por necesidad. La oportunidad de potenciar la interculturalidad como ventaja en productos nacientes, y las nuevas herramientas tecnológicas y métodos innovadores como elementos de promoción y valor agregado que facilitan la comercialización.

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