El origen de la fiesta: Halloween es una fiesta de origen celta que se celebra la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos, y que tiene sus raíces en el antiguo festival celta conocido como Samhain (pronunciado "sow-in"), que significa "fin del verano" y se celebraba al finalizar de la temporada de cosechas en Irlanda, coincidiendo con el solsticio de otoño. Durante esa noche se creía que los espíritus de los difuntos caminaban entre los vivos, y se realizaban fiestas y ritos sagrados que incluían la comunicación con los muertos. Además, era habitual colocar una vela encendida en las ventanas para que los muertos "encontrasen su camino".
La calabaza con forma de farol El farol no tenía como objetivo convocar espíritus sino que estos encontrasen el camino a su destino. La costumbre de ahuecar una calabaza para convertirla en un farol llamado Jack-o-lantern tiene su origen en Irlanda en el siglo XVIII. Según se cuenta, Jack era un bebedor, jugador y holgazán que pasaba sus días tirado bajo un roble. La leyenda cuenta que en una ocasión, se le apareció el demonio con intenciones de llevarlo al infierno. Jack lo desafió a trepar al roble y, cuando el diablo estuvo en la copa del árbol, talló una cruz en el tronco para impedirle descender. Entonces Jack hizo un trato con el diablo: le permitiría bajar si nunca más volvía a tentarlo con el juego o la bebida. Cuando Jack murió no se le permitió la entrada al cielo por sus pecados en vida, pero tampoco pudo entrar en el infierno porque había engañado al diablo. A fin de compensarlo, el diablo le entregó una brasa para iluminar su camino en la helada oscuridad por la que debería vagar hasta el día del Juicio Final. La brasa estaba colocada dentro de una cubeta formada por un nabo ahuecado para que ardiera como un farol durante mucho tiempo. Los irlandeses solían utilizar nabos para fabricar sus "faroles de Jack", pero cuando los inmigrantes llegaron a Estados Unidos advirtieron que las calabazas eran más abundantes que los nabos. Por ese motivo, surgió la costumbre de tallar calabazas para la noche de Halloween y transformarlas en faroles introduciendo una brasa o una vela en su interior.
La celebración Para celebrar Halloween las casas se suelen decorar con elementos terroríficos como telarañas, murciélagos, brujas, gatos negros, búhos, tumbas, esqueletos…
Lo más importante para disfrutar de la fiesta de Halloween es un disfraz terrorífico y un gran recipiente donde guardar los caramelos. Al grito de “¿Truco o trato?” los niños vamos de puerta en puerta pidiendo caramelos, si no nos los dan les hacemos una broma. En Halloween también es habitual contar historias de miedo en las que un montón de personajes escalofriantes nos asustan antes de ir a la cama.
Silvia Iranzo Lahoz 5ยบA Guillermo Fatรกs