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Tributo a James Stewart
Por Daniel Clegg y Saleem Watson

James Stewart poseía un singular don para enseñar matemáticas. Los grandes salones donde impartía sus clases de cálculo siempre estaban repletos de estudiantes, a quienes mantenía entretenidos, interesados y a la expectativa mientras los guiaba para descubrir un nuevo concepto o la solución a un problema estimulante.
Stewart presentaba el cálculo tal como lo veía: como un tema rico en conceptos intuitivos, problemas maravillosos, aplicaciones poderosas y una historia fascinante. Como testimonio de su éxito en la enseñanza y en sus conferencias, muchos de sus estudiantes se convirtieron en matemáticos, científicos e ingenieros, y no pocos de ellos son ahora profesores universitarios.
Fueron sus estudiantes los primeros que le sugirieron escribir su propio libro de cálculo. A lo largo de los años, exalumnos, ya entonces científicos e ingenieros en activo, lo llamaban para analizar problemas matemáticos que enfrentaban en su trabajo; algunos de estos debates dieron por resultado ejercicios o proyectos nuevos para el libro.
Cada uno de nosotros conoció a James Stewart (o Jim, como le gustaba que lo llamáramos) en sus clases y conferencias, lo que dio origen a que nos invitara a ser sus coautores en libros de matemáticas. En los años que lo conocimos, fue a la vez nuestro maestro, mentor y amigo.
Jim tenía varios talentos especiales cuya combinación lo capacitaba de manera tal vez única para escribir un libro de cálculo tan bello como este, con una narrativa que habla a los estudiantes mientras combina los fundamentos del cálculo y los conceptos que surgen al abordarlos.
Jim siempre escuchaba con atención a sus estudiantes para determinar precisamente dónde tenían dificultades con un concepto. Un aspecto crucial fue que a Jim realmente le gustaba trabajar mucho, un rasgo necesario para concluir la descomunal tarea de escribir un libro de cálculo. Como sus coautores, disfrutamos de su contagioso entusiasmo y optimismo, que hacía que el tiempo que pasábamos con él siempre fuera divertido y productivo, nunca estresante.
La mayoría estaría de acuerdo en que escribir un libro de cálculo es, por sí misma, una hazaña formidable para toda la vida, pero sorprendentemente, Jim tenía muchos otros intereses y logros: como músico profesional tocó el violín en las orquestas filarmónicas de Hamilton y McMaster durante muchos años, mantuvo una pasión duradera por la arquitectura, fue mecenas de las artes y se preocupó profundamente por muchas causas sociales y humanitarias. También fue viajero del mundo, coleccionista de arte ecléctico, e incluso cocinero gourmet.
James Stewart fue extraordinario como persona, matemático y profesor. Fue un honor y un privilegio para nosotros ser sus coautores y amigos.
Una mirada al cálculo
FUNDAMENTALMENTE DIFERENTE

Es diferente de las matemáticas que ha estudiado con anterioridad: el cálculo es menos estático y más dinámico. Se ocupa del cambio y del movimiento; estudia cantidades que se aproximan a otras. Por ello, es útil tener una visión general del cálculo antes de empezar a estudiarlo.

Representación del cálculo basado en el concepto de límite.
Al finalizar este libro, podrá determinar cuándo un piloto debe comenzar el descenso para lograr un aterrizaje suave, encontrar la longitud de la curva con que se diseñó el Gateway Arch en Saint Louis, calcular la fuerza en un bate de beisbol cuando golpea la pelota, predecir el tamaño de la población de especies competidoras de depredadores y presas, demostrar que las abejas forman las celdas de una colmena de manera que se utilice la menor cantidad de cera y estimar la cantidad de combustible necesaria para colocar un cohete en órbita.