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¿Cómo ser renovado?

Por Gilberto Rocha Margáin

¿Cuántos necesitamos que Dios conforte nuestra alma?

Confortar es dar consuelo o ánimo a una persona para que resista las dificultades, también es brindar fuerza y energía al débil o cansado.

¿Cuántos de ustedes se han sentido cansados en algún momento? Jesús dijo:

Vengan a mí todos los que estén trabajados y cargados y yo les haré descansar

Directamente del hebreo, confortar también significa “renovar”, es decir, adquirir un nuevo aspecto.

Dice que el Señor me infunde nuevas fuerzas, transmite ánimos, sentimientos, energía para poder aparecer renovado o rejuvenecido. Shimon Pérez, uno de los grandes líderes que tuvo el pueblo de Israel decía: “eres tan grande como la causa que sigues y tan joven como tus sueños”. Es decir, cuando una persona sigue teniendo ideales, algo por lo que luchar, seguirá en tiempos de juventud.

A veces pensamos que es cuestión de edad, pero entendemos que también tiene que ver con actitud ante la vida, mental y espiritual. Hablar de restauración significa que Dios quiere volver algo a su estado original. Una traducción dice:

Ahí reparo mis fuerzas

cuando algo se descompone, quiebra, necesita ser reparado. Este texto también lo encontramos en otras versiones:

mi Alma necesita repararse, infundirle nuevas fuerzas(sic)

David toma el ejemplo de una oveja para entender lo que es renovar, aquí viene el proceso de la esquila, La lana es buena porque la protege del frío, además el humano la ocupa para textiles, abrigos, vestidos, camisas y todo tipo de prendas de vestir de lana.

Es de subrayar que la oveja requiere que en verano se le quite la lana pues si no sufre por el calor y el peso. Esto tiene mucha analogía con la vida cristiana porque para que Dios nos pueda renovar, primeramente nos tiene que quitar lo que nos estorba, lo que ya se hizo viejo. No siempre lo que el Señor te quita es malo.

El primer paso para ser renovado es no pelear con Dios, si tú eres la oveja, no empieces a dar patadas, topes, a ponerte rebelde, a reclamarle al Señor Segundo factor para la calidad de la lana es el agua, que es el Espíritu Santo en nuestras vidas.

Y el tercer factor, para que una pieza de lana se le retire a una oveja de manera completa, intacta, sin cortes, depende mucho de su docilidad. Sucede lo mismo con nosotros, Dios quiere hacer un trabajo de calidad contigo pero requiere de que se lo permitas.

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