5 minute read

A UN AÑO

El 7 de octubre del año pasado, terroristas de Hamás cruzaron la frontera desde Gaza hacia Israel, marcando el ataque más mortífero en la historia del país.

Al finalizar el feriado judío de Sucot, los militantes llevaron a cabo un asalto por tierra, aire y mar. Según recuentos oficiales, el número confirmado de muertes en Israel alcanzó las 1,205, la mayoría de ellas civiles. Durante este ataque, también se secuestraron a 251 personas, de las cuales 97 aún permanecen cautivas en Gaza.

Masacre en el festival de música de Reim

En la Operación Inundación de Al-Aqsa, terroristas de Hamás penetraron en Israel desde la Franja de Gaza y atacaron un festival de música al aire libre cerca de Reim.

La organización Zaka, el equipo comunitario de respuesta a emergencias de Israel, recuperó aproximadamente 364 cuerpos de los terrenos del festival, cifra que lo convirtió en el mayor ataque en los últimos 50 años. Además de los muertos, hubo numerosos heridos y gran cantidad de asistentes fueron tomados como rehenes, de los que aún se desconoce su paradero.

El festival se celebraba ese año en shabat, en el desierto del Neguev, cerca del kibutz Urim, a cinco kilómetros de la valla que divide a Israel de la Franja de Gaza. Testimonios de supervivientes hablaban de ejecuciones a corta distancia mientras los asistentes intentaban escapar. Varios ciudadanos extranjeros, entre ellos tailandeses, británicos, chilenos, mexicanos y estadounidenses, fueron secuestrados.

El ataque al festival, que se estima que en ese momento contaba entre 3000 a 4000 asistentes, pareció estar coordinado y premeditado.

Algunos de los atacantes llegaron en parapentes, mientras que otros armados en camionetas o motocicletas, con insignias del grupo Hamás e irrumpiendo a gritos mientras la música seguía sonando, dispararon indiscriminadamente contra los asistentes sembrando el caos.

“La masacre del 7 de octubre dejó una herida profunda en Israel. Miles enfrentan ansiedad y estrés postraumático, el trauma intergeneracional resurge y el sistema de salud mental colapsa. Mientras tanto, la solidaridad y la unidad nacional se fortalecen en medio del dolor”, declaró a Diario de las Américas el especialista en asuntos del Medio Oriente y exfiscal de Israel, Mookie Tenembaum, el pasado 8 de octubre, a un año un día del genocidio.

Ofensiva Israelí

Israel desató una ofensiva militar contra Hamás, el mismo 7 de octubre del 2023, que prácticamente inmovilizó la fuerza beligerante de los terroristas. Acorde con una encuesta del Pew Research Center, el 73% de los encuestados aprueba, de una manera u otra, la respuesta israelí contra Hamás.

Hezbolá

También, tras la arremetida de Hamás el 7 de octubre y la fuerte respuesta militar israelí en Gaza, el grupo terrorista Hezbolá, que visiblemente opera desde el Líbano bajo el brazo y el soporte bélico de Irán, reanudó sus ataques a Israel casi a diario, con morteros y misiles, lo que obligó al gobierno israelí a evacuar unos 70.000 civiles de la zona norte del país.

Decenas de túneles que conformaban el vasto laberinto subterráneo de Hamás, donde escondían armamentos y albergaban centros de mando, fueron destruidos. También escuelas y hospitales bombardeados, donde radicaban destacamentos terroristas.

Acorde con datos del Gobierno israelí, Hezbolá ha lanzado más de 9.500 proyectiles de diversos calibres en los últimos 12 meses, la mayoría interceptados por el sistema de defensa de Israel, ocasionado la muerte a unos 50 civiles y herido unos 200.

En julio, un misil fabricado en Irán fue lanzado por Hezbolá desde el Líbano y acabó con la vida de 12 menores israelíes drusos que jugaban fútbol.

Ahora, la incursión militar israelí en el Líbano suma un saldo devastador para Hezbolá con altos dirigentes y subalternos eliminados, inclusive el máximo jefe Hassan Nasrallah; también depósitos de misiles y municiones destruidos, así como cientos de libaneses muertos que el gobierno libanés afirma eran civiles.

Durante muchos años, la organización terrorista Hezbolá utiliza la ONG ambientalista “Verde Sin Fronteras” (GWB) como fachada para sus actividades militares en el sur del Líbano. Cavó túneles, almacenó armas y construyó puestos de observación militar dentro de las instalaciones de GWB, ubicadas cerca de la frontera con las comunidades israelíes. Durante las operaciones de la 36 División, las tropas contrarrestaron estas amenazas, llevaron a cabo incursiones selectivas en estos activos militares y destruyeron las armas y la infraestructura subterránea.

Mientras las familias lloran a sus seres queridos en el primer aniversario de la masacre del 7 de octubre, todavía se ven obligadas a correr por sus vidas para buscar refugio de los cohetes. “Esta es la razón por la que seguimos luchando”

Estados Unidos

El gobierno actual estadounidense reafirma el derecho de los israelíes a defenderse de agresiones y apoya la intensión de los israelíes de replicar el ataque de los iraníes, aunque de forma “racionada”, y no avala un ataque directo a instalaciones nucleares porque podría desencadenar en un conflicto mayor.

El aún presidente estadounidense, Joe Biden, habló con los mandatarios de países que conforman el G7 (Francia, Canadá, Japón, Gran Bretaña, Italia y Alemania) y aseguró que todos coincidieron que Israel tiene derecho a responder “proporcionalmente” al ataque militar de Irán.

  • Información recabada de la FDI y de diversos medios israelíes.

Recomendamos ver los siguientes documentales:

This article is from: