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¿Y ENTONCES, LA OFERTA PROGRAMÁTICA?
from ¡AVANCEMOS! CAMBIANDO EL MODELO DE GESTIÓN DE LOS CENTROS DIURNOS A CENTROS DE ENVEJECIMIENTO ACTIVO
Las estrategias y la oferta programática son dos conceptos que, aunque estén relacionados, tienen diferencias clave en cuanto a su propósito y enfoque en el ámbito de la planificación y ejecución de proyectos, servicios o actividades. Las estrategias se refieren al enfoque y a los métodos empleados para alcanzar objetivos a largo plazo, mientras que la oferta programática se centra en las actividades y servicios específicos que se ofrecen en función de las estrategias establecidas. Ambos conceptos son complementarios y esenciales para la planificación y ejecución exitosa de proyectos y programas. Es necesario que el centro de día defina una oferta programática basada en modelos gerontológicos. Esto tiene como objetivo principal mejorar la calidad de vida de las personas mayores y promover su bienestar integral. Al desarrollar programas que aborden las necesidades específicas de las personas adultas mayores, se pueden abordar aspectos físicos, cognitivos, emocionales y sociales, así como también fomentar la independencia y la participación en la comunidad. Ahora, la oferta programática sí debe basarse en modelos gerontológicos basados en evidencia, entre los que recomendaría la atención centrada en la persona, el modelo del envejecimiento activo y el modelo ICOPE propuesto por la Organización Mundial de la Salud con ocasión de la “Década del envejecimiento saludable”. Obviamente, también se puede considerar aquellos postulados propios del centro diurno basados en el modelo de intervención comunitaria, que han sido sistematizados.
Aquí algunas propuestas de programas basados en modelos gerontológicos:
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· Programas de actividad física: Ejercicios y actividades físicas adaptadas a las capacidades y necesidades de las personas mayores, como yoga, tai chi, caminatas guiadas, hidro gimnasia, y clases de baile. Estas actividades contribuyen a mantener la movilidad, la fuerza y la resistencia.
· Estimulación cognitiva: Talleres y actividades que fomentan el mantenimiento y la mejora de las habilidades cognitivas, como grupos de lectura y escritura, terapia ocupacional, y juegos de memoria y atención. En este apartado, recalco la necesidad de que en los centros se dé una profesionalización de la estimulación cognitiva para evitar improvisaciones o evitar que se realicen actividades que se imaginen como estimulación sin serlo.
· La profesionalización de la estimulación cognitiva implica la formación adecuada de los profesionales, la obtención de certificaciones y acreditaciones, la investigación y aplicación de métodos basados en evidencia, la colaboración interdisciplinaria, la evaluación y seguimiento de los programas y el cumplimiento de principios éticos. Estos elementos contribuyen a mejorar la calidad y la eficacia de los servicios y programas de estimulación cognitiva, lo que a su vez beneficia a las personas que participan en ellos.
· Apoyo emocional y psicológico: Terapias individuales y grupales enfocadas en el bienestar emocional y la salud mental de las personas mayores, así como talleres sobre el manejo del estrés y la ansiedad, la resiliencia, el autocuidado y la gerotrascendencia.
· Programas de socialización: Actividades y eventos que promuevan la interacción y la comunicación entre las personas mayores, como clubes de hobbies, grupos de discusión, y fiestas temáticas, para prevenir el aislamiento social y mejorar la calidad de vida.
· Educación para la salud: Charlas y talleres sobre la prevención y el manejo de enfermedades crónicas, como la hipertensión, la diabetes, y la osteoporosis, así como la promoción de estilos de vida saludables y el autocuidado.
· Participación comunitaria: Programas que fomenten la integración y la colaboración de las personas mayores en la comunidad local, como voluntariado, actividades intergeneracionales, y colaboraciones con organizaciones locales y grupos comunitarios.
· Apoyo a cuidadores y familiares: Talleres y grupos de apoyo para cuidadores y familiares de personas mayores, con el objetivo de proporcionar información y herramientas para un cuidado adecuado y la promoción del bienestar emocional.
· Promoción de la independencia y la autonomía: Programas de capacitación en habilidades de la vida diaria, como manejo del dinero, uso de tecnologías, y movilidad, para fomentar la independencia y la autonomía en las personas mayores.
· Arte y expresión creativa: Actividades y talleres que fomenten la creatividad y la expresión artística, como pintura, cerámica, música, y danza, para mejorar el bienestar emocional y cognitivo.
· Prevención de caídas y seguridad en el hogar: Talleres y programas educativos que enseñen a las personas mayores y sus cuidadores cómo prevenir caídas y mantener un entorno seguro en el hogar.
Al implementar estos programas en centros de día se puede contribuir al bienestar y la calidad de vida de las personas mayores, abordando de manera integral sus necesidades y potenciando sus habilidades y capacidades.
¿Y EL PRESUPUESTO?
Desarrollar una oferta programática de calidad con un presupuesto limitado puede ser un desafío, pero es posible lograrlo mediante la implementación de estrategias eficientes de gestión de recursos. La clave para el éxito en este contexto es priorizar las actividades y