Relatos de la Infancia - 1º ESO C

Page 1


Una autobiografía es un libro que escribe una persona sobre su propia vida y por lo general está lleno de tediosos pormenores de todas clases. Esto no es una autobiografía. Yo nunca escribiría una historia de mí mismo. Por otra parte, durante mis días mozos en la escuela y nada más salir de ella me sucedieron unas cuantas cosas que jamás he olvidado.

Roald Dahl, Relatos de la infancia


ÍNDICE PRÓLOGO .......................................................................................... 3 LA FAMILIA ................................................................................... 5 VACACIONES .................................................................................12 TRAVESURAS ................................................................................21 HISTORIAS “TRÁGICAS”............................................................ 35 AUTORES ....................................................................................... 50


PRÓLOGO


Como profesora podría decir que lo más interesante de este libro son las destrezas y conocimientos que han desarrollado los alumnos durante su elaboración, que no son pocas. Por supuesto que han mejorado su expresión

escrita;

han

aumentado

su

vocabulario; han explorado el subgénero de la autobiografía y sus mecanismos narrativos; han (re)descubierto el placer por la lectura; y han profundizado en el conocimiento de la sociedad inglesa de principios y mediados del siglo XX que retrata Roald Dahl, por ejemplo, las diferencias en el sistema educativo. Sin embargo, lo más valioso de este libro son los entrañables recuerdos que contiene. Tanto ellos como yo, hemos disfrutado contándonos historias, conociéndonos y descubriendo esos pequeños retazos de vida que nos hacen a todos excepcionales. Gracias por permitirme acompañaros en vuestro viaje. Espero colarme en alguna de las anécdotas que contaréis cuando ya no estéis en el ZOLA. Por mi parte, os aseguro que nunca me olvidaré de vosotros.

MARÍA PAZ CORNEJO Profesora de Lengua 1º ESO Departamento de Humanidades

4


LA FAMILIA


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

MI FAMILIA Mi familia no es muy grande y todos vivimos en Las Rozas. En casa somos tres, mi padre, mi madre y yo, porque no tengo hermanos. La familia se completa con tías y tres abuelos, porque por desgracia desde hace dos años me falta mi abuela Teresa, a la que echo mucho de menos. También tengo tíos y tías abuelas y varios primos, aunque son más pequeños que yo y no les veo mucho, pero cuando nos juntamos lo pasamos muy bien. Cuando me pregunto si me gusta mi vida, pienso que sí, que soy feliz. Mi familia es pequeña pero les veo todos los días y se preocupan mucho por mí. Mis padres me cuidan y me consienten cuando creen que lo tienen que hacer, aunque normalmente son bastante estrictos conmigo, sobre todo en lo que se refiere a los estudios y con lo que mi madre llama “caprichos tontos”. Soy hija única, pero no me siento así porque además tengo muchos amigos para jugar tanto en el colegio como en la urbanización en la que vivo. LAURA GONZÁLEZ

6


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

IRON GRANDMA Hoy día 28 de febrero, decidí escribir un cuento sobre mi abuela. Se llama Carmen, tiene el pelo canoso y es de altura normal para su edad (85 años). Seguramente os preguntareis porque quise escribir un cuento sobre ella, veréis, mi abuela no es una abuela normal, mi abuela es especial. Y, en especial me refiero a que caiga donde caiga nunca se rompe nada, lo mínimo que llego a hacerse fue una micro-fractura, que le pasó en un sitio horrible: el coxis. Cayó de culo y se la hizo. Este cuento lo he titulado “¡¡IRON GRANDMA!!” porque creo sinceramente que mi abuela está hecha de hierro. En cierto modo me asusta, pero si lo piensas mejor no está tan mal. Cada vez que se cae no se hace nada, al igual que puede que otras abuelas se rompen dos piernas y un brazo, mi abuela no. Mi abuela tiene los huesos fuertes y sanos, y como comprenderéis después de todo lo que os dicho, no los tiene para nada de cristal. En este cuento quiero dar a conocer el don de mi querida abuela. Y con esto digo, un verdadero don. Hace unas tres o cuatro semanas pasó algo parecido. A mi abuela la vimos ese mismo sábado, bueno, pues a las 2:00 de la mañana del día siguiente, mi tía que vive con mi abuela, llamó. A mi padre al igual que a cualquier otro, no le gusta que suene el teléfono por la noche, porque se asusta muchísimo. Siempre dice que eso es que alguien está enfermo o en el hospital. Bueno, pues mi padre sobresaltado y asustado se levantó de la cama y cogió el teléfono:

7


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

-¿Qué pasa?- dijo mi padre tembloroso - Que la “jefa” se ha caído- dijo mi tía intentando recuperar la respiración, ya que estaba muy nerviosa. Con lo de “jefa” os preguntaréis que porque la llamamos así (bueno, yo no) pues lo único que puedo decir es que es una tradición. -Y tiene un moratón enorme en el ojo, la he intentado levantar, pero es imposible, lo único que he conseguido es hacerla más moratones en el brazo, como digo yo siempre: “está hecha un Cristo”prosiguió mi tía -Vale en 20 minutos estoy allí y no intentes levantarla ¿has llamado a alguien? -Sí, a la ambulancia, vendrán más o menos cuando tú llegues. -Vale y dile a la jefa que esté tranquila. ¿Se ha dado un golpe en la cabeza? -Sí, y muy fuerte. Dicho esto mi padre tranquilizó a mi tía y sin despertar a mi madre, cosa que no consiguió, se vistió y emprendió camino. Al llegar, obviamente el Samur estaba allí. Mi abuela ya se había levantado, pero claramente mi padre no preguntó ya que estaba segurísimo de que fue el Samur la que la levantaron. Y el Samur al saber cómo levantar a señoras mayores, no la dejaron ni rastro de moratones en el brazo, cosa que sí había hecho mi tía. Mi abuela y mi tía se fueron en el coche del Samur y mi padre en su coche, ya que si no lo llevaba no podían volver.

8


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

Ya en el médico, mi abuela con un fuerte dolor de cabeza y en silla de ruedas se encaminó a que le hiciesen todo tipo de pruebas. Al terminar, los médicos dirigiéndose a mi padre y a mi tía dijeron: -No hemos encontrado nada malo, no se ha roto nada, pueden estar ustedes tranquilos. Pero para estar totalmente seguros le haremos una resonancia de cabeza –añadió el médico sonriendo. Y, para vuestra sorpresa mirar el comentario que hizo mi abuela en aquel momento: -Muy bien. Como no hay casi nadie, soy la más afortunada del hospital, venga ¡todos los médicos para mí, cúrenme, cúrenme…!-Dijo mi abuela desternillándose de risa. -No se preocupen, está trastornada después del golpe en la cabeza, corran y háganla esa prueba antes de que se vuelva del todo loca.-Dijo mi padre muy sereno, pero por dentro… ¡no paraba de reír! Mi padre dirigiéndole una sonrisa de “que loca está nuestra madre” a mí tía, se sentó y esperó a que terminase la prueba. Charlaron sin cesar, hasta que llegaron los médicos y mi abuela en la sillita, pararon y el médico añadió: -Otra vez no se ha hecho nada, estábamos en lo cierto desde el principio, la prueba está perfecta. -Genial-dijo mi abuela- veis, no tenéis que preocuparos. En cuanto mi abuela se hubo levantado, el médico añadió otra vez, pero esta dirigiéndose a la enfermera quien había ayudado antes en la prueba: -Esta, es una “cachonda”-dijo señalando a mi abuela.

9


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

Mi padre bastante contento se llevó a mi abuela al coche con ayuda de mi tía. -Jefa, estas hecha de hierro, y lo que más me asusta es que el médico tiene razón, eres una “cachonda”-dijo mi padre -No es para tanto-dijo mi abuela con una enorme sonrisa que llegaba de una oreja a otra. Llegaron a casa, y mi abuela con su moratón enorme en el ojo y el chichón en la cabeza que casi deformaba parte de su cabeza, se metió en la cama, y al cabo de un rato se durmió. Mi tía aún nerviosa por todo lo sucedido aquella noche, se despidió de mi padre y como mi abuela, se metió en la cama conciliando rápidamente el sueño. Bueno esta es solo una de las historias de “IRON GRANDMA!!”. ¿Os podéis imaginar las demás? Bueno no pierdo nada contándolas: Otra caída que vivió mi abuela (y que yo recuerde ha vivido 3 o 4) ocurrió al entrar en misa. Se tropezó y cayó de culo. Aquí es donde se hizo aquella micro-fractura de la que os he hablado antes. Un señor que vió que mi abuela se había caído, se ofreció a llevarla a casa (ya que estaba muy cerca), mi abuela no cesaba de decir que no se preocupara, que podía ir en taxi. Pero en realidad no estaba bien, bueno no lo estaba su coxis. Al fin mi abuela cedió, y la llevó a casa. Le dieron las gracias al señor (por supuesto), y llamaron a mi padre. Fueron al hospital (otra vez), y le dijeron que tenía una microfractura. Después de esta desagradable noticia, mi pobre abuela tuvo que estar casi 3 meses con un cojín en el sillón, casi sin poder sentarse. ¡Pobrecita, y lo mal que lo pasó!

10


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

La otra vez fue muchísimo menos “dramático”. Esta vez fue en casa. Mi abuela se volvió a tropezar, aunque la cosa cambió un poco, esta vez fue más ridículo, ya que se tropezó con la alfombra. Se dio un golpe en la cabeza, pero no tan fuerte. Lo peor ocurrió cuando hubo que levantarla. Mi tía al igual que la otra vez no quiso levantarla, por lo que recurrió a la ayuda de policías. Los polis consiguieron levantarla con mucho cuidado. Ya eran las 12:30 de la noche. Mi abuela se sentía mal d haber llamado a los policías tan tarde, por lo que les dio propina. -Tomen, como esto no era una emergencia que digamos y les he hecho perder el tiempo, me gustaría compensarles-dijo mi abuela entregándoles un poco de dinero -No se preocupe señora, nos pasa a menudo, no hace falta, es nuestro trabajo, sino… ¿Quién lo haría? -Son ustedes muy amables, muchas gracias. Pero al menos déjenme ofrecerles un poco de agua. -Un poco de agua nos gustaría mucho-dijo el policía -Tomen aquí tienen-dijo mi abuela entregándoles agua a los dos sedientos agentes. Después de beber los agentes se despidieron y se fueron. Bueno, ¿Qué os parece esta última? ¿No está mal eso de que unos agentes de policía vengan a tu casa para levantarte…verdad? Bueno pues os presento a mi abuela. ¿Os gusta? A mí eso de tener una abuela de hierro me encanta. MARÍA EUGENIA MARTÍNEZ-CATENA

11


VACACIONES


Vacaciones de verano 2011 Durante las vacaciones de verano del año 2011 me fui a San Francisco, a Los Ángeles, a Las Vegas y a Roma. En el mes de julio, que es el primer mes de vacaciones, me fui con mi madre, mis tíos, mis primos y mi abuela materna a visitar a mi tío Alberto que vive en San Francisco. En San Francisco visitamos el Golden Gate, el Pier 39, donde vimos a unos leones marinos y muchas focas. También fuimos a los demás Pier, pero el más especial era el 39. Intentamos ir a la isla de Alcatraz, pero no pudimos porque se agotaron las entradas. Tampoco pudimos montar en tranvía porque había muchos turistas. Visitamos muchas cosas más como China Town, un bosque de secuoyas impresionante... Después, fuimos en coche hasta Los Ángeles donde vimos el paseo de la fama y el lugar donde los actores famosos ponen las manos. Cuando terminamos de ver Los Ángeles nos fuimos a Las Vegas que fue lo que más me impresionó, todo lleno de hoteles, casinos en los que no me dejaban entrar, la curiosa forma de los hoteles, lo lujoso que era todo…. En Las Vegas hice un montón de cosas, estuve en un hotel de cinco estrellas, aunque también vi los demás hoteles, monté en limusina y en helicóptero para ver el Gran Cañón, jugué en un casino (para niños) y un montón de cosas más. Durante el mes de agosto estuve con mi padre, con mi abuela y con mi abuelo. Una parte del mes la pasé en un pueblo de Zamora ya que mi abuelo estaba muy mal. Después, me fui a Roma, y para nuestra sorpresa nos colocaron en business, todo un lujo. En Roma vi el coliseo romano, el foro, el circo, los museos, las plazas y las iglesias. Roma me encantó. En una especie de


jardín me monté en un segway, que es como un patinete pero eléctrico. Comí muchas pizzas que estaban riquísimas, también comí helados que estaban deliciosos. Las vacaciones de 2011 son unas vacaciones que nunca olvidaré por lo bien que me lo pasé y todas las cosas que vi.

Tranvía, San Francisco

Helicóptero del Cañón del Colorado

Paseo de la fama, Los

Coliseo romano,

Ángeles

Roma

ALEJANDRO REDONDO


MIS VACACIONES El verano pasado alquilamos una casa en Irlanda. Estuve aquí las dos primeras semanas de vacaciones, jugando con mis amigos, bañándome en la piscina, haciendo guerras de pistolas de agua, bajando a la guarida… Pero llegó el día 7 de Julio, el día en que nos íbamos a Irlanda. Me dio un poco de pena dejar a mis amigos, porque iba a estar un mes y medio fuera, pero no podía hacer nada. Llegaos allí tras dos horas y media de vuelo por el Atlántico. Hacía un frío terrible, el verano era tormentoso, frío, ventoso, lluvioso… no me quería imaginar cómo sería el invierno. La primera semana, nada más llegar nuestros padres nos llevaron a un estudio de “arts & crafts” (Bridge Street Studio) donde conocimos a mucha gente. En aquella clase había diecisiete alumnos: quince chicas dos chicos, mi hermano y yo. Por las tardes salíamos a jugar con los nuevos amigos que nos habíamos

hecho

allí.

La

segunda semana

nos

llevaron

a

un

campamento de baloncesto desde las nueve hasta la una del medio día. Allí conocimos mucha gente nueva. Me encantó. La siguiente semana fuimos a uno de tenis, y la siguiente a un “multisport” (múltiples actividades deportivas). La última semana fuimos a un centro de actividades y aventuras de Carlingford, una ciudad preciosa de Irlanda. Allí hicimos canoa, kayak, escalada, descenso, tirolinas, un laberinto a ciegas, zorbel (una bola enorme de plástico en la que te metías y te tiraban por una cuesta)… y lo mejor: una guerra láser, una guerra con metralletas que al apretar el gatillo disparaba un láser que mataba al enemigo, en un bosque de aproximadamente setecientos metros cuadrados, estuvo fenomenal, me encantaría repetirlo.


Definitivamente volvimos a España y tras tres días en casa con mis amigos, nos fuimos a Gerona una semana. Una o dos semanas después de volver de Gerona empezaría el cole, así que esas últimas semanas mis amigos y yo las aprovechamos al máximo. Después el cole empezó y la felicidad del verano terminó, aunque aquí no se está tan mal. JAIME OLIVÉ

PARÍS Hace justo tres meses me fui de vacaciones con mis padres y mi abuela. El primer día nos levantamos a las seis de la mañana para coger el avión hacia París. Cogimos el coche hacía el aeropuerto. Cuando llegamos dejamos el coche en el parking, cogimos las maletas y entramos en el aeropuerto. Todavía quedaba un rato, por lo que desayunamos antes de coger el avión. Ese día yo estaba muy nervioso ya que era mi primer viaje fuera de la península. Por fin el avión despegó. Después de dos horas y cuarto de viaje, llegamos a París. Al llegar al aeropuerto nos esperaba un autobús que nos llevaría a Disneyland París. Se me olvidó decir antes que en este viaje íbamos a estar dos días en Disney y dos en París. Cuando llegamos al hotel, hicimos la reserva y nos dieron la habitación. Por la tarde fuimos a Disneyland. Ese día no me dio tiempo a montar en muchas atracciones, ya que nos perdimos medio día de viaje. El segundo día me gustó mucho porque pudimos subir en todas las atracciones y lo tuvimos que hacer a contrarreloj, ya que, no nos quedaba tiempo porque nos teníamos que ir a París. El tercer día, fuimos en coche hasta París, llegamos al hotel, dejamos las maletas y después nos fuimos a visitar la Torre Eiffel. Había


mucha cola para subir hasta arriba por lo que decidimos no esperar y además es que nos daba un poco de vértigo, sobre todo a mi abuela. Más tarde visitamos los Campos Elíseos, a los que fuimos en metro y el Arco del Triunfo. Por la tarde fuimos en barco recorriendo el río Sena, desde donde también vimos todos los puentes de París y distintos monumentos que están a las orillas del Sena. El cuarto día y último día de nuestra estancia en París fuimos a visitar los alrededores del museo del Louvre y toda esa zona que es muy bonita, no teníamos mucho tiempo porque teníamos que volver a Madrid. Al llegar al aeropuerto estaba diluviando por lo que se retraso el vuelo. A las seis de la tarde embarcamos y unos minutos más tarde despegamos. Después de otras dos horas y cuarto llegamos a Madrid, cogimos las maletas y volvimos a casa en el coche, que como os recuerdo habíamos dejado aparcado en el parking del aeropuerto, Llegamos a casa a las nueve de la noche. Fue un viaje genial que nunca olvidaré. RODRIGO HERRERO

VACACIONES EN GALICIA Todos los veranos voy con mis hermanos y mis padres a Galicia, exactamente a un pueblecito pesquero de la provincia de Pontevedra, este pueblo se llama “O Grove” y todos los años nos juntamos en él con mis abuelos, Puri y Jesús. Vamos a una cala en un pueblo vecino llamado “San Vicente do Mar” allí hay un precioso paseo de madera por una orilla pedregosa. La playa situada en frente de la cala es “La Lanzada” una enorme playa que suele llenarse en verano.


Casi siempre estamos en esta zona pero algunos años hacemos una pequeña escapada a un lugar llamado “Bastavales” para visitar a nuestros primos, o damos un paseo por Sanxenxo. También visitamos todos los años la Catedral de Santiago. Hay muchos sitios a donde ir y donde visitar. El medio de transporte más común en O Grove es la bicicleta por lo que mis hermanos y yo la utilizamos mucho. Son vacaciones muy divertidas.

JESÚS CASTRO-ÁLVAREZ


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

CRUCERO POR EL MEDITERRÁNEO En un verano yo y mi familia nos fuimos de crucero por el Mediterráneo. Primero nos fuimos desde Madrid hasta Barcelona porque allí era donde estaba el barco. Partimos desde Barcelona y nos dirigíamos hacia Nápoles (Italia).El viaje duraba toda la noche ya que está muy lejos. Al llegar a Nápoles nos fuimos a Pompeya, donde visitamos el volcán Vesubio y también el pueblo de Pompeya. Al día siguiente atracamos en Roma, la capital de Italia. Visitamos el Coliseo romano y también nos fuimos al palacio del Vaticano, allí había una cola larguísima y tuvimos que esperar mucho tiempo. Al día siguiente fuimos a Pisa y visitamos la Torre de Pisa, era muy alta y también muy sorprendente. Nos subimos a la torre y estuvo muy chulo. Luego nos fuimos a un restaurante a comer pizza. Al día siguiente ya no estábamos en Italia sino en Niza (Francia) allí visitamos la ciudad y también nos fuimos a Mónaco. Y al final nos volvimos a Barcelona. JORGE CHEN

ESCOCIA El verano pasado, me fui con mi familia a la tierra de la lluvia y el whisky: Escocia. Cogimos un avión el primer día de agosto y llegamos a Edinburgh a las dos y media, y como no, estaba lloviendo. Llegamos al hotel, comimos, y al día siguiente empezamos la ruta que recorrimos durante dos semanas.

19


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

Estuvimos por las ciudades que más merecían la pena como Inverness por ejemplo. Había un montón de castillos y cada uno tenía su propio fantasma. El que más me gustó fue el de un niño que te ponía la zancadilla cuando bajabas por las escaleras. También fuimos a la isla Sky. Tenía unos acantilados increíbles y para nuestra sorpresa, ¡había muchísimos españoles! Casi tantos como habitantes tenía la isla(aunque teniendo en cuenta los habitantes que tenía, tampoco eran tantos). Después de terminar esa ruta, volvimos a Edinburgh y tuvimos tanta suerte que llegamos justo cuando estaban celebrando su famoso festival. Después de cuatro días visitando la ciudad (y de ver gente muy rara, incluidos dos señores vestidos de verde con una niña muy rara encima) volvimos a Madrid. ROCÍO RILO

VACACIONES EN CASA VIEJA Casa Vieja, es uno de mis pueblos a los que suelo ir para veranear o ir de vacaciones. En estas vacaciones, venían mis abuelos vascos, mis tíos/as y mis primos claro. En fin, lo mejor de esto es que: -Hacíamos limonada, y preparábamos todo para salir a la calle vender nuestra limonada. -Ayudábamos a mis abuelos a recoger tomates y pimientos de la pequeña huerta. -Cada tarde nos dábamos un paseo o a la papelería o los columpios, para comernos la merienda que anteriormente habíamos comprado. SARA MUÑIZ

20


TRAVESURAS


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

EL TELÉFONO SUENA Una de mis mayores travesuras fue una noche de verano cuando yo aún tenía diez años. Mi familia y yo fuimos de vacaciones a ver a mis tíos a Cádiz, a la casa de mi abuela, donde todos mis primos y yo habíamos quedado para pasar una agradable velada en familia. Mientras los mayores (mis padres, mis tíos, mis abuelos…) cenaban y hablaban en el pequeño comedor, mis primas y yo jugábamos descontroladamente en la habitación. Un par de veces nuestro abuelo vino a tranquilizarnos con una pequeña bronca, pero al rato volvíamos a correr, saltar, gritar y jugar... Mi abuelo, ya cansado de venir a regañarnos, decidió que sería una buena idea llevarnos a otra habitación, por si rompíamos algo. Nos llevó al salón. Ya era muy tarde, mis primos se quedaron dormidos en los sofás; todos menos mi prima Viviana y yo. Mi prima Viviana y yo siempre hacíamos trastadas, y esa noche no era una excepción. Cogimos el teléfono y decidimos hacer un par de llamadas falsas. No sabíamos a quien llamar; hasta que escuchamos el conocido anuncio de 11888 por la televisión y, por supuesto, no dudamos en llamar a aquel número… Mi prima fue primera en llamar. Respondió un hombre con voz grave. Yo, nerviosa, reía ante las palabras que le decía mi prima a aquel hombre; si no recuerdo mal, fingía que llamaba al Telepizza… Minutos más tarde, el hombre, enfurecido, colgó. Mi prima y yo reíamos hasta que nos dolía la tripa. Después, yo quise hacer lo mismo que ella, llamar y poner nervioso a alguien para luego reírnos…

22


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

Marqué lo más decidida posible el 11888, mientras oía la repetida frase de mi prima “No te atreves” acompañada de unas risitas… El hombre cogió el teléfono… -¡Hola! ¿Me puede poner con mi madre?- le dije yo con una voz tímida. -Niña, sé tu teléfono. ¡Lo localizaré y hablaré con tus padres por interrumpir mi trabajo! ¡Deja de llamar!- me contestó alzando la voz. -A eso no se le puede llamar trabajo- dije entre risas Entonces, colgué con mucho temor a lo que decía ese hombre. Mi prima y yo empezamos a preguntarnos: ¿qué pasará si se lo dice a nuestros padres? ¿qué nos harán..? Estábamos nerviosas. El teléfono sonó un par de veces, creyendo que era el hombre de antes… pero en realidad nunca lo supimos…ni nadie más. MARTA JIMÉNEZ

SOFÁ EN LLAMAS Con unos cuatro o cinco años me metí en uno de los líos más grandes de mi vida. Por aquellos tiempos mi primo vivía en mi casa y nos aburríamos de la rutina y nos pusimos a pensar que si, como en las películas, podríamos hacer que el fuego corriera por una cuerda hasta un punto de destino. Pusimos la cuerda en el suelo atada al sofá y encendimos la “mecha” que llegó hasta la “bomba” que era el sofá pero no con el resultado que queríamos. Lo único que conseguimos fue una gran regañina y un sofá medio quemado. Pero éramos pequeños así que no

23


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

es que nos importara mucho, así que seguimos haciendo travesuras hasta que maduramos. SANTIAGO VIÑOLY

LA ARAÑA El verano pasado, como todos los veranos, nos fuimos a Riaza con mis primos. Un día, mis primos Jaime, Jorge y yo nos aburríamos así que decidimos gastar bromas. Entonces, mi prima portuguesa se metió en el baño y recordamos que le daban miedo las arañas. Con una sonrisa, fuimos corriendo a la habitación de mi hermano mayor y le cogimos su araña de mentira. Después, salimos de la casa y nos pusimos enfrente de la ventana del baño. Entonces, mi primo lanzó la araña y se oyó un grito. Nosotros estábamos en el suelo de la risa mientras oíamos los gritos de nuestra prima. Pero nos callamos, ya que mi prima llegó con nuestra abuela y ella nos quitó la araña. Aún así, como había sido tan divertido queríamos repetirlo y trazamos un plan para recuperar la araña. Fuimos a ver dónde estaba, y vimos que nuestra abuela estaba tumbada en la hamaca leyendo el periódico y a su lado estaba la araña. Entonces, cogimos una vieja caña de pescar de juguete y nos preparamos para recuperar la araña entonces, con mucho cuidado, cogí la araña y salimos corriendo. Tras nuestra victoria, queríamos venganza, por lo que cogimos celo y sin que se diese cuenta, le pegamos la araña a mi prima en la cabeza. Lo único malo fue que después de eso nos castigaron sin merendar, pero mereció la pena. ROCÍO RILO

24


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

PLANES MALÉFICOS Un día estábamos mis amigas Carla, Marta, Rocío, Blanca, Patricia, África y yo, en el portón del colegio esperando a que lo abrieran.

Estábamos

gamberrada,

hablando,

entonces,

estuvimos

nos

apetecía

planeando,

hacer ya

lo

alguna teníamos

preparado, nos estábamos partiendo de risa, ya me lo imaginaba todo… Al entrar al colegio fuimos a las taquillas y después a primera hora tocaba Sociales, quedaba poco para liarla parda. A la media hora empezó todo lo que habíamos planeado. África levantó la mano y empezó a hacerle preguntas infinitas a la profesora, Carla le puso a Blanca un destornillador, y ella me lo pasó a mí, le di una patada a Marta por debajo de la mesa, y ella según el plan se “cayó” al suelo, ya que a África no se le ocurrían más preguntas, la profesora acudió a ayudar a Marta, mientras toda la clase les rodeaba asombrados, yo corrí a la silla de la profesora, le quité los tornillos, escondí el destornillador, Patricia vino y colocamos una tarta detrás de la silla, nos subimos a una silla y colocamos un cubo de agua encima de la pizarra, después todo el mundo se sentó en su sitio y volvió todo a la normalidad, siguió dando clase, cuando se dirigió a la pizarra….¡ BUM ¡ Se le cayó el cubo del agua encima, todo fueron risas, después, se cabreó y se sentó en la silla, se cayó de espaldas, ¡encima de la tarta!. Todos se partieron de risa, porque Marta y yo, ¡somos las reinas de las bromas!, además somos mejores amigas. ANDREA LÓPEZ

25


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

LA MONEDA DE UN EURO Cuando era pequeño, teniendo un año y medio, quise jugar con una maravillosa moneda de un euro. Yo no sabía que ese euro podía ser el de mi muerte, bueno, no llegué a morir pero prosigamos. Yo nunca debería haber cogido aquel euro, ya que estaba guardado, pero quería jugar. Me puse a tocarlo, girarlo, y jugar con él … Unos minutos después,

mi

madre

frenó

el

coche

en

seco,

y

yo,

tenía

desgraciadamente la boca abierta, así que.. ¡zas! La moneda se la quedó mi garganta. Empecé a hacer ruidos. Cuando mi madre se enteró de lo ocurrido, empezó a llevarme al hospital, me estaba poniendo morado, cuando, de repente, poté la moneda. CRISTIAN VIVES

EN EL SUPERMERCADO Un día cuando tenía seis años, yo y mi familia nos fuimos a un supermercado. Allí me dejaron en un sitio con el carro de compras y entonces como no podía estar quieto me fui solo a un sitio y empecé a comer un poco las cosas y toda la gente me miraba. Después me fui a otro sitio y también comí un poco, pero allí mi madre y mi hermana me encontraron y me dijeron: -¿Dónde está tu padre?- No lo sé¨-les respondí. Luego fuimos a buscar a mi padre, le estuvimos buscando por todas partes y al final le encontramos. Más tarde yo y mi hermana nos fuimos a buscar una cosa y yo toqué una cosa sin querer y se derribó. Al final mis padres y yo nos fuimos a casa sin comprar nada, y en casa se

26


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

enfadaron mucho conmigo y me echaron la bronca y también me castigaron. JORGE CHEN

¡YO NO HE SIDO! En realidad esta travesura no la hice yo, fue mi hermano Javier, el mayor. Cuando mi hermano mediano Carlos era pequeño, Javier, le tenía mucha envidia .Mi hermano a las pinzas de colgar la ropa les llamaba “cocodrilo”. Un día Javier cogió una pinza de la ropa y se la puso a Carlos en la nariz y empezó a llorar. Cuando mis padres lo vieron empezaron a echarle la bronca a mi hermano y él dijo “yo no he sido, ha sido el cocodrilo”. Ahora es un adulto de veintidós años y ya no hace esas cosas.

¡Yo no he sido!

BLANCA LARRALDE

27


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

SESIÓN DE MAQUILLAJE Cuando era pequeña, creo que tendría cuatro años, hice una travesura (una de muchas si soy totalmente sincera...). Estábamos en casa, era un día como cualquier otro, pero hoy había venido mi Tía. Con ella siempre nos lo pasamos muy bien, una de las mejores cosas es que nunca se enfada con nosotras. Y por eso a veces nosotras nos pasamos un poco, y eso es lo que pasó ese día. Después de comer mi tía se fue a tomar la siesta en el sofá. Mi tía siempre parece despierta cuando está dormida, porque duerme con los ojos abiertos, así que hicimos la prueba. Le empezamos a hacer tonterías delante de su cara y luego nos pusimos a abrirle más los ojos tirándole de las pestañas. Cuando ya estábamos completamente seguras de que estaba dormida, fuimos a por las pinturas de cara y a por lo cojines. Con mucho cuidado le fuimos pintando poco a poco toda la cara hasta que quedara muy guapa, había venido al centro de belleza con unas artistas de dos y cuatro años, ya os podéis imaginar. Luego le cubrimos todo el cuerpo con cojines y por último, como último toque pusimos la música super alta y empezamos a saltar sobre la colchoneta de cojines con mi tía debajo. Mucho más no recuerdo, solo recuerdo chillidos y risas el resto del día. Y creo que se tuvo que quedar a dormir porque no se atrevía a ir por la carretera con su “nuevo look”, y diréis ¿por qué no se lo quita? La respuesta es que creo que no era pintura de cara con lo que le pintamos la cara. ÁFRICA WYLES

28


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

¡BOOOMBA! Un día, el año pasado, le hicimos una broma a Rodrigo Sanz. Se la hicimos a final de curso, Rodrigo Herrero, Marta y yo. Marta y yo siempre estábamos al lado de Sanz y él siempre ponía los pies en la silla de alguno de los dos y Herrero como se sentaba detrás, Sanz, siempre inclinaba la silla y la apoyaba en su mesa. Un buen día Cristian se trajo un tirapedos y se nos ocurrió la idea de ponérselo debajo de la chaqueta del chándal, pero primero se lo teníamos que decir a la profesora. Cuando se lo dijimos nos dijo que sí porque estábamos de fiesta. También se lo teníamos que preguntar a Cristian y él nos lo dejó. Después, cogí el tira pedos y me lo metí en la mochila para que Sanz no lo pudiese ver. Cuando se fue a preguntarle una cosa a la profesora lo saqué y se lo puse debajo de la chaqueta. Ya estaba volviendo y nosotros nos empezamos a reír. Sanz no sabía porque nos reíamos. Se iba a sentar cuando la profesora le dijo que se había olvidado algo y entonces fue a recogerlo, aún sin haberse sentado. Cuando estaba volviendo toda la clase empezó a mirarnos. Otra vez, Sanz, no entendía porque nos reíamos y no se le ocurrió mejor cosa que dar un salto y caer directo a la silla. Al caer sonó un pedo y una explosión. Toda la gente se rió pero cuando lo sacamos estaba roto. Al final lo conseguimos arreglar con celo. ADRIAN MURILLO

29


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

LA CAJA Cuando era pequeña, mis abuelos venían muy a menudo a casa. Nos pusimos todos a jugar al parchís, mi hermana y yo nos enfadamos y no me dejaba jugar. Para vengarme cogí la caja donde se guardan los cubiletes y se la rompí en la cabeza. Mis padres se enfadaron conmigo y me castigaron en mi habitación hasta que pidiera perdón a mi hermana, así que cinco minutos después, bajé y la pedí perdón. INÉS SANTALICES

LA GUARIDA Yo vivo en una urbanización con garaje común. No nos dejan bajar, pero mis amigos y yo siempre lo hacemos. En tiempos de obras, hace tres años, descubrimos un agujero en la pared del garaje, tapado con un trozo de metal improvisado. Lo abrí, ya que nadie más se atrevía. Entramos poco a poco: Yo, Javi, Rafa y por último Elena. Una vez dentro, iluminé con mi móvil, y vimos que había bastante espacio. Supe que era el hueco entre las escaleras para bajar al garaje y la pared de éste. Había hueco como para albergar a diez personas. En medio de ese inmenso hueco había una tubería que lo hacía parecer más pequeño, pero es inmensamente espacioso. Dentro estaba todo sucio, polvoriento, y pos alguna extraña razón, manchado de hollín, e, inevitablemente, todos nos manchamos, indicio que les permitió a nuestros padres saber que habíamos bajado. Por aquel entonces contaba yo 9 años, pero aún sigo bajando a escondidas. Decidimos que ése sería nuestro gran escondite, y siempre que lo nombramos lo hacemos bajo el nombre de “la guarida”. En una puerta

30


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

que siempre estaba cerrada, nos encontramos pintura negra. Siempre nos habíamos preguntado que había tras aquella puerta que decía C.LUZ (cuarto de luz), hasta que un día la abrimos tras haberle robado las llaves al vigilante. Nos esperábamos cables e interruptores, pero allí dentro había de todo menos eso. Allí estaban todos los balones que nos habían confiscado, bicis viejas y rotas, herramientas, picos, palas, martillos, clavos, pinturas, vallas, colas… cosas de lo más inesperadas. Llegamos a encontrarnos un hacha. Cogimos tres o cuatro vallas que utilizamos como suelo. Eran de madera unidos; estaban articuladas pos cuerdas. Cogimos todo lo que podíamos necesitar, clavos, un martillo y pintura negra. Cogimos por último una bolsa de basura también negra. La clavé por dentro del agujero con dos clavos y el martillo de tal modo que cuando estuviéramos dentro pareciese que todo estaba vacío y negro, y dio resultado. Cogimos una malla que clavamos con dos clavos arriba de tal modo que se pudiera abrir por abajo, y también dio resultado. Cuando salía con Rafa a tirar la basura, encontramos un taburete roto. Lo arreglé con cola mientras Rafa lo pintaba con la pintura negra que habíamos “cogido prestada”. La metimos en la guarida y es nuestra actual mesa. Hemos colgado una linterna de tal manera que ilumine todo. Dentro no hay espacio casi para estar de pie, y está lleno de telarañas, pero nos lo pasamos genial. Mi temor es que cuando crezca no cabré y no podré entrar por el agujero. JAIME OLIVÉ

31


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

LA CABAÑA Os voy a contar una travesura que hice con un amigo mío el año pasado en verano. Era una mañana de agosto, me levanté, en la casa que tienen mis abuelos en el Tiemblo, y me fui a buscar a mi amigo Carlos para hacer un pequeño experimento. Primero montamos una cabaña de palos. Cogimos unos palos que había alrededor nuestro, ya que habían talado un árbol y los colocamos más o menos en forma de cabaña. Una vez construida la cabaña se nos ocurrió una idea un poco disparatada; hacer fuego dentro de esa cabaña. Cogimos una sartén y pusimos musgo y unas hojas secas. Cuando estuvo listo lo prendimos fuego con un mechero. La cabaña estaba construida enfrente de mi casa. Después de un pequeño rato mi madre se dio cuenta que salía humo de nuestra cabaña y vino corriendo y nos hizo apagarlo .Después de regañarnos nos explicó que esto podía haber tenido muy malas consecuencias ya que estábamos en medio del campo, era verano y estaba todo muy seco. RODRIGO HERRERO

UN PAR DE TRAVESURAS Un fin de semana, por la tarde no se me ocurría nada que hacer y empecé a pitarme las uñas con un esmalte rosa. Estaba encima de la moqueta de mi buhardilla. Abrí el pintauñas. Cuando me levanté, se me cayó todo el esmalte por una esquina de la moqueta. Intenté

quitarlo con un trapo pero se

extendió más y cada vez más así que paré.

32


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

Por la noche mi madre subió con mi padre a ver la tele cuando lo vio, y gritó ¡¡¡CARLOTA!!! Se le oyó por toda la “ urbanización”, yo creo. Me echo tal bronca que me tiró todos mis pintauñas a la basura y estuve castigada. La otra es: El día de inocentes estaba con mis primos en la playa, y nos despertamos a las seis de la mañana. No sabíamos qué hacer, por lo que pusimos nata en las manos de mis abuelos y cogimos un pájaro de juguete debajo del colchón que cada vez que te movías sonaba. El pájaro se puso a sonar y mis abuelos tenían la cara llena de nata. Ese día estuvimos castigados sin salir a la playa CARLOTA BOLONIO

DÍA DE MUDANZA Un buen día de mudanza, mi familia y yo recogíamos y colocábamos cosas; cuando mi madre estaba abriendo los cajones de un armario hasta que finalmente, los vaciaron. Más tarde, mis padres me llamaron varias veces, y yo no aparecía; buscaron por todas partes, cuando, mi madre pensó: -

A ver si se va a haber metido en el cajón del armario.

Se dirigieron al armario y cuando se disponían a abrir el cajón; allí estaba yo, metida y jugando con dos palitos. SARA MUÑIZ

33


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

UN BALÓN Y UN BMW Era un día de verano del año 2007. Tenía yo ocho años. Salí con un amigo llamado Guillermo a dar una vuelta y a jugar al fútbol. Fuimos a una pradera a la que nunca habíamos ido, y nos colocamos allí. Era una zona de parcelas sin valla y llena de coches caros. Lanzamos un pelotazo más alto y fuerte de lo normal y se coló en una de las parcelas, habiendo rebotado antes en el coche del dueño de la casa. Éste, que era un BMW descapotable, al ser golpeado, empezó a pitar. La dueña salió corriendo de la sala y se acercó al coche para asegurarse de que no le había pasado nada ni de que le hubiesen robado. Aproveché para colarme en su chalet y para coger la pelota. Luego salí de ella y nos fuimos corriendo. La dueña nos vio y nos persiguió, pero conseguimos despistarla. Desde entonces no hemos vuelto a esa pradera para jugar al futbol. MARIO ORGAZ

EMBADURNADOS DE CREMA Anne y yo teníamos más o menos tres años y fuimos a comer a casa de mis tíos, después de comer nos llevaron a una habitación para que echásemos la siesta, cuando se fueron fuimos al baño de mi tía y cogimos crema Nivea y empezamos a jugar con ella. Mis padres, hermano y tíos empezaron a extrañarse porque no oían ningún ruido. Mi tío subió y vio todas las paredes de crema. Mis padres nos echaron la bronca. LEIRE GARCÍA SORONDO

34


HISTORIAS “TRÁGICAS”


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

UNA DE CAÍDAS Yo nunca me he roto algo, pero tengo muchas experiencias de caídas, golpes, tropezones y estampazos contra farolas y cristales, también he tenido caídas de espaldas, porque mi hermano es “muy gracioso”. Últimamente estoy muy patosa, estas son algunas de mis caídas… -Estábamos en el comedor del colegio, mis amigas me habían tirado un vaso de agua, me mojé: la falda, los leotardos, la chaqueta y los zapatos. Yo iba a coger unas servilletas mientras mis amigas se partían de risa y se lo contaron a los chicos, que acababan de sentarse en la mesa, me miraron, justo cuando yo iba empapada, me resbalé en la parte donde se dejan las bandejas y me estampé contra el suelo, por poco la gente se tropieza conmigo y a algunos casi se les cae la bandeja encima de mí. No me podía mover, miré a la mesa donde estaban algunos chicos de la clase y mis amigas, se estaban riendo, me había hecho un moratón en la pierna derecha, era desde la cadera hasta la rodilla, no sabía si llorar del dolor, todo el mundo me miraba en silencio, y la profesora con cara de susto, nadie me ayudaba, estaban parados con la boca abierta, cuando me eché a reir sin parar, los demás pensaban que estaba loca, pero es que no pude aguantar la risa, pensando: ¡Qué caída más ridícula! A demás parecía que me había meado porque tenía la falda empapada. - Un día estaba en patinaje, yo estaba patinando, y me pare, cuando mi “super gracioso” hermano, dio una patada al patín y me caí de espaldas, luego salió corriendo cuando vio que mi madre le había visto. - Una mañana me levanté muy dormida, me hice el desayuno y me lo llevé al salón. Como estaba dormida andaba como un pato

36


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

mareado y me tropecé, la leche salió volando y se cayó por las paredes, la mesa, el suelo, y en las sillas de tela. -Cuando era pequeña, estaba en un centro comercial y había mucha gente, entonces perdí de vista a mi madre, las puertas de salida eran de cristal, y vi a mi madre fuera, grite: - ¡mamá!, corrí y me choque contra la puerta, mi madre no me oyó al gritar mamá, pero si oyó el golpe de mi cara contra el cristal. ANDREA LÓPEZ

FIEBRE Cuando era pequeña tenía una enfermedad algo extraña y cuando me daba fiebre me subía muchísimo. Me ponía muy rígida, se me volvían los ojos en blanco, me daban convulsiones y me quedaba sin respiración. Los médicos tenían que bañarme en agua helada, pero por suerte dijeron que a los cinco años se me quitaría y por suerte tenían razón. BLANCA LARRALDE

EL JUEGO DE LA CADENA Cuando yo estaba en tercero de Primaria estábamos en Educación Física jugando a “la cadena”. Si llegabas a ser cuatro personas en una misma cadena, te tenías que dividir en grupos de dos personas y, bueno, me tocó con una de mi clase que estaba un poco…gordita…y yo soy de esas personas que corren mucho y ella obviamente, no. Yo empecé a correr como si mi vida fuese en ello y mientras tanto mi compañera…casi ni se movía. Cuando de repente no sé qué hizo

37


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

pero salí volando hacia el poste de la portería y me choqué con él. Me pase aproximadamente tres segundos inconsciente y cuando me desperté me puse la mano sobre la ceja derecha y resultaba que estaba sangrando y empecé a llorar. Entonces vino nuestro profesor y me llevó corriendo al hospital. Una vez allí, me tumbaron en una camilla y me pincharon en la mejilla y entonces me dormí. Cuando me desperté tenía una venda pequeña en la ceja y la doctora me recomendó echarme crema de sol para que se me cerrase la cicatriz, pero no lo hice. Hoy en día, por no hacer caso a aquella doctora tengo una horrenda cicatriz en la ceja derecha. PATRICIA CERECEDA

Esta historia está basada en hechos reales, MI HERMANO. Aquel día, Era navidad, un 25 de diciembre, un día muy familiar. Mi familia por parte de madre y yo fuimos a comer a un sitio recomendado por uno de mis tíos que se encargó de organizarla, pedir cochinillo, cordero… Todos mis primos y yo nos sentamos en una gran mesa redonda, más o menos enfrente de mí estaba mi hermano. Siempre que vamos a ese restaurante mi primo de dieciocho años y mi hermano se quieren pedir lo mejor, es decir, eso se convierte en una competición por “haber quien come más”. Pero mi primo le saca unos años a mi hermano. Aquel día se pidieron un entrecot o algo similar y otro plato con el cochinillo y el cordero para compartir entre ellos. Cuando los camareros trajeron todo, mi primo y mi hermano empezaron a comer, porque son muy ansiosos. De repente mi hermano paró, se levantó de la mesa y

38


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

todos dirigimos la mirada hacia él. Estaba morado. En cuanto nos dimos cuenta empezamos a gritar para que la mesa de los adultos se enterara. Rápidamente mi madre intentó ayudarlo pero no lo conseguía. Mi primo, al ser tan alto, tiene unos largos dedos por eso trato de introducirlos en la garganta y sacar la bola que tenía mi hermano allí acumulada. La tocaba pero debido al grosor de los dedos no lograba sacarlo. Mi madre, desesperada, preguntaba por algún médico. Mi tío cogió a mi hermano, lo levanto con una mano y con la otra le dio la vuelta y lo empezó a “agitar” para que la comida saliese, pero no lo lograba. Mi hermano cada vez más morado y preocupado apenas respiraba. Mi tía tiene unos dedos largos y muy delgados y ese día por suerte, llevaba las uñas largas. Metió los dedos en la garganta de mi hermano y tras varios intentos consiguió empezar a sacarle aquella bola de grasa de carne que tenia. Tras ese percance mi hermano intentaba comer la menos carne posible, hasta yo por miedo lo hacía. ELENA HERNÁNDEZ

Esta historia también está basada en hechos reales, de nuevo, MI HERMANO. Todo empezó, nada menos que en el patio de nuestro colegio, en la rampa que ahora no se puede pasar que más o menos si subes, te lleva a la puerta de infantil. Mi hermano jugaba felizmente con sus amigos a subir la rampa y desde arriba tirarse a toda máquina. Era peligroso porque a veces de descontrolaban pero él y sus amigos no se daban cuenta y lo hacían una y otra vez. Hasta que una de esas veces mi hermano cogió demasiada carrerilla y salió volando, mientras volaba gritaba por lo que al caer con la boca abierta el impulso le obligo a cerrar la boca con un golpe de gran brusquedad. Sin darse cuenta

39


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

todos sus amigos le empezaron a ayudar: El pensaba que no le había pasado nada, que solo era un simple golpe, pero todos le empezaron a decir que se mirase la camiseta ya que la tenía roja calada de sangre. Debido al golpe, al cerrar la boca los dientes, de delante (las paletas) se le clavaron. Solo una de ellas que se le rajo parte de la lengua y se le quedo una parte del diente. La lengua no le paraba de sangrar. Mi madre estaba llegando de trabajar cuando recibió una llamada del que todos conocemos Paco, que en aquellos tiempos era su tutor, le comento que se había caído y se había hecho una herida ya que no sabían que se había rajado la lengua. Mi madre pregunto si el colegio le podría llevar pero no tenían hospital o algo así… Mi madre lo más rápido que pudo se dirigió al colegio le recogió y le llevo al hospital. Cuando llegaron les dijeron que hasta por la noche no le podían operar con anestesia, aunque a mi hermano no se le ocurrió otra cosa que decir que no le apetecía esperar tanto y sin anestesia le comenzaron a operar. Al terminar la operación le dijeron que si se quería quedas allí pero el quería irse a casa. No podía comer , por lo que las primeras semanas tuvo que alimentarse básicamente de natillas, batidos… cosas que se pudiesen absorber por una pajita. ELENA HERNÁNDEZ

CUANDO ME ROMPÍ EL BRAZO Eran las vacaciones de verano, yo tenía cuatro años y estaba jugando con una amiga mía a colgarnos del borde de un tobogán, de repente se me resbalaron las manos, caí con el brazo mal y me rompí el cúbito y el radio del brazo derecho. Me llevaron a urgencias y me hicieron una radiografía y de allí me mandaron al hospital La Paz donde me escayolaron desde la mano hasta un poco más abajo del hombro.

40


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

Aunque lo pasé mal porque era pequeña y además era verano, al final fue hasta divertido porque todo el mundo me firmó en la escayola, pero estuve veinte días sin bañarme en la piscina. Cuando pasaron esos veinte días, ya en Badajoz, me quitaron la escayola y tenía el brazo delgadito y blanco porque no le dió el sol, y aunque ya me podía bañar, tuve que utilizar un pañuelo para llevar el brazo inmóvil durante una semana más. DANYELLE SÁNCHEZ

UNA CAÍDA Tenía yo nueve años, era un domingo por la tarde y mi hermana y yo decidimos ir a jugar a la calle, nos fuimos a la piscina y allí nos enfadamos con un vecino, mi hermana y yo empezamos a jugar en un árbol, es un árbol inclinado hacia una rampa, nos empezamos a tirar pero cuando me tiré la segunda vez me caí sobre mi brazo derecho. Mi madre me llevó a urgencias y me pusieron una escayola durante un mes porque me rompí la muñeca. LEIRE GARCÍA SORONDO

DOBLE MALA PATA El verano pasado, estando yo en mi clase de natación con mi compañera Judith, nos torcimos las dos el pie… Todo comenzó cuando empezamos a hacer tonterías, el profesor nos avisó de que nos caeríamos, pero nosotras no hicimos caso a sus advertencias. Seguíamos jugando como niñas pequeñas; a tirarnos a bomba al agua, a bailar, a hacer el pino… Terminó la “clase” y fuimos a nadar a la piscina de los pequeños. Éramos las únicas mayores allí, y como cualquier otro niño de nuestra

41


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

edad, nos salimos y nos fuimos a nadar a la grande en la que hacíamos las clases. Estaba prohibido mientras hubiera gente haciendo clase, entonces para no meternos en un lío, nos quedamos esperando a que un niño terminara su entrenamiento. Pasaron treinta minutos, ya cansadas de estar de pie, me tiré de cabeza al agua. Judith hizo lo mismo. Ningún monitor nos prohibió la estancia en el interior de la piscina, así que pensamos que no nos dirían nada. Cuando ya salíamos, me agarré al bordillo para salir. Me puse de pie ayudando a sacar a Judith de la piscina… De repente, se resbaló y se agarró a mí cayendo yo con ella. Pensábamos que caeríamos al agua, pero no fue así…caímos al suelo de lado, dañándonos el pie y torciéndonoslo. Empezamos a llorar. El socorrista vino a por nosotras, y nuestras madres nos llevaron a enfermería donde nos escayolaron el pie y nos mandaron ponernos muletas. MARTA JIMÉNEZ

MI TERRIBLE CAIDA Otra vez, cuando era pequeña, con dos años o tres, un día de verano estaba en mi casa alrededor de la piscina andando y bailando. Mis padres y mi tía (sí, la de antes) estaban sentados alrededor de la piscina en las hamacas hablando y tomando unos refrescos. Yo no me acuerdo de este hecho, simplemente me lo han contado. Por alguna razón me resbalé con el agua y me caí en la piscina, en la parte honda, no hubo sonido, pero mi tía estaba sentada mirándome y se lanzó al agua y me rescató. Me sacó y yo no respiraba y, tan, tan, tan, tan...

42


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

¡Que no, que es broma! No me pasó nada, ni me acuerdo, ya ves. Pero es una interesante anécdota sobre mi casi muerte ahogada... vale, no me pongo dramática, es para darle más emoción. ÁFRICA WYLES

AZÚCARES NO Cuando nací yo era un niño de bajo peso y era débil, eso originó que aparte de otras cosas mi sistema inmunológico fuera débil. Eso ocasionó que no pudiera tomar frutas, casi toda clase de tubérculos, lácteos etc… Mi dieta estaba restringida estrictamente a patatas, zanahorias pollo, carne y leche de soja. Y toda la medicación debía ser inyectada o nebulizada para evitar el consumo de azúcares que suelen tener los medicamentos. Me dolían mucho las inyecciones que me ponía mi padre, al que también le dolía en el alma pero poco a poco mi sistema inmunológico se hizo más fuerte por lo que el plazo de las inyecciones se fue distanciando. Ya todo es normal y puedo vivir bien de nuevo. SANTIAGO VIÑOLY

¡MIRA POR DONDE ANDAS! Era un día soleado de Julio, me dirigía a casa de mis abuelos para jugar con mi prima. Una vez allí, entré corriendo y, lo primero que me encontré, fue a mi perro Pipo, que se puso muy contento y empezó a dar saltos a mi alrededor; quería saludarme porque hacía mucho tiempo que no me había visto. Yo también me alegré mucho de verle y jugué con él. Después de un rato, hubo un problema. La puerta del garaje estaba abierta, y quise cerrarla para que mi perro no se

43


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

escapara; es un portón enorme, que tiene un clavo para que se pueda sujetar al suelo. Resultó que yo no vi el clavo y sin darme cuenta me rajé el pie entre los dedos. Lo curioso del tema es que no me enteré en ese momento pero, al seguir andando, iré hacia abajo y vi mi pie lleno de sangre, ¡chorreando mucha sangre! Me puse a llorar como una loca, hasta que mi familia me oyó, no me podía mover del susto; aquella herida era espantosa. Primero me llevaron a las urgencias del Centro de Salud donde, me echaron alcohol y me dijeron que la herida era muy profunda y que me tenían que poner puntos. Luego, me llevaron al hospital para que me pusieran los puntos; yo no quería que me hicieran nada, no me dejaba, pero el médico me avisó de que si no se hacía rápido, se podía infectar. Al principio me dolió mucho porque, me pincharon en el pie 5 veces con una aguja para anestesiarme. Cuando terminaron de coser la herida, me vendaron todo el pie, me pusieron la inyección del Tétanos y me dieron unas muletas para poder andar sin poner el pie en el suelo. ¡Fue una experiencia inolvidable! LAURA GONZÁLEZ

EL MURO Era agosto, cinco días antes de que me fuera de vacaciones de verano. Me fui a casa de una amiga, bajamos a la piscina de su urbanización y montamos un mercadillo. Para salir de allí tenias que dar toda la vuelta a la urbanización y todo el mundo saltaba un muro para ir a la piscina sin tener que dar toda la vuelta, así que yo también lo salté, pero se me enganchó la chancla en el muro, y me caí al suelo. Me hice daño en las dos muñecas, entonces llamaron por teléfono a mi casa, vino mi padre y me llevó a urgencias, estuvimos

horas en el

hospital, por fin me llamaron, me hicieron dos radiografías (una en cada

44


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

brazo), y me dijeron que tenía un esguince en cada muñeca. Me dijeron que tenía que llevar las vendas durante y cinco días pero les dijimos que teníamos que irnos de vacaciones, y entonces me dijeron que me las quitarían en cuatro días. INÉS SANTALICES

YA QUEDA MENOS… Un día, hace un par de años, mi hermano Miguel, iba caminando por la calle y se tropezó y se cayó. Se dio un golpe en la barbilla y se hizo una brecha. Luego, le llevaron rápido al médico. El médico le observó la brecha y le puso anestesia. Un poquito más tarde le dijo que le iba a poner cuatro puntos. Empezó a coserle la barbilla. Cuando llevaba dos puntos le dijo: ‘‘ya queda poco’’, pero él siguió y siguió cosiendo. Ya cuando llevaba seis puntos, es decir, más de la cuenta, le dijo: ‘‘dos puntos más’’. Pero en vez de ser dos puntos, fueron cinco, es decir, once en total. Al salir del médico mi hermano dijo que el médico le había dicho que le iba a ponerle dos puntos y le puso once. ADRIAN MURILLO

LA HISTORIA DE MI CLAVÍCULA Era un verano de 2009, yo estaba yendo al campamento de inglés del Blader, mientras que mis padres trabajaban. Era y es un campamento en inglés. Después de las clases nos íbamos a jugar al fútbol con unos ex futbolistas del Chelsea, aunque no les concia.

45


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

Un día cualquiera jugando al fútbol con los compis del campa, me pasaron la bola, yo amague con el disparo y me caí, ¿y qué me pasó? Que me rompí la clavícula. Estuve 3 meses (todo el verano) con una rotura de clavícula, y para colmo en ese mismo verano me quemé con una moto recién parada y después al siguiente año me rompí otra vez esa misma clavícula por una zancadilla de un niño. PERO AQUÍ ESTOY: VIVITO Y COLEANDO. RODRIGO SANZ

UN REGALO PELIGROSO Era la mañana siguiente al día de Reyes, y fui con mi madre y mi hermana a un bar de Madrid, y fuimos a ver a un amigo suyo para ver que nos habían traído allí. Nos dio el paquete y se puso a hablar con mi madre mientras mi hermana y yo abríamos el regalo. Nos sentamos en una mesa que estaba rodeada de unos cuantos taburetes a una altura de un metro, y colocamos el regalo en el medio de la mesa. Los dos lo miramos y pusimos las manos sobre él. Cada uno empezó a abrirlo por un lado y cuando terminamos los dos tiramos el papel al suelo y lo observamos detalladamente. -¡Es un ordenador de los Lunnis!- dije yo. -¡Yo lo uso primero!- dijo mi hermana. -¡No, yo! Empezamos a estirar cada uno de un extremo, y, de repente, ella soltó y me caí de espaldas sobre la barra del bar con el ordenador encima. Caí con la cabeza sangrando y empecé a llorar. Mi madre se giró y pegó un grito sordo al verme. Me recogió en sus brazos y me sacó del bar.

46


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

Su amigo salió poco después con una pomada y unas toallitas, que me colocó en la frente. Me llevaron en brazos a un par de manzanas de distancia, hasta el hospital más cercano, en el que, por casualidad, trabajaba mi tía. La llamaron por megafonía y acudió rápidamente a recepción. Me cogieron en brazos y me llevaron a una habitación. Mi tía llamó a una auxiliar que vino enseguida. Me tumbaron en una camilla, y mientras mi tía me sujetaba la mano, su enfermera me ponía los puntos necesarios para coserme la brecha. Al final, no me dolió tanto, y el ordenador de los Lunnis acabó roto. MARIO ORGAZ

UN INICIO ACIDENTADO En quinto de primaria, yo, estaba muy contenta de empezar el cole. En el primer patio sucedió algo, una de las cosas que yo no me hubiese imaginado nunca. A las 11:30 todos mis amig@s y yo nos fuimos corriendo al patio y empezamos a jugar a un polis y cacos, antes mi juego favorito. Ya habíamos hecho los equipos y me toco caco (ladrón). Estaba en “casa” cuando a un amigo le pillaron con que se fue a la cárcel. Fui a salvarle. Cuando le di la mano para salvarle justo había un pico y no me acuerdo por qué pero me caí justo en el pico y me di en la ceja con lo cual me hice una brecha. Y este fue mi primer día de cole. CARLOTA BOLONIO

47


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

ROTURA DE BRAZO Esta historia ocurrió en el verano de 2007, más concretamente, en agosto. Estaba yo en un pueblo de Zamora, (al que voy todos los años a pasar el verano). Allí me lo pasaba muy bien jugando con otros niños al fútbol, y además, iba a unas fiestas que realizan en los pueblos, y también me lo pasaba bien. Cuando se acababan las fiestas, me aburría un poco, pero me ponía a hacer una contrarreloj con mi bici por las calles del pueblo. No iba demasiado rápido, ya que era pequeño y tenía miedo a atropellar a alguien. Pero en una bajada inclinada la bici cogió más velocidad, a mí me daba igual, ya que siempre hacía esa bajada bastante deprisa. Pero esta vez fue diferente, ya que a la derecha de la rampa habían echado arena, por lo que fui corriendo con la bici, giré a mucha velocidad, la bici derrapó por la arena y me caí en una especie de cuneta, en la que me quedé inmóvil, teniendo fuerzas solo para llorar. Yo intentaba moverme, pero no podía. Por fortuna vino un coche, y el conductor se paró y me vio, me levantó y me metió en su coche. Me preguntó dónde vivía y me llevó a casa. Yo echaba en falta mi bici, que se quedó allí tirada, pero el hombre me dijo que no me preocupara. Cuando mi abuela me vio, llamó a mi padre. Mi abuela se quedó pendiente de mí y de aquel señor al que conocía por su nombre (como es normal en los pueblos) Mi padre, cuando me vio, me tumbó en una cama y se puso a tocarme el brazo derecho que es donde yo estaba diciendo que me dolía. Cuando me tocó el codo di un grito. Acto seguido mi padre me llevó al hospital donde me vieron la fractura, pero tuvieron un error muy grave, ya que solamente me escayolaron cuando en realidad había que operar, por eso ahora mismo tengo el codo mal colocado.

48


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

También recuerdo que después de romperme el brazo, mi madre vino desde Madrid hasta Zamora en tren para verme y eso fue una sorpresa para mí. Lo malo es que me quedé todo el verano sin hacer nada. Fue una trágica caída que aún recuerdo como si hubiera sido ayer, pero igualmente sigo yendo por ahí con mi bici, solo que ahora, freno. ALEJANDRO REDONDO

NO TOQUES A LOS ANIMALES No he hecho demasiadas travesuras, pero de esta que voy a contar me acuerdo con todo detalle. Era verano, tenía nueve años y mi familia y yo estábamos en una cala de San Vicente do Mar, un pequeño pueblo de Galicia. Yo fui a investigar en las rocas, mis padres me dijeron que si veía algún animal no lo tocara. Después de un rato buscando subí a una parte elevada en la que había algo de hierba. Entre los matojos había un agujero a la vista pequeño, me asomé y vi un erizo de mar que tenía un color especial, era de color rojo. Sus púas no destacaban por lo que se me ocurrió la brillante idea de cogerlo, desobedeciendo a mis padres. Pero al hundir la mano en el hoyo me resbalé y mi brazo y mi pierna derechos se metieron en aquel no tan pequeño orificio. Aquel agujero sin peligro, de pronto se convirtió en un nido de erizos de mar. Tras varios forcejeos logré sacar la mano del hoyo, pero mi brazo y mi pierna habían sido cubiertos por decenas de púas que más tarde tuve que sacar con una pinza una a una. JESÚS CASTRO-ÁLVAREZ

49


AUTORES


IV FERIAL DEL LIBRO COLEGIO ZOLA 2011/2012

ADRIAN MURILLO, 29, 45 ÁFRICA WYLES, 28, 43 ALEJANDRO REDONDO, 14, 49 ANDREA LÓPEZ, 25, 37 BLANCA LARRALDE, 27, 37 CARLOTA BOLONIO, 33, 47 CRISTIAN VIVES, 26 DANYELLE SÁNCHEZ, 41 ELENA HERNÁNDEZ, 39, 40 INÉS SANTALICES, 30, 45 JAIME OLIVÉ, 16, 31 JESÚS CASTRO-ÁLVAREZ, 18, 49 JORGE CHEN, 19, 27 LAURA GONZÁLEZ, 6, 44 LEIRE GARCÍA SORONDO, 34, 41 MARÍA EUGENIA MARTÍNEZ-CATENA, 11 MARIO ORGAZ, 34, 47 MARTA JIMÉNEZ, 23, 42 PATRICIA CERECEDA, 38 ROCÍO RILO, 20, 24 RODRIGO HERRERO, 17, 32 RODRIGO SANZ, 46 SANTIAGO VIÑOLY, 24, 43 SARA MUÑIZ, 20, 33

51


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.