Documento de fundamentación

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REFLEXIONES de la Pastoral Javeriana

Equipo del Centro Pastoral San Francisco Javier Moisés Roberto Peña Martínez, SJ Director Leidi Yoana Moreno Reyes Asistente De Dirección Línea Saber y Espiritualidad Mariella Marcano Pino Coordinadora Línea Saber y Espiritualidad Zoraida Pulido Flórez Gestora Administrativa Luis Guillermo Hernández Téllez, SJ Coordinador Programa Asesoría Familiar Marcela Caicedo Vela Profesional Programa Asesoría Familiar Carlos Guillermo Mahecha Montaña Coordinador Programa Ejercicios Espirituales Laura Beatriz Rodríguez Gaona Profesional Programa Ejercicios Espirituales

Documento de Fundamentación Centro Pastoral San Franciso Javier

Jenyfer Andrea Salgado Casas Profesional Programa Ejercicios Espirituales Humberto Javier Hernández Llorente Coordinador del Programa Vida Interior Carolina Avendaño Peña Profesional Programa Vida Interior Miguel Francisco Navarrete Tovar Coordinador Programa Asesoría Espiritual Juan David Arteaga Serna Coordinador Programa Vida Sacramental Juliana Andrea Martínez Blanco Coordinadora Programa Espiritualidades en relación Línea Saber y Formación Integral Ángela Bolívar García Coordinador a Línea Saber y Formación Integral Luisa Fernanda Mejía Tibaquira Gestora Administrativa Camila Posada Jiménez Coordinadora Programa Formación Integral para Administrativos Isabela Tenorio Obando Profesional Programa Formación Integral para Administrativos Diana Carolina Morales Roa Coordinadora Programa Formación Integral para Académicos Jorge Enrique Castro González Profesional Programa Formación Integral para Académicos Laura Carolina Castro Blanco Coordinadora Programa Formación Integral para Estudiantes

Vol. 1, No. 1 Julio 2015 – Junio 2016 ISSN xxxxx

Lina María Plata Castillo Profesional Programa Formación Integral para Estudiantes


Línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria Marcela Lozano Borda Coordinadora Línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria Jeimy Carolina Barbosa Cuellar Gestora Administrativa Juanita Del Portillo Solarte Coordinadora Programa Voluntariado Javeriano Daniela Ochoa Peralta Profesional Programa Voluntariado Javeriano Gustavo Adolfo Spinel Barreto Coordinador Programa Liderazgo Universitario Silvia Paola Chaparro Africano Profesional Programa Liderazgo Universitario Carlos Felipe Prieto Bolaños Coordinador Programa Misión País Colombia Andres Esteban Lozano Hidalgo Profesional Programa Misión País Colombia David Trujillo Martínez Coordinador de la Red Javeriana de Transformación Social Viviana Peña Herrera Coordinadora de Integración Academia y Sociedad Equipo Administrativo José Fernando Medina Duarte Asistente Administrativo Susan Dayanna Herrera Clavijo Recepcionista John Edward Gaona Méndez Mensajero-Conductor Centro Pastoral San Francisco Javier Carrera 7 No. 40 – 62. Edificio Emilio Arango S.J., Piso 5o. Teléfono: 3208320 ext. 2214 http://www.javeriana.edu.co/medio-universitario/espiritualidad-y-vida Bogotá, D.C. 2016 Reflexiones de la Pastoral Javeriana es una publicación anual editada desde 2016 por el Centro Pastoral San Francisco Javier, Vicerrectoría del Medio Universitario de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Es una publicación divulgativa en formato digital y aparece de forma regular y puntual en los meses de junio de cada año. La publicación Reflexiones de la Pastoral Javeriana se encuentra registrada bajo la licencia Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional. Por lo tanto, esta obra se puede reproducir, distribuir y comunicar públicamente en formato digital, siempre que se reconozca el nombre de los autores y a la Pontificia Universidad Javeriana. Se permite citar, adaptar, transformar, autoarchivar, republicar y crear a partir del material, para cualquier finalidad (incluso comercial), siempre que se reconozca adecuadamente la autoría, se proporcione un enlace a la obra original y se indique si se han realizado cambios. La Pontificia Universidad Javeriana no retiene los derechos sobre las obras publicadas y los contenidos son responsabilidad exclusiva de los autores, quienes conservan sus derechos morales, intelectuales, de privacidad y publicidad. Reflexiones de la Pastoral Javeriana. Pontificia Universidad Javeriana, Vicerrectoría del Medio Universitario, Centro Pastoral San Francisco Javier, Carrera 7 No. 40 – 62. Edificio Emilio Arango S.J., Piso 5o. Teléfono: 3208320 ext. 2214. Bogotá, Colombia. http://www.javeriana.edu.co/medio-universitario/espiritualidad-y-vida Centro Pastoral San Francisco Javier. Fundamentos, líneas, programas y proyectos. Editores Moisés Roberto Peña Martínez SJ, Ángela Bolívar, Marcela Lozano Borda, Mariella Marcano. 1a ed. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2016. XX p Incluye referencias bibliográficas ISBN: xxx Publicación digital 1.El Centro Pastoral San Francisco Javier y sus fundamentos. 2. Línea Saber y Espiritualidad. 3. Línea Saber y Formación Integral. 4. Línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria

Agradecimientos Estén siempre alegres. Oren constantemente. En todo den gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de ustedes. 1 Tes. 5, 16-18. Es motivo de alegría y gratitud con Dios poder presentar este documento de fundamentación del Centro Pastoral San Francisco Javier de la Pontificia Universidad Javeriana, el cual recoge el esfuerzo y trabajo sostenido de las diversas personas que son y han sido parte del equipo de planta del Centro entre los años 2013 y 2016. Por lo anterior, la alegría y gratitud también es con todas y cada una de éstas personas que hicieron su aporte directo o indirecto a la realización de este documento. La alegría y gratitud se extiende a todos los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana que han colaborado en la realización y consolidación de lo que aquí se comunica. Dicha alegría y gratitud, siempre ha estado unida a la comunicación constante con Dios, quien nos ha asistido con su fuerza amorosamente transformadora.


Contenido Lo que va a encontrar el lector - nuestro documento

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Capítulo 1. El Centro Pastoral San Francisco Javier y sus fundamentos generales 1. Lo que nos tiene aquí - un poco de historia y contexto 9 2. Lo que nos sostiene - algunos de nuestros fundamentos y conceptos 13 3. Lo que hacemos y queremos hacer – nuestra misión y horizonte común 26 4. Quienes somos y cómo nos organizamos – Conformación del Equipo y Estructura Organizacional del Centro .. ...........................................................................................................................................................................29 5. Lo que nos motiva a seguir en búsqueda – Nuestros retos y desafíos Mirando al futuro 32 Referencias 34 Capítulo 2. Línea Saber y Espiritualidad 1. Presentación 2. Contexto 3. Fundamentación 4. Antecedentes 5. Marco conceptual 6. Objetivos 7. Estructura Organizacional 8. Enfoque metodológico 9. Retos y desafíos 10. Programas de la Línea 10.1Ejercicios Espirituales 10.2 Programa Asesoría Espiritual 10.3 Vida Sacramental 10.4 Programa Asesoría Familiar 10.5 Programa Formación en Vida Interior 10.6 Programa Espiritualidades en Relación Referencias

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Capítulo 3. Línea Saber y Formación Integral 1. Presentación 2. Contexto 3. Fundamentación 4. Antecedentes 5. Marco conceptual 6. Objetivos 7. Estructura Organizacional 8. Enfoque metodológico 9. Retos y desafíos 10. Programas de la Línea 10.1 Formación Integral para Estudiantes 10.2 Formación Integral para Académicos 10.3 Formación Integral para Administrativos 11. Experiencia Transversal de la Línea Referencias

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Capítulo 4. Línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria 1. Presentación 2. Contexto 3. Fundamentación 4. Antecedentes 5. Marco conceptual 6. Objetivos 7. Estructura Organizacional 8. Enfoque metodológico 9. Retos y desafíos 10. Programas de la Línea 10.1 Misión País Colombia 10.2 Programa Liderazgo Universitario Ignaciano 10.3 Voluntariado Javeriano 11. Proyectos transversales 11.1 Proyecto Integración Academia y Sociedad 11.2 Red Javeriana de transformación social Referencias ANEXOS Anexos Capítulo 1 Anexo 1 Anexos Capítulo 2 Anexo 1 Anexos Capítulo 3 Anexo 1 Anexo 2 Anexo 3 Anexo 4 Anexo 5 Anexo 6

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Lo que va a encontrar el lector - nuestro documento Este documento presenta el resultado del trabajo del equipo del Centro Pastoral San Francisco Javier (CPSFJ) en su interés por adelantar un proceso de documentación, sistematización y fundamentación de cada uno de sus proyectos, programas y líneas. Con este texto se cierra la primera fase de dicho proceso y a su vez se convierte en la base sobre la cual se seguirá reflexionando, modificando y enriqueciendo lo aquí consignado. Este continuo enriquecimiento se constituirá en la segunda fase del proceso, la cual ha de ser permanente, dinamizando así la producción académica que desde los equipos de línea se ofrecerá a la comunidad académica.

Génesis

Hace varios años el equipo del CPSFJ había identificado la necesidad de documentar las distintas actividades que ofrecía a la Comunidad Educativa Javeriana (CEJ)1. Sin embargo, no se había hecho un trabajo sistemático para alcanzar ese objetivo. A partir del 2013, partiendo de algunos documentos, memorias o escritos personales con los que se contaba en ese momento, los agentes de pastoral empezaron a sistematizar la principal experiencia que desarrollaban hasta ese momento. Adicionalmente, se definió que toda experiencia, proyecto o programa nuevo debía iniciar con la elaboración del documento que lo fundamentaba. En el 2014, con el equipo del Centro ampliado y fortalecido, los equipos de programa trabajaron en la construcción de los documentos de programa. Estos ya no sólo buscaban sistematizar las experiencias ofrecidas, sino que empezaban a incluir la fundamentación de dichas experiencias y del programa en general. Durante el 2015, los equipos de línea reúnen los documentos de los programas en un solo documento que además presenta la fundamentación de la línea, con lo cual se constituyen los documentos de línea. Finalmente, en el 2016 el equipo de dirección ajusta los documentos de línea a una estructura común, respetando las particularidades de cada línea, los une al documento de fundamentación del Centro y los consolida en este documento, llamado Documento de Fundamentación del Centro Pastoral San Francisco Javier.

Construcción

Capítulo 1. El Centro Pastoral San Francisco Javier y sus fundamentos generales 1 Lo que nos tiene aquí - un poco de historia y contexto Esta parte presenta algunos de los antecedentes internos del Centro que fueron disponiendo al equipo para la creación y construcción de este documento.

1.1 Antecedentes Desde septiembre del año 2006, el director del CPSFJ invitó al equipo a hacer una profunda reflexión sobre la naturaleza y misión del Centro al interior de la Pontificia Universidad Javeriana (PUJ). Inicialmente, se plantearon la pregunta sobre el concepto mismo de Pastoral lo cual les llevó a identificar la necesidad de estudiar para profundizar sus conocimientos sobre lo que es una pastoral, sus objetivos y sus alcances. Posteriormente y con base en lo anterior, su reflexión buscó identificar, planear e implementar la mejor manera de organizarse para llevar a cabo sus objetivos. Para septiembre del año 2008, asume otro director que dio continuidad a la reflexión sobre la organización interna del equipo y sus programas. Esto los llevó a organizarse en 5 líneas de acción: Formación Humana y Espiritual; Saber y Responsabilidad Social Universitaria; Construcción de Cuerpo Apostólico para la Misión; Construcción de Comunidad Universitaria; y Fundamentación y Extensión de Nuestra Acción Pastoral. Adicionalmente, se abordó con el equipo la pregunta sobre la identidad universitaria de la pastoral, así como la manera de configurarla e implementarla. Hicieron una selección de las actividades que realizaban en ese momento y dejaron de ofrecer aquellas que consideraban deberían ser realizadas en las parroquias a las cuales pertenecían los miembros de la CEJ.

A lo largo de las etapas descritas en el punto anterior, varias personas intervinieron en la construcción y enriquecimiento de los documentos de programa, de línea y este documento final. Razón por la cual, el lector atento encontrará en el documento diferentes estilos de redacción, ideas fundamentales expresadas de diversas maneras, algunas ideas que pueden sentirse repetitivas e incluso algunas ideas que a simple vista pueden parecer contradictorias, pero que en un análisis profundo se descubre que no lo son.

En el 2013, un nuevo director, valorando el esfuerzo de las dos direcciones anteriores, continúa el proceso de reflexión y organización de la pastoral de acuerdo con su identidad universitaria. Para lograr lo anterior y con el ánimo de hacer un aporte más directo a la realización de la Misión de la PUJ, se redefine la Misión del Centro con base en los documentos institucionales, en los documentos de regencia, en las orientaciones y fuentes de la Compañía de Jesús, en los documentos de la Iglesia sobre universidades católicas y en los fundamentos bíblicos de la experiencia de Jesús.

Lo anterior, no se consideró un problema o una limitante a la hora de presentar la versión final de este documento. Por el contrario, se consideró un elemento valioso que refleja el trabajo participativo y colaborativo en la elaboración del texto, la continuidad en el esfuerzo de documentación a pesar de los cambios de integrantes de los equipos de programa y la gran diversidad del equipo de profesionales de pastoral que hoy enriquece al Centro y a la Universidad.

Con los mismos insumos, se inició un proceso de revisión de la estructura organizacional, así como de las misiones de los programas y de las líneas. Como fruto de dicho proceso, se reestructuró la acción pastoral del Centro en tres líneas: Saber y Espiritualidad; Saber y Formación Integral; y Saber y Responsabilidad Social Universitaria. Adicionalmente, se definieron las misiones de las nuevas líneas y se redefinieron las misiones de cada uno de los programas.

Conformación

Lo anterior, sumado a un enfoque pastoral incluyente, personalizado, abierto, transparente y académico, se constituyó en el fundamento desde el cual se empezó a hacer más énfasis en la identidad católica, ignaciana y universitaria de cada uno de los espacios y experiencias del Centro. Con esto, se favoreció una mayor comprensión y apropiación de la identidad de la Javeriana por parte de los miembros de la comunidad educativa.

Este documento tiene 4 partes. La primera aborda los fundamentos sobre los cuales se ha tejido la propuesta del Centro Pastoral San Francisco Javier. La segunda, corresponde a la descripción de las apuestas, fundamentos y horizontes de la línea de Saber y Espiritualidad. La tercera, describe los programas y sus objetivos de la línea Saber y Formación Integral. Finalmente, la cuarta, corresponde a los fundamentos, objetivos e intencionalidades de los Programas y Proyectos de la línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria.

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Término definido en: Javeriana. Proyecto Educativo No. 03 y Estatutos 29-30.

1.2 Contexto El contexto de este documento se presentará desde tres aproximaciones: la reflexión de la Javeriana por su identidad;

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la reforma de estatutos que fundamentalmente redefine la estructura organizacional del Medio Universitario; y la situación particular del Centro Pastoral.

1.2.1 La pregunta javeriana por su identidad En la Javeriana la pregunta por su identidad viene siendo reflexionada hace varias décadas. En los distintos momentos de la discusión interna, las opiniones han sido muy diversas, pero enmarcadas básicamente entre dos posiciones. Una que considera una identidad javeriana en continua construcción y evolución, que en su proceso natural se va distanciando de las orientaciones de la institución fundadora y va consolidando así su autonomía, factor constitutivo y esencial de la Universidad y a su vez va encontrando su propia identidad independiente de la Compañía de Jesús. La otra que afirma la definitiva centralidad que tiene en la identidad javeriana, su origen y carácter católico, pontificio y como obra apostólica de la Compañía de Jesús, lo cual ha de orientar su autonomía universitaria. En el 2010, la identidad se constituyó en el tema central de la tercera Jornada de Reflexión Universitaria. Los asistentes fueron invitados a reflexionar sobre los desafíos que les generaba la identidad javeriana en el marco de su historia, de su naturaleza universitaria, de sus experiencias y de sus proyecciones hacia el futuro. Para encuadrar este ejercicio reflexivo se ofrecieron, entre otros, los siguientes elementos2:  Toda institución posee su propia identidad, la cual basada en los ideales, principios y valores que la inspiran, constituye su carácter único y distintivo frente a otras instituciones de la misma naturaleza. Generalmente, esa identidad se expresa en los documentos institucionales, en su quehacer y en su cultura.  Las universidades, como instituciones sociales, encuentran su identidad común en la generación, conservación y transmisión del conocimiento y la cultura, así como en la formación de la persona humana y el desarrollo, orientación y transformación de la sociedad. Y cada una encuentra su identidad particular en la voluntad de sus fundadores, así como en las perspectivas y valores que se comparten al interior, lo cual le da reconocimiento y valor en la sociedad.  El nombre, los escudos, las banderas y los lemas expresan la identidad de las universidades, pero no la agotan. La identidad ha de determinar sobretodo su quehacer y su cultura.  Algunas de las características de las universidades de la Compañía de Jesús son: su compromiso con la verdad y la autonomía (Congregación General 34 de la Compañía de Jesús, 1995); utilitas, es decir, una docencia e investigación orientadas a la práctica para resolver los problemas de las personas y atender sus necesidades, especialmente de los más pobres; iustitia, promover la justicia internamente y en sus espacios de influencia, investigando los grandes problemas de la humanidad y promoviendo, en la docencia, la sensibilización de los estudiantes; humanitas, que expresa su compromiso con una formación integrada e integral de la persona humana, acogiéndola en su realidad concreta; y compartir la fe, como vivencia de gratuidad que hace crecer en humanidad e incluir a los diferentes, fides (Adolfo, N., 2008).  Para la Javeriana, su identidad está caracterizada por cuatro rasgos distintivos: ser católica y pontifica; ser de la Compañía de Jesús; ser privada; y ser autónoma (PUJ, 2010). Posteriormente, en la Jornada de Reflexión Universitaria del 2013, se retoma el tema de la identidad asociándola a la Misión de la Javeriana, la cual se acababa de reformular. En esta Jornada se plantea la Misión de la Universidad como expresión de su identidad3. En ese momento, en la Misión confluyen las diferentes aproximaciones y respuestas a la pregunta que la CEJ venía haciéndose por décadas sobre su identidad. Confluyen también los ideales identitarios en el núcleo generador del ejercicio universitario cotidiano de la Javeriana. Y se constituye en el espacio donde deben confluir los esfuerzos y realizaciones de los equipos de todas las unidades de las Universidad. Por lo anterior, el Centro Pastoral alineó su misión a la Misión de la Universidad, con el ánimo de recoger los frutos de la larga discusión y ofrecer elementos prácticos para la apropiación de la misma en la gestión cotidiana de la

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http://www.javeriana.edu.co/rectoria/jornada-2010 consultado el 28-05-2016. http://www.javeriana.edu.co/rectoria/jornada-2013 consultado el 28-05-2016.

comunidad educativa.

1.2.2 La reflexión sobre el Medio Universitario Si bien desde la década de los 70´s la reflexión sobre el Medio Universitario ha sido intensa y profunda, al inicio del nuevo milenio se inició también una nueva reflexión, ya no sobre el concepto del Medio Universitario, sino sobre la mejor manera de llevarlo a la práctica cotidiana en la Javeriana. Esta reflexión pronto llevó a plantearse la pregunta sobre si la estructura organizacional de aquel entonces era la más adecuada y coherente con el concepto mismo del Medio. Se hizo un análisis de dicha estructura, en particular sobre las decanaturas del Medio Universitario que había en las facultades y se llegó a la conclusión que si bien las decanaturas del Medio habían ayudado a la implementación y vivencia del Medio al interior de las facultades, también habían generado, en algunos casos, situaciones complejas o al menos ambiguas en sus relaciones con las decanaturas académicas. Otro fruto del análisis fue el señalamiento que la estructura de dos decanaturas en las facultades, empezaba a confundir el concepto del Medio, pues en la práctica se veía éste como una responsabilidad exclusiva del Decano del Medio Universitario y su equipo de colaboradores. También, se evidenció que, en algunos casos, la gestión del Medio Universitario se reducía a la organización de unas cuantas actividades al año, dirigidas a los equipos de las facultades y con un carácter predominantemente recreativo o de bienestar. Como solución a lo anterior, se propone modificar la estructura organizacional de las facultades. Concretamente se propone que la Decanatura Académica y la Decanatura del Medio Universitario desaparezcan y sean sustituidas por una Decanatura de Facultad que concentraría las funciones académicas, del Medio Universitario y administrativas. Aunque las opiniones frente a esta propuesta fueron muy diversas, unas a favor y otras en contra, el Consejo Directivo decide aceptar la propuesta e iniciar un proceso de reforma estatutaria. Luego del largo proceso que supone una reforma de estatutos, la Congregación para la Educación Católica formula unas preguntas y hace algunas observaciones a la propuesta, la cual decide aprobar a manera de experimento por cinco años, luego de las satisfactorias respuestas por parte de la Universidad. Recibida esta aprobación se realiza el proceso correspondiente ante las autoridades educativas colombianas, las cuales pronuncian su aprobación el 29 de agosto de 2013, luego de lo cual se publican y entran en vigencia los nuevos estatutos. Aunque el proceso de reforma llevaba varios años, no se había diseñado un plan de implementación de la misma en la sede de Bogotá. Esto implicó que una vez entraron en vigencia los estatutos, el Vicerrector del Medio que llevaba menos de un año de posesionado, se diera a la tarea de diseñar dicho plan, para lo cual contó con el concurso de la Rectoría, de las otras Vicerrectorías y de algunos de los miembros del equipo interno de la Vicerrectoría del Medio. De otro lado, al interior de la Vicerrectoría del Medio también se llevaba adelante un proceso de reestructuración que incluía de un lado, la creación del nuevo Centro para el Fomento de la Identidad y la Construcción de Comunidad, que al principio, fundamentalmente reunió las antiguas asistencias del Vicerrector y de otro lado, la reforma del Centro de Asesoría Psicológica en el que se incluyó el área de la Salud, convirtiéndose así en el Centro de Asesoría Psicológica y Salud. Esto supuso un trabajo interno de reorganización y de reflexión sobre los alcances de los centros, su organización interna y también sobre sus interrelaciones. En este punto el Centro Pastoral orientó sus esfuerzos para apoyar y acompañar a los nuevos Decanos de Facultad en su esfuerzo por encontrar formas adecuadas para dar continuidad a lo que se venía haciendo del Medio en sus facultades y para explorar nuevas formas de apropiación del Medio Universitario por parte de sus equipos. El Centro ofreció no sólo sus espacios y experiencias habituales, sino que creó nuevas experiencias, espacios y procesos diseñados de acuerdo a las necesidades encontradas en las facultades y a los desafíos que la reforma suponía en esa primera etapa.

1.2.3 El momento del Centro Pastoral San Francisco Javier El proceso de reorganización del Centro Pastoral no inició con la aprobación de la reforma estatutaria. Tal como se comentó en el punto 2.1, la reflexión sobre la identidad universitaria de la pastoral, la profesionalización del equipo y

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la organización y alcances del mismo llevaba 7 años antes de la entrada en vigencia de los nuevos estatutos.

2 Lo que nos sostiene - algunos de nuestros fundamentos y conceptos

Sin embargo, durante ese periodo de tiempo, el equipo del Centro también afrontó situaciones que afectaron su dinámica interna y disposición, entre las cuales se destaca el cambio prematuro del director del centro en septiembre del 2008, luego una salida intempestiva del siguiente director en abril del 2012, a lo cual se siguió un periodo de ocho meses sin director, hasta que en enero del 2013 asume el nuevo director. Esta situación no sólo alteró la fluidez en el proceso de reflexión interno, sino que también generó en el equipo cierta incertidumbre sobre la importancia y el futuro del Centro para la Universidad.

A continuación se presentan algunos de los fundamentos de la propuesta pastoral del CPSFJ, a los cuales se suman algunos conceptos claves compartidos por el equipo del Centro, los cuales en conjunto enmarcan y orientan la acción pastoral en la Javeriana.

Adicionalmente, aparte de la pregunta por la identidad universitaria de la propuesta pastoral para ser así más pertinente y dejar de ser satelital; de la necesidad de fundamentar, conceptualizar y sistematizar para forjar una base más sólida de su acción pastoral; del esfuerzo por la profesionalización del equipo y su gestión para incrementar la interlocución e interacción con el resto de la universidad; y de los cambios en la dirección, el Centro también asume, entre otros, los siguientes desafíos a partir del 2013: (Informe de Gestión Centro Pastoral, 2015).

Los siguientes son los planteamientos de sólo algunos de los principales fundamentos del modelo pastoral de la Universidad, pues presentar todo lo fundamental es una tarea que desborda los objetivos de este documento.

 Construir y conformar un horizonte común que pueda dar una visión de futuro al equipo y que guíe sus esfuerzos y desarrollos.  Ampliar, conformar y consolidar un equipo de profesionales con experiencia en cada una de las áreas de gestión del Centro, con una profunda experiencia espiritual y con una gran inquietud intelectual que los lleve a mantenerse en formación permanente.  Establecer acuerdos internos que configuren un modo de proceder común tanto en la gestión y relaciones internas del Centro, como en las externas con el resto de la comunidad educativa y también con las personas y comunidades con desafíos sociales con las que co-labora el equipo del Centro.  Definir un modelo de gestión pastoral que permita integrar las exigencias propias de la acción pastoral católica, las exigencias que supone desarrollarlas en un contexto universitario y las exigencias que surgen de ser una obra de la Compañía de Jesús.  Rediseñar y reorganizar las líneas y los programas del Centro para que respondan más asertivamente a la Misión de la Universidad y por lo tanto aporten más significativamente a la realización de la misma.  En alianza, sinergia o colaboración con otras unidades de la Universidad y organizaciones externas, crear nuevas experiencias, espacios, proyectos y programas que incrementen y cualifiquen el aporte a la realización del Proyecto Educativo, Misión y Visión de la Javeriana.  Diseñar, planear, implementar y evaluar una Estrategia de Comunicaciones que permita a la CEJ conocer y comprender mejor la propuesta y ofertas del Centro.  Acoger al creciente número de miembros de la comunidad educativa interesados en participar y vincularse a los espacios y experiencias ofrecidos por el Centro.  Encontrar y adecuar un espacio físico suficiente para la acogida, acompañamiento y permanencia de los miembros del equipo del Centro y sobretodo de los participantes de los diferentes programas.  Acoger al número creciente de visitantes de otras universidades interesados en conocer la propuesta y modelo pastoral del Centro.  Revisar y optimizar la gestión interna del Centro a nivel de organización y administración. Lo anterior evidencia que la dinámica interna del Centro también supuso un esfuerzo adicional por parte del equipo para afrontar todos los retos provenientes de la pregunta por la identidad javeriana, de la reforma de los estatutos y por supuesto los provenientes de su proceso interno. Lo cual también hizo aún más necesario la construcción de un documento que recogiera los aprendizajes de este movido periodo de tiempo.

2.1 Fundamentos

2.1.1 Jesús de Nazaret Sin duda, el fundamento primero y principal del actual modelo pastoral del CPSFJ es Jesús. Él nos lleva a su Padre, quien es el origen permanente, inspiración y fin último de toda buena acción humana, incluida por supuesto la acción pastoral (Laudato Si, 2015). La manera de hacer pastoral hoy en la Javeriana encuentra su fuente esencial en Jesús, en su manera de actuar, en sus actitudes, en sus palabras, en sus interacciones, en sus gestos, en su manera de relacionarse con la ley, con la tradición y con las instituciones; en su relación con su Padre, en su manera de relacionarse con otros y en especial, en su manera de relacionarse con los débiles, los diversos, los excluidos, los alejados, los olvidados y los rechazados. La riqueza de lo anterior motivó el direccionamiento del Centro hacia el compromiso de comunicar la experiencia de Jesús, y lo que de allí se desprende, a la CEJ y a los que se relacionan con cada uno de sus miembros (CPAL, Aparecida, No. 343). Al tratarse de una comunidad universitaria conformada por personas de diferentes religiones, experiencias de fe, experiencias espirituales, experiencias de vida interior, experiencias trascendentes y cosmovisiones, se hizo necesario encontrar las formas más acertadas y asertivas para comunicar una experiencia de encuentro con Jesús y no sólo, ni necesariamente, unas creencias religiosas. Lo cual es a su vez lo que Jesús hacía con quienes se relacionaba, Él procuraba que cada uno tuviera una experiencia de encuentro con su Padre, la cual transformaba sus vidas. Jesús más que hacer un proselitismo religioso, lo que buscaba era colocar en relación a cada persona con su Padre. Para lograr lo anterior, se crearon y rediseñaron las experiencias y espacios ofrecidos por el Centro con el ánimo de favorecer aún más la comunicación de la experiencia de Jesús en los lugares, lenguajes y contextos propios de los javerianos y javerianas. La experiencia de Jesús, también inspiró y fundamentó la estructura organizacional y de gestión pastoral del Centro en sus tres líneas: Saber y Responsabilidad Social Universitaria, Saber y Formación Integral, y Saber y Espiritualidad. Estas líneas encuentran su esencia fundamental en el decidido interés de Jesús por sanar, enseñar e invitar a los demás a volver al Padre. Jesús pasó toda su vida, o al menos gran parte de esta, haciendo tres cosas. La primera, sanando, buscando el bienestar integral de los demás, en especial de los más necesitados, buscando y alcanzando la salvación para todos, lo cual revela un gran sentido social y capacidad de hacer comunidad. La segunda, enseñando a todas las personas con el fin de invitarlos a una vida mejor, a que dejaran de pecar, lo cual hacía en un lenguaje adaptado a sus interlocutores, pues lo que realmente buscaba era formar al otro para que ese otro transformara su vida. La tercera, que da vida y autenticidad a los dos anteriores, cuidando y estrechando su relación con Dios, su Padre, en quien encontraba su descanso, su fortaleza y el Amor que requería para hacer todo lo hacía en su cotidianidad. Aunque son pocos los pasajes bíblicos que hablan explícitamente sobre la vida espiritual de Jesús, son lo suficientemente contundentes para comprender que la comunión con su Padre era lo más importante para Él. Algunos de esos pasajes evidencian que Jesús buscaba espacios y momentos especialmente dedicados a su vida espiritual, al principio o al final del día se alejaba solo para encontrarse y conversar con su Padre4. Otros textos hacen referencia al quehacer religioso

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Esta comunión permanente puede verse en algunos de los siguientes textos bíblicos: Jesús dentro de su ministerio público orando, en: Mc 1, 35; 6, 46; 14, 32. Mt 14, 23. Lc 5, 16; 9, 28; 11, 1. Jesús dirige su oración a su Padre, en: Mc 6, 41; 11, 24. Mt 11, 25. Lc 6, 12. En algunos momentos trascendentales Jesús suplica a su Padre, en: Mc 7, 34; 15, 34; Jn. 17, 1.

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de Jesús asistiendo a la Sinagoga, cumpliendo con las obligaciones religiosas que la ley judía le indicaba y finalmente invitando a otros a cumplir los preceptos de la Torah5. Finalmente, otras perícopas revelan que la mejor manera que Jesús encuentra para expresar su relación con su Padre es en la cotidianidad de la vida, es decir, en una cena, en una conversación, en lo expresado por otra persona, en una situación alegre, en una situación difícil y en especial expresa su relación con Dios en su manera de relacionarse con los demás, en especial con los más pequeños6. El texto bíblico ofrece múltiples pasajes que permiten configurar la relación de Jesús con la formación y la importancia que ésta tenía en su misión salvadora7. Algunos textos explicitan momentos y situaciones en que Jesús se formaba, aprendía y crecía humanamente8. Otros pasajes muestran las múltiples ocasiones en que Jesús enseñaba al que no sabía, enseñaba al que no había entendido y enseñaba al que creía saber9. Los evangelios revelan también la manera en la cual Él enseñaba, haciendo un particular esfuerzo en colocar su mensaje en el lenguaje de sus interlocutores de manera que lo encontraran más cercano, comprensible y aplicable10. Enseñaba también con una autoridad mayor a la que da el simple conocimiento de las cosas, dicha autoridad seguramente encontraba su fuerza y sustento en la coherencia de vida y discurso de Jesús. En general, estos pasajes revelan también que la intencionalidad de las enseñanzas de Jesús no era el conocimiento en sí mismo, sino la sabiduría con su fuerza transformadora de la realidad personal y social.

aísla a quien la vive. Por el contrario, es una experiencia personal que lleva inmediatamente a salir de sí al encuentro con el otro, con los otros. En Jesús también es inspiradora su manera de conformar comunidad o de construir Iglesia, que no orienta sus esfuerzos para llegar a ser una gran institución, sino que busca conformar una comunión, una comunidad creciente capaz de comunicar la buena nueva que él mismo era y anunciaba. Por lo anterior, en este proceso de fundamentación del modelo pastoral del CPSFJ se hace necesario incluir los aportes que esta Iglesia milenaria puede hacer. En particular, se tomaron los siguientes documentos eclesiales: Sapientia Christiana: Constitución Apostólica sobre las universidades y facultades Eclesiásticas, Juan Pablo II (1979); Ex Corde Ecclesia: Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas, Juan Pablo II (1990); Evangelii Gaudium: Exhortación Apostólica sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual, Francisco (2013); Encíclica Lumen Fidei, Francisco (2013), Encíclica Laudato si, Francisco (2015). Estos documentos de la Iglesia aportaron un sin número de elementos para constituir la actual propuesta del Centro. A continuación se enumeran sólo algunos de estos:  Apertura a las diversas culturas. (Juan Pablo II, 1979).  Posibilidad de permear las culturas para iluminarlas con la luz de la revelación. (Idem).

Igualmente numerosos son los pasajes bíblicos que muestran el interés afectivo y efectivo de Jesús por los demás, en especial por aquellos que sufren algún tipo de debilidad o fragilidad, por aquellos que cuentan poco o nada para la sociedad en general y para los poderosos en particular11. Algunos de estos pasajes relatan las curaciones, las liberaciones, las resucitaciones y demás actuaciones en favor de la calidad de vida actual de las personas12. Otros textos muestran a Jesús atento al cuidado de los aspectos más cotidianos de la vida dando de beber, dando de comer, atendiendo las necesidades de las reuniones sociales y compartiendo con otros sus vidas y costumbres13. Pero sin duda, lo que más muestra la importancia que para Jesús tiene lo social, es en su comprometido, consistente y decidido esfuerzo por hacer respetar la dignidad humana y por la realización de la justicia en todos los escenarios y aspectos en los cuales ésta ha de estar presente14.

 Educación que armonice la riqueza del desarrollo humanístico y cultural. (Juan Pablo II, 1990)  Gestión de servicio (Idem 24).  Promoción de la justicia social (Idem 34).  Apertura a diversas espiritualidades (Idem 26).  Integrar la vida con la fe (Idem 36).  Compromiso con una Iglesia en salida15.

La experiencia de Jesús, aunque sin duda es una experiencia personal, no es una experiencia individualizadora que

 Audacia y creatividad en el ejercicio pastoral (Papa Francisco, 2013)

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Jesús era un conocedor de las escrituras y preceptos de la Ley, lo que le daba una autoridad frente a su pueblo, por eso dentro de los Evangelios podemos encontrar algunos pasajes donde Jesús enseñaba o actuaba dentro de las sinagogas, en: Mc 1, 21; Lc 2, 41ss 4, 15 ss, y en otros cumpliendo con las prescripciones de la ley Jn. 2, 13; 5, 1.

 Ejercicio pastoral que alcance a todos sin excepciones ni exclusiones (Idem 35)

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 Superación del adoctrinamiento y de la imposición por la fuerza (Idem)

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 Promoción de la dignidad humana como principio de fe (Papa Francisco. Encíclica Lumen Fidei, 54. 2013)

Dentro de su cotidianidad, Jesús manifestaba de manera permanente su unión plena con el Padre, es así que nos encontramos a un Jesús bendiciendo, en: Mt 11, 25. Lc 10, 21, y agradeciendo, en: Mc 8, 6. Mt 15, 36. Jn 11, 41. El ministerio de Jesús, se centraba en la enseñanza por esta razón los Evangelios nos muestran el rostro de Jesús Maestro. Aunque su enseñanza estaba presente en cada acción que realizaba, se encuentran pasajes bíblicos que resaltan esta actitud de Jesús, aproximadamente en Marcos aparecen 11 pasajes, en Mateo 9 pasajes, en Lucas 10 pasajes y finalmente en el evangelio de Juan 3 pasajes.

 Diálogo, apertura y unidad con otras expresiones religiosas. (Papa Francisco. Encíclica Laudato Sí, 7, 2015)

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Aunque ya hemos mencionado anteriormente algunas de estas referencias, donde Jesús aprende, escucha y reconoce las enseñanzas de otros, podemos resaltar las siguientes: Mc 10, 13; Mt 18, 1 - 5; 6, 25; 7, 28; Jn 8, 28

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La enseñanza de Jesús, no iba dirigida únicamente a quienes creían en Él, pues su mensaje era universal e incluyente, así encontramos en: Mc 12, 13; Jn 3, 1 - 2; Lc 7, 36; 14, 1 ss; 13, 31.

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Las parábolas hacían parte fundamental de la sencilla enseñanza de Jesús a su pueblo, utilizando elementos cercanos a los contextos donde enseñaba. Las siguientes son las referencias a las parábolas de Jesús, Mc 4,2; 4,10; 2, 19-20; 2,21; 13,28; 13,34-37; 3,27; 4,21; 8,15; 3,24; 12,1-9; 2,22; 7,27; 9,49-51; 4,31; 4,26-29; 4,320. Mt 15,15; 13,13-34; 22,1; 13,11; 9,15; 7,16-20; 12,33; 16, 2; 15,14; 24,28; 7,17-19; 18,12-14; 25, 32-33; 18,23-35; 6,24; 21,28-31; 25,1-12; 9,16; 11,16-17; 12,43-45; 24, 45-51; 22,2-14; 13,47-59; 24,32; 12,29; 13,24-30.36-40; 5,15; 13,33; 16,6.11-12; 5,14; 7,24-27; 12,25; 21,33-41; 9,37; 9,17; 6,22.33; 6,26-30; 15,26; 5,25-26; 7,9-11; 24,43; 13,52; 13, 45-46; 7,6; 15,13; 7,13-14; 7,3-5; 8,20; 5,13; 13,31-32; 13,3-23; 25,14-30; 13,44. Lc 8,10; 11,5-8; 5,34-35; 6,43-44; 12,54-57; 6,39; 17,37; 10,30-37; 15,3-7; 14,28-30; 7, 41-43; 16,13; 15,8-10; 5,36; 15,11-32; 16,1-8; 7,32; 11,24-26; 12,42-48; 13,6-9; 21,29-30; 14,16-24; 11,21-22; 16,19-31; 8, 16; 11,33; 13,21; 12,1; 11,17; 20,916; 10, 2; 5,37; 11,34-36; 12,24-28; 12,58-59; 11,11-13; 12,39; 18,9-14; 13,24-28; 6,41-42; 14,7-10; 9,58; 12,16-21; 14,31-32; 14,34-35; 13,19; 8,4-15; 17,7-9; 12,36-38; 19,12-27; 13,1-6.

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Para Jesús era importante la enseñanza sobre la justicia y la dignidad humana, es por esta razón que los relatos de los Evangelios resaltan estos dos aspectos dentro de su mensaje, en el Evangelio de Mateo 9 pasajes, en Lucas 6 pasajes, y finalmente en Juan se encuentran 3 pasajes.

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Algunos de los pasajes que evidencian, a Jesús curando, liberando, revivificando, podemos encontrar en los Evangelios, las siguientes citas bíblicas: Mc 1:23-28; 1:29-31; 1:32-34; 1:40-45; 2:1-12; 3:7-12; 4:35-41; 5:1-20; 5:25-34; 5:21-24,35-43; 3:1-6; 6:5-6; 6:32-44; 6:45-52; 6:53-56; 7:31-37; 8:1-10; 8:22-26; 9:14-29; 10:46-52; 11:20-26. Mt 8:14-17; 8:16-17; 8:1-4; 9:1-8; 4:24-25; 12:15-16; 8:5-13; 8:23-27; 8:28-34; 9:20-22; 9:18,23-26; 9:27-31; 9:32-34; 12:9-14; 14:13-21; 14:22-33; 14:34-36; 15:29-31; 15:32-39; 17:14-21; 20:29-34; 21:19-22. Lc 4:33-37; 4:38-39; 4:40-41; 5:1-11; 5:12-16; 5:17-26; 6:17-19; 7:1-10; 7:11-17; 8:22-25; 8:26-39; 8:43-48; 8:40-42,49-56; 11:14-15; 9:10-17; 9:37-43; 13:10-17; 14:1-6; 17:11-19; 18:35-43; 22:50-51. Jn 2:1-11; 4:46-53; 5:1-15; 6:1-15; 6:16-21; 6:22-25; 9:1-41; 11:1-44; 2:19-21; 10:17-18; 21:4-11

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Jesús compartiendo con otros en medio de su cotidianidad, lo encontramos en: Mt 6, 31; 9, 11; 11, 19; 12, 1; 12, 4; 14, 15; 14, 16; 15, 2; 15, 20; 15, 32; 25, 35; 25, 42; 26, 26. Mc 2, 16; 2, 26; 7, 2; 8, 1; 14, 14; 14, 18. Lc 5, 30; 5, 33; 7, 34; 14, 1; 22, 15; 24, 41. Jn 4, 8; 4, 31; 6, 31; 6, 58; 13, 18; 21, 5; 21, 12.

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Algunas de las citas bíblicas que muestran el perdón de Jesús, su justicia y misericordia, se encuentran en el Evangelio de Mateo en: 6:12; 6:14; 6:15; 9:2; 9:5; 9:6; 12:31; 12:32; 18:21; 18:35. En el evangelio de Marcos: 2:5; 2:7; 2:9; 2:10; 3:28; 4:12; 11:25; 11:26. En el evangelio de Lucas: 5:20; 5:21; 5:23; 5:24; 6:37; 7:47; 7:48; 7:49; 11:4; 12:10; 17:3; 17:4; 23:34

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 Búsqueda del bien común que presupone el respeto por la persona humana (Idem 157)

2.1.2 La Vida de Ignacio de Loyola

Otro fundamento importante en la definición de nuestro modelo pastoral es la vida de Iñigo López de Loyola y lo que ésta aportó a sus primeros compañeros así como a la conformación, desarrollo y realidad actual de la Compañía de Jesús y sus obras. Con respecto a la vida de Ignacio y tomando como fuente su autobiografía, se pueden señalar los siguientes aspectos relevantes: la experiencia de la bala de cañón con la que su vida se transformó, los Ejercicios Espirituales (EE), la fundación de la Compañía de Jesús y sus tres frentes apostólicos. La experiencia de Jesús para Ignacio es algo que surge y lo toma por sorpresa en medio de una vida dedicada a las vanidades del mundo (Autobiografía San Ignacio de Loyola). Iñigo era un hombre común y corriente de su época, tenía sueños y planes para realizarlos, lo cual lo había llevado a ser un caballero de la corte extendida del Rey Carlos I de España. Su proyecto de vida estaba marcado por el ideal del cortesano de la época, alcanzar gran honor y reconocimiento por su valentía y habilidad en las batallas, casarse con una mujer que le permitiera ascender en la escala social y ser más valorado entre los nobles de la época y acumular los suficientes recursos económicos que le permitieran la vida de lujos que expresarían y confirmarían su prestigio y éxito ante la sociedad. En otras palabras, era un hombre cortesano típico y promedio del siglo XVI, a quien en medio de su cotidianidad, ser herido por una bala le constituyó la experiencia vital que lo hizo más consciente de su vida interior y lo llevó a un encuentro personal y

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Nota: Las cualidades de una Iglesia en salida son: Una Iglesia misionera que primerea, que se involucra, que acompaña, que fructifica y festeja en medio de las realidades de aquellos con quienes trabaja. (Papa Francisco, 2013)

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profundo con Jesús, transformando así su vida e ideales.

fuegos” (Decreto 2 de la CG XXXV)

Esta transformación vital fue procesual, él no se hizo santo en un día, ni por leer un libro, ni por confesarse o ir a misa una vez. Esta transformación le supuso a él un proceso arduo de toma de conciencia de su vida interior, de estudio y conocimiento de su experiencia de fe, de discernimiento y compromiso creciente con el servicio a los demás y sobre todo de encontrar y entusiasmar a otros en aquello que para él había tomado suma importancia y que para la mayoría era simplemente accesorio o sin relevancia.

Ese amor por los demás que va contagiando a otros es lo que busca la acción pastoral de la Javeriana. Este amor plasmado en el cuidado, acompañamiento y trato que se le brinda a los participantes en nuestros espacios y experiencias, así como a todos los que tienen un contacto directo o indirecto con lo que allí se hace, es lo que más reconoce y valora la CEJ y también lo que más los entusiasma a hacer parte de este proyecto pastoral al interior de la Universidad.

La Comunidad Educativa Javeriana está constituida por personas comunes y corrientes de principios del siglo XXI, quienes tienen sus sueños, planes y proyecto de vida por los cuales están trabajando y esforzándose ya sea en su rol de estudiantes, de profesores, de administrativos o de egresados. Es por esto que el Centro se propone diseñar experiencias relevantes y significativas para ellos, en las cuales se pueda propiciar el encuentro con la experiencia de Jesús en cualquiera de sus múltiples formas. Además, el Centro reconoce la importancia de los procesos en su acción pastoral, por eso no se limita a ofrecer un sinnúmero de actividades aisladas, sino que busca articular experiencias vitales en procesos a mediano y largo plazo que faciliten a los participantes una progresiva comprensión de su propia dinámica interior y de su aplicación en la cotidianidad de sus vidas, todo esto con el debido acompañamiento y cuidado. Por su parte, la experiencia de Ejercicios Espirituales comienza cuando Ignacio decide iniciar un periodo de ayuno, penitencia y oración intensa en Manresa confrontada en las conversaciones con los monjes. En dichas conversaciones, descubrió la importancia de confrontar su experiencia interior con otros para ir discerniendo juntos. Posteriormente, al plasmar su experiencia en el libro de los EE, Ignacio iba proponiendo al ejercitante, de manera personalizada, las consideraciones, meditaciones y contemplaciones que más le ayudaran a su encuentro con Dios. Inspirados en esto, la propuesta pastoral de la Javeriana busca ser personalizada, no masiva. En los espacios y experiencias ofrecidas por los proyectos y programas del Centro se privilegia el contacto y comunicación personalizada con el ánimo de hacer un acompañamiento más adecuado y cuidadoso de los procesos de transformación que usualmente suscitan las experiencias ofrecidas. Los Ejercicios Espirituales le permitieron a Ignacio ir encontrando otras personas que se sumaron a sus sueños y los enriquecieron. Poco a poco varias personas fueron haciendo los Ejercicios y algunos de ellos se interesaron en hacer parte de ese proyecto existencial que surgía de estos y que Ignacio bien presentaba. Algunos, “los que más se querrán afectar y señalar” [EE. 97], quisieron ofrecer toda su vida para ayudar a construir ese Reino de Dios que habían experimentado vivo y presente. Otros valorando la gran importancia de lo experimentado, pero con compromisos previos que les impedían dedicar toda su vida a esta noble causa, deciden unirse y apoyar en la medida de sus posibilidades a aquel primer grupo de Compañeros que fue creciendo rápida y exponencialmente. Inspirados en lo que dio origen a la Compañía de Jesús, en el CPSFJ decidimos no sólo ampliar el equipo de planta, sino que sumamos a éste voluntarios profesionales, practicantes y voluntarios de los distintos estamentos de la comunidad educativa que constituyen hoy el equipo extendido del Centro, el cual se ha visto enriquecido y posibilitado de tener un mayor cubrimiento, impacto e influencia en la Universidad. También, con el mismo convencimiento de la importancia de trabajar con otros, es que en el Centro buscamos siempre la mejor manera de crear y dinamizar alianzas, sinergias, colaboraciones, trabajos conjuntos y apoyos de la comunidad educativa a lo que hacemos. Ignacio señala en el número 21 de los Ejercicios Espirituales sus tres objetivos fundamentales: vencer a sí mismo, ordenar su vida y determinarse por afectos ordenados. Estos tres objetivos colocan al ser humano frente a tres realidades en su vida. Todo ser humano tiene aspectos de su vida que es necesario controlar o modificar para evitar hacerse daño o hacerles daño a los demás. El contexto vital de toda persona requiere una constante atención para encontrar aspectos o situaciones susceptibles de mejora; afrontarlas y trabajar en estas lleva a constituir un entorno existencial más ordenado. El afecto, aparte de ser constitutivo de nuestro ser, es el motor fundamental de la vida humana, es lo que le permite a una persona colocar todo su ser en función de un objetivo noble e integrador que impulse su realización y plenitud existencial. San Francisco Javier, patrono de la Universidad, identificaba a la Compañía de Jesús con una Compañía de Amor. Sin duda, el santo misionero había tomado conciencia profunda de la importancia fundamental del amor en la vida de la Compañía y en la experiencia cristiana, por esto se sentía invitado a contagiarlo, “como un fuego que enciende otros

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Considerando lo anterior, el equipo del Centro diseña experiencias y procesos que le permitan a los participantes confrontarse sanamente con su realidad personal encontrando así aspectos por mejorar y maneras para hacerlo. Pretendemos que las personas puedan identificar el potencial de su afecto como esencia determinante de su manera de ser, estar y actuar en el mundo, así como de su modo de relacionarse con todos y todo lo que lo rodea. La definición de la Misión del Centro fue un proceso impulsado por el concepto de Magis. Así, sus líneas, programas y proyectos buscaron alinearse al fin para el cual la Universidad fue creada, fin que se expresa en su Visión, Misión y Proyecto Educativo. De la misma manera fue el Magis el que facilitó el proceso de reorganización interna y de alineación con otras unidades de la Javeriana que por supuesto comparten el mismo fin. Otro fundamento para la organización en las tres líneas de acción pastoral mencionadas surge de hacer una mirada a la historia del apostolado de la Compañía de Jesús a lo largo de estos casi cinco siglos. Desde sus inicios la Compañía buscó el bien de los demás para lo cual ofreció sus servicios espirituales y de asistencia social a la comunidad. Para ofrecer un mejor servicio los primeros compañeros identificaron la necesidad de formarse muy bien. Aparte de organizar cuidadosamente la atención espiritual de las almas y la asistencia a los desamparados, dedicaron un gran tiempo para definir y organizar la formación que todo jesuita debería tener. Este último aspecto, el de la formación, muy pronto fue reconocido por la sociedad en general y le piden a la Compañía abrir sus casas para la formación de los jóvenes de las ciudades donde estaban presentes. A partir de 1543 le piden a la Compañía que funde colegios para la formación de los laicos y prontamente, llega la apertura de las universidades. Es así como, en muy poco tiempo luego de su fundación, el apostolado de la Compañía de Jesús se desarrollaba en tres frentes fundamentales: el apostolado espiritual, el apostolado social y el apostolado educativo. Estos tres horizontes apostólicos no son aislados los unos de los otros, sino que se complementan entre sí en procura del mayor bien universal. Esto es lo que también ha dado inspiración a la conformación del CPSFJ en sus tres líneas: Saber y Espiritualidad, Saber y Responsabilidad Social Universitaria, y Saber y Formación Integral. Si la pastoral sólo se concentrara en lo espiritual, se correría el riesgo de convertirse en una pastoral parroquial; si sólo se concentrara en lo formativo, se tendería al adoctrinamiento; y si sólo se concentrara en lo social, se podría caer en el activismo. Si se extrae alguno de estos tres elementos, ya no se podría hablar propiamente de un Centro Pastoral de la Pontificia Universidad Javeriana. (Anex.os 1 y 2)

2.1.3 La Universidad

La Universidad es una institución importante en la historia de la sociedad. En efecto, es una de las formas a través de las cuales se atesora la riqueza cultural, científica, pedagógica y educativa de la sociedad y, especialmente, de una nación. Desde sus orígenes en la Edad Media siempre ha buscado responder a las necesidades de las diferentes sociedades, claro está, que si bien las necesidades por las cuales surgió tienen algún grado de diferencia con las actuales se pueden distinguir dos cualidades que perduran hasta el día de hoy. La primera cualidad gira en torno a las necesidades que atiende la Universidad. Inicialmente desde sus orígenes esta institución surgió para atender tres grandes necesidades que acuciaban a las agrupaciones humanas de aquella época: primero, cómo ordenar la innumerable cantidad de normas que desde el Imperio Romano habían sido producidas y que, en algunos casos, parecían contradictorias, lo que ponía en riesgo el orden social en las ciudades; segundo, cómo responder y justificar las grandes inquietudes que, en muchos casos, rebasaban las preocupaciones teológicas, ciencia que por aquellos días pretendía justificar a las demás ciencias; y tercero, generar una continuidad en los estudios de medicina. De estas tres preocupaciones iniciales se da origen a estudios de otro género, pues se diferencian las ramas y se extiende la “facultad de enseñar”, grano inicial que da origen a las “Facultades” (Anzola, 1976). Hoy en día esta cualidad de la Universidad persiste, ya que nace de la necesidad de la sociedad y como una forma de servicio a esta (Peña, 2016), por lo que busca “responder a las urgencias de justicia, de fe y religión, de salud y de educación” (Borrero, 2008, p. 526). Las necesidades de una sociedad siempre son y serán cambiantes, por lo que las

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respuestas de la Universidad también lo serán; no en vano de las tres facultades que dieron origen a esta institución, se ha dado paso a una mayor diversificación de Facultades que buscan seguir respondiendo a nuevas necesidades, a través de la formación de profesionales y de la investigación. Quizás, como lo sostiene Peña haciendo referencia a Borrero (Borrero citado por Peña, 2016), aunque en este proceso de origen de la Universidad existan otro tipo de motivaciones, estas “surgen porque confluyen una serie de factores que se vuelven origen de cada una de ellas, pero un factor siempre presente es, sin duda, lo social”, (Peña, 2016, p. 3) es decir, estas necesidades de la sociedad sin las cuales sería inconcebible comprender su forma de ser y proceder. Una segunda cualidad de la Universidad que persiste hoy en día gira alrededor de quiénes la conforman. Usualmente por sentido común suele asociarse a la Universidad con un campus, unos símbolos o unos conocimientos, pero se deja de lado lo esencial y fundamental de la Universidad: las personas. Desde su origen la palabra Universitas –con la que se denominaba a la universidad– se aplica a las personas y no a los conocimientos, su planta física o a sus símbolos (Anzola, 1976). “Se llamaba universitas a la totalidad de las personas que se dedicaban a un determinado oficio” (Mondolfo citado por Anzola, 1976, p. 12), esto, desde su aplicación cultural, no quiere indicar la totalidad de las ciencias y los estudios, sino por el contrario, indica la totalidad de los miembros del gremio –grupo de personas apasionadas por un determinado oficio que se asocian–, maestros y discípulos en una relación mutua y necesaria (Anzola, 1976). Así pues, también hoy en día lo más importante de la Universidad son las personas, que de por sí tienen diversos orígenes, conocimientos, creencias y posturas ideológicas, quienes en su conjunto conforman una diversidad que converge en una unidad: de ahí que la expresión termine en “dad”, lo que manifiesta unidad, cualidad o esencia; dicho de otra manera, hay un algo que a pesar de la diversidad de los miembros que conforman ese universo los une. Estos son los pilares que, junto al diálogo, la participación y la comunicación, contribuyen al desarrollo de la formación ciudadana y el desarrollo del pensamiento crítico, aspectos desde los cuales también la Universidad aporta al desarrollo de una mejor sociedad. En palabras de Hoyos, esto es lo que le daría una competencia comunicativa y un sentido de dignidad que fundamenta su servicio a la sociedad. La comunicación conforma una universidad crítica, abierta a los problemas del entorno, comprometida con la comunidad. La educación en valores comienza por asumir como valor fundamental de la convivencia el diálogo, que deja de ser mero medio pedagógico para convertirse en forma de participación y en propedéutica de apropiación de la gramática de lo político. Las estructuras comunicativas del mundo de la vida permiten vincular el pluralismo razonable y el consenso como etapas de un proceso de participación política y de génesis democrática del Estado social de derecho. Con esto la democracia participativa es a la vez vida de la sociedad civil, al reconstruir la solidaridad, y procedimiento para llegar a consensos y disensos de relevancia política, jurídica y constitucional (Hoyos, 2013, p. 12). La Universidad debe apostar por una formación de profesionales, hombres y mujeres comprometidos con el logro de una sociedad más justa, democrática, respetuosa y valorativa de la diversidad –como lo denomina Hoyos, pluralismo razonable–, que apueste por siempre tener presente a todos sus miembros, pero, por encima de todo, que desde el diálogo y la solidaridad, se pueda llegar a una visión renovada de la participación política y, por qué no decirlo, una búsqueda de consensos. Lo expuesto hasta aquí sobre la Universidad, se convierte en fundamento de la propuesta pastoral de la Javeriana. En particular en lo referente a:  el interés auténtico por las necesidades de la CEJ con el ánimo de ofrecerle experiencias y espacios que respondan a esas necesidades y así poder prestar un mejor servicio a la comunidad y a la sociedad en general; l  a flexibilidad de la oferta pastoral, con el ánimo de ajustarse al dinamismo propio de la universidad;  la comprensión de la Universidad como una comunidad de personas que comparten su interés por el saber, dónde la persona es lo esencial y la búsqueda del saber el factor cohesionante;  la importancia de acoger a las personas en su diversidad, para conformar una unidad enriquecida, una comunión;  la interlocución e interacción como medio de conocer, convivir, participar y construir el saber que transforma a las personas y a la sociedad;

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 y el sentido crítico que dinamiza los procesos de crecimiento personal y comunitario. Conviene en este punto pasar de los aportes de la Universidad como organización histórica a los aportes que ofrece, en particular, la Pontificia Universidad Javeriana a la fundamentación del CPSFJ. La Universidad Javeriana no nació creció y se consolidó a partir de la estructura que vemos hoy. La historia de la Javeriana es un sinfín de historias de luchas, dificultades y logros impresionantes que han afectado incluso la historia del país en muchos sentidos. Poder hablar de lo que es hoy, se remite a su origen humilde y sencillo, guiado por esa noble intención de acompañar y ayudar a las almas, el cual es uno de los objetivos fundamentales de la Compañía de Jesús. En la historia se puede ubicar el nacimiento de la Universidad Javeriana el 13 de Junio de 1623 cuando se considera que efectivamente la educación impartida por la Compañía, era una educación de calidad que además debía ser reconocida. Ese reconocimiento valió el trabajo y el esfuerzo que desde 1604 se iniciara el proyecto educativo con el colegio en Santafé, el cual fue la semilla de lo que es hoy la Universidad Javeriana. El periodo en el cual, como en otros tantos capítulos de la historia de la Compañía, marca a pesar de las circunstancias no un fin sino todo lo contrario un inicio, fue el comprendido entre 1767 a 1930. Se podría pensar que esa mal llamada suspensión de las actividades educativas de la Compañía de Jesús terminaría en definitiva con la apuesta jesuita de ser fieles a su doctrina y pensamiento con respecto de la educación, y que además fulminara por fin los ideales y el pensamiento tanto de Ignacio como de Javier. Pero muy fiel a su estilo, la Compañía se levantó en medio de las dificultades y a partir de 1930, no regresa al ámbito educativo desde su semilla, es decir desde el proyecto de un colegio, sino que se establece a partir de ese momento como Universidad Javeriana restaurada, cobijada en su Santo Patrono, el cual también, en medio de todo tipo de dificultades de la censura, el dolor y el tiempo permaneció firme en sus propósitos los cuales ya no son sueños u objetivos, sino que son un legado. Eso dice que la Universidad Javeriana desde su nacimiento, desde la prueba y la lucha ha forjado un carácter que la hace absolutamente distinta de todas las demás universidades que la circundan. Cada universidad desde su proyecto educativo, desde sus objetivos puede sin duda perseguir intereses comunes a sus pares educativos, e incluso podrían confundirse en términos, conceptos o discusiones sobre el cómo, el por qué y demás, pero la Universidad Javeriana tiene componentes, pilares y características que hacen que en todo sea muy diferente. Los proyectos educativos pueden fundarse desde pensamientos, corrientes o escuelas muy nobles, o incluso desde objetivos netamente pragmáticos, guiados en muchos casos por el afán o las necesidades de los tiempos. En la Universidad Javeriana se fundamenta su que-hacer riguroso, multidisciplinar, inclusivo, diverso, abierto, dedicado, juicioso y además transformador, desde la espiritualidad ignaciana, que es sin duda el que-hacer y la praxis que hace de la Javeriana algo distinto. Hablar de la Universidad Javeriana en éste sentido nos remite irremediablemente a sus tres horizontes fundamentales, que además soportan todo lo que se ha construido desde siglos, los cuales son, la docencia, la investigación y el servicio, estos tres horizontes que enmarcan esa praxis de la universidad, no fueron tomados al azar, no fueron producto de largas disertaciones en amplios salones, sino que son el reflejo de lo que conocemos como la Espiritualidad Ignaciana avocada al servicio de la educación. En este sentido, la Espiritualidad Ignaciana que permea todos los estamentos de la universidad debe entenderse como un proceso y no un proceso que lleva como tal a un fin o a un objetivo diferente al del aprendizaje y la apropiación. Este proceso de aprendizaje y apropiación es un continuo, no superado, y que además brinda de acuerdo a su avance nuevas posibilidades. La Javeriana está inmersa en su propio proceso, como institución aprende de sus errores y de sus aciertos y se sabe en continuo mejoramiento. (Espiritualidad Ignaciana: Una aplicación en la Pastoral Universitaria 2016) Esto no es más que una interpretación real y honesta de lo que pretende la Espiritualidad Ignaciana no solamente aplicada a la educación, sino también a las vidas que la conforman, porque la visión de la Universidad como claustro o como materia, en el sentido concreto de edificios y estructura, es la concepción más errada de lo que es Universidad.

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La Universidad, y en éste caso la Universidad Javeriana son las personas, las vidas que la conforman y que llevan el sello Javeriano en su vida, en sus relaciones con el otro y con la vida que se manifiesta y los rodea. La Javeriana es el proceso particular e individual en el cual estamos todos aquellos que la conformamos desde cualquier ámbito, desde cualquier estamento y desde cualquier posición. Todo aquel que tiene contacto con la Universidad Javeriana, es decir, con cada persona que la conforma, encuentra sin duda alguna que la diversidad, la particularidad, la apertura, el servicio, la disciplina, la interdisciplinariedad y la diversidad se encuentran, permean y además están de acuerdo en que los puntos de encuentro de cada quién son más importantes que la disputa y la división, que nos importa y nos interesa la persona, el ser integral y su pensamiento que aporta, que como personas y seres en procesos o etapas diferentes nos acompañamos y que además descubrimos en la docencia, la investigación y el servicio la manifestación de lo que nos hemos trazado como Javerianos en el camino del futuro, la transformación y la trascendencia. No son además, objetivos o fines diferentes a los que tanto Ignacio de Loyola, como Francisco Javier se trazaron en su proceso y forma de vida. Siguen siendo vigentes, plausibles y por demás válidos en los tiempos en los que vivimos. Cada etapa que ha cruzado la Universidad Javeriana en sus distintos procesos, dificultades, grandes logros y demás, han sido tan solo una muestra de lo que hace a ésta Universidad, entre las todas las demás Universidades un sello, una marca de excelencia, de humanidad, de avance, que somos Universidad, cada persona, cada vida, las que hacemos traspasar las fronteras tanto del pensamiento como las geográficas, cumpliendo así la máxima de nuestro himno, “ En marcha Javeriano, servir es siempre renacer”. Todo lo anterior ha sido marco e inspiración fundamental para el modelo pastoral que hoy se desarrolla en el Centro y que se puede sintetizar en: el acompañamiento y cuidado de las personas; el quehacer inclusivo, multidisciplinar y transformador; la visión procesual de la formación y el deseo de apropiación del conocimiento; la universidad como comunidad de personas; y una visión de futuro en la cual la transformación y la trascendencia son fundamentales. De otro lado, se ha mostrado en diferentes partes del texto que la Misión y Visión de la PUJ ha fundamentado la acción pastoral del CPSFJ, pero de la misma manera, el Proyecto Educativo y los Estatutos fundamentan el ser y quehacer del Centro hoy. Los siguientes son algunos de estos aspectos:  Esencialidad de la experiencia de Jesús en el ejercicio de las funciones universitarias (Javeriana. Proyecto Educativo No. 09 y Estatutos 8, 11, 42 y 60)  Compromiso con la formación humana y la transformación social como parte de sus currículos, así como con la apropiación social del conocimiento (Idem No. 14 a 16, 27, 34, 43 y Estatutos 6, 7, 9, 34 y 48).  Centralidad de la formación integral de todos los miembros de la Comunidad Educativa, la cual debe hacerse posible en los currículos, y el protagonismo del Medio Universitario para ese fin (Idem No. 01, 06, 07, 25 y Estatutos 7, 34, 35, 39-41, 44, 52-53, 63).  Importancia nuclear de las relaciones, en especial todas aquellas que configuran y enmarcan la relación profesor-estudiante (Idem No. 04 y Estatutos 32).  Enfoque personalizado y no masivo, que procura el cuidado y bienestar de todos (Idem No. 20 y Estatutos 35 y 37)  Necesidad del conocimiento y respeto de la Identidad de la Javeriana por parte de la CEJ (Idem No. 24 y Estatutos 18-21).  Comprensión de la Universidad Javeriana como una comunidad educativa que comparte sus valores identitarios y que busca el cumplimiento de su Misión desde el quehacer cotidiano (Idem No. 50 y Estatutos 18-21, 29, 32)  Una pastoral en relación estrecha con la Iglesia Católica y con la Compañía de Jesús (Estatutos 2, 3, 10, 15 y 17), pero completamente contextualizada en la Universidad (Idem 5, 12-15 y 24-28.

2.1.4 Visión holística y comprensión sistémica

A partir de la segunda mitad del siglo XX, la sociedad y la Universidad han venido afrontando nuevos retos. De una visión en la cual sólo había una forma imperante y particular de conocer y representar el mundo, paulatinamente se ha ido abriendo el paso a una visión en la cual la diversidad se ha empezado a erigir como un valor. Dicha diversidad se manifiesta en la emergencia de nuevos actores, movimientos, minorías, cosmovisiones, etnias, creencias, religiones, espiritualidades, ideologías, géneros, sexualidades y un largo –y desbordante a esta “sencilla” enumeración– etcétera. De cara a esta nueva realidad que se ha venido configurando, desde la Universidad se requiere de un abordaje que no sea simplificador, es decir, que no reduzca la realidad a la visión que, por mucho tiempo, imperó –y en algunas oportunidades sigue imperando– en la ciencia y en las instituciones educativas. Dicha visión simplificadora parte de “disipar la aparente complejidad de los fenómenos, a fin de revelar el orden simple al que obedecen” (Morin, 2007, p. 21), visión que llevada al extremo ha traído como consecuencia la segmentación, la disección, la hiper-especialización y la consecuente incomunicabilidad que ha ocurrido entre las diferentes ciencias, disciplinas y saberes. Así pues, esto representa un reto al interior de la Universidad, pues ante situaciones como la toma de decisiones institucionales, los procesos de investigación, la formación integral, el servicio, la docencia y los diálogos entre diferentes disciplinas –interdisciplinariedad y transdisciplinariedad–, se requiere de la activa participación de todos los miembros, entre los que, además, tienen un papel igual de importante actores como el Medio Universitario, lo administrativo y la extensión. Considerando la concepción de complejidad propuesta por Morin (2007), la consigna es abordar y conocer las diferentes realidades, tanto internas como externas a la Universidad, sin destruir los conjuntos y las interrelaciones, así como sin aislar todas sus partes de sus ambientes, ya que las realidades y sus problemas requieren un abordaje completo e integral; las diferentes facetas de la realidad, todas ellas indispensables, no se pueden dejar de lado. En este sentido, dos de los fundamentos de la manera de ser y proceder del Centro Pastoral radican, por una parte, en una visión holística y, por otra parte, en una comprensión sistémica. Con relación a lo primero, la raíz de la palabra “holística” proviene del Griego ὅλος (holos), que significa entero, completo, “todo”; pero además hace referencia a íntegro, entero y organizado. En suma, con este término se hace alusión a cualquier cosa, situación, fenómeno o evento que se aborda como “uno”, como complejidad o como un todo (Idem, 2007). Sin embargo, y con respecto a lo segundo, esta visión se enriquece desde una comprensión a partir de la cual ese todo, ese “uno”, sólo es posible gracias a una combinación, relación e interacción de los diferentes elementos que lo conforman, es decir, de una comprensión sistémica. Toda realidad conocida, desde el átomo hasta la galaxia, pasando por la molécula, la célula, el organismo y la sociedad, puede ser concebida como sistema, es decir, como asociación combinatoria de elementos diferentes. Es un todo que no se reduce a la “suma” de sus partes constitutivas (Idem, p. 42). En el Centro Pastoral San Francisco Javier se propende por verse y ver la Universidad como un Universo, como un ser vivo donde todas sus partes –sus células y órganos– son indispensables y forman una unidad. Pero esta mirada afinada que requiere la visión holística demanda además de una comprensión donde todas esas partes –unidades, centros, facultades, vicerrectorías, académicos, alumnos, administrativos, egresados, etc. –, por más “insignificantes” que algunas lleguen a parecer, son fundamentales para que la Universidad funcione adecuadamente y, así, pueda al cumplir su misión. Parafraseando a Pascal (Pascal, 2004; Morin, 2007), no podemos comprender a la Universidad –el todo– sin comprender a las partes y no podemos comprender a sus partes sin comprender a la Universidad. Igualmente, sabemos que la Universidad, este ser vivo autónomo y complejo, forma parte de otros universos y realidades sin los cuales tampoco podría comprenderse como Universidad: el barrio, la localidad, la ciudad, la región, el país, el continente, el mundo, entre otros. En este sentido, en el Centro se comprende la realidad como algo complejo, pero entendiendo “complejo” desde otra perspectiva, ya que habitualmente suele entenderse como algo difícil y sin fácil solución. Por el contrario, y ateniéndose a la raíz de este término, se comprende la complejidad como un tejido “–complexus: lo que está tejido en conjunto– de constituyentes heterogéneas inseparablemente asociadas” (Idem, p. 32), o lo que es lo mismo, como una tensión entre lo uno y lo múltiple. Con base en esta comprensión de la complejidad en el Centro se apuesta por dos principios: Principio Dialógico: se concibe un mundo diverso como la Universidad, donde existen antagonismos,

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complementariedades y multiplicidad de actores y posiciones, como un potencial para tender puentes, generar encuentros y favorecer el diálogo con miras a construir juntos. En estos encuentros no se busca convencer, ni imponer o hacer apología a determinados puntos de vista; por el contrario, se busca enriquecer las perspectivas, valorar la diferencia, así como abrirse a los otros y a lo otro (Peña, 2015) con miras a generar un espíritu de acogida y hospitalidad. No en vano, el equipo del Centro es un fiel reflejo de lo que es la Universidad, pues sus miembros son de diversas disciplinas y espiritualidades; es un equipo que respeta, se enriquece y valora esa diversidad (Informe de Gestión 2013-2015), en últimas, un equipo que busca, al igual que la universidad, ser unidad en la diversidad (Peña, 2016). Principio de Recursividad organizativa: este principio se entiende como un proceso en el cual “los productos y los efectos son, al mismo tiempo, causas y productores de aquello que los produce” (Morin, 2007, p. 106). El equipo del Centro valora y confía en las personas que participan en sus experiencias, por ello, se cuenta con un “equipo extendido” conformado por personas, que en su gran mayoría han participado de alguno de los espacios ofrecidos en el Centro, estas personas voluntariamente deciden vincularse “como facilitadores, acompañantes o formadores en las diferentes experiencias que el Centro ofrece a la comunidad educativa” (Informe de gestión, 2013-2015, p. 7). Igualmente, los miembros del equipo también se benefician de las diferentes oportunidades que la Universidad ofrece para seguir formándose, lo cual les permite seguir cualificando sus habilidades y, de esta manera, puedan seguir ofreciendo un mejor servicio a la comunidad. En suma, para el logro de la Misión del Centro se cuenta, por una parte, con aliados que han pasado por sus espacios de formación y, por otra parte, hay un beneficio al participar de los diferentes espacios y posibilidades que ofrece la Universidad. Para el cumplimiento de su Misión, la Universidad necesita de una parte como lo es el Centro Pastoral e, igualmente, para el cumplimiento de su Misión el Centro necesita del todo, es decir, de la Universidad. Otros elementos que enriquecen esta fundamentación, pueden verse en los anexos 1 y 2 que presentan las ponencias del director de pastoral en el panel de espiritualidad ignaciana y universidad en el marco del programa de formación Cardoner: Sentido Javeriano. El primero, presentado por primera vez el 6 de octubre de 2014 y por última vez, con leves modificaciones en el texto, el 27 de julio de 2015. El segundo presentado por primera y única vez el 8 de febrero de 2016.

2.2 Conceptos A continuación se presenta el planteamiento de algunos conceptos fundamentales que han favorecido un lenguaje común al interior del equipo del Centro y empieza, en algunos casos, a ser un lenguaje común compartido con otros miembros de la CEJ. Este documento no pretende una presentación exhaustiva de todos los conceptos manejados en la gestión pastoral, sino la selección de algunos de los más importantes. De otro lado, tampoco se pretende presentar a profundidad cada uno de los conceptos, sino ofrecer el planteamiento de los mismos en sus líneas básicas. Pastoral: en el Centro se comprende la pastoral desde el concepto bíblico-teológico del Buen Pastor. Es por esto que la principal fuente de comprensión de la acción pastoral surge de observar, comprender y apropiar el actuar de Jesús, el buen pastor. El evangelista Juan en su décimo capítulo presenta a Jesús identificándose como el buen pastor y señalando algunas de las cualidades de ser pastor (Juan 10, 1-21). Las siguientes son las más inspiradoras del modelo pastoral de la Javeriana: ofrecer una voz confiable que convoca y es escuchada; ir adelante, ser pionero y abrir caminos para que quienes los sigan los encuentren allanados y seguros; dar vida en abundancia, dar la vida con generosidad en favor del bien de los otros y hacerlo libre y amorosamente; conocer a la comunidad educativa y permitir que ella conozca al centro pastoral, a la manera que Dios nos conoce a todos; y finalmente, acoger y cuidar a todos sin excepción, a católicos y no católicos, a javerianos y no javerianos, etc., comprendiendo que hay un llamado a ser una sola comunidad y un solo pastor. Ignacianidad: hablar de ignacianidad o de espiritualidad ignaciana es hablar de un estilo de ser y de estar en el mundo. Es una experiencia existencial procesual que respetando la diversidad y particularidad dinamiza procesos, personales y comunitarios, de transformación orientados a lograr una vivencia más honda, plena feliz y amorosa de la cotidianidad (Peña, 2014) La ignacianidad tiene su origen en una experiencia espiritual, la de Ignacio de Loyola, la cual él va plasmando por escrito en lo que se constituye posteriormente como el libro de Ejercicios Espirituales (EE). Allí, el ejercitante conoce

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internamente al Señor, lo cual lo lleva a más amarlo y seguirlo [EE 104], es decir, lo lleva a vivir como Él. Fruto de la experiencia de los EE es que el ignaciano adquiere un modo de proceder particular, expresado en la vivencia del Magis [EE 23] y en el triple reconocimiento de todo el bien recibido, de la habitación y acción permanente de Dios en toda su creación y de su comunicación amorosa y total con el ser humano que lo va llevando a en todo amar y servir [EE 230-237]. El discernimiento como dinámica fundamental de la Espiritualidad Ignaciana corresponde al continuo llamado a la reflexión de la experiencia personal, para poder discernir a dónde nos lleva el espíritu de Dios e interiorizar el significado y sentido de la propia vida. La espiritualidad ignaciana da a conocer un método de introspección espiritual que forma a quien lo vive y lo compromete con la transformación de su entorno. Lo ignaciano es encontrar la manera de llevar la contemplación y el amor a formas concretas de acción y servicio en favor de los demás. (Peña, 2014) Católico: la comprensión compartida en el Centro del término “católico” parte del significado original del mismo en griego: Kαθολικός, entendido como universal, que todo contiene y que todo comprende; es la relación que permea nuestra vida y lleva a un permanente llamado al encuentro con el otro, en todos los lugares, en todas las culturas, en todos los contextos, en todos los tiempos. Kαθολικός refiere a algo o alguien que trasciende en la historia y que deja su huella en la existencia de los demás. Es asumir permanentemente el compromiso y la misión de Jesús “Vayan, pues, y hagan discípulos a todos los pueblos: bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos” (Mt 28, 19 – 20) Asumiendo esta universalidad, se pueden encontrar puntos de diálogo comunes donde, al igual que los discípulos de Jesús, se va construyendo en unidad un proceso de conocimiento diario y un sentido de apropiación, lo que lleva a asumir la misión de Jesús y la identidad como Centro Pastoral. Se puede hablar, entonces, de un universo personal, que entra en contacto con otros universos, viendo en la comunidad que se construye en el Centro el lugar privilegiado donde actúa Dios de manera permanente dentro de las propias cotidianidades, suscitando un sentido de la existencia, en primer lugar, de la propia existencia, para que de este modo, se pueda salir al encuentro de momentos de crecimiento colectivos. El ser católicos, desde el concepto universal, revela los signos de la presencia de ese Espíritu entregado por Jesús y que permanentemente está en comunión con el Padre, amando y respetando los carismas y formas de vida diversas que se encuentran en la Universidad, sin perder de vista el objetivo primero de unión fraterna. En este sentido, el ambiente universitario se constituye en una experiencia de catolicidad donde se descubren identidades que pueden entrar en diálogo a través del compartir experiencias diversas y diversificadoras. Se descubre así una variedad de realidades (culturas, comprensiones del mundo y la humanidad, teologías, diversas espiritualidades y de fe) que, puestas en común, ayudan a la construcción de una comprensión universal donde todos tienen un rol protagónico, donde nadie puede ser marginalizado y donde se generan nuevas comprensiones en las cuales todos tienen una participación real. Universidad: el equipo del Centro comprende la universidad como la totalidad de personas que, a pesar de su diversidad, convergen en una unidad, en un universo, en un todo. Esto en el sentido del término latino universitās que significa, por una parte, uno, universo, totalidad; pero, por otra, en el contexto en el cual surgió la Universidad como institución significa totalidad de personas que se dedican a un oficio. En el aparte 3.1.3. se dieron más elementos sobre la comprensión de Universidad compartida en el Centro. Saber-Sabiduría: “La Sabiduría se construyó una casa-Sapientia Ædificavit Sibi Domum”, remitirse al concepto del saber o de la sabiduría desde una perspectiva clásica conceptual (sapĕre - ἐπιστήμη) nos remite irremediablemente, sin distinguir la fuente, al conjunto o habilidades propias del hombre que se manifiestan en un saber específico adquirido por diferentes vías y que es puesto en práctica para un fin determinado. Pero el lema de la Universidad Javeriana, nos remite a una definición que trasciende dichos postulados. La sabiduría se construyó una casa hace referencia a un pasaje bíblico que se encuentra en el libro de los Proverbios

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del rey Salomón, capítulo 24, versículos 3 y 4. Según la Biblia de Jerusalén dice: 24:3 Con la Sabiduría se construye una casa, y con la prudencia se afianza; 4 Con la ciencia se llenan los cilleros de todo bien precioso y deseable. No es la intención hacer una interpretación exegética de la cita, pero cabe resaltar que el lema de la Universidad no está en concordancia del tiempo verbal tal y como dice la escritura, porque en la escritura está en el futuro, pero el lema Javeriano habla de una construcción en el presente. La sabiduría y el saber son una construcción constante y permanente que en el caso de la Universidad Javeriana se hace desde un lugar y un contexto determinado, es un proceso constante que se retroalimenta de sus propios productos y avanza en esa construcción hacia la trascendencia, con los insumos propios que se evidencian en ése que-hacer, tales como la trans-disciplinariedad, la diversidad de saberes y la apertura del aprender a aprender, que es un rasgo muy importante en la actitud ignaciana del conocimiento, porque la Espiritualidad Ignaciana se concreta y potencializa en la relación con otros seres (Espiritualidad Ignaciana: Una aplicación en la Pastoral Universitaria, 2016) y desde ésta perspectiva, es una construcción de saber lo que se hace en estas relaciones. La sabiduría es conocimiento hecho vida. El saber es el camino que se va recorriendo en la búsqueda de la verdad. Espiritualidad: se entiende como la capacidad que tiene todo ser humano de trascender en su vida, en su relación con los otros y con lo otro, con el fin de ser cada vez más auténtico frente a su proyecto de vida (ACODESI, 2003). La espiritualidad no se limita únicamente a concepciones religiosas o confesiones de fe específicas, pues el equipo del Centro Pastoral valora la diversidad que permite una construcción colectiva, que al estilo de San Ignacio de Loyola, asume un compromiso real desde los contextos propios de vida. De esta manera, se une el concepto de espiritualidad con el de otredad, buscando en la diversidad y existencia del otro, alimentar y trascender dentro de la propia identidad, constituyendo así una riqueza que permite aportar a otros en la búsqueda de su propio camino de transcendencia. Un camino trazado y acompañado por el Espíritu (pneuma), ese viento, ese hálito de vida que se hace presente en la historia humana, y conduce a la transformación y re-significación de la propia espiritualidad y existencia. Es Dios hablando y manifestándose permanentemente en categorías humanas, haciendo en cada instante vida el Evangelio, actualizando a través del reconocimiento de la propia espiritualidad su Palabra, para dar respuestas pertinentes y asertivas a los desafíos del mundo hoy. La espiritualidad, como se comprende en el Centro, invita a la trascendencia sin desmeritar la realidad propia en la que vive inmerso cada individuo. Asume la realidad como proceso inicial que conduce a las personas al encuentro personal, íntimo y, a la vez comunitario y compartido de lo que es esencial para la vida y de lo que se constituye en principio y fundamento de la existencia. Así visto, el concepto de espiritualidad pasa por encima de las excepciones y marginaciones que los conceptos religiosos pueden llegar a causar y se envuelve en la idea de asumir al hombre y la mujer en su totalidad, respetando sus opciones e identidades y acompañando sus procesos liberadores.

aleja precisamente la integralidad del ser, que al igual que el concepto de Universidad, es una diversidad dentro de un todo. La apuesta de la Javeriana y desde el CPSFJ, es aportar a la formación de seres integrales, desde su diversidad, universalidad, diferencia e inclusión en torno al camino de la construcción de dicho ser. La construcción del conocimiento y de la formación como tal desde la perspectiva ignaciana sigue siendo un proceso y así debe ser, entonces la Formación Integral ha de organizarse con un carácter progresivo constante. Si la Universidad y el Centro Pastoral siguen asumiendo el reto de apostar a la formación de seres integrales entonces la trascendencia y la transformación seguirán avanzando hacia las nuevas etapas que exige la historia con su comunidad. Responsabilidad Social Universitaria: A partir de la experiencia que desde el CPSFJ se ha consolidado, se entiende la Responsabilidad Social Universitaria como un modelo que favorece el desarrollo de las funciones sustantivas de la Universidad con miras a contribuir en la transformación social del país. Así, la docencia, la investigación y el servicio se encaminan a contribuir a la apropiación social del conocimiento y al desarrollo humano sostenible a través de procesos de largo aliento co-gestionados y participativos entre integrantes de la Comunidad Educativa Javeriana y miembros de comunidades con desafíos sociales. Ello desde un planteamiento interdisciplinario, que reconozca el saber local y tradicional, para analizar los problemas y las potencialidades que vive nuestra sociedad, y desde ahí construir alternativas para la transformación. Así, por medio de los programas y proyectos de la línea se invita a los estudiantes, profesores, administrativos y egresados a vivir procesos de conocimiento de sí mismos, de los otros y de la realidad social, para desde ahí, desarrollar y acompañar procesos de cooperación social. Estos procesos convocan el desarrollo de innovaciones pedagógicas que descentren el proceso de enseñanza – aprendizaje al interior de un aula de clase, y de nuevas formas de producir conocimiento en la Universidad, invitando a la Comunidad Educativa Javeriana a reconocer, leer, vivir y transformar sus entornos de manera cada vez más pertinente, situada y reflexiva. Formar los mejores para el mundo implica asumir la responsabilidad de ir más allá de formar, en el campus, profesionales que luego se enfrentarán al mundo. Para ser los mejores para el mundo, su formación debe darse en medio del mundo y no en el limitado espacio de un campus universitario o incluso de un salón de clase. Ser los mejores para el mundo, requiere conocerlo y formarse en él. Académicos: la palabra academia, de origen griego, significaba antiguamente sociedad, escuela de filosofía en Atenas, que se reunía en un jardín legado para este objeto por el mecenas Academo. Los italianos fueron los primeros que instituyeron semejantes sociedades en la época del renacimiento de las letras. La Academia de la Crusca se fundó en el siglo XVI. En poco tiempo se fundaron otras en todas las ciudades de Italia dedicadas al cultivo de las ciencias (Tomado de: http://biblio3.url.edu.gt/Libros/dic_fi.pdf)

Formación Integral: éste término parte de una concepción y comprensión del ser humano como una integración de muchos aspectos complementarios e interrelacionados entre sí que componen o configuran su existencia.

La academia como la universidad es un punto de encuentro de personas, que convocadas por un fin específico en éste caso el saber, el conocimiento como proceso en continuo movimiento, se relaciona. Sería muy sesgado afirmar que la academia la componen los académicos, el cual es un término que deriva de la definición anterior, es decir, un grupo reducido de personas. Cuando hablamos de académicos debemos tener una amplitud en el término, en el concepto.

Sin embargo, al hablar sobre Formación Integral se hace necesario tener en consideración lo que dice el padre Gerardo Remolina, S.J. en su artículo reflexiones sobre la Formación Integral, publicado en la revista Orientaciones Universitarias No 19, donde afirma que el uso demasiado frecuente y reiterativo de ciertas expresiones, en éste caso puntual “Formación Integral”, termina por vaciarlas de sentido y convertirlas en slogans totalmente vacíos. (Remolina, 1998).

Los académicos son entonces todas las personas que se encuentren dentro de la academia. Llámese docentes, profesores, investigadores, estudiantes, personal administrativo, de apoyo, o cualquier tipo de persona que se encuentre dentro de la comunidad que comparte el espacio de la academia, concretamente en éste ejercicio, la Universidad.

Desde la perspectiva Ignaciana, se concibe al ser humano como un ser integral y a partir de esa concepción, la formación que debe recibir éste ser, es sin lugar a dudas una formación de acuerdo a su integralidad. Se debe también entender que la humanidad se concreta, y manifiesta a partir de escenarios complejos que son permeados por la historia y su avance. En este sentido reflexionar por consiguiente, sobre la formación, exige que cada época se interrogue críticamente acerca del modelo de humanidad, de sociedad y de cultura que desea realizar, para contrastarlo con el que de hecho está implementando. Es decir, implica una seria reflexión ética y moral como algo absolutamente imprescindible (Idem).

La academia en sí misma no es el espacio que remite a la definición del concepto, la academia desde la perspectiva Javeriana, es la comunidad de personas que la componen, que se relacionan desde sus historias de vida, llenas de aprendizajes y saberes que comparten y acompañan los procesos y los espacios en los que está inmersa la Universidad y que además crea para su desarrollo constante. Los académicos son entonces todos aquellos que comparten y conforman el espacio, en un tiempo determinado con un objetivo específico, enmarcado en el diálogo de saberes y además en la construcción de conocimiento.

La formación integral desde una perspectiva teórica intenta dividir al ser que recibe o transita dentro de la Formación Integral en diferentes estadios, partes o dimensiones de los cuales puede llegar a componerse, pero esta perspectiva

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Magis: la palabra Magis es de origen latino. Su significación está vinculada al “más”, a “lo mayor”, “lo mejor”, pero no desde el punto de vista de la competencia o simple superación, sino respecto al servicio que se hace. El Magis ignaciano es, por tanto, comparativo y no superlativo. Es decir que, partiendo de un nivel determinado, se puede

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experimentar un avance sobre ello, una cualificación. El Magis como punto fundamental y característico del carisma ignaciano es planteado por Ignacio en el Principio y Fundamento como lo que impulsa al Ser a desear y elegir lo que más lo conduce al fin por el cual es criado (EE 23) y lo expresa particularmente en las Constituciones de la Compañía de Jesús, en el número 52 como la “mayor alabanza y gloria de Dios nuestro Señor”. El Decreto 26 de la Congregación General 34 de la Compañía de Jesús, hace la siguiente descripción: “El magis no es simplemente una más en la lista de las características del jesuita. Las impregna todas. La vida entera de Ignacio fue la búsqueda de un peregrino hacia el magis, la siempre mayor gloria de Dios, el siempre más cabal servicio de nuestro prójimo, el bien más universal, los medios apostólicos más efectivos”.

3 Lo que hacemos y queremos hacer – nuestra misión y horizonte común Esta parte presenta la plataforma estratégica del CPSFJ, expresada en su misión, objetivos, acuerdos internos y visión.

3.1 Misión El equipo del Centro, recogiendo en su reflexión lo anteriormente presentado y con el propósito de alinear más su aporte a la realización de Misión de la Javeriana, reformula su misión de la siguiente manera: Somos un grupo de seres humanos que, formados en distintas disciplinas e inspirados en la Espiritualidad Ignaciana, contribuimos a comunicar la experiencia de Jesús y aportamos a la realización de la Misión y de la Visión de la Pontificia Universidad Javeriana. Ofrecemos espacios y experiencias que dinamizan en los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana procesos de formación integral y de transformación social, orientados a favorecer la integración de su experiencia espiritual en la vida cotidiana. Aportamos así al logro de una sociedad justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana.

3.2 Nuestras apuestas Las siguientes son las apuestas fundamentales que han orientado la acción pastoral del CPSFJ en los últimos años y que se han constituido en los objetivos alcanzables y permanentes, necesarios para la realización de la misión del Centro.

adoctrinadora, que salga al encuentro más que esperar a que vengan, de espacios abiertos y flexibles más que de grupos, que ofrezca procesos formativos más que la realización de actividades aisladas y que siempre construya con otros. 7. Procurar una gestión pastoral y administrativa orientada a la planeación, a la calidad, a la pertinencia en la ejecución, a la evaluación y a la sustentabilidad como estrategia de mejoramiento continuo.

3.3 Acuerdos internos Para realizar la misión y objetivos del CPSFJ, se requiere generar al interior del Centro un entorno como el que se pretende formar e invitar a transformar. En otras palabras, se requiere vivir lo que se quiere formar y generar cotidianamente aquello en lo que se quiere transformar la sociedad. En razón de lo anterior, se hizo necesario hacer un trabajo al interior del equipo del Centro con el fin de generar una cultura de trabajo colaborativo, centrado en las personas, integralmente sustentable, orientado a alcanzar el MAGIS y fundamentado en el modo de proceder de Jesús. En el 2013 se inició un proceso de formación del equipo, con el acompañamiento de unos asesores externos, para favorecer las dinámicas internas y el proceso de cambio afrontado por el Centro. En ese momento se abordaron temas de integración, fortalecimiento, comunicación y trabajo colaborativo. En el 2014, se favoreció el conocimiento y reconocimiento de las cualidades y capacidades de los miembros del nuevo equipo. Adicionalmente, acogiendo la sugerencia de los asesores externos, el equipo asume su propio proceso de cuidado, formación, facilitación y acompañamiento. En el marco de estas actividades se generaron dentro del equipo, acuerdos con el propósito de trabajar en sí mismos como personas y como equipo para así poder trabajar con otros. Posteriormente, en una reunión semestral del equipo de coordinación en el 2015, se ve la necesidad de consolidar los acuerdos construidos hasta el momento, que buscaban aportar a la conformación de una cultura propia de trabajo al interior del equipo y que lo diferenciara de otras dinámicas de grupo presentes en la Universidad. Finalmente, en el 2016 se decidió incluir algunos acuerdos que venían explicitándose, pero que no estaban en la lista oficial de acuerdos. Dichos acuerdos que en su inicio fueron cuatro se fueron desplegando y enriqueciendo en distintos momentos a largo de tres años y medio hasta llegar a los veintitrés actuales que quedaron establecidos de la siguiente manera: MOMENTOS

POTENCIAR …

TRANSFORMAR …

Sorprende y déjate sorprender

Lo mismo de siempre

Salva la proposición del otro

Condenar al otro

2013 Sé más obras que palabras Cuatro acuerdos Asesores externos Podemos construirlo juntos

Sólo discursos y promesas Solo puedo más

1. Comunicar asertivamente la experiencia de Jesús en el contexto de la Universidad. 2. Cualificar y hacer cada vez más pertinente y estratégico su aporte a la realización de la Misión, Proyecto Educativo y Visión de la Javeriana. 3. Inspirar e inspirarse en la espiritualidad ignaciana y en el modo de proceder que de allí subyace. 4. Desarrollar una acción pastoral con carácter universitario. 5. Crear, planear, desarrollar y evaluar espacios y experiencias que dinamicen procesos de formación integral y de transformación social que les permitan a los miembros de la comunidad educativa javeriana integrar a su vida cotidiana su experiencia espiritual. 6. Propiciar un modelo pastoral que busque una interacción personalizada más que masiva, inspiradora más que

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Ser un grupo diverso, que respeta y valora esa diversidad Tener alta capacidad para improvisar y adaptarse Estar preparado para auto facilitarse 2014 Siete acuerdos Promover el flujo creativo Asesores externos Ser un equipo que se reta y se auto retroalimenta Tener diversas experiencias personales que promueven el crecimiento colectivo Estar dispuesto a… 2015 Tres Ejes de Formación DEVIDO

2016 Inclusión de acuerdos no explícitos.

Resistencia al cambio Esperarlo todo de los demás

Autonomía/Autogestión

Independencia/Dependencia Hablar de las personas Ver todo como problema que otros deben solucionar Facilismo

Discernir Transparencia

Entrar en el juego de la muerte, la desgracia, el mal Seguir el consejo de los impíos Secretismo y encubrimiento

Bien más universal

Intereses personales

competentes

y

En esta parte se presenta la conformación del equipo, la estructura organizacional básica y los principios administrativos del Centro.

Conformismo, justificación

Vioagradable Ambiéntate Conexión Yo-Tu

Ser más colaborativos

4 Quienes somos y cómo nos organizamos – Conformación del Equipo y Estructura Organizacional del Centro

Tradicionalismo

Vivir lo mismo repetido cada cierto periodo de tiempo y sin perspectiva del otro Ni una cosa, ni la otra, sino todo lo contrario Consumir, depredar Desarmonizar Egocentrismo

Hablar con las personas 2015 Consolidación Ser parte de la solución de todos los acuerdos. Compromiso Reunión semestral de coordinación. Optar por la vida, la felicidad, el bien y

Tendencia a uniformizar

Competición

Los acuerdos creados y trabajados desde el 2013, han formado e invitado a transformar y a sentir los procesos desde la propia experiencia humana, también han contribuido a que los integrantes del Centro se hayan caracterizado por lo allí consignado en sus relaciones al interior y al exterior del equipo. Los acuerdos se convirtieron en una base fundamental para tener claro lo que se hace como Centro y para seguir reafirmando su propuesta de formación del ser humano integral.

4.1 Las personas El equipo humano del CPSFJ es lo que dice el primer párrafo de su Misión. Es un grupo humano diverso, interdisciplinar, con un alto grado de apropiación del modo de proceder ignaciano, que contribuye a comunicar la experiencia de Jesús a los miembros de la CEJ y que contribuye también a la realización de la Misión, Proyecto Educativo y Visión de la Javeriana. Es un equipo diverso, como diversa es la Universidad. Es por esto que su interlocución e interacción con los equipos de otras unidades se ha estrechado y cualificado mucho. La diversidad del equipo también le ha permitido estar constantemente frente a los desafíos que trae el crear y construir con otros que son diferentes, pero con los que se tiene un objetivo, visión u horizonte común. Es interdisciplinar, como está llamada a ser la Javeriana. Sus tres líneas de acción pastoral, aunque están profundamente relacionadas entre sí, requieren conocimientos formales y experiencia específica para llevar a buen término los proyectos y objetivos que se proponen. Es así como la interdisciplinariedad no es sólo un tema de interés o un propósito para el equipo del Centro, ésta es la forma en que desarrollan su trabajo cotidianamente. Es un equipo que se esfuerza en comprender y apropiar el modo de proceder ignaciano, en el cual encuentra fundamentos prácticos para dinamizar y acompañar procesos formativos con las personas y equipos de las distintas unidades de la Universidad. Lo ignaciano, más que un discurso aprendido es y ha de ser cada vez más, una forma común de vivir y relacionarse con los demás y con lo demás; la cual favorece una creciente identidad común, que se basa en una clara y cada vez más profunda autenticidad y expresión de la esencia propia. Aunque todos en el equipo no son católicos, el compromiso por comunicar la experiencia de Jesús es evidente y va más allá de un deseo de transmitir ideas, creencias o doctrinas. Se consolida en la comunicación existencial de las actitudes y acciones más propias de Jesús en su vida personal, pero sobretodo en su manera de relacionarse con los demás, en especial con los excluidos, los marginados, los pobres, los débiles y los que sufren algún tipo de fragilidad. Este equipo comparte también un horizonte común, una visión de presente y futuro que alinea sus esfuerzos y realizaciones en favor del cumplimiento de la Misión, Proyecto Educativo y Visión de la Javeriana. Son conscientes de su papel y ubicación dentro de la Universidad y por lo mismo de las responsabilidades que tienen para co-construir lo que la Universidad se propone. El equipo humano del Centro está conformado y organizado en las siguientes tres instancias:  Equipo de Planta. Son las personas que tienen un contrato de trabajo con la PUJ. Entre estos hay dos grandes grupos. El primero está conformado por los Profesionales de Pastoral quienes llevan adelante toda la acción pastoral desarrollada por el Centro. Algunos de éstos han asumido una responsabilidad adicional y temporal de coordinar una línea, un programa o de liderar un proyecto. Un segundo grupo es el equipo administrativo del Centro quienes brindan el apoyo y soporte logístico y administrativo a los Profesionales de Pastoral para el excelente desarrollo de la gestión pastoral del Centro16.

3.4 Horizonte – Visión Ser una pastoral javeriana que vive lo que forma y que genera lo que busca.

 Vinculados. Son las personas que tienen un acuerdo de voluntades o de formación con la PUJ. Los primeros son los Voluntarios Profesionales, quienes por un año aportan de manera voluntaria su tiempo, trabajo y talento a alguna de las Líneas del Centro y de acuerdo a unos términos de referencia previamente establecidos.

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Las responsabilidades y funciones de cada uno de estos cargos se puede consultar en las cartas descriptivas construidas con la Dirección de Gestión Humana y con la Oficina de Organización y Métodos.

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Los segundos son los Estudiantes en Práctica, quienes por un semestre académico desarrollan su práctica profesional en alguno de los equipos del Centro aportando sus conocimientos, habilidades y talentos, mientras continúan su proceso formativo acompañados por algún miembro del equipo de planta.  Equipo Ampliado. Son las personas que apoyan voluntariamente al Centro en sus espacios, experiencias y procesos, ya sea como facilitadores, acompañantes, animadores y formadores. Entre este grupo se encuentran profesores, administrativos, estudiantes, egresados y pensionados javerianos. También hacen parte de este grupo, personas que no han tenido ninguna de las anteriores vinculaciones con la Javeriana, pero que comparten los intereses de alguna de sus líneas o programas. Se cuentan entre este grupo a los jesuitas, escolares y aprobados, que apoyan de muy diversas maneras la gestión pastoral del Centro. El equipo humano del Centro es su principal valor, razón por la cual a su conformación en diversidad, hay que sumarle la formación permanente, la evaluación como fuente de mejoramiento, la expansión sostenible y la equidad de condiciones al interior de la Vicerrectoría del Medio, como de la Universidad en general17.

4.2 La estructura El CPSFJ está organizado en tres líneas de acción pastoral que buscan responder a los tres énfasis básicos de la acción de Jesús, del apostolado de la Compañía de Jesús y de la naturaleza de la universidad. Estas son: 1. Saber y Espiritualidad. 2. Saber y Formación Integral. 3. Saber y Responsabilidad Social Universitaria. Con el fin de favorecer la gestión pastoral de las tres líneas, el buen desarrollo de las experiencias, de optimizar la gestión de cada uno de los miembros del equipo, pero sobretodo, de favorecer la organización de las personas del equipo de manera que brindara a cada una la posibilidad de desplegar sus potencialidades y cualidades, se definió la estructura organizacional del Centro en seis equipos estratégicos y dos equipos de gestión pastoral. Los equipos estratégicos son:  Equipo de Dirección, conformado por el director del centro y las tres coordinadoras de línea, quienes tienen bajo su responsabilidad la definición, orientación y seguimiento de los aspectos estratégicos del Centro.  Equipo de Coordinación, conformado por el director del centro, la asistente de dirección, el asistente administrativo y todos los coordinadores de línea y programa, quienes tienen como responsabilidad definir, implementar y hacer seguimiento de todos los asuntos tácticos de la gestión del Centro.  Equipo de Centro, conformado por los miembros del Equipo de Coordinación e incluye a los líderes de proyecto y a los profesionales de todos los programas, quienes son responsables de definir, implementar y evaluar la operación del Centro. A este equipo se suman de manera voluntaria los Voluntarios Profesionales y los estudiantes en práctica.  Equipo Administrativo, conformado por el director del centro, la asistente de dirección, el asistente administrativo, las gestoras administrativas de programas, la auxiliar administrativa y el mensajero-conductor, quienes son responsables de planear, ejecutar y evaluar todos los asuntos relacionados con la gestión administrativa del Centro y de dar apoyo a la gestión pastoral de los demás equipos.  Equipo de Comunicaciones, conformado por el director del centro, el líder de proyecto, la asistente de dirección y los estudiantes en práctica, quienes son responsables de planear, ejecutar y evaluar todo lo relacionado con la Estrategia de Comunicación del Centro.  Equipo DEVIDO, conformado por el director del centro, las coordinadoras de línea, la asistente de dirección, la coordinadora del programa Formación Integral para Administrativos y 5 miembros del equipo del Centro preferiblemente de todas las líneas y sedes, que de manera voluntaria quieran participar en este equipo que tiene como responsabilidad el diseño, planeación, ejecución y evaluación del programa de cuidado integral

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del equipo humano del Centro. Los equipos de gestión pastoral son:  Equipos de línea, conformados por el director del centro, la coordinadora de la línea, los coordinadores de los programas de la línea, los profesionales de los programas de la línea, los líderes de proyectos de la línea, los voluntarios profesionales de la línea y la gestora administrativa de programas de la línea. Estos equipos tienen como responsabilidad diseñar, planear, ejecutar y evaluar todo lo relacionado con la gestión pastoral propia de la línea y su articulación al interior y exterior del Centro.  Equipos de programa, conformados por el director del centro, la coordinadora de la línea, el coordinador de programa, los profesionales del programa y la gestora administrativa de programas de la línea. Estos equipos tienen como responsabilidad diseñar, planear, ejecutar y evaluar todo lo relacionado con la gestión pastoral propia del programa y su articulación al interior y exterior de la línea. De la misma manera, tratando de optimizar los tiempos de trabajo en equipo, se definieron sólo dos reuniones fijas a la semana. Una, la del Equipo de Dirección los lunes de 2:30 a 4:00 pm. Otra, los martes de 8:15 a 10:15am, en este espacio se alternan la reunión del Equipo de Centro, la reunión del Equipo de Coordinación y las reuniones del Equipo de Línea que se hacen en paralelo en el mismo espacio de tiempo. Estas reuniones tienen tres momentos: uno de reflexión, otro para tratar los asuntos pertinentes y el tercero para formación del equipo. Esta organización ha favorecido el trabajo en equipo al interior de cada una de estas instancias, la articulación entre las mismas, el sentido de pertenencia y visión de Centro, así como la integración con otras instancias externas al mismo. Adicionalmente, esta organización inspiró una reflexión al interior de la Vicerrectoría del Medio Universitario, la cual llevó a los otros centros a adoptar e implementar también la estructura por líneas, programas y proyectos.

4.3 Principios Administrativos En el CPSFJ hay una gran conciencia de la necesidad de una óptima organización, pero también de una óptima y cuidadosa administración. Es por esto que al interior del mismo hay una serie de iniciativas, políticas, acuerdos y estrategias que favorecen la gestión administrativa. Algunas de estas son: 1. Optimización y estandarización de los procesos y procedimientos administrativos. 2. Definición del costeo detallado de las experiencias que ofrece el Centro Pastoral. Esto permitió tener un mayor detalle del costo real de las mismas, lo cual facilitó la definición de los montos a cobrar a las unidades y a los participantes. Este costeo, también favoreció la elaboración de un presupuesto más ajustado a la realidad operativa del Centro. 3. Rediseño del plan de cuentas del Centro, organizándolo por líneas, programas y proyectos. Esto favorece la elaboración y control de ejecución del presupuesto, así como los análisis financieros diferenciados para cada una de estas instancias. 4. Implementación de mecanismos de control para la gestión administrativa y financiera del Centro. a. Análisis mensual de ejecución presupuestal con el ánimo de mantener el control del comportamiento de las diferentes cuentas y seguir reduciendo los gastos operativos del Centro. b. Actualización permanente de la Política de Gastos, documento que explica los procedimientos de autorización y ejecución de los diversos gastos operativos, así como sus límites. c. Actualización permanente de las tarifas y políticas de apoyo económico para miembros de la Comunidad Educativa Javeriana. 5. Implementación de varias estrategias para reducir el uso de materiales tanto en las experiencias del Centro, como en su gestión interna. Esto ayuda a la reducción de las compras de varios materiales y a la rotación de manera controlada de lo que usa el Centro para sus diferentes espacios y experiencias. Entre estas se destacan:

Para más información sobre el equipo consultar el Informe de Gestión del Equipo del Centro 2013-2015.

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a. Se incentiva el uso de materiales reciclados, la reutilización de materiales en las experiencias y el aprovechamiento de los materiales en bodega. b. Se desinteresa el uso de material e implementos desechables. c. Se acoge la propuesta Tu Impresión Inteligente de la Dirección de Servicios Universitarios, la cual busca reducir el consumo de papel y demás costos de impresión. d. Privilegiar el uso de los servicios internos y de organizaciones aliadas de la Universidad, así como la utilización de los recursos ofrecidos por la misma.

formación. Consolidando el equipo directivo conformado por el director y las tres coordinadoras de línea. Consolidando la estructura organizacional por líneas, programas y proyectos que respondan a los aspectos estratégicos, tácticos y operativos respectivamente. Afianzando el modelo de gestión pastoral que desde el Magis busca pertinencia para la universidad, enfocándose en procesos, espacios abiertos, personalizados, inspiradores y colaborativos. Optimizando la organización y gestión administrativa en su horizonte de instancia de servicio y soporte para la acción pastoral. Continuando con el proceso que asegure la equidad de ingresos al interior de la Vicerrectoría del Medio y de la Universidad. Asegurando la disponibilidad de recursos para la operación normal del Centro. Fortaleciendo los espacios físicos asignados al Centro y que están disponibles para el uso de toda la comunidad javeriana.

La administración del Centro, si bien es una estructura de apoyo a la gestión pastoral, también ha tenido y ha de seguir teniendo una especial atención para asegurar la sustentabilidad del Centro en el mediano y largo plazo.

5 Lo que nos motiva a seguir en búsqueda – Nuestros retos y desafíos Mirando al futuro Los retos y desafíos como equipo del CPSFJ surgen como esperada consecuencia del proceso y dinámica pastoral que se ha generado en los últimos años. Donde el trabajo en conjunto anima a la comunidad educativa a hacer parte de lo que es y ofrece el Centro. Los siguientes son solo algunos de estos. Seguir logrando pertinencia y estrategia en las diversas experiencias y procesos realizados desde el Centro. Aportando significativamente a la comunicación de la experiencia de Jesús, así como al cumplimiento de la Visión, Misión y Proyecto Educativo de la Universidad. Promoviendo el posicionamiento del Centro como aliado estratégico para el logro de los objetivos de las diferentes unidades de la universidad. Ampliando las alianzas internas y externas para lograr una mayor articulación con las distintas unidades. Profundizando en el conocimiento y comprendiendo la realidad diversa y dinámica de la comunidad Javeriana. Promoviendo la oferta de espacios y experiencias según las necesidades de la comunidad favoreciendo el alcance de la visión. Fortaleciendo la esencia pastoral y la identidad universitaria, logrando un enriquecimiento mutuo y de colaboración entre el centro y la comunidad. Fortalecer la extensión y proyección social. Siendo una pastoral justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana. Fortaleciendo la calidad y pertenencia de los distintos proyectos de acción. Consolidando alianzas con las unidades académicas, para fomentar investigaciones y formaciones que contribuyan a la apropiación del conocimiento por parte de las comunidades con desafíos sociales. Haciendo partícipes a los egresados de la RJTS, que busca la transformación social desde los escenarios de su vida cotidiana. Fomentar una mayor participación, multiplicación y empoderamiento. Generando espacios para acoger a la Comunidad Educativa Javeriana respetando su diversidad. Promoviendo la participación de profesores, administrativos, estudiantes y egresados en los equipos de apoyo y facilitación de los espacios y experiencias ofrecidas por el Centro. Desarrollando, creando e implementado estrategias que le permitan a la comunidad apropiarse de sus procesos formativos, facilitando así la autogestión del Medio en cada una de las unidades de la universidad. Virtualización. Desarrollando una estrategia de virtualización que brinde mayor cobertura comunicativa de las experiencias que ofrece el Centro, mayor interacción y participación virtual en las ofertas y mayor continuidad en los procesos de acompañamiento y formación de quienes han participado en experiencias y espacios presenciales. Lograr una mayor valoración de los espacios y experiencias del Centro. Reforzando la comprensión de estos como espacios esenciales de la formación integral y no como actividades complementarias a su formación académica. Fortaleciendo la identidad Javeriana. Haciendo énfasis en que las experiencias ofrecidas por el Centro y la Vicerrectoría del Medio son un factor diferenciador sobre las otras universidades. Seguir orientados al MAGIS. Consolidando el equipo humano que hace parte del Centro, incentivando y apoyando su

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Referencias

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Capítulo 2. Línea Saber y Espiritualidad 1 Presentación Este capítulo tiene como propósito explicitar el ser y quehacer de la línea Saber y Espiritualidad del CPSFJ, a la luz de los lineamientos institucionales de la Pontificia Universidad Javeriana. Se parte, en primer lugar, del contexto en el cual se ubica y adquiere sentido la Línea dentro de la Universidad y del Centro Pastoral. En segundo lugar, se presentan sus fundamentos a la luz de los documentos institucionales. En tercer lugar, se dan algunas pinceladas acerca de las experiencias realizadas en el Centro desde el ámbito de la Espiritualidad, antes de constituirse la Línea. En cuarto lugar, se presentan los elementos conceptuales que fundamentan su modo específico de actuar en el contexto universitario. En quinto lugar, se presentarán los aspectos generales del proyecto de la Línea tales como objetivos, estructura y enfoques metodológicos. Finalmente, se hará un acercamiento a los retos y proyecciones hacia los cuales apuntará la línea durante los próximos años.

2 Contexto

Juan Pablo II. (1990). Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesia, sobre las Universidades Católicas. Nº 23 Juan Pablo II. (1979. Constitución Apostólica Sapientia Christiana, sobre las universidades y facultades Eclesiásticas. Proemio I Morín, E. (2007), Introducción al pensamiento complejo, traducción de Marcelo Pakman, Gedisa, Barcelona. Papa Francisco. (2013). Evangelii Gaudium: Exhortación Apostólica sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual, 24, 33. Papa Francisco. (2015). Carta Encíclica: Laudato Si. Papa Francisco (2013). Encíclica Lumen Fidei, 54. Pascal, B. (2004), Pensamientos, traducción y prólogo de Xavier Zubiri, Alianza Editorial, Madrid. Peña, M. (2014). Espiritualidad Ignaciana: una aplicación en la pastoral universitaria. P.7. Peña, M. (2015), “Espiritualidad ignaciana: una aplicación en la Pastoral Universitaria” [presentación], Cardoner: Sentido Javeriano – Panel de Espiritualidad, Melgar. Peña, M. (2016) Una pastoral Javeriana que busca integrar lo esencial de su inspiración Cristiana, de su identidad ignaciana y de su misión Universitaria [presentación], Cardoner: Sentido Javeriano – Panel de Espiritualidad, 8 de febrero de 2016, Melgar. Pontificia Universidad Javeriana. (2013). Autobiografía San Ignacio de Loyola. Colección Clásicos Ignacianos 1. Pontificia Universidad Javeriana. (2014). Ejercicios Espirituales San Ignacio de Loyola. Colección Clásicos Ignacianos 2. Pontificia Universidad Javeriana, (2010). Estatutos, Números 10 a 28. Pontificia Universidad Javeriana. Jornada de reflexión 2010. Recuperado de: http://www.javeriana.edu.co/rectoria/ jornada-2010 consultado el 28-05-2016 Pontificia Universidad Javeriana. Jornada de reflexión 2010. Recuperado de http://www.javeriana.edu.co/rectoria/ jornada-2013 Remolina G. S.J. (1998). Orientaciones Universitarias No 19.

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La Espiritualidad Ignaciana juega un papel determinante en el ser y quehacer de la Pontificia Universidad Javeriana, por tratarse de la fuente de inspiración de la Compañía de Jesús, su entidad fundadora, y por ende, de los principios éticos y pedagógicos que la sostienen. De aquí que el Centro Pastoral San Francisco Javier, desde la Línea Saber y Espiritualidad, a través de los seis programas que la constituyen, propicie que esta Espiritualidad abierta y universal sea conocida y vivida, cada vez por un mayor número de miembros de la Comunidad Universitaria, sin distinción de credos ni experiencias espirituales. Este conocimiento de la Espiritualidad Ignaciana, lo proponemos dentro de la Universidad, no con ánimo proselitista, sino desde el convencimiento de que la esencia de la espiritualidad ignaciana es la transformación (Nicolás, 2013, p.11), y es esta transformación de la persona con miras a la transformación de la realidad la que pretende la PUJ a través de las propuestas del CPSFJ.

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Fundamentación

Teniendo en cuenta lo presentado anteriormente en el contexto de la Línea, podemos afirmar que contribuimos al logro de la Misión de la Universidad, en cuanto que propendemos al desarrollo y formación integral y armónico de las personas, haciendo especial énfasis en la espiritualidad. Asimismo, por tratarse la Universidad de una institución católica, fundada y regentada por la Compañía de Jesús, la misión afirma que debe estar comprometida con sus principios educativos y sus orientaciones, de lo cual se desprende la necesidad de conocer y propagar la Espiritualidad Ignaciana como fuente de inspiración de tales principios y orientaciones. Teniendo en cuenta que en el Reglamento Orgánico de la Pontificia Universidad Javeriana y en sus Acuerdos Institucionales, se le encomienda al Centro Pastoral dar respuesta a la planeación y ejecución de actividades de conocimiento personal, crecimiento espiritual y proyección social, la Línea propone espacios y experiencias enfocadas a favorecer este propósito en los miembros de la Comunidad Educativa, haciendo un especial énfasis en el crecimiento espiritual. La línea SyE se proyecta además, dinamizando la Visión de la Universidad en esa búsqueda de coherencia entre su

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identidad y su obrar, teniendo en cuenta que la Ignacianidad está a la base de esa identidad, en la cual es muy importante la armonización entre el ser, el ‘decir’ y el hacer. Finalmente, en el contexto de la Misión del Centro Pastoral San Francisco Javier, la Línea Saber y Espiritualidad responde de modo directo a la comunicación de la experiencia de Jesús a todos los miembros de la Comunidad Educativa, favoreciendo la integración de la experiencia espiritual en la vida cotidiana, esto a través de los espacios y procesos propuestos por cada uno de sus programas.

4 Antecedentes En su origen, crecimiento y evolución, el Centro Pastoral San Francisco Javier ha pasado por varios momentos. Tendremos en cuenta aquí el más reciente y directamente relacionado con la conformación de la Línea Saber y Espiritualidad. Hasta finales del año 2008, existían en el Centro Pastoral los siguientes espacios orientados a favorecer la vivencia de la espiritualidad dentro de la Comunidad Universitaria: Ejercicios Espirituales, Vida Interior, Ecumenismo, Pastoral Litúrgica y Sacramental, Asesoría Espiritual, Grupos y Comunidades. A comienzo del 2009, estos espacios relacionados más directamente con el desarrollo espiritual de la Comunidad Educativa se agruparon en dos líneas -

Formación Humana y Espiritual: Ejercicios Espirituales, Vida Interior, Ecumenismo, Asesoría Espiritual.

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Cuerpo Apostólico: Pastoral Litúrgica y Sacramental, Grupos y Comunidades.

En el año 2013 se nombra un nuevo Director del Centro Pastoral quien da inicio a un proceso de reestructuración que llevó a la reformulación de las líneas de trabajo y de los programas que anteriormente funcionaban, quedando unificada la línea Saber y Espiritualidad, conformada por los siguientes programas: Ejercicios Espirituales, Asesoría Espiritual, Formación en Vida Interior y Vida Sacramental. En el 2014 se une a la Línea el programa Asesoría Familiar, el cual dependía directamente de la Vicerrectoría del Medio Universitario. Finalmente, el programa de Ecumenismo que se habían intentado crear en varias oportunidades y no había podido consolidarse por diversos motivos, se reorienta, bajo el nombre de Espiritualidades en Relación, dándole un énfasis más abierto, académico y con miras a la comunión entre diversas experiencias espirituales.

5 Marco conceptual La Línea Saber y Espiritualidad está fundamentada en dos grande pilares: el primero, la experiencia de Jesús plasmada fundamentalmente en los Evangelios y en la Tradición de la Iglesia, y el segundo, la Espiritualidad Ignaciana que surge de la experiencia de Ignacio de Loyola recogida en el libro de los Ejercicios Espirituales y en otros escritos, la cual se enriquece con la experiencia fundacional de la Compañía de Jesús y su evolución a lo largo de cuatro siglos. A continuación presentamos brevemente nuestro modo de comprender ambos fundamentos. 5.1 La experiencia de Jesús En la Línea Saber y Espiritualidad, en consonancia con el objetivo del CPSFJ proponemos espacios y experiencias que faciliten a todos los miembros de la Comunidad Educativa el encuentro y la relación con Jesús y su experiencia vital. El propósito del CPSFJ, más allá que evangelizar, es abrir caminos de encuentro con la experiencia de un hombre que optó por un amor que nace y madura en su corazón desde su relación con el Padre, se traduce en acciones solidarias con el más débil y se entrega hasta la muerte para dar vida en abundancia. De esto se trata la Buena Noticia: el amor como fuente de sentido y motor de la existencia humana. Por tal motivo la Línea dinamiza espacios y experiencias en los cuales las personas al encontrarse con esa buena noticia, movilicen sus deseos y la creatividad para hacerse, a su

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vez, buena noticia para los otros. Nos referimos a la experiencia de Jesús y no a doctrinas ni categorías confesionales, pues buscamos que nuestras propuestas sean abiertas a todas las personas, indistintamente de sus creencias o posturas espirituales. De aquí que al basarnos en la persona de Jesús como un hombre que vivió en constante búsqueda de la voluntad de Dios, y a la luz de esa búsqueda orientaba sus acciones, decisiones y posturas ante las diferentes problemáticas de los hombres y mujeres de su tiempo, se nos abre a todos un mundo de posibilidades de acercamiento y conocimiento de esta experiencia rica y transformadora. Esta búsqueda constante de Jesús, lo hace experimentar el amor como único mandamiento válido. Un amor que se expresa en acciones concretas de servicio, sanación, liberación, enseñanza y acercamiento a los menos favorecidos y excluidos. Un amor que lo mueve a crear una comunidad de personas comunes, pero con mucha fuerza interior, en función de la transformación de las realidades de muerte y de injusticia, además de todo aquello que impedía a las personas ser libres y felices. Esta búsqueda constante de la voluntad de Dios la realiza desde una comunión profunda con él, alimentada especialmente con la oración constante. Pero también desde una mirada nueva de la realidad, no basada en leyes antiguas o prescripciones religiosas, sino en un continuo discernimiento de la aplicabilidad del amor en función de la vida, la verdad, la libertad y la paz. Proponer la experiencia de Jesús, es proponer un camino de búsqueda interior; es propiciar encuentros transformadores desde lo más íntimo de la persona; es una invitación a adquirir un modo de proceder orientado al servicio, a la búsqueda del bien común y a el establecimiento de relaciones más libres, cuidadosas y amorosas con los otros y con todo lo que existe.

5.2 La espiritualidad ignaciana

Algunos rasgos fundamentales de la Espiritualidad Ignaciana totalmente pertinentes para el contexto universitario son:  Una espiritualidad abierta y accesible La espiritualidad ignaciana es una propuesta abierta a todo aquel que desee acercarse a ella para conocerla, comprenderla, vivirla y asumirla como eje integrador de la existencia. No se trata de una espiritualidad para seres fuera de lo común que deben cumplir con unas condiciones y tener unas actitudes que rayen en lo heroico, sino que pretende ser una forma de asumir la propia vida ordinaria desde la invitación al ir más allá, es decir, a vivir desplegando al máximo las capacidades y los dones personales para ponerlos al servicio del bien común, en los diversos ámbitos en los cuales se desarrolla la vida cotidiana. De aquí que la Línea Saber y Espiritualidad ofrezca espacios y experiencias que permitan a los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana acercarse a la propuesta ignaciana, sin otra condición o punto de partida que el ánimo y la liberalidad para vivirla [EE.5]. Esta propuesta, tal como Ignacio de Loyola lo vislumbraba, tiene la capacidad de adaptarse a tiempos, lugares y personas, motivo por el cual, sigue teniendo algo que decir a la “universitas”, es decir, a la diversidad y riqueza que el mundo universitario contiene.  Una espiritualidad para la libertad Los Ejercicios Espirituales, como experiencia en la cual Ignacio de Loyola consigna toda la riqueza de su camino espiritual para ser ofrecida a todos, tienen como uno de sus objetivos fundamentales ordenar la vida [EE.21]. No hay adoctrinamiento, ni pretensiones de generar cambios bruscos o mágicos en las personas; lo que hay es una posibilidad de reconocer los desórdenes personales para determinarse a ordenarlos. Esta determinación a optar por el orden y todo lo que lo propicie, va generando una dinámica de libertad que implica discernimiento, búsqueda, toma de decisiones y trasformaciones profundas en la jerarquía de prioridades y valores. Hacerse libre de todo aquello que impide vivir y realizar el sentido de la existencia, para dejar que el amor sea quien lleve las riendas de la vida, es el gran reto y la apuesta más valiosa de la Espiritualidad Ignaciana. La Línea Saber y Espiritualidad dirige las fuerzas de cada uno de sus programas a proponer diversos espacios en los cuales todos los miembros de la Comunidad Javeriana puedan profundizar en su experiencia del amor como principio, camino y fin de su existencia (Peña, 2014).  Una fuente inagotable de sentido

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La experiencia del amor como centro y motor de la existencia, se convierte en una fuente constante de sentido. Un sentido que permea todos los ámbitos de la vida: relaciones, actividades, experiencias, mundo afectivo. El conocer la razón de ser y de estar en este mundo, nos permite orientar cada acción, cada gesto y cada opción hacia una mayor coherencia para así vivir de acuerdo a nuestra identidad más auténtica. La Espiritualidad Ignaciana tiene mucho que aportar con relación a esta posibilidad de vivir encauzando todas las fuerzas hacia un fin. Una vida asumida de esta manera no puede tener otra consecuencia que crecer en libertar, en amor, y en alegría. Los programas de la Línea, buscan generar espacios en los cuales los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana tengan la posibilidad de enriquecer su experiencia de aquello que consideran como fuente de sentido para sus vidas.  El servicio como amor puesto en las obras En el contexto de la Espiritualidad Ignaciana, el servicio se entiende como amor en acción. Un amor y una acción que brotan de agradecimiento por tanto bien recibido y reconocido, así lo expresa Ignacio de Loyola en la petición de la contemplación para alcanzar amor: (…) conocimiento interno de tanto bien recibido, para que yo, enteramente reconociendo, pueda en todo amar y servir a su Divina Majestad [EE. 233]. En la Universidad se busca que todo el quehacer formativo se realice en clave de servicio. Profesores, estudiantes, administrativos y egresados están invitados a realizar su labor cotidiana sobre la base del amor y la búsqueda del bien común. Esta manera de realizar la misión de la Universidad se fundamenta en el modo de proceder de Jesús, el cual lo encontramos muy claramente explicitado en los evangelios.

transformación de las relaciones interpersonales.

7 Estructura Organizacional La Línea Saber y Espiritualidad está conformada por los siguientes seis programas: Ejercicios Espirituales, Asesoría Familiar, Asesoría Espiritual, Formación en Vida Interior, Vida Sacramental y Espiritualidades en Relación. En su organización interna existen tres roles: Coordinador/a de Línea, Coordinador/a de Programa y Profesional en Pastoral.  Coordinador/a de Línea. Ejerce la planeación, coordinación y control de modo general, de los procesos de organización de los programas que conforman la Línea. Además de ser la persona encargada de las relaciones y alianzas estratégicas con otras unidades de la Universidad y con redes u organizaciones externas, todo esto en un continuo diálogo y comunicación con la Dirección del Centro.  Coordinador/a de Programa. Opera dentro del ámbito táctico y operativo, programando y gestionando las acciones y procesos que competen al programa que coordina.  Profesional en Pastoral. Organiza, ejecuta y da seguimiento a los espacios y experiencias del Programa.

La Línea Saber y Espiritualidad, en consonancia con todo el Centro Pastoral, propicia espacios de reflexión en torno al quehacer cotidiano, generando posibilidades de una acción más coherente, enfocada más en la búsqueda del bien del otro que en intereses individuales.

Desde la administración del Centro, la Línea cuenta con el apoyo de un Gestor Administrativo encargado de facilitar a cada programa todo lo referente a insumos, materiales y procesos logísticos y administrativos.

Finalmente, teniendo como base la Espiritualidad Ignaciana, en este contexto el saber se entiende no sólo como un cúmulo de conocimientos e información profesional, sino como un crecimiento integral de la persona que la lleva a la acción, basada en una comprensión reflexiva y vivificada por la contemplación de la persona de Jesús, que insta al discernimiento como modo de vivir (Kolvenbach, 1989).

Finalmente los voluntarios profesionales apoyan a la Línea de acuerdo a las necesidades que ésta presente: investigación, virtualización, evaluación, sistematización de información y datos, diseño de materiales y otros. A continuación presentamos un gráfico que puede ayudar a visualizar la estructura general de la Línea:

6 Objetivos 6.1 Objetivo General Ofrecer a los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana espacios y procesos de encuentro, formación y acompañamiento, que fundamentados en la experiencia de Jesús e inspirados en la espiritualidad ignaciana, les permitan explorar, reconocer y profundizar su experiencia espiritual en la vida cotidiana, favoreciendo así una mayor coherencia vital.

6.2 Objetivos Específicos a) Ofrecer la experiencia de la espiritualidad ignaciana como eje transversal de los espacios y actividades propuestas, sea de manera explícita o implícita. b) Contribuir al proceso de articulación entre la vida y la experiencia espiritual de los miembros de la Comunidad Educativa, en el contexto universitario, aportando así al logro de una mayor coherencia entre su ser y su hacer. c) Procurar espacios de encuentro fraterno, que desde el acompañamiento personal y comunitario, favorezcan la reflexión en torno a la experiencia de las diferentes espiritualidades y el sentido de vida. d) Suscitar experiencias que permitan vivir a profundidad y de manera aterrizada lo que implica cada sacramento como una opción de fe y acoger la sacramentalidad como un estilo de vida. e) Promover y facilitar espacios y experiencias que promuevan y fortalezcan la comunión entre los diversos modos de acercamiento a la espiritualidad. f) Favorecer la unidad familiar a partir del acompañamiento y otros espacios que ofrezcan herramientas para la

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8 Enfoque metodológico Entendiendo los enfoques metodológicos como principios operativos de la Línea en general, salvando las especificidades de cada programa, deducimos los siguientes tres enfoques que consideramos transversales al modo de proceder de la Línea:

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 Una espiritualidad ignaciana abierta a la diversidad. En todas sus experiencias y espacios, los programas que conforman la Línea están abiertos a la participación de todas las personas que así lo deseen, sin hacer ningún tipo de distinción. Para ello nos fundamentamos en el carácter universal de la Espiritualidad Ignaciana, la cual se orienta más a una incidencia en la realidad, y por ende a la acción, que al inducir a una doctrina o práctica espiritual determinada.  Centralidad de la persona y sus procesos. Nos mueve un profundo interés por la persona en su integralidad, por sus experiencias, por sus búsquedas y límites, por su bienestar integral. Este interés se traduce en acciones concretas de cuidado y acompañamiento, en experiencias formativas personalizas y en la búsqueda de garantizar la continuidad de los procesos iniciados.  Fidelidad a la fuente con apertura innovadora. Optamos por la fidelidad a la fuente de la espiritualidad que nos fundamenta: la experiencia de Ignacio, de sus compañeros y la tradición de la Compañía de Jesús. Sin embargo, buscamos formas novedosas de presentar esta experiencia, teniendo en cuenta el contexto universitario, el momento histórico actual, y las necesidades de los hombres y mujeres de hoy con sus diversos lenguajes y formas de expresión.

8.1 Ciclo formativo Inspirado en el proceso que propone la experiencia de los Ejercicios Espirituales Ignacianos, cada uno de los programas de la Línea, salvando sus diferencias y modos diversos, siguen el siguiente proceso formativo:  Partir de la persona y su realidad. Se parte de la experiencia de la persona con sus particularidades, ofreciendo posibilidades de encuentro y diálogo con su mundo interior y con Dios.  Confrontar con una propuesta movilizadora. El confrontar con algo que se propone (texto, pregunta, caso, tema, ejercicio), inspirado siempre en la espiritualidad ignaciana, propicia que la persona entre en un dinamismo de revisión, de discernimiento, de toma de consciencia de sus posibilidades y límites, de sus órdenes y sus desórdenes en alguno de los ámbitos de su existencia. Esto orienta a la persona a una toma de postura y un proceso de transformación de actitudes y modos de proceder, más orientados al amor y al logro de la plenitud propia y de los otros.  Generar acciones transformadoras. El dinamismo interno que se genera en la persona, necesita ser expresado en la vida, a partir de la toma de decisiones más acordes con aquello que constituye el para qué de la existencia. El amor necesita ser expresado en acciones que incidan e influyan positivamente en la realidad.  Examinar la vida y el camino. La evaluación es un elemento fundamental en cualquier proceso que quiera ser válido, pertinente y serio. Apoya además en la consecución de metas y objetivos realistas y medibles.  Acompañamiento. Es transversal a todo el ciclo. Fortalece la experiencia comunitaria y posibilidad de confrontación. Se trata de una herramienta para apoyar e iluminar el discernimiento de la persona.

9 Retos y desafíos 9.1 Retos y desafíos de la línea  Articulación de los programas. Generar propuestas de acciones significativas realizadas como Línea, que vayan más allá de la colaboración entre programas, partiendo del principio de que el trabajo en equipo amplía los horizontes de acción y nos salva de trabajar como islas que nunca se encuentran, lo cual es menos enriquecedor.  Proyecto de Virtualización. Diseñar estrategias de comunicación virtual que permitan que las experiencias y espacios que ofrecemos lleguen a un mayor número de personas dentro y fuera de la Universidad.  Alianzas estratégicas. Búsqueda y establecimiento de alianzas estratégicas pertinentes con unidades de la Universidad y con entes externos, siempre y cuando sea para el mejor y mayor desarrollo de los programas, y para beneficio de toda la Comunidad Universitaria.

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 Cualificar los procesos. Seguir dando pasos hacia una pastoral de procesos reales y significativos.  Aporte al logro de la Visión de la PUJ. Contribuir al logro de la Visión de la Universidad en lo referente a una mayor coherencia entre su identidad y su obrar, la cual está muy relacionada con la primera Mega que expone la necesidad de transformar el sistema de toma de decisiones fundamentadas en criterios definidos institucionalmente (Mega 1 PUJ 2015). Estamos seguros que un valioso aporte para el alcance de la Visión, se podría hacer desde el Discernimiento, como experiencia que ayuda a una toma de decisiones más acorde con lo que la Universidad está llamada a ser.

9.2 Horizonte Para el 2021, la línea Saber y Espiritualidad será reconocida por la calidad de los procesos ofrecidos y la creatividad de sus espacios y experiencias de anuncio de la experiencia de Jesús y vivencia de la espiritualidad ignaciana, además por su contribución al logro de la Visión de la Universidad con relación al fortalecimiento de la identidad y a una mayor coherencia institucional.

10 Programas de la Línea 10.1 Ejercicios Espirituales 10.1.1 Presentación El programa de Ejercicios Espirituales pertenece a una de las tres líneas de acción del Centro Pastoral San Francisco Javier, denominada Saber y Espiritualidad. Desde este programa se ofrecen Ejercicios Espirituales Ignacianos a toda la comunidad universitaria, con los cuales se brinda la oportunidad de tomar conciencia de la presencia de Dios en la vida y profundizar en la búsqueda del sentido de todo lo que se hace en la cotidianidad, siguiendo el proceso propuesto por Ignacio de Loyola. Este proceso se puede vivir en diferentes modalidades: 3, 8, 32 días, y en la vida corriente. Todas estas experiencias son personalizadas y con acompañamiento. Para ayudar a disponer a las personas para vivir estas experiencias, se ofrecen talleres personales y grupales. Adicionalmente se da continuidad al proceso iniciado en los Ejercicios, a través de espacios de oración, reflexión, celebración y acompañamiento. En este sentido se han diseñado además, Talleres de Espiritualidad Ignaciana brindando la opción vivir una jornada de oración todos los meses.

10.1.2 Fundamentación El programa lleva como nombre el texto del cual obtiene toda su fundamentación: los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. En él se refleja la experiencia espiritual del fundador de la Compañía de Jesús, quien con gran sabiduría consigna en forma de proceso, lo que se constituye como la base espiritual de la comunidad Jesuita y sus obras. Aunque con el paso del tiempo se ha escrito mucho acerca del texto de los Ejercicios Espirituales y la experiencia singular que en él se propone, desde el programa del Centro Pastoral se hace una apuesta por recuperar la riqueza propia de la experiencia original que, adaptada según tiempos lugares y personas, se constituye en el marco teórico que inspira y da fundamento a todos los proyectos y acciones. En conclusión el texto de los Ejercicios Espirituales es, además del fundamento, el elemento base sobre el cual se diseña cada una de las experiencias a lo largo del año.

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10.1.3 Antecedentes

10.1.5 Composición del programa y estructura organizacional

Al estar los Ejercicios Espirituales a la base del origen de la Universidad, suponemos que los mismos se han ofrecido a la comunidad educativa desde los comienzos de la misma en diversas modalidades. A partir del año 2011 haciendo especial énfasis en la metodología de oración ignaciana, se ofrecen Ejercicios Espirituales acompañados con algunas experiencias personalizadas.

El programa funciona con base en un proceso misional (dar Ejercicios Espirituales), dos procesos estratégicos (divulgación y logística) y dos procesos de soporte (financiero y formación).

Los mismos se brindan en modalidad de tres días con una regularidad mensual y una experiencia anual de ocho días. En el año 2012 se comienza a ofrecer en la modalidad de Ejercicios en la Vida Corriente y se aumenta la oferta de ocho días de ejercicios a dos experiencias anuales. En este mismo año, con el fin de articular el trabajo de las obras de la Compañía de Jesús, se firma un convenio con el Centro Ignaciano de Reflexión y Ejercicios (CIRE) para brindar experiencias de Ejercicios aprovechando el potencial de ambas instituciones. A partir del año 2013 todas las ofertas de Ejercicios Espirituales de tres y ocho días son personalizadas y acompañadas; también se aumenta a tres experiencias anuales la propuesta de ocho días. Con el fin de hacer mayor énfasis en los procesos personales, se diversifica y aumenta el equipo de asesores acompañantes voluntarios, de los que hacen parte jesuitas, laicos y religiosas, de distintas edades y género, con los cuales, además de las reuniones de preparación inmediatas a las experiencias de ejercicios, se procura seguir generando reflexión en encuentros mensuales sobre el ser y el actuar como acompañantes espirituales de ejercicios para universitarios. Para dar continuidad a los procesos generados en las experiencias de los ejercicios, se ofrecen instancias de talleres grupales y acompañamiento personalizado de pre-ejercicios y de post-ejercicios. En el año 2014 la experiencia de Ejercicios en la Vida Corriente se realiza también bajo la modalidad personalizada; se ofrece la experiencia de Ejercicios de 32 días. Ese mismo año, con el fin de ofrecer una respuesta más efectiva al proceso posterior a la experiencia de los ejercicios, se remiten los interesados al Programa de Asesoría Espiritual para la asignación de un acompañante espiritual. Así mismo, dentro de la firma del convenio con las Comunidades de Vida Cristiana (CVX) con el Centro Pastoral, se incluye la colaboración de estas, asumiendo las propuestas de post-ejercicios, entre las que se encuentran espacios de reflexión, oración y celebración.

10.1.4 Objetivos  Objetivo general Ofrecer la experiencia personalizada de los Ejercicios Espirituales Ignacianos en sus diversas modalidades para que los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana cuenten con herramientas que les permitan integrar su experiencia espiritual en la vida cotidiana, favoreciendo de esta manera, procesos de reflexión, crecimiento y transformación personal y social.  Objetivos específicos Basados en el título y en la primera anotación del libro de los Ejercicios Espirituales, se proponen los siguientes objetivos específicos. a) Propiciar espacios de reflexión y oración que permitan hacer una pausa en el transcurrir de la vida para darle un ordenamiento desde una mirada tan nueva y profunda, que capacite cada vez más a la persona, para asumir las decisiones con autonomía y madurez. En palabras de Ignacio: Ejercicios espirituales para vencer a sí mismo y ordenar su vida sin determinarse por afección alguna que desordenada sea [EE. 21]. b) Suministrar herramientas espirituales que permitan generar cambios significativos en aquellos aspectos de la vida, que la persona sienta que son obstáculo para su crecimiento personal. Esto, tomado del texto en su primera anotación se lee: los Ejercicios espirituales son todo modo de preparar y disponer el ánima para quitar de sí todas las afecciones desordenadas… [EE. 1]. c) Ofrecer la posibilidad de reconocer el complejo mundo interior desde la propuesta que descubrió el fundador de la compañía de Jesús y que se brinda como una alternativa válida y comprobable para alcanzar el ‘magis’ en el proceso de toma de decisiones. Traducido de la anotación primera se lee: (…) y, después de quitadas, para buscar y hallar la voluntad divina en la disposición de su vida, para la salud del ánima [EE. 1].

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 Proceso misional. El proceso misional, dar Ejercicios Espirituales, corresponde a las acciones relacionadas con la preparación, ejecución, evaluación y mantenimiento de las tandas de Ejercicios Espirituales en todas sus modalidades.  Procesos estratégicos. o Divulgación: es el proceso estratégico mediante el cual se promueven las experiencias que se darán a lo largo del año, consolidando las bases de datos, y realizando todo lo relacionado con el proceso de inscripción. o Logística: es el otro proceso estratégico, encargado de suministrar todos los recursos materiales necesarios para cada una de las tandas programadas. Asegura desde el inventario del material de oración hasta lo relacionado con el transporte.  Procesos de soporte. o Financiero: es el proceso encargado de definir tarifas, descuentos y todo lo relacionado con los requisitos económicos para el óptimo funcionamiento del programa. o Formación es el proceso de soporte encargado de suministrar espacios de reflexión y formación tanto al equipo de acompañantes voluntarios como a las instancias solicitadas por la universidad. En su estructura organizacional el programa se compone de un Coordinador de programa (de tiempo completo) y dos Profesionales de Pastoral (cada uno de medio tiempo). Como personal de apoyo se cuenta con la colaboración, a manera de voluntariado, de acompañantes de Ejercicios Espirituales. Se busca que este grupo de personas sea heterogéneo y esté compuesto por Jesuitas, laicos (as) y religiosas (os).  En el equipo se busca que los acompañantes: o Tengan experiencia y formación en dar Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.

o Conforme al “Prosupuesto” [EE. 22] se enfrenten a la población universitaria que busca hacer Ejercicios, adoptando una postura de acogida fraterna respetando la diversidad en el amplio sentido de la palabra, desarrollando un diálogo que les permita vivir la experiencia. o A pesar de contar con diferentes profesiones y pre-saberes, adopten el método de los Ejercicios Espirituales como el medio para guiar a las personas en su búsqueda interior. o Estén dispuestos a despojarse de su forma particular de dar Ejercicios para adoptar la propuesta del Centro Pastoral, con la libertad de usar el material que acostumbra emplear pero siempre respetando lo que el libro de los Ejercicios Espirituales propone. o Encuentren en las “Anotaciones”, una guía puntual para ejercer este servicio apostólico.  El programa está dirigido principalmente a miembros de la comunidad universitaria que: o Quieran participar con gran ánimo y liberalidad, es decir, sin presiones de ningún tipo por parte de jefes o cualquier figura de autoridad institucional, sino que motivados por un genuino interés, estén dispuestos a despojarse paulatinamente de sus seguridades, para enfrentarse con libertad a la experiencia que se les propone. o Estén dispuestos a vivir la experiencia, independientemente de su credo o profesión de fe.

10.1.6 Enfoques metodológicos Todas las experiencias que se desarrollan desde el programa se caracterizan por: o Estar diseñadas guardando fidelidad al método propuesto en el texto de San Ignacio de Loyola, adaptando la forma al contexto universitario. Se hace mucho énfasis en la importancia del método: pasos de la oración,

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examen de la oración, examen general, discernimiento, acompañamiento. Esto es lo que finalmente le queda a las personas para que continúen el proceso en su vida cotidiana. o Brindar exclusivamente herramientas ignacianas. Aunque reconocemos la validez de otras formas de espiritualidad, el Centro Pastoral ofrece Ejercicios Espirituales, y por lo tanto procuramos que los asistentes se beneficien de la gran riqueza de nuestra espiritualidad. o Ser personalizadas y disponer todos los medios para que el Creador se comunique con su criatura

o + (Anot. 15): método de oración, breve declaración [EE. 2], acompañamiento personal.

o Seguir procesos y dar continuidad al itinerario propuesto por Ignacio de Loyola: se conoce a los ejercitantes y se hacen procesos de acompañamiento respetando el ritmo personal. o Buscar propiciar una experiencia espiritual que promueva además, una “cultura ignaciana” en la Universidad. o Tener material, talleres y actividades sustentadas en algún número del texto de los Ejercicios Espirituales. o Acoger la diversidad en un diálogo que posibilite el respeto y el encuentro.

o Ser evaluadas y a partir de escuchar a quienes hemos servido, desarrollar una propuesta cada vez más orientada al contexto universitario. o Apoyar la calidad en la gestión académica de la universidad promoviendo, desde las diversas experiencias del programa, el magis en aquello a lo que se dedica la mayor parte del tiempo.

10.1.7 Ciclo formativo Por tratarse de un proceso claramente diseñado desde la base teórica que advierte el recorrido de 4 etapas, se propone que cuando una persona se aproxima por primera vez a la experiencia de Ejercicios Espirituales en cualquiera de sus modalidades, ingrese tomando la primera parte del proceso hasta donde su ritmo personal se lo permita y de aquí en adelante avance en su proceso apoyado en el acompañamiento personalizado. La persona que decide inscribirse en una experiencia en retiro, avanzará por tres etapas que le permitirán tener una mejor experiencia. Ellas son:  Pre – Ejercicios. A medida que se inscriben, el coordinador de la tanda sostiene un primer contacto telefónico con el ejercitante para identificar las expectativas y primeras dudas que puedan surgir. Pocos días antes de la experiencia el coordinador de la experiencia cita a los inscritos, a una reunión preparatoria, cuya finalidad es hacer una presentación sencilla de la propuesta, explicando los objetivos y algunos aspectos metodológicos y logísticos al tiempo que se resuelven las inquietudes que se puedan presentar.  Ejercicios Espirituales. El ejercitante vive la experiencia dependiendo de la modalidad de la misma.  Post – Ejercicios. En la última actividad del retiro se le presenta a los ejercitantes la oferta que el Centro Pastoral tiene para que, de acuerdo a los intereses particulares, las personas puedan continuar el proceso iniciado. Se les presenta además, las ofertas de las organizaciones con las cuales el Centro Pastoral tiene convenio para apoyar el programa. Pocos días después de la experiencia se invita a los ejercitantes a reencontrarse en una reunión que les permita dialogar sobre la experiencia vivida y se concreta las opciones que elegirán para continuar su proceso. Por otra parte, cada experiencia en retiro se evalúa mediante un formato que permite simultáneamente verificar los resultados del proceso personal junto con la retroalimentación necesaria para buscar mejoras en las actividades.

10.1.8 Alianzas Para el cumplimiento de su misión, se han establecido convenios con organizaciones afines al programa, como el Centro Ignaciano de Reflexión y Ejercicios CIRE, la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana y la Comunidad de Vida Cristiana CVX.

10.1.9 Retos y desafíos  Talleres de Espiritualidad Ignaciana. Se busca ofrecer una experiencia de un día que le permita a quienes por

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la disponibilidad en sus tiempos no pueden asistir a retiros de 3 días y tampoco a los EVC.  Virtualización. la cultura universitaria está totalmente permeada por el universo virtual. El programa de Ejercicios Espirituales busca incursionar en este mundo, ofreciendo una propuesta pertinente en este contexto, y poder llegar así a un número mayor de personas.

10.2 Programa Asesoría Espiritual 10.2.1 Presentación Asesoría Espiritual es un programa de la línea Saber y Espiritualidad, adscrita al Centro Pastoral San Francisco Javier de la Pontificia Universidad Javeriana, sede Bogotá. Se constituye como una experiencia de encuentro fraterno, diálogo y reflexión, desde la cual se acoge y acompaña de manera eficaz y pertinente a los miembros de la comunidad educativa javeriana en sus procesos de desarrollo y crecimiento espiritual, favoreciendo espacios idóneos de encuentro con la interioridad desde la diversidad religiosa y de pensamiento. Así mismo, busca anunciar, difundir y promover la experiencia vivificante del evangelio de Jesucristo, como propuesta auténtica de humanización en el contexto universitario, la cual se concreta a partir de la Espiritualidad Ignaciana y los principios educativos Javerianos.

10.2.2 Fundamentación  Lineamientos Institucionales El programa de Asesoría Espiritual busca dar respuesta efectiva y oportuna a los lineamientos y objetivos estipulados por la línea de Saber y Espiritualidad y el Centro Pastoral, los cuales a su vez, se establecen a partir de los propósitos pastorales e institucionales de la Pontificia Universidad Javeriana, definidos en la ‘naturaleza, principios, objetivos y características’, los estatutos de la Universidad, y en su Visión y Misión. De estos propósitos, el programa de Asesoría Espiritual asume de manera especial, desde su ser y quehacer, los siguientes: [11] La fe católica estará presente, actuante y visible en una concepción de la persona y del mundo iluminada por el mensaje de Cristo, transmitido y explicado por el magisterio de la Iglesia. [12] El compromiso real de hacer efectivo el diálogo entre fe cristiana y cultura y entre fe cristiana y vida. [14] Afirma y respeta el derecho de toda persona humana a la libertad religiosa, en el sentido de permitirle la búsqueda sincera de la verdad en materia religiosa, y de que no se obligue a nadie a obrar en contra de su conciencia. [18] Como Universidad jesuítica, [...] participa de manera genuina de la tradición, la identidad y misión fundamentales de las instituciones educativas de la Compañía de Jesús.  Espiritualidad Ignaciana La experiencia espiritual vivida por Ignacio de Loyola, a su vez consignada y transmitida en sus Ejercicios Espirituales, se constituye como eje trasversal del programa de Asesoría Espiritual, especialmente desde su apuesta fundamental por el ser humano y sus búsquedas vitales y espirituales. La espiritualidad Ignaciana es una espiritualidad de cara al mundo, donde Dios habla y al mismo tiempo nos llama a responderle. Es una espiritualidad para buscar, hallar y hacer la voluntad de Dios en sus creaturas, utilizando todos los medios al alcance del ser humano. La espiritualidad ignaciana es para quienes buscan algo más en su vida. Ignacio pretende que la persona se adentre en el mundo de los deseos para dejarse llevar por aquéllos que le conducen al amor más grande y a la verdadera libertad. La persona, por sí misma, tendrá que darse cuenta de

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cuáles son esos deseos, porque dirá Ignacio que es de “más gusto y fruto espiritual” que la persona por sí misma se dé cuenta de las cosas, que si quien lo acompaña se las hiciera saber. Ciertamente necesita un buen acompañante que le ayude a confirmar sus búsquedas. (Anónimo w: SJMEX ) Adicionalmente, el programa asume y emplea la apuesta metodológica propuesta por el mismo Ignacio, denominada ‘Cura Personalis’, de la cual se destacan las siguientes características: o Solicitar la ayuda de un compañero de camino. La tensión que supone la “cura personalis” puede describirse como sigue: Ignacio ha experimentado que en su camino hacia Dios la persona tiene necesidad de la “cura”, de la ayuda de un compañero de ruta, aunque esta aventura espiritual se desarrollará en el Espíritu, siempre rigurosamente personal, “cura personalis”. […] (Kolvenbach 2007) o El acto humano de dar y recibir. De entrada insiste en el carácter personal de la “cura personalis”. Aun al nivel de la simple elección de las palabras, rehúsa toda terminología profesional o institucional. No es un director espiritual ni un animador que se encuentra frente al ejercitante. La “cura personalis” se manifiesta en los actos humanos de “dar” y de “recibir”, un acto de trasmisión y por lo mismo de recepción. […](Kolvenbach 2007) o El acompañamiento como acto de mutua gratuidad. Para crecer y desarrollarnos necesitamos ayuda, y rehusarla es condenarse al estancamiento y la derrota. Con todo, reconocer que en el camino hacia Dios la “cura personalis” de un compañero resulta indispensable, no equivale a rendirse. Al contrario, paradójicamente recurrir a la ayuda ajena con gran generosidad (EE 5) y plena libertad es ayudarse a sí mismo. (Kolvenbach 2007) Por tanto, los espacios de encuentro fraterno, diálogo y reflexión ofrecidos por el programa, se brindan y orientan en absoluta correspondencia con esta metodología, favoreciendo los procesos propios de esta experiencia de encuentro.

10.2.3 Antecedentes Desde sus mismos orígenes, los sacerdotes jesuitas han ofrecido y brindado espacios de acompañamiento y asesoría espiritual a los miembros de la comunidad educativa javeriana. Desde el año 2012 se comienza a desarrollar un proceso de articulación y coordinación entre los asesores espirituales de la universidad, siendo en el año 2013 cuando se nombra un agente pastoral de medio tiempo con una dedicación exclusiva a este fin, a quien se le encomienda, entre otras cosas, la elaboración y ejecución del proyecto de ‘Anuncio explícito del Evangelio en el contexto universitario’.

10.2.4 Objetivos  Objetivo General Acoger a los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana en sus realidades y situaciones vitales, a través del encuentro fraterno, el diálogo y el acompañamiento de procesos eficaces de discernimiento, que bajo la inspiración de la Espiritualidad Ignaciana, permitan dinamizar su experiencia espiritual y vida de fe, motivándoles así a encontrar horizontes más amplios de sentido.  Objetivos Específicos a) Proveer espacios de acogida, diálogo y reflexión, desde los cuales se favorezca el encuentro con la interioridad y el crecimiento espiritual, a partir de la diversidad religiosa, ideológica o de posiciones determinadas. b) Anunciar, difundir y promover la experiencia vivificante del Evangelio de Jesucristo, como propuesta auténtica de humanización en el contexto universitario, la cual se concreta a partir de la Espiritualidad Ignaciana y los principios educativos Javerianos.

10.2.5 Composición del Programa El programa de Asesoría Espiritual está compuesto de la siguiente manera:  Coordinador de Programa. Es la persona encargada de planear, coordinar y controlar los procesos de organización del programa y las actividades que aportan a la formación del mismo en el contexto del Centro Pastoral, así como las acciones de presupuesto y comunicación de acuerdo con los lineamientos definidos por la línea, el Centro Pastoral y la Vicerrectoría del Medio Universitario, de manera que garantice el desarrollo y la articulación de estos con otras unidades y estamentos, mediante el seguimiento y coordinación del personal a su cargo.  Equipo de Asesores. Corresponde al grupo de asesores espirituales (jesuitas y laicos) designados y/o aprobados por la coordinación de la línea de Saber y Espiritualidad y la dirección del Centro, para asumir y orientar los espacios de encuentro y acompañamiento, ofrecidos a los miembros de la comunidad educativa javeriana. Este equipo opera en permanente trabajo colaborativo con sus pares y efectiva comunicación con el coordinador de programa.

En el año 2014, además del agente pastoral, quien asume labores de tiempo completo, se incorpora un voluntario profesional en el área de diseño, a quien se le encomienda la orientación gráfica y visual de los proyectos, con el ánimo de proporcionar mayor eficacia a estas iniciativas. Así mismo, se diversifica y amplía el equipo de asesores espirituales, del que hacen parte jesuitas, laicos y religiosas. En ese mismo año, la Dirección del Centro encomienda al programa retomar e implementar el proyecto de ‘Explicitación del Evangelio en el contexto universitario’, concentrando sus esfuerzos en generar estrategias innovadoras y pertinentes para su ejecución. De esta labor y luego de un cuidadoso trabajo de fundamentación teológica y estudio de diseños, surge la elaboración de un material gráfico presentado a modo de postales, denominado ‘Soy Buena Noticia’, en el que se presentan, a partir de un lenguaje cercano e incluyente, diferentes situaciones y escenas de la cotidianidad de la universidad, a la luz de textos extraídos de los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, evidenciando la vigencia de las enseñanzas de Jesús, en el contexto actual universitario. De igual forma, se lleva a cabo el diseño y elaboración de una guía de oración denominada ‘El Caminante’: Una guía de oración con un toque Ignaciano, la cual busca proveer a los usuarios de las capillas del campus y a la comunidad educativa en general, de un material de oración que favorezca la articulación y estructuración de su experiencia de encuentro personal con Dios, esto con el fin de sacar el máximo provecho de este espacio espiritual. Su entrega se proporciona quincenalmente de forma física y virtual, por medio de los canales digitales con los que cuenta el programa y el Centro. Así mismo, se establecen alianzas estratégicas, tanto con diferentes unidades de la universidad, como con programas del Centro y de la línea de trabajo.

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10.2.6 Enfoque metodológico De conformidad con los lineamientos establecidos por la línea Saber y Espiritualidad, los principios operativos del

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programa de Asesoría Espiritual están dados a partir de los siguientes acentos:  Acogida a la diversidad: Es un espacio dirigido a toda la Comunidad Educativa Javeriana en su universalidad, valorando la riqueza que esto trae consigo.  Experiencia formativa: Se promueven experiencias significativas que aporten a la formación integral, haciendo énfasis en la espiritualidad como un elemento unificador de todas las dimensiones de la persona.  Espacios incluyentes y flexibles: Se brindan espacios de acogida y encuentro fraterno en los que todos los que se acerquen, puedan encontrar una respuesta a sus diversas búsquedas espirituales.  Procesos: Se procura dar continuidad y seguimiento a cada usuario en sus procesos personales.  Enfoque personalizado: Se busca respetar la particularidad del proceso individual.

10.2.7 Alianzas Actualmente, el programa de Asesoría Espiritual cuenta con 5 alianzas estratégicas, desde las cuales interviene y opera en diferentes instancias y escenarios de la universidad:

• Hacer un innovador y pertinente uso de los múltiples espacios virtuales y plataformas digitales existentes, a fin de generar interacción permanente con los usuarios del programa, especialmente la oferta de espacios de asesoría y acompañamiento espiritual.

10.3 Vida Sacramental 10.3.1 Presentación El Programa de Vida Sacramental, el cual forma parte de la Línea Saber y Espiritualidad del Centro Pastoral San Francisco Javier, contribuye en el proceso de articulación entre la vida y la fe de los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana. Esta contribución se realiza desde experiencias formativas para la preparación, celebración y acompañamiento de los sacramentos (Bautismo, Reconciliación, Eucaristía, Confirmación, Matrimonio), y otras propuestas del programa; además de las celebraciones presentes durante el año litúrgico (Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua y Tiempo Ordinario), teniendo en cuenta el lenguaje ignaciano y nuestro contexto universitario.

10.3.2 Fundamentación  Servicios de Alimentación Las piezas gráficas correspondientes al proyecto de ‘explicitación del evangelio en el contexto universitario’ son publicadas periódicamente en las diferentes pantallas y monitores administrados por esta unidad de la universidad, los cuales se encuentran ubicados en las cafeterías y restaurantes del campus, permitiendo llegar a un importante número de potenciales usuarios.  Programa de Ejercicios Espirituales Propendiendo por garantizar el proceso permanente y pertinente de los usuarios que participan de la experiencia de los Ejercicios Espirituales Ignacianos, el programa de Asesoría Espiritual apoya la etapa denominada ‘pos ejercicios’, asumiendo el acompañamiento de los ejercitantes que deseen ahondar en sus procesos de orden espiritual y de fe, iniciados y/o trabajados en esta experiencia.  Decanatura Facultad de Ingeniería Recientemente, el equipo del medio universitario de la Facultad de Ingeniería solicitó la colaboración de algunos de los asesores espirituales del programa, para orientar y acompañar una serie de espacios denominados ‘Momentos Ignacianos’, los cuales buscan generar reflexión en torno a la realidad, en clave de Espiritualidad Ignaciana, abordando temas como: el ‘Principio y Fundamento’, el ‘Magis’, el ‘Prosupuesto Ignaciano’, la encíclica ‘Laudato Sí’, entre otros.  Oficina de Movilidad Estudiantil Internacional A partir de una estrategia colaborativa de socialización y difusión con la Oficina de Movilidad Estudiantil Internacional, se ofrece un espacio de encuentro fraterno, diálogo y reflexión dirigido a los estudiantes en modalidad de intercambio académico internacional, con la posibilidad de llevar a cabo estos encuentros con asesores nativos, en idioma inglés.

10.2.8 Retos y desafíos El programa de Asesoría Espiritual y su equipo de trabajo, consciente de la preponderante necesidad de practicar el mejoramiento continuo y la innovación en sus experiencias, proyectos y procesos, identifica los siguientes retos y desafíos hacia el futuro inmediato: • Ampliar y diversificar el equipo de asesores espirituales, haciendo un especial esfuerzo en incorporar laicos y laicas que desde su opción de vida, formación personal y experiencia espiritual, puedan acompañar y orientar los espacios de asesoría espiritual. • Estrechar y consolidar las alianzas estratégicas con las diferentes unidades, dependencias y estamentos con las que cuenta actualmente el programa, así como establecer nuevos y pertinentes trabajos colaborativos que permitan impactar en el mayor número de usuarios posible. • Proponer, elaborar y ejecutar nuevas estrategias y proyectos, que permitan dar continuidad a la encomienda de explicitar el evangelio en el contexto universitario, y su vigente pertinencia en nuestros contextos de realidad.

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En consonancia con la esencia de la Universidad Javeriana, siendo ésta de carácter pontificio y de inspiración católica, el Centro Pastoral ve también la necesidad de hacer un anuncio explícito del Evangelio, que es en esencia universal (acoge a todos sin discriminación alguna), haciéndose cercano a la celebración de la vida de la comunidad javeriana, por medio de una propuesta seria, oportuna y acorde a la academia, recordando la esencia de la pastoral universitaria: La pastoral universitaria es aquella actividad de la Universidad que ofrece a los miembros de la Comunidad la ocasión de coordinar el estudio académico y las actividades paraacadémicas con los principios religiosos y morales, integrando de esta manera la vida con la fe. Dicha pastoral concretiza la misión de la Iglesia en la Universidad y forma parte integrante de su actividad y de su estructura. Una Comunidad universitaria preocupada por promover el carácter católico de la institución, debe ser consciente de esta dimensión pastoral y sensible al modo en que ella puede influir sobre todas sus actividades (Ex corde Ecclesia). La articulación fe-vida en la universidad, desde el Centro Pastoral, es apoyada directamente por los programas de la Línea Saber y Espiritualidad. Como parte de esta Línea, el Programa de Vida Sacramental pretende ofrecerle a la comunidad educativa los suficientes espacios, tanto para la celebración de acciones sacramentales, como para las eucaristías que atañen a la vida universitaria y a los momentos importantes de la vida. Como natural expresión de su identidad católica, la Comunidad universitaria debe saber encarnar la fe en sus actividades diarias, con momentos significativos para la reflexión y la oración. De esta manera, se ofrecerán oportunidades a los miembros católicos de la Comunidad para asimilar en su vida la doctrina y la práctica católicas. Se les animará a participar en la celebración de los sacramentos, especialmente del sacramento de la Eucaristía, como el más perfecto acto del culto comunitario. Aquellas comunidades académicas que tienen en su seno una importante presencia de personas pertenecientes a diferentes Iglesias, Comunidades eclesiales o religiones, respetarán sus respectivas iniciativas de reflexión y oración en la salvaguardia de su credo (Ex corde Ecclesia, 39). La preparación a los sacramentos de iniciación cristiana, en la universidad, tiene como fin propiciar la consecución de una fe madura, comprometida y vivida por medio del compromiso bautismal, que se debe traslucir en una seria conciencia de responsabilidad social y el afán de servicio desde la óptica del Evangelio. El sentido de celebrar sacramentos al interior de la universidad radica, no en una mera prestación de servicios (pues los sacramentos son propios de la vida parroquial) sino en la preparación acorde a las exigencias de la academia, de manera que quienes acceden a ellos encuentren una propuesta diferente y en consonancia con las directrices de la universidad. La pastoral universitaria es una actividad indispensable; gracias a ella los estudiantes católicos, en cumplimiento de sus compromisos bautismales, pueden prepararse a participar activamente en la vida de la iglesia (…) Según las circunstancias locales, los centros educativos de la Compañía preparan a los estudiantes (y también a los adultos) para la recepción de otros sacramentos (Ex corde Ecclesia, 39).

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En la preparación al sacramento de la confirmación el Centro cuenta con un vínculo, tanto con la pastoral universitaria de la arquidiócesis de Bogotá, como con las demás universidades de inspiración católica, por este motivo este sacramento se celebra conjuntamente, alternando, como lugar de celebración, los diferentes campus universitarios. Así lo expresa el documento Características de la Educación de la Compañía de Jesús, n 69: El Obispo diocesano ha de procurar una intensa cura pastoral para los estudiantes, incluso erigiendo una parroquia, o, al menos, mediante sacerdotes destinados establemente a esta tarea; y cuide de que en las universidades, incluso no católicas, haya centros universitarios católicos que proporcionen ayuda, sobre todo espiritual, a la juventud. Los servicios prestados por el Centro Pastoral “San Francisco Javier”, obedecen a las necesidades que la misma comunidad educativa ha ido manifestando a lo largo de la historia de funcionamiento del mismo, además, se ha tratado de no reducir el servicio a una mera ‘administración’ de sacramentos, sino que se ha optado por brindar una verdadera formación, desde la espiritualidad ignaciana, conducente a una fe adulta, madura y comprometida, teniendo en cuenta las necesidades reales de cada estamento de la comunidad educativa javeriana.

10.3.3 Antecedentes

con otras celebraciones durante el año litúrgico, buscando una mayor articulación entre la vida y la fe, en un proceso de maduración y mayor compromiso a la luz de los principios del Evangelio, desde la perspectiva ignaciana y orientado a nuestro contexto universitario.  Objetivos específicos a) Fortalecer la expresión comunitaria de la fe, por medio de celebraciones abiertas a toda la comunidad educativa javeriana. b) Propiciar una formación acorde a lo que es propio de la universidad, en un lenguaje ignaciano, en el antes, durante y después de la celebración de los sacramentos. c) Alimentar la vida cotidiana con espacios que respondan a las necesidades de fortalecimiento en la fe de la comunidad educativa. d) Propiciar por medio de celebraciones litúrgicas y sacramentales, un mayor compromiso bautismal a la luz del Evangelio. e) Imprimir un mayor sentido comunitario de celebración en la fe de las festividades patronales propias de la universidad.

10.3.5 Estructura organizacional Los servicios litúrgicos sacramentales han sido prestados por el Centro Pastoral desde que este inició en 1977, contando con el apoyo tanto de los directores que ha tenido el Centro, como de otros sacerdotes jesuitas, algunos de ellos como asesores espirituales quienes apoyan este tipo de celebraciones litúrgicas y sacramentales. Se ha contado también con la colaboración de laicos(as). Desde sus orígenes, en el Centro se han prestado servicios básicos tales como: Bautismos; Primeras comuniones (a partir de 1984); Confirmaciones (desde 1983); Matrimonios; celebraciones Eucarísticas diarias y en ocasiones especiales (que incluyen apoyar las eucaristías de neojaverianos en los dos semestres del año); celebraciones fuertes del calendario litúrgico: Navidad, Cuaresma (miércoles de Ceniza), Pascua, Pentecostés, etc; celebraciones en las fiestas patronales de la Universidad: San Ignacio, San Pedro Claver, San Francisco Javier y Día de la Universidad. A lo largo de la historia y atentos a las necesidades de la comunidad universitaria se ha ido articulando y repensando la forma de prestación de estos servicios, pasando de celebraciones aisladas de algunos sacramentos, tales como primeras comuniones o confirmaciones, a proponer un programa de celebración de las mismas, bien articulado y ofrecido también a los hijos de docentes, administrativos y estudiantes. Se ha dado también desde 1983, una articulación con la Pastoral Universitaria de la Arquidiócesis de Bogotá para la preparación y celebración del sacramento de la confirmación para javerianos, junto con las demás universidades católicas. Las celebraciones eucarísticas diarias han sido un espacio ofrecido a la comunidad educativa durante todo el tiempo de vida del Centro Pastoral (antes llamado Sector Pastoral), además la oportunidad de celebrar intenciones particulares por cumpleaños, aniversarios, salud, exequias y otras. Además se ha buscado tener una mayor articulación con el Medio Universitario en la celebración de las eucaristías en las fiestas de los patronos de la universidad, tratando de imprimirle el carácter celebrativo ignaciano a cada una de estas fiestas y rescatando su incidencia en la vida de la Universidad. Desde el Centro Pastoral se ha tenido en cuenta la celebración de los tiempos fuertes en el calendario litúrgico eclesial, tales como: Adviento, Navidad, Cuaresma, Semana Santa, Pascua y Pentecostés, dándoles a cada una de estas celebraciones, además de un carácter celebrativo, un lenguaje universitario incluyente, buscando estrategias para celebrar la vida desde el ambiente universitario en el que nos movemos. Vale la pena aclarar que la prestación de estos servicios sacramentales corresponde a una necesidad real de la comunidad educativa javeriana, que aprovechando las oportunidades brindadas por la universidad, piden vivir su expresión celebrativa y de fe en la misma comunidad.

10.3.4 Objetivos  Objetivo General Contribuir al compromiso de la Iglesia con el proceso de formación en la vida de fe de los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana, desde la preparación, la celebración y el acompañamiento posterior de sacramentos, así como

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El programa de vida sacramental cuenta con un Coordinador el cual se encarga de organizar y dinamizar las experiencias de vida sacramental dentro de la comunidad universitaria. Así mismo, el programa tiene asociados más de 40 sacerdotes jesuitas que se encuentran desarrollando su actividad académica y pastoral dentro del campus o tomando sus estudios de posgrado. De este número, dispone de 15 celebrantes cercanos que apoyan las actividades más cotidianas del centro y las necesidades inherentes a la pastoral universitaria. También cuenta con voluntarios universitarios que disponen de su tiempo apoyando las actividades de preparación para los sacramentos de primera comunión y de confirmación y otras actividades propias de los tiempos litúrgicos.

10.3.6 Enfoques metodológicos El programa es abierto a toda la comunidad educativa. Propende por una participación activa y reflexiva en una sacramentalidad vivida desde la cotidianidad de la vida. Pretende una vivencia sana y compartida en medio de la diversidad de saberes, creencias pensamientos y culturas, reconociendo el valor de la pluralidad. Propone el crecimiento vivencial de la fe por medio de la espiritualidad ignaciana vivida como oración, reflexión y acción.

10.3.7 Ciclo formativo Posterior a la finalización de cada actividad distinta las eucaristías, se realiza una evaluación que permita el mejoramiento de las experiencias de vida sacramental así como de aceptación de nuevas ideas que permitan un mejor acercamiento a la vida de fe propuesta por el programa. a) Eucaristías diarias  Objetivos o Alimentar la fe litúrgica y celebrativa de la comunidad educativa por medio de espacios de celebración diaria de la eucaristía en diversas capillas de la universidad. o Propiciar un espacio catequético y de maduración en la fe en cada una de las eucaristías.

o Por medio de la celebración eucarística, acompañar a la comunidad educativa en los momentos importantes de la vida, (cumpleaños, aniversarios, exequias e intenciones particulares) b) Eucaristías especiales: San Ignacio de Loyola, San pedro Claver, San Francisco Javier.  Objetivo Conmemorar la vida y obra de los patronos de la universidad, por medio de la celebración eucarística, fortaleciendo

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el diálogo fe-vida, fe-ciencia. c) Tiempos Litúrgicos  Objetivo Proponer espacios concretos y acordes a la academia, para la celebración de los momentos más fuertes dentro del año litúrgico, haciendo posible la celebración de éstos al interno de la universidad. (Miércoles de ceniza, pascua, navidad, etc.) d) Día de la universidad  Objetivo Celebrar el aniversario del restablecimiento de la universidad por medio del banquete fraterno de la Eucaristía en acción de gracias a Dios. e) Sacramentos  Objetivo Propiciar un espacio celebrativo de las acciones sacramentales, abierto a toda la comunidad educativa javeriana y sus familiares, con el fin de aportar elementos que lleven a una fe madura y articulada con la vida. • Bautismos. En el caso de los mayores de 7 años se orienta hacia la parroquia para la preparación. Con menores de 7 años, se prepara un curso con padres y padrinos de acuerdo al celebrante. • Primeras Comuniones: Actualmente las primeras comuniones tienen una duración de un semestre de preparación, dividido en 11 sesiones presenciales, enmarcados en cinco módulos bien definidos que articulan los elementos que consideramos pertinentes en el proceso formativo de padres e hijos, además, una jornada de convivencia y reflexión, y el día de la celebración, siendo un proceso conjunto de padres e hijos formándose para la celebración y afianzamiento del sacramento de la Eucaristía. Se realiza durante el primer semestre del año, para finalizar en la fiesta de “Corpus Christi”. • Confirmaciones: Actualmente su duración es de 8 sesiones en el segundo semestre del año, teniendo en cuenta que una de ellas corresponde a una jornada de reflexión y vivencia de la Eucaristía y el compromiso como confirmandos. La fecha de celebración es propuesta por la Pastoral Universitaria Arquidiocesana. • Matrimonios: el momento de la celebración.

10.3.8 Alianzas  Pastoral universitaria de la arquidiócesis de Bogotá. En reuniones mensuales se discuten temas de interés universitario y se comparten experiencias de interés general. Las confirmaciones para 2016-2 serán conjuntas con las universidades de la pastoral universitaria de la arquidiócesis de Bogotá.

10.3.9 Retos y desafíos  Elaboración del cantoral Vol.2 y grabación del CD “Misa Javeriana”.  Lograr mayor participación de la comunidad educativa en procesos de vida sacramental.  Vincular nuevas alternativas que permitan profundizar y consolidar procesos de vida sacramental.  Fomentar la articulación de procesos con otros programas del centro.

10.4 Programa Asesoría Familiar 10.4.1 Presentación Asesoría Familiar es un programa de la Línea Saber y Espiritualidad adscrita al Centro Pastoral San Francisco Javier de la Pontificia Universidad Javeriana, sede Bogotá. Desde sus saberes y campos de acción aporta a la formación integral de todos los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana a través de servicios conducentes a mejorar las relaciones familiares actuales y cualificar las futuras.

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El programa ofrece espacios y experiencias de formación y acompañamiento personal que inspirados desde la Espiritualidad Ignaciana buscan favorecer la comprensión de la vida familiar como una experiencia relevante en la vida cotidiana.

10.4.2 Fundamentación En consecuencia con la misión de la Universidad y del Centro Pastoral San Francisco Javier, el programa de Asesoría Familiar, comprometido con los principios educativos, busca contribuir con su servicio a la formación integral de los miembros de la Comunidad Universitaria, brindando elementos para asumir la vida familiar y cotidiana con una perspectiva más profunda y promoviendo así el logro de una sociedad justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana (Misión PUJ). Siguiendo este orden de ideas, y reconociendo el valor que adopta la formación integral de los miembros de la Comunidad Javeriana, el programa de Asesoría Familiar, reconoce su papel participativo en la promoción del desarrollo armónico y coherente de las Dimensiones del ser humano, a fin de lograr su realización personal. Desde la experiencia y recorrido formativo que ha tenido el Padre Luis Guillermo Hernández, S.J. como promotor de las Escuelas de Padres en Colombia y Coordinador del programa de Asesoría Familiar en la Universidad desde el 2002, en su escrito ¿Qué es la Escuela para padres?, resalta a la familia como foco de las más profundas y constantes influencias sobre el individuo. Es la familia la principal formadora de personas, la primera educadora y promotora de valores. En efecto, las vivencias y relaciones familiares afectan el diario bienestar personal, el crecimiento interior, el rendimiento laboral y académico, y por tanto, el éxito en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Asimismo se reconoce que en la sociedad actual, son exiguas las oportunidades para aprender a ser pareja, ser padres, ser hijos e incluso abuelos; frente a esto se consolida la apuesta por trabajar y acompañar procesos individuales y familiares que promueven herramientas para la consolidación y mantenimiento de los sistemas familiares y que respondan a su vez, a las necesidades y roles de la persona, la pareja, la familia y la sociedad. Es importante resaltar que, la educación que brinda la Compañía de Jesús y todos los escenarios de formación, se comprenden a la luz de la Espiritualidad Ignaciana, que centra toda su atención en la persona humana y en el sentido que ésta le da a su realidad. De esta manera, las acciones desplegadas desde el programa se fundamentan también en los valores y Principios Ignacianos. (Vasquez SJ 2013) Los espacios de asesoría individual, en pareja o grupo familiar se soportan desde la atención individual o Cura Personalis que como lo expresa el Padre Kolvenbagh (2013, 10) constituye “una característica tanto del acompañamiento espiritual, como un elemento constitutivo de la formación y educación jesuíticas”. Según la Cura Personalis la persona tiene necesidad de la “cura”, es decir, de la ayuda de un compañero de ruta que le brinde un espacio de cuidado, escucha, acogida y orientación. Ahora bien, los escenarios de formación comunitaria (conferencias, talleres, salidas experienciales, retiros espirituales) están permeados por el Paradigma Pedagógico Ignaciano, que contempla en su definición cinco aspectos: contexto, experiencia, reflexión, acción y evaluación, y que permiten organizar la acción formativa y direccionar a las personas a comprender desde una visión afectiva su vida y realidad familiar. Tanto los espacios de acompañamiento personal como las experiencias de formación comunitaria, se enriquecen de la herramienta de discernimiento espiritual, que guía a los interlocutores a iniciar un proceso de exploración profunda y reflexión.

10.4.3 Antecedentes Como experiencia previa al Programa de Asesoría Familiar en la Pontificia Universidad Javeriana, se debe resaltar el trabajo que desde 1973 el Padre Luis Guillermo Hernández, S.J. Realizó con familias de distintos Colegios de La Compañía de Jesús. Inicialmente, se llevaban a cabo reuniones para socializar y comentar temáticas sobre la familia y sus problemáticas, posteriormente se fue multiplicando el material teórico y grafico trabajado por el Padre a través de cursos y conferencias a nivel nacional. La Creación de la Escuela de Padres se llevó a cabo con el ánimo de ofrecerle al país un aporte, ciertamente básico, de mejoramiento de la realidad familiar y proporcionarle a cada individuo una ayuda sistemática para moverse mejor dentro de la compleja y difícil problemática de la Familia.

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Después de estas experiencias de acompañamiento y asesoramiento a padres de familia en colegios de la Compañía de Jesús y otras instituciones, en el año 2002 el programa de Asesoría Familiar, en cabeza del padre Luis Guillermo Hernández, S.J., llega a la Universidad Javeriana.

 El “magis” como modo de ser y proceder “más” al estilo de Jesús. (EE 167)  La universalidad, como forma de abrirse al trabajo en espacios donde se expresan diversas culturas y manifestaciones espirituales, adaptándose a tiempos, lugares y personas. (Cons 1:136; Cons 622).

En sus inicios, dicho programa se encontraba adscrito directamente a la Vicerrectoría del Medio Universitario y ofrecía a la Comunidad Educativa Javeriana conferencias prácticas, pedagógicas y audiovisuales, organizadas sobre más de 50 temas relacionados con la familia, así como el servicio de consultoría, en el que se da atención particular individual, de pareja o de grupo familiar, todo de forma gratuita.

Adicionalmente, su acción transformadora se rige bajo los siguientes acentos pastorales:  Acogida a la diversidad. Se dirigen a toda la Comunidad Educativa Javeriana en su universalidad valorando la riqueza que esto trae consigo.

A partir del año 2014, en el marco de la reestructuración de esta Vicerrectoría, este programa pasa a formar parte del Centro Pastoral en la Línea de Saber y Espiritualidad. Desde entonces sigue prestando sus servicios característicos. A finales del año 2015, llega a apoyar el equipo humano del programa, un agente pastoral que tiene encomendada la misión de fortalecer la esencia del programa y ampliar las perspectivas de trabajo para que el conocimiento y experiencia de manejo familiar llegue a más estamentos de la Universidad.

 Espacios abiertos y flexibles. Se brindan espacios de búsqueda y crecimiento donde todos los que se acerquen puedan encontrar una respuesta a sus diversas búsquedas trascendentales.

10.4.4 Objetivos  Objetivo general Contribuir a la formación integral de todos los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana, fomentando desde la Espiritualidad Ignaciana espacios y experiencias que brinden herramientas para abordar y discernir la vida personal, familiar y social, buscando fortalecer la unidad familiar y favorecer la trasformación de las relaciones humanas y su impacto en el entorno.  Objetivos Específicos a) Facilitar espacios de acompañamiento y formación que les permitan a los miembros de la comunidad universitaria fortalecer y armonizar la vida y unidad familiar b) Generar y facilitar espacios de encuentro y formación en temas del ámbito familiar.

10.4.5 Composición del Programa y estructura organizacional El programa de Asesoría Familiar inspirado en los principios de la espiritualidad ignaciana propende por la formación y acompañamiento de la persona humana en temas de su vida familiar. En efecto, a través de los espacios de atención individual, en pareja o en grupo familiar, se busca brindar estrategias para nutrir y armonizar las relaciones familiares y sociales. Para llevar a cabo esta apuesta, el Programa cuenta con un equipo humano conformado por el coordinador general y un agente pastoral. Este equipo de trabajo se encarga de la coordinación y seguimiento del programa, y de la implementación de nuevas estrategias de acción. El equipo es apoyado administrativamente por un asistente administrativo que brinda apoyo técnico, logístico y organizativo fundamental para el buen desarrollo del programa. A nivel estratégico, el programa está supervisado por el coordinador de la Línea de Saber y Espiritualidad y por el Director del Centro Pastoral quienes hacen la coordinación, planeación y articulación de los programas de la línea y del CPSFJ respectivamente.

10.4.6 Enfoques metodológicos específicos Teniendo en cuenta que el programa de Asesoría Familiar hace parte de la Línea Saber y Espiritualidad fundamentada en la Espiritualidad Ignaciana, que surge de la experiencia de Ignacio de Loyola plasmada en el libro de los Ejercicios Espirituales y en otros, metodológicamente sigue los principios ignacianos. Algunos rasgos para resaltar son:  El hacerse libre de todo aquello que nos impide realizar el sentido de nuestra existencia. (EE 1, 23 y 313)

 Experiencias formativas. Se promueven experiencias significativas que aporten a la formación, haciendo énfasis en la espiritualidad como un elemento unificador de todas las dimensiones de la persona.

 Procesos. Se procura dar continuidad y seguimiento a lo generado en cada persona a través de las diversas experiencias.  Enfoque personalizado. Se busca respetar la particularidad del proceso individual.

10.4.7 Alianzas  Programa de Asesoría Espiritual  Programa de Formación Integral para Estudiantes  Programa de Formación Integral para Administrativos

10.4.8 Retos y desafíos  Continuar consolidando y fortaleciendo la identidad del programa buscando favorecer su pertinencia y articulación con la misión y proyecto educativo de la Universidad Javeriana.  Visibilizar y posicionar con mayor impacto los espacios del programa, ampliando la participación de la comunidad universitaria.  Actualizar el material formativo existente según los retos y exigencias de la sociedad actual y explorar formas para expandir dicho conocimiento de forma virtual.

10.5 Programa Formación en Vida Interior 10.5.1 Presentación El Programa de Formación en Vida Interior (próximamente Vida Interior en contextos), es un Programa de la Línea Saber y Espiritualidad del Centro Pastoral San Francisco Javier dirigido, principalmente, a aquellos miembros de la Comunidad Educativa Javeriana que usualmente no participan de actividades del Medio Universitario. Sus tres ejes orientadores son juventud, espiritualidad y vida cotidiana universitaria. El programa busca valorar la diversidad en esas búsquedas vitales personales y grupales, donde se motivará a salir de la “comodidad” que representa estar con las personas que queremos y nos quieren o, en su defecto, con las que tenemos en común muchas convicciones, para compartir y empezar a construir juntos con aquellos que son diferentes. En este sentido las búsquedas que cada persona se encuentra realizando, por muy diferentes que sean, son las que animan encuentros y acercamientos entre los participantes de cada espacio del programa. El contacto entre las manos y los pies de cada una de las personas reflejan la confianza y la solidaridad, condiciones indispensables para poder construir y edificar diferentes miradas acerca del mundo y el mundo propio, lo cual se expresa en la figura del centro. El logo refleja la principal apuesta del programa, a saber, la posibilidad de generar espacios de encuentro en los que se pueda construir desde la diversidad.

 El discernimiento de la voluntad de Dios en la vida misma. (EE. 1 y 53)  El diálogo como herramienta para el acompañamiento. (EE. 22)  El servicio que consiste en poner el amor más en obras que en palabras. (EE 231 y 233)

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10.5.2 Fundamentación La forma de proceder del Programa está orientada hacia la consolidación de diferentes estrategias para establecer investigaciones, encuentros, diálogos y experiencias en torno a la vivencia personal y contextualizada de las personas, a partir de las cuales se puedan comprender diversas formas de vivir la espiritualidad. En coherencia con lo anterior, se pretende abordar otro tipo de estrategias de trabajo que no se reduzcan únicamente a espacios, cursos, talleres y charlas En este sentido, respecto a la palabra “formación”, se concluyó que la razón de ser y la naturaleza del Programa están más enfocadas hacia la generación de espacios que aporten a la formación de la Comunidad Educativa, que hacia el desarrollo de acciones formales que impliquen una formación específica (modelo formativo a seguir). Por otro lado, en cuanto a la palabra “vida interior”, se consideró que esta evoca un límite o frontera entre una “vida interna” y una “vida exterior”. A la vez que abarca dentro de sí misma una multiplicidad de aspectos como lo afectivo, lo relacional, lo psicológico, lo cultural, lo trascendente, entre muchos otros, que no facilita enfocar los esfuerzos del Programa hacia un único punto, sino que divide los mismos entre una gran variedad de elementos a trabajar.

El Programa parte de un principio: no cuenta con una definición específica o prescriptiva alrededor del significado de la espiritualidad. En este sentido, se busca generar una aproximación nocional al concepto, donde se aborde un marco de referencia empleando las definiciones que algunos autores han trabajado. El teólogo norteamericano Ronald Modras (2012, p.20) señala que en la historia de la cultura moderna este término ya ha sido abordado conceptualmente. El espíritu y la espiritualidad apuntan a algo inalienable y central de lo que somos. (…) que nos hace únicos (…) aquello que nos hace humanos. (…) Así no seamos religiosos, todos tenemos una espiritualidad, querámoslo o no. Si consideramos la espiritualidad como inherente a nuestra humanidad, de elaboración y significaciones diversas, culturales y personales, no es posible realizar una definición porque va en contra de su propia naturaleza. Entonces se puede le puede reconocer como un término polisémico. Algunos aportes de autores18 como que han reflexionado sobre la espiritualidad ofrecen una aproximación nocional que finalmente orientan los fundamentos del Programa y permite ver la espiritualidad alrededor de las siguientes cualidades: • Fundamental en la formación integral;

Además de lo anterior, y en congruencia con la Línea de Saber y Espiritualidad (Documento de Línea), el Programa tiene como centro la Espiritualidad Ignaciana, entendiendo no se centra de manera fundamentalista alrededor de la espiritualidad sino que, por el contrario, contempla una fuerte apreciación por lo humano, el conocimiento en lo diverso, la gratuidad en el encuentro, el servicio en el mundo, entre otros aspectos fundamentales para el proceso formativo llevado a cabo por un miembro de la Comunidad Educativa Javeriana. En consecuencia con lo anterior y teniendo en cuenta su población objetivo, aunque la Espiritualidad Ignaciana es su fundamento no se pretende hacer proselitismo con esta ni se pretende hacer explícita en sus espacios.

• diversa y correspondiente a la vivencia personal;

Sin embargo, emplear el término espiritualidad puede generar prevenciones dentro del público al que va dirigido el Programa. Por tal razón, se considera pertinente mantener el término Vida Interior, con la salvedad de que se comprenderá como sinónimo de espiritualidad, lo cual se verá reflejado en cada una de sus acciones y propuestas.

• se vincula con la construcción propia de los valores y la reflexión moral.

 El programa aporta a la formación Una de las principales claridades en la reformulación de los objetivos y de las acciones del Programa, es el aporte a la Formación Integral de la Comunidad Educativa, a partir del reconocimiento de la espiritualidad como un aspecto fundamental en los procesos formativos individuales de cada uno de sus integrantes. En este sentido, se deja en claro que el Programa no ofrecerá una formación de carácter formal, en este caso particular se busca aportar y acompañar a la Comunidad Educativa desde la generación de experiencias formativas, por medio de espacios significativos alrededor de la espiritualidad, que tengan en cuenta la libre participación, permanencia y/o regularidad de asistencia. Pensar la formación dentro de la pastoral responde más a pensar y apostarle más a procesos que actividades. Un gran riesgo en el que pueden caer las pastorales radica en reducirse a planear y llevar a cabo actividades con alto grado de impacto; sin embargo, aunque estas puedan generar el efecto deseado, el ímpetu que dejan en los participantes corre el riesgo de extinguirse si no se piensa de cara a nuevas experiencias, actividades y espacios en los que se pueda evidenciar un proceso, un camino en el que se va avanzando y madurando ese ímpetu, esa vocación, para ponerla al servicio de los demás. Estos espacios formativos se distancian de la idea de conformar grupos. Si bien los grupos son importantes dentro de la vida comunitaria, este tipo de interacción genera otras dinámicas que no propician la participación. El hacer parte de un grupo implica un compromiso y esto es percibido por muchos como algo ecléctico, a veces impuesto y cerrado a otras personas y posibilidades. Así pues, es más importante apostar por generar espacios de libre participación, incluyentes y que vayan motivando a las personas a generar compromiso, que es algo que se va adquiriendo a medida que la motivación crece. Los espacios serán generados principalmente por el mismo Programa, pero a su vez, surgirán de la acogida y gestión de propuestas e iniciativas propias de los Estudiantes, Grupos Estudiantiles, miembros de la Comunidad Educativa, personas o colectivos externos a la misma, que quieran desarrollar de cara a la Universidad la construcción de espacios formativos alrededor de la espiritualidad.  Enfocados en la espiritualidad

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• tiene diferentes manifestaciones que no necesariamente están ligadas a la religión e, inclusive, a un Dios o referente divino; • relacionada con la reflexión y con el sentido de los acontecimientos que ocurren en la vida; • se puede manifestar en prácticas que tienen sentido; • implica una reflexión sobre la relación de la persona con su entorno y los otros; Todo lo anterior se sintoniza con la filosofía de la Espiritualidad Ignaciana, que considera importante reconocer las distintas manifestaciones y expresiones alrededor de la espiritualidad.

10.5.3 Antecedentes El nacimiento del programa de Formación en Vida Interior ocurrió, por así decirlo, de manera “circunstancial”. Como lo decía el texto explicativo que dio origen al programa19, éste surgió ante “la necesidad de agrupar en un solo objetivo a un grupo de actividades ya existentes en la Universidad pero que iban por caminos separados de las líneas de trabajo del Centro Pastoral”. Bajo este programa se agruparían ciertas actividades y grupos que, si bien buscaban generar espacios de reflexión y crecimiento tanto personal como espiritual y comunitario, tenían diferentes rumbos dentro de la Universidad. Con el apoyo del Centro Pastoral se consolidarían unos horizontes de acción para fortalecerlos. Desde el año 2013 se han ido generando reflexiones al interior del Centro acerca del carácter de la pastoral en la Universidad, es decir, qué es lo que la define propiamente como universitaria. Uno de los puntos dentro de esta reflexión gira en torno a cuál es el público al que va dirigido su accionar y cuál es el grado de conocimiento que se tiene de éste. Dicho aspecto ha suscitado una creciente inquietud acerca de conocer de manera más cercana la Comunidad Universitaria (sus intereses, sus percepciones sobre la espiritualidad y la pastoral, etc.), principalmente en aquellos que no participan de actividades de Pastoral y del Medio Universitario. Frente a este desafío surgió la necesidad de tener un espacio bajo el cual se pueda conocer y entrar en conversación con ese “universo no explorado”. Este desafío implicaba, además, reflexionar sobre la naturaleza de los diferentes programas y líneas del Centro para poder determinar cuál o cuáles de ellos tienen el potencial para llevar a cabo esta tarea. Dentro de ese proceso se evidenció que el Programa de Formación en Vida Interior poseía ciertas cualidades no explotadas que podrían generar nuevos horizontes de trabajo con la Comunidad Educativa. Sin embargo, el programa se encontraba reducido a unos determinados grupos y actividades, cuestión que de entrada representaba una dificultad puesto que iba en contravía de las nuevas apuestas del Centro Pastoral. Fue así como se buscaron generar estrategias y alternativas encaminadas a materializar dichas expectativas 18

Remitirse a Silva, Romero y Peters (2010), Girard (2007), Modras (2012).

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(posteriormente convertidas en objetivos) mediante el relanzamiento “oficial” del Programa; que, para su adecuado desarrollo y funcionamiento, generó un sistema de trabajo que le permitiera llevar a cabo acciones concretas y específicas orientadas a dar respuesta a su razón de ser. Cabe aclarar que este sistema se ideó e implementó durante el año 2014, tiempo posterior al proceso de construcción del Programa llevado a cabo en el año 2013.

Para esto se realizan procesos investigativos de carácter formal e informal, los cuales, sirviendo como insumos, ayudan a generar un conocimiento de primera mano sobre lo que piensa, vive, siente y actúa la Comunidad Educativa frente a la espiritualidad. Dicho conocimiento, posteriormente, facilita generar procesos orientados hacia el trabajo de la espiritualidad en los distintos espacios ofrecidos por el Programa.

Durante el trabajo de implementación llevado a cabo en el año 2014, y teniendo en cuenta la trayectoria del año 2013, se vio la necesidad de hacer una revisión del programa con el fin de fortalecer sus fundamentos y ajustar sus campos de trabajo. La ampliación del equipo, tanto del programa como del Centro; la experiencia adquirida en los diferentes espacios, actividades de interacción y extensión; así como la posibilidad de tener mayor disponibilidad de tiempo y espacios para dedicar al programa; facilitaron la realización de la tarea pendiente que aún tenía el programa: pensarse a sí mismo.

A través de estas acciones se pretende generar una mayor cercanía entre el Centro Pastoral y la Universidad; además, incrementar la pertinencia de su trabajo dentro de la misma y afianzar la intencionalidad del Programa dentro de los espacios y actividades ofrecidas.

Así pues, después de sostener las primeras reuniones como programa durante el segundo semestre del 2014, se evidenció que aún le faltaban algunos elementos que le ayudaran a tener un mayor posicionamiento al interior del Centro y una mayor identidad. Todo lo anterior hizo posible la sistematización de dichos aspectos coyunturales a partir de la elaboración de un “Árbol de Problemas” y un “Árbol de Soluciones”, elementos útiles para visibilizar, conceptualizar y abordar las dificultades puntuales que estaba teniendo el Programa hasta este momento. Posterior a este ejercicio se dio paso al proceso de reformular y re-definir el Programa, de esto se desprende el esfuerzo por delimitar el campo de acción a través de la definición de los fundamentos, objetivos y campos de trabajo.

10.5.4 Objetivos  Objetivo general Buscamos fomentar espacios que propicien reflexiones y prácticas en torno a la espiritualidad presente en la vida cotidiana y su relación con los procesos formativos de los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana, especialmente de estudiantes que habitualmente no participarían en acciones realizadas desde el Centro Pastoral San Francisco Javier o desde la Vicerrectoría del Medio Universitario; lo anterior enmarcado en una perspectiva de Ecología Integral.  Objetivos específicos a) Reconocer las diversas vivencias de la espiritualidad mediante diálogos con aquellas personas que habitualmente no participarían en acciones realizadas desde el Centro Pastoral San Francisco Javier. b) Generar y facilitar espacios de encuentro donde los y las Estudiantes puedan acercarse y/o explorar la espiritualidad desde su vivencia cotidiana. c) Incentivar el reconocimiento de la espiritualidad como un elemento significativo dentro de la construcción de los diferentes procesos formativos de los integrantes de la Comunidad Educativa. d) Articular esfuerzos con otras instancias del Centro Pastoral y de La Pontificia Universidad Javeriana de acuerdo a los propósitos del Programa.

10.5.5 Composición del Programa y estructura organizacional a) Composición del Programa El sistema de trabajo implementado por el Programa se basa en un modelo de “campos de trabajo” enfocado en abordar con especificidad las áreas más cercanas a sus objetivos. Cada campo de trabajo busca, en primer lugar, responder a los objetivos específicos, a la vez que se identifica como una forma de delimitar y señalar la naturaleza de las acciones formuladas. Dentro de sus características se encuentran la interacción entre cada uno de los campos para aportar en los objetivos del Programa.  Investigación El objetivo de este campo es entrar en diálogo con la Comunidad Educativa mediante el abordaje de lo que para esta representa la espiritualidad en su vida cotidiana. Se busca generar conocimiento y visibilizar la importancia de la espiritualidad dentro de los procesos formativos, mediante el diseño y puesta en marcha de aproximaciones que posibiliten identificar cómo la espiritualidad es vivida, practicada y comprendida dentro de la Universidad.

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 Espacios El objetivo de este campo es hacer posible el reconocimiento de la espiritualidad como un aspecto fundamental al interior de los procesos de formación de la Comunidad Educativa. En este sentido, se generan escenarios fuera del contexto académico por medio de los cuales puedan encontrarse distintas alternativas para vivir espacios de espiritualidad. Estos espacios de encuentro, alrededor de experiencias significativas enfocadas en la espiritualidad, se caracterizan por ser de carácter inclusivo, de libre asistencia y regularidad. No se pretende generar procesos de participación obligatoria. Los participantes son libres de ir y venir en cualquier momento, pues debido a la estructura del espacio, su proceso formativo puede continuar en cualquier momento que deseen retomarlo. Son espacios que pretenden llegar al mayor número posible de población participante, por lo cual cuentan con variedad de horarios y múltiples días disponibles para asistir. Dan acogida a proyectos e ideas de la Comunidad Universitaria, por lo cual pueden ser facilitados directamente por los responsables de estas iniciativas o algunos de los integrantes del Programa, que principalmente se encargará de gestionar la logística para su desarrollo.  Interacción Este campo aborda el reto de llegar a todas aquellas personas que habitan el campus de la Universidad desde sus propios espacios, si bien se reconoce que existe una participación de estudiantes con relación a programas específicos del Centro, existe un número significativo que no se acercan, se podría suponer que algunas de las razones se deban al desconocimiento o interés por actividades de este tipo. Esta forma de contacto busca principalmente: conocer la Comunidad Educativa, identificar las estrategias más acertadas para generar confianza y acogida sobre aspectos relacionados con la espiritualidad. La intensión explicita del campo se distancia de la idea de captar población para hacer parte de los programas del Centro; sin embargo, si se reconoce el interés de alguno de los y las participantes de la interacción sobre actividades de este tipo, se realizará la invitación para que conozcan los Programas del Centro Pastoral. El Campo de Interacción se propone como una estrategia para ir más allá de los espacios formales de las oficinas, con procesos que permitan acercarnos a la Comunidad Educativa y poder consolidarlos dentro de las dinámicas cotidianas del Campus. Nuestro actuar, desde este campo, se caracteriza por propiciar interacciones de participación informal, espontánea, y de reflexión que tengan la posibilidad de culminar en procesos formativos. La difusión de las interacciones se realizará a partir de campañas de expectativa con el uso de espacios virtuales, redes sociales y otras acciones para hacer visible la interacción. También tiene un trabajo previo de planeación, definición de recursos, gestión, evaluación y recolección de la memoria.  Extensión El propósito de este campo es acoger y apoyar solicitudes realizadas al interior del Centro Pastoral, así como de otras Facultades e instancias al interior de la Universidad. Igualmente, bajo este campo se acogen las invitaciones para apoyar y participar activamente en trabajos articulados con otras instituciones, especialmente de la Compañía de Jesús, que tengan relación con los objetivos del programa. Desde la Vicerrectoría del Medio Universitario y la Dirección del Centro Pastoral se valora la importancia de establecer y mantener vínculos con otras Dependencias, Centros y Facultades de la Universidad. Esto ayudará a consolidar el trabajo y las actividades del Centro Pastoral dentro de los espacios cotidianos de la Universidad y, además, contribuirá a posicionar la imagen del Centro Pastoral al interior de la Comunidad Educativa. En la mayoría de situaciones el trabajo bajo este campo se desarrolla a través de la articulación con otros programas del Centro para la planeación, desarrollo y evaluación de las diferentes jornadas o actividades. Las temáticas y formatos

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de estas jornadas son de acuerdo a los tiempos, necesidades e intereses de la Dependencia, Centro o Facultad que la haya solicitado. b) Estructura organizacional El Equipo Humano que conforma el Programa consta, en un primer nivel, de un Coordinador de Programa y un Profesional de Pastoral, quienes son los directos responsables de su funcionamiento y desarrollo. Y en un segundo nivel, consta de aquellos miembros de la Comunidad Educativa, o en algunos casos de externos, quienes voluntariamente apoyan sus diferentes actividades y espacios, ya sea como facilitador de experiencias, espacios o laboratorios; promotor de interacción o representante ante otras dependencias e instituciones tanto de la universidad como externas a ella, especialmente de la Compañía de Jesús.

o Participación y promoción de las actividades de la Red.

o Asesoría, retroalimentación y compartir de experiencias con respecto a temas relacionados con juventud, espiritualidad y realidad social de los jóvenes de las diferentes obras de la Compañía de Jesús en Colombia.

10.5.8 Retos y desafíos Para el presente año el Programa tiene los siguientes desafíos:

10.5.6 Ciclo formativo

 Investigación o Finalización, socialización y publicación de los resultados de la encuesta FIUC.

 Diagnóstico Sobre el campo de investigación recae principalmente el diagnóstico, ya que permite tener un panorama actualizado alrededor de la juventud universitaria, información que es vital para construir propuestas pertinentes a sus momentos y necesidades encontradas. No obstante, este diagnóstico se enriquece desde los espacios, la interacción y la extensión, donde las experiencias encontradas también son un insumo importante en la investigación.

 Espacios o Consolidar los laboratorios AEDEA y En-Movimiento como propuestas formativas novedosas en el espacio universitario.

 Operación Sobre los campos de espacios, interacción y extensión recae principalmente este momento del ciclo formativo. Las diferentes actividades son planeadas y ejecutadas de acuerdo a lo encontrado en el diagnóstico y la evaluación de actividades anteriores. Para dicho momento se cuenta con el apoyo de los voluntarios que apoyan las actividades.  Evaluación Es un momento transversal a todos los campos de trabajo. Su principal cualidad radica en el hecho de centrarse en los procesos y no en las actividades, por tal razón contempla el acompañamiento a los procesos formativos de los participantes de las diferentes actividades y espacios en el corto, mediano y largo plazo. Para la recolección de la información se implementa una metodología mixta, a partir de la cual se podrá tener una caracterización de la población participante de las diferentes actividades del Programa, sus opiniones y valoraciones e, igualmente, qué tanto aportan los aprendizajes de las actividades para su vida cotidiana.

10.5.7 Alianzas Actualmente el programa cuenta con las siguientes alianzas:  Observatorio Javeriano de Juventud o Participación en el Semillero de Investigación en juventud, cuyo propósito es adquirir habilidades de investigación con jóvenes. Asimismo se recibe asesoría y acompañamiento en el proyecto de investigación sobre juventud, espiritualidad y vida cotidiana universitaria, el cual se encuentra actualmente en desarrollo. o Análisis de los resultados de la encuesta de la Federación de Universidades Católicas (FIUC) realizada a los estudiantes de la Universidad. Una vez finalizado este proceso se publicará y socializará con la Comunidad Educativa.  Centro de Formación Teológica o Apoyo en el contacto y la convocatoria de los estudiantes que participarán como co-investigadores, así como de los que harán parte de los grupos de discusión.  Facultad de Odontología o Planeación, desarrollo y evaluación de las jornadas de formación con los estudiantes entre 2 y 8 semestre.  Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales

o Acompañamiento y desarrollo de jornadas de formación de los inductores de la Facultad. o Casa de la Juventud (Red Juvenil Ignaciana):

o Acompañamiento a los estudiantes representantes de la Universidad en la Red.

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o Finalización y socialización de los resultados de la investigación “Jóvenes, espiritualidad y vida cotidiana en la Universidad Javeriana”

 Interacción o Conformar un nuevo equipo de Promotores de Interacción.

o Elaborar y desarrollar una propuesta formativa para los Promotores de Interacción.  Extensión  Garantizar una continuidad de los participantes de MAGIS Polonia 2016 en las actividades del Centro Pastoral y la Red Juvenil Ignaciana.

10.6 Programa Espiritualidades en Relación 10.6.1 Presentación Espiritualidades en Relación es un programa de la línea Saber y Espiritualidad, adscrita al Centro Pastoral San Francisco Javier de la Pontificia Universidad Javeriana, sede Bogotá. El programa busca ser una alternativa en medio de una realidad que se evidencia en el ambiente académico y en otros ámbitos: un mundo plural, diverso e interdisciplinar, cada vez más abierto a las diferentes formas de espiritualidad. Se constata en la realidad universitaria la necesidad de crear espacios que faciliten que estudiantes, profesores, personal administrativo y agentes externos, se vinculen y establezcan relaciones que les permitan fortalecer sus experiencias espirituales, además de aportar, desde estas mismas experiencias, a una reflexión conjunta, sobre temas de actualidad que afectan a la humanidad, buscado construir puentes de cooperación.

10.6.2 Fundamentación El Programa Espiritualidades en Relación se fundamenta en principios institucionales, enmarcados en la misión, visión y proyecto educativo de la Pontificia Universidad Javeriana, especialmente en aquellos que tienen un énfasis especial en la Formación Integral, la cual se orienta a que cada persona perteneciente a la Comunidad Educativa pueda desarrollar todas sus dimensiones armónicamente. El Centro Pastoral San Francisco Javier en su misión se propone “Ofrecer espacios y experiencias que dinamicen en los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana procesos de formación integral y de transformación social, orientados a favorecer la integración de su experiencia espiritual en la vida cotidiana.” En consonancia, el Programa busca garantizar estos espacios, generando un grupo de trabajo interdisciplinar e interespiritual; el cual genere reflexiones sobre los diversos desafíos que el mundo nos plantea en miras a la transformación de la sociedad y del entorno.

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Desde el punto de vista teológico, el Programa, se justifica en los principios de la Encarnación, Revelación, Misterio de Dios, Trinidad, Comunión Haciendo notar que estos conceptos en el cristianismo, tienen un profundo sentido de apertura a la diversidad y aporte a la misión compartida. Haremos una breve descripción de los conceptos desde el cristianismo: Cimentado en el principio teológico de la Encarnación, el cual define Batista como:

dispone al encuentro con el otro diferente sin perder la identidad propia buscando puntos de encuentro comunes, desde donde planteemos propuestas que tengan una incidencia significativa en la transformación de la sociedad. A partir de lo anterior, la Universidad desde el Centro Pastoral San francisco Javier, no ha sido ajeno el tema de lo interreligioso en sus proyectos. Este se ha querido desarrollar en dos momentos, en los cuales por diversas razones, no se le ha podido dar continuidad. A continuación presentamos una breve reseña de estos momentos:

La experiencia articuladora entre fe y justicia se enraíza el juego entre lo pequeño de las prácticas liberadoras, de las mediaciones históricas y lo infinito de la presencia de Dios en ellas (…) Como lo divino se manifiesta en lo humano, así la fe acontece en las prácticas de la justicia (Batista, 2007, p. 37).

El programa inicio en el año 1996,a cargo de un Menonita y encargándolo de llevar a cabo el proyecto del diálogo interreligioso. Sus principales actividad fue el encuentro de jóvenes y trabajo de Biblia. Cuando fue nombrado un nuevo director del Centro Pastoral, el programa quedó congelado hasta el año 2010.

Mostrando claramente como la Encarnación en el cristianismo es la manifestación categorial de Dios en Jesús, con una misión soteriológica en la humanidad. Haciendo explicita una opción de Dios por entrar en la realidad para vivenciar las problemáticas humanas y desde esta experiencia poder transformar su entorno.

El director nombrado en el 2010 reinicia el programa y encarga a una agente la coordinación del proyecto de diálogo ecuménico e interreligioso. Este tiene dos objetivos primordialmente: el primero; el encuentro con los jóvenes universitarios de diferentes confesionalidades en espacios informales. El segundo; fomentar la creación de una asignatura dirigida a los estudiantes del segundo nivel de formación teológica, para brindarles un espacio de maduración en su proceso fe. Asegurando la continuidad de dicho proceso en diversos encuentros ecuménicos posteriores. Sin embargo esta iniciativa de nuevo quedó sin consolidar.

La Revelación, en su principio teológico afirma, Torres Queiruga; que Dios está presente en la realidad total, dicha presencia es reveladora y se expresa en actos concretos que son captables por el ser humano en una experiencia de desvelamiento, la cual se origina en un movimiento que va de Dios al ser humano y genera un movimiento del ser humano hacia Dios. El hecho que se origine en un movimiento que va de Dios al ser humano, no significa que llegue desde afuera, sino que ha estado constituyéndolo desde siempre, es decir, la Revelación no entra en la vida del ser humano, sino que es la presencia viva de Dios que sustenta esa existencia libre e histórica (Torres, 2008). En consonancia la revelación, es un desborde de gratuidad de Dios, que se muestra al ser humano y en este mostrase se produce una unión entre Él y la persona, donde la persona es transformada por este encuentro. En concepción cristiana, la Trinidad, es la expresión de las relaciones que se entabla entre Dios Padre, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo que es dado al ser humano. Esta visión de relación que Panikkar pone de relieve y desde donde platea que se debe partir para generar relaciones Interreligiosas (Panikkar, 193). Estas relaciones deben tener algunas características fundamentales: La misión de las tres personas de la trinidad que se materializa en la misión de la iglesia, es soteriológica, busca la salvación del ser humano, teniendo en el horizonte este fundamento se evidencia que todas las expresiones religiosas y espirituales tienen la misma misión. El establecer relaciones entre las diversas religiones y espiritualidades garantizara la construcción de un proyecto común de salvación, salvaguardando la propia identidad. Como en la Trinidad hay una diferenciación y aceptación de la diversidad de las personas que la componen, pero a su vez, aportan todo de sí para la salvación del ser humano. La comunión como principio teológico, es la consecuencia natural: de la Encarnación, la Revelación y la Trinidad; es en ella donde se sintetizan los demás principios. La comunión es la posibilidad de generar relaciones renovadas, consigo mismo, con los otros y con Dios. Esta es la posibilidad de establecer una base común, donde la diversidad es fundamento para construir la unidad. Esta es la posibilidad de compartir la vida y hacerse vida desde la propia experiencia de Dios, teniendo en el horizonte la transformación de la realidad. Teniendo en cuenta lo anterior, el propósito del programa es ampliar la mirada que se tiene frente a lo interreligioso y plantear una novedad frente al tema, se quiere garantizar que el punto de encuentro de las diversas espiritualidades este centrado en la transformación de las problemáticas que nos afectan como sociedad y no en las diferentes doctrinas que profesamos. Con esta nueva forma de relacionarnos, se quiere establecer una nueva dinámica en la cual la común unión sea el eje articulador del proceso y favorezca la transformación que buscamos.

10.6.3 Antecedentes Retomando la historia de lo interreligioso en la iglesia católica, se ve como el Concilio Vaticano II, explicita un fuerte deseo de ahondar en este tema y se inicia una primera etapa de Diálogo Interreligioso, esta se queda en lo propiamente doctrinal. Después del dialogo se avanza en otra etapa que es la de la Relaciones Interreligiosas que van integrando el dialogo con la cooperación conjunta en algunos casos específicos como por ejemplo, la paz, la migración, etc. Luego algunas propuesta un poco más abiertas de cooperación con países emergentes. El Programa en este aspecto, tiene en el horizonte avanzar más allá de lo que sugiere la interreligiosidad e ir construyendo un camino de Comunión entre diversas espiritualidades, entendiendo la comunión como esa experiencia que nos

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En el año 2013 con el nombramiento de nueva Dirección, se reinicia el proceso de conformación del programa el cual se consolida en el año 2015. Este se presenta, con una visión y objetivos diferentes, redireccionando el enfoque que se le había dado al programa en la antigüedad. En su parte inicial se realizó un sondeo minucioso sobre las diferentes actividades que se adelantan en la Universidad Javeriana que pudieran tener una relación con el programa. A partir de esta pesquisa se evidencia que, en varias instancias de la universidad hay iniciativas operantes con las que se pueden generar alianzas y construcción conjunta; y otras que se apartan de las nuevas directrices. Haremos una breve descripción de estos procesos:  El grupo UNA FIDES, es una iniciativa que surge en el año 2000 para la promoción de una cultura ecuménica e interreligiosa.  En la Facultad de Historia se funda el Centro de Estudios de Asia, África y Mundo Islámico, éste tiene como objetivo: implementar y desarrollar continuos procesos de investigación, de interacción con la comunidad académica además de la publicación de análisis históricos que permitan visibilizar y ampliar la mirada sobre la culturas en estos continentes y de alguna forma replantear los paradigmas que se tiene sobre estas realidades.  Desde la Vicerrectoría del Medio Universitario, se fomentan los grupos de estudiantes y profesores con la finalidad de que se reúnan de manera autónoma, libre y espontánea alrededor de un objetivo común. Hace cuatro años hubo inscritos grupos de Judíos e Islámicos, más en la actualidad no hay continuidad de estos espacios.

10.6.4 Objetivo y Estructura  Objetivo general Buscamos generar espacios de encuentro entre personas de diversas religiones, confesiones, experiencias espirituales, agnosticismos, ateísmos y/o cualquier otra forma de vida interior, para que de manera conjunta: - Reflexionen sobre los desafíos de este mundo cada vez más plural y diverso; -

Discurran sobre alternativas de interacción frente a dichos desafíos;

- Y generen acciones comprometidas en favor de la transformación de la sociedad y del entorno; Favoreciendo de esta manera, la integración de su experiencia espiritual en la vida cotidiana.  Objetivos específicos a) Favorecer espacios de encuentro y trabajo colaborativo entre personas de diferentes experiencias espirituales. b) Establecer y dinamizar un espacio de oración y/o reflexión que acoja a personas desde sus diferentes

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experiencias espirituales.

10.6.5 Componentes del programa y estructura organizacional El programa Espiritualidades en Relación apunta a la transformación de las problemáticas que nos afectan como humanidad, dando un aporte significativo de desde las diversas espiritualidades. Una manera de concretar esto será a través de reflexiones de corte académico con miras a la publicación para este fin se conformaran dos grupos:  Equipo Base. El Director del Centro Pastoral, la Coordinador de Línea Saber y Espiritualidad, La Coordinador del Programa Espiritualidades en Relación y profesores de la Pontificia Universidad Javeriana, que en sus trabajos académicos visibilizan su interés por conformar y liderar el proceso de reflexión conjunta, sobre las problemáticas sociales que nos afectan como seres humanos, dando un respuesta desde la diferentes experiencias espirituales.  Equipo Ampliado. Conformado por personas de diferentes experiencias espirituales que muestra un interés particular por reflexionar y dar un aporte a la transformación de la sociedad, contribuyendo con lo mejor que su propia espiritualidad a dicho fin. El grupo base estará más enfocado la dinamizar los temas de reflexión desde diversas actividades y la concretar las producciones escritas, dando un soporte académico riguroso al programa. A su vez, el grupo ampliado se reunirá a partir de la dinámica propuesta para aportar desde su propia experiencia espiritual a la reflexión sobre las temáticas dadas.

10.6.6 Alianzas

Referencias ACODESI. (2013) La formación integral y sus dimensiones. Texto didáctico. Propuesta educativa. Batista L. SJ, J. (2007). El proyecto de Dios y su encarnación la historia. Revista de Espiritualidad Ignaciana, 115. Buber, M (1993). II principio dialogico e eltri saggi, Cinisello, Balsamo: San Pablo. Calza, S (2001). La contemplazione: via privilegiata al dialogo cristiano-hinudista: Sulle orme di Monchanin, Saux, Panikkar e Grif fiths. Milano Italia: Paoline Editoriale Libri. Características de la educación de la Compañía de Jesús (2011). Recuperado de: http://www.flacsi.net Dhavamony, M, (1997). Teología de las religiones. Reflexión sistemática para una comprensión cristiana de las religiones, Madrid, España: San Pablo. Girard, G. (2007) Espiritualidad: ¿Promueve la resiliencia?, en Adolescencia y Resiliencia, Cap. 8. Buenos Aires, Argentina. Editorial Paidós. Grossberg, L. (2009) El Corazón de los estudios culturales: Contextualidad, construccionismos y complejidad, en Tabula Rasa, No. 10. Enero - Junio, pp. 14 –48. Bogotá, Colombia. Hernández, L.G. Qué es una Escuela de Padres. Howe, R, L, (1966). The Miracle of Dialogue, Nueva York, Usa: Seabury Press.

 Centro de estudios del Asia, África y el Mundo Islámico.  Centro de Formación Teológica.

Juan Pablo II (1990). Ex Corde Ecclesiae. Recuperado de: [http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_ constitutions/documents/hf_jp-ii_apc_15081990_ex-corde-ecclesiae_sp.html]

10.6.7 Retos y desafíos

Kolvenbach, P. (2007) Cura Personalis. En: Revista de Espiritualidad Ignaciana, N 114. Recuperado de: http://www. sjweb.info/documents/cis/pdfspanish/200711402sp.pdf

El programa Espiritualidades en Relación tiene proyectado varios tópicos hacia donde enfocará sus esfuerzos:

Kolvenbach, Peter-Hans «Asamblea de Enseñanza Superior, SJ. Universidad de Georgetown» (7 de junio de 1989), en Información S.J., año XXI, julio-agosto. 1989, Madrid.

o Continuar consolidando el grupo base. o Convocatoria para conformación del grupo ampliado. o Desarrollo de los ciclos, Enarmónico, Pare para continuar y transformación desde los conceptos. o Publicación de las reflexión generadas desde los grupos base y ampliado. o Promoción del espacio de oración interconfesional. o Publicación de la primera reflexión conjunta con el grupo base que el cual tiene un carácter interconfesional e intercultural. El tema propuesto es: “Una Espiritualidad para la reconciliación y la paz”.

Meza R. J, L, (2008). Panikkar: Un Pionero De La Teología Del Pluralismo Religioso, Theologica. Xaveriana. 58 (165), 183-200. Modras, R. (2012) El Humanismo Ignaciano: una espiritualidad dinámica para el Siglo XXI, traducido por Juan Pablo Benítez. Editorial Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, Colombia. Nicolás, A. (2013). Palabras para la vida. Compañía de Jesús, Provincia Colombiana., Bogotá. Panikkar, R, (1973). The Trinity and the Religious Experience of Man, New York, Usa: Orbis Books. Patel, E. (2013). Toward a field of interfaith studies. Liberal Education, 99(4): 38-43. Peña M, SJ, (2011) MA in Christianity and Interreligious Relations, (Tesis de Maestria) A Comparative Approach To Ibn ‘Arabi’s Understanding Of Wahy And Ruth Burrows’ Understanding Of Revelation, Heythrop College University of London, London, England. Peña, M, SJ, (2011). The Trinity as Basis for Inter-religious Relations (Tesis de Maestria) Coursework Cover Sheet, Heythrop College University of London, London, England.

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Peña, M. (2010). Espiritualidad Ignaciana: Una aplicación en la Pastoral Universitaria. p.2* Programa de Formación en Vida Interior, Línea de Formación Humana y Espiritual. Documento de fundamentación, Centro Pastoral San Francisco Javier, PUJ, Bogotá.

Capítulo 3. Línea Saber y Formación Integral

Sanchez, J, E, SJ. (2009) Dificultades Religiosas y Espirituales de los jóvenes universitarios. En: Encuentro de Universidades Católicas, Mayo. Medellín, Colombia.

1 Presentación

Silva, C., Romero, J. y Peters, T. (2010) Espiritualidad juvenil en Chile hoy: Características y ámbitos, en Revista Última Década, No. 33. Diciembre, pp. 201 – 225. Valparaiso, Chile. CIDPA. SJMEX. Recuperado de: http://www.sjmex.org/espiritualidad/espiritualidad-ignaciana.html Teixeira, F. O. (2003). Diálogo Inter-Religioso Na Perspectiva De Terceiro Milênio, Perspectives, 2(3). 19 -38. Torres, A (2005). Dialogo de las religiones: y autocompresión cristiana, Santander, España: Sal Terrae. Torres, A (2008). Repensar la revelación. La revelación divina en la realización humana. Madrid: Trotta. p. 21. Vásquez S.J., C. (2013). Cura Personalis y vida universitaria desde la tradición ignaciana. 15 preguntas y sus respuestas. Pontificia Universidad Javeriana: Bogotá

En este capítulo se presenta la Línea Saber y Formación Integral, una de las tres líneas de acción del Centro Pastoral San Francisco Javier. Partiendo del contexto y la justificación se enmarca la pertinencia de esta línea en el Centro Pastoral y para la Comunidad Educativa de la Pontificia Universidad Javeriana. Reconociendo la historia y los esfuerzos que ha tenido el Centro Pastoral se presentan posteriormente los antecedentes, los cuales evidencian un proceso de crecimiento y aprendizaje que hoy nos permiten brindar una propuesta estructurada y consolidada del Centro Pastoral y así mismo de la Línea. A continuación, se expone el marco conceptual y los objetivos a partir de los cuales se fundamentan los espacios y experiencias ofrecidos, luego se muestra la forma como se estructura la línea, los enfoques metodológicos y los ciclos formativos en los cuales se inspira la línea y se llevan a cabo los procesos con la comunidad educativa. Por último, se reconocen los retos y desafíos que se afrontan hoy, que iluminan el horizonte y que están alineados con la visión de la Universidad en los próximos cinco años. Finalmente, el documento presenta una descripción en el mismo sentido para cada uno de los tres programas de la línea: Formación Integral para Estudiantes, Formación Integral para Académicos y Formación Integral para Administrativos.

2 Contexto El Centro Pastoral San Francisco Javier, conformado por un grupo de personas formadas en distintas disciplinas e inspirados en la Espiritualidad Ignaciana, contribuye al reconocimiento y cumplimiento de la Misión de la Universidad, por medio de la generación de espacios y experiencias que dinamizan los procesos de formación integral y de transformación social, de las diferentes personas que conforman la Comunidad Educativa, integrando la espiritualidad a la vida cotidiana y aportando al logro de una sociedad justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana. La Línea de Saber y Formación Integral del Centro Pastoral San Francisco Javier se fundamenta en la misión de la PUJ que propone “la formación integral de personas que sobresalgan por su alta calidad humana, ética, académica, profesional y por su responsabilidad social”20 y la visión de la PUJ, teniendo entre sus planteamientos “la coherencia entre su identidad y su obrar, la capacidad de aprendizaje institucional y la contribución a la transformación”. Esta formación integral está dirigida a la comunidad educativa (estudiantes, académicos, administrativos y egresados) con el fin de contribuir a su bienestar, sus ejercicios laborales y académicos. De esta manera, los programas de la Línea, buscan articular el saber y la formación integral, con la intención de favorecer el desarrollo armónico de las diferentes dimensiones y la promoción de cambios pertinentes e importantes en su ser y quehacer al servicio de la Comunidad Educativa y la sociedad, a través de espacios de reflexión y experiencias formativas inspirados en la Espiritualidad Ignaciana, la Misión, el Proyecto Educativo y la Visión de la Universidad. Como apuesta fundamental la Línea busca además que sus experiencias formativas trasciendan desde la Comunidad Educativa Javeriana hacia la generación y empoderamiento de una ciudadanía más participativa con acciones concretas y cotidianas que contribuyan al logro de una sociedad más justa e incluyente que atienda a los desafíos sociales y a la proyección de una sociedad con líderes autónomos y conscientes de su incidencia ante la construcción conjunta y permanente.

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Misión PUJ. Acuerdo No. 576 del Consejo Directivo Universitario, 26 de abril de 2013.

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del Consejo Directivo Universitario, No. 576 del 26 de abril de 2013).

3 Fundamentación En los últimos años el Centro Pastoral San Francisco Javier, en su intención de aportar a la Misión, el Proyecto Educativo y la Visión de la Universidad Javeriana, ha evidenciado un crecimiento y reorganización en su estructura interna y en su oferta formativa. En el caso de la Línea de Saber y Formación Integral (LSyFI) nuestra razón de ser y actuar en la PUJ, se caracteriza por tres aspectos:

3.1 Fundamentados en la experiencia de San Ignacio de Loyola

En primer lugar, nuestra justificación encuentra un fundamento en la experiencia del fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, inspirador de una espiritualidad y de lo que algunos llaman una pedagogía. Este antecedente alimenta la fundamentación humanística de la PUJ y plantea la necesidad de que el saber construido en la universidad se oriente no sólo hacia la obtención de un título profesional, sino hacia la formación integral del ser humano. Es decir que el saber y todas las actividades que realiza el ser humano se deben de enfocar hacia el fin para el cual fue creado: su principio y fundamento (San Ignacio de Loyola, Ejercicios Espirituales [23]). En este sentido, la universidad, como institución humana debe contribuir también a la realización integral del ser humano, desde su vocación que es el saber y sus funciones específicas: la docencia, la investigación y el servicio a la sociedad. En otras palabras, se busca educar desde diferentes campos a los miembros de la sociedad (profesionales), crear y difundir conocimiento (investigar) y aportar a la sociedad desde las dos funciones anteriores (proyección social), pero desde una fundamentación humanística. La PUJ no sólo se dedica a formar profesionales de alta calidad (formación profesionalizante), sino sobre todo a formar seres humanos integrales y ciudadanos comprometidos con la sociedad (formación integral). Por esto desde el Centro Pastoral brindamos espacios y experiencias no sólo desde una labor directa con la universidad sino con la sociedad, fomentando la integración de la experiencia humana y espiritual a la vida cotidiana y buscando que toda la comunidad educativa viva procesos de formación integral, de servicio a la sociedad y de investigación aplicada a solucionar las necesidades de las personas, de su entorno y su vida en comunidad. 3.2 Pedagogía Ignaciana y Formación Integral En segundo lugar, la línea SyFI se fundamenta en la pedagogía Ignaciana que propone tener siempre en cuenta tiempos, lugares y personas. Se trata de una pedagogía contextual que parte del ser humano y de sus condiciones materiales, espirituales y socio-culturales bien determinadas. Esta pedagogía configura una nueva modalidad de educación. La formación integral se entiende justamente como esta nueva modalidad de educación que procura el desarrollo armónico de todas las dimensiones del individuo. La PUJ no se enfoca sólo en la dimensión curricular, sino en el todo que es la persona y en todos sus contextos. Por esto, la persona es agente de su propia formación, porque ella es quien se conoce y sabe más que nadie de sus necesidades y de sus metas. La formación integral busca superar las visiones yuxtapuestas de las diversas ciencias, culturas y técnicas, tomar conciencia de los nexos entre las especializaciones y la dimensión global, y dar sentido a todo el proceso de la vida humana. (Proyecto educativo No. 06, Acuerdo del Consejo Directivo Universitario, No. 576 del 26 de abril de 2013). La formación integral parte de la totalidad del ser humano y busca romper con su fragmentación en dimensiones y con la división tajante entre el saber académico y otras formas de saber. Por eso, es clave el acompañamiento que viene ofreciendo el Centro Pastoral San Francisco Javier a cada uno de los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana para crear esta conciencia de la totalidad del ser humano y de la necesidad de tomar en cuenta a cada uno como un todo, con sus contextos, sus particularidades y su unicidad. De allí la tarea fundamental de la formación integral, a saber: favorecer tanto el crecimiento hacia la autonomía del individuo como su ubicación en la sociedad, para que pueda asumir la herencia de las generaciones anteriores y para que sea capaz, ante los desafíos del futuro, de tomar decisiones responsables a nivel personal, religioso, científico, cultural y político (Proyecto educativo No. 07, Acuerdo

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La Formación Integral que propone el Centro Pastoral parte de un acompañamiento en los procesos de vida que surgen en las diferentes dinámicas universitarias para llevar a cada miembro de la PUJ a tomar decisiones responsables orientadas a su realización como ser humano total. Se trata de potenciar las capacidades de cada uno para que se haga cargo de su formación integral, desde su propio contexto y mediante las múltiples actividades que ofrece la PUJ. Así mismo, se ha buscado una articulación entre la Línea de Saber y Formación Integral con otras dependencias de la Universidad donde no sólo se logre abarcar estas formaciones con los estudiantes que participan en los programas del Centro, sino la vinculación de académicos, administrativos y egresados en cada uno de los espacios y experiencias propuestas.

3.3 Metodología experiencial

Actualmente, esta Línea propone una formación integral que promueve actividades concebidas, de una forma creativa y contextual, desde acuerdos y propuestas orientados a entrar en diálogo con la Comunidad Educativa de la Universidad; incorporando como metodología la educación experiencial, entre otras, como una herramienta constructivista que ofrece la oportunidad de generar procesos de construcción del conocimiento a partir de experiencias que fomentan la creatividad, generan conciencia de la emocionalidad y permiten hacer conexiones con las vivencias diarias. Esta metodología es funcional al abordaje de la formación integral desde la Ignacianidad, puesto que propicia al máximo las cualidades creativas de la persona, estimulando permanentemente el diálogo de saberes, la reflexión y la acción. Por ende, este camino se acerca más a una concepción colaborativa de los encuentros propuestos; se asume desde la línea una postura de generación de posibilidades y de la construcción conjunta del conocimiento que emerge de cada encuentro con los profesores, estudiantes, administrativos y egresados.

4 Antecedentes

El CPSFJ durante los últimos años ha tenido diferentes transiciones según la visión y la comprensión de la manera de hacer Pastoral en una Universidad Jesuita. Los últimos tres directores tuvieron como punto de partida el acercar la práctica Pastoral a la academia y así introducir en las dinámicas universitarias las distintas actividades que el Centro ofrece. Dentro de las apuestas que el Centro Pastoral ha generado, surgió desde el año 2006, hasta el día de hoy, la necesidad de hacer un cambio de la imagen del Centro frente a la Comunidad Educativa. Esto se realiza a partir de las conversaciones y acuerdos que el equipo del CPSFJ empieza a tener acerca de la percepción y documentación de las problemáticas, necesidades y situaciones que suceden dentro de las dinámicas de la Comunidad Educativa tanto dentro como fuera de ella. Con estos diálogos, el equipo complejiza su mirada de la vida espiritual y acoge la diversidad de creencias, apostándole a que el CPSFJ sea percibido por la Comunidad Educativa y otras pastorales Universitarias, como un espacio incluyente y abierto al diálogo con las diferentes formas de vivir lo espiritual, lo sacramental y lo religioso. En el año 2008, se logra la organización de la actividad pastoral según las líneas de acción acordadas en la red de homólogos de pastoral de AUSJAL. Organización que permite una mayor facilidad de gestión y una mejor respuesta a los horizontes de acción de una pastoral universitaria. Las Líneas propuestas en ese momento fueron: • • • • •

Línea de Formación Humana y Espiritual Línea de Saber y Responsabilidad Social Universitaria Línea de construcción de cuerpo apostólico para la misión Línea de construcción de comunidad universitaria Línea de Fundamentación y Extensión de nuestra acción pastoral

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La Misión del CPSFJ por tanto, empieza a tener ciertos cambios buscando precisar e incluir los elementos que como Centro pertenecen a la Vicerrectoría del Medio, le dan identidad y claridad sobre la forma en la que su quehacer ayuda a la Universidad a cumplir con su Misión, disponiendo así de un conjunto de programas que promuevan experiencias enfocadas a ofrecer espacios donde sobresalga la formación integral de personas por su alta calidad humana, ética, académica, profesional y por su responsabilidad social. Al igual que la generación y el desarrollo de conocimiento y de cultura en una perspectiva crítica e innovadora, para el logro de una sociedad justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana21.

la oferta formativa de la línea pasando de ofrecer 3 a 19 experiencias orientadas a la formación integral. Esquema de las experiencias que ofrecen los tres programas de la Línea.

En consecuencia, la Línea de Formación del Cuerpo Apostólico tenía como Misión (2009) -descrita por AUSJAL- agrupar aquellas actividades dedicadas a la formación en valores cristianos e ignacianos de los colaboradores y colaboradoras que tenían vinculación laboral con las obras educativas de la Compañía de Jesús. Por una parte, se crea el Programa de Formación Integral para Administrativos, el cual acoge las actividades desarrolladas con la Dirección de Recursos Físicos y Servicios de Alimentación, y desarrolla en el 2010 el Curso Taller La Travesía de Javier, buscando ampliar el público objetivo a toda la Vicerrectoría Administrativa y Facultades. Por otra parte, se crea el Programa de Formación Integral para Docentes el cual acoge el Curso Taller de Acompañamiento Personal, e invita a todos los docentes de las facultades (medio tiempo, tiempo completo) a tener una experiencia de formación y crecimiento espiritual. Por tanto, todas las actividades se enfocan en proponer diálogos sobre los saberes que como equipo de Pastoral se han construido, generando alianzas importantes con la dirección de Gestión Humana para una mejor cobertura y pertinencia de los procesos. Durante el 2014, el equipo del CPSFJ hace una reflexión acerca del nombre que deben llevar las líneas de trabajo y los programas, buscando una mayor coherencia con la realidad actual universitaria. Los nuevos nombres de las Líneas reflejan el replanteamiento de la Misión institucional y es así como la Línea de Formación del Cuerpo Apostólico para la Misión pasa a llamarse Línea de Saber y Formación Integral. De la misma manera, surge la propuesta de realizar experiencias y espacios que puedan contribuir a procesos de formación que tengan una continuidad dentro de sus objetivos y los propios términos institucionales. Al modificarse el nombre de la Línea Saber y Formación Integral (SyFI) se modifica también el nombre del programa Formación Integral para Docentes por Programa de Formación para Académicos, teniendo la intencionalidad de incluir a los docentes de hora cátedra y docentes dedicados a la investigación dentro de la Universidad. Con la misma intención de integrar a toda la comunidad educativa progresivamente en esta Línea de trabajo, se considera importante reubicar el Programa de Fundamentación Humanística de la Práctica Social de la Línea de Saber y Responsabilidad Social a la línea SyFI, de tal modo que el mencionado Programa forme parte de un nuevo programa llamado Formación Integral para Estudiantes. El programa se enfoca no sólo en atender y ofrecer experiencias no sólo a los estudiantes que se encuentran realizando su práctica social, sino a todos los estudiantes inlcuidos nocturnos, posgrados y a distancia. Se consalidan alianzas de trabajo con la dirección de asuntos profesorales de la Vicerrectoría Académica permitiendo continuar con el apoyo a consejeros académicos, profesores de planta y de cátedra desde el programa de Formación Integral para Académicos, acción que anteriormente no se realizaba y teniendo en cuenta el impacto que esta comunidad tiene dentro de la universidad. De la misma manera se genera una alianza entre la Dirección de Gestión Humana, desde las oficinas de Capacitación y Clima Organizacional y el Programa Formación Integral para administrativos. A partir de esta alianza no sólo se continúa apoyando experiencias como el curso taller Travesía de Javier, sino que reconocen al programa y las experiencias que ofrece como las más pertinentes para acompañar y favorecer procesos con equipos de distintas unidades administrativas de la Universidad. Se logra ampliar el equipo de profesionales pastorales con el fin de fortalecer la pertinencia de las experiencias de formación que se ofrecen a la comunidad educativa y por ende ampliar la participación de sus miembros en las mismas. En el periodo comprendido entre el 2014 y 2015, ingresan gradualmente personas nuevas al equipo de la línea y para el segundo semestre del 2015 se consolida la estructura de la misma con 1 coordinador de Línea, 3 coordinadores de programas, 3 profesionales de pastoral y 3 voluntarios profesionales. Esta consolidación de equipo motiva a un ejercicio de fundamentación y flujo creativo, innovando en metodologías y alcance al diseñar nuevas experiencias pertinentes a las necesidades expresadas por la comunidad educativa. Por este motivo se evidenció el crecimiento de

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Misión de la Pontificia Universidad Javeriana- Bogotá D.C

Convenciones en el espiral: • • • • • •

TAPHC: talleres de actitudes personales y habilidades de comunicación CTCS: Curso Taller Cultivando con Sentido FHPS: Fundamentación humanística de la práctica social SPA: Sentir, Pensar, Actuar SHI: Sentido Humano de la investigación EH: Del error a la Oportunidad

CA: Comunicación Asertiva

5 Marco conceptual La Compañía de Jesús reconoce la educación como medio para cumplir su misión, basando sus objetivos y pedagogía en las enseñanzas de San Ignacio de Loyola, las cuales orientan a cada persona a su realización plena, humana y espiritual, que le permitan “alcanzar el fin para el que fue creado”. De este modo, se parte de la búsqueda de la transformación personal, la integración de todas sus dimensiones, por medio de un ejercicio de reflexión y crítica en relación al contexto, así como el desarrollo de habilidades, valores y adquisición de conocimiento en favor del bien común (Aguilar, 2010)

5.1 Concepción de ser humano La concepción del ser humano como integral, se enmarca en la acepción etimológica del verbo integrar, que surge del latín integer, que equivale a entero, haciendo referencia a unidad, completitud y complejidad, en tanto que las partes conformantes están ensambladas de manera armónica. En consonancia, desde estas comprensiones se debe apostar por la complementariedad y multidimensionalidad de la existencia humana. De este modo, la formación integral debe permitir el reconocimiento de la autonomía y capacidad de agencia de los sujetos en los diferentes planos de su existencia, su lugar en el mundo, la conciencia histórica de su devenir y su posibilidad de transformación (Muñoz y

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Alvarado, 2009).

6 Objetivos

Es así como se evidencia lo fundamental de la formación en valores, como Universidad, en todos los estamentos, sobre todo desde la posibilidad de cualificar el servicio y la labor, como conducentes al cumplimiento de la misión. De este modo, los valores son entendidos, por la Universidad, como cualidades de una persona o institución, que es importante para cada cual, en la medida en que está interiorizado en la conciencia personal o colectiva, así como también se pone en práctica y se entrega la propia vida en pro de su realización. Los valores son fundamentales para la vida, en la medida en que definen la calidad de la existencia y su profundidad, sobre todo entendiéndolos desde sus bases:  Están ante todo anclados en la mente. Se percibe intelectualmente que algo vale la pena y se convierte en una convicción.  Están asimismo arraigados en el corazón. No es tan sólo la lógica lo que cuenta, también el corazón me dice que algo es precioso y soy afectado por su mérito (“donde está tu tesoro está también tu corazón”). En este sentido los valores se asientan en el afecto, en el gusto y la inclinación al bien, y por lo mismo en los hábitos virtuosos.  Cuando los valores están anclados en la mente y arraigados en el corazón, toda la persona se compromete de tal modo que ellos la conducen necesariamente a opciones de vida encarnados en acciones concretas, “el amor se muestra más en las obras que en las palabras”, como dice Ignacio de Loyola.” (P.U.J. Cali, 2010, p. 5).

 Objetivo general Acompañar a la Comunidad Educativa Javeriana en espacios y experiencias de encuentro donde, dinamizando procesos personales y comunitarios, se propicie la reflexión y apropiación de elementos de la espiritualidad ignaciana y de otros abordajes del desarrollo humano, con el ánimo de favorecer su formación integral.

De esta manera, se trabaja en torno a la comprensión que “La educación en valores tiene que pasar por la cabeza, por el corazón y por las manos, para combinar estrechamente el pensar y el entender, el sentir y el querer, el actuar y el construir. La educación no es, pues, meramente intelectual, sino formación de la voluntad y de los afectos ordenados hacia un crecimiento que combina la transformación del mundo con el desarrollo personal responsable.” (P.U.J. Cali, 2010, p. 5).

5.2 Formación integral

Entendiendo a la formación como “Aquello que hace que algo sea eso y no otra cosa” y a la integralidad como la totalidad y la unidad, donde las dimensiones del ser humano están presentes en todos los ámbitos de la existencia. La Formación Integral es entonces, una modalidad de educación, donde todas las dimensiones del ser humano están en un desarrollo armónico. Generando una identidad cualificada desde el servicio y la responsabilidad, dándole sentido a la vida.

 Objetivos específicos a) Orientar los procesos de formación integral de estudiantes, egresados, académicos y administrativos dentro de su cotidianidad académica y laboral. b) Dinamizar procesos personales y de equipo en los cuales cada persona pueda observarse y reflexionar sobre su ser y estar como individuo, en sus relaciones interpersonales y como miembro de un equipo. c) Brindar experiencias que abordan y profundizan en elementos de la espiritualidad ignaciana con el fin de que los miembros de la comunidad educativa javeriana los conozcan y los apropien. d) Formar integralmente a los miembros de la comunidad educativa javeriana para que así mismo ellos formen integralmente a otros en su cotidianidad y en experiencias que el CPSFJ ofrece a la PUJ.

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Estructura organizacional

La Línea Saber y Formación Integral está conformada por tres Programas: Formación Integral para Estudiantes, Formación Integral para Académicos y Formación Integral para Administrativos. El equipo se compone de 10 personas y se estructura de la siguiente manera: un coordinador de línea, cada uno de los Programas está compuesto por un coordinador y un profesional de pastoral, y como línea contamos con el apoyo de tres voluntarios profesionales. El siguiente esquema muestra de la composición de la línea.

Éste sentido, concebido desde la autonomía, la apropiación, la autogestión y la auto reflexión de la persona; es en sí, la búsqueda de sí mismo, la transcendencia desde el cuidado y el compromiso, en la promoción de la justicia. Entendida como la solidaridad y la ética en torno a una transformación, implicando así, una corresponsabilidad y una permanente contextualización, experiencia, reflexión, acción y evaluación del quehacer pero sin dejar de lado la experimentación. (Remolina S.J, 1999). Esta transformación concebida mediante no sólo una responsabilidad social, que busca el bien común que ha de ser de todos y de cada uno en particular siendo SER humano para los demás y casa común de todo lo vivo, de seres no humanos. Sino también desde una comunidad, desde un grupo de individuos que comparten elementos, intereses, propiedades u objetivos en común, como el idioma, costumbres, valores, etc. y que además, crean una identidad común. Y desde lo comunitario, que no es una acción sobre la comunidad, sino una acción de la comunidad; donde la población toma decisiones y asume sus consecuencias (Ander-egg, 1989). Sin embargo, la formación integral no se puede dar sin un proceso, considerando a éste como la edificación y asimilación propia de la cultura (Remolina S.J. 1999), que es cambiante y que se basa en las condiciones particulares de la comunidad, en metodologías y en pedagogías; consolidándose así en experiencias desde el trabajo personal, el valor formativo y la preocupación e interés en el significado de las experiencias humanas. Es entonces, cómo este proceso debe verse reflejado en la manera de proceder, es decir, debe haber un acompañamiento, una armonía, una asertividad, un discernimiento y una interdisciplinariedad en todas las experiencias que se realicen.

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El coordinador de línea es quien planea, coordina y realiza el seguimiento a los procesos de organización de los programas, relaciones laborales y desarrollo del talento humano de acuerdo con los lineamientos definidos por la vicerrectoría del medio y del centro pastoral. El coordinador de programa se encarga de diseñar los espacios y experiencias formativas consecuentes con la Misión de la universidad y del Centro Pastoral. Coordina la ejecución de las mismas a cargo de su equipo de trabajo, con base

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en estas define las necesidades y disposición de los recursos humanos, financieros, tecnológico y de infraestructura requeridos. El profesional se encarga de diseñar y ejecutar las experiencias y espacios de formación en el programa con el fin de asegurar su mejoramiento continuo. También es quien determina, solicita y dispone todos los materiales, insumos y elementos que se requieran para el desarrollo de las experiencias. Los voluntarios profesionales son egresados que aportan desde su formación profesional y humana a los procesos de la Línea y el Centro durante un periodo de un año.

8 Enfoques metodológicos 8.1 Pedagogía Ignaciana La metodología de la línea se enmarca en la pedagogía ignaciana, dado que se caracteriza por la unión entre teoría y práctica, entre pensar y hacer, entre conocer y sentir o experimentar, entre razonar y creer, entre aprender y ejercitar o practicar; o como señala un principio jesuita, ser: contemplativos en la acción (Saavedra, 2011). Así mismo, se fundamenta en la búsqueda del aprendizaje de lo esencial, los conceptos y verdades fundamentales, de manera que se estructuren e interioricen principios y criterios en la mente y el corazón, la razón y la fe, de manera que influya en su concepción de la vida y su actuar. Esto se ve una vez más claramente en la consigna ignaciana porque no el mucho saber harta y satisface al ánima, sino más el sentir y gustar las cosas internamente (EE.EE, anotación 2), que indica que el conocimiento adquiere sentido cuando se orienta hacia el amor, la felicidad y la mayor gloria de Dios, como fin último (Saavedra, 2011). En consecuencia, se plantea dentro de los objetivos de esta pedagogía, que las personas que aprenden a través de ella desarrollen: un compromiso personal, basado en la voluntad y el interés en la formación autónoma; la constancia y diligencia en el trabajo, incluso en los momentos de desolación o cuando se tenga deseos de abandonar; el uso del saber a favor de los demás, dedicando los esfuerzos a servir a los demás, sobre todo a los más necesitados; y el trato cordial desde el amor y respeto hacia los otros (Saavedra, 2011). Esto se ve expresado de manera concreta en el discurso del Padre Kolvenbach, en 1986, quien afirma: “Nuestro ideal es la persona armónicamente formada, que es intelectualmente competente, abierta al crecimiento, religiosa, movida por el amor, y comprometida a realizar la justicia en un servicio generoso al Pueblo de Dios” (Saavedra, 2011). Ello se hace posible a partir de la constante interrelación de experiencia, reflexión y acción, como fundamentos de la pedagogía ignaciana que se dan en el marco del contexto y la evaluación. En ellos se encuentran inscritos los pasos del proceso de aprendizaje y de crecimiento personal (Saavedra, 2011). • Contexto hace referencia al conocimiento del participante en la experiencia, de manera que se identifiquen las necesidades y el potencial, así como también convoca a que el participante conozca su entorno, que le permita tener mayor libertad en su actuar frente al mundo, basada en una comprensión más amplia. Por último, también alude a la generación de condiciones propicias para la formación, lo que se traduce en un ambiente adecuado (Saavedra, 2011). • Experiencia, se refiere a la posibilidad de gustar lo que se aprehende y no dejarlo en teoría que no pueda ser inteligible y aplicable a la realidad concreta que se vive en lo cotidiano, de modo que se conecte e integre con lo afectivo como esfera de lo individual, fundamental para el aprendizaje y lo vivencial. De esta manera, la experiencia puede ser directa, en tanto surge con el encuentro inmediato con la realidad y con el otro por medio de conversaciones; o indirecta, que se relaciona con el estímulo de la imaginación y el uso de los sentidos. Finalmente, ésta también debe considerar el contexto como eje transversal (Saavedra, 2011). • Reflexión es entendida como discernimiento, que le permite a la persona clarificar distintos factores internos y externos en determinada actividad o generalmente en un proceso de toma de decisión. También es un proceso que genera que la persona tome conciencia de sí misma y una posición especifica frente al mundo, de modo

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que es la que propicia, además, que se dé sentido a la experiencia al reconocer los significados profundos que median en ella. Es así, como se ve a la reflexión como fuente de formación y liberación. Ello se orienta al cumplimiento de tres importantes logros: convicciones personales, comprender quién soy y quién debería ser, así como ampliar la sensibilidad humana para profundizar y crecer en calidad humana (Saavedra, 2011). • Acción. Precisamente la acción permite poner en práctica aquello que ha sido aprendido a través de la experimentación y la reflexión, de modo que se ponen en juego los valores y actitudes más allá del discurso. Además, el mismo proceso al iniciar en la realidad debe terminar sobre ella, en la medida en que sea afectada, transformada e impactada a través del compromiso y la decisión como fruto fundamental de la reflexión, que permite el crecimiento personal, que se relaciona con la autonomía, el reafirmar lo aprendido y la intervención sobre la realidad desde los propios valores y convicciones (Saavedra, 2011). • Evaluación de las experiencias se debe dar de manera integral, evidenciando el progreso y provecho en los participantes no sólo a nivel intelectual o cognitivo, sino también en su capacidad de reflexión y otras relacionadas con lo afectivo y la toma de conciencia, a la luz de valores, en torno a lo vivido, sus fines y medios. Por tanto, implica retomar lo vivido, experimentado y reflexionado para generar nuevos aprendizajes, a través de la síntesis y ordenamiento de lo anterior (Saavedra, 2011).

8.2 Aprendizaje personalizado

En relación a los métodos, se destaca el aprendizaje personalizado, donde al igual que en los Ejercicios Espirituales, el facilitador o acompañante expone brevemente el tema sin sustituir el trabajo personal del participante, de modo que solo lo introduce y le da los instrumentos que le permitan tener un rol activo en su aprendizaje. Esto contribuirá a interesar y motivar al participante por el tema, hacer comprensibles los objetivos de trabajo, estimular la reflexión de cada uno, al mismo tiempo que se facilita la interiorización de los aprendizajes. Para efectuar la prelección, se requiere que el facilitador de la experiencia haga una preparación previa, teniendo en cuenta los objetivos, la secuencia o conexión con conocimientos, aprendizajes y momentos previos, temática principal o foco, metodología e interrogantes o preguntas orientadas al sentido propio de la experiencia (Vásquez, 2006). En este proceso de aprendizaje, se privilegia desde una visión holístico-sistémica, la formación de competencias y habilidades que articulan los saberes esenciales: saber ser, saber conocer y saber hacer, a través de la transformación del modo de pensar, actuar y comprender la vida, que este dirigido a potenciar el crecimiento de la calidad humana y la promoción de una formación integral en valores. Es así como este proceso es autónomo y significativo, en la medida en que los participantes asumen la responsabilidad de su propio aprendizaje y de su automotivación, necesaria, para lograr los objetivos, así como de factores que lo faciliten como son la perseverancia, satisfacción en el cumplimiento de la tarea, confianza en sí mismo, tolerancia a la frustración y resiliencia (PUCE, 2012).

8.3 Acompañamiento

Parte de los aspectos más relevantes para el discernimiento y la reflexión es el acompañamiento. La Experiencia de acompañamiento personal y grupal tiene su inspiración y fuente en el principio pedagógico que San Ignacio de Loyola ejercitó a través de la Cura Personalis, en sus Ejercicios Espirituales. De manera que se entiende el acompañamiento como un proceso fundamental y vital para que se desarrolle y viva adecuadamente la experiencia espiritual, en donde se ordena la vida, por lo que es muy importante que el participante confíe en su acompañante, que permita la construcción de una relación transparente, fluida y de respeto mutuo (Vásquez, 2006). De este modo, la formación desde la visión Jesuita, se orienta en el acompañamiento que permite que, más allá de la adquisición de conocimientos, se transforme y forme a las personas desde lo que son, conllevando a pensar en la interioridad, no sólo desde el apropiamiento de los conocimientos sino también orientada al crecimiento y cultivo de los fundamentos, la sabiduría y la espiritualidad, a través de la afectividad como terreno en el que se gestan las decisiones más importantes en la vida de la persona. En otras palabras, formar es transmitir vida, lo que sugiere la importancia de la comunicación, en donde se estimula la comprensión y la conformación de vínculos (Remolina, 1999).

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8.4 Ciclo de aprendizaje experiencial

El educador David Kolb propone un modelo de aprendizaje basado en experiencias, en forma de ciclo en espiral conformado por cuatro elementos fundamentales: la experiencia, que promueve que se den ciertas situaciones vinculadas al objetivo; la reflexión crítica, dada en el diálogo que reconstruye lo sucedido desde las diferentes miradas de los participantes y con la coordinación del facilitador, que propicia la exploración profunda de los significados; la generalización y transferencia, que posibilita identificar conclusiones y conectarlas con la experiencia personal en la vida diaria, por medio de la autoconciencia de cada participante; la aplicación, que convoca a la elaboración de un plan de acción que busca la transformación en las maneras de actuar y por ende sus resultados; y la experiencia, que hace referencia a una nueva actividad donde se ejecuta el plan de acción ya diseñado, dando lugar a un nuevo ciclo de aprendizaje (Synapsis, s.f.).

8.5 Ciclo formativo

Las experiencias de los tres programas parten desde un enfoque en el Ser Humano de toma de conciencia y transformación individual, que posibilita y enriquece sus relaciones interpersonales, permitiéndole trascender a la comunidad educativa y aportar a la construcción de una sociedad más justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana, en consonancia con la Misión de la Universidad. El ciclo del aprendizaje en espiral, logra que las personas se encuentren la mayor parte del tiempo posible en estado de flujo, lo que implica en parte, la pérdida de la noción del tiempo y del espacio, la presencia total y una sensación que permite la integración del disfrute, el esfuerzo y el equilibrio dinámico. Para lograr este estado de flujo, es necesario tener en cuenta siete claves: la capacidad de arriesgarse, reconocer y manifestar las expectativas, integrar acción y reflexión de manera equilibrada, enfoque de las relaciones en una tarea, generar espacios para la toma de decisiones y el asumir la responsabilidad por las consecuencias, posibilitar el equilibrio entre percepción de riesgo y habilidad, y por último, motivar a superarse y mejorar en relación a sus logros y potencialidades (Synapsis, s.f.). El participante, con el fin de aprovechar este espacio y manera de formación y transformación, debe apropiarse de su proceso reflexivo, la interiorización del aprendizaje significativo y la toma de decisiones y elecciones de acuerdo a su modo de proceder. Esto precisamente se da en el marco de la experiencia que le permite integrar hechos, emociones y pensamientos, favoreciendo el aprendizaje, sobre todo en relación al autoconocimiento, que es un proceso continuo, a lo largo de la vida, orientado a alcanzar el desarrollo, la excelencia y la realización personal (PUCE, 2012). Se busca que las experiencias estén enmarcadas en procesos, por lo tanto para cada experiencia se plantean diferentes momentos de encuentro con el grupo: o previo a la experiencia: encuentros de diagnóstico, alineación de expectativas y preparación para la experiencia. o experiencia: se da entre uno o varios días, esta permite experimentar, arriesgarse, reflexionar, salir de su cotidianidad y zona de comodidad. o posterior a la experiencia: se realizan encuentros de acompañamiento con el fin de reflexionar y hacer transferencia de los aprendizajes a la cotidianidad.

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Retos y desafíos de la Línea

Uno de los principales retos como línea es lograr que la formación integral no se perciba fragmentada por dimensiones, sino comprender al ser humano integral. Así mismo lograr que la comunidad educativa javeriana se perciba precisamente como una comunidad, donde cada uno de los estamentos este en relación armonica con los otros. Siendo la Línea de Saber y Formación Integral se ha buscado en lo posible articularse con otras ofertas de formación

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dentro de la Universidad. Sin embargo, aún el desafio de esta interdisciplinariedad es ayudar a los otros a comprender la pontencialidad de conjugar nuestros esfuerzos y de alinear nuestras experiencias en procesos. Lograr proyectar un horizonte del proceso de formación de las personas que participan en las experiencias de la línea y cómo estas le han impactado y le han ayudado a trascender y trasformar elementos en su cotidianidad. Los desafios de la Línea para este año 2016 contemplan los siguientes aspectos: o Consolidar la formación de formadores, en la cual se invita a miembros de la comunidad educativa a participar como facilitadores de las experiencias que ofrece la Línea. o Diseñar una experiencia que como línea integre los 4 estamentos de la comunidad educativa. o Diseñar experiencias enfocadas en temas que se han formulado como pertinentes en otros espacios y expriencias, una de las propuestas en creación es el “Discernimiento para la toma de desiciones”

9.1 Horizonte

Para el 2021 la Línea de Saber y Formación Integral será reconocida por tener un equipo coherente, que trabaja de manera colaborativa e interdisciplinar, que favorece y fortalece procesos de formación integral en los miembros de la comunidad educativa javeriana de todas las unidades académicas y administrativas desde el inicio hasta el fin de su vinculación con la PUJ.

10 Programas de la Línea 10.1 Formación Integral para Estudiantes 10.1.1 Presentación El Programa de Formación Integral para Estudiantes pertenece a la Línea “Saber y Formación Integral” del Centro Pastoral San Francisco Javier de la Vicerrectoría del Medio de la Pontificia Universidad Javeriana. Tiene como propósito contribuir a distintos procesos de la Formación Integral de los estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana; en la comprensión, cualificación, desarrollo y evaluación de su acción e influencia en su quehacer personal y profesional. Con el fin de favorecer su sentido propio y humano en la trasformación social del país y de los distintos interrogantes que surgen en la vida universitaria frente a diferentes desafíos por la trascendencia en torno a su sentido de vida. El programa se consolida a partir de las distintas necesidades que surgen dentro del Centro Pastoral, una recolección de intereses de los estudiantes y la universidad en general; solidificándose en ejes de trabajo que se desarrollan en experiencias y procesos concretos en torno a la formación integral de los estudiantes durante su vida universitaria, para que de manera simultánea complementen su formación académica regular con formaciones pedagógicas y experienciales a partir de escenarios de encuentro, de crecimiento personal, acompañamiento, fundamentación, trabajo colectivo y reflexión relacionados con la puesta de la transcendencia hacia una trasformación social e individual. El programa trabaja con estudiantes de pregrado y posgrado de la universidad, tanto de jornadas diurna, nocturna y a distancia.

10.1.2 Fundamentación La Pontificia Universidad Javeriana se propone dentro de su misión que la Comunidad Educativa tenga distintos escenarios en donde los empleados, docentes y estudiantes puedan acceder a una formación integral que promueva a generar cambios sustanciales en su ser; buscando que sobresalgan en su labor personal, profesional y académica, por su calidad humana, ética y responsable socialmente; siempre teniendo un desarrollo que les permita generar una perspectiva crítica e innovadora para una sociedad más justa, incluyente y solidaria22.

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[…] la formación integral de personas que sobresalgan por su alta calidad humana, ética, académica, profesional y por su responsabilidad social

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Por lo anterior surge el programa de Formación Integral para Estudiantes, entendiendo la formación como “Aquello que hace que algo sea eso y no otra cosa” (Remolina S.J, 1999) y a la integralidad como la totalidad y la unidad, donde las dimensiones del ser humano están presentes en todos los ámbitos de la existencia. La Formación Integral es entonces, una modalidad de educación, donde todas las dimensiones del ser humano están en un desarrollo armónico (igual). Generando una identidad cualificada desde el servicio y la responsabilidad, dándole sentido a la vida. Éste sentido, concebido desde la autonomía, la apropiación, la autogestión y la auto reflexión de la persona; es en sí, la búsqueda de sí mismo, la transcendencia desde el cuidado y el compromiso, en la promoción de la justicia. Entendida como la solidaridad y la ética en torno a una transformación, implicando así, una corresponsabilidad y una permanente contextualización, experiencia, reflexión, acción y evaluación del quehacer pero sin dejar de lado la experimentación. Esta transformación concebida mediante no sólo una responsabilidad social, que busca el bien común que ha de ser de todos y de cada uno en particular (Remolina S.J. 1999) siendo SER humano para los demás y casa común de todo lo vivo, de seres no humanos. Sino también desde una comunidad, desde un grupo de individuos que comparten elementos, intereses, propiedades u objetivos en común, como el idioma, costumbres, valores, etc. y que además, crean una identidad común. Y desde lo comunitario, que no es una acción sobre la comunidad, sino una acción de la comunidad; donde la población toma decisiones y asume sus consecuencias (Ander-egg, 1989). Sin embargo, la formación integral no se puede dar sin un proceso, considerando a éste como la “Edificación y asimilación propia de la cultura” (Remolina S.J. 1999), que es cambiante y que se basa en las condiciones particulares de la comunidad, en metodologías y en pedagogías; consolidándose así en experiencias desde el trabajo personal, el valor formativo y la preocupación e interés en el significado de las experiencias humanas. Es entonces, cómo este proceso debe verse reflejado en la manera de proceder, es decir, debe haber un acompañamiento (comprender el sentido del quehacer), una armonía, una asertividad, un discernimiento y una interdisciplinariedad en todas las experiencias que se realicen. Por lo anterior, el propósito del programa de Formación Integral para Estudiantes es contribuir a la Formación Integral de los estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana, en la comprensión, desarrollo y evaluación de su acción e influencia en su quehacer personal y profesional con el fin de favorecer las preguntas que surgen en los diferentes desafíos de su sentido de vida desde la trascendencia y la apuesta a la transformación.

Lo anterior se vive mediante experiencias de reflexión y formación desde la Espiritualidad Ignaciana y una metodología experiencial que comprometa a los estudiantes hacia una autonomía, apropiación y autogestión de su Formación Integral en la Universidad afianzando su identidad Javeriana y su responsabilidad social.

10.1.3 Antecedentes Durante el primer semestre del 2005 el Centro Pastoral San Francisco Javier, Servivienda (obra social de la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús) y el grupo Colombia Pa’lante con el fin de elaborar un proyecto social con el barrio El Paraíso conformaron un equipo de trabajo interinstitucional, el cual permitió comenzar a trabajar desde estas alianzas estratégicas la sensibilización y participación a nivel social con un ggrupo estudiantil de la Facultad de Ingeniería. A partir de esto se realizó un estudio de necesidades en la comunidad universitaria y se evidenció la importancia de generar un proyecto donde la concepción de la práctica social tuviera un componente de sensibilización y formación dentro de la formación integral; con este estudio se decidió elaborar una propuesta piloto de “Humanización de la práctica Social”. Para tal efecto, se logró la participación de la carrera de Nutrición y Dietética – Programa Planificación nutricional; donde la profesora Martha Leclerq dirigió y supervisó una práctica en 9 jardines infantiles supervisados por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y con la Asociación de Madres comunitarias “El Topacio”. Se logró generar un espacio donde los estudiantes pudieran reflexionar e interiorizar la experiencia comunitaria, haciendo énfasis en la creatividad para contribuir a solucionar, desde su formación académica, un problema concreto de la comunidad. […]. Acuerdo No. 576 del Consejo Directivo Universitario, 26 de abril de 2013.

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Desde el segundo Semestre del año 2006, se diseñó y consolidó un proyecto cuyo objetivo era insistir en el compromiso social del ejercicio profesional siendo conscientes de la responsabilidad que se tiene con la comunidad y la búsqueda constante de que sea autogestora de su propio desarrollo. Paulatinamente se comenzó a incrementar la participación de nuevas carreras, facultades y la necesidad de continuar la experiencia en comunidades consolidadas y que preferentemente tuviesen un proceso de construcción de tejido social. Para tal efecto, se adelantaron contactos con la Pastoral Social y se identificaron entidades sin ánimo de lucro beneficiarias del Banco Arquidiocesano de Alimentos con el fin de elaborar proyectos concretos para que los estudiantes pudiesen realizar su práctica social en las instituciones previamente seleccionadas. Desde el punto fue necesario crear un comité de planeación y seguimiento con la participación de representantes del Centro Pastoral San Francisco Javier y de las Instituciones en las cuales se lleva a cabo el proyecto social. Lo anterior, permitió planear adecuadamente las actividades que se desarrollarían en cada una de las Instituciones para satisfacer sus necesidades específicas y dar continuidad al acompañamiento al proceso que se desarrollaba y alcanzar las metas previstas. De cara a las evaluaciones realizadas a los estudiantes se evidenció la necesidad de tener este tipo de espacios para reflexionar y compartir la experiencia de práctica social y un espacio para apreciar de una forma diferente el ejercicio profesional concibiéndolo con un grado de responsabilidad ante el acercamiento con la comunidad generando estrategias para identificar líderes y hacer propuestas creativas para solucionar problemas complejos. Durante el 2006 se continuaron con estos talleres y se organizó el programa de Fundamentación Humanista de la Práctica Social donde se pretendía como objetivo lograr propiciar espacios de reflexión y acompañamiento a los estudiantes que se encontraban realizando el servicio social dentro de su plan de estudios; con el fin de favorecer la capacidad de auto comprensión del javeriano y el desarrollo de un sentido crítico acerca de la realidad social existente para que así se buscara valorar esta experiencia de la práctica social, como una oportunidad esencial dentro de su proceso formativo. En consecuencia, la propuesta de experiencias del programa de Fundamentación Humanística de la Práctica Social fue comenzar el proceso con 2 Facultades (Ciencias e Ingeniería) y 2 Carreras (Nutrición y Dietética) con 535 estudiantes durante el período del año 2006 hasta el año 2008. Para el 2009 el Programa se amplió a 4 Facultades (Ciencias, Ingeniería, Odontología y Ciencias Económicas y Administrativas) y 8 Carreras (Nutrición y Dietética, Ingeniería Industrial, Electrónica, Civil y Sistemas, Administración de Empresas, y Odontología) con la participación de 480 estudiantes y 14 Docentes. Así mismo, este mismo año Socorro Legarda termina su gestión al frente del programa. Para el año 2010 el Centro Pastoral apuesta a un cambio de acción y visión en la estructura del Programa, se continúa ampliando la cobertura de los Talleres vinculando a la carrera de Medicina, Bacteriología, Microbiología Industrial y Contaduría con un total de 973 estudiantes. Durante el segundo periodo de éste año, se genera un proceso formativo con los estudiantes que contempló 2 o 4 talleres, según las solicitudes de cada Facultad y/o Carrera, buscando que tuvieran un contenido de introspección y reflexión en torno al Paradigma Pedagógico Ignaciano preparando al estudiante a la experiencia de la práctica social por medio de las diferentes dimensiones del ser humano; y además le permita fortalecer su experiencia desde el Liderazgo Ignaciano y la realidad colombiana. Además se logró aumentar la cobertura con las Facultades de Arquitectura y Diseño (Carreras de Arquitectura y Diseño Industrial), la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales (Carrera de Ecología) y la Carrera de Medicina, logrando así una participación de 1001 estudiantes. En el año 2013 se diseña un programa que tenga como objetivo atender a los estudiantes de la Jornada Nocturna y Posgrados promoviendo espacios concretos para que estos estudiantes se enriquecieran en su Formación Integral; debido a que presentan dinámicas personales y académicas diferentes a los estudiantes de pregrado; dificultando así la participación de las actividades que ofrece la universidad. Para cumplir con este objetivo se diseñaron dos actividades concretas y se trabajaron en conjunto con el Centro

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Javeriano de Formación Deportiva, la primera se llamó “Una aproximación a los Ejercicios Espirituales desde el Cine” y la otra se llamó “Reflexionemos sobre la vida mientras fortalecemos nuestro Cuerpo”. Comenzando a funcionar en el I periodo de 2014 con una participación de 63 estudiantes. Durante este primer periodo del 2014 también ingresó al programa la primera Voluntaria Profesional, quién duró 4 meses y en cuyo tiempo apoyó en el rediseño y facilitación de talleres y reuniones con docentes. Dentro de los distintos cambios que se generaron en el Centro Pastoral San Francisco Javier se consideró la pertinencia de mover el Programa de la Línea de Saber y Responsabilidad Social a la Línea de Saber y Formación Integral; pues el trabajo realizado por el programa no tenía intervención directa con comunidades concretas sino que su intervención estaba directamente dirigida a estudiantes que se encontraban realizando la práctica social. Otro de los cambios que se genera dentro del Centro es ampliar el equipo de Agentes, vinculándose al programa de Fundamentación humanística de la práctica social una nueva profesional, iniciándose una restructuración del programa en su nombre y objetivos, llamándose actualmente Programa de Formación Integral para Estudiantes con el objetivo de tener una cobertura más amplia en la comunidad estudiantil y así poder compartir las actividades con estudiantes que no sólo estén vinculados a una práctica social sino que estén interesados con continuar teniendo una formación integral. Por otro lado, dentro de estos cambios se asumió el liderazgo, diseño y organización de los Talleres de Habilidad Sociales, los cuales eran liderados por la Facultad de Educación para todos los estudiantes que ingresan a sus prácticas (de todas las facultades); a partir del 19 de Julio del 2014 en alianza con la Vicerrectoría Académica se hace una nueva propuesta de contenido llamándose actualmente Talleres de Actitudes Personales y Habilidades de Comunicación para la Responsabilidad Social. Durante este periodo se ve la importancia de vincular a la Voluntaria Profesional para continuar con esta restructuración en la creación y documentación de cada una de las actividades propuestas, de los distintos talleres y de su sistematización, al igual que la tarea de generar la primera Campaña de sensibilización de la Práctica social y la Jornada de lanzamiento de la nueva imagen del programa para su posicionamiento y visualización en la universidad según su pertinencia. El primer semestre de este año se realiza una estructuración del programa permitiendo consolidar propuestas de formación para estudiantes de pregrado (Diurno y Nocturno) y posgrado, promoviendo desde sus tres procesos principales, ejes de trabajo que permitieran organizar las experiencias de su formación integral. Posteriormente, en el segundo semestre del año, se fortalecen y establecen los ejes y las experiencias del programa quedando conformado finalmente por 3 ejes: El eje de experiencias en prácticas universitarias compuesto por las experiencias de las Jornada de talleres Actitudes Personales y Habilidades de Comunicación como talleres de inducción y sensibilización a la práctica social y/o empresarial y los Proceso de Fundamentación Humanística de la Práctica Social como seguimiento y acompañamiento a los estudiantes practicantes durante el semestre. El eje de experiencias de formación dentro del cual está el ciclo EFI Acción de vida proceso de formación de formadores, el Curso Taller Cultivando con Sentido donde se trabaja proyectos y sentido de vida dentro de la constante transformación de estos escenarios vitales y la Proceso SPA (Sentir, Pensar y Actuar) de tres experiencias de reconocimiento y trabajo de grupo. Finalmente, el eje de estudiantes de posgrados, nocturnos y a distancia con las experiencias de Pa_sas trabajando la rutina con sentido, sueños y familia. Todos los ejes con el propósito de acompañar desde distintas experiencias a todos los estudiantes de la Javeriana. Actualmente, el 2016-I ha permitido al programa a partir de la restructuración interna, una participación y acompañamiento a más facultades de la universidad en los procesos de prácticas, becas, grupos de estudiantes, y semestres en concreto desde distintas experiencias, llegando así a 19 carreras, sino además una participación activa, constante y permanente de estudiantes que quieren seguir nutriendo su formación personal, profesional y la construcción colectiva de la comunidad Javeriana. Así mismo, es visualizado por la Universidad desde diferentes ofertas y participaciones. Siendo aliados estratégicos la Vicerrectoría Académica, el programa de Becas Ser Pilo Paga y Martin Luther King, entre otros. Adicionalmente, se está ultimando los detalles de la campaña “Practica tu Práctica” para ponerla en marcha el siguiente semestre, siendo una estrategia de formación que invita a continuar o construir relaciones de responsabilidad junto con quienes se comparte el entorno. Llevando a las personas a ser conscientes de su existencia, su presencia y la de los demás. Igualmente se está llevando a cabo una revisión de lo que podría ser un acompañamiento a los estudiantes que estén realizando materias de Teología como complemento de su formación.

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10.1.4 Objetivos  Objetivo general Acompañar a los estudiantes en procesos de reflexión y comprensión sobre su sentido de vida, trascendencia y su influencia en la transformación del entorno desde su quehacer personal y profesional; mediante espacios y experiencias que contribuyen a su Formación Integral.  Objetivos Específicos a) Compartir cuál es el quehacer de los estudiantes en la práctica universitaria, y qué sentido tiene para ellos su realización. b) Propiciar un proceso de introspección donde el estudiante pueda reconocerse y reconocer el mundo en el que vive. c) Reflexionar sobre la importancia de la formación integral de los estudiantes en diferentes espacios y procesos. d) Reflexionar sobre el trabajo colectivo desde la perspectiva del acompañamiento. e) Socializar experiencias y aprendizajes que durante la vida universitaria han sido trascendentes.

10.1.5 Composición y estructura organizacional El programa está conformado por un equipo de profesionales de diferentes áreas de conocimiento que promueve la formación integral de una manera autónoma y co-responsable; identificando necesidades específicas según cada proceso y promoviendo un constante trabajo de cooperación con otras unidades. Se busca que la participación de los estudiantes esté destinada a tener procesos de formación voluntarios desde una pedagogía experiencial que los lleve a una reflexión en torno a su participación social activa dentro y fuera de la universidad. El programa actualmente lo compone un coordinador, un profesional de pastoral y el voluntario profesional. Adicionalmente, el programa recibe las orientaciones estratégicas de la coordinadora de línea y el apoyo de una gestora administrativa.  Coordinador del programa o Lidera proceso del eje de experiencias de posgrado, nocturnos y a distancias y el eje de experiencias de formación. o Coordina el proceso del voluntario profesional.  Profesional de Pastoral o Lidera el eje de experiencias de Prácticas universitarias: Talleres de Actitudes Personales y Habilidades de Comunicación – Proceso de Fundamentación Humanística de la práctica social. o Acompaña los voluntarios logísticos que apoyan al programa en sus experiencias.  Voluntario Profesional o Participar activamente en el diseño, conceptualización, flujo creativo, ejecución y consolidación del programa FIE. o Documentar, justificar, organizar, gestionar y lanzar de la Campaña de Sensibilización Social “Practica tu práctica”. o Asistir y acompañar a dinámicas propias del equipo como la asistencia activa en las reuniones y la participación en el diseño, implementación, evaluación y sistematización de los talleres. o Lidera proceso de Humanización con el programa de becas MLK. o Lidera proceso de Fundamentación Humanística de la Práctica social de la carrera de ecología.

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10.1.6 Ejes de Trabajo

10.1.9 Retos y desafíos

Este programa en particular esta estructurado en 3 ejes de trabajo de acuerdo a las experiencias que ofrece a los estudiantes (ANEXO 1).

Retos principales:  Continuar fortaleciendo las alianzas establecidas con la Virectoria Académica y las direcciones de carrera de las facultades en la construcción y gestión de procesos de formación integral para los estudiantes.  Cualificar y promoveer los procesos, espacios y experiencias que tiene el programa a partir de las necesidades que surgen en la población dinámica de los estudiantes para que así sea eficaz, eficiente y pertinente con el proyecto educativo, la Misión y Visión de la Pontificia Universidad Javeriana.  Consolidar un equipo de trabajo de co-formadores (estudiantes, administrativos y Académicos) que apoyen los procesos de formación que realiza el programa de formación integral para estudiantes, para que así podamos dar cobertura a la demanda de participantes por semestre.  Lograr articular procesos de formación integral con los tres estamentos de la universidad.  Continuar con la articulación de los Centros de la Vicerectoria del Medio Universitario en los procesos de formación y aocmpañamiento de los estudiantes.  Cualificar constantemente al equipo que hace parte del programa para responder asertivamente a los desafíos.

10.1.10 Horizonte

10.1.7 Enfoques metodológicos específicos La metodología de todos los Cursos y experiencias formativas que ofrecemos busca combinar lo teórico y lo práctico desde la perspectiva del Paradigma Pedagógico Ignaciano y la metodología experiencial. Nuestras formaciones no buscan ser meramente académicas; sin descuidar la fundamentación, brindan espacios de formación integral donde los contenidos sean abordados desde la experiencia y la reflexión.  Coordinación académica y logística La Facultad o la dependencia específica es la responsable de la coordinación académica y logística de los talleres, para lo cual nombrará a un profesor o persona a cargo. Esta persona coordinará con sus homólogos de cada carrera o facultad, con una anticipación de tres meses respecto de las fechas previstas para los talleres, todo lo concerniente a su programación y a la inscripción de los estudiantes. La Logística (Materiales – contenido) y contenido específico de los talleres estará a cargo del Programa de Formación Integral para Estudiantes.  Evaluación y sistematización Con el fin de aprender de la experiencia, aplicar los ajustes necesarios y construir un saber sobre el campo profesional, se evaluará y sistematizará tanto el proceso como los resultados de los talleres. Para el efecto los estudiantes harán una evaluación al final de cada taller sobre la base de un formato diseñado con esa finalidad específica y se pedirá a los tutores que a mitad del semestre se evalúe de nuevo la pertinencia de los temas desarrollados en los talleres y se expongan sugerencias para su mejoramiento, con el fin de que dicha información retroalimente el diseño de los próximos talleres.

10.1.8 Alianzas Los principales aliados del programa son la Vicerrectoría Académica, las facultades, la Dirección de Asuntos Estudiantiles y la Dirección de Programas Académicos. También la oficina de Responsabilidad Social Universitaria y la SJR, para procesos con estudiantes de prácticas, así como dentro de las facultades los directores de carreras y prácticas universitarias y los asistentes del medio universitario. También el programa ha generado alianzas con el Centro de asesoría Psicológica y Salud (ANEXO 2).

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El programa será reconocido por trabajar en conjunto con lso diferentes estamentos de la universidad por la Formación Integral de los estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana, en la comprensión, desarrollo y evaluación de su acción en su quehacer personal y profesional con el fin de favorecer la trasformación social en nuestro país y cada una de las preguntas que surgen ante diferentes desafíos desde la trascendencia en torno a su sentido de vida.

10.2 Programa Formación Integral para Académicos 10.2.1 Presentación El programa de formación integral para académicos comparte la fundamentación de la línea “Saber y Formación integral” de la que hace parte. Se plantea desde la necesidad de contribuir a la formación integral de profesores e investigadores de la Universidad Javeriana y se proyecta hacia la formación integral de los estudiantes gracias al rol de los profesores dentro y fuera del aula de clase y partiendo de la idea que No se puede dar lo que no se tiene. El programa trabaja de manera muy articulada con los consejeros académicos, quienes acompañan a los estudiantes en la toma de decisiones sobre la planificación y la realización de sus planes de estudios. De manera general, contribuye desde la formación integral al mejoramiento de la relación profesor-estudiante, el núcleo fundamental de la Universidad, para que esta relación sea cada vez más de confianza, cuidado, amor y acompañamiento.

10.2.2 Fundamentación

La formación integral que se propone desde la Línea y en concreto desde el programa de formación integral para académicos contempla la totalidad de la persona, su individualidad única (con su contexto particular), su ubicación en la sociedad, su experiencia humana y espiritual, desde los espacios de saber académico y otras formas de saber que se producen en la PUJ. La formación integral permite al académico (profesor, investigador e incluso estudiante) entender la necesidad de trabajar todas sus dimensiones para lograr un desarrollo integral y armónico de su persona. La participación en nuestros espacios de formación lo lleva, muchas veces, a profundizar en su experiencia espiritual y a asumir un compromiso social. De esta manera el programa permea las otras dos líneas del Centro Pastoral San Francisco Javier, trabajando de manera articulada en particular, con el programa de los Ejercicios Espirituales de la Línea Saber y Espiritualidad y con el proyecto Integración Academia y Sociedad de la Línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria.

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El año 2016, se inicia el trabajo de formación integral con los investigadores, de tal modo que ellos puedan cada vez más ubicar su praxis investigativa en el horizonte humanístico de la Universidad Javeriana; para lo cual, se requiere de la construcción de espacios de reflexión, diálogo e intercambio entre los investigadores de distintas disciplinas, de diferentes Facultades, Centros de investigación e incluso entre generaciones (jóvenes de los semilleros de investigación e investigadores con una trayectoria más larga), en torno a la pregunta sobre el sentido de la investigación.

10.2.5 Composición del programa y estructura organizacional

El programa propone generar espacios de autorreflexión académica y ética sobre el fundamento y la finalidad de la investigación, partiendo desde la praxis investigativa, el intercambio de experiencias, el diálogo de saberes académicos y a la luz de los principios, directrices y propósitos de la función investigativa en la Universidad. Plantea preguntas fundamentales en torno al sentido de la investigación como: ¿Para qué investigar en la Javeriana? ¿Qué es lo específico que aporta la investigación, desde la Javeriana, a la sociedad? ¿De qué manera la praxis investigativa en la Universidad Javeriana puede contribuir a la formación integral del mismo investigador y de la comunidad de investigadores?

10.2.6 Enfoques metodológicos específicos

10.2.3 Antecedentes

El Programa de Formación Integral para Académicos se llamaba, antes de julio de 2014, “Programa de Formación Integral para Docentes”. En un primer momento, de 2007 a 2012, se orientaba a ofrecer a los profesores javerianos un plan de formación estructurado en los 7 siguientes módulos: a) b)

Presentación en Introducción al Programa, reflexión sobre formación integral; Proyecto Educativo de la Pontificia Universidad Javeriana y Características de la Compañía de Jesús;

c)

Diálogo entre fe y ciencia;

d)

Instruir vs. Formar: el reto de integrar a la labor docente la formación integral;

e)

Cambio de perspectiva: éticas del cuidado y la compasión;

f)

Conocer el conocer;

g)

Aprender es convivir; Que sea un plan.

Este plan de formación intentó responder a la formación integral de los profesores, brindándoles espacios de reflexión sobre el sentido de su labor. Se realizaba durante 8 sesiones, cada una duraba 3 horas, a partir de las siguientes metodologías: talleres individuales y grupales; conversatorios sobre las temáticas abordadas; exposiciones magistrales sobre algunos temas; espacios de reflexión e interiorización de los contenidos propuestos. En un segundo momento, con el cambio de coordinación, se tuvo un enfoque menos centrado en la espiritualidad ignaciana. Se caracterizaba principalmente por ofrecer espacios de reflexión sobre la labor del docente o del profesional desde algunas herramientas psicológicas orientadas a mejorar su gestión, orientar su quehacer y promover su bienestar. Sin duda, la labor realizada anteriormente por los dos agentes pastorales de 2007 a mitad de junio de 2014 contribuyó a visibilizar el programa en la Pontificia Universidad Javeriana, elaborar algunos materiales, enriquecer la oferta formativa y convertir el Centro Pastoral San Francisco Javier en un referente importante para la formación integral de los profesores. En este documento, se propone presentar la justificación del nuevo enfoque del programa, su horizonte, su modo de proceder, tomando en cuenta los valores fundamentales que nos orientan, y su actual oferta de servicios formativos a los profesores e investigadores.

10.2.4 Objetivo Contribuir a la formación integral de los académicos por medio de espacios y experiencias de reflexión personal y de grupo, acompañando su crecimiento personal y profesional, para fortalecer la comunidad de cuidado Javeriano, a partir del Proyecto Educativo Institucional y la Espiritualidad ignaciana.

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El programa actualmente lo compone un coordinador y un profesional de pastoral. Hasta Febrero de 2016 se contó con la participación de una voluntaria profesional. Adicionalmente, el programa recibe las orientaciones estratégicas de la coordinadora de línea y el apoyo de una gestora administrativa.

En el programa se trabaja desde la metodolgía experiencial, el paradigma pedagógico ignaciano, la teoría sistémica, teoría gestalt y psicología social comunitaria. En articulación con los valores del Evangelio, de la tradición jesuítica, del Centro Pastoral San Francisco Javier y de la Universidad Javeriana en general, el programa se fundamenta en los tres siguientes valores (además de los valores cristianos e ignacianos) que conforman su modo de proceder. Promovemos estos valores en todos nuestros espacios de formación, de tal modo que los participantes los conozcan y los asuman progresivamente.  La interdisciplinariedad Desde el programa, promovemos la interdisciplinariedad, con la que “la Universidad Javeriana aspira a que las investigaciones y los conocimientos conduzcan a la integración o creación de estructuras, infraestructuras y mecanismos comunes a las distintas disciplinas y profesiones” (Proyecto Educativo, No. 35). Los espacios de formación integral que generamos permiten el compartir entre profesores e investigadores de diversas disciplinas y con diferentes trayectorias. Del compartir entre ellos han surgido propuestas de actividades y proyectos interdisciplinarios.  El diálogo El programa utiliza el diálogo como metodología para la construcción de saberes y la praxis autoformativa. La formación integral exige generar espacios de diálogo con los profesores e investigadores para que, de manera libre, se conviertan en “agentes de su propia formación”, valorando y asumiendo crítica y creativamente las herramientas, los principios y la propuesta educativa y pedagógica de la Compañía de Jesús que el programa les ofrece. El programa no les impone nada: simplemente les propone un programa de formación, cuyos contenidos, horizonte, fundamentación y metodología están sujetos a su apreciación y valoración por medio de la argumentación.  La hospitalidad (acompañamiento) El programa se ha caracterizado por cultivar la hospitalidad hacia los profesores. Cada vez más nos proponemos abrir espacios cálidos para acoger a los profesores e investigadores que requieren de nuestro acompañamiento. Nuestro punto de partida es el ser humano con su contexto específico y también su dignidad que merece ser respetada en todo momento.  La solidaridad (inclusión) diversidad… La solidaridad es un valor fundamental que promovemos desde el programa. Nuestros espacios de formación son incluyentes, sin discriminación con base en ningún criterio; además, se caracterizan por fortalecer los vínculos entre los participantes, de tal manera que contribuyamos a construir una comunidad de comprensión, acompañamiento y cuidado en la Universidad en torno a una misión común, a la que todos los miembros, estamentos y unidades de la comunidad educativa están invitados a aportar desde su rol y sus funciones específicas.

10.2.7 Oferta de servicios formativos del programa Para realizar nuestro objetivo, en articulación con la Línea “Saber y Formación integral”, con las otras dos Líneas de trabajo del Centro Pastoral San Francisco Javier y con las Facultades, Vicerrectorías y otras unidades de la Universidad, tratamos de cualificar nuestra oferta de servicios formativos. Proponemos un portafolio de experiencias formativas (ANEXO 3) no sólo para profesores e investigadores, sino para otros estamentos (estudiantes y administrativos) y unidades de la Universidad. Nuestros temas de formación giran en torno al acompañamiento personal y al proyecto de vida, al sentido de nuestra misión javeriana, al sentido humano de la investigación y a la formación integral en general. Nuestra oferta se orienta a generar un proceso de formación integral que parte del Javeriano como ser humano integral (en su contexto), de sus relaciones con el otro y de su aporte a la sociedad. Es el proceso que aplicamos también en cada una de nuestras formaciones.

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En 2016, implementamos la estrategia de formar a profesores facilitadores para que participen en algunos espacios de formación con profesores. Esta estrategia responde al objetivo de construir, entre todos, una comunidad educativa, interdisciplinaria, acogedora, incluyente y solidaria, que se preocupa por la formación integral de todos. Una comunidad que se forma y se cuida.

10.2.8 Alianzas El programa ha consolidado distintas alianzas para el desarrollo de los procesos que ofrece a los académicos. Dento de sus pricipales aliados están las Vicerrectorías Académica, Aministrativa, de Investigación y del Medio Universitario. Siendo la alianza fundamental la Vicerrectorías Académica desde sus tres direcciones y el CAE+E. Adicionalmente el programa cuenta con aliados externos de los colegios de la Compañía de Jesus. (ANEXO 4)

10.2.9 Retos y Desafíos Desde el programa se trabaja en alianza de las Vicerrectorías, principalmente la académica y de Investigación, para aportar conjuntamente a la formación integral de los profesores y los investigadores y para cumplir con nuestra misión de manera más eficaz y colaborativa. Se dio inicio a un proceso de formación con los equipos colaboradores de las vicerrectorías, el desafío es continuar promoviendo la formación integral de los distintos equipos que componen las direcciones y unidades al interior de las mismas, de tal modo que todos impulsemos la formación como fin específico de la Universidad, desde la propia experiencia a nivel personal, interpersonal y como unidad. Uno de los retos del programa es continuar fortaleciendo y ampliando la articulación con las distintas facultades de la Universidad para promover la formación integral de sus profesores y los equipos de las decanaturas. El objetivo consiste en generar en las facultades, desde las decanaturas hasta los departamentos, espacios de formación integral para mejorar la relación profesor-estudiante, el espíritu de colaboración y la consolidación de una comunidad educativa cada vez más de calidad y calidez humana. De esta manera, contribuir cada vez más y mejor a la misión de la Universidad Javeriana, promoviendo la formación integral de los profesores, los investigadores y las unidades (facultades y vicerrectorías) que se encargan de ambas poblaciones.

10.2.10 Horizonte

El programa será un referete para la comunidad académica por ofrecer espacios que dinamizan la formación integral de los académicos, fortalecer la relación profesor-estudiante y consolidar una comunidad de cuidado.

10.3 Programa Formación integral para Administrativos

10.3.1 Presentación El Programa de Formación Integral para Administrativos como parte de la línea Saber y Formación Integral, acompaña a la Comunidad Educativa Javeriana, en especial al personal con vinculación administrativa en las distintas unidades académicas y de servicio, en espacios formativos individuales y grupales que buscan dinamizar y desarrollar armónicamente todas las dimensiones que contituyen al ser humano.

10.3.2 Fundamentación El Programa se inserta en la apuesta de la Vicerrectoría del Medio Universitario y el Centro Pastoral por el cumplimiento de la misión, visión y proyecto educativo y la generación de espacios de bienestar, cuidado y acompañamiento a todos los estamentos de la Comunidad Educativa, en este caso a los administrativos que asumen roles de servicio y apoyo en la gestión, que permite el buen desarrollo de labores relacionados con la docencia y la investigación. Dentro de lo que se considera importante para el bienestar de los trabajadores, se encuentra la configuración de ambientes laborales con espacios de autonomía y creatividad, donde predomine la comunicación abierta, trasparente y horizontal, así

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como también la solidaridad, el respeto, el reconocimiento al esfuerzo y la promoción de intercambios subjetivos enriquecedores que permitan la construcción de comunidad laboral. Para estos fines, es necesario que exista tiempo para la familia, el crecimiento personal, la capacitación y formación, así como el descanso. En torno a estos aspectos recae lo fundamental de reconocer y cumplir derechos y deberes del trabajador, involucrando en ello a la cultura y valores de cada uno, pues esto no se reduce a los deberes y derechos dados por el Código del Trabajo, sino que implica el reconocimiento del otro como un interlocutor válido, como trabajador y persona (Espinosa y Morris, 2001). Se comprende la formación integral como aquella dirigida al ser y todas sus dimensiones contituvias, primordialmente. En esta modalidad se incluyen la “sensibilidad (con su correspondiente imaginación creatividad y afectividad); la razón (en su doble dimension teórica y práctica) y la facultad de lo trascendente tanto en la relación con lo humano (yo-tú) como a lo sagrado o religioso” (Remolina, 1998). Involucra activamente al sujeto de formación (es decir cada persona y en el caso del programa, el personal administrativo) y lo hace responsable de su proceso. Lo invita a hacer un trabajo interior de reconcimiento de sí mismo, a sostener una actitud abierta y humilde ante el aprendizaje para luego comprenderse como un ser en relación, “como un ser para los demás” y desde allí pueda construir vínculos de confianza para el desempeño de su labor, impacto y trascendencia. Finalmente, se entiende que es empleado administrativo “quien habiendo sido vinculado mediante contrato laboral, tenga a su cargo las funciones de apoyo al desarrollo de la docencia, la investigación y el servicio, así como a la creación y al fomento del Medio Universitario; esté adscrito a una dependencia de la Universidad y no se encuentre regulado por el Reglamento del Profesorado. Este empleado deberá caracterizarse por:  El conocimiento y el respeto por la identidad y la confesionalidad de la Universidad.  La contribución activa al logro de la Misión de la Universidad y al desarrollo de su Proyecto Educativo.  La manera responsable en que asume la colaboración que decidió prestar a la Universidad en el área de su competencia profesional o de su oficio.  La competencia, idoneidad y efectividad de su labor.  La conciencia de la dimensión ética de su labor.  La solidaridad, la honestidad y la coherencia entre los principios que profesa y sus actitudes.  El diálogo y la participación como valores propios de la cultura de la Universidad.  El respeto al pluralismo ideológico y al ecumenismo religioso.” (PUJ, Reglamento del personal administrativo)

10.3.3 Antecedentes El Programa de Formación Integral para Administrativos se consolida como tal en el año 2014, haciendo parte de la línea Saber y Formación Integral del Centro Pastoral San Francisco Javier. Aún así, desde el año 2007 se empezaron a ofrecer espacios de formación para diversas unidades administrativas tanto en modalidad de equipos de trabajo de una misma unidad como experiencias abiertas para todo el personal con vinculación administrativa, además había algunos grupos de personal administrativo que se reunían desde la voluntariedad y alrededor de algunos temas de formación específicos. Para su año de consolidación, el programa diseña nuevas experiencias articulando la metodología experiencial y el paradigma pedagógico ignaciano. Se estructura el programa con los cargos de coordinador y agente pastoral. Para el año 2015 hay cambios en el equipo que conforma el programa, se implementan todas las experiencias diseñadas en nuevas unidades administrativas y académicas; se diseñan dos nuevas experiencias (ANEXO 5), se consolidan alianzas internas y externas y el programa adquiere una visibilidad importante.

10.3.4 Objetivos  Objetivo general Acompañar al personal administrativo de la Pontificia Universidad Javeriana a través de experiencias y espacios

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generadores de reflexión sobre su sentido de vida, las dinámicas laborales en las que participa cotidianamente y el significado de pertenecer y aportar a la Comunidad Educativa Javeriana.

10.3.5 Composición del programa y estructura organizacional El programa actualmente lo compone un coordinador y un profesional de pastoral. Hasta el 18 de diciembre de 2015 se contó con la participación de una voluntaria profesional. Adicionalmente, el programa recibe las orientaciones estratégicas de la coordinadora de línea y el apoyo de una gestora administrativa.

10.3.6 Enfoques metodológicos específicos En el programa se trabaja desde la metodología experiencial, el paradigma pedagógico ignaciano, la teoría sistémica, teoría gestalt y psicología social comunitaria.

10.3.7 Alianzas El programa tiene su principal alianza en la Vicerrectoría Administrativa con la Dirección de Gestión Humana desde sus oficinas de Desarrollo Humano, oficina de Capacitaciones y oficina de Clima, Cultura y Cambio Organizacional. Dentro de la Vicerrectoría del Medio Universitario con el Centro Javeriano de Formación Deportiva y el Centro de Fomento de Identidad y Construcción de Comunidad (ANEXO 6).

10.3.8 Retos y desafíos El programa identifica como retos principales:  Continuar enriqueciendo su oferta de espacios y experiencias, para ser pertinentes en el logro de la Misión, Visión, Proyecto Educativo institucional y con las necesidades de formación identificadas por las unidades de trabajo.  Cualificar constantemente al equipo que hace parte del programa para responder asertivamente a los desafíos.  Llegar a las unidades con las que aún no se inician procesos y hacer seguimientos períodicos con aquellas con las que se realizan.  Articular el programa con otros Centros de la Vicerrectoría del Medio con quienes se pueda potenciar el trabajo que se realiza actualmente.  Contribuir al sistema de evaluación diseñado por el Centro y encontrar medios para medir el impacto de las experiencias de formación, garantizando la pertinencia y satisfacción de las mismas.

10.3.9 Horizonte

El programa será reconocido por la coherencia y pertinencia de las experiencias que ofrece al personal administrativo y el acompañamiento que brinda según las necesidades detectadas en los diferentes momentos de su ciclo laboral.

11 Experiencia Transversal de la Línea

11.1 Proceso Formación de Facilitadores

 Objetivo Conformar un equipo de profesores y administrativos que voluntariamente apoyen los procesos de fundamentación, creación y facilitación de las experiencias que ofrece la línea de Saber y Formación Integral del CPSFJ, aportando así al conocimiento personal, la promoción de espacios interdisciplinares y el fortalecimiento de la comunidad de cuidado.  Primera Cohorte: primer semestre 2016.

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Referencias

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Capítulo 4. Línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria 1 Presentación Este cuarto capítulo tiene la intencionalidad de presentar la línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria del Centro Pastoral San Francisco Javier. El texto inicia con el contexto que enmarca y la justificación de la pertinencia de esta línea en la Universidad Javeriana y en el Centro Pastoral. Tras ello se presentan los antecedentes, dando cuenta de iniciativas y acciones que llevaron al surgimiento de la misma. En cuarto lugar se presenta el marco conceptual del mismo que ahonda en las definiciones y concepciones de la responsabilidad social universitaria. A continuación se exponen los objetivos y la forma como se estructura la línea. Finalmente se plantean los enfoques metodológicos y los ciclos formativos que orientan el accionar de la línea. A partir de lo anterior se plantean los desafíos y retos que afronta, planteados como los horizontes a seguir en los próximos cinco años. Ello permite pasar a la descripción de los tres programas de la línea y de sus proyectos transversales. Se espera que el texto sirva como memoria del quehacer de esta línea, pero también como insumo para el proceso de consolidación y planeación estratégica que se adelanta en el Centro Pastoral y que pueda contribuir como herramienta que favorezca procesos de seguimiento y evaluación a las acciones que se realizan.

2 Contexto La labor académica de la Pontificia Universidad Javeriana y de sus unidades tiene un contenido altamente social de acuerdo con su misión. Se busca en efecto, formar hombres y mujeres integrales que presten un servicio profesional altamente cualificado a la sociedad. Desde ahí, la Universidad pretende formar “Hombres y mujeres para los demás” con sólidos criterios éticos y humanísticos de solidaridad y excelencia en el servicio. En la educación jesuita la profundidad de la enseñanza y la imaginación abarca e integra el rigor intelectual con reflexión sobre la experiencia de la realidad, junto con la imaginación creativa para trabajar en la construcción de un mundo más humano, justo y sostenible. (Nicolás, 2010) La pastoral universitaria tiene mucho que hacer para fomentar la compasión inteligente, responsable y activa, que es la única compasión que merece el nombre de solidaridad. (Kolvenbach, S.J., 2000). En este marco nace la línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria del Centro Pastoral San Francisco Javier, que desde años anteriores desarrolla procesos comunitarios en diferentes territorios del país orientados a contribuir en la transformación social de las comunidades con las que coopera y en la formación integral de los integrantes de la comunidad educativa que participan de estos procesos. A partir de ese relacionamiento los estudiantes, egresados, y académicos de la Universidad interpelan sus conocimientos, creencias y perspectivas de vida; y las comunidades visibilizan sus capacidades e intercambian visiones y conocimientos sobre sus problemáticas locales. Estos procesos de reflexión, formación y transformación social se organizan desde tres programas de la línea: Voluntariado Javeriano, Misión País Colombia y Programa de Liderazgo Universitario Latinoamericano. Y de dos proyectos transversales: la Red Javeriana de Transformación Social y el Proyecto Integración Academia y Sociedad. Desde ahí, la Universidad hace una contribución socialmente responsable, en tanto entra en diálogo con la comunidad educativa y la sociedad en la que obra para promover la justicia y la reconciliación, fomentar la solidaridad, defender la dignidad de la persona humana y los derechos humanos y comprometerse con el cuidado del medio ambiente. Así, a través de los programas de la línea, la Pontificia Universidad Javeriana responde responsablemente a su entorno

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en tanto que, primero, promueve procesos formativos orientados a sus participantes que invitan a la reflexión frente a su rol social. Segundo, incentiva el trabajo interdisciplinario y contribuye a la apropiación social del conocimiento en tanto desarrolla procesos de articulación entre docentes, investigadores, estudiantes y comunidades encaminando la producción de conocimiento que se hace en la academia hacia la pertinencia social. Tercero, acompaña el desarrollo de procesos sociales en diferentes comunidades con desafíos sociales, contribuyendo a la resolución de sus problemas fundamentales y a la potenciación de sus capacidades. Por tanto, las funciones de investigación, docencia y extensión/servicio se entrecruzan y encuentran espacio de articulación y desarrollo a través de los programas de la línea de Saber y Responsabilidad Social Universitaria con la participación de la comunidad educativa javeriana. Esto se constituye en el carácter diferencial de la Javeriana en sus acciones de compromiso social, y es precisamente el énfasis en lo que se plantea como formación integral ignaciana, que se desarrolla a partir de una idea de educación en ámbitos de “creación, desarrollo, conservación y transmisión de la ciencia y de la cultura de manera que se trascienda lo puramente informativo y técnico” (Estatutos Pontificia Universidad Javeriana, 2003, p. 2).

3 Fundamentación

3.1 Identidad Ignaciana

A la luz de los Ejercicios Espirituales Los Programas y Proyectos de la Línea se fundamentan en los Ejercicios Espirituales que entendiéndolos como una experiencia espiritual que se encamina a ordenar la propia vida, invitan al fuero interior, el cultivo de una vivencia espirtual, al conocimiento de sí. Desde ahí se busca que los integrantes de la Comunidad Educativa Javeriana que hacen parte de los procesos que se desarrollan, se sientan llamados a mirar al mundo, la realidad, descubriendo la bondad y la belleza de las personas, pero también de los lugares de dolor, miseria e injusticia. “Aquellas personas que además de conocerse a sí mismas, gracias al desarrollo de su capacidad de interiorización y su cultivo de la espiritualidad, tienen un consistente conocimiento y experiencia de la sociedad y de sus desequilibrios”. (Nicolás S.J., 2013) La reflexión profunda, la oración, la pausa, el examen general, entre otras herramientas que se desarrollan en la experiencia de los Ejercicios Espirituales, se comparten en comunidad durante la vivencia de los procesos que integran los Programas y Proyectos y se viven con un acompañamiento personal. Todo lo anterior con la intención de servir como instrumentos que potencien experiencias transformadoras, particularmente con las comunidades que enfrentan desafíos sociales. La Pedagogía Ignaciana Los procesos de formación ciudadana orientados al servicio que se desarrollan a través de los Programas y Proyectos de la línea buscan favorecer capacidades, individuales y colectivas, para reconocer la propia realidad y la de otros, apropiarse de su contexto, cuestionarlo y comprenderse corresponsables de su desarrollo y a partir de allí gestionar alternativas de cambio social. Esto es posible a través del diseño y desarrollo de espacios de enseñanza - aprendizaje, soportados en el acompañamiento personal y comunitario, que promueven la formación de personas conscientes, compasivas, competentes y comprometidas. Conscientes porque se abren espacios para la vivencia de la interioridad, el conocimiento de sí mismos y la relación con los demás. Competentes porque se comparten herramientas técnicas y conceptuales que favorecen una lectura de la realidad social desde diversas áreas del conocimiento. Compasivos porque se promueve el sentido de solidaridad y justicia con los demás, favoreciendo el reconocimiento de la dignidad humana. Y comprometidos porque se involucran en experiencias transformadoras y cooperativas, que parten de la solidaridad, para gestar alternativas de cambio

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social en comunidades con desafíos sociales.

propuesto ser.

Así la formación se sustenta en la pedagogía ignaciana que involucra una interrelación permanente entre experiencia, reflexión y acción dando coherencia a toda la experiencia formativa de los voluntarios y participantes, brindando herramientas teóricas contextualizadas, implicándolos como participantes activos y críticos en el proceso, y acentuando la dimensión social de la enseñanza y del aprendizaje. Para ello se incorporan los momentos del Paradigma Pedagógico Ignaciano, más que como una receta con unos pasos secuenciales y rígidos, como una dinámica que “ayuda a las personas a reflexionar sobre sus propias vivencias y a construir significados desde una visión ignaciana” (Vásquez, C. SJ, 2016). Es importante anotar que durante la aplicación del PPI en los Programas y Proyectos de la línea, se traen aportes de metodologías, modelos y enfoques de educación diversos que contribuyan y alimenten la apuesta por la formación ciudadana, alienando estas contribuciones al interés de la pedagogía ignaciana que es “la formación integral, por lograr un servicio comprometido con todos, y preferiblemente con los excluidos (Características de la Educación de la Compañía de Jesús)

La sociedad en el corazón de la Universidad: Este llamado interpela permanentemente la conciencia de las personas que integran la Comunidad Educativa Javeriana para que la sociedad esté siempre en el centro de sus preocupaciones y actividades, contando con las capacidades y potencialidades existentes en la sociedad.

Liderazgo Ignaciano Los Programas y Proyectos promueven en sus procesos de formación y proyección social un estilo de liderazgo marcado por unos rasgos particulares que hoy caracterizan la forma como se vive el liderazgo ignaciano en los procesos de la línea. A continuación se resaltan tres de ellos por considerarse vertebrales en las diferentes acciones que se emprenden y que se complementan con elementos que se han mencionado previamente en este apartado. Primero, el lema de San Ignacio “en todo Amar y Servir” invita a ver a Dios en todas las cosas, desde ahí, se entiende el liderazgo como una actitud, una acción y una capacidad de servicio movido por el amor orientado a los demás. Un amor hacia todos y todo, que preferencialmente opta por los excluidos y más vulnerables. Segundo, este servicio para y con los demás es realizado con Excelencia, entendiendo que los voluntarios y participantes dan lo mejor de sí potenciando sus habilidades y capacidades, retándose a superar sus limitaciones para el mayor bien. Tercero, a partir de las dinámicas, roles y espacios que se configuran en los programas se construye comunidad, así los participantes son llamados a acompañar y ser acompañados por otros que en ese caminar se encuentran para alcanzar un desarrollo personal y comunitario.

Contribución ordinaria y contribuciones específicas: El Proyecto Educativo Javeriano inscribe la responsabilidad social en las funciones sustantivas de la Universidad. Es importante que al interior de la Universidad y de cara a la sociedad se den contribuciones específicas que aporten de manera significativa a su transformación. En segundo lugar, en sus Estatutos se sustenta lo anterior dado que la Universidad debe: 1) servir a la comunidad humana, especialmente a la colombiana, procurando la instauración de una sociedad más civilizada, más culta y más justa, inspirada por los valores que proclama el evangelio. (Universidad Javeriana, Estatuto 6, 2013). 2) hacer una formación integral de las personas así como la creación, desarrollo, conservación y transmisión de la ciencia y la cultura. (Idem, Estatuto 7). 3) ser un factor positivo de desarrollo, orientación, crítica y transformación constructiva de la sociedad en que vive (Idem, Estatuto 9). Finalmente, directrices del Proyecto Educativo acotan a la responsabilidad social de la Universidad en cuanto a que: 1) La investigación, la docencia y el servicio que presta la Universidad, por los valores del Evangelio que las inspiran, motivan en la promoción de la justicia y en la defensa de los más débiles. [PEJ, 09]. 2) La Universidad toma posición institucionalmente ante los diversos acontecimientos de la vida nacional y usa su poder de convocatoria para influir en su desarrollo. [PEJ, 45]. 3) La Universidad crea oportunidades para que las comunidades marginadas tengan el servicio que se deriva de la investigación, la docencia y otras acciones universitarias dentro del reconocimiento y respeto de sus propias culturas. [PEJ, 47]. En consecuencia, la responsabilidad social universitaria para la Pontificia Universidad Javeriana, es un imperativo ético de coherencia con sus Estatutos, su Misión y su Proyecto Educativo. Es una interpelación permanente y dinámica a la comunidad universitaria para que la sociedad, y especialmente la más vulnerable, esté en el corazón de la Universidad.

4 Antecedentes

3.2 Pertinencia Universitaria

De acuerdo con lo que se ha venido mencionando en este capítulo, la línea de Responsabilidad Social Universitaria del Centro Pastoral San Francisco Javier busca de un lado, contribuir en la construcción de espacios, dentro de la Universidad y en su entorno, basados en el aprendizaje continuo, la reflexión crítica, la construcción de conocimiento responsable, la solidaridad y la formación ética. Aportando desde ahí a la Misión de la Pontificia Universidad Javeriana porque le apuesta a la formación de profesionales compromotidos con la transformación social, al desarrollo humano y social de las comunidades con las que se coopera y a la pertinencia social del conocimiento. Lo cual se ve reflejado a través de las políticas institucionales de la Universidad. En primer lugar, el Consejo Directivo Universitario al revisar las propuestas del ejercicio de Planeación Institucional 2007 – 2016, consideró fundamental para el inmediato futuro de la Universidad fijar una política sobre responsabilidad social, en el contexto de su identidad, tradición y aportes (Consejo directivo universitario, Acta 714, 2008). Así, de acuerdo con el Consejo la responsabilidad social de la Universidad Javeriana comporta los siguientes elementos (Acuerdo 524 del 2 de diciembre de 2009): Imperativo ético de coherencia: La responsabilidad social no es simplemente algo nuevo en la vida y en el quehacer universitario javeriano pues dicha responsabilidad es de la esencia y de la naturaleza misma de la Universidad, es un asunto ético en la búsqueda permanente de coherencia entre lo que hace y lo que se ha

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A partir del 2009, en torno a la Reunión de Homólogos de Pastoral, se configura la Línea de Saber y Responsabilidad Social que quedó conformada por 3 Programas: de un lado está Misión País Colombia que tuvo sus inicios formales en el año 2006 inspirados en la experiencia de Misión País Chile (a donde fue un grupo de estudiantes de la Javeriana en el 2005) y como continuación de lo que fue Misión Javeriana. De otro lado se encuentra el Voluntariado Javeriano, que ya venía funcionando algunos años atrás; y finalmente se integra el programa de Fundamentación Humanística de la Práctica Social que surge como una nueva iniciativa a principios del año 2005 para apoyar a las facultades en la formación de los estudiantes durante sus prácticas sociales. En enero de 2011 se vincula a esta línea el Programa Liderazgo Universitario Latinoamericano (PLUL), que hace parte de las propuestas que AUSJAL promueve de manera decidida en las Universidades. Este Programa impulsado desde el 2006 en la Javeriana, se sitúa en el Centro Pastoral después de haber sido ofrecido por 4 años directamente desde la Vicerrectoría del Medio Universitario. En este punto, surge la necesidad de comenzar el trabajo en sinergia entre los programas de la línea. La primera acción en articulación fue entonces la creación de una malla de formación para coordinadores de los programas de la línea que involucró a 3 de los 4 Programas de la línea, excluyendo al programa de Fundamentación Humanística de la Práctica Social, por su enfoque particular. Esta acción arrojó un marco global de formación que visibilizó elementos transversales a los Programas, dentro de los cuales por ejemplo se encuentran las habilidades sociales, trabajo comunitario, liderazgo, trabajo en equipo, diseño, seguimiento y evaluación de proyectos, entre otros. Desde el año 2013, el Centro Pastoral entra en una nueva etapa de crecimiento buscando dar respuesta a los desafíos

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actuales que se desprenden de la misión de la Universidad: Incrementar y consolidar los espacios formativos ignacianos que le permitan a la Comunidad Educativa colocarse en contacto directo con las fuentes de nuestra Identidad Javeriana; ampliar la oferta de procesos formativos que favorezcan la formación integral de la Comunidad Educativa Javeriana; y fortalecer el compromiso social de la Comunidad Educativa consolidando la proyección social de los programas del Centro y aumentando su incidencia y capacidad transformadora de personas y sociedad. Con esta intención se reorganiza la línea de Responsabilidad Social Universitaria que queda constituida por los programas Misión País Colombia, Voluntariado Javeriano y Liderazgo Universitario Ignaciano. Y nacen dos nuevos proyectos: la Red Javeriana de Transformación Social y el Proyecto Integración Academia y Sociedad. Los dos funcionan transversalmente y buscan llegar de manera decidida, de un lado a los egresados javerianos, y de otro, a los docentes e investigadores de la Universidad.

5 Marco conceptual El presente apartado hace un recorrido sobre los conceptos de responsabilidad social y responsabilidad social universitaria. Éste último se aborda desde la producción académica y desde la construcción hecha por AUSJAL.

5.1 Responsabilidad Social

La responsabilidad social se ha convertido en un tema muy estudiado dada la tendencia de las diferentes organizaciones a generar procesos más éticos que logren ir más allá del cumplimiento de las leyes de cada país. Así, hablar de responsabilidad social es hablar también de buenas prácticas, dignidad, desarrollo sostenible e, incluso, de ética y justicia. La inquietud por estos conceptos surge porque tanto las empresas como las diferentes organizaciones e instituciones se dieron cuenta de que dependen de su entorno: los objetivos y los efectos de su acción recaen directamente en contextos sociales específicos dentro de los cuales se desempeñan. Es el sector empresarial en el que más se han desarrollado acciones en este frente. A partir de 1950 las empresas empiezan a preguntarse por la importancia de realizar acciones más éticas y responsables, en principio, con sus empleados, conducta que se ha ido ampliando paulatinamente hacia los entornos y contextos en que estas organizaciones desarrollan su acción. Hacia los años 60 y 70, se plantea la necesidad de analizar la relación entre empresa y sociedad para cuestionar la actitud individualista de las empresas que no conciben las consecuencias sociales de sus acciones. Lozano (1999) muestra cómo la influencia de la crítica social al sistema sentó los lineamientos básicos de la responsabilidad social: “Aparecieron en estas décadas, las coordenadas básicas dentro de las que se encuadrará habitualmente el debate sobre la responsabilidad social de la empresa: la no-reducción de la empresa a su función económica, la atención a todos los grupos incluidos en la actividad empresarial y la implicación de la empresa en la solución de los problemas sociales.” Por lo anterior, tanto el concepto de ética como el de responsabilidad social se han ido introduciendo poco a poco en el discurso de diferentes organizaciones a nivel mundial. La relación entre estos dos conceptos no posee un carácter gratuito. Pensar en responsabilidad social implica una invitación a las organizaciones para que reflexionen sobre sus acciones y objetivos con el fin de establecer un marco desde el cual orientar sus acciones teniendo siempre como horizonte la dignificación humana y el cumplimiento de los mínimos universales en referencia a los efectos que sus actos tengan para la sociedad (Betancur & Naranjo, 2009, pág. 6). En la definición que sobre responsabilidad social ofrece Cajiga (2011), este concepto y el de ética mantienen una estrecha relación, en principio, porque la ética posibilita llevar a la práctica los valores de la responsabilidad social y también porque ésta permite que se ejerza la responsabilidad en marcos de coherencia y correspondencia social de manera que la responsabilidad social pueda desarrollarse en la práctica y no solo conceptualmente. Así, las actividades desarrolladas en el marco de la responsabilidad social están llamadas a orientar y dirigir acciones sobre grupos sociales que cubran las necesidades y las expectativas de quienes se benefician.

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En el ámbito nacional encontramos también algunas definiciones sobre responsabilidad social. Una es la que se hace desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y la Superintendencia de Sociedades de Colombia, en la que responsabilidad social: “Es el compromiso voluntario que las organizaciones asumen frente a las expectativas concertadas que en materia de desarrollo humano integral se generan con las partes interesadas y que, partiendo del cumplimiento de las disposiciones legales, le permite a las organizaciones asegurar el crecimiento económico, el desarrollo social y el equilibrio ecológico.” (Macías, 2009). Por su parte, Fenalco propone que: “la Responsabilidad social son todas aquellas acciones voluntarias que permiten la sostenibilidad de la armonía del planeta, acordes con los principios éticos mundialmente aceptados.” (Fenalco, 2012). En las anteriores definiciones se encuentran algunos puntos conceptualmente comunes. En principio, es claro el carácter práctico de la responsabilidad social, más que un concepto o una formación teórica, ésta se concibe como una forma de actuar, por medio de la cual una organización se compromete frente al desarrollo de su entorno y que busca tener en cuenta los efectos de su forma de actuar. Además, la responsabilidad social tiene también un carácter universal; expresiones como “principios mundialmente aceptados” o “la armonía del planeta” dan a entender que, aunque las definiciones sean construidas en y para ámbitos nacionales, la responsabilidad social se piensa como parte de un todo planetario, lo cual genera un sentimiento de corresponsabilidad con el ámbito internacional y no solo con su contexto inmediato. También se resalta el carácter social y voluntario de las acciones emprendidas, así como el sentido ético que se les debe dar para lograr el mayor bien social posible.

5.2 Responsabilidad social universitaria

Abordaje desde la literatura académica Las universidades no son la excepción en la aplicación de este tipo de prácticas y al ser las encargadas de formar a los futuros profesionales que incidirán en la sociedad tienen un papel protagónico. Las universidades tienen tres propósitos principales, la formación humana y profesional, que es un propósito académico; la construcción y creación de nuevos conocimientos, que es un propósito investigativo; y el compromiso social, que es un propósito que busca vincular a la academia con las realidades en que se desenvuelve. Es así como la Responsabilidad Social Universitaria (RSU) permea y articula todas las partes orgánicas de la Universidad, constituyendo una estrategia que comprenda la docencia, investigación y extensión (Beltrán-Llevador, Íñigo-Bajo, & Mata-Segreda, 2014) Para Vallaeys (2006) la RSU no debe ser entendida solamente como la responsabilidad de la universidad frente a su entorno externo, entendido por el autor como proyección social voluntaria, sino que el concepto es mucho más amplio y debe tocar las fibras de la universidad, ya que los impactos que genera se evidencian a nivel tanto interno como externo. El autor presenta cuatro elementos clave en la constitución de la RSU que se deben entender en conjunto. • Responsabilidad de la organización: que incluye un favorable clima laboral, gestión de recursos humanos, incentivo de procesos democráticos internos y cuidado medio ambiental. • Responsabilidad social de la formación: que busca mostrar el camino en términos de temáticas, organización curricular y metodología. • Responsabilidad de la producción y difusión del saber: tiene en cuenta la investigación y los modelos epistemológicos que promueve la universidad. • Responsabilidad de la participación social: que busca el desarrollo humano sostenible en la participación a nivel externo. La RSU integra la investigación y la formación a partir de las grandes problemáticas nacionales, invitando a los estudiantes a integrarlos no solo en su vida profesional sino a nivel ciudadano por medio de la participación en proyectos de desarrollo social. Para eso la RSU debe ser pertinente buscando la identificación de necesidades sociales, políticas, económicas que no estén satisfechas, de ahí y la necesidad de afianzar acciones dirigidas a la solución de dichas problemáticas (Martínez de Carrasquero, Mavárez, Rojas, & Carvallo, 2008).

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La RSU parte de la interacción constante entre las diferentes partes de la Universidad y su entorno, construyendo iniciativas interdisciplinarias entre las facultades y dependencias universitarias y a su vez alianzas estratégicas con distintos organismos gubernamentales y no gubernamentales que afiancen los vínculos a favor del desarrollo regional y nacional, la conexión con el entorno es lo que asume las universidades como extensión. Según (Martínez de Carrasquero, Mavárez, Rojas, & Carvallo, 2008) es importante no confundir el propósito de las universidades pues su papel no es de sustituir al Estado o las organizaciones no gubernamentales de desarrollo, sino que su rol se centra en la formación integral con fines éticos y a favor del desarrollo tanto al interior de la universidad como al exterior. La RSU es un concepto que trasciende la donación o ayuda bilateral entre la universidad y el entorno social, ya que se constituye en un intercambio equilibrado que permita un valor agregado social e institucional, constituyendo un compromiso en la participación del desarrollo social, cultural y científico. Vallaeys (2006) defiende la idea de una relación cercana entre la Universidad y el medio donde desea trabajar, buscando crear vínculos entre ambos actores a través de la construcción de comunidades de aprendizaje para el desarrollo. Por un lado la comunidad se desarrolla a partir de los principios y aportes que la universidad promulga y por otro lado la Universidad mejora su formación académica tanto estudiantil como docente, produciendo nuevos conocimientos en términos de investigación aplicada. Las comunidades de aprendizaje se fortalecen a nivel de la Universidad a partir de la integración que hacen las facultades con sus clases e investigaciones y la proyección social, el proceso tiene como finalidad que la formación académica y la producción de conocimiento a partir de los problemas sociales del entorno, apunte a la participación social de estudiantes y profesores (Vallaeys, 2006). Para Martínez de Carrasquero, Mavárez, Rojas, & Carvallo (2008) la horizontalidad debe ser un principio de la RSU, pues se busca que exista una relación cercana entre la Universidad y el medio externo, integrando los saberes y experiencias de la academia con los saberes y experiencias del entorno, buscando el reconocimiento de ambas partes en la construcción de iniciativas sociales. El desarrollo de ambos actores se fortalece a medida que se consoliden los convenios con actores externos (municipios, instituciones, asociaciones), pues generará mayor robustez en los procesos que se lleven a cabo. Vallaeys (2006) considera que el proceso de apropiación de la RSU no puede depender exclusivamente de la actitud voluntaria de algunos estudiantes que participan en actividades extracurriculares. La sinergia entre la formación académica, gestión institucional y la participación social que busque la incorporación de valores de solidaridad y desarrollo sostenible debe estar dirigida a la participación de todos los miembros de la comunidad educativa, siendo una apuesta ética de la universidad en la transformación desde los tres niveles. Las iniciativas sociales deben perdurar y multiplicarse permeando a toda la comunidad universitaria, todos los estudiantes desde sus respectivas carreras deben participar en las comunidades de aprendizaje, buscando el beneficio tanto de la comunidad externa como la comunidad universitaria. Abordaje desde la reflexión construida en el marco de AUSJAL AUSJAL es una asociación internacional de carácter voluntario y no confesional que congrega a 31 universidades e instituciones de educación superior confiadas a la Compañía de Jesús en 14 países de América Latina. Esta organización fue fundada en 1985 y tiene como misión “Fortalecer la articulación en red de sus asociados con el fin de impulsar la formación integral de los estudiantes, la formación continua de los académicos y colaboradores, en la inspiración cristiana e identidad ignaciana, la investigación que incida en políticas públicas, en los temas que le son propios como universidades jesuitas, y la colaboración con otras redes o sectores de la Compañía de Jesús. Todo esto como realización de la labor de las universidades al servicio de la fe, la promoción de la justicia y el cuidado del ambiente” (AUSJAL, 2015) Como puede verse en la misión, AUSJAL se concibe a sí misma como un agente de cambio social, por lo cual la responsabilidad para con la sociedad forma parte de su razón de ser. Lo anterior implica la ampliación de las funciones tradicionales de la universidad y el surgimiento de un nuevo paradigma que la concibe como un actor fundamental en

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la promoción del desarrollo social. Para materializar dicha misión, AUSJAL funciona como una red de redes, la cual está compuesta por universidades y redes de homólogos que desarrollan iniciativas y proyectos que den respuesta a sus principios. Es allí donde está ubicada la Red de Homólogos de Responsabilidad Social Universitaria - RSU la cual está conformada por 19 universidades que han decidido participar de manera voluntaria con el fin de buscan profundizar su responsabilidad social y su contribución al desarrollo sustentable. Desde esta perspectiva AUSJAL comprende la RSU como: “La Responsabilidad Social Universitaria se ha de entender como la habilidad y efectividad de la universidad para responder a las necesidades de transformación de la sociedad donde está inmersa, mediante el ejercicio de sus funciones sustantivas: docencia, investigación, extensión y gestión interna. Estas funciones deben estar animadas por la búsqueda de la promoción de la justicia, la solidaridad y la equidad social, mediante la construcción de respuestas exitosas para atender los retos que implica promover el desarrollo humano sustentable.” (AUSJAL, 2009) Para eso tienen un proyecto de fortalecimiento institucional de la RSU, el cual busca: • Consensuar con las universidades un enfoque de Responsabilidad Social Universitaria que las caracteriza como instituciones de AUSJAL. • Diseñar una metodología con base en un sistema de indicadores de gestión de la RSU, que se adapte a las particularidades de cada universidad, permita autoevaluar su situación y facilite compartir y comparar esos resultados con los obtenidos por las demás universidades de AUSJAL • Intercambiar experiencias y aprendizajes sobre la gestión de la RSU entre las universidades de AUSJAL participantes en el proyecto. • Elaborar recomendaciones para el fortalecimiento institucional de la gestión de la RSU en las universidades de AUSJAL involucradas en el proyecto. Desde estos derroteros, la Responsabilidad Social Universitaria es un eje transversal del quehacer de las universidades de AUSJAL por lo cual las autoridades universitarias son los encargados de garantizar la coherencia entre la gestión universitaria y la formulación e implementación de las acciones de Responsabilidad Social, ya que hace parte fundamental de la esencia de la propuesta educativa de la Compañía de Jesús la cual está inspirada en los valores Cristianos e Ignacianos. Para orientar las implementaciones de la RSU en las universidades pertenecientes a la Red de Homólogos de RSU de AUSJAL, se ha diseñado un Sistema de Autoevaluación y Gestión de la RSU, el cual define las políticas y procedimientos, los procesos y los resultados, los cuales cuentan con un marco conceptual, indicadores, instrumentos y propuestas que permiten dar cuenta de los avances y alcances de las acciones, para determinar el grado de integración y desarrollo que tiene la RSU en las Universidades vinculadas. El Sistema de Autoevaluación y Gestión está contribuye al logro de los impactos deseados para las Universidades asociadas, estos son: Impactos educativos y relación con la trascendencia, impactos cognoscitivos y epistemológicos, impactos sociales, impactos de funcionamiento organizacional e impactos ambientales.

6 Objetivos Objetivo general La línea de Saber y Responsabilidad Social Universitaria busca contribuir en la transformación social a través de procesos, que con visión ignaciana, promuevan la formación ciudadana para el servicio dirigida a los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana, la cooperación con comunidades con desafíos sociales en el logro de alternativas de cambio y la apropiación social del conocimiento en diferentes zonas del país, favoreciendo el desarrollo humano sostenible.

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Objetivos específicos ·

·

·

Desarrollar procesos de formación ciudadana dirigidos a la Comunidad Educativa Javeriana que contribuyan a la reflexión y comprensión de sí mismos, de los otros y de la realidad social del país, para comprenderse corresponsables de su desarrollo y a partir de allí gestionar alternativas de cambio social. Fomentar procesos de cooperación en la construcción de alternativas de cambio social que favorezcan mejores oportunidades y posibilidades de elección para las personas y las comunidades en torno a los desafíos sociales que enfrentan, fortaleciendo capacidades de autogestión, participación ciudadana y apropiación social del conocimiento. Fomentar la producción, reflexión y circulación de conocimiento en Responsabilidad Social Universitaria y Acción Voluntaria contribuyendo en la visibilización de estas temáticas en el espacio académico, aportando a la mejora continua de los procesos que se desarrollan en la línea y favoreciendo la comprensión de estos temas en el entorno nacional.

7 Estructura organizacional

capacidades, individuales y colectivas, para reconocer su realidad y la de otros, apropiarse de su contexto, cuestionarlo y comprenderse corresponsables de su desarrollo y a partir de allí gestionar alternativas de cambio social desde la acción voluntaria. Para ello cuentan con diferentes fases que delimitan el proceso de los participantes generando un camino formador y potenciador de herramientas y habilidades para la acción comunitaria. Se encuentra una primera fase en la que se genera la sensibilización y consciencia de realidades distintas, facilitando así la vivencia de una experiencia comunitaria, donde se interactúa parcialmente con la comunidad en actividades determinadas, por tanto en esta primera etapa participan los estudiantes que ingresan por primera vez a cada uno de los programas, y con el aprendizaje se desarrollan habilidades y competencias de liderazgo, gestión y articulación. En la segunda fase, un grupo de estudiantes comprometido y con habilidades de liderazgo, se integra a los programas como apoyo a la gestión de los mismos, de ahí que adopta un rol distinto como orientador de los nuevos participantes que se inscriben al programa, constituyéndose así como facilitadores o coordinadores de equipos conformados por los participantes que se encuentran en primera fase.

Como se ha mencionado a lo largo de este documento, la línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria está conformada por tres Programas: Misión País Colombia, Liderazgo Universitario Ignaciano y Voluntariado Javeriano. Y por dos proyectos que son transversales a los programas: el Proyecto Integración Academia y Sociedad y la Red Javeriana de Transformación Social.

La fase tres nace del interés de darle lugar a la comunidad, identificar y visibilizar sus necesidades, dándole voz a sus requerimientos, conocer sus procesos y dinámicas internas; en ese orden de ideas se busca una aproximación a la comunidad desde una postura contextual e identificativa de objetivos y horizontes que permitan la estructuración de nuevos proyectos auto gestionados y el fortalecimiento o mejora de los ya existentes posibilitando la evolución y desarrollo de la comunidad en los diferentes ámbitos.

Cada uno de los Programas está compuesto por un coordinador general y un profesional de proyección social. El coordinador general es quien planea y lidera los procesos de organización del Programa, principalmente los procesos de gestión, de formación de los voluntarios, de comunicación y de acompañamiento. En tanto el profesional se encarga de apoyar la formulación y ejecución de los proyectos que se hacen con las comunidades con las que coopera el Centro, manteniendo el relacionamiento con las mismas y consolidando un equipo de acompañantes comunitarios que apoyen el seguimiento a los procesos que se desarrollan en cada una de las zonas.

Actualmente, esta tercera fase contempla una transformación y es consolidada a través de la acción solidaria que emprenden los participantes del proceso, ésta se sustenta en la lectura profunda de la realidad social para comprender las causas que fomentan las situaciones de vulnerabilidad que se quieren resolver en conjunto con comunidades con desafíos sociales. Este proceso se da a través de procesos de convivencia con comunidades, encuentros participativos, el diseño de propuestas de mejoramiento social y el acompañamiento al desarrollo de proyectos sociales.

En tanto, los proyectos cuentan con un profesional que coordina las acciones del mismo. En todo caso, los proyectos realizan alianzas con diferentes unidades de la Universidad y con comités que apoyan procesos de reflexión frente al quehacer de los mismos.

Finalmente, la cuarta fase se sustenta en un proceso que parte de la necesidad de apoyar y potenciar la incidencia que los egresados de la universidad tienen en la transformación de los desafíos sociales y humanos que afectan a los ciudadanos del país y de la sociedad globalizada. Lo anterior busca aportar a la materialización de los valores e ideales javerianos en los espacios de desempeño profesional de los egresados.

Para sintetizar, se presenta un gráfico que da cuenta de la composición de la línea.

8.2 Proyección social

El proceso formativo de los participantes se articula con el ejercicio de la proyección social que se promueve desde la línea, el cual tiene como objetivo fomentar la cooperación en la búsqueda de procesos comunitarios autogestionados aprovechando las potencialidades de la PUJ en la promoción de una sociedad más justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana (Centro Pastoral San Francisco Javier, Área de proyección social, 2014).

8 Enfoque metodológico

8.1 Ciclo formativo

El procesos formativo de los Programas de la línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria se encamina a favorecer

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Se entiende la cooperación como un proceso que favorece el reconocimiento de las diferencias y de rechazo de toda discriminación, desigualdad, injusticia y exclusión, a través del diálogo y la participación activa de todos los involucrados. Implica una comprensión profunda de la realidad social, que parte de su cuestionamiento y comprensión de que todos son corresponsables de su desarrollo. Ello se nutre de la valoración de la palabra, el conocimiento y saber del otro, donde no se promueven procesos de enajenación y se utilizan lenguajes comunes, abandonando cualquier posición de experto. Así, desde compartir la cotidianidad y hacer una lectura crítica y profunda de la realidad social se promueven procesos comunitarios encaminados a la construcción de mejores oportunidades y posibilidades de elección para las comunidades, es decir, enfocados al desarrollo humano sostenible. Que pueden redundar en proyectos que se encaminen a favorecer una vida sana y creativa, al acceso al conocimiento, al uso sostenible de recursos para una

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vida digna; en ambientes diversos en el que las personas, individual y colectivamente, desarrollen plenamente sus potencialidades.

apropiación del servicio como un elemento transversal en sus vidas.

10.1.1 Presentación

9 Retos y desafìos

9.1 Retos y desafíos de la línea

a) Formación, reflexión y producción de conocimiento frente a la RSU y la Acción voluntaria: Se plantea como principal desafío el fortalecimiento en los procesos de formación sobre RSU y acción voluntaria orientados a los voluntarios, al equipo de profesionales y a otros estudiantes de la Universidad que no necesariamente participan en nuestros programas. Esto es posible lograrlo a través de la consolidación de procesos formativos (electiva, foros, talleres sobre temas específicos, etc.), así como a través del desarrollo de procesos de investigación. Lo anterior con el fin de capitalizar conocimiento frente a estos temas, mejorar la calidad de nuestras acciones y lograr un mayor posicionamiento ante la academia.

b) Articulación de los procesos de los programas de la línea: Se propone seleccionar cinco procesos para ser unificados metológicamente: formulación de proyectos, diagnósticos de las zonas con las que se coopera, sistematización (lecciones aprendidas), evaluación y medición de impacto. Esto implica la construcción de formatos e instrumentos para la recolección de información que puedan ser compartidos y aplicados por los programas y proyectos a lo largo de su ejecución , siguiendo unos procesos pre-definidos.

c) Fortalecimiento del Acompañamiento comunitario: Se hace necesario construir un esquema de acompañamiento a los proyectos sociales con los que cooperamos, que favorezca, de un lado un mayor empoderamiento de los acompañantes en la realización de este proceso, y de otro, un mejor seguimiento a los procesos y dinámicas que se dan en las comunidades.

d) Diálogo continuo con la Universidad: Se hace necesario fortalecer los vínculos con las unidades académicas de la Universidad y con otros procesos de RSU que se adelantan desde diferentes facultades. De manera que cada vez más podamos aprovechar las potencialidades de la Javeriana para favorecer el mejoramiento continuo de las acciones que realizamos.

9.2 Horizonte

La línea de Saber y Responsabilidad Social del CPSFJ es un referente de transformación social para la Comunidad Universitaria Javeriana y para el país porque articula procesos de formación ciudadana y proyección social que contribuyen de manera estructurada y pertienente al desarrollo humano sostenible en las personas y comunidades con las que cooperan sus Programas, favoreciendo la apropiación social del conocimiento.

10 Programas de la Línea

10.1 Misión País Colombia

Desde la visión y los objetivos que se trabajan en la Pontificia Universidad Javeriana, Misión País Colombia es un voluntariado universitario fundamentado en la espiritualidad ignaciana que busca principalmente, la transformación de Colombia por medio del respeto y el cuidado de la casa común. Acompaña los desafíos sociales de las comunidades con las que coopera el programa, a través de proyectos sostenibles y auto gestionados. Favoreciendo a su vez, un proceso de transformación personal y profesional en los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana, dirigida a la

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Misión País Colombia (MPC) busca contribuir al desarrollo del sentido de responsabilidad social y con ello, a la formación integral de la Comunidad Educativa Javeriana promoviendo y acompañando experiencias de trabajo social de carácter voluntario con comunidades con desafíos sociales a lo largo y ancho de la geografía nacional. Así, en un proceso que inicia en febrero y agosto respectivamente, los misioneros reciben una formación acorde a la responsabilidad de trabajar con comunidades e inician una planeación de actividades dependiendo del proyecto que se desarrolla en la zona, para que en los meses de junio y diciembre durante 10 días materialicen el trabajo, acompañando a la comunidad. Las misioneras y los misioneros que participan en el programa se preparan y participan en equipo, en el desarrollo de actividades de acción voluntaria, aprendizaje colectivo, transformación social y de procesos de formación no formal. Estas actividades se adaptan dependiendo de la comunidad que van a visitar, sus desafios y potencialidades.

10.1.2 Fundamentación Las Universidades, como centros de pensamiento, tienen una importante responsabilidad con la realidad que las rodea; tal responsabilidad radica no solo en la formación académica de profesionales sino también en la búsqueda de su formación humana. La Pontificia Universidad Javeriana, desde su misión institucional y su proyecto educativo, se ha preocupado siempre por buscar la formación integral en sus estudiantes, por lo cual a lo largo de su historia ha desarrollado diferentes proyectos, tanto curriculares como extra curriculares para sus estudiantes, desde la práctica social que la mayoría de estudiantes de pregrado deben hacer antes de graduarse hasta distintos programas de voluntariado no relacionados con algún programa académico. Uno de estos proyectos de voluntariado es Misión País Colombia (MPC), un programa que viene trabajando desde el 2007 dentro del Centro Pastoral San Francisco Javier y que está dirigido a los miembros de la comunidad universitaria javeriana que deseen participar como voluntarios; ellos, en adelante, se identificarán como los misioneros. Son varias las motivaciones para que un programa como Misión País Colombia surja en un contexto universitario. La formación integral de la comunidad javeriana, sobre todo de sus estudiantes, y la necesidad de generar un cambio en la realidad colombiana son las principales motivaciones que el programa ha tenido desde que empezó a funcionar; estos elementos han sido invariables a pesar de los cambios metodológicos y cronológicos por los que ha pasado MPC. Se llega a un segundo porqué si se parte de la definición de la palabra “misión”, ya que veremos que ésta se entiende como la responsabilidad que tiene la iglesia de comunicar las buenas noticias, de llevar esperanza y reconciliación a las comunidades para fortalecerlas (MPC, 2007). Esa es una de las intenciones que Misión País Colombia tiene, de ahí que deba definírsele como un programa que acompaña a las comunidades y que está lejos de ser un un conjunto de acciones de corte asistencialista. En tercer lugar, Misión País Colombia se inscribe dentro de la tradición propia de la Compañía de Jesús de cooperar con comunidades vulnerables. En el caso de MPC, es bien entendido el llamado que se hace desde la iglesia de “ir a las fronteras”, concebidas estas como lugares de difícil acceso, no solo a nivel geográfico sino también a nivel espiritual. Por esto, uno de los principios inamovibles de MPC es ir a lugares con desafíos sociales, donde la presencia y el acompañamiento del programa sean de utilidad, de ahí que en sus siete años de historia sean más de 50 las comunidades que han sido acompañadas por misioneros Javerianos. Finalmente, Misión País Colombia también existe porque desde el Centro Pastoral de la Universidad Javeriana se quieren generar espacios de encuentro que contribuyan a la formación integral de los estudiantes. Se puede decir que, en el fondo, las carreras no son más que excusas, la idea es que se generen espacios de encuentro en los que la multiplicidad de saberes y creencias que confluyen en la Universidad logren aportar a la construcción de una sociedad colombiana más justa e incluyente. Misión se propone ser un espacio generador de búsquedas de sentido, tanto en

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el camino individual de cada misionero como en el camino compartido con otros, tanto de sus entornos inmediatos como con las comunidades de trabajo.

10.1.3 Antecedentes Hasta el 2005, la Universidad Javeriana contaba con un programa llamado Misión Javeriana, espacio en el que llegaron a compartir cerca de 120 voluntarios quienes viajaban en diferentes épocas del año a compartir con campesinos, principalmente, del departamento de Cundinamarca. En enero de ese año un grupo compuesto por algunos estudiantes y trabajadores Javerianos emprendieron camino a Chile, para vivir una experiencia llamada “Misión País Chile”, una experiencia religiosa y misionera a la que eran convocados voluntarios de varios países para trabajar en distintas regiones del país austral. A su regreso, este grupo de estudiantes decidió proponerle al Centro Pastoral San Francisco Javier, de la Universidad Javeriana, abrir un espacio en el que se pudiera replicar la metodología de trabajo de Misión País Chile. Así, se hizo un proceso de consolidación y fundamentación del programa que duró poco más de un año, por lo que en junio del 2007 el programa tuvo su primera experiencia misionera. Para esa ocasión fueron 50 misioneros aproximadamente, quienes estuvieron divididos en las diferentes veredas del municipio de Cachipay, Cundinamarca. Hasta el 2009 se escribió formalmente lo que se llamó el proyecto “Misión País Colombia 2007-2017”. En este documento se dejan claros los lineamientos generales de Misión, sus objetivos, los perfiles de sus voluntarios y su metodología de trabajo. El proyecto estaba pensado para 10 años. Se definió un equipo responsable del programa, conformado por el vicerrector del Medio Universitario, el director del Centro Pastoral San Francisco Javier, el coordinador general del programa y un equipo base, que después sería denominado equipo de coordinadores, conformado por estudiantes de la Universidad. En el año 2010 se fortalecieron los procesos de formación a misioneros, así como la planeación de las misiones de Semana Santa. Se empezaron a utilizar de manera más activa los recursos electrónicos, de manera que se redujo el margen de error en las inscripciones y empezaron a abrirse zonas en otros departamentos distintos a Cundinamarca: Bolívar, Córdoba, Antioquia, Santander, Chocó, Valle del Cauca y Amazonas (MPC, 2010). Se contó con un promedio de 85 misioneros entre estudiantes, administrativos, estudiantes externos y egresados. Para diciembre de ese mismo año ya se contaba con 8 zonas: San Alberto Hurtado (Bogotá), San Pedro Poveda (Bogotá), San Pedro Claver (Cartagena), Aguachica (Cesar), Santa Rita de Cassia (Cartagena), Punta Canoa y Arroyo de Piedra (Bolívar), Tame (Arauca) y Cogua (Cundinamarca). Por entonces, Misión País Colombia ya era un programa reconocido en las diferentes facultades, por lo cual había participación nutrida de casi todas. En 2011 se mantienen las zonas que se tenían y se abrieron nuevos espacios de trabajo en los departamentos de Arauca, Cundinamarca, Cesar, Santander y en la ciudad de Bogotá (MPC, 2011). Para ester momento ya había misioneros que llevaban varios años compartiendo en el programa, lo cual contribuyó para que el equipo coordinador fuera sólido y diverso. Así, empezaron a surgir inquietudes sobre el real impacto que el trabajo del programa generaba en las zonas y de la capacidad que se tenía para generar cambio en las comunidades. Con la orientación de un nuevo director del CPSFJ en el 2012 fue claro que debía empezar a fortalecerse el trabajo de manera que el programa pudiera responder a necesidades propias de la comunidad y así, no solo se cumpliera con el objetivo de la formación integral de la comunidad universitaria, sino que también se pudiera cumplir con la idea de generar procesos de empoderamiento y autogestión de necesidades en las zonas. De este modo surgió, de un lado, la idea de construir planes de trabajo más relacionados con la realidad de la zona y, del otro, de continuar con la formación de los estudiantes que ya habían completado su ciclo personal como coordinadores del programa. Así, los coordinadores antiguos que por sus propios procesos personales consideraban que ya habían cumplido su tiempo en el programa empezaron a conformar un nuevo equipo denominado Acompañantes Comunitarios. Este equipo empieza a encargarse de hacer diagnósticos en algunas zonas para esbozar líneas de trabajo

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conjunto con las comunidades. El programa continúa con su proceso de acompañamiento a 20 zonas del país. Al cerrar el 2014, el programa cuenta con 3 zonas en Nariño, 4 en el Valle del Cauca, 4 en Bolívar, 2 en el Magdalena Medio Santandereano, 1 en Meta, 1 en Norte de Santander, 1 en Bogotá, 1 en Amazonas, 1 en Cauca y 1 en Chocó. Para el 2015 el programa tuvo algunos ajustes con respecto a las zonas de acción. Se cerraron procesos en algunas en donde se llevaba un trabajo comunitario de desarrollo social, y se empezó el trabajo de caracterización y visibilización de los retos de las zonas que entran a ser parte del trabajo que se propone dentro de las dinámicas del proyecto, a través de una metodología de encuentros participativos. Así al finalizar 2015 y para las acciones que se llevarán a cabo en el 2016, Misión País Colombia se hará presente en los siguientes departamentos: 2 zonas en el Amazonas, 3 zonas en Nariño, 1 en el Cauca, 4 en el Valle del cauca, 1 en Chocó, 1 en Cundinamarca, 1 en Risaralda, 2 en Santander, 3 en Bolivar, 1 en Cesar y 1 en el Magdalena.

10.1.4 Objetivos Objetivo general: Misión País Colombia es un voluntariado universitario que fundamentado en la espiritualidad ignaciana, busca la transformación de Colombia por medio del respeto y el cuidado de la casa común. Acompaña los desafíos sociales de las comunidades con las que coopera el programa, a través de proyectos sostenibles y auto gestionados. Favoreciendo a su vez, un proceso de transformación personal y profesional en los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana, dirigida a la apropiación del servicio como un elemento transversal en sus vidas. Objetivos específicos: • Favorecer una experiencia de acompañamiento y de transformación en las comunidades donde coopera el programa a través de proyectos enfocados en sus desafíos sociales. • Brindar a los participantes una experiencia que genere una transformación a nivel personal y profesional dirigida a la apropiación del servicio como un elemento transversal en sus vidas.

10.1.5 Composición del programa y estructura organizacional Misión País Colombia es un programa cuya esencia siempre ha sido contribuir con la transformación de nuestro país. Está inspirado en los principios de la espiritualidad ignaciana y propende por un trabajo en doble vía, en el que tanto los misioneros, entendidos estos como los voluntarios universitarios, como las comunidades con las que se coopera, puedan ampliar sus conocimientos y desarrollar soluciones que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de todos sus involucrados. Ello a partir de la realización de dos misiones cada año, de diez días que tienen un proceso de preparación cada una de 5 meses. Una en junio y otra en diciembre en diferentes zonas del país. Cada vez se busca consolidar más un espacio de acompañamiento más permanente que suceda entre estas dos misiones. Para llevar a cabo esta apuesta, el Programa cuenta con un equipo gestor conformado por un coordinador general, un agente de proyección social y un voluntario profesional. Este equipo se encarga de la coordinación y seguimiento del programa, con excepción del voluntario profesional que tiene una labor de más de sistematización y producción de conocimiento a partir de las acciones que realiza el Programa. Este equipo es apoyadado administrativamente por un asistente administrativo que brinda apoyo a toda la línea y cuya gestión es acompañada por el asistente administrativo del CPSFJ. Así mismo, en el componente estratégico se apoya del coordinador de la línea de Saber y Responsabilidad Social Universitaria y del Director del Centro Pastoral quienes hacen la coordinación, planeación y articulación de los programas de la línea y del CPSFJ respectivamente.

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En el componente operativo, el equipo gestor se apoya de un grupo de misioneros, que tras haber participado en más de una Misión, y de un proceso de capacitación y formación, encara roles de: coordinación, acompañamiento en salud, acompañamiento espiritual, acompañamiento comunitario, administración. Así, para cada zona se conforma un equipo de 5 misioneros, cada uno ocupa uno de estos roles, y desde ahí juntos orientan cada Misión. Para los procesos de formación, se contactan facilitadores que de manera voluntaria comparten su conocimiento y apoyan la capacitación de los misioneros con el fin de que puedan desarrollar sus capacidades y habilidades para el trabajo con la comunidad y con los demás integrantes del equipo.

10.1.6 Enfoques metodológicos específicos Metodológicamente Misión País Colombia se soporta en el Paradigma Pedagógico Ignaciano (PPI), este modelo o paradigma contempla cinco aspectos: CONTEXTO, EXPERIENCIA, REFLEXIÓN, ACCIÓN y EVALÚACION, que no constituyen una receta didáctica aplicable a cada acto de formación, sino que ayudan a organizar toda la acción educativa. El centro o núcleo del paradigma pedagógico lo constituyen la experiencia, la reflexión y la acción, que se realizan en un contexto y que necesitan una evaluación. Se basa en una comprensión afectiva de la persona a la luz de la fe. La propuesta durante los 5 meses que dura el ciclo de la experiencia de MPC se fundamenta bajo el PPI, cada fase del Programa se conecta con los momentos que se anunciaron con anterioridad. Además, su proceso formativo, manual de proyección social y acompañamiento que se realiza a los misioneros y comunidades está conectado con el Paradigma. Se busca a través del PPI que cada participante cambie su actuación. Se dirige en último término a que sea hombre o mujer para los demás, es decir, que dirija todo lo que es y va aprendiendo en el sentido de construir una sociedad más justa, más fraterna, donde triunfe realmente un amor generoso. Cada persona y comunidad es diferente. Por eso la actitud del acompañante ante los misioneros y comunidad busca ser de aprecio y confianza. El proceso y el ritmo de cada persona y comunidad es diferente —según su realidad, sus posibilidades, retos, potencialidades su edad, su situación familiar, su contexto social— por eso la importancia del proceso de acompañamiento.

10.1.7 Ciclo formativo Los misioneros del programa pasan por las siguientes fases durante su participación en el programa. Fase 1: Formación integral. Durante el semestre académico el misionero participa en reuniones semanales de dos horas, que buscan contribuir a la formación integral del estudiante a través de diferentes herramientas para su posterior trabajo con la comunidad. Los principales ejes se agrupa en: • Herramientas de trabajo con comunidades • Problemas sociales • Espiritualidad ignaciana Fase 2: Planeación de talleres. Después de terminar la etapa de formación y luego de tener asignada la zona por medio de un sorteo, los misioneros inician un ejercicio de contextualización de la zona y comprensión de sus principales desafíos. Posteriormente, se define la orientación que tiene la misión y los temas seleccionados a fin de diseñar las actividades que se desarrollan durante la misma, de acuerdo con las condiciones de la zona y la población a la que se dirigen. Fase 3: Misión. Durante 10 días en vida comunitaria, se realiza un acompañamiento a la comunidad por medio de visitas y talleres dirigidos a fortalecer los proyectos en las zonas. Estas actividades son:

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• Actividades de acompañamiento: A través de visitas a las familias de la comunidad. 
 • Construcción de vida comunitaria entre los misioneros: Distribución de responsabilidades y funciones para el buen funcionamiento de la convivencia del grupo. • Desarrollo del programa de actividades: Talleres dirigidos a niños, jóvenes y adultos según el marco de cada uno de los proyectos que se desarrollan en la zona, entre los que se encuentran (Escuelas de Liderazgo, Cuidado Medio Ambiental, Centros Culturales, Centros de Desarrollo Comunitario, Reconstrucción de Tradiciones Ancestrales, Círculos de Lectura y Escuelas del Cuerpo y el Deporte). • Apoyo celebraciones litúrgicas. Apoyo y acompañamiento a la labor de las actividades pastorales y celebraciones de la Semana Santa y la Navidad. Fase 4. Acompañamiento comunitario. Los acompañantes comunitarios buscan ser garantes de los procesos sociales en las comunidades, haciendo posible la continuidad y generando un mayor impacto del programa, a través de la búsqueda de las potencialidades de cada zona y de la articulación a procesos sociales ya existentes en el territorio. El proceso de formación se compone de cinco ejes centrales: • • • • •

Comunicación, mediación y resolución de conflictos Diagnóstico y diseño participativo de proyectos Comprensión de la organización comunitaria y formas de potenciar su desarrollo Ética en la intervención social Coyuntura socio-política

10.1.8 Alianzas Alianzas externas: • Suyusama • IMCA • Fe y Alegría • Asohuisitó • Cabildo Indígena Quillasinga de Obonuco • Plan estratégico de la Compañía de Jesús en San Pablo y Canaletal • Funvital- Biblomulas • Vicariato apostólico de Leticia • Diócesis de Barrancabermeja Alianzas internas: • Centro Ático • Facultad de Arquitectura, PEI– Proyecto Educativo Internacional

10.1.9 Retos y desafíos

Los principales retos están en consonancia con los objetivos trazados por el Centro Pastoral, el Programa está en un período de consolidación de las apuestas que se han venido construyendo desde hace algunos años. Primero, la consolidación de un grupo de misioneros cada vez más preparados es un paso en el que se debe seguir mejorando a través de los procesos de formación que se siguen. Segundo, fortalecer un equipo de acompañantes comunitarios quienes aún no encaran del todo su responsabilidad frente al seguimiento de los proyectos que se construyen con las comunidades. Tercero, se espera que con el mejoramiento de los equipos y el robustecimiento de su formación se contribuya de manera más sistemática y sólida en el desarrollo de cada uno de los proyectos que se realizan en las zonas. Así mismo, se plantea como desafío el desarrollo de procesos de sistematización y evaluación, que planteen la posibilidad de recoger las lecciones aprendidas, mejorar los procesos que se realizan y reorientar prácticas. La producción de nuevo conocimiento se constituye también en un reto que desde el programa se debe atender con el fin de capitalizar conocimiento, darle mayor visibilidad y proyección local, regional, nacional e internacional.

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10.1.10 Horizonte Misión País Colombia es un referente nacional de voluntariado universitario que integra a su desarrollo, el trabajo en red con agentes internos (facultades, centros y vicerrectorías) y agentes externos (fundaciones, asociaciones, ONG, cabildos, instituciones públicas) para fortalecer y potencializar proyectos consolidados, pertinentes sostenibles y auto gestionados con resultados que respondan a los desafíos de las comunidades con las que coopera el Programa23.

10.2 Programa Liderazgo Universitario Ignaciano

10.2.1 Presentación El Programa es hoy, en la Pontificia Universidad Javeriana, el resultado de varios procesos de expansión y crecimiento propios de la misión que tiene el Centro Pastoral San Francisco Javier en nuestra institución y de las necesidades del contexto en el que se encuentra. Es un programa de formación con enfoque ignaciano, que inició en agosto de 2006 a nivel latinoamericano como trabajo conjunto de la Red de Homólogos de Pastoral y formulado en el marco de la formación integral para la promoción de líderes en las universidades de AUSJAL (Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina). También, desde sus inicios se planteó como una importante posibilidad de materializar de manera real y manifiesta la responsabilidad social de las universidades confiadas a la Compañía de Jesús. Actualmente se desarrolla de manera simultánea, en por lo menos catorce (15) de las universidades de la Asociación que tienen presencia en los países Venezuela, México, El Salvador, Ecuador, Chile, Guatemala, República Dominicana, Argentina y Colombia y sigue siendo hoy en día un proceso que aporta de manera importante en la formación integral de jóvenes que quieren desarrollar capacidades, habilidades y destrezas de liderazgo con compromiso social, transformador y desde la identidad ignaciana. Dadas las características de la Pontificia Universidad Javeriana, la necesidad de responder a los lineamientos de crecimiento del Centro Pastoral, llegar a más estudiantes que se puedan beneficiar de los procesos y experiencias que ofrece y avanzar en la consolidación de la línea de Saber y Responsabilidad Social Universitaria del Centro, se han estructurado proyectos adicionales que permiten expandir el alcance que tiene en el Programa dentro de la Universidad y el impacto que puede tener en Bogotá y en algunas regiones de Colombia, manteniendo el enfoque ignaciano, la formación sociopolítica y la formación en liderazgo; sin descuidar el compromiso que se adquirió con AUSJAL. Los nuevos proyectos son: 1. Jornadas de formación o cursos cortos de Liderazgo con perspectiva Ignaciana; 2. Proyección Social organizada en 2 frentes: a. Cursos de formación en liderazgo ignaciano para comunidades y, b. El acompañamiento de acciones sociales y Diseño de propuestas de mejoramiento social; 3. Gestión de Conocimiento: consiste en la sistematización de experiencias y su aporte desde la perspectiva de formación en Liderazgo con: identidad ignaciana, formación sociopolítica y Acompañamiento en múltiples dimensiones del ser humano.

10.2.2 Fundamentación

apostolado; estos focos son: Exclusión, Diálogo Fe-Culturas y Juventud. Y en particular en cuanto al tema de juventud, el docuemnto expresa: “PRIORIDAD 2: Profundización y articulación del trabajo con jóvenes. Intensificar nuestro acercamiento a la juventud, en especial a aquellos con capacidad de liderazgo, comprendiendo su realidad, promoviendo su formación integral, su opción de vida y su compromiso como servidores de la transformación social y la revitalización eclesial. Objetivo 4. Fortalecer la formación para el liderazgo y la articulación del trabajo con jóvenes. Línea de Acción 8. Impulsar una Red Juvenil Ignaciana que articule y potencie los grupos y redes de las Provincias y Regiones, y promueva la formación para el liderazgo y el voluntariado, vinculando la pastoral vocacional a este esfuerzo.” (CPAL, 2011). El quehacer del Programa está en total concordancia con las orientaciones intitucionales que tiene la PUJ, en su Misión (Acuerdo No. 576 del Consejo Directivo Universitario, 26 de abril de 2013) por cuanto se preocupa por “la formación integral de personas que sobresalgan por su alta calidad humana, ética, académica, profesional y por su responsabilidad social”, en la Visión (Acuerdo No. 623 , 17 de diciembre de 2015) porque tiene muy en cuenta la “coherencia entre su identidad y su obrar, su propuesta educativa, su capacidad de aprendizaje institucional, así como por su contribución a la transformación de Colombia”; y las megas 3 (Priorizar en nuestra opción de excelencia humana y académica, las dimensiones de interculturalidad, internacionalización y cuidado de la casa común) y 4 (Asegurar el desarrollo sostenible integral de la Universidad, arraigado en el medio universitario).

10.2.3 Antecedentes Los antecedentes que se utilizan en este documento son apartes de los documentos que ha elaborado AUSJAL en el marco del Programa Liderazgo Universitario Latinoamericano desde su creación. “En las universidades de AUSJAL diversos programas de formación en liderazgo tendientes a fortalecer aspectos tales como: el desarrollo personal, el fortalecimiento de la fe, el compromiso social, la conciencia crítica y el desarrollo de ciertas habilidades. Sin embargo, los programas existentes son dispersos y puntuales y no garantizan procesos, intercambios, aprovechamiento de las sinergias entre las universidades y con las otras obras educativas de la Compañía de Jesús, así como una visión latinoamericana.

Un reto importante que tienen las Universidades de AUSJAL es la formación integral de líderes sensibles a las diferentes realidades del ser humano, comprometidos con sus sociedades, que ganen en identidad y pertenencia, con conciencia crítica, con un profundo sentido de solidaridad y tolerancia, que busquen el bien común, con alta capacidad profesional y que sean capaces de iniciar procesos creativos y colectivos de transformación social.

A pesar de formar a más de 200.000 jóvenes en América Latina, las universidades de AUSJAL no tienen un programa integral a nivel latinoamericano a pesar de formar a más de 200.000 jóvenes en América Latina, las universidades de AUSJAL no contaban con un programa integral a nivel latinoamericano que formara líderes con sentido de lo público, con conciencia crítica, solidaridad y tolerancia, que tuviesen identidad y sentido de pertenencia latinoamericana y que fueran capaces de iniciar procesos creativos y colectivos de transformación de la realidad.

“La CPAL (Conferencia de Provinciales de América Latina) y AUSJAL han resaltado la importancia de consolidar generaciones de universitarios formados con un fuerte espíritu de servicio y protagonismo social que distinga al “auténtico” líder. En este sentido son de gran valor las acciones y programas de formación en valores, liderazgo y responsabilidad social que desarrollan las universidades de AUSJAL.” (Ausjal, 2005)

El reto que se le impone a las Universidades de AUSJAL es la formación integral de líderes sensibles a las diferentes realidades del ser humano, comprometidos con sus sociedades, que ganen en identidad y pertenencia, con conciencia crítica, con un profundo sentido de solidaridad y tolerancia, que busquen el bien común, con alta capacidad profesional y que sean capaces de iniciar procesos creativos y colectivos de transformación social.

En el mes de junio de 2011, el P. Adolfo Nicolás S.J, Prepósito General de la Compañía de Jesús, da a la CPAL la aprobación del docuemento titulado: Corresponsables en la Misión, Proyecto postólico Común 2011-2020 (PAC). En el textouedo expresado que los provinciales determinaron, tres importantes rientaciones hacia donde dirigir el

Ya, el Padre General, la CPAL (Conferencia de Provinciales de América Latina) y AUSJAL han resaltado la importancia de consolidar generaciones de universitarios formados con un fuerte espíritu de servicio y protagonismo social que distinga al auténtico líder. En este sentido son de gran valor las acciones y programas de formación en valores, liderazgo y responsabilidad social que desarrollan las universidades de AUSJAL.

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Construida por los coordinadores de zona 2016-1

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A fin de continuar con lo previsto en el Plan Estratégico de AUSJAL y sin ignorar la historia vivida en los procesos del FLUI (Foro Latinoamericano de Universitarios Ignacianos) y del ELUI (Encuentro Latinoamericano de Universitarios Ignacianos), desde el año 2002, un grupo de universidades (Católica Andrés Bello – Venezuela, Pontificia U. Javeriana – Bogotá y Cali e Ibero de León – México), con la asistencia del Centro de Apoyo AUSJAL, reflexiona sobre la necesidad de fortalecer conjuntamente los procesos que signifiquen espacios para la formación integral de nuestros líderes universitarios desde la construcción activa de conocimiento; con visión Latinoamericana, transformadora y experiencial que lleve a la acción.” (Ausjal, 2005) Es aquí, con el apoyo del Centro MAGIS24, que “comenzó el desarrollo del Programa de Liderazgo Universitario Latinoamericano. Este se concibió como un espacio de formación integral, el cual” buscaba “despertar y potenciar, en los jóvenes estudiantes, la sensibilidad por el tema de lo público, el análisis de la realidad social, la solidaridad y tolerancia, la identificación con los elementos fundamentales de la identidad ignaciana, el sentido de pertenencia latinoamericana y las habilidades, así como las destrezas en el uso de herramientas que les posibilitarían iniciar procesos creativos y colectivos de incidencia en contextos sociales.” (Ausjal, 2014) “En 2009, una vez culminado el lapso de tiempo con el que el Centro MAGIS se había comprometido para el apoyo económico, comenzó una nueva etapa del Programa: para ese momento, las instituciones participantes habían analizado y aprobado su viabilidad financiera, con el fin de mantenerlo como oferta regular de formación complementaria; se nombró la Coordinación Latinoamericana y se redactó, a partir de las experiencias, un instrumento para regular la operación de las instancias de coordinación inter-universitarias del programa”. A mediados de 2011, AUSJAL presenta su nuevo Plan Estratégico 2011-2017. En este, se establece como su Prioridad Estratégica 1, el Fortalecimiento de la identidad, misión y liderazgo ignaciano de las universidades (prioridad que no desentonaba de los lineamientos propuestos por la CPAL). Para lograr eso, se definieron varios proyectos, dentro de los cuales de encuentra la Actualización y Expansión del Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano, también denominado Proyecto P3. El mismo año en la Universidad Loyola del Pacífico, Acapulco-México, se realizaron el X Encuentro de la Red de Homólogos de Pastoral y el VI Encuentro de Coordinadores del PLIUL. En ese contexto, se presentó y discutió el informe de evolución del PLIUL. En el año 2014 se ajusta tras varias reuniones virtuales, por parte del equipo de Coordinadores en las universidades de América Latina y es aprobado finalmente para su puesta en marcha en el año 2015 en el Encuentro de Homologos de Pastoral y Coordinadores del Programa, realizado en Bogotá en marzo de 2015. De esta forma, actualmente el Programa contribuye al fortalecimiento de las Redes de Pastoral y de Responsabilidad Social de AUSJAL en torno a un Proyecto común. Así mismo, fortalece diferentes Obras de la Compañía de Jesús en América Latina con el aporte significativo de los líderes formados, y aporta a una propuesta para la formación de líderes universitarios ignacianos, que sirva como marco de referencia, a otras Universidades de AUSJAL. Hoy el Programa es realizado por 15 universidades y conserva los acuerdos establecidos para su realización. Particularmente en la Pontificia Universidad Javeriana, como parte del crecimiento y el decidido empuje que ha tenido el Centro Pastoral San Francisco Javier, en los últimos 4 años, el Programa de Liderazgo ha tenido sus propias tranformaciones y desarrollo; evidentemente responde de manera seria y comprometida con lo que se han denominado “los mínimos comunes” acordados con AUSJAL para la implementación, pero también ha expandido sus alcances y se ha vuelto más robusto con el ánimo de responder a las necesidades de la universidad y del contexto social en el que se desarrolla. Por eso hoy en la PUJ, tiene 3 proyectos adicionales, bien organizados y estructurados dentro de la Línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria del Centro Pastoral. Los proyectos fueron anteriomente mencionados en este documento en la descripción del Programa Liderazgo Universitario Ignaciano.

10.2.4 Objetivos Objetivo general: El Programa Liderazgo Universitario Ignaciano busca cualificar la capacidad transformadora que tiene el ejercicio del liderazgo con enfoque ignaciano, desde el compromiso con la vida, la búsqueda del bien común, la promoción de 24

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Institución financiadora Venezolana que apoyó el diseño del Programa.

la justicia y el cuidado de la casa común, con una perspectiva latinoamericana. Favoreciendo la formación integral, el conocimiento personal y de los otros, la sensibilización ante los problemas sociales y la incidencia en contextos comunitarios. Objetivos específicos: • Diseñar, implementar y evaluar el Programa Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano - AUSJAL, conjuntamente con las universidades de Amércia Latina vinculadas al Proyecto. • “Fortalecer los procesos de formación integral, cualificando los componentes conceptuales, así como las competencias relacionadas con el ejercicio de un liderazgo con enfoque ignaciano, en el que se favorezca el conocimiento personal, la sensibilización ante los problemas sociales a nivel local, nacional y latinoamericano, la incidencia en contextos comunitarios, así como una actitud positiva ante las implicaciones de la opción de Fe y Justicia de la Compañía de Jesús.” • Ofrecer a estudiantes de la Universidad con roles de liderazgo en Programas sociales o estudiantiles y a otros estudiantes de la universidad que estén interesados en temas de “Liderazgo con sello Ignaciano”, jornadas o cursos cortos de formación donde puedan conocer, aprender y poner en práctica distintas habilidades en el ejercicio de liderazgo desde una perspectiva ignaciana y que les permita reconocer y reforzar dichas habilidades en la trasformación de sus entornos. • Acompañar la acción social de estudiantes y el diseño de sus propuestas de mejoramiento social para que sean pertinentes y generen verdadero valor agregado a las comunidades con desafíos sociales. • Favorecer procesos de formación en liderazgo con enfoque ignaciano en comunidades con desafíos sociales de forma continua y estructurada que constribuyan al desarrollo de procesos de trabajo comunitario con pertinencia e impacto social. • Sistematizar experiencias exitosas de Formación en Liderazgo Ignacianao Juvenil en comunidades con desafíos sociales.

10.2.5 Composición del programa y estructura organizacional En Bogotá, el Programa cuenta con un equipo de trabajo definido y conformado por un Coordinador General, un profesional de Proyección Social y un voluntario profesional. Este equipo se apoya de un grupo de aproximadamente 35 estudiantes egresados del PLIUL – AUSJAL y que se divide en tres roles particulares: Facilitadores, Padrinos y Acompañantes Comunitarios. Este equipo es apoyadado administrativamente por un asistente administrativo que brinda apoyo a toda la Línea de Responsabilidad Social Universitaria. Y en el componente estratégico es acompañado por el coordinador de la misma Línea y del Director del Centro Pastoral quienes hacen la coordinación, planeación y articulación de los Programas de la línea y del CPSFJ respectivamente. Estructuralmente en la relación con AUSJAL, desde sus orígenes, el Programa Latinoamericano hace parte de la Red de Homólogos de Pastoral aunque y es implementado por el equipo que la Universidad (en cabeza del Rector o delegado) haya seleccionado para este fin en cada institución. Se espera que tanto el Coordinador como los Facilitadores (por lo menos 2 más) sean profesionales. El equipo Coordinador latinoamericano está compuesto por todos los coordinadores de cada universidad que implementa el Programa en América Latina (uno de ellos es nombrado como Coordinador Latinoamericano), la Asistente del Programa en América Latina y La secretaría de ASUSJAL. Este equipo se encarga de garantizar el cumplimiento de los mínimos comunes acordados en los Encuentros de AUSJAL y se conectan mensualmente vía audio conferencia para estar al tanto de los pormenores del proceso así como de organizar y re organizar las implementaciones para que tenga buen término en cada cohorte. También, se reúnen de manera presencial en alguna de las ciudades en las que

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se implementa el Programa cada 2 años o según sea necesario y pertinente hacerlo.

10.2.6 Enfoques metodológicos El Programa articula tres ejes fundamentales, para orientar la formación que permita a los participantes asumir responsablemente sus sociedades con sentido de lo público y que tengan las competencias necesarias para participar en procesos de incidencia en problemas sociales, desde el compromiso con la vida, la fe y la promoción de la justicia, con un conocimiento más amplio de su ser latinoamericano. Los tres ejes son: Formación Sociopolítica, Identidad Ignaciana y Formación en Herramientas de Liderazgo. En todos sus proyectos el Programa se desarrolla desde la Pedagogía Ignaciana, haciendo énfasis en el PPI (Paradigma Pedagógico Ignaciano: Contextualización, Experiencia, Reflexión, Acción (servicio) y Evaluación), para acercarse de una manera amplia y completa dentro del proceso de aprendizaje a la formación integral más allá de la mera formación intelectual, lo cual implica el desarrollo del ser humano comprendido en 8 dimensiones: Espiritual, Cognitiva, Afectiva, Corporal, Comunicativa, Estética, Ética y Socio – política. También, hace explícita la mezcla de diferentes estrategias que permiten la profundización y el buen logro de los objetivos propuestos. Dentro de estos elementos están: 1. la Pedagogía Participativa entendida como una enseñanza dinámica que busca reflexión, análisis y diálogo en una relación en la que participan activamente todos los actores en el proceso de aprendizaje. Dentro de esta Pedagogía, se contemplan 4 importantes características del aprendizaje: Es situacional, es decir comprende el contexto particular en que se vive y experimenta el aprendizaje; es relacional, entendiendo este elemento como la capacidad para detectar maneras de comprender al otro, generar vínculos y trabajar con otros desde lo que son, saben y hacen; es humanizadora porque resalta en el proceso de formación, el ser humano como centro del aprendizaje y destaca la importancia de valorarlo por encima de la situaciones. Hay una preocupación por el cuidado del otro y por el proceso empático; finalmente es transformadora ya que le permite al participante comprender aprendizajes que nutran procesos de cambios positivos personales y comunitarios teniendo en cuenta el mayor bien posible. 2. Se hace presente la Metodología Aprendizaje Experiencial: Para John Dewey, “Toda auténtica educación se efectúa mediante la experiencia”. Él consideraba que el aprendizaje experiencial es activo y genera cambios en la persona y en su entorno y no sólo va “al interior del cuerpo y del alma” del que aprende, sino que utiliza y transforma los ambientes físicos y sociales. En la vivencia, en el juego acertadamente estructurado y bien dirigido, dentro de un ambiente propicio (e independientemente de su “complejidad”), el individuo actúa con mayor espontaneidad, se comporta más como realmente “es”, que como suele actuar o como cree que “debería ser” (suposición probablemente establecida por el grupo social, por su familia, por la organización). Este tipo de “juego” o dinámica constituye, adicionalmente, una invitación al individuo a “arriesgarse” a mirar desde otras perspectivas, a actuar de maneras diferentes a las usuales. Además, ofrece una oportunidad de trabajar con “el aquí” y el “ahora” y generar cambios reales. Dentro de la combinación metodológica tienen también gran importancia para el Programa en algunos de sus proyectos: el acompañamiento virtual en foros, el acompañamiento personal y comunitario. Además, tiene un gran componente conceptual que se sugiere sea apropiado por los participantes de la implementación del PLIUL-AUSJAL, a través de diversos métodos académicos (lecturas, ensayos, tareas, narraciones, entre otras).

10.2.7 Ciclo formativo El Programa cuenta en este momento con cuatro importantes procesos de formación y acción para quienes deseen participar: 10.2.7.1 Programa Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL). Consiste en la implementación de la propuesta general latinoamericana que se propone desde los lineamientos de AUSJAL. Este se desarrolla durante 8 meses en los que se ofrecen contenidos en tres ejes de formación que son: Herramientas de Liderazgo, Formación socio política e Identidad Ignaciana. Durante el proceso se articulan la metodología experiencial, formación virtual, las pedagogías participativa e Ignaciana, el fortalecimiento de

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habilidades, capacidades y conocimientos, el crecimiento personal y espiritual, el contacto directo con la realidad, el crecimiento comunitario, el acompañamiento personal y la formulación e implementación de una propuesta concreta de mejoramiento social. Los estudiantes que interesados en participar del proceso, deben garantizar 8 meses (un año académico) de permanencia en el programa. Preferible que curse semestres entre 3 y 8 al iniciar el proceso y que haya participado cualquier otra experiencia previa como: Voluntariado Javeriano, Misión País Colombia, Javerianos por la Justicia y Por la Paz, Inductor, Curso Taller de Liderazgo de la Vicerrectoría del Medio Universitario, Jornadas “Líderes en Acción”, un curso taller de facultades como Ingeniería, Medicina, Campamento ECO u otras similares en la Universidad o del Centro Pastoral. El PLUL se desarrolla en ocho meses de trabajo (dos semestres académicos), y debe dedicar 158 horas de formación como mínimo para alcanzar las competencias requeridas. En Bogotá, su modelo se compone de 16 sesiones presenciales de mínimo 2 horas, mínimo 40 horas de acciones sociales, una experiencia de inserción (8 días - 80 horas) en una comunidades con desafíos sociales; 2 Jornadas Ignacianas de 6 horas cada una, Ejercicios Espirituales de tres días (experiencia no obligatoria), 3 videoconferencias, 6 reuniones de grupos de vida (de 3 horas), Encuentro de Formación en Herramientas de Liderazgo (4 día, de 40 horas), 24 horas de formación mediante componentes virtuales, mínimo 6 sesiones de acompañamiento personal; y finalmente un Encuentro Regional Andino anual (con participación mínima de 6 delegados). 10.2.7.2 Proceso para facilitadores y padrinos/madrinas. En esta etapa, aquellos estudiantes que ya han pasado por la implementación del PLIUL- AUSJAL, podrán ser parte del equipo que ofrece la formación a los participantes de implementaciones de años siguientes. Son estudiantes que por sus capacidades y desempeño durante el proceso se destacan y de manera voluntaria comparten sus aprendizajes con los nuevos estudiantes, contribuyendo a su formación. Esto pueden hacerlo desde cualquiera de los siguientes 2 roles: a. facilitadores/as. Son aquellos estudiantes que por su proceso de madurez y formación personal y académica se encargan de ofrecer y dictar los talleres, hacer el seguimiento virtual y presencial y acompañar el proceso personal de formación de los palpitantes de la implementación; b. Padrinos/Madrinas. Se encargan de dinamizar la generación de vínculos y la vida celebrativa de los participantes, los cuales están organizados en grupos de vida que permanecen durante todo el año. Los estudiantes que participan en este proceso (etapa de formación) tienen reuniones quincenales de planeación y un proceso de formación constante durante el año, que consta de 16 sesiones orientadas al fortalecimiento de competencias para el acompañamiento y el trabajo en equipo, partiendo de las necesidades que manifiestas al comenzar el año de trabajo. 10.2.7.3 Proyección Social La Proyección Social del programa, se ha concebido como un espacio en el cual se busca que los estudiantes que han sido parte de las Implementaciones del PLIUL-AUSJAL, compartan sus aprendizajes con comunidades con desafíos sociales. Es un espacio para que los egresados del PLIUL que deseen de manera voluntaria, puedan compartir su proceso de formación en liderazgo social mediante la práctica, confrontando sus saberes con la realidad que acontece en los territorios con los que cooperan. A estos estudiantes se les ha llamado Acompañantes Comunitarios. Así el Programa en Bogotá ha desarrollado procesos de intercambio de conocimiento sobre liderazgo con grupos juveniles con la mediación de dichos acompañantes comunitarios. Este proceso de intercambio de conocimiento se ha dado a través de un modelo de formación en liderazgo orientado a grupos juveniles de las comunidades. Éste se ha orientado no solo a “capacitar” a personas de la comunidad, sino a compartir herramientas con estos sujetos que les permitan multiplicar este proceso de formación con otros agentes de la comunidad en un futuro. Así, las actividades que desarrollan los acompañantes comunitarios tienen el interés principal de formar actores comunitarios en liderazgo, con identidad ignaciana, para que desarrollen capacidades y habilidades como facilitadores de esta formación. Pero fundamentalmente es un espacio para que las comunidades

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encuentren asesoría, formación, y sobretodo, tengan la posibilidad de intercambiar conocimientos. Para que esto sea posible, también el Programa también ha dispuesto un proceso de formación para los Acompañantes comunitarios que amplia de manera importante las capacidades de facilitación, trabajado con comunidades, diagnóstico social y comunicación en contextos con desafíos sociales particulares. 10.2.7.4 Jornadas o cursos cortos de formación para estudiantes. Son jornadas ofrecidas a estudiantes de la universidad, que por su interés en liderazgo son sentido ignaciano o por el rol de liderazgo que desempeñan en otros Programas del Centro, en grupos estudiantiles en la universidad o de la Facultad, desean fortalecer competencias que les permitan realizar mejor sus actividades, generar mayor influencia positiva y ser más asertivos y pertinentes en su ejercicio de liderazgo con inspiración ignaciana. Aquí se encuentran los Coordinadores de zona de los Programas Misión País Colombia y Voluntariado Javeriano, los inductores de facultad, líderes juveniles de grupos estudiantiles, facilitadores de Cursos de liderazgo Centros o Facultades, entre otros. Dentro de estas jornadas, se encuentra la jornada “Líderes en Acción” que se realiza desde el año 2012, dos veces al año en articulación con el Programa de Liderazgo del Centro de Fomento de la Identidad y Construcción de la Comunidad y con el Curso Taller de Liderazgo de la Facultad de Ingeniería.

10.2.8 Alianzas Alianzas externas: • AUSJAL (Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina). Red de Homólogos de Pastoral. • Fe y Alegría - Colegios: San Ignacio – Bosa, San Luis Gonzaga – Banderas, Soacha para Vivir Mejor – Soacha, Antonio Nariño – Ibagué, Bicentenario – Ibagué, Fe y Alegría – Armero/Guayabal. • Fe y Alegría – Desarrollo Comunitario: CDC – Palermo Sur, CDC – Altos de la Florida. • Organizaciones en las comunidades: Asociación Colectivo Loma Verde – Ciudad Hunza, Institución Educativa Hunza – Sede C, Casa de la Cultura – Ciudad Hunza, Centro Cultural San Francisco Jordán - Puerto Rico, Casa Pastoral Nuestra Señora del Camino, Altos de la Florida, Parroquia San Pedro Claver – Barrancabermeja. • Movimiento Juvenil Huellas: Huellas Doradas I. Alianzas Internas: • Jornadas “Líderes en Acción”: Centro de Fomento de la Identidad y Construcción de Comunidad y Facultad de Ingeniería. • Jornadas de Formación: Voluntariado Javeriano y Misión País Colombia • Escuelas de Liderazgo: Misión País Colombia. • Curso de formación virtual para estudiantes de Posgrado (en construcción): Programa de Formación Integral para Estudiantes.

10.2.9 Retos y desafios

El PLUL tendrá varios retos que atender en los próximos años para dar continuidad a los planes que se ha trazado. En primer lugar, se debe continuar la consolidación de los proyectos que se ha planteado en el área de proyección social. Proyectos cuyo objetivo es la formación en liderazgo ignaciano orientada a jóvenes de comunidades con desafíos sociales. Es importante que desde la implementación del PLIUL, los participantes conozcan esta línea de trabajo y empicen a involucrarse allí desde sus acciones sociale sus Propuestas de Mejoramiento Social para que cuando sean terminen su formación de 8 meses, tengan la opción e inteción de hacer parte del equipo de acompañantes comunitarios.

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En segundo lugar, se debe seguir fortaleciendo la implementación y evaluación de los planes de formación de facilitadores, padrinos y acompañantes comunitarios. Ello con el fin de contar equipos de trabajo cada vez más sólidos y con procesos formativos de mucha calidad y madurez. En tercer lugar, hay que hacer seguir de manera seria y consistente, articulando a la formación en el PLIUL, el nuevo plan de formación aprobado en el año 2015 por el equipo coordinador latinoamericano, que se propone ahora bajo el modelo de competencias. Esto implica reorganización en el plan de acompañamiento y seguimiento de los participantes, así como permitir la mezcla ideal de contenidos que respondan al nuevo modelo planteado y garantice los mínimos comunes establecidos para la certificacióin, sin descuidar el robusto proceso que se ha contruido a lo largo de estos años en la implentación del Programa de AUSJAL en Bogotá que se caracteriza por su consistencia universitaria y la buena mezcla metodológica y conceptual. En cuarto lugar, es importante evaluar junto las comunidades, la pertinencia de las inserciones que se realizan en sus zonas. Analizando su impacto, sus fortalezas y procesos a mejorar. De manera que se haga muy evidente que la inserción no sólo aporta al crecimiento personal y a la formación integral del estudiante, sino que a su vez favorece el desarrollo social y humano de las personas que habitan la zona en pro del crecimiento comunitario. Finalmente, se puede seguri ampliando la oferta de Jornadas y cursos cortos de formación a la comunidad universitaria, teniendo como perspectiva en el mediano futuro, posibilidad de llegar también a otros estamentos de la Comunidad Unversitaria y a los estudiantes de posgrados. 10.2.10 Horizonte El Programa Liderazgo Universitario Ignaciano se consolida en la Pontificia Universidad Javeriana y se constituye en un referente latinoamericano, porque cualifica la capacidad transformadora que tiene el ejercicio del liderazgo con enfoque ignaciano en miembros de la Comunidad Educativa Javeriana y en comunidades con desafíos sociales, desarrollando procesos de formación integral, conocimiento personal, sensibilización ante los problemas sociales e incidencia en contextos comunitarios.

10.3 Voluntariado Javeriano 10.3.1 Presentación El Programa de Voluntariado Javeriano es una expresión de la Responsabilidad Social Universitaria de la Pontificia Universidad Javeriana, canalizada a través de la línea de Saber y Responsabilidad del Centro Pastoral San Francisco Javier, de la Vicerrectoría del Medio Universitario. El Programa pone a disposición, de los miembros de la Comunidad Universitaria Javeriana, la opción de formarse integralmente a través de la Acción Voluntaria, e incorporarse al desarrollo de iniciativas de acción social comunitaria. ¿Qué es ser Voluntario Javeriano? -

Ser Voluntario Javeriano, es una forma de ser, actuar, y comprender comprometida y responsablemente el mundo que nos rodea.

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Es formarse integralmente en la generación de espacios comunes con otras realidades, fomentando la cooperación en la búsqueda de procesos que aporten soluciones a través de la formación, la participación, y la investigación aplicada.

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Participar activa y comprometidamente como ciudadanos/as en la promoción de una sociedad más justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana.

Entendiendo el voluntariado como una fuerza social solidaria, cívica, ciudadana, de participación, constituida por acciones individuales o asociativas dirigidas al apoyo de soluciones de problemas humanos.

10.3.2 Antecedentes A partir del 2006, se institucionaliza el Voluntariado Javeriano como programa del CPSFJ, enmarcado en la misión

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de la Pontificia Universidad Javeriana y en la Ley 720 de 2001 y el Decreto 4290 de 2005, ambos siendo bases reglamentarias del Voluntariado en Colombia. No obstante, fue hasta 2009 que el programa consolidó su identidad visual y su capacidad presupuestaria para realizar las acciones realizadas. Desde sus inicios, el programa se ha dedicado a articular iniciativas diversas de acción voluntaria con población infantil y de adulto mayor, concretamente en la zona vecina a la universidad correspondiente a la UPZ 90, en los barrios San Martin, Pardo Rubio y Mariscal Sucre. Las acciones que allí se han realizado se conciben como espacios de encuentro y acompañamiento por parte de los voluntarios hacia las poblaciones alidadas. En sus inicios, el Voluntariado contaba con pocos voluntarios, el promedio estaba entre los 10 y 15, pero a partir de 2008 esta cifra fue creciendo, gracias a algunas estrategias de fortalecimiento y visibilización de acciones tanto al interior de la comunidad educativa como de las poblaciones aliadas. Casi que todos los voluntarios vinculados al programa entre 2006 y 2008 fueron becarios de la universidad o beneficiarios de crédito ACCESS de ICETEX, quienes optaron por el programa como espacio para cumplir la labor social que se pide en favor de la conservación de los apoyos económicos de la universidad. Desde el año 2008, y a partir de la experiencia lograda con el modelo de acción voluntaria que había ido construyendo e implementado el Voluntariado Javeriano, se participó activamente en la conformación y el proceso inicial de planeación de la Red Distrital de Voluntariado Universitario, de la cual el programa se ha mantenido como miembro líder. Hacia el 2009 la coordinación del Voluntariado decide darle un rasgo distintivo al programa al incluir, entre otros elementos, la espiritualidad ignaciana como herramienta práctica y, a la vez, como insumo para fundamentar las acciones con comunidad. Así, el programa se empezó a consolidar como un espacio de acción social voluntaria, basado en el encuentro entre las comunidades y los voluntarios, y además como un espacio que favorece la apertura de momentos en los que los voluntarios tengan la oportunidad de encontrarse consigo mismos, de crecer personal y espiritualmente, para desde ahí, aportar a otros y decantar las experiencias vividas en su acción. Manteniendo como un eje principal la identidad ignaciana, en 2011 se hizo más evidente el fortalecimiento de los vínculos entre el equipo de coordinadores del programa, lo cual favoreció definitivamente la relación de ellos con sus equipos de voluntarios y, a su vez, la relación del Voluntariado con las comunidades. Se buscó, a través de los espacios formativos, transmitir a los equipos de voluntarios que, tanto voluntarios como comunidades, cuentan con capacidades y conocimientos propios que se aportan y comparten en un constante ciclo de dar y recibir. Con esto, la idea era evitar ideas de asistencialismo o heroísmo de lado de los voluntarios y, del lado de las comunidades, contribuir a su empoderamiento a través del impulso de procesos de autogestión. Hasta 2011 el Voluntariado Javeriano tuvo sus proyectos ubicados únicamente en la UPZ90, y dado su propio proceso de fortalecimiento, empezaron a buscarse nuevas fronteras dentro de la ciudad de Bogotá. Es así como en 2012 se abre una nueva zona en la localidad de Rafael Uribe Uribe, en el barrio Puerto Rico, en enlace con el Centro Cultural Jordán. En principio, el proyecto buscaba centralizar en el Centro procesos de refuerzo escolar a los niños de la zona. Dos años después, en el 2014, el programa vive una nueva transformación, en la que tanto su estructura organizacional como las acciones en comunidad se ven fortalecidas. Las acciones en comunidad empiezan a clasificarse en líneas de proyecto, y desde ahí se empiezan a construir procesos de formación que den cuenta de las bases del Voluntariado y de las herramientas para hacer una acción voluntaria cada vez más pertinente, promoviendo que el voluntario tenga claro el objetivo de su acción y cuál es el resultado que se espera. En este año surge un nuevo esfuerzo de reactivación de la Red de Voluntariado Universitario, para lo cual el Voluntariado participa activamente en la construcción y desarrollo del V Foro de Voluntariado y Responsabilidad Social Universitaria. También se construye la primera propuesta de Acción Social Voluntaria Interuniversitaria ASVI, con lo que se da un fortalecimiento importante de las relaciones con Instituciones de Educación Superior que propenden también por acciones voluntarias en el contexto universitario. En el 2015 se busca continuar con la consolidación de los procesos del programa. Se enfatizó en la necesidad de fortalecer tanto el ámbito profesionalizante de la acción como el ámbito personal de cada voluntario. Así, retomando principios básicos de espiritualidad ignaciana (acompañamiento, discernimiento, principio y fundamento) se fueron construyendo espacios de formación en el sentido de la acción voluntaria en el que se favoreciera el trabajo de autoconocimiento en los voluntarios a la vez que el reconocimiento de la capacidad, saber y ser puesto a disposición de la sociedad; paralelamente se empieza a entender el voluntario como un ciudadano crítico y posicionado frente

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a la realidad social, generando así desde su participación procesos de reflexión y construcción, por tanto se crean experiencias que puedan trabajar a profundidad los dos elementos anteriormente mencionados para asegurar acciones sensibles y conscientes. También se fueron configurando alianzas externas como internas con diferentes entidades, facultades25 y unidades de la Universidad para generar formaciones puntuales sobre herramientas de trabajo con los distintos tipos de comunidades aliadas. En medio de la estructuración se establecen dos áreas relacionadas de manera directa con la acción del programa: en primera instancia BienEstar busca favorecer en los equipos de acción voluntaria la constitución de entornos de cuidado para los voluntarios, y a través de ello, fortalecer los procesos de acción voluntaria en comunidades; en segundo lugar Comunicaciones busca constituir espacios de visibilización y comunicación de las acciones voluntarias a nivel interno y externo así como la construcción de herramientas para fortalecer el sentido de apropiación del voluntario con el programa y la acción que desarrolla en el mismo; vale la pena mencionar que el funcionamiento de estas áreas seda a partir de la acción voluntaria. En medio de experiencias, aprendizajes se inicia un proceso de sistematización de la gestión interna, del Voluntariado Javeriano a través de la creación del Manual de Gestión. De acuerdo con la proyección social del programa se da apertura a la tercera zona de acción del Programa (Ciudad Bolívar), además se inicia la estructuración de líneas de proyecto y descripción de los mismos. Finalmente en alianza con la Clínica jurídica y la facultad de Ciencia Política se generan procesos de formación y orientación alrededor de distintas temáticas dirigidas a los líderes comunales de las diferentes zonas, con el fin de fortalecer su acción en las comunidades Luego de todo este recorrido, el Voluntariado cuenta en la actualidad con tres zonas (UPZ 90, Localidad Rafael Uribe Uribe, localidad Ciudad Bolívar) y cerca de 300 voluntarios que semestre a semestre desarrollan su acción voluntaria partiendo de los principios del programa. Son muchos los retos a los que deben enfrentarse nuestras acciones bien sea por temas de cobertura, calidad o pertinencia, pero cada vez más logramos ser más conscientes y cercanos a los desafíos sociales presentes en las comunidades y de los recursos con que contamos.

10.3.3 Objetivos Objetivo general: El Voluntariado Javeriano busca contribuir al desarrollo del sentido de responsabilidad social y, con ello, a la formación integral de los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana, a través del acompañamiento a experiencias procesuales de trabajo social de carácter voluntario en comunidades con desafíos sociales presentes en Bogotá, con el fin de favorecer su transformación social. Objetivos específicos: 1. Generar procesos de formación integral con la comunidad universitaria Javeriana para constituir acciones sociales voluntarias de calidad y pertinencia. 2. Propiciar espacios de participación y acción social voluntaria para la construcción de ciudadanos críticos y comprometidos con los desafíos sociales. 3. Dinamizar el desarrollo de las comunidades aliadas por medio de acciones voluntarias que posibiliten procesos de autogestión y empoderamiento comunitario

10.3.4 Composición del programa y estructura organizacional En el componente operativo el programa funciona a partir de cuatro equipos principales: el equipo gestor, conformado por la coordinación general, el profesional pastoral y el acompañante espiritual, encargados de la coordinación y seguimiento del programa, así como de la gestión administrativa necesaria para la acción y de la fundamentación teórica de los procesos comunitarios y formativos; el equipo de coordinadores, conformado por estudiantes voluntarios con experiencia de un año en el programa y que están encargados de coordinar cada uno de los proyectos del programa; el equipo de acompañantes comunitarios encargados del seguimiento y acompañamiento más cercano del desarrollo 25 Principalmente con profesores de la Facultad de Ciencias Sociales, artes, odontología, investigadores del Instituto Pensar, gestores deportivos del Centro Javeriano de Formación Deportiva, Oficina de movilidad y profesionales del Centro Pastoral San Francisco Javier.

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y pertinencia de cada uno de los proyectos; finalmente los equipos de voluntarios, encabezados por coordinadores y acompañantes comunitarios, desde los diferentes roles se encuentran en función del desarrollo de una acción voluntaria estructurada, pertinente y de calidad.

espera con la Pedagogía Ignaciana es que las personas amplíen sus capacidades para conocer más adecuadamente el entorno, y sus habilidades, para resolver los retos presentes en él. Por esto, la clave es la formación integral que combina el conocimiento académico con el conocimiento interior de los participantes.

En el componente estratégico se apoya del coordinador de la línea de Saber y Responsabilidad Social Universitaria y del Director del Centro Pastoral quienes hacen la coordinación, planeación y articulación de los programas de la línea y del CPSFJ respectivamente.

En el Voluntariado Javeriano la Pedagogía Ignaciana logra concretarse en la generación de experiencias cuestionadoras para los participantes, en las que se encuentren tanto con la realidad inmediata de su contexto como con la interioridad presente en cada uno y, sobre esto, empiecen a reflexionar cómo podrían actuar en clave de transformación; esto con el fin de hacerse conscientes de la humanidad presente que, con sus fragilidades y potencialidades, es invitada a actuar consciente y comprometidamente por la transformación social.

Los equipos de voluntarios que participan en el programa se preparan y participan en el desarrollo de actividades de acción voluntaria, aprendizaje colectivo, pensamiento crítico, transformación social y de formación no formal. Éstas se adaptan a la persona, el grupo de voluntariado y las necesidades de las comunidades con las que actuamos. La persona voluntaria, debe estar dispuesta a dedicar tres horas semanales al semestre a la acción voluntaria y los procesos de formación que se programan. Las principales actividades de los participantes del programa de voluntariado son: • Reuniones de equipo: Los voluntarios/as de los distintos grupos de acción voluntaria se reúnen una vez a la semana para planificar las actividades, ponerse al día, hacer lluvias de ideas, reflexionar, intercambiar observaciones, expresar dudas etc. • Encuentros de Integración y Sensibilización: Desde la Oficina del Programa de Voluntariado se promueven distintas actividades para facilitar el conocimiento entre sus voluntarios/as desde espacios de formación informal. Estos espacios facilitan nuestra relación de confianza como compañeras/os y como programa. Además desde la Coordinación del Programa se propone la realización de una actividad en la Comunidad Universitaria de la PUJ para concienciar a sus miembros de la importancia de realizar voluntariado. • Formación en Acción Voluntaria: Al principio del semestre se realiza una Formación Básica en Voluntariado Universitario, que será acreditada por el Programa de Voluntariado Javeriano para introducir a los participantes en el concepto de voluntariado, su recorrido histórico, y su marco legal y ético. Adicionalmente, a lo largo del semestre las personas voluntarias realizan formación específica adecuada a la labor que desarrollan, según las necesidades del proyecto al que se incorporan y su rol en el mismo. • Acción Voluntaria: El Programa de Voluntariado Javeriano busca sensibilizar a los miembros de la comunidad universitaria Javeriana acerca de la realidad social en la que viven, y ofrecer la capacitación y los medios para promover el desarrollo de acciones individuales o colectivas dirigidas al apoyo de soluciones de problemas humanos. Para ello se proponen espacios para el encuentro, la formación, la organización y la generación de ideas para llevar a cabo acciones transformadoras personal y colectivamente. • Seguimiento y Evaluación continua: En las reuniones de equipo se realiza evaluación continua del proceso de voluntariado y del grupo de trabajo para detectar las posibles amenazas y debilidades, pero también las fortalezas y oportunidades del Programa. • Evaluación: Al terminar el semestre se construye una memoria por proyecto para volver sobre la experiencia de una forma más reflexiva y crítica; esta memoria se convierte en uno de los insumos principales para hacer propuestas de fortalecimiento de los procesos.

10.3.5 Enfoque metodológico específico El Voluntariado Javeriano, enmarcado en la acción pastoral y de responsabilidad social universitaria, considera la formación como parte fundamental de su acción, tanto para las comunidades aliadas como para los participantes del programa; es por esto que su propuesta formativa se basa en la Pedagogía Ignaciana, una pedagogía que forma la conciencia para la acción. Según Carlos Cabarrús S.J.(2005), la Pedagogía Ignaciana orienta a las personas para que aprendan a asimilar su entorno, de manera que puedan comprender mejor el espacio en que se desenvuelven y, así, actuar; lo que se

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El fin último de nuestros espacios formativos es que los participantes se comprometan con la transformación desde todos sus ámbitos, integrando así sus motivaciones, potencialidades, fragilidades y deseos en torno a acciones reflexionadas, lo que las hace pertinentes y coherentes con los contextos en que se hagan. Se busca que los participantes encuentren el sentido de su acción voluntaria, se constituyan como ciudadanos críticos de su realidad y se apropien de tal manera que su acción no sea un mero ejercicio realizado durante un cierto periodo de tiempo, sino que se convierta en un “estilo de vida”, en una apuesta por transformar desde los diferentes ámbitos en que se encontrarán, tanto en su vida estudiantil, como profesional y familiar. Hasta ahora pareciera que la propuesta se centra únicamente en el individuo. No obstante, el motor de la acción voluntaria que hace el Voluntariado Javeriano es el trabajo colaborativo, el trabajo de reflexión, discernimiento y acción que hacen cada uno de los equipos de acción voluntaria. Por esto, los espacios formativos generados siempre buscan mantener simultáneamente escenarios de trabajo individual y grupal.

10.3.6 Ciclo formativo La formación en el Voluntariado Javeriano está constituida por tres ejes: vida interior, herramientas para el trabajo con comunidades y construcción de ciudadanía. A partir de estos ejes se estructuran dos planes de formación: uno transversal a todos los roles del programa (voluntarios, coordinadores y acompañantes comunitarios); y otro que responde a las necesidades propias de cada rol. Formaciones transversales a los roles Dentro de estas experiencias encontramos la Formación Básica en Voluntariado y las formaciones de herramientas para el trabajo comunitario. La Formación Básica en Voluntariado es una experiencia de dos días realizada dos veces por semestre. En ella, se busca integrar los tres ejes temáticos sobre los que se basa la propuesta formativa. Esta experiencia se construye a partir de una lógica procesual que inicia con el trabajo en la interioridad de los participantes, continúa con el desarrollo de habilidades para el trabajo en equipo y termina con un panorama general de los desafíos sociales presentes a nivel local, nacional y mundial, desafíos que seguramente se encontraran en el quehacer de su acción voluntaria. Estas formaciones son facilitadas por el equipo gestor del Voluntariado, en asocio con profesionales del Centro Pastoral. Las formaciones de herramientas para el trabajo comunitario se construyen en asocio con algunas unidades de la Universidad con el objetivo de ofrecer herramientas para el trabajo puntual que tienen que hacer los participantes en cada una de sus líneas de proyecto. Dependiendo la línea, se estructuran espacios de formación en los que, desde el conocimiento académico, se dan herramientas y se responden preguntas que van surgiendo a partir de la experiencia de acción voluntaria vivida por los participantes. Formaciones específicas por roles Los coordinadores y acompañantes comunitarios del programa requieren formaciones específicas por la misma naturaleza de su rol. A partir de los tres ejes temáticos, los coordinadores y acompañantes comunitarios reciben sesiones de formación para gestionar proyectos (ciclo de proyecto, construcción de objetivos, indicadores, etc.) y equipos (liderazgo ignaciano, comunicación asertiva, manejo del tiempo, etc.). Como elemento transversal a estos espacios se mantiene la espiritualidad ignaciana como base, entendiendo que las personas en estos roles, además de

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hacer su acción voluntaria, son los líderes que acompañan los procesos de los voluntarios y de las comunidades, y para ello es necesario fortalecer su conocimiento interior de manera que cada vez puedan afrontar más y mejor situaciones complejas que impliquen discernimiento y acompañamiento.

y necesidades, generando en conjunto con sus integrantes procesos de formación en temas de gestión de proyectos, entregando productos y retroalimentando a las comunidades sobre los procesos desarrollados con ellas. En últimas para consolidar proyectos sociales pertinentes y de calidad.

Estas formaciones, en su mayoría, se construyen y desarrollan a partir del equipo gestor, aunque también se cuenta con el apoyo de ciertas unidades de la universidad en ello.

10.3.9 Horizonte

Así, un voluntario del programa recibe un espacio de formación básica en voluntariado, dos espacios de formación en herramientas para el trabajo con comunidades y, mínimo, 4 espacios de formación en vida interior y construcción de ciudadanía al semestre. Por su parte, los coordinadores y acompañantes comunitarios del programa reciben tres formaciones conjuntas a lo largo del semestre. En ellas, se busca abarcar los tres ejes de formación así como fomentar el trabajo colaborativo entre roles. Así mismo, en sesiones semanales reciben formación en herramientas para gestionar proyectos y equipos.

10.3.7 Alianzas Alianzas externas: • ICBF • Centro Cultural Jordán • Fundación Jesucristo Trabajador • Red Distrital de Voluntariado Universitario REDVOLUN (15 universidades) • World Visión Alianzas internas: • Centro Javeriano de Formación Deportiva • Movilidad Estudiantil Internacional • Facultad de Psicología • Tiempos para la solidaridad • Clínica Jurídica • Facultad Odontología • Facultad de Educación

10.3.8 Retos y desfíos El Voluntariado Javeriano se plantea diferentes restos. Unos orientados a los procesos internos, estructurales y de gestión, y otros encaminados a fortalecer el trabajo comunitario. El primer reto, orientado a continuar en el fortalecimiento de los procesos estructurales y de gestión del programa de Voluntariado Javeriano, consolidando así los procesos formativos de los voluntarios basándose en paradigmas de calidad y pertinencia; generando conciencia y perspectiva crítica en los estudiantes sobre sus acciones voluntarias y promoviendo la generación de cohesión, sentido de pertenencia y apropiación por el programa. Esto de la mano de procesos de largo aliento que favorezcan la sistematización de experiencias, y que promuevan la visibilización y comunicación del programa en diferentes escenarios, en tal medida el voluntariado se configurara como un referente local y nacional. Este proceso de comunicación se puede apoyar a través de incentivar la producción escrita y audiovisual (exploración e investigación) de los estudiantes acerca de las experiencias recogidas en su acción voluntaria. Así mismo, este reto de fortalecimiento incluye la consolidación de alianzas estratégicas con organizaciones, redes nacionales e internacionales. El segundo reto, está encaminado al fortalecimiento de capacidades de autogestión, participación y apropiación social de conocimiento en comunidades aliadas a partir de la acción social voluntaria para propiciar procesos de apropiación y empoderamiento. Ello a partir del reconocimiento de las comunidades en medio de sus potencialidades

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El Voluntariado Javeriano es reconocido en la Pontificia Universidad Javeriana y en el sector de Voluntariado colombiano porque contribuye a la formación del sentido de responsabilidad social de los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana y a la transformación social en comunidades con desafíos sociales presentes en Bogotá. Ello a través del desarrollo de procesos de formación ciudadana crítica y activa y de proyectos participativos, autogestionados y pertinentes.

11 Proyectos transversales

11.1 Proyecto Integración Academia y Sociedad

11.1.1 Presentación El Centro Pastoral San Francisco Javier (CPSFJ) viene cooperando con comunidades en diferentes territorios del país a través de los programas de la línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria: Voluntariado Javeriano, Misión País Colombia y Programa de Liderazgo Universitario Latinoamericano. En este trabajo conjunto con las poblaciones se ha identificado su creciente demanda social de conocimiento, por supuesto, un conocimiento que pueda ser útil para resolver problemáticas que afectan su calidad de vida. De ahí que el CPSFJ comprende la necesidad de abrir espacios de diálogo e intercambio entre estas comunidades, profesores e investigadores de la Universidad Javeriana. Mecanismos que no se reduzcan a la clásica difusión del conocimiento por parte de los investigadores (modelo de déficit) hacia la sociedad, sino que promuevan modelos más democráticos y participativos para la construcción y apropiación social del conocimiento. Lo anterior surge teniendo presente que desde su proyecto educativo, la Universidad Javeriana ha venido reflexionando sobre su contribución a la apropiación social del conocimiento, más aún cuando su objetivo y carácter es el servicio a los demás. De ahí que la Universidad acoge el llamado a liderar procesos de producción de conocimiento que pueda ser socialmente apropiado, para lo cual deben observar la realidad nacional y local y proponer investigación que motive acciones de transformación social. El conocimiento entonces no puede ser circulado de manera endógena solo entre pares académicos, sino que debe entrar en relación con la sociedad. Así pues, el proyecto aborda dos asuntos centrales. De un lado, procura que la Academia desarrolle procesos interdisciplinarios de investigación con incidencia social en comunidades en situación de vulnerabilidad, y de otro, favorece el intercambio y diálogo de saberes entre la Academia y las comunidades locales. De ahí que el Proyecto Integración Academia y Sociedad se constituye un puente y espacio de encuentro entre los investigadores de diferentes disciplinas de la Universidad y las comunidades locales con las que regularmente coopera el Centro Pastoral San Francisco Javier.

11.1.2 Fundamentación Para alcanzar el objetivo de SyRSU, la línea se plantea como reto la construcción de espacios para la proyección social, donde sea posible la construcción participativa de acciones de calidad, eficaces, eficientes y sostenibles con diferentes comunidades en el territorio nacional, donde el servir y la educación se integren en un diálogo de saberes y conocimientos. En este proceso de construcción conjunta con las comunidades, el CPSFJ logra mapear situaciones que requieren de un trabajo distinto a la acción voluntaria. Se encuentra así, la necesidad de plantear soluciones a problemáticas

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comunitarias, que estén basadas en el conocimiento científico tecnológico en diálogo con el conocimiento local. De ahí que surge el interés de promover la articulación entre los investigadores de la Universidad y los líderes e integrantes de dichas comunidades, con el fin de hacer un apoyo más integral en estos escenarios con grandes retos. Esta intención se articula con la misión e interés de la Universidad de desarrollar procesos de producción de nuevo conocimiento de una manera situada y reflexiva que atiendan los desafíos sociales del país contribuyendo a la construcción participativa de soluciones a dichas problemáticas. Así, la línea de SyRSU plantea el proyecto Integración Academia y Sociedad, como respuesta a una necesidad creciente de la academia, y es ser puente entre ésta y las comunidades con desafíos sociales. “Con el fin de que las ciencias y las técnicas toquen la realidad del país para ayudar a transformarla de manera inteligente y eficaz” (Remolina, 1998). Así, el proyecto de Integración Academia y Sociedad, no emerge solo bajo la necesidad de promover una investigación que responda a las necesidades sociales, sino que nace en el llamado a ser un proceso que favorezca el diálogo e intercambio de conocimientos entre los investigadores y las comunidades. En conclusión, este proyecto aporta a la construcción del proyecto educativo de la Universidad porque: • Contribuye a la investigación de la Universidad, favoreciendo el estudio situado y reflexivo sobre problemáticas sociales. • Permite ampliar la mirada académica de la Universidad y sus procesos de enseñanza-aprendizaje en relación con las comunidades con las que coopera. • Favorece la consolidación de procesos de apropiación social del conocimiento, estimulando desde ahí la extensión universitaria y la responsabilidad social. Es decir, contribuye a las tres misiones de la Universidad: educación, investigación y extensión; acogiendo los principios de justicia, solidaridad y dignidad humana; favoreciendo la formación integral de la Comunidad Educativa de la Pontificia Universidad Javeriana.

11.1.3 Antecedentes El proyecto se empieza a pensar en el 2013 y en el 2014 se da inicio formal a su desarrollo con la contratación de una profesional que se encarga de conceptualizar y construir el mismo. Se configura entonces con el interés de incentivar el trabajo interdisciplinario, contribuir a la apropiación social del conocimiento, comprender de manera profunda las problemáticas y potenciales de las comunidades con las que coopera el CPSFJ, favorecer espacios donde se pueda producir conocimientos pertinentes y relevantes para el desarrollo humano y propiciar espacios de trabajo conjunto e intercambio de conocimiento entre profesores/investigadores y estudiantes voluntarios que cooperan en los programas de la línea de SyRSU. Durante el 2014, se conceptualiza y planea el proyecto que a partir de un proceso reflexivo responde a necesidades de los programas de SyRSU del CPSFJ, a la política de investigación de la PUJ, a los procesos de innovación pedagógica que se proponen desde la VRA y, fundamentalmente, a la Misión de la PUJ; con el interés profundo de hacer un apoyo más integral a las comunidades con las que la línea de SyRSU coopera. En paralelo a este proceso de reflexión/formulación, se implementaron acciones importantes como: la Convocatoria de Investigación con la Vicerrectoría de Investigación que apoyará la realización de tres proyectos en tres zonas donde coopera el CPSFJ durante el 2016; la caracterización de las zonas en función de los problemas de investigación que se pueden trabajar; la socialización del proyecto entre un número importante de investigadores de la Universidad; la identificación de profesores investigadores, grupos y proyectos que podrían articularse a nuestros procesos; el desarrollo de un Foro de participación social orientado a los voluntarios de los programas y orientado por docentes e investigadores de la PUJ expertos en el tema; el desarrollo de la propuesta de realización de un curso virtual sobre “Diseño de proyectos para la gestión territorial” diseñado y operado por la Dirección de Educación Continua y orientado a los líderes comunitarios de las zonas donde cooperamos, acompañado por los acompañantes comunitarios de los programas de la línea; y finalmente, el diseño y planeación de la convocatoria de Innovación Educativa para la inclusión

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social en conjunto con el CAE + E, de la Vicerrectoría Académica, para ser ejecutado en el 2016.

11.1.4 Objetivos Objetivo general: El Proyecto Integración Academia y Sociedad busca favorecer procesos de apropiación social del conocimiento a través del acompañamiento a proyectos de investigación y formación de tipo interdisciplinar que aporten una mirada académica a problemas y potencialidades con los que cuentan las comunidades con las que coopera el CPSFJ. Objetivos específicos: • Identificar en conjunto con las comunidades las problemáticas que acontecen y potencialidades con las que cuentan los sujetos y sus territorios, así como las experiencias de acción e investigación que se han realizado, posibilitando una mirada contextualizada y reflexiva de sus realidades, imaginarios y percepciones. • Construir alianzas desde el CPSFJ con las unidades académicas de la Universidad, en articulación con sus políticas y estrategias de investigación, favoreciendo el trabajo conjunto. • Favorecer el desarrollo de proyectos de investigación, formación y acción social de tipo interdisciplinar entre los académicos de la Universidad en torno a problemas y potencialidades experimentadas por las comunidades que contribuyan a la Apropiación Social del Conocimiento. • Propiciar espacios de formación orientados por académicos de la Universidad, dirigidos a los voluntarios de los programas de la línea de SyRSU con el fin de reflexionar, analizar las complejidades de los problemas y desafíos sociales que enfrentan las comunidades con las que coopera el CPSFJ, para desde ahí hacer un trabajo cooperativo con sentido y pertinencia.

11.1.5 Descripción Como se ha visto a lo largo del documento, el Centro Pastoral San Francisco Javier viene cooperando con comunidades en diferentes territorios del país a través de los programas de la línea Saber y Responsabilidad Social Universitaria: Voluntariado Javeriano, Misión País Colombia y Programa de Liderazgo Universitario Latinoamericano. En este trabajo conjunto con las poblaciones se ha identificado su creciente demanda social de conocimiento, por supuesto, un conocimiento que pueda ser útil para resolver problemáticas que afectan su calidad de vida. De ahí que el Centro Pastoral comprende la necesidad de abrir espacios de diálogo e intercambio entre estas comunidades, profesores e investigadores de la Universidad Javeriana. Mecanismos que no se reduzcan a la clásica difusión del conocimiento por parte de los investigadores hacia la sociedad, sino que promuevan modelos más democráticos y participativos para la construcción y apropiación social del conocimiento. Desde ahí nace en el 2015 el proyecto Integración Academia y Sociedad El proyecto acoge el llamado a liderar procesos de producción de conocimiento que pueda ser socialmente apropiado, para lo cual deben observar la realidad nacional y local y proponer investigación que motive acciones de transformación social. El conocimiento entonces no puede ser circulado de manera endógena solo entre pares académicos, sino que debe entrar en relación con la sociedad. Así pues, el proyecto aborda dos asuntos centrales. De un lado, procura que la Academia desarrolle procesos interdisciplinarios de investigación con incidencia social en comunidades en situación de vulnerabilidad, y de otro, favorece el intercambio y diálogo de saberes entre la Academia y las comunidades locales. De ahí que el Proyecto Integración Academia y Sociedad se constituye un puente y espacio de encuentro entre los investigadores de diferentes disciplinas de la Universidad y las comunidades locales con las que regularmente coopera el Centro Pastoral San Francisco Javier.

11.1.6 Ciclo del proyecto El proyecto responde a sus objetivos y se organiza en torno a las siguientes líneas de trabajo:

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11.2 Red Javeriana de Transformación social 11.2.1 Presentación La Red Javeriana de Transformación Social, es un espacio creado para egresados javerianos que quieren contribuir a la transformación de sus entornos vitales, busca potenciar la transformación en tres niveles: personal, comunitario y sociopolítico. Esta es una iniciativa donde se articulan las Vicerrectorías del Medio Universitario y de Extensión y Relaciones Interinstitucionales, y se opera a través del Centro Pastoral San Francisco Javier y la Dirección de Relaciones con Egresados. Busca contribuir al desarrollo de una sociedad más justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana (Pontificia Universidad Javeriana, 2013), a través de las potencialidades humanas y solidarias de los egresados javerianos. Líneas que se entretejen y se desarrollan de manera paralela durante todo el proyecto.

11.1.7 Alianzas Alianzas internas: • Vicerrectoría de Investigación • Vicerrectoría Académica • CAE +E (Centro para el Aprendizaje, la Enseñanza y la Evaluación) • Dirección de Educación Continua, Vicerrectoría de Extensión • Facultades como: Medicina, Enfermería, Ciencias Sociales, Educación, Estudios Ambientales y Rurales, Comunicación y Lenguaje y, Ciencias • Unidades como: Instituto Pensar, Instituto de envejecimiento y CINEP

11.1.8 Retos y desafíos

Primero, continuar con la difusión del Proyecto IA&S entre la comunidad docente para el apoyo en los procesos de formación de la línea y reflexión del proyecto: Varios profesores se han acercado al Proyecto, ya sea por iniciativa propia, por comunicación directa con ellos o porque han participado de otras experiencias ofrecidas por el CPSFJ o el VMU. El mayor reto desde IAS es poder encontrar los espacios pertinentes y coherentes para su participación, donde puedan aportar desde su experticia y/o dónde vean la oportunidad de construir colectivamente. Segundo, dar coherencia en el trabajo comunitario: Para lograr este reto es importante que el docente interesado tenga una vivencia y oportunidad de leer el contexto de la comunidad directamente y con esa base poder formular una propuesta situada y vista desde su realidad y compartida con los intereses propios de la comunidad para dar respuesta a sus propios desafíos. También debe comprender las dinámicas de los 3 programas con proyección social de la línea SyRSU, sus alcances y limitaciones para alinear las expectativas desde todos los frentes. Tercero, convocatoria interna de Investigación: durante el 2016 se estarán implementando 4 proyectos de investigación en las zonas donde cooepra el CPSFJ, así mismo será la oportunidad de evaluar el proceso y cómo ser cada vez más pertinentes y coherentes en la formulación de las propuestas de investigación. Procurar que las propuestas formuladas sean interdisciplinarias y considerar también investigaciones tipo microropyectos para necesidades muy puntuales y/o de corto plazo. Cuarto, evaluar el desarrollo del primer curso virtual ofrecido a líderes y gestores comunitarios en alianza con Educación continua con el fin de emprender futuros procesos de formación virtual en las zonas donde coopera el CPSFJ.

Esta iniciativa surge de la necesidad de apoyar y potenciar la incidencia que los egresados de la universidad tienen en la transformación de los desafíos sociales y humanos que afectan a los ciudadanos de la sociedad y tiene como fundamento de acción lo que cada egresado es y hace en su cotidianidad, Lo anterior busca aportar a la materialización de los valores e ideales javerianos en los espacios de desempeño profesional de los egresados. Este proyecto se concreta través de espacios de articulación de egresados (procesos de Formación, Reflexión e invitación a la AcciónFRA), y a través de espacios de vinculación de egresados a organizaciones que promueven el desarrollo social.

11.2.2 Fundamentación Según (Kolvenbach, 1993), el objetivo de la educación de la Compañía de Jesús es la promoción del desarrollo intelectual de los estudiantes, pero su finalidad no es solo la acumulación de información o preparación para la profesión, pues, su objetivo último es el crecimiento integral de la persona que conduzca a la acción con los demás. Por lo tanto, se busca formar hombres y mujeres competentes, conscientes y comprometidos con la realidad social. En consonancia, (EDUCSJ), promulga que la educación de la Compañía de Jesús busca “Formar hombres y mujeres para los demás, responsables de sí mismos y del mundo que les rodea y comprometidos en la tarea de su transformación hacia una sociedad fraterna y justa”. Desde esta perspectiva, la (Pontificia Universidad Javeriana, 2013) se propone en su misión la “formación integral de personas que sobresalgan por su alta calidad humana, ética, académica, profesional y por su responsabilidad social; y la creación y el desarrollo de conocimiento y de cultura en una perspectiva crítica e innovadora, para el logro de una sociedad justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana.” Para llevar a cabo dicha labor, la Universidad realiza acciones que contribuyen al proceso de formación integral para la comunidad educativa, compuesta por estudiantes, docentes, administrativos y egresados. La finalidad es generar un compromiso con la realización de los objetivos que se derivan del ser y la naturaleza de la Universidad. Esta última es que los miembros de la comunidad educativa tengan una mayor libertad y responsabilidad social, como seres humanos para los demás, y adquieran una visión ética del mundo que los comprometa con el respeto de los Derechos Humanos, el cumplimiento de sus deberes, la participación política, la realización de la justicia y la protección y el mejoramiento de la calidad de vida. Por tanto, la Universidad busca incidir positivamente en los procesos de transformación social de la comunidad humana, en especial la colombiana. Los egresados tienen una incidencia y proyección social significativa, por lo cual puede generar un alcance creciente de la acción de la Universidad en el entorno nacional e internacional, ya que cuenta con un alto número profesionales en diferentes sectores y áreas geográficas. Según los estatutos de (Pontificia Universidad Javeriana, 2013), los egresados tiene un papel protagónico ya que en ellos “se concreta la labor formadora de la Universidad y el desempeño de ellos en la sociedad es expresión y testimonio del resultado logrado por la Universidad en dicho quehacer” (Numeral 55). Y, “se espera de los Egresados

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en su vida profesional y social, obren en consonancia con los valores que caracterizan la formación que han recibido, y que contribuyan en lo posible, mediante su consejo y por otros medios, al desarrollo de la Universidad, para bien de la sociedad y de las generaciones venideras” (Numeral 58).

de la vinculación y articulación del potencial humano solidario javeriano.

Para que esto pueda ser una realidad, la Universidad promulga que se “debe velar por la existencia de lazos con sus Egresados, para apoyarlos en lo que sea pertinente y contribuir a que su trabajo sea útil a la sociedad, y beneficiarse de sus experiencias.” (Numeral 57).

La Dirección de Relaciones con egresados tiene como misión despertar el orgullo e identidad de ser Egresado Javeriano, promoviendo los valores de la Universidad y su impacto en la sociedad, a través del desarrollo de estrategias de vinculación y canales de comunicación adecuados e innovadores. A partir de la reformulación de los estatutos de la Universidad en el 2010, los Egresados conforman el cuarto estamento junto con los estudiantes, empleados y profesores y participan de los consejos de facultad y del consejo directivo universitario, incidiendo así en la toma de decisiones y la formulación de planes estratégicos de la misma.

Por lo tanto, es importante identificar los aportes sociales que los egresados de la Universidad han desarrollado y visibilizar el potencial de acción y transformación social. Para que la transformación social en sus niveles personal, comunitario y sociopolítico puedan concretarse en los egresados la Red Javeriana de Transformación Social trabaja sobre dos líneas: la primera denominada Vinculación, se debe encargar de ampliar los horizontes profesionales y promover acciones en la cotidianidad que contribuyan a la construcción de espacios más armoniosos y transformadores en sus diferentes niveles. Y la segunda denominada articulación, promueve procesos de formación integral, reflexión crítica y constructiva que movilicen acciones transformadoras, esto contribuye a la conciencia social que los egresados tienen de la sociedad y la forma en la que ellos se relacionan con ésta. Por eso, buscamos trabajar mancomunadamente con diferentes organizaciones, empresas, fundaciones y ONG’s, para articular sus acciones con egresados. Por esto, la Red es entendida como una forma de identificar, organizar y conectar diferentes actores sociales, que comparten una identidad que está encaminada a contribuir en un objetivo común, que para este caso es la Transformación Social.

11.2.3 Antecedentes A continuación se presentan las estrategias, programas y visiones que han sido desarrolladas por el Centro Pastoral San Francisco Javier de la Vicerrectoría del Medio Universitario, y la Dirección de Relaciones con Egresados de la Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Interinstitucionales. • Centro Pastoral San Francisco Javier Para el estudiante que ha participado en procesos de formación social propuestos por el CPSFJ y culmina sus estudios, es común que se haya generado una vinculación e identificación con los valores y objetivos Javerianos orientados a la responsabilidad social y la ciudadanía activa. También, han logrado desarrollar conocimientos, habilidades y competencias necesarias para el desarrollo de proyectos enfocados a la transformación social en diferentes ámbitos. En muchas ocasiones, esta situación marca el proyecto profesional del egresado, razón por la cual desean vincularse a organizaciones privadas, públicas o solidarias donde puedan poner en práctica el aprendizaje acumulado durante su vida universitaria. Cuando esto pasa, los Javerianos en su ejercicio profesional tienen el interés de contribuir a procesos sociales y comunitarios que estén encaminados al desarrollo sostenible, ya sea como empleados, voluntarios, emprendimiento social o con iniciativas independientes. En algunos casos, los egresados encuentran espacios de desempeño, los cuales están acorde con su proyecto de vida y los ideales sociales aprehendidos en la universidad. Sin embargo, existen otras experiencias donde los profesionales javerianos no encuentran esos espacios propicios, por lo cual los ideales y la experiencia acumulada corren el riesgo de pasar a ser parte de un recuerdo de su vida universitaria; esto sucede porque no tienen el conocimiento de organizaciones donde puedan aprovechar su potencial social, cómo ejecutar sus proyectos independientes o, simplemente, no tienen el apoyo y contactos necesarios para llevar a cabo sus iniciativas. También se han identificado intereses de javerianos egresados en destinar parte de su tiempo y conocimiento de manera voluntaria en la realización de a acciones que fortalezcan acciones sociales y contribuir así a la transformación social. Es allí donde se ve la necesidad de crear la Red Javeriana de Transformación Social, la cual busca contribuir al desarrollo de una sociedad más justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana, a través

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• Dirección de Relaciones con Egresados – Programa Regresa

En el año 2010 se creó el programa Regresa, a través del cual la Dirección busca abrir espacios de participación y cooperación entre los egresados y su universidad, ofreciendo servicios, generando redes de contacto dentro y fuera del país, identificando quiénes son, dónde están y qué hacen los egresados. Los Egresados Javerianos se desempeñan actualmente en distintos sectores; entre los cuales inciden directamente en temas como políticas públicas, Educación, Medio Ambiente, Tecnologías de la información, desarrollo sostenible, su participación tiene trascendencia regional, nacional e internacional. Por esta razón la dirección ha conformado capítulos para fortalecer la presencia institucional de la Universidad Javeriana en las regiones y el mundo, generando de esta forma espacios para el desarrollo personal y profesional, a través de conferencias, conversatorios, banquetes de la Javerianidad, bingos, reuniones de networking que buscan crear lazos de hermandad entre los Javerianos y la Sociedad, logrando un aporte para la transformación social. La continua reflexión del compromiso que los javerianos tienen con la sociedad, ha ampliado los frentes de acción de la Dirección de Relaciones con Egresados, que pone en marcha proyectos, que buscan incidir en el desarrollo de una sociedad más justa, equitativa y sostenible. Por esta razón y a través de las acciones realizadas desde el año 2012, la Dirección de Egresados ha visualizado la necesidad de generar alternativas que vinculen a los egresados y organizaciones en procesos que contribuyan a la transformación social. En consecuencia la Dirección ha decidido apostarle a la creación de un espacio que articule la potencialidad de los egresados Javerianos en temas sociales, es allí donde se genera una alianza con el Centro Pastoral San Francisco Javier para el diseño y puesta en marcha de la Red Javeriana de Transformación Social.

11.2.4 Objetivos Objetivo General: La Red Javeriana de Transformación Social busca apoyar y potenciar la contribución de los egresados javerianos en la transformación social, por medio de procesos de formación, reflexión e invitación a la acción transformadora en el entorno personal, comunitario y socio-político. Con lo cual se favorece el impacto de los egresados en la sociedad, concretando así la labor formativa de la universidad. Objetivos específicos: • Generar y consolidar una Red enfocada a contribuir en procesos de transformación social conformada por egresados javerianos que participen a través de las diferentes formas de vinculación. • Dinamizar la Red Javeriana de Transformación Social a partir de la participación y aporte de los egresados a espacios de articulación basados en procesos de formación, reflexión e invitación a la acción. • Visibilizar el impacto social de los javerianos y su aporte a la transformación social del país.

11.2.5 Descripción La Red Javeriana de Transformación Social, es una iniciativa de la Pontificia Universidad Javeriana donde se articulan las Vicerrectorías del Medio Universitario y la Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Interinstitucionales, y se opera a través del Centro Pastoral San Francisco Javier y el Programa Regresa. Busca contribuir al desarrollo de una sociedad más justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana (Pontificia Universidad

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Javeriana, 2013), a través de las potencialidades humanas y solidarias de los egresados javerianos.

de mejoramiento.

Esta iniciativa surge de la necesidad de apoyar y potenciar la incidencia que los egresados de la universidad tienen en la transformación de los desafíos sociales y humanos que afectan a los ciudadanos del país y de la sociedad globalizada. Lo anterior busca aportar a la materialización de los valores e ideales javerianos en los espacios de desempeño profesional de los egresados. Este proyecto se concreta a través de componentes de vinculación de egresados a organizaciones que promueven el desarrollo sostenible basado en derechos y la articulación de la Red por medio experiencias que promuevan espacios de Formación integral, Reflexión crítica e invitación a la Acción consciente y ética.

3. Expansión: - Implementación dos: Se realizará un proceso de ampliación de las actividades de la Red, vinculando un mayor número de organizaciones y egresados para procesos articulados, siguiendo las recomendaciones generadas en la anterior etapa.

11.2.6 Estructura de la Red

- Evaluación: Se evaluará el proceso implementado, analizando las estrategias, fortalezas y oportunidades de mejoramiento respecto a la sistematización del proceso realizado.

La Red está conformada por tres actores fundamentales los cuales ponen al servicio sus conocimientos, experiencias y espacios para los procesos de formación, reflexión y acción con egresados, estos son: a) Organizaciones Aliadas, que comparten valores y acciones acordes con los principios de la red y están interesadas en contribuir desde sus espacios, conocimientos y relaciones adquiridas en su actuar; b) Egresados, los cuales ponen al servicio su tiempo, talento y trabajo, para el desarrollo de acciones propias de la Red, se espera que estos profesionales javerianos tengan un buen desarrollo disciplinar con un alto compromiso social, además están interesados en contribuir con sus conocimientos y experiencias; y c) La Universidad, la cual pone al servicio de la Red y sus miembros los avances docentes e investigativos con el fin de incidir en procesos de formación y reflexión que aporten a mejorar la calidad y la pertinencia de las acciones de los egresados en su cotidianidad. Para articular a los actores se cuenta con un Equipo Gestor, el cual está compuesto por los coordinadores de la Red y un equipo de egresados voluntarios los cuales tienen como función: identificar a los egresados interesados, generar alianzas con diversas organizaciones e indagar respecto a los iniciativas de transformación social con los cuales se pueden presentar alternativas de vinculación y articulación.

11.2.7 Ciclo del proyecto Para el proceso de diseño y puesta en marcha de la Red Javeriana de Transformación Social, se tienen contempladas cuatro etapas:

- Alianzas: Se realizarán convocatorias abiertas con organizaciones del sector privado, público y solidario para generar alianzas, siguiendo un protocolo, condiciones y requisitos que orientan el proceso.

4. Consolidación y evaluación: - Implementación tres: Posterior evaluación de impacto para identificar los efectos y consecuencias (positivas y negativas) que ha tenido la implementación de la estrategia de la RJTS en el entorno y sus participantes, además del análisis de los procesos, productos y resultados de la Red. Paralelamente, se continuará con la implementación de las estrategias de vinculación, sumado a un plan estratégico a 5 años que surja de los aspectos identificados en la evaluación y sistematización de la estrategia.

11.2.8 Alianzas Alianzas internas: Vicerrectoría de Extensión y Relaciones Internacionales. Unidades: Asesoría Psicológica . Obras de la Compañía: Servicio Jesuita para los Refugiados. Organizaciones sociales: Pan de Vida, Fondacio, Aiesec Alumni Iberoamerica, Fundación Al Derecho y Fundación Proyecto Unión .

11.2.9 Retos y desafíos

1. Diseño: - Diseñar: Documento marco de la estrategia, instrumentos, protocolos, evento de lanzamiento, plan de articulación y estrategias de comunicación.

El trabajo de articulación con otras unidades de la universidad ha requerido un esfuerzo adicional a lo presupuestado, con el fin de lograr alianzas comprometidas donde otras unidades pongan recursos humanos para el trabajo con los egresados.

- Conformación de alianzas internas: Vicerrectoría Extensión y Relaciones Interinstitucionales (alianza para procesos de articulación y vinculación de la Red) Facultades, Centros de la Universidad y programas de proyección social de la Universidad Javeriana.

En el corto plazo se implementarán las estrategias de articulación (Formación-Reflexión e invitación a la acción) se buscará presentar a los egresados una propuesta diversa, pertinente y de calidad que despierte el interés de participación tanto presencial como virtual. También se busca generar participación de un número significativo (100) de egresados en procesos de voluntariado como también fortalecer los procesos de comunicación e incidencia en medios con la comunidad universitaria. Por último es importante generar y fortalecer las alianzas de la Red Javeriana de Transformación Social con la Vicerrectoría Académica, Facultades, obras de la Compañía de Jesús y otras organizaciones sociales.

- Alianzas externas: Organizaciones de la Compañía de Jesús y otras organizaciones de desarrollo social nacionales e internacionales. - Planeación: De la etapa de conformación. 2. Conformación: - Implementación piloto uno: Puesta en marcha de las primeras estrategias de vinculación con los egresados de la Universidad que son: ampliación de horizontes institucionales, fortalecimiento de organizaciones del tercer sector y promoción de programas y proyectos de la PUJ. Adicionalmente, se realizarán las primeras actividades de articulación, se evaluarán contenidos, calidad y pertinencia. - Alianzas: Conformación de primeras alianzas con organizaciones cercanas a la Pontificia Universidad Javeriana, se evaluarán protocolos y características del proceso de alianza. - Evaluación: Análisis del proceso ejecutado, sistematización de lecciones aprendidas e identificación de oportunidades

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Referencias

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ANEXOS

y en el resto del país con el ánimo de favorecer relaciones de acompañamiento y transformación mutuos. Todo esto con un profundo respeto de las experiencias espirituales y los procesos personales de cada una y de cada uno.

Anexos Capítulo 1. 2. La Espiritualidad Ignaciana es un proceso de continua comprensión, apropiación y aplicación.

Anexo 1

Espiritualidad Ignaciana: una aplicación en la pastoral universitaria. Moisés Roberto Peña Martínez, S.I. Cardoner: Sentido Javeriano – Panel de Espiritualidad Melgar Sobre Espiritualidad Ignaciana se ha escrito mucho. Miles de jesuitas y no jesuitas presentan en sus documentos aproximaciones e interpretaciones que ofrecen elementos valiosos para comprenderla. Debido a esta diversidad y riqueza es imposible pensar en sentar cátedra sobre lo que es y lo que no es la Espiritualidad Ignaciana. Sólo es posible acercarse humildemente y sumar una voz más a este coro armonioso que favorece su comprensión y sobretodo su vivencia. 1. La Espiritualidad Ignaciana surge y se aplica en vidas concretas de personas comunes y corrientes. Considero imposible hablar sobre Espiritualidad Ignaciana o intentar comprenderla sin hacer una referencia directa a Iñigo López de Loyola, pues es a partir de su experiencia espiritual que se empieza a configurar una escuela espiritual de más de 4 siglos. Ignacio era un hombre común y corriente de su época, que dedicaba su vida a las “vanidades del mundo”1, como él mismo resume sus primeros 26 años de vida. Iñigo no fue un hombre dedicado a la religión o a los asuntos espirituales desde su infancia. Él fue un ser humano como cualquiera de los de su época o como cualquiera de los de nuestra época que se vio a sí mismo como un peregrino hasta el final de su vida2. Es precisamente este el primer elemento que quisiera proponer, la Espiritualidad Ignaciana surge de una experiencia vital concreta, la de Ignacio de Loyola, por lo tanto solo puede tomar verdadera forma en experiencias vitales concretas. No es una teoría, no es una doctrina, no es un conocimiento. Es una experiencia existencial, no solo nocional. En otras palabras, la Espiritualidad Ignaciana no se estudia, se va experimentando. No se enseña, se va contagiando con la propia vida. No se conceptualiza, se practica. No se conoce, se vive. No se teoriza, se concreta en la cotidianidad de la vida. Por lo anterior, la Espiritualidad Ignaciana es adecuada para toda persona que esté viva y tenga una vida. Nuestro campus está lleno de vitalidad. Nuestros estudiantes tienen una vida, nuestros profesores, administrativos y egresados tienen una vida, que como Iñigo, puede estar en mayor o menor medida dedicada a las vanidades del mundo y ese es el terreno adecuado para empezar a experimentar la Espiritualidad Ignaciana. Somos cerca de 30.000 personas que tenemos una vida común y corriente, lo cual nos habilita a comprender la Espiritualidad Ignaciana desde su origen más primigenio. La Espiritualidad Ignaciana es una espiritualidad para todos y por lo tanto respetuosa de la diversidad. Es una espiritualidad profunda para ser vivida en la cotidianidad. El riesgo que evidencia este primer elemento es que se aprenda y se hable mucho de la Espiritualidad Ignaciana, pero que no se viva. Ese es un riesgo que corremos todos y por lo tanto, el énfasis tiene que estar en la vivencia o en la práctica y no en los datos o en la teoría.

La Espiritualidad Ignaciana es un proceso, este es un segundo elemento en el cual quiero hacer énfasis. Ignacio fue aprendiendo, fue comprendiendo, fue relacionándose, fue uniéndose, fue ahondando, fue alcanzando la comunión con Dios, con los demás y con lo demás. La transformación de Ignacio no fue un hecho aislado y puntual, fue un proceso de aprendizaje y apropiación. La Espiritualidad Ignaciana es algo en continuo descubrimiento, no es algo que se conoce y ya. Es algo que se va experimentando, se va viviendo y se va apropiando como consecuencia natural de su utilidad y aplicabilidad en la cotidianidad. En todo proceso hay aciertos, pero también errores. Los procesos no son perfectos, tampoco son para seres perfectos. Los procesos son posibles, gracias a aquellos que aprenden de sus errores y de sus aciertos. La Espiritualidad Ignaciana es también un proceso, así que no es para expertos, es para eternos aprendices, como lo fue el peregrino. La Javeriana está inmersa en su propio proceso, como institución aprende de sus errores y de sus aciertos y se sabe en continuo mejoramiento. Los javerianos, todos los de la comunidad educativa, también han de saberse en un proceso y por lo mismo han de mantener una actitud de continuo aprendizaje, tanto en sus disciplinas particulares, como en su propia vida. Es por esto que la Espiritualidad Ignaciana con su connatural procesualidad, es una propuesta pertinente y compatible con el mundo de la Universidad, con el mundo de la continua búsqueda del saber y de la verdad. El riesgo que guarda este segundo elemento es pensar que el conocimiento y apropiación de la espiritualidad ignaciana son asuntos puntuales. Pensar que ya se sabe de espiritualidad ignaciana y ya se tiene apropiada es un claro síntoma de que el proceso está detenido. De la Espiritualidad Ignaciana no se sabe, se está aprendiendo. No se tiene apropiada, hay un esfuerzo permanente de vivirla en el día a día. En el Centro Pastoral hemos querido hacer un decidido énfasis en el carácter procesual de nuestra acción pastoral. Nuestra pastoral no es, ni busca ser, una pastoral de actividades, sino una pastoral de procesos. Nuestro interés no es inundar a la Universidad con ofertas de actividades. Nuestro interés es ofrecer a la comunidad educativa experiencias que les permitan recorrer procesos espirituales, formativos y transformativos de sí mismos y de su entorno.

3. En la Espiritualidad Ignaciana el amor es principio, camino y fin del ser humano. San Ignacio va recogiendo su experiencia y proceso espiritual a lo largo de veinte años y los va plasmando en lo que hoy conocemos como Ejercicios Espirituales Ignacianos3, los cuales se constituyen en otra cita obligada al hablar de Espiritualidad Ignaciana. En esta oportunidad, sólo quiero hacer mención a tres elementos claves para continuar con este encuentro que vamos teniendo con la Espiritualidad Ignaciana en el mundo de la Universidad, desde una perspectiva y aplicación Pastoral. 27

Estos tres elementos, que se pueden sintetizar en uno solo, vienen del para qué de los Ejercicios, que san Ignacio expresa como: vencer a sí mismo; ordenar la vida y determinarse por afectos ordenados4.

ignaciano en la Universidad y en sus vidas. Hemos ofrecido espacios para favorecer el encuentro con Dios a la manera

El para qué de los Ejercicios ayuda a comprender un poco más lo que es y lo que busca la Espiritualidad Ignaciana. Todo ser humano sabe que en su vida hay aspectos que es necesario trabajar. Actitudes, hábitos, costumbres, comportamientos, decisiones que no le están haciendo bien a su vida, ni a la vida de las personas y demás seres alrededor suyo. Son aspectos que se hace necesario cambiar o eliminar. A estos aspectos hace referencia el vencer a sí mismo. De otro lado, ordenar la vida se refiere a organizar todo aquello que constituye nuestra existencia en función

1 Autobiografía de Ignacio de Loyola [1]. 2 Cfr. Autobiografía de Ignacio de Loyola [98].

3 Cfr. Autobiografía de Ignacio de Loyola [99]. 4 Cfr. Ejercicios Espirituales [21]. 5 Cfr. Ejercicios Espirituales [1] y [23].

En el Centro Pastoral san Francisco Javier hemos hecho un esfuerzo especial estos últimos dos años para ofrecer a la Comunidad Educativa Javeriana experiencias formativas que evidencien la presencia de lo26 como Ignacio se encontró con Él. Y hemos propiciado procesos de encuentro con comunidades vulnerables en Bogotá

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del fin para el cual hemos sido criados, como lo expresa Ignacio5. En otras palabras, ordenar la vida es disponer todo lo que somos de tal manera que favorezca el cumplimiento de aquello que es nuestra razón de ser en el mundo o la misión que tenemos en el universo o la incidencia de nuestra existencia en la realidad. Determinarse por afectos ordenados es el para qué más incluyente, pues los Ejercicios Espirituales pretenden favorecer una vida más plena, libre, apasionada y de acuerdo con nuestra esencia como seres humanos. Somos seres de afecto por excelencia. El amor es parte fundamental de nuestra existencia, es el origen, motor y fin de nuestra vida. Por esto, determinarse por afectos ordenados es enfocar todo nuestro ser para amar y ser amado, para que el amor tenga un papel protagónico en nuestra vida, para que el amor no sea sólo un sentimiento, sino para que sea un elemento constituyente y determinante en cada instante de nuestra vida.

En la vida universitaria, el amor es también parte fundamental. Determinarse por éste es la mejor decisión que se puede tomar. Esto, en otras palabras, es vivir de acuerdo con lo que somos, es realizar nuestra existencia. En la Javeriana en general y en lo que cada uno hacemos dentro de la Universidad hay muchas actitudes, hábitos, costumbres, comportamientos y decisiones por modificar, muchos aspectos de la cotidianidad por ordenar y mucho afecto por dejar fluir. La educación es una relación. Se dice que en la Javeriana lo más importante es la relación profesor-estudiante6 y como toda relación, está mediada por el afecto. También el afecto es el que nos permite apasionarnos por las disciplinas que nos atraen y es el que nos mantiene en continua búsqueda y descubrimiento de la verdad. Determinarse por afectos ordenados es colocar toda nuestra existencia en función del amor vivido concretamente en la cotidianidad de la vida. Esto facilita el encuentro y mantenimiento del sentido, la vivencia plena de nuestra esencia y la realización permanente de nuestra misión.

El riesgo de estos tres elementos es entenderlos desde una óptica moralista del deber ser y terminar resolviéndolo con la observancia y aplicación de una serie de códigos de buena conducta. De otro lado, el riesgo se manifiesta también al entender lo dicho sobre el afecto desde una visión romántica y reducir el poder dinamizador del afecto a una sensiblería ligera. En la Espiritualidad Ignaciana el amor, afecto o pasión es origen, camino y fin de la vida del ser humano. Es el elemento fundamental e integrador de todo lo demás.

En el Centro Pastoral somos conscientes del papel protagónico del amor como determinante existencial del ser humano, por lo cual procuramos diseñar los espacios, experiencias y procesos buscando que quienes participen en ellos se sientan tenidos en cuenta, cuidados, queridos, amados. Pero no solamente buscamos que se sientan así durante estas experiencias, sino que buscamos motivar a la vivencia de esto en la cotidianidad de la vida en la Javeriana y en la cotidianidad de la vida en todos sus otros aspectos constitutivos. El equipo del Centro busca estar determinado por afectos ordenados e invitar a la comunidad educativa a que se determine por afectos ordenados en todo lo que hace. 28

4. La Espiritualidad Ignaciana se concreta y potencializa en la relación con otros seres. Un cuarto elemento a resaltar es el carácter colectivo, de equipo o comunitario de la Espiritualidad Ignaciana. La Espiritualidad Ignaciana no se vive en el aislamiento o solamente en la intimidad. La Espiritualidad Ignaciana se vive con otros, en la relación con los demás, en la relación con lo demás. Por lo anterior, se hace necesario una referencia a los primeros compañeros de Ignacio, al menos a uno de ellos san Francisco Javier, patrono de nuestra universidad. San Francisco Javier, joven muy talentoso y también dedicado a las vanidades del mundo, en las conversaciones con Ignacio, va descubriendo que hay algo más grande por ganar, que el mundo entero. Descubre que lo que hay que ganar es su propia vida y la vida de los demás. Luego de hacer los Ejercicios Espirituales decide colocar todos sus talentos al servicio de los demás, se determina por afectos ordenados y descubre que la mejor manera para servir a los demás es acompañado de otros que quieran hacer lo mismo. Es por esto que decide hacer parte de ese pequeño grupo 6 Cfr. Estatutos Pontificia Universidad Javeriana Nos. 31 y 32. 7 Cfr. Carta a escolares Jesuitas de Goa, 27 de noviembre de 1547.

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de compañeros de Jesús que han decidido dedicar su vida al servicio de los más necesitados. Francisco Javier se da cuenta que por más talentoso que sea, sólo no logrará mucho. Necesita unirse y acompañarse de otros para realmente hacer algo significativo por los demás. Él descubre en ese acompañar y dejarse acompañar, la fortaleza que requiere para servir a los otros, pero también descubre que ese acompañamiento no es un acompañamiento funcional, sino que se trata de un acompañamiento amoroso. En una de sus cartas dice que para él, la Compañía de Jesús quiere decir compañía de amor y de concordia de los ánimos7. No se trata de cualquier compañía, colectividad, equipo o comunidad, se trata de un grupo de seres humanos consientes de la necesidad de relacionarse amorosamente entre sí, para poder relacionarse amorosamente con los demás y con lo demás. En la Javeriana estamos llenos de jóvenes muy talentosos, apasionados y deseosos de mejorar sus vidas y la vida de los demás. Estamos llenos de personas con diversos niveles de talento, pasión y deseo de servir a otros. Estamos llenos de personas que si las sabemos acompañar desde nuestros roles en la Universidad y nos acompañamos por ellas, seguramente podremos ir consolidando una comunidad educativa que ayude a sus miembros a ganar su vida y ganar la vida de los demás, que ayude a cada uno y cada una a colocar sus talentos y pasión, en relaciones amorosas de servicio a los otros. La Comunidad Educativa Javeriana es un espacio propicio para vivir esta realidad de ser una comunidad de amor que nos potencialice y dinamice a todos para hacer nuestro aporte a la transformación personal y social que necesitamos en nuestro país y en el mundo en el que vivimos. El riesgo de este cuarto elemento es doble. Por un lado, darle tal énfasis a lo comunitario que se diluya la experiencia y relación personal e íntima con el Señor, la cual es fundamental para poder establecer unas relaciones con los otros y con lo otro como las descritas. Una estrecha relación personal con Dios-Amor favorece y alimenta una relación amorosa con los demás y con lo demás. De otro lado, existe el riesgo que alguien deje de hacer su mejor aporte a los demás desde sus talentos y termine viviendo mayoritariamente de los talentos de los otros. El hacerse todo a todos es fundamental en la visión ignaciana de las relaciones, es por esto que se busca formar “hombres y mujeres para los demás”8, no para ellos mismos. 29

En el Centro Pastoral nos esforzamos por comprendernos como compañeros, por ser de los que acompañan, no de los que imponen e imparten una doctrina. No de los jerarcas que imponen sus criterios y aprendizajes, sino de los compañeros de búsquedas y descubrimientos. No unos seres especiales y privilegiados que conocen mucho de espiritualidad, formación integral y responsabilidad social universitaria, sino unos seres humanos normales en continuo aprendizaje. Procuramos que nuestras experiencias formativas, espirituales y de acción social sean espacio para el acompañamiento, para saberse con otros en favor de un objetivo común. Buscamos que sean espacios para descubrir y confirmar los propios talentos, pero también para descubrir y tomar conciencia de que si los unimos a los talentos de los demás, será mucho más lo que podamos hacer. La ignacianidad en el Centro también la queremos reflejar en el profundo respeto por el proceso del otro a la hora de acompañar, en la profunda humildad personal a la hora de dejarnos acompañar y en el amor concreto que ha de estar presente en estas relaciones. Parafraseando a Javier, queremos que el Centro Pastoral sea un centro de amor.

5. La Espiritualidad Ignaciana es de una sola ley aplicable en todo, según las circunstancias de personas, lugares y tiempos.

Un quinto elemento que favorece la comprensión de la Espiritualidad Ignaciana surge de otro documento, también escrito, vivido y orado por Ignacio, con el cual buscaba darle forma a las relaciones entre sus compañeros, me refiero a las Constituciones de la Compañía de Jesús. La compañía de amor requería también unas mediaciones concretas para poder realizarse. Estas mediaciones son las que Ignacio recoge en gran medida en las diez partes de dichas constituciones en las cuales aborda temas como: la admisión, despido, conservación, formación e incorporación de los escolares jesuitas; las responsabilidades de los jesuitas con sí mismos y con los demás; la unión de ánimos y el gobierno en la Compañía de Jesús; y la conservación y aumento del cuerpo apostólico. Pero el elemento que quiero 8 Congregación General 34, decreto 18, número 4.

9 Constituciones de la Compañía de Jesús [134]. 10 Cfr. Fórmula del Instituto de la Compañía de Jesús 1540, parte III

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resaltar aquí es el que para Ignacio es el más importante de todos los consignados en las constituciones. En palabras del mismo Ignacio “la interior ley de la caridad y amor”9, en la que se fundamenta la Espiritualidad Ignaciana.

Para Ignacio no hay regulación, norma, regla, código, constitución más importante que la interior ley de la caridad y amor que todo ser humano tiene y ha de seguir. La Espiritualidad Ignaciana no es de fórmulas mágicas o de códigos a aplicar, sino que es de una sola ley la cual ha de aplicarse en todo momento y circunstancia. Aplicar esta ley constante y cotidianamente lleva a un modo de proceder particular, el cual se manifiesta y concreta de acuerdo con tiempos, lugares y personas10.

Con esta afirmación Ignacio no declara inútiles las regulaciones, normas y demás que conforman las constituciones, sino que advierte sobre el origen de las mismas para facilitar su interpretación y aplicación. En el origen de todo está la caridad, es decir, el amor a los demás y a todo lo demás. Teniendo esa ley en nuestro interior, lo que hay por hacer es comprenderla y discernir cuál forma concreta ha de tomar en cada situación vivida. Este discernimiento es el que asegura la aplicación adecuada de la ley interior de la caridad en situaciones diversas y adversas.

En la Javeriana también tenemos una serie de documentos que orientan nuestro actuar y nuestras relaciones. Está la visión, la misión, el proyecto educativo, los estatutos, el reglamento para personaladministrativo, el código de buen gobierno, el reglamento para profesores, el reglamento para estudiantes, el reglamento interno de trabajo, los documentos propios de la acreditación, etc. Son tantos que es imposible tenerlos todos completamente presentes en el momento de tomar una decisión. Pero lo que si podemos tener presente es esa interior ley de la caridad y amor que bien entendida y aplicada, nunca irá en contra de lo estipulado en todos esos documentos mencionados. La interior ley de la caridad y amor no va en contra de lo que ha sido una sana y honesta construcción colectiva de regulaciones de las relaciones entre seres humanos. La interior ley de la caridad y amor es la que debe estar al origen y fundamentar dichas regulaciones, así como su aplicación.

El riesgo de este elemento es que bajo una inadecuada interpretación de la interior ley de la caridad y amor se caiga en relativismos, favoritismos, condescendencias, injusticias, laxitudes, indecisiones, permisividades, impunidades, paternalismos, maternalismos o cualquier otra forma de expresión de una equivocada interpretación de lo que es caridad o amor. Una adecuada comprensión y aplicación de la interior ley de la caridad y amor evita todo lo anterior.

En el Centro buscamos organizar, estructurar y realizar una pastoral inspirada en la Misión de la Universidad, en sus estatutos, en su proyecto educativo, etc. No somos un satélite de la Universidad, somos una instancia en la que también se realiza todo lo que la Universidad ha definido que quiere hacer. Pero nos esforzamos en hacerlo de tal manera, que el amor que ha inspirado todo esto, que la interior ley de la caridad y amor, se haga manifiesta y evidente. Pues, es allí donde y como realmente podemos lograr la unión de ánimos. Es allí donde y como podemos establecer horizontes compartidos que nos ayudan a ser mejores seres humanos integrales y que nos permiten, a los miembros de la comunidad educativa, colaborar en el logro de una sociedad más justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana11. La interior ley de la caridad y amor será la que nos permita también consolidar nuestra identidad javeriana y la que nos permita favorecer la formación integral de la comunidad educativa. El amor es lo que nos ha de dar identidad, lo que ha de dinamizar la formación y la integración de todos nosotros. El amor es lo que nos integra, es lo que nos forma y transforma.

Universidad Javeriana, la interior ley de la caridad y amor se suma al mandato cristiano del amor y la Espiritualidad Ignaciana se suma a la experiencia espiritual de Jesús. Ni el Centro Pastoral, ni la ley interior de la caridad, ni la Espiritualidad Ignaciana tienen su fin en sí mismos, son parte de algo mayor.

6. A modo de provocación …

En síntesis, la Espiritualidad Ignaciana es una experiencia y proceso existencial personalizado que respeta la diversidad y dinamiza procesos personales y comunitarios de transformación orientados a una vivencia más honda, plena, feliz y amorosa de la cotidianidad. Es por esto que la Pastoral de la Javeriana no puede ser distinta a lo que acabamos de decir. Nuestra pastoral ha de ser diversa, ofrecer espacios abiertos y flexibles. Ha de dinamizar procesos, ser situada en la vida de la Universidad, del país y del mundo. Ha de ser honda, profunda, con identidad universitaria. Ha de favorecer el desarrollo integral del ser humano y dar respuesta a las necesidades de la sociedad en la que está inmersa.

Como lo expresado hasta ahora puede sonar un poco idealista, soñador y tal vez poco aplicable, quisiera compartir con ustedes que este enfoque de gestión en el Centro Pastoral San Francisco Javier ha favorecido en los últimos dos años el aumento significativo del número de interesados y de participantes en nuestros programas, así como el cubrimiento de nuestros programas en las diferentes unidades de la Universidad. Ha favorecido también el aumento de la demanda de nuestras experiencias de formación, así como la creación de nuevas experiencias formativas que han dado respuesta a necesidades concretas de las diferentes unidades. Ha favorecido el aumento del número de miembros de la comunidad que apoyan y quieren apoyar al Centro en sus diferentes programas e iniciativas. Ha incentivado el aumento del número de proyectos desarrollados en sinergia con otras unidades. Ha propiciado que nuestros programas lleguen a más comunidades vulnerables, así como la creación, desarrollo y acompañamiento de proyectos comunitarios auto-gestionados, sostenibles y/o sustentables en esas comunidades. Lo anterior también ha favorecido la profesionalización y aumento del equipo del Centro. Hasta ha favorecido que el Centro disponga hoy de una segunda sede en el campus, un edificio adecuado para la atención pastoral de los miles de participantes de nuestros programas.

Luego de mencionar estos datos, se pueden comprender un poco más dos elementos de los que no quise hablar hasta ahora por ser muy conocidos y comentados: Ser “contemplativos en la acción” y “en todo amar y servir”. Lo ignaciano es encontrar la manera de llevar la contemplación y el amor a formas concretas de acción y servicio en favor de los demás.

Muchas gracias!

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Finalmente, quisiera hacer notar que así como el Centro Pastoral San Francisco Javier se suma a la Misión de la Pontificia 11 Cfr. Misión de la Pontificia Universidad Javeriana.

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Anexos Capítulo 2.

y claves para cada una de estas tres instancias, son también comunes a ellas. Adicionalmente, estos tres elementos fundamentan en buena medida la propuesta actual del Centro Pastoral San Francisco Javier. Hablo del Horizonte Social, el Interés por la Formación y la Necesidad de Comunión.

Anexo 1

Una Pastoral Javeriana que busca integrar lo esencial de su inspiración Cristiana, de su identidad Ignaciana y de su misión Universitaria. Moisés Roberto Peña Martínez, S.I. Cardoner: Sentido Javeriano – Panel de Espiritualidad 8 de febrero de 2016, Melgar Buenas tardes. Una vez más quiero agradecer la invitación que, por cuarta vez, me hacen para participar en este panel de espiritualidad ignaciana y universidad. En esta oportunidad decidí ofrecer un nuevo enfoque, que se complementa y está a la base de lo presentado en los paneles anteriores. Es por esto que quiero iniciar invitándoles a leer el documento que recoge lo presentado en las anteriores oportunidades y que seguramente Esteban, en su conocida eficiencia, ya habrá subido a la plataforma. En dicho texto presento fundamentalmente cinco aspectos de la espiritualidad ignaciana que la hacen vigente hoy en el contexto de nuestra universidad. Estos aspectos son:

1. La Espiritualidad Ignaciana surge y se aplica en vidas concretas de personas comunes y corrientes. La Espiritualidad Ignaciana surge de una experiencia vital concreta, la de Ignacio de Loyola, por lo tanto solo puede tomar verdadera forma en experiencias vitales concretas, de personas comunes y corrientes como ustedes o como yo. 2. La Espiritualidad Ignaciana es un proceso de continua comprensión, apropiación y aplicación. La Espiritualidad Ignaciana es un proceso con sentido que dura toda la vida, no una experiencia puntual, ni una serie de actividades aisladas y desconectadas entre sí. 3. En la Espiritualidad Ignaciana el amor es principio, camino y fin del ser humano. En la Espiritualidad Ignaciana, el afecto es transversal a la experiencia de relación con Dios y con los demás. San Ignacio lo expresa desde el principio de los Ejercicios Espirituales en sus anotaciones, en el momento en el cual explica el para qué de los Ejercicios Espirituales: vencer a sí mismo, ordenar la vida y determinarse por afectos ordenados, lo retoma a lo largo de todo el proceso y lo exalta al final en la Contemplación para Alcanzar Amor1. 4. La Espiritualidad Ignaciana se concreta y potencializa en la relación con otros seres. El carácter colectivo, de equipo o comunitario de la Espiritualidad Ignaciana es innegable. Es una espiritualidad que no encierra a quien la vive en sí mismo, sino que lo abre a la relación con Dios, con los otros y con lo otro. 5. La Espiritualidad Ignaciana es de una sola ley aplicable en todo, según las circunstancias de personas, lugares y tiempos. Se trata de la interior ley de la caridad y amor2, en la que se fundamenta la Espiritualidad Ignaciana y es más importante que toda constitución y normas, de acuerdo con lo dicho por el mismo San Ignacio. 31

Hoy, en lo que permiten estos veinte minutos, quiero proponerles recorrer de manera paralela tres elementos claves y esenciales de la Universidad, de la Espiritualidad Ignaciana y del Cristianismo, los cuales aparte de ser esenciales 1 Cfr. Ejercicios Espirituales [1, 21 y 230]. 2 Constituciones de la Compañía de Jesús [134].

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Para fluir más fácilmente en este recorrido les invito a adoptar su mirada más holística y a ejercer su comprensión más sistémica. Sin más preámbulos entremos al primer elemento. 1. El Horizonte Social Es bastante conocido y reconocido el énfasis social de la espiritualidad ignaciana. A diferencia de otras espiritualidades que buscan principalmente una experiencia interior profunda, la ignaciana va más allá y encuentra su mayor arraigo y realización en la transformación de las relaciones con Dios, con los demás y con lo demás. Es una espiritualidad que exige profundizar en el mundo interior, pero luego de eso, impulsa al encuentro con todos y con todo lo demás. La experiencia de los Ejercicios Espirituales, núcleo de la Espiritualidad Ignaciana, comúnmente lleva a quien la vive auténticamente, a salir de sí y colocarse al servicio de los demás. No como un sacrificio o como un acto de servilismo o esclavismo, sino como la mejor manera de expresar el amor que se siente por los otros. Dicho amor encuentra su origen y fuente inagotable en Dios, en Dios Amor. Advierte san Ignacio en la Contemplación para Alcanzar Amor, que el amor ha de ponerse más en las obras que en las palabras3. El amor no se reduce a su expresión romántica, sino que incluyéndola, exige de la persona darse decidida e ilimitadamente en favor del mayor bien universal4. Este bien más universal es el que trasciende el amor propio y los intereses particulares con el ánimo de ocuparse de incrementar el nivel de bien en el universo. En otras palabras, busca asegurar el mayor bienestar posible de todas las personas y de todos los demás seres. Lo ignaciano es necesariamente apostólico, solidario, social. El énfasis social de lo ignaciano no es hoy una novedad, a pesar de haber sido uno de los factores diferenciadores que tuvo con respecto a las órdenes religiosas fundadas hasta el momento de su aparición en el siglo XVI. Si bien su dimensión social era un factor diferenciador en aquella época, tampoco entonces era una novedad, pero sí era un énfasis un poco olvidado de la esencia Cristiana. Jesús buscaba el bienestar de los otros, de todos. Él indagaba qué necesitaban y se los ofrecía, qué quieres que haga por ti? – Qué quieren que haga por ustedes?5 Jesús no le imponía un modelo de bienestar a los que se le acercaban. Él cuidaba y respetaba lo que los demás tenían en mente y les ayudaba a alcanzarlo, tu fe te ha curado - tu fe te ha salvado6. Jesús cuando interactuaba con alguien, lo dejaba mejor de lo que lo encontraba. Él no pasaba buscando sus propios intereses o queriendo alcanzar prestigio, él pasaba dejando todo mejor de lo que estaba. Jesús pasaba haciendo el bien7. 32

Él sabía que solo no podía cambiar el mundo, por eso invita a sus discípulos a hacer lo mismo que él hace. Los envía diciéndoles que vayan y curen, que expulsen demonios, que perdonen, que lleven la paz8. Los envía para que pasen haciendo el bien, dejando todo mejor a su paso, aumentando el bienestar universal, acogiendo y anunciando la salvación. Lo cristiano encuentra su mayor expresión en el mandato del amor9, es decir, en el hacer el mayor bien posible a todos los seres. Lo cristiano se concreta necesariamente en lo social. Alguien puede estar pensando: muy bien por la relación de lo social con lo ignaciano y lo cristiano, pero qué tiene que ver lo social con lo universitario? Pues la conexión está desde su propio origen, pasando por su realización, por su desarrollo y permaneciendo en sus efectos, impacto y/o incidencia. La universidad nace de la necesidad de la sociedad y como un servicio a ésta. 3 Cfr. Ejercicios Espirituales [230]. 4 El mayor bien universal es un término que san Ignacio coloca en diferentes momentos de las Constituciones de la Compañía de Jesús como un criterio de discernimiento para escoger entre dos o más alternativas buenas. 5 Cfr. Mc. 10, 36; Mc. 10, 51. 6 Cfr. Mc. 5, 34; Mc. 10, 52; Lc. 7, 50. 7 Cfr. Hc. 10, 38. 8 Cfr. Mc. 6, 7-13; Mt. 10, 7-14; Jn. 20, 21-23. 9 Cfr. Jn. 15, 17; Mt 5, 43-48; Mt. 22, 36-40; Lc. 10, 25-37; Mt. 25, 31-40.

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Es lo social lo que hace surgir la universidad. Abelardo ya lo anotaba, la universidad surge para formar a las personas que necesita la sociedad o como lo expresa Borrero “Las universidades siempre prestaron a la sociedad el ministerio de las profesiones para responder a las urgencias de justicia, de fe y religión, de salud, y de educación”10.33

acompañamiento, facilitación y tutoría entre otros. Lo que parecería conjugar estos diferentes énfasis que cada nombre quiere mostrar, así como conjugar también las dos perspectivas señaladas -la del que forma y la del que se forma-, es la sabiduría.

Pero algunos opinan diferente, ellos consideran que la universidad nace por el interés de asociación de aquellos que quieren aprender y de aquellos que quieren enseñar11. Otros consideran que la universidad nace por la pura apetencia de saber12. Esta discusión siempre ha estado ahí, se la han planteado estudiantes, profesores y directivos de las universidades a lo largo de la historia de su existencia. Sin embargo, sería ingenuo pensar que la Universidad surge por una única razón. Las universidades surgen porque confluyen una serie de factores que se vuelven origen de cada una de ellas, pero un factor siempre presente es, sin duda, lo social.

La sabiduría también ayuda a resolver la tensión que siempre se ha presentado entre los conocimientos especializados y separados con lo que Borrero llama “la unidad del saber”16. Lo primero ha llevado a una profundización y especialización del conocimiento muy necesaria e importante, pero que pronto encuentra sus límites y surge la necesidad de interactuar con otras especialidades dando origen a la reflexión sobre la interdisciplinariedad, la transdisciplinariedad, la multidisciplinariedad y la intradisciplinariedad. Lo segundo, es decir una concepción más integral de la formación, favorece en mayor medida la búsqueda de la sabiduría. Naturalmente, la búsqueda de la sabiduría no deja de lado el conocimiento especializado, sino que lo valora y le da su lugar, pero reconoce también que éste por sí mismo no es suficiente y que se requiere una mirada más integral, como lo insinuaban hace siglos los griegos con su concepción de Sophia.

Lo social no sólo es un factor que origina la Universidad, también está presente en su realización y desarrollo. La Universidad se desarrolla y consolida por una serie de procesos que se van conformando en su interior y que son de diversas naturalezas, pero todos ellos a su vez tienen una dimensión social. Ya en la Grecia antigua, la educación era considerada como un acto político, tal como lo plantea Aristóteles en La Política, afirmando que la educación tiene como objetivo preparar a las personas para ser ciudadanos de la Polis, prepararlos para la política. Señala que la educación que ofrece la familia no es suficiente, por eso surge La Escuela para asumir la responsabilidad social de formar más allá de la educación familiar. En las diversas culturas y en las distintas épocas de la humanidad, la formación y la búsqueda de la sabiduría también han tenido una motivación social. Todas ellas buscan preparar, gobernar y/o transformar la sociedad. Para la universidad “la educación no es un fin en sí misma, pues sus proyecciones son eminentemente sociales”13. Si aceptamos que la Universidad está inmersa en este horizonte social, entonces en ese mismo horizonte ha de evaluarse el cumplimiento de su razón de ser, de su misión, de su objetivo y/o motivo de fundación. El estado actual de una sociedad es un reflejo claro de lo que las universidades presentes allí están logrando formar y/o transformar. Si una universidad en particular está interesada en medir su impacto en la sociedad, ha de encontrar la manera de incluir en la formulación de los indicadores algo que permita identificar lo que sus egresados están aportando con su ejercicio profesional a la transformación de su entorno. Esto le dará elementos para evaluar su calidad y pertinencia. En particular en la Javeriana, su Visión, Megas, Misión, Proyecto Educativo y demás documentos institucionales manifiestan su interés y compromiso por la transformación de la sociedad. Lo universitario está necesariamente inmerso en el horizonte de lo social. Espiritualidad Ignaciana, Cristianismo y Universidad se realizan en el horizonte social. En respuesta a este triple interés, en el Centro Pastoral consolidamos la Línea de Saber y Responsabilidad Social Universitaria que está actualmente conformada por 3 programas14 y 2 proyectos15: Desde esta línea ofrecemos espacios y experiencias para la formación y la realización del compromiso social de los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana y su proyección en la sociedad. Favorecemos procesos de cooperación, a partir de la participación activa de comunidades con desafíos sociales, y contribuimos a la apropiación social del conocimiento. Nos unimos en el trabajo voluntario que nace de la responsabilidad social universitaria para pensar, asumir, construir, acompañar y liderar procesos que propicien el logro de una sociedad más justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana. Luego de este corto recorrido por el Horizonte Social, pasemos al segundo elemento.

1

En las instituciones educativas de la Compañía de Jesús se habla frecuentemente de la formación integral, que busca formar al ser humano considerándolo como un sujeto integral e integrado que está en formación. Por lo anterior, la propuesta formativa también ha de concebirse de manera integral e integrada. Una formación integral concebida así, favorece un desarrollo integral equilibrado de las personas y ofrece mayores posibilidades de cultivar la sabiduría en ellas. En la Javeriana este interés formativo se manifiesta desde el dintel de su primera puerta “La Sabiduría se ha construido una casa”. Si no hay formación, no se constituye la universidad. Si nos remitimos al origen de la espiritualidad ignaciana, los Ejercicios Espirituales, encontramos en ellos una infinidad de elementos formativos que buscan que el ejercitante pueda vivir de una manera más acorde con aquello para lo cual fue criado17. Buscan además, ofrecer elementos para hacer del discernimiento un estilo de vida que lleve a afrontar la cotidianidad de una manera más sabia. Los Ejercicios son en sí un proceso formativo hacia la sabiduría. Para Ignacio es necesario dejarse enseñar por Dios, como lo hace un maestro de escuela. Así como igualmente importante es para él formarse en las universidades. Sin duda, el interés formativo es esencial y sustancial en la Espiritualidad Ignaciana. Por lo anterior, no es motivo de sorpresa que esta espiritualidad haya dado origen a lo que algunos llaman una pedagogía ignaciana. Lo cierto es que desde la Espiritualidad Ignaciana se ofrece un método de búsqueda de la sabiduría, más que una transmisión de conocimientos o datos. La espiritualidad ignaciana es una espiritualidad para la vida cotidiana, para vivir el día a día de una manera más sabia. Si en los Ejercicios Espirituales Ignacianos no hay formación, es porque éstos no se lograron llevar a la vida. Pero que tiene que ver Jesús en todo esto? Aunque para algunos la esencia formativa del cristianismo no sea tan evidente, esta está también en su centro: Jesús aparte de curar, expulsar demonios y llevar la paz, también enseña y también aprende. Son numerosos los pasajes del Evangelio que muestran a Jesús aprendiendo. El más recordado es cuando a los doce años lo encuentran sus padres en el templo con los maestros escuchándoles, haciéndoles preguntas y admirando a todos con sus respuestas, el evangelista agrega luego que Jesús siguió junto a sus padres creciendo en sabiduría18. Aún más numerosos son los pasajes que muestran la intensa labor de Jesús como formador: se subió a la barca y empezó a enseñar, entró en la sinagoga y se puso a enseñar, enseñaba con autoridad, recorría Galilea enseñando, enseña a los maestros de Israel, les explica en privado la parábola19. Jesús no sólo era un maestro reconocido, sino que encontró en las parábolas su particular forma de enseñar, de invitar a la sabiduría.

2. El Interés Formativo Es evidente el interés formativo de la universidad. Este interés ha tenido diferentes maneras de nombrarse a lo largo de la historia, unos hablan de enseñar, otros de educar, otros de formar. Algunos proponen otra perspectiva mostrando que el interés formativo ha de ser del que aprende, es por esto que nombran ese interés formativo como aprendizaje,34 10 Borrero, Alfonso. La Universidad, Estudios sobre sus orígenes, dinámicas y tendencias. T.I pp. 526. 11 Ibid. pp. 38-40. 12 Ibid. pp. 72-76. 13 Borrero, op. cit., T.V pp. 17. 14 Misión País Colombia, Voluntariado Javeriano y Liderazgo Universitario Latinoamericano. 15 Red Javeriana de Transformación Social e Integración Academia y Sociedad.

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16 Borrero, op. cit., T.V pp. 189. 17 Cfr. Ejercicios Espirituales [23]. 18 Cfr. Lc. 2, 40-52. 19 Cfr. Lc. 5, 1-3; Mc. 1, 21-28; Mt. 4, 23; Jn. 3, 1-21; Mt. 13, 36.

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voluntad propia y la de Dios.2 La preocupación de Jesús por el bienestar de todos y cada uno, lo lleva también a enseñar. Su pedagogía y sus enseñanzas son para la vida. Jesús no está preocupado por transmitir datos, preceptos o doctrinas, él está interesado en dinamizar un modo de vivir en permanente aprendizaje y enseñanza, un modo sabio de vivir. Su preocupación por todos los aspectos de la persona, lo llevan a ofrecer una formación más integral e integrada a sus discípulos y a sus seguidores. Jesús más que transmitir unos conocimientos, lo que hace es invitar a la sabiduría. Si no hay formación, no se completa el seguimiento de Jesús. Universidad, Espiritualidad Ignaciana y Cristianismo tienen como principal interés formar para la búsqueda de la sabiduría. 1

En respuesta a este triple interés, en el Centro Pastoral consolidamos la Línea de Saber y Formación Integral que está actualmente conformada por 3 programas20: Desde esta línea ofrecemos espacios y experiencias de encuentro personal y comunitario que permiten a los participantes encontrar elementos para dinamizar su formación integral y su desarrollo armónico. Esto a la luz de la Visión, Misión y Proyecto Educativo de la Pontificia Universidad Javeriana. Conscientes de nuestro interés formativo, demos un paso más hacia el tercer elemento. 3. La Necesidad de Comunión Hablar de comunión nos remite, casi automáticamente, al espacio de lo espiritual. Lo cristiano es esencialmente comunión, unión común. Jesús se retiraba a orar, se retiraba para estrechar la comunión con su Padre. Jesús no sólo oraba, también invitaba a orar como camino de unión de la voluntad propia con la voluntad del Padre, como camino de comunión entre Dios y la humanidad. Él buscaba continuamente mantenerse en comunión con su Padre y con la humanidad: te ruego Padre por estos y por aquellos, para que todos sean uno, como tú y yo somos uno, que ellos también sean uno en nosotros21. Por supuesto que esta comunión no es una fusión que aliena la identidad de quien hace parte de ella. Se trata de una unión en la diversidad. Se trata de una comunión que arraiga la identidad de cada uno, encontrando un camino de integración con la identidad de todos los demás. Dicha integración permite que todos se hagan uno sólo, pero sin dejar de ser lo que cada uno es, por el contrario siendo lo que cada uno es más plenamente, más coherentemente. Ser uno en la diversidad es lo que está a la base de la Trinidad. Jesús cuidaba su vida interior para ser coherente. Él no sólo buscaba unir su voluntad a la voluntad de su Padre, sino que también se esforzaba constantemente en actuar conforme a dicha Voluntad. Parte de lo que identificaba a Jesús, era su deseo de hacer siempre la voluntad de su Padre, esto no sólo lo unía a él, sino que también lo hacía más coherente consigo mismo, más creíble y le otorgaba autoridad. Si no hay una profunda, sólida y activa vida espiritual, se reduce la posibilidad de comunión con los demás y de alcanzar una mayor coherencia interna.

Esa actuación conforme a esa voluntad unida, conforme a esa comunión, se expresa en un modo de proceder, que viene a ser como un estilo de vida autónomo y consciente del movimiento interior para orientar toda acción a la comunión. Pero del modo de proceder hablaremos más adelante en Cardoner. Si no hay un discernimiento que oriente las acciones cotidianas, no hay autonomía, ni coherencia, ni comunión. Pero, todo eso qué tiene que ver con la Universidad? Todo! Universitas es un término latino que viene de unus y de verto, unidad y sentido de volver, que al unirlos vienen a significar la unidad de cosas diversas o unidad en la diversidad24. Aquí también se trata de una unidad que respeta la diversidad. Reitero que hablamos de unidad, no de uniformidad, ni de igualdad y mucho menos de pérdida de autonomía. En la Universidad ha de alcanzarse, de la manera más natural, la unidad del saber, la unión de las distintas disciplinas en su diversidad. Esa unión en la Sabiduría potencia y hace más plena a cada disciplina, ofreciéndole también mayores posibilidades de materializar o concretar su esencia y encontrar su lugar en el diario vivir. Este volver a la unión, universitas, es también en el sentido de coherencia interna. En la universidad confluyen una gran cantidad de identidades autónomas, a nivel personal y también a nivel disciplinar, que favorecen el hacerse más consciente de la diversidad existente en la humanidad, en la academia y en la realidad en general. Pero tal diversidad de identidades no es un impedimento para la comunión. De hecho, el espacio universitario propicia la unión de identidades diversas en una identidad común que es la de la Universidad, que es la Universidad. En la Javeriana en particular, la reflexión sobre la autonomía, la identidad y la coherencia ha ocupado buena parte de sus años de existencia. Esta reflexión ha permitido ir consolidándonos cada vez más como comunidad educativa y también como comunidad académica. Este dinamismo orientado a alcanzar la comunión entre las distintas instancias de la universidad y entre las distintas disciplinas es lo que nos ha hecho caminar con paso firme a buscar y alcanzar lo que la Javeriana se propone como Universidad y que los expresa en su Misión, Visión, Megas, Proyecto Educativo y demás documentos institucionales. Si no hay comunión, no habrá coherencia para el 2021. Cristianismo, Espiritualidad Ignaciana y Universidad responden a la necesidad de comunión y se convierten en un espacio para alcanzarla. En respuesta a este triple interés, en el Centro Pastoral consolidamos la Línea de Saber y Espiritualidad que está actualmente conformada por 6 programas25. Desde esta línea ofrecemos espacios y acompañamos procesos de formación, profundización y crecimiento espiritual. Contamos con seis programas, que en diferentes formatos de experiencias espirituales acompañadas, brindan elementos para asumir la vida cotidiana con una perspectiva más profunda. Esta necesidad de unión también aplica para estos tres elementos presentados hasta ahora, por eso veamos ahora el sentido de su necesaria integración.

Los Ejercicios Espirituales Ignacianos ofrecen al ejercitante la posibilidad de unir su voluntad a la de Dios y vivir cotidianamente en esa unión de voluntades entre distintos que se hacen uno22. El discernimiento es el método o mejor el modo para lograr esa unión de voluntades, sin que se pierda ninguna, sin que se pierda la diversidad, sin entrar en una fusión, o uniformidad, o alienación. Esa unidad se vislumbra con el discernimiento, pero no basta con conocer y unir las dos voluntades por medio del discernimiento. Se hace necesario que dicha unión se lleve a la acción, que se lleve a la vida. La comunión de voluntades implica ser llevada a acciones concretas, de esto se trata lo de ser contemplativos en la acción23. Unir la voluntad a la de Dios no es una abstracción de la realidad, por el contrario es un penetrar en la realidad a tal punto de unirla a la 20 Formación Integral para Académicos, Formación Integral para Administrativos y Formación Integral para Estudiantes. 21 Cfr. Jn. 17, 20-21. 22 Cfr. Ejercicios Espirituales [1]. 23 “Simul in actione contemplativus”. Epistolae P. Hieronimi Nadal, Societatis Jesu, V., p. 162. Expresión que Jerónimo Nadal utiliza para referirse a Ignacio de Loyola queriendo describir su manera de ser y su modo de proceder.

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24 Borrero, op. cit., T.I pp. 35. 25 Espiritualidades en Relación, Formación en Vida Interior, Asesoría Familiar, Asesoría Espiritual, Vida Sacramental y Ejercicios Espirituales.

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4. Integrando …

evangelizadores de las propias comunidades26...1

Estos tres elementos que hemos recorrido de manera paralela – Horizonte Social; Interés Formativo; Necesidad de Comunión- en las tres instancias de nuestro interés –Cristianismo; Espiritualidad Ignaciana; Universidad-, no pueden considerarse individualmente o de manera separada. Abordarlos de manera separada sería reducirlos a sí mismos, cercenándolos de sus relaciones y desmembrándolos del sistema del cual hacen parte. Esto sería condenarlos a su desaparición, o a un sin sentido o en el mejor de los casos, a su existencia reducida a la más mínima expresión de cohabitación tolerante.

… prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades. No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos. Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida. Más que el temor a equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: «¡Dadles vosotros de comer!» (Mc 6,37)27...

A manera de imagen con fines pedagógicos, podemos decir que no considerar alguno de estos elementos o considerarlos sólo de manera individual nos convertiría en Cristianos a medias, si sólo nos concentramos en lo espiritual; o en Ignacianos sin Magis, si sólo nos concentramos en lo ignaciano; o en sabios mediocres, si sólo nos concentramos en lo académico. Jesús enseña, ora y atiende las necesidades de la sociedad. Si le quitamos alguno de estos elementos, ya no es Jesús. La espiritualidad ignaciana ofrece un método de introspección espiritual que forma a quien lo vive y lo compromete con la transformación de su entorno. Si le quitamos alguno de estos elementos, ya no es ignaciana. La Compañía de Jesús ha desarrollado su apostolado por más de cinco siglos en tres frentes fundamentales: lo espiritual, lo educativo y lo social. Si le quitamos alguno de estos elementos, ya no es la Compañía de Jesús.

… si no encuentran en la Iglesia una espiritualidad que los sane, los libere, los llene de vida y de paz al mismo tiempo que los convoque a la comunión solidaria y a la fecundidad misionera, terminarán engañados por propuestas que no humanizan ni dan gloria a Dios28.

Muchas Gracias!

2

La Universidad sólo podrá alcanzar la sabiduría que busca gracias a la unidad entre las disciplinas, el interés por la formación de los miembros de la comunidad educativa y la aplicación de lo aprendido en el contexto vital de cada una y cada uno de sus miembros. Si le quitamos alguno de estos elementos, ya no será Universidad. La Javeriana siempre ha buscado la formación integral de los miembros de su comunidad educativa, la transformación de Colombia y la unión en la diversidad de todos los Javerianos y de ellos con toda la humanidad. Si le quitamos alguno de estos elementos, ya no será la Javeriana. Nunca olvidemos esta trilogía presente en todo lo mencionado hasta ahora: formación, transformación y comunión. Formación personal, transformación social y comunión universal. Buscando evitar lo anterior, en el Centro Pastoral decidimos organizarnos en las tres líneas mencionadas, con el ánimo de responder más adecuadamente al reto de ser una pastoral “universitaria”, en una “obra de la Compañía de Jesús”. Si en el Centro Pastoral sólo nos concentráramos en lo espiritual, nos convertiríamos en una pastoral parroquial; si sólo nos concentráramos en lo formativo, nos convertiríamos en adoctrinadores; y si sólo nos concentráramos en lo social, nos convertiríamos en activistas sin sentido. Si le quitamos alguno de estos elementos, ya no sería el Centro Pastoral de la Pontificia Universidad Javeriana, ya no podríamos decir que: Somos un grupo de seres humanos que, formados en distintas disciplinas e inspirados en la Espiritualidad Ignaciana, contribuimos a comunicar la experiencia de Jesús y aportamos a la realización de la Visión y de la Misión de la Pontificia Universidad Javeriana. Ofrecemos espacios y experiencias que dinamizan en los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana procesos de formación integral y de transformación social, orientados a favorecer la integración de su experiencia espiritual en la vida cotidiana. Aportamos así al logro de una sociedad justa, sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana.

Quisiera terminar con estas citas al Papa Francisco en Evangelii Gaudium: La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómodo criterio pastoral del «siempre se ha hecho así». Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos

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26 Evangelii Gaudium 33. 27 Ibid. 49. 28 Ibid. 89.

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Anexos Capítulo 3. Anexo 1. Experiencias del Programa Formación Integral para Estudiantes. EXPERIENCIA DE FORMACIÓN TALLERES DE FUNDAMENTACIÓN HUMANÍSTICA DE LA PRÁCTICA SOCIAL

OBJETIVO INSTITUCIONAL AL APUNTA - PRINCIPIOS EDUCATIVOS DE LA COMPAÑÍA DE JESUS - CONSTRUCCIÓN DE COMUNIDAD

- JORNADA DE ACTITUDES PERSONALES Y HABILIDADES DE COMUNICACIÓN

EFI ACCION DE VIDA

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PRINCIPIOS EDUCATIVOS DE LA COMPAÑÍA DE JESUS CONSTRUCCIÓN DE COMUNIDAD

PRINCIPIOS EDUCATIVOS DE LA COMPAÑÍA DE JESUS CONSTRUCCIÓN DE COMUNIDAD BIENESTAR

OBJETIVO ESPECÍFICO

POBLACIÓN OBJETIVO

ESTADO 2016

Proceso de acompañamiento y formación para estudiantes que se encuentran realizando su práctica social dentro de su plan de estudios; donde se favorece y se reconoce el sentido crítico frente a la realidad propia y social existente, de manera que valore la experiencia de la práctica, como una oportunidad esencial dentro de su proceso formativo Generar un espacio de introspección y trabajo grupal en los estudiantes que están vinculados a las prácticas de la Universidad, permitiéndoles reconocer sus actitudes personales y sociales ante el sentido que tiene la experiencia y su quehacer profesional en la realidad nacional. Experiencias de Formación Integral que buscan tener un espacio de encuentro entre los estudiantes que están interesados en continuar descubriendo su sentido, pasión e interés por su crecimiento personal y sus constantes acciones de vida Espacios de formación integral, acompañamiento y campañas de sensibilización social

Estudiantes que están en semestre o cursando su asignatura de práctica social o empresarial

Proceso de Formación Durante todo el semestre 2 a 4 Talleres Según la Facultad Asignación de Fechas: - Febrero 2016 - Julio 2016

Estudiantes que están en semestre o cursando su asignatura de práctica social o empresarial

COMUNIDAD ESTUDIANTIL

4 Jornadas de una semana durante el año ( Enero – Junio – Julio – Diciembre) Próxima Jornada: 1-2-4-5 de Junio 2016 13 – 14 – 16 – 17 – 18 de Julio 2016

PROYECTO DE VIDA CON SENTIDO

CAMPAÑA DE SENSIBILIZACIÓN PRACTICA TU PRÁCTICA

JORNADAS DE NOCTURNOS Y POSGRADOS

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BIENESTAR PRINCIPIOS EDUCATIVOS DE LA COMPAÑÍA DE JESUS

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PRINCIPIOS EDUCATIVOS DE LA COMPAÑÍA DE JESUS CONSTRUCCIÓN DE COMUNIDAD

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BIENESTAR PRINCIPIOS EDUCATIVOS DE LA COMPAÑÍA DE JESUS

Generar un espacio de sensibilización, reconocimiento y construcción del proyecto de vida propio, donde se busque atribuirle un sentido a sus actividades diarias y un espacio de encuentro consigo mismo y los demás que contribuya a su tejido de vida. Campaña de sensibilización social dirigida a toda la comunidad educativa con el fin de promover y generar conciencia solidaria y responsabilidad social en la construcción de país. Teniendo en cuenta que los estudiantes de Post grados presentan dinámicas diferentes a los estudiantes de Pregrados, estos escenarios buscan que puedan interactuar con la universidad de manera no académica y rompan con su rutina.

COMUNIDAD ESTUDIANTIL

2 Jornadas al año

COMUNIDAD EDUCATIVA

Durante el año 2016

Estudiantes de la jornada de Nocturnos (pregrado) y de posgrados

2 Jornadas por Semestre en cada Facultad 19-23 Enero 1 – 5 Junio

Anexo 2. Alianzas del Programa Formación Integral para Estudiantes.

Permanente durante el año

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Anexo 3. Experiencias del Programa Formación Integral para Académicos. EXPERIENCIA DE FORMACIÓN CURSO TALLER DE ACOMPAÑAMIENTO PERSONAL para personal de planta. CURSO TALLER DE ACOMPAÑAMIENTO PERSONAL para personal Profesores Catedra SENTIDO Y APROPIACIÓN DE LA MISIÓN JAVERIANA

DEL ERROR A LA OPORTUNIDAD

COMUNICACIÓN ASERTIVA PARA LA Formación

SENDERO DE MI VIDA ¿Proyecto o vivencia?

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OBJETIVO ESPECÍFICO Propiciar la reflexión en torno al reconocimiento personal y de los otros como base para la construcción de la comunidad de Cuidado por medio de experiencias fundamentadas en la ética del cuidado y la tradición jesuítica de la “cura personalis” Propiciar un espacio de reflexión sobre el sentido de la misión personal y cómo esta se alinea con la misión de la Universidad Javeriana, para que desde los equipos de trabajo se aporte a la realización de la misma. Reflexionar sobre la naturaleza del error, cómo se aborda desde lo personal e interpersonal y su aporte en el aprendizaje para definir estrategias que promuevan el bienestar en las unidades de trabajo. Promover la reflexión personal sobre la comunicación cotidiana en los diferentes espacios por medio de actividades que contribuyan a la toma de conciencia y la generación de estrategias para lograr una comunicación asertiva. Generar un espacio de reflexión personal sobre el sentido de la vida que procure el bienestar del ser humano en su contexto.

POBLACIÓN OBJETIVO Académicos y Administrativos de planta

ESTADO 2016 4 al año

Profesores Catedra

2 al año

Académicos Administrativos

Facultades: - Ciencias - Estudios Ambientales y Rurales - Enfermería

Académicos y Administrativos

Académicos

Académicos y Administrativos de planta, quienes hayan vivido curso taller de acompañamiento personal

2 talleres al año para consejeros académicos

2 talleres al semestre

Un proceso semestral

FORMACIÓN DE FACILITADORES

Conformar un equipo de profesores y administrativos que voluntariamente apoyen los procesos de fundamentación, creación y facilitación de las experiencias que ofrece la línea de Saber y Formación Integral del CPSFJ, aportando así al conocimiento personal, la promoción de espacios interdisciplinares y el fortalecimiento de la comunidad de cuidado.

Académicos Administrativos y egresados

Un proceso semestral

Anexo 4. Alianzas del Programa Formación Integral para Académicos. ALIANZAS DE EXTENSIÓN CON

PARA

1. ACODESI *Colegio Berchmans (Cali) *Colegio San Ignacio (Medellín) *Colegio San Bartolomé La Merced (Bogotá)

1.1. Formación integral de la comunidad educativa.

2. Pastoral de la Universidad Nacional de Colombia

2.1. Formación integral de Agentes de Pastoral.

ALIANZAS EXTERNAS CON

PARA

1. Vicerrectoría Académica *Dirección de Asuntos Profesorales *Dirección de Asuntos Estudiantiles *Centro para el Aprendizaje , la Enseñanza y la Evaluación. *Dirección de Programas Académicos 2. Vicerrectoría Administrativa *Dirección de Gestión Humana 3. Vicerrectoría De Investigación 4. Vicerrectoría Medio Universitario *Centro de Asesoría Psicológica y Salud

1.1. Formación integral para profesores. 1.2. Formación integral para Consejeros académicos. 1.3. Formación integral para coordinadores de práctica.

ALIANZAS INTERNAS CON

PARA

1. Línea de Saber y Formación Integral

1.1. Formación integral para Coordinadores de práctica, Consejeros Académicos y Facilitadores de experiencias de la Línea. 2.1 Formación Integral para Investigadores .

2. Línea de Saber y Responsabilidad Universitaria

2.1. Formación integral para administrativos. 3.1. Formación integral para profesores – investigadores. 4.1. Formación integral para profesores.

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Anexo 5. Experiencias del Programa Formación Integral para Administrativos.

EXPERIENCIA DE FORMACIÓN

OBJETIVOS INSTITUCIONALES A LOS QUE APUNTA

Travesía de Javier:

TANGRAM

PARE

Desarrollar las competencias de comunicación y trabajo colaborativo, que propicie la articulación entre personas, equipos o procesos, mediante la coordinación de acciones.

Fortalecer la capacidad de liderazgo, negociación y movilización de los equipos de trabajo para alcanzar niveles superiores de desempeño.

OBJETIVO ESPECÍFICO

Formar personas que conozcan la vida de San Francisco Javier y se identifiquen con la Misión, Visión y el Proyecto Educativo de la Universidad, para que encarnen en sus vidas el espíritu de la javerianidad.

EXPERIENCIA DE FORMACIÓN POBLACIÓN

ADMINISTRATIVOS – Grupo abierto

ESTADO 2016

4 Travesías programadas para el año: Marzo 8 al 11 Mayo 17 al 20 Agosoto 9 al 12 Octubre 4 al 7

Construir espacios de ADMINISTRATIVOS – Grupo cerrado (de reflexión colectiva como equipo, que permitan una misma unidad) como seres humanos reconocerse como actores y creadores continuos de su cotidianidad, de sus relaciones, sus formas de comunicación y de las maneras en que ejercen su liderazgo, haciendo de esta continua acción, formas de mejorar su unidad y enriquecer su sentido de vida.

Biblioteca General Alfonso Borrero Cabal, S.J.

Desarrollar un proceso que retoma las herramientas de la Espiritualidad Ignaciana para enriquecer las habilidades necesarias para el desempeño de los administrativos a nivel personal y como integrantes de un equipo.

Facultad de Teología Programa Voluntariado Javeriano

ADMINISTRATIVOS – Grupo cerrado (de una misma unidad)

GIROS, Herramientas Ignacianas:

Oficina de Suministros Centro Javeriano de Formación Deportiva

Secretaría de Planeación Facultad de Ciencias Oficina Organización y Métodos

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El poder de la transformación

Convivencias

+Sentido

OBJETIVOS INSTITUCIONALES A LOS QUE APUNTA

Fortalecer las estrategias que promuevan desde los principios ignacianos, el servicio, la identidad javeriana y el compromiso con la excelencia.

Apoyar el desarrollo individual del personal administrativo.

OBJETIVO ESPECÍFICO

POBLACIÓN

Generar espacios que permitan reconocerse desde sus roles y como parte de un equipo de seres humanos, con sus fortalezas y potencialidades para asumir y gestionar procesos de cambio y así construir un horizonte común.

ADMINISTRATIVOS – Grupo cerrado (de una misma unidad)

Ofrecer espacios de formación integral que les permita reconocerse como equipo y vivir los principios ignacianos que inspiran su labor como administrativos.

ADMINISTRATIVOS – Grupo cerrado (de una misma unidad)

Ofrecer espacios de reflexión de los valores institucionales e identificar cómo éstos se viven y se renuevan en las relaciones cotidianas de cada equipo.

ADMINISTRATIVOS – Grupo cerrado (de una misma unidad)

Generar un proceso de formación orientado al fortalecimiento y consolidación de equipo y comprender los desafíos sociales que atraviesa el país para generar un aporte que trascienda el cargo o rol ocupado en la Universidad.

ADMINISTRATIVOS – Grupo cerrado (de una misma unidad)

ESTADO 2016

Vicerrectoría Administrativa Facultad de Estudios Ambientales y Rurales Vicerrectoría Académica

Facultad de Ciencias Facultad de Odontología Dirección de Gestión Humana Facultad de Ciencias Servicios de Alimentación Oficina de Administración de Campus Dirección Jurídica

149


Anexo 6. Alianzas del Programa Formación Integral para Administrativos.

ALIANZAS EXTERNAS CON

PARA

1. Vicerrectoría Administrativa • Dirección de Gestión Humana: Oficina de Desarrollo Humano, Oficina de Capacitación y Oficina Clima, Cultura y Cambio Organizacional • Dirección de Recursos Físicos

1.1 Procesos de formación integral y clima organizacional para los administrativos de distintas unidades de la universidad

2. Vicerrectoría Medio Universitario • Centro Javeriano de Formación Deportiva

2.1 Apoyo al Curso-taller Travesía de Javier.

ALIANZAS INTERNAS CON

PARA

1. Programa de Formación Integral para Académicos 2. Programa de Vida Sacramental

1.1 Procesos de formación integral para la Facultad de Ciencias 2.1 Eucaristías para la Dirección de Recursos Físicos y Servicios de Alimentación 3.1 Asesoría Espiritual y talleres para la Dirección de Recursos Físicos

3. Programa de Asesoría Espiritual

REFLEXIONES de la Pastoral Javeriana

1.2 Convivencias para administrativos de la DRF

A.M.D.G

150


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