PRIMERA ASAMBLEA DE PASTORAL PROFÉTICA
CRONICA Realicemos la nueva Evangelización con la fuerza de la Palabra de Dios Benedicto XVI
Lunes 16: El esperado día de la 1a. Asamblea Nacional de Pastoral Profética llegó. Nos dimos cita en la Casa de la CEM, en Lagos de Guadalupe. Fuimos llegando con grandes expectativas. Las inscripciones se hicieron en forma ágil; pronto nos encontramos ubicados. La alegría y fraterna acogida creció con el encuentro, el saludo y los parabienes. Vimos llegar a nuestros pastores; algunos se hicieron presentes porque tenían una participación concreta; otros porque son los responsables de la Pastoral Profética en alguna de las 6 dimensiones que la integran o bien porque tienen la animación de esta Comisión en sus Provincias. El programa pensado y repensado con tiempo se fue desarrollando con precisión; el interés central estaba en el objetivo general: Reflexionar, asumir y proyectar, desde la Palabra de Dios el ser y quehacer de la Pastoral Profética en México para animar el proceso evangelizador desde las Provincias Eclesiásticas, en el Espíritu de una Iglesia en misión. Este se desglosó en cuatro objetivos específicos, uno por día; ellos nos fueron ayudando a entrar más de lleno en la tarea que nos hermana: Hacer que la Palabra y su vivencia sean una realidad en el México de hoy, para responder a los grandes retos de este momento histórico, del que todos somos responsables. También cabe destacar que de todas las provincias hay participantes, por lo que su carácter nacional está justificado. Cada día tuvo un animador, que fue conduciendo el trabajo, favoreciendo su desarrollo. Ellos fueron el Pbro. Amando Salomón, el Pbro. Guillermo Morales Martínez, el Pbro. Dante Gabriel Jiménez, y el Pbro. Rubén Ponce de León. El presidente episcopal de nuestra comisión es Mons. José de Jesús Martínez Zepeda tomó la palabra para hacer la apertura oficial, presentando con claridad qué se pretendía alcanzar en esta 1ª. Asamblea Nacional de Pastoral Profética. En su discurso de bienvenida recordó que todos formamos el Cuerpo de Cristo desde nuestras diferentes tareas y ministerios. Se subrayó que la Comisión de Pastoral Profética tiene como finalidad ser un medio de servicio, especialmente a las Provincias eclesiásticas y que el trabajo que realizamos tiene que entrar en el nuevo contexto de la Nueva Evangelización. Las acciones de la pastoral profética ya han recorrido un camino de unidad y organicidad, dijo Mons. 1
Martínez, se ha avanzado en comprenderla en el contexto de la Pastoral de Conjunto, ya que la pastoral profética tiene que estar en unidad con la litúrgica y la social. Cada día recibimos la iluminación de una conferencia magistral y dos ponencias, que trataron de profundizar y actualizar el tema, dándole una mayor operatividad. Fuimos creciendo en la conciencia de lo que es y pide hoy una Nueva Evangelización Mexicana, desde la reestructuración pastoral de su episcopado. Profundizando qué es la Pastoral Profética en el contexto de Aparecida y del Sínodo de la Palabra, se fue viendo más claro la nueva estructuración de la CEM, y de las Comisiones, especialmente la de Pastoral Profética con sus 6 dimensiones. Todos estamos conscientes que se trata de una Comisión que arraigue en las Diócesis y posteriormente en las Provincias. El P. Rubén Ponce de León, secretario ejecutivo de esta Comisión agradeció la presencia de todos los participantes; hizo notar que el número y la representatividad habla de una Iglesia viva, llena de esperanza, que sabe que tiene un encargo muy concreto: el proceso evangelizador en México y la animación de una misión continental que la vivifique. Hizo mención de tres acontecimientos eclesiales que han sido marco referencial para este trienio que estamos viviendo: Aparecida, el Año Paulino, y el Sínodo de la Palabra. Y nos invitó a crecer en conciencia del llamado que nos hace el Señor, para vivirlo como Pablo: ¡Ay de mí si no evangelizara; si no cumplo con la misión que Cristo me confía! esto nos lleva, dijo, a revalorar la Palabra que debe estar iluminada por el ejemplo de Pablo, él ya nos ilumina a la vez por lo que escribe en la carta a los corintios, así que siguiendo lo que dice el apóstol nos enseña lo que ha de ser la pastoral profética, todos somos discípulos misioneros, no hacemos nuestro lo que se nos ha encomendado, somos servidores al servicio de la misión desde el proceso evangelizador y para eso tenemos a la Palabra y tenemos que animar esta Pastoral profética desde ella, para este momento y para el próximo trienio. Fue precisando la identidad de la Comisión y de sus 6 dimensiones que clarifican su ser y su quehacer, en pro de la vivencia de fe, en y desde la Palabra. Nos invitó a evaluar el proceso vivido a nivel nacional, provincial y diocesano: dónde nos encontramos y hacia dónde tenemos que encaminarnos. A lo largo de los cuatro días fue llevando el timón, apoyado en el equipo organizador. La temática fue positiva y respondió a las expectativas de los participantes.
Se hizo la presentación de los participantes por Provincias, en los que se notó la presencia nacional. La primera tarde fue conducida por el P. Amando Salomón García, secretario ejecutivo de la dimensión de Catequesis. La dinámica de animación la llevó a cabo el P. José Luís Lezama, de la diócesis de Huajuapan de León, Provincia de Puebla. Integrarnos y crear lazos no sólo es tarea de una tarde, sino de una vida. La Eucaristía fue presidida por el Sr. Nuncio Apostólico, Christopher Pierre; en su homilía el nuncio partió del texto del Evangelio en donde se afirma “nadie es profeta en su propia País” y de ahí subrayar que nuestro servicio a la Iglesia como pastoral profética tiene que mirar la realidad que es adversa a reconocer que en Jesús se cumple lo anunciado en la sinagoga de Cafarnaúm. El Santo Padre en los últimos tiempos ha visto reflejado en su persona ese rechazo que tuvo el mismo Jesús al manipular su palabra y mensaje. La actitud del Papa y la de nosotros es la de dejar de seguir anunciado a Jesús como el único salvador, en contra de una cultura del relativismo atentando contra la verdad, por eso debemos ser una 2
Iglesia para el mundo en donde la Misión es anunciar la Buena nueva de Jesús, ahí es donde entra la misión profética en el contexto de hoy. En la línea del contexto los obispos de América latina y el Caribe lo han reflexionado en el cap. 3 del documento de Aparecida, haciendo ver que por lo tanto la pastoral profética es anunciar la Buena nueva de la dignidad humana, anunciar al mundo que la Iglesia ofrece una antropología humana. En este contexto recordó que la última asamblea de la CEM convocó a los laicos comprometidos en diversos ambientes. Esto nos lleva a descubrir que la pastoral debe educar en todos los campos humanos, buscando la comunión humana, la civilización del amor. Así que nos toca ofrecer al mundo esta Buena noticia que nos lleve a asumir un camino nuevo a partir del itinerario formativo de los discípulos misioneros, así que hay que promover una formación más dedicada, a los mismos sacerdotes para ser profetas. Así que el reto es grande porque tenemos que preguntarnos cómo decir la verdad en un mundo que la rechaza a través del relativismo, poniendo a la religión en un nivel de la conciencia en donde no se proyecta hacia fuera, este es el gran reto al que hay que dar una respuesta. Martes 17: La jornada se abrió con la Eucaristía, presidida por Mons. Carlos Aguiar, quien nos invitó a vivir el perdón, como distintivo de quienes han entendido qué es y qué hace la Palabra en los ‘discípulos misioneros’: ‘quien ama, perdona y quien perdona, ama’. Partió de la frase del evangelio en donde Pedro pregunta ¿Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano?, se reflexiona que seguramente Pedro ya sabía la respuesta, más bien lo que se nos quiere enseñar es que Pedro es un discípulo que quiere demostrarnos que quiere aplicar las enseñanzas de su maestro, porque el discípulo tiene que perdonar siempre. Esta experiencia del perdón está en relación con la del amor ya que una implica a la otra. El perdón es la experiencia que purifica el corazón para que sea capaz de amar. Invitó para que esta Asamblea que se centra en la Palabra, se haga profética no sólo de manera personal, sino también como comunidad y pidió que el Señor nos dé una luz ante la situación de nuestro País, descubriendo que la Palabra escuchada y practicada puede renovar nuestro País, esto puede ser un compromiso especialmente vivido en el contexto de la Cuaresma. También señaló que el objetivo de nuestra Asamblea se centra en estudiar, proclamar y hacer profética la Palabra. Ubicarla no sólo como individuos sino como comunidad, como Iglesia, que ha experimentado el perdón camino del amor. La Lectio Divina fue dirigida por Mons. Alfonso Cortés Contreras, obispo auxiliar de Monterrey. El texto meditado fue la visita de Jesús a Martha y María, (Lc 10, 38 – 42); en torno a esta Palabra precisamos la importancia que tiene el ser y tener capacidad de escucha, a Dios y al hermano. Escuchar en la Sagrada Escritura es vivir para obedecer al Señor en el servicio al hermano. No podemos servir a Dios y hacer lo que Él nos dice si no la cultivamos. El Maestro merece un lugar especial en nuestra vida, el primero. En conclusión no se puede dejar de escuchar a Dios sin dejar de escuchar al hermano, a través de una auténtica actitud de servicio. 3
El problema del pecado está en no saber escuchar al Señor, no en ser pecador. La Iglesia necesita más, tomar una actitud de escucha, para escuchar es necesario haberse encontrado con el Señor. Y en esto está nuestro reto como Iglesia. ENLACE: El trabajo fue dirigido por el Padre Guillermo A. Morales Martínez, Director Nacional de OMPE. Recordó el objetivo general y desde él, leyó el de esta jornada: ‘Reflexionar, desde la Teología de la Palabra, algunos contenidos profético- pastorales, para comprender mejor nuestra identidad como Pastoral Profética’. Mons. Carlos Aguiar Retes. Arzobispo Electo de Tlalnepantla, y presidente de la CEM, fue el primer conferenciasta; su tema fue la TEOLOGÍA DE LA PALABRA, fundamento y raíz de toda Pastoral Profética; inició haciendo una breve puntualización del proceso vivido en la CEM, (2000-2009), buscando una nueva estructuración. Hizo mención especial de la Carta Pastoral del Episcopado Mexicano, ‘Del encuentro con Cristo a la solidaridad con todos’, (del año 2000), que motivó esta nueva organización. en la elaboración de la carta surgió la necesidad en el episcopado de tener más presencia en el ámbito de la vida pública, como levadura en la sociedad, superando el lastre que nos dejó el liberalismo del s. XIX. Esta necesidad lleva a expresar la fe de manera pública, superando la idea de que la fe y la fe católica se queda en el nivel de la conciencia y que por lo tanto no puede o no debe repercutir en lo social. Hoy la Iglesia es más fuerte, especialmente por la participación de los laicos, esto significa que sí hemos caminado y hemos puesto en práctica el Concilio, lo cual se refleja también en la diversidad de tareas que no se hacían hace 50 años. La CEM animó a los obispos y a las diócesis a trabajar más en sus estructuras pastorales, así la Carta pastoral nos enseñó que la misión es servir. A partir del 2003, en la Asamblea de mayo se habló de la necesidad de una reestructuración de la CEM que urge en nuestro País, ese anhelo se pensó que sería un simple ajuste, pero esto exigía más, un nuevo modelo de estructuración. En noviembre de 2003, con la ayuda del Tecnológico de Monterrey se vio que era necesario un periodo más largo de reestructuración, en concreto de un trienio, para este trabajo se apoyaron en el estudio de 3 documentos pontificios que venían al caso, entre ellos Pastores Gregis, Apostolos Suos y Christus Dominus. A partir de ese momento se vio la necesidad de retomar la figura de la Provincia que se había relegado, así la CEM tomaría la responsabilidad de la colegialidad y la operatividad pastoral pasaría a las provincias. La provincia eclesiástica tiene su propio carácter jurídico que depende directamente de la Santa Sede, mientras la CEM es una instancia que refleja la colegialidad de una Nación, con diferentes tareas; así la Provincia podrá responder mejor a las necesidades de su territorialidad, las Comisiones son los brazos de las acciones de la Iglesia en el País. Además del paso del 2006-2009 se ha visto necesario el explicar el por qué de esta nueva estructura ante algunas resistencias. Para esto ha venido una convergencia que ha sido Aparecida, en donde se recoge de manera providencial temas que también nos indicaban el camino a seguir, así en el seno de la CEM se comenzó con un estudio de Aparecida, luego se paso al estudio de la formación de los discípulos misioneros, luego los laicos en el mundo, con esto se llega a la conclusión de que una auténtica Misión, para transformar la sociedad es indispensable entrar en los ámbitos: economía, educación, medios de comunicación y la política. Insistió en la comunión y la colegialidad que pretende vivir la CEM y lo que es y quiere llegar a ser la Provincia, órgano de interlocución, instancia que hará crecer la vida de la Iglesia al interno y en su proyección ‘ad extra’. Habló especialmente de los pasos dados durante el trienio 2006- 2009 y lo que supone cambiar de mentalidad, para entrar en el alma de esta pastoral hacia la realización de la Misión Continental. 4
TEOLOGÍA DE LA PALABRA Su tema giró en torno a la importancia que tuvo la Palabra en la vida de Israel y lo que fue para él escuchar a Yavhé y darse cuenta del amor preferencial del que fue objeto, aún en momentos difíciles como el exilio y el paso de una mentalidad institucional a una experiencia kerigmática, en la que la fuerza ya no fue su estructura político religiosa sino la Palabra de Dios y su repercusión, en boca de los profetas. Quienes le propusieron al pueblo vivir una Nueva Alianza, escribiendo la Palabra en lo más profundo de su corazón, para disponerse a la conversión restaurando SU VIDA. En el S. XX se dieron los frutos de la investigación teológica-exegética desde los métodos críticos. En la Biblia hay cuatro tradiciones estas son una evolución del pensamiento bíblico del Antiguo Testamento. Son complementarias. En ellas se descubre el camino hacia una teología de la Palabra. Yavista: La fe en la promesa de Dios con Abraham. Elohista: Profetismo con Elías y Eliseo. Deuteronomista: Se expresa con la vocación del pueblo, entrega de la tierra y código de conducta que exige una respuesta. Sacerdotal: Aquí está fuertemente expresada. Gn 1-11 De la alianza unilateral a la alianza bilateral. Se rompe la alianza bilateral en un momento crítico: el exilio. Se da la crisis más profunda de la fe. Hubo cuatro siglos de estabilidad de la promesa davídica. De ser pueblo de Dios, con su capital en el monte Sión, en Jerusalén, con un único templo en el que habitaba Yahvéh. Solidez a la fe del pueblo. En 597 primera experiencia pero les dejan a Sedecías como rey. En 587 lo asesinan y se desmorona la sociedad. Esta experiencia les hace replantearse y purificarse. Qué lo hizo mantener la fe y superar la crisis para descubrir al verdadero Dios: la Palabra. Jeremías más se asemeja a la vida de Jesús. No le hicieron caso pero su palabra les permitió superar. La Palabra puede ser rechazada pero se mantiene cuando es compartida por la verdad de los hechos. Anuncia la Nueva Alianza en el corazón, ser conducidos por Él. Cambio de corazón duro en uno de carne. Purificarlos con agua. Ezequiel: la gloria de Yahvéh se marcha del pueblo. Pero se va a Babilonia con ellos. Deutero- Isaías: drama a su luz. Dios escondido pero que no abandona. Abatimiento, sentirse culpable. Hace falta la llegada de la gracia- perdón- reconciliación- restauración. Esta experiencia permite superar el politeísmo. Se alcanza el monoteísmo. La relación estaba pegada a la fe de un personaje. La fe es más fuerte, se acrisola cuando hay adversidad. En los acontecimientos favorables ahí está Dios. 537: purificación, el pueblo se da cuenta quién es Dios. La Teología de la Palabra. Dios no es sólo el Dios del Abraham, Isaac y Jacob. No es sólo el Dios que anunció Elías y Eliseo. No es sólo el que los sacó de Egipto. Él es el único, el que existe. Reflexión a la luz de los acontecimientos al que lo ha creado todo. Dios misterio absoluto, que genera todo. Palabra creadora de Dios. Palabra que pronuncia su única Palabra – Cristo el Hijo. Por eso estamos llamados a configurarnos con Cristo. En esa medida somos. La Palabra existe por el Espíritu. Es el Espíritu que conduce a la Iglesia. Esta Palabra se hizo carne, puso su morada en el auténtico templo. Para hacernos capaces de ser hijos en el Hijo. 5
La Palabra es la interlocutora entre Dios y los hombres. Llamados a ser imagen y semejanza de Dios y para esto los que tenemos a la Palabra no nos quita la libertad. Nos pone en diálogo con los demás. Diálogo- instrumento renovador constante de la vida de la Iglesia. Es la que queda, es el vehículo que Dios ha escogido pues es de su naturaleza. Lo ha enviado para entrar en interlocución. La Teología de la Palabra nos lleva a comprender la importancia que tiene el diálogo, como órgano de la comunicación humano – divina EN Y CON LA PALABRA desde nuestra palabra: Si encarnamos la Palabra nos hacemos hijos de Dios. Imagen y semejanza suya. Insistió en la necesidad que tiene hoy la Iglesia de generar la cultura de la escucha de la Palabra, retomando la palabra del Cardenal Bertone, (dicha en Querétaro el pasado mes de enero), porque viviendo en la cultura de la acción, de la eficacia, de la técnica y sus avances no podemos dejar de lado la cultura de la escucha y la contemplación, para llegar a experimentar las maravillas que Dios actúa en y desde su Palabra en los hombres de todos los tiempos. Pidió a la Asamblea nos dispongamos a renovar la consagración al Espíritu Santo el mes de abril, como aquella que se hizo en 1925. Las nuevas generaciones necesitan de su fuerza vivificadora para ser hombres y mujeres de esperanza, por la acción de la Palabra en ellas, en lo que son y hacen. Mons. Aguiar pidió a las 6 dimensiones de la Pastoral Profética: Biblia, Catequesis, Educación, Cultura, Misiones y Doctrina de la Fe que hagamos vida la Palabra, luchando por superar la dicotomía que tanto daña la fe de México. Pasamos al trabajo de grupos: las preguntas fueron: ¿En tu dimensión, cómo está presente la Teología de la Palabra?, ¿En tu provincia, qué acciones favorecen una pastoral profética cimentada en la Palabra?
1 ª. Ponencia: EL LUGAR DE LA SAGRADA ESCRITURA EN LA PASTORAL PROFÉTICA (Pbro. César Mora) La exposición del P. César Mora hizo eco a la conferencia magistral, precisando las tareas básicas de la Pastoral Profética: el kerigma, la catequesis, la teología, la predicación, y la caridad. La revelación de Dios desde la creación y los acontecimientos ha tenido canales de comunicación que siguen siendo fuentes de vida para la Iglesia: la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio. La predicación de la Iglesia se alimenta y rige por la Sagrada Escritura” (DV 21). “Desconocer la Escritura es desconocer a Cristo” (DV 25). Ella es alma de la evangelización y por ende de la catequesis. (Cfr. DP 372). En un primer esquema nos presenta la relación de las llamadas 3 pastorales básicas: profética, litúrgica y social. A la revelación positiva la identificamos con la Sagrada Escritura la cual da sustento a las otras dimensiones de la Palabra de Dios: Tradición y Magisterio. Otro esquema nos presenta un equilibrio entre el pretexto, el texto y el contexto, entre los 3 nos reflejan la realidad del texto bíblico. La pertenencia de la comunidad eclesial juega con el texto con los elementos de la tradición eclesial como enseñanza, vida y culto, por eso en el acercamiento a la Biblia se necesita recorrer los 6
diferentes niveles o pasos para que entre la Recepción de la misma a la Transmisión haya un verdadero camino que una el punto de partida y la meta. En otro esquema se presenta cómo se da el diálogo con el Texto, por lo cual se convierte en un evento comunicativo. Después se presenta un esquema sobre las funciones del acto lingüístico. Finalmente se presenta la función de la palabra humana que debe estar presente a la hora de querer transmitir la Palabra: la función informativa, expresiva, interpelativa. Al final del escrito que se nos ofreció se dan cuáles podrían ser los Retos y Tareas para la Pastoral profética, terminando con una pregunta provocativa ¿Quién, cómo y dónde va a llevar a cabo esta tarea? Nos invitó a familiarizarnos más con la Sagrada Escritura; no sólo conocer “las grandes líneas que atraviesan la historia de la salvación”. Si bien, no todo en la Biblia es comprensible, si es necesario que hagamos una buena interpretación de ella para nuestro hoy. Actualizar el mensaje bíblico es tarea de la Pastoral Profética y los agentes de pastoral necesitamos acrecentar la cultura bíblica a través del estudio y la praxis, orando y acercándonos a la Palabra: “¿Cómo puedo entender el texto, si nadie me hace de guía?” (Hch 8,26-40).
2ª. Ponencia: LA COLEGIALIDAD Y LA COMUNIÓN, CAMINOS DE ANIMACIÓN PARA LA PASTORAL PROFÉTICA (Mons. J. de Jesús Martínez Zepeda) El Presidente de la Comisión de Pastoral Profética, Mons. José de Jesús Martínez Zepeda, obispo de Irapuato, tuvo una nueva intervención pero ya como ponente. Habló de los intentos que ha hecho la CEM en pro de su reestructuración. Las 32 comisiones encontraban dificultad para operativizar sus proyectos pastorales y era urgente hacer una nueva estructuración al interno que proyectara más vida y practicidad en su proyección pastoral. Sus acciones eran resultados de planes paralelos. Era difícil la coordinación de las comisiones aún cercanas. Después de un estudio serio y un proceso de discernimiento se buscaron los criterios con los que se tenía que trabajar: comunión y colegialidad y cada comisión se integró con las dimensiones que le dan una razón para su ser y su hacer. . . la fuerza que tiene la Provincia y en ella las diócesis, y clarificó que la Comisión tiene la misión de asesorar a la CEM. Las comisiones son claves en su dinamismo pastoral y desde ellas, se tiene que planear lo que cada una necesite y pueda realizar para generar vida. La Pastoral Profética: Cultura, Biblia, Catequesis, Educación, Misiones y la Doctrina de la fe es un conjunto coherente que plantea un panorama amplio que no es obligatorio para las provincias. Pueden elegir, seleccionar y organizar. La colegialidad, dijo Mons. Martínez, es efecto para los obispos, el de la comunión afecta a todos. Fue importante descubrir que cada obispo tiene la responsabilidad por derecho divino de organizar el trabajo pastoral. La tarea de las comisiones no es organizar es servir a los obispos y orientar en las tareas que le son encomendadas. El obispo que necesita ayuda no tiene que recurrir a la CEM, aquí se revalora la hermandad de los obispos cercanos a través de la provincia, así que muchas tareas que se hacían desde la CEM, ahora le tocan a las provincias, así que la CEM solo será auxiliar y no responsable en estas acciones. 7
Así fue como se redujeron las Comisiones episcopales y solo se dejaron 9, pero no se podían dejar fuera las comisiones que ya habían dejado un camino y se definieron las dimensiones que estarían agrupadas en torno a las comisiones. Una comisión de pastoral profética en las provincias, su funcionamiento dependerá de las mismas exigencias de la provincia que no son regidas desde las comisiones de la CEM. Dentro de nuestra Comisión de Pastoral Profética no preguntamos: ¿Cómo tener una identidad de comisión sin perder la conciencia de la propia dimensión? ¿Cómo lograr la comunión y la cohesión, así como la transversalidad? Nuestro denominador común que dé cohesión a nuestra Comisión: es el proceso evangelizador que comprende y exige las 6 dimensiones. Pasamos para continuar con el trabajo de esta tarde, a unos talleres con las siguientes preguntas ¿Con qué métodos estamos reflexionando la Palabra? ¿Cómo hacer operativa la Pastoral Profética en la Provincia o Diócesis? La cena mexicana y un programa cultural nos llevaron a darle fin al trabajo del día. Miércoles 18: Iniciamos con la Eucaristía, presidida por Mons. Florencio Olvera Ochoa, quien pidió a la Asamblea, ser hombres de la Palabra, con Palabra y para la Palabra. Los trabajos de la jornada fueron dirigidos por el P. Dante Gabriel Jiménez Muñoz Ledo, Secretario de la dimensión de la Doctrina de la Fe, quien hizo el enlace del día anterior, desde el VER como estamos, hacia el JUZGAR, que tenemos que entender, a la luz de Dios y del Magisterio para reestructurar la Pastoral Profética en México. El Objetivo de la jornada fue ‘asumir nuestra responsabilidad como agentes de la Pastoral Profética, para impulsar el proceso evangelizador misionero de nuestro país’. La Lectio Divina fue guiada por Mons. Francisco Clavel; oramos la parábola del Sembrador, (Mt 13, 1-23) y pedimos ser buena semilla, para dar abundantes frutos. La Conferencia Magistral la dio el Sr. Obispo Juan Manuel Mancilla, y el tema fue: ‘Vida y misión de los profetas de ayer y de hoy, de cara a la Palabra’ Consideramos el profetismo en Israel, lo que implicó ser hombres escogidos por Dios para dar a conocer su voluntad y hacerse presente en la vida política y religiosa del pueblo y el discipulado (en los tiempos de Jesús); lo que significó ser llamados por Jesús, el Señor, para extender el Reino, enfrentando los grandes retos de su momento. La Palabra tiene una función materna. Hay un vientre más rico que es la Palabra. Es la que explica, la que da al Mesías toda su vida, su riqueza, su protección, su intimidad, su cuidado, su comprensión, su preparación para la vida de lucha, toda su hermosura. Guardaba estas cosas en su corazón. Jacob es el paralelo recogió la palabra y la guardó en su 8
corazón. Mateo nos dice: “El no va a dar otra señal que la de Jonás”. Si queremos saber o adelantar qué es la resurrección hay que escuchar la Palabra. Fuerza resurreccional de la Palabra, manifestada en Jesucristo. Su conferencia será: “Profetas ayer, discípulos hoy” Jesús inicia acudiendo a una cita con los profetas, con San Juan Bautista. Y fue dejando ese tinte profético para hacerse un maestro. La ley y los profetas legan hasta Juan con el comienza el Mesías. Los profetas de ayer fueron todo el pueblo de Dios. Todo fue profecía en Israel. Nació y vivió para ser profeta. Moisés lo decía, Ezequiel también, pero con su conducta han hecho que se maldiga el nombre del Señor. Discipulado Jamás aparece a manera de título personal. Su esencia radica en la comunión, en comunidad, en grupo. Todas las culturas dan un matiz de singularidad. Jesucristo, el maestro, su última cátedra con los discípulos fue el lavatorio de los pies. La Palabra nos va quitado lo desagradable: e pecado, para poder caminar por la vida. Los discípulos de Jesús no tienen un calificativo. Solo “sus discípulos”. Sentido de pertenecía. Nunca aparece en los textos antiguos Marcos. En Mateo y Lucas para indicar la naturaleza, “Déjame primero…” rompe la esencia del discipulado. Entre las ideas más fuertes recogidas en el Plenario encontramos: El profetismo no fue vivir dogmáticamente sino con la gracia y fuerza del kerigma, siendo eco de la presencia de Dios. Poner a la Iglesia frente a la Palabra es ayudarla a vivir su vocación. La Eucaristía y la Palabra son sus escenarios prioritarios. Si no hay Palabra en el hacer de la Iglesia, no hay vida… Si estamos en el mundo de la Palabra no podemos comulgar con el relativismo que la despersonaliza. La salvación y estabilidad del Proyecto de Dios está en relación directa con la Palabra y su vivencia. Las dos ponencias fueron a la urgencia que tenemos de ser profetas y discípulos de la Palabra, cambiando de mentalidad y convirtiéndonos a Ella y desde Ella para dejar actuar al Espíritu de Dios en nuestro México. Mons. Rogelio Cabrera, Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Coordinador de las Comisiones Episcopales tomó la primera parte, Cambios que hay que entender y Mons. Lázaro Pérez Jiménez, Obispo de Celaya, responsable de la dimensión de Doctrina de la Fe habló de la conversión pastoral, conflicto interior de quienes realizamos el ministerio profético. Los dos nos invitaron a pensar en lo que es la Nueva estructuración de la CEM y su ejecución. Considerando la misión fuimos comprendiendo más lo que es la misión y como vivirla en comunión y autenticidad, bien será personal como comunitariamente, porque hoy más que nunca la Iglesia tiene que dar razón de su fe. Los dos momentos fueron un fuerte llamado a hacer de nuestras provincias centros de irradiación de la vida en Cristo, favoreciendo un nuevo Pentecostés, para que el Espíritu renueve nuestra alegría y nuestra esperanza, porque sin un cambio de mentalidad no puede haber conversión y podemos equivocar el rumbo que el Espíritu nos está marcando. El verdadero encuentro con Cristo Jesús nos tiene que llevar a Él y a los que Él ama con predilección: los más pobres. 9
El trabajo de equipo nos pidió reflexionar seriamente desde nuestra dimensión cómo favorecer el cambio y la conversión pastoral, para darle a la Palabra el lugar que debe tener en nuestras Provincias. Jueves 19: La Eucaristía fue presidida por Mons. José de Jesús Martínez Zepeda, volvimos a escucharlo y su palabra siempre esperanzadora nos inyectó ánimo para ser capaces de vivir la Palabra. La Lectio Divina fue conducida por Mons. Benjamín Castillo Plascencia, responsable de la Dimensión de Catequesis. La jornada la animó el P. Rubén Ponce de León, quien nos presentó el objetivo del día: ‘Proyectar nuestra tarea de Provincia desde un lenguaje profético incluyente, para responder a las interpelaciones y los retos de la misión’. La Conferencia Magistral la hizo el P. Benjamín Bravo Pérez, profesor de la Universidad Pontificia de México. Su tema fue “Los escenarios e interlocutores de la acción profética en la Pastoral. Con la elocuencia que lo caracteriza hizo un análisis de los distintos espacios que tienen que ser evangelizados: La Parroquia y su pequeño grupo de fieles; la multitud que frecuenta las fiestas patronales y santuarios; el gran número de alejados; las sectas y grupos pseudo-religiosos. Las nuevas culturas piden nuevos lenguajes y nuevas simbologías; los desafíos antagónicos son un reto y no podemos desconocerlos. Fue conduciendo su tema hasta hacernos conciencia de la necesidad que tenemos de inculturar el evangelio en todos esos escenarios con creatividad y valentía.
El padre Federico Altbach Nuñez presento su ponencia sobre: “Pluralismo lingüístico de la pastoral” Esta exposición tiene tres pasos. En un primer apartado expuso brevemente la relevancia antropológica de la pluralidad de lenguajes. En un segundo momento resaltó la pluralidad lingüística como un elemento intrínseco al dinamismo de la Revelación y de la Historia de la salvación. Finalmente, presentó la necesidad de desarrollar un pluralismo lingüístico pastoral, como factor indispensable en la tarea evangelizadora de la Iglesia. La hermana Patricia Henry o.s.b tomó la palabra para insistir en las: “Actitudes y principios que necesitamos vivir como agentes de la pastoral profética” Ella nos pidió coherencia de vida, en fidelidad a Cristo y su Palabra; una sana autoridad, entendida desde el servicio que nos lleve a ser otros Cristos en nuestra Iglesia, y una creciente cercanía y compromiso con la realidad, porque las tres nos permitirán ser cada día más fieles a la PALABRA y al mundo que Dios nos confía. El trabajo de equipo se vivió con la Provincia; nos preguntamos cuál de los escenarios culturales nos está pidiendo una presencia profética y con qué actitudes tenemos que acompañarlo, para ser Palabra de Dios y en él? Nuestro Plenario fue interesante, y comprometedor.
10
La mañana se nos hizo corta. Recogiendo impresiones podemos decir que la mayoría de los participantes nos fuimos a nuestras Provincias satisfechos por la experiencia vivida en esta 1ª. Asamblea de Pastoral Profética. El tapete de fondo fue la nueva organización de la CEM y la Palabra, como alma y motor de la Pastoral Mexicana. Si bien ya la estamos viviendo como estructura, somos conscientes que todavía nos falta entenderla más y vivirla audazmente, aprendiendo a desaprender… A MODO DE CONCLUSIÓN Asumimos el compromiso de volver a encontrarnos como Asamblea Nacional cada trienio para impulsar y evaluar nuestro caminar, centrando todo nuestro quehacer pastoral en torno a la Palabra, creando la cultura de su escucha y vivencia. También es compromiso de esta Asamblea propiciar y fomentar la comunión en la diversidad pastoral, articulando las dimensiones de esta Comisión en la medida de las posibilidades, bien sea a nivel Provincia como Diócesis. De estos compromisos surgen acciones inmediatas como promover la organización de una Asamblea en las Provincias, teniendo muy en cuenta los procesos que se viven en las diferentes diócesis y a los interlocutores que trabajan a favor de la Palabra, aunque no estén en alguna de las dimensiones que integran la Comisión. Agradecidos con Dios, con los Obispos que asistieron, con las Provincias que fueron representadas en cada uno de los asistentes que se esforzaron y atendieron la llamada de Dios para esta Asamblea y con los organizadores nos dimos el adiós, hasta pronto, asegurándonos seguir unidos en el Espíritu, el alma y vida de la Comunidad.
11