Planificación familiar, un derecho humano básico “La planificación familiar debe ser asumida por los Estados como una forma de medir los niveles de participación ciudadana de las mujeres y de toma de decisiones” Ana Luisa Rivas, Representante Auxiliar en Guatemala del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)
Campaña Mediada, Ley de Planificación Familiar. OSAR.
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La planificación familiar es un derecho de mujeres y hombres, su vigencia en las iniciativas generales de desarrollo económico social, posibilitaría ejercer un positivo efecto multiplicador sobre el desarrollo humano y el bienestar de países enteros. Este derecho abarca las decisiones de tener o no hijos, cuándo, cuántos y cada cuánto tenerlos, para disfrutar de una vida sexual y reproductiva plena y responsable, asegurando el bienestar de la persona, la pareja y los hijos de ésta, según el Observatorio de Salud Reproductiva (OSAR). Aunque a través de los años se ha subrayado la importancia de la planificación familiar en el mundo, no fue hasta 1994 cuando 179 gobiernos se reunieron y aprobaron el Plan de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD). Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) la CIPD marcó una transición del paradigma en la esfera de la población y el desarrollo, al reemplazar un enfoque de la planificación de la familia impulsando por razones demográficas con otro enfoque basado en los derechos humanos y las necesidades, aspiraciones y circunstancias de cada mujer. El informe “Por decisión, no por azar”, elaborado por el UNFPA en el 2012, reveló que los efectos de esa declaración han sido revolucionarios para centenares de millones de mujeres y jóvenes que, en los últimos años obtuvieron las facultades y los medios de evitar o postergar el embarazo. De acuerdo con Ana Luisa Rivas, Representante Auxiliar en Guatemala del Fondo de Población, el Plan de Acción de El Cairo, más allá de abordar la salud sexual y reproductiva de las mujeres, establece la planificación familiar como un derecho humano fundamental que al ser vigente, tiene impactos significativos en las poblaciones. El Plan de Acción habla de los derechos de las mujeres a estar informadas para que puedan participar en la decisión de pareja de cuántos hijos tener, en qué momento y el esparcimiento; esto no solo está relacionado con la salud de las mujeres sino con su autonomía y con tener el poder de decidir de qué manera quieren vivir sus vidas. La planificación familiar debe ser asumida por los Estados como una forma de medir los niveles de participación ciudadana de las mujeres y de toma de decisiones, dijo la funcionaria internacional. Los resultados de ese enfoque de la salud sexual y reproductiva y la panificación de la familia basados en los derechos humanos han sido extraordinarios, ya que se agregaron millones de mujeres a las facultades para tener menor cantidad de hijos e hijas y comenzar a tenerlos en etapas posteriores de sus vidas, a modo de disponer de oportunidades para completar su educación, obtener mayores ingresos y escapar a la trampa de la pobreza, según el documento del Programa de Acción de la CIPD.
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Babatunde Osotimehin, Director Ejecutivo del UNFPA, indicó que varios estudios han demostrado que las mujeres que usan métodos de planificación de la familia disfrutan, en general, de mejor salud, están mejor educadas, poseen más medios de acción en sus hogares y sus comunidades y son más productivas económicamente.
Falta de acceso a la planificación familiar, una carencia inexcusable Datos publicados por el UNFPA destacan que en los países en desarrollo 867 millones de mujeres en edad reproductiva necesitan anticonceptivos modernos, de ese total 645 millones tienen acceso a ellos y 222 millones siguen careciendo de acceso, pese a que la planificación de la familia es un derecho humano. El Director Ejecutivo del UNFPA indicó que este derecho debería estar al alcance de quienes quieran ejercerlo, sin embargo no ha estado a disposición de todos, especialmente en los países más pobres, donde persisten diversos obstáculos, los que atañen a la calidad y disponibilidad de suministros y servicios, así como otros atribuidos a circunstancias económicas y a las limitaciones sociales. En Guatemala, en el 2013, 3.9 millones de mujeres estaban en edad reproductiva, el 54.1 por ciento en unión afirmaron usar algún método de planificación familiar, según el documento “Informe Nacional de la Encuesta Mundial de Avances de la CIPD”. La Encuesta de Salud Materno Infantil (ENSMI), publicada en el 2010, estimó
Foto UNFPA Guatemala.
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una tasa global de fecundidad de 3.6 hijos por mujer, lo que demostró una disminución de dos hijos, con respecto al promedio de hijos que tenían las mujeres en 1987, una tendencia que ha continuado. El documento de avances de la CIPD subraya que entre 1998 y 2009 se observó una reducción en la tasa de fecundidad en Guatemala, sin embargo ésta continúa siendo una de las más altas de América Latina. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en promedio anualmente nacen en el país alrededor de 386 mil niños y niñas. Sin embargo, aunque existe un descenso del nivel de la fecundidad, el comportamiento es diferente y muestra mayores nacimientos en mujeres que habitan el área rural y en niñas y adolescentes y entre las mujeres indígenas. Para Mirna Montenegro, titular del Observatorio de Salud Reproductiva (OSAR), el problema en los datos oficiales es que la mayoría están basados en estadísticas de años anteriores, lo que podría significar que en números absolutos la cifra no esté disminuyendo sino por el contrario va en aumento, como en el caso de la mortalidad materna, donde los datos que se toman en cuenta son los del 2007 y no referencias actuales. El Instituto Guttmacher y el UNFPA presentaron en 2012 estadísticas que revelan que existen miles de mujeres en los países en desarrollo que desean evitar el embarazo, pero no están usando anticonceptivos modernos; según los recuentos se estima que 222 millones de mujeres en el mundo tienen necesidad insatisfecha de estos métodos . Sharon Camp, doctora y presidenta del Instituto Guttmacher, enfatizó que en el mundo en desarrollo hay 645 millones de mujeres en edad de procrear y en muchas partes del mundo va en aumento el deseo de tener familias más pequeñas, pero todavía hay muchas que no pueden tener la cantidad de hijos e hijas que quieren, en el momento en que quieren tenerlos. En Guatemala, según estadísticas del OSAR, el 29.6 por ciento de mujeres indígenas en edad reproductiva tiene una demanda insatisfecha de planificación familiar, porcentaje que en no indígenas es del 15.1. También existe una diferencia entre la población urbana y rural, en la primera el porcentaje de necesidad insatisfecha es del 14.7, mientras que en el área rural es de 25.4 por ciento. El documento “Guatemala: Estudio del acceso a servicios e insumos de planificación familiar, elaborado por la Agencia de los Estados Unidos de América para el Desarrollo Internacional (USAID), reveló que la desigualdad en el acceso a los servicio e insumos de planificación familiar entre los distintos segmentos de la población, continúa siendo un factor importante para garantizar la disponibilidad asegurada de insumos en toda la región. De acuerdo con la publicación, las poblaciones marginadas con mayores índices de pobreza, en áreas de residencia rurales y con menores índices de 4
educación, siguen experimentando baja tasa de prevalencia anticonceptiva, alta necesidad insatisfecha y alta tasa global de fecundidad. La investigación indica que en Guatemala se han incrementado las tasas de prevalencia anticonceptiva (TPA) en los últimos años, acompañadas de un marco jurídico de apoyo para la implementación del Programa Nacional de Salud Reproductiva del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS). El documento subraya que en el país se reportan grandes avances a nivel legislativo, no obstante se siguen presentando importantes disparidades en el acceso a servicio e insumos de planificación familiar entre los distintos grupos de población, siendo las poblaciones indígenas con menores ingresos y que habitan en áreas rurales, las menos favorecidas. La información asegura que los programas de planificación familiar en Guatemala continúan enfrentando varios retos para disminuir precisamente la inequidad y la falta de acceso a servicios e insumos de planificación. Entre las estrategias propuesta por USAID están:
Desarrollar una estrategia integral y renovada de información, educación y comunicación. Revisar y ajustar el enfoque de consejería en pareja y el involucramiento del hombre en la planificación familiar. Que todas las instituciones que brindan servicios de planificación familiar revisen las normas de atención y los procedimientos para atender estas consultas. Mejorar el abastecimiento de anticonceptivos del MSPAS y fortalecer el monitoreo del desempeño del sistema logístico para evitar el desabastecimiento, sobre abastecimiento y vencimiento de insumos. Segmentar el mercado con un enfoque de “mercado total”, por producto, por proveedor y por perfil de usuarios. Diseñar programas que involucren y empoderen al hombre y a la mujer para optar por sus preferencias reproductivas individuales. Que el Programa Nacional de Salud Reproductiva del MSPAS continúe el Programa Integral al Adolescente a nivel nacional, con énfasis en los departamentos identificados en el estudio. Realizar abogacía con líderes religiosos para el abordaje de planificación familiar.
Para el UNFPA las recientes estimaciones de la necesidad insatisfecha, muestran la urgencia de efectuar sustanciales inversiones para sostener el derecho de las poblaciones a la planificación de la familia, ya que en los próximos años aumentarán los ya altos niveles de falta de acceso a la planificación de la familia, dada la numerosa generación de jóvenes que ingresan en su etapa de procreación.
Consecuencias de la falta de acceso a la planificación familiar
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Estudios a nivel nacional e internacional, así como de diversas entidades, entre ellas el UNFPA, han alertado que la falta de acceso a servicios de planificación familiar tiene un alto impacto en la salud materno-infantil, la pobreza, la falta de educación y la igualdad de género. Según los datos de la Fundación ALAS existen altas tasas de fecundidad entre las mujeres y las niñas adolescentes en Guatemala, la mujer guatemalteca promedio tiene cuatro hijos, sin embargo ellas han declarado que su número ideal de hijos es de tres.
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El 28 por ciento de las mujeres en edad reproductiva tiene una necesidad insatisfecha de planificación familiar, según datos del Population Reference Bureau, los que revelan que asegurar el acceso a esto métodos contribuiría a disminuir las muertes maternas en hasta un 35 por ciento y las muertes de recién nacidos en un 10 y 20 por ciento y los abortos inseguros en un 70 por ciento. El Instituto Guttmacher consideró que satisfaciendo la necesidad de la mujer de una familia moderna podría reducir el número de hijos no planificados en un 67 por ciento e indicó que el 50 por ciento de los embarazos entre las edades de 15 y 44 años nos son planeados. El Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA; considera que estar en condiciones de ejercer el derecho humano a la planificación familiar y más ampliamente el derecho a la salud sexual y reproductiva es fundamental para la vigencia de otros derechos y además arroja muchos beneficios económicos para las personas, para los hogares, para las comunidades y para los países enteros. Un mejor estado de salud reproductiva, incluido el acceso a métodos de planificación de la familia, afecta positivamente a las economías y por ende, al desarrollo sostenible de numerosas maneras, según el UNFPA. Las mujeres que corren menos riesgos en la procreación, que tienen embarazos más saludables y partos en condiciones de mayor seguridad, corren menores riesgos de defunción y disfrutan de mejor salud en general, según la entidad de Naciones Unidas. 6
Los hijos e hijas de las personas que planifican, nacen en condiciones más saludables y mantienen su buena salud en la primera infancia, adelantos que se traducen en múltiples beneficios económicos para las personas, entre ellos mayores inversiones en educación, mayor productividad, mayor participación en la fuerza laboral y eventualmente mayores ingresos, ahorros, inversiones y acumulación de bienes, según el UNFPA. El uso de métodos de planificación de la familia depende también de otras múltiples variables, entre ellas el ingreso, la educación, las oportunidades de empleo, el ritmo de la industrialización y la urbanización, las normas culturales y sociales y el costo de criar a los hijos e hijas, aspectos de difícil medición, que tienen fuertes efectos recíprocos, según la entidad.
En el documento “Sí a la opción, no al azar”, el UNFPA, la planificación familiar y el bienestar de la mujer, tiene efectos positivos, entre ellos menciona:
Efectos sobre la salud Efectos sobre la escolarización Efectos sobre la participación de la mujer en la fuerza laboral
La entidad destaca que además los beneficios de la planificación de la familia sobre la salud y el ingreso también refuerzan los derechos de la mujer en el hogar y en la comunidad, pues cuando se disminuyen las tasas de fecundidad y aumenta la importancia del capital humano en una economía, los hombres comienzan a ser más receptivos a la idea de compartir su poder con las 7
mujeres para asegurar que sus hijos e hijas reciban mejor educación, dado que las mujeres efectúan mayores inversiones en el capital humano de los hijos e hijas, se incrementa su poder de negociación en las decisiones del hogar. La falta de planificación familiar impacta de la peor manera en los índices de mortalidad materna, es decir, impedir que las mujeres decidan sobre sus familias puede conllevar contratiempos durante el embarazo y particularmente durante el parto, incluso la muerte, según Ana Luisa Rivas, Representante Auxiliar del UNFPA en Guatemala. Las niñas y las adolescentes embarazadas tienen más probabilidades de morir al dar a luz o durante el post parto; una de las situaciones más preocupantes son los elevados números de niñas que han quedado embarazadas luego de ser violadas, destacó la entrevistada. La falta de planificación familiar también incide directamente en los abortos, en los embarazos no deseados y en la merma de oportunidades que podrían ayudar a las mujeres a salir del círculo de la pobreza. No poder planificar el número de hijos impacta significativamente en los niveles de desnutrición, tanto en las madres como en los hijos, pues los cuerpos no logran recuperarse por completo si los partos son seguidos, expresó Rivas. Planificación de la familia y el bienestar de los niños y los hombres1 Los efectos de la planificación de la familia sobre la salud física de los hombres probablemente no sean sustanciales; pero aplazar y prevenir embarazos y alumbramientos no deseados puede tener efectos sobre su educación y sus oportunidades de empleo (Montgomery, 1996). Cuando un hombre se ve obligado a asumir responsabilidad por el embarazo de una mujer, tal vez esté obligado a abandonar sus estudios (aunque una mujer haría lo mismo sin riesgo de estigma social) a fin de trabajar y mantener a la mujer. Al igual que la mayoría de las madres, tal vez un padre responsable tenga que dejar de lado oportunidades de empleo más lucrativo, aceptar un trabajo que no es ideal y renunciar a oportunidades de adelanto y desarrollo en su carrera. Fuera o dentro del matrimonio, un embarazo no deseado puede tener efectos sobre la salud mental de ambos progenitores, particularmente cuando la pareja difiere en su grado de compromiso en pro de un embarazo (Leathers and Kelley, 2000). Las pruebas recogidas indican que la incidencia de depresión, maltrato físico y problemas de salud mental entre quienes experimentan embarazos no deseados es mayor que entre quienes tienen embarazos planificados.
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Texto sustraído del documento Estado de la población mundial 2012. UNFPA.
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Esas cuestiones afectan no solamente a los hombres y mujeres involucrados, sino también a sus hijos y sus familias (Korenman et al., 2002). Las pruebas también sugieren que los embarazos no deseados a menudo están asociados con mayor incidencia de la disolución del matrimonio, menores ingresos del hogar y diversos efectos psicosociales negativos sobre el desarrollo del niño (McLanahan and Sandefur, 1994). Texto del documento Estado de la población mundial 2012. UNFPA.
Guatemala con altos índices de mortalidad materna Ekaterina Parrilla, titular de la Secretaria de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN), indicó, durante su discurso en la presentación del Informe Nacional de la Encuesta Mundial de Avances del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD), que los índices de mortalidad materna han disminuido. Parrilla destacó que en el período 2000 - 2007 la mortalidad materna disminuyó de 153 a 140 defunciones por 100 mil nacidos vivos y según el MSPAS la reducción para el año 2012 es de 110 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, sin embargo sigue siendo una de las más altas de la región. Para Mirna Montenegro, del OSAR, la mortalidad materna es uno de los flagelos que afectan a la población guatemalteca y una grave consecuencia de la falta de planificación familiar; datos de un monitoreo elaborado por el OSAR revelan que sólo en 2011 se reportaron 390 muertes maternas y en el 2012 fueron 460 fallecimientos. Montenegro insistió que los datos demuestran que en números absolutos Guatemala ha aumentado y si se toma en cuenta el factor de corrección a las estadísticas, se cree que la razón de muerte materna asciende a 150 por cada 100 mil nacidos vivos. Jorge Villavicencio, Ministro de Salud Pública y Asistencia Social, indicó2 que se está logrando disminuir las muertes maternas en todo el país, a través de la capacitación al personal sobre las medidas que deben tomar para evitar los decesos, principalmente las hemorragias, ya que el 66 por ciento de las mujeres fallece por dicha causa durante el parto. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) proyectaron que la mortalidad materna se debe reducir a 55 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos, en el 2015, sin embargo esta meta está lejos de ser cumplida, según la representante del OSAR, ya que aunque Guatemala presente enormes avances a nivel legislativo, cuando se evalúa, la operativización es casi nula.
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Entrevista con el Ministro del MSPS en el Diario de Centro América. 18 de diciembre 2013.
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Según el Informe Anual “Política de Desarrollo Social y Población 2010-2011”, elaborado por SEGEPLAN y el UNFPA, el 50.5 por ciento de las muertes maternas ocurren en mujeres menores de 30 años, el 27 por ciento cuando tienen 35 o más años de edad y el 22.5 por ciento de las muertes maternas son en mujeres entre los 30 y los 34 años de edad. Las desigualdades se manifiestan también en la pertenencia étnica, de acuerdo con el documento, ya que mueren tres mujeres indígenas por cada mujer mestiza que fallece. Tomando esos datos el MSPAS promueve un proceso de ampliación de cobertura y transformación de la oferta de servicios creando los Centros de Atención Integral Materno Infantil (CAIMI) y los Centros de Atención Permanente (CAP), los que han contribuido a mejorar las condiciones de atención de los servicios de salud, con mayor pertinencia cultural.
La disponibilidad de los métodos en Guatemala
Imagen del MSPAS
*AQV Femenina o Masculina: Anticoncepción quirúrgica Guatemala cuenta con un marco regulatorio contundente que obliga a la asignación de presupuestos para la adquisición de distintos métodos de planificación familiar, para desarrollar programas educativos sobre el uso de esos métodos y para la divulgación de información que conlleve a la población a tomar las mejores decisiones respecto a la vida de sus familias. El país forma parte de esas experiencias innovadoras y exitosas a nivel mundial en la asignación de recursos del Estado para la compra de métodos de planificación familiar y de medicamentos, uno de los aspectos más importantes para garantizar la salud sexual y reproductiva de las mujeres, dijo a Cerigua Ana Luisa Rivas, Representante Auxiliar del UNFPA. 10
Ser una experiencia exitosa en el mundo no es suficiente para la población guatemalteca, ya que las autoridades deben implementar otras estrategias para asegurar la adquisición de diversos métodos de planificación familiar, no solo los tradicionales y que lleguen a las mujeres que los necesitan, añadió la entrevistada. Pese a los esfuerzos por mantener la compra de los métodos anticonceptivos y asegurar su disponibilidad, muchas mujeres no acceden a ese derecho porque el sistema de salud está ausente de los lugares rurales más alejados o no existe la infraestructura necesaria. Uno de los problemas estructurales de la falta de acceso a los métodos de planificación familiar es la prevalencia de un pensamiento patriarcal y machista, ya que puede haber abastecimiento y diversidad pero las actitudes de los prestadores de los servicios de salud impiden garantizar ese derecho a las mujeres, señaló Rivas.
“En muchos lugares de Guatemala todavía existen médicos y enfermeras que les existen a las mujeres el permiso firmado por el esposo para entregarles las píldoras anticonceptivas o para ponerles la inyección” Ana Luisa Rivas, Representante Auxiliar del UNFPA en Guatemala.
En otros centros del sistema de salud es a las adolescentes y a las jóvenes a quienes se les niega el acceso a los métodos de planificación familiar por ser personas menores de edad, pese a que el Plan Nacional de Prevención de Embarazos en Adolescentes (PLANEA) reconoce ese derecho, una situación lamentable, destacó la funcionaria del Fondo de Población. De acuerdo con Rivas, no solo el sistema de salud es el responsable por esos aspectos negativos que caracterizan la falta de acceso a la planificación familiar, por ser un problema cultural, estas visiones patriarcales también están presentes en el sistema privado y en los alternativos. Son las comadronas las que atienden a un 90 por ciento de las mujeres en edad reproductiva en las áreas rurales, por lo que son actoras fundamentales a quienes el Estado debe tomar en cuenta para implementar sus políticas de intervención, especialmente en las zonas donde el sistema de salud está ausente. El acceso a los métodos de planificación familiar no solo tiene que ver con la disponibilidad, sino con que los prestadores de los servicios de salud estén dispuestos a ofrecerlos y a brindar a las mujeres la información necesaria para su uso correcto, indicó la Representante Auxiliar del Fondo de Población. La cultura patriarcal y machista muchas veces obliga a las mujeres a esconder las píldoras o a ponerse la inyección a escondidas para que sus parejas o sus familias no se enteren que están planificando, por eso es importante que el 11
Estado ofrezca una gama amplia de métodos y que se transformen las visiones acerca del derecho de las mujeres a decidir. Según el UNFPA, Guatemala tiene retos importantes en materia de monitoreo y formulación de estadísticas sobre el acceso, el uso, la disponibilidad y el impacto de los métodos de planificación familiar en las poblaciones. El 15 por ciento de los recursos recaudados a través del Impuesto de Bebidas Alcohólicas debe ser destinado a la compra de insumos anticonceptivos, entre otros asuntos establecidos en la Ley de Acceso Universal y Equitativo de Servicios de Planificación Familiar y su Integración en el Programa Nacional de Salud Reproductiva.
“Guatemala tiene avances en la asignación de recursos para la adquisición de métodos de planificación, además hay oferta pero aún queda suelto ese eslabón cultural que podría asegurar que lleguen a las mujeres que más los necesitan" Ana Luisa Rivas, Representante Auxiliar del UNFPA.
Comadronas a guatemaltecas
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de
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salud
reproductiva
de
las
FOTO UNFPA GUATEMALA Las comadronas o parteras en países como Guatemala juegan un papel importante, principalmente en las áreas rurales, donde muchas veces no existen centros de salud especializados, ya que son ellas las encargadas de atender aproximadamente al 57 por ciento de todos los partos en el país, según la Asociación de ginecólogos y obstetras de Guatemala. A decir de Ofelia Solares, Asistente de procesos Comunitarios del Proyecto Fortalecimiento de los Servicios de Salud Sexual y Reproductiva, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), las comadronas son un punto 12
clave en el bienestar de la salud reproductiva en los departamentos, especialmente en las comunidades. Según Solares, muchas veces las distancias de los servicios de atención en el área rural son lejanas y los prestadores de salud no siempre están en las clínicas cuando ellas los necesitan, pues por falta de personal deben dedicarse a distintas labores, como salir a vacunar. Para la entrevistada, las comadronas se han convertido en un vínculo entre los servicios de salud y las personas que requieren acceso a éstos, principalmente en los casos de atención al embarazo, parto y posparto. Solares dijo que ante la importancia del trabajo de estas lideresas sociales, el MSPAS, en coordinación con el UNFPA, analizó la necesidad de fortalecer sus capacidades y con esto lograr una disminución de la mortalidad materna en el país. El plan se realiza en diversos departamentos de Guatemala, entre ellos Huehuetenango, uno de los priorizados, ya que es el lugar que reporta mayor número de muertes maternas. Para Sonia Cerezo, del Sistema Integral de Atención de Salud, del MSPAS, el objetivo en el “componente de comadrona” de esta cartera es fortalecer las competencias y los conocimientos de las comadronas, con énfasis en las señales de peligro, las cuatro demoras, la referencia oportuna y la elaboración de un plan de emergencia y comunitario, ya que se si toda la comunidad está organizada se podrá disminuir la mortalidad materna. A decir de Cerezo, una de las mayores problemáticas que enfrentan las mujeres en sus comunidades son los patrones culturales, entre ellos el machismo, que es uno de los más fuertes, según las experiencias de las comadronas, son los hombres los que no dejan que las mujeres accedan a la planificación familiar, tampoco que sean atendidos sus partos en un centro de salud o en un hospital cuando se reportan señales de peligro. Para muchas comadronas los esposos y las suegras de las personas que están atendiendo se han convertido en un obstáculo para poder lograr el bienestar de las mujeres. Sandra Hernández, encargada del Componente de Comadronas de la Dirección de Área de Salud de Huehuetenango, dijo que sólo en este departamento se tienen registradas más de tres mil comadronas, quienes son las primeras personas que atienden a las mujeres en sus problemas reproductivos, lo que demuestra la necesidad de dotarlas de una capacitación constante. El UNFPA ha reconocido la importante labor de las comadronas, que han sido las encargadas de promover la salud y asegurar embarazos y partos sin riesgo, así como un puerperio saludable para las mujeres, sus hijas e hijos, lo que ha propiciado impactos positivos en las familias y las comunidades. 13
De acuerdo con la entidad de Naciones Unidas, las comadronas tienen gran relevancia para Guatemala y su fortalecimiento es esencial, ya que ellas cumplen un complejo rol que va más allá de la prestación de un servicio de atención del parto, pues desarrollan la atención prenatal, la curación de la madre y de los recién nacidos y apoyan la salud emocional y espiritual. Las comadronas en el país son lideresas que promueven la preparación de las comunidades en la atención de las emergencias obstétricas, ofrecen servicios de planificación familiar y apoyan a las familias para mejorar la seguridad alimentaria, además de participar en la vida comunitaria y ejercer un rol orientador en las relaciones sociales. Su rol de lideresas es muy positivo para el bienestar y puede ser decisivo en el respeto del derecho de las mujeres a decidir.
Comisión Nacional avanza en el aseguramiento de los métodos de planificación familiar La Comisión Nacional de Aseguramiento de Anticonceptivos (CNAA) vela por las necesidades de la población en materia de acceso a los métodos de planificación familiar en el país; permite asegurar que haya disponibilidad de producto y que llegue a los lugares donde más se requieren, dijo a Cerigua Silvia Palma, Subdirectora Médica de APROFAM y Representante de esa entidad ante la Comisión. De acuerdo con el Reglamento de la Ley de Acceso Universal y Equitativo de Servicios de Planificación Familiar, la CNAA debe coordinar al Ministerio de Salud, al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y a otras organizaciones, así como brindar la información referente a las necesidades de anticonceptivos, tomando en cuenta los patrones de demanda y preferencia de métodos de planificación familiar. Esa Comisión también deberá tomar en cuenta el crecimiento demográfico del país y la segmentación de los mercados; hasta el momento, el MSPAS cubre el 45 por ciento de la demanda de anticoncepción, APROFAM el 17, el IGSS el siete y las otras organizaciones el resto.
“La planificación familiar es sólo uno de los aspectos derivados de la salud reproductiva” Silvia Palma, Subdirectora Médica de APROFAM
La Comisión también propone estrategias nacionales de intervención, gestiona fondos, realiza procesos de incidencia política y elabora informes semestrales y anuales de resultados, los que debe dar a conocer a nivel nacional. Palma aseguró que la CNAA hace un recuento anual del número de métodos distribuidos y de servicios ofrecidos, así como un estimado de los años que las parejas disfrutarán los beneficios de la planificación familiar. 14
Los movimientos de mujeres han hecho un trabajo de formación extraordinario, que ha permitido que la información fluya y que más mujeres reclamen su derecho de acceder a la planificación familiar, particularmente al dar a conocer los contenidos de los tratados internacionales y del marco regulatorio internacional, destacó la profesional de las ciencias médicas. Según la entrevistada, ahora hay más mujeres que demandan el acceso a los métodos de planificación aunque sea a escondidas de sus parejas, porque están más conscientes de los beneficios que conlleva en sus vidas y en la de sus familias. Entre los aportes que hace APROFAM se encuentra la atención a la población de ingresos medios y de escasos recursos a través de su Unidad Móvil que llega a lugares de más difícil acceso. Quienes recurren a los servicios de planificación familiar, particularmente a la esterilización son las mujeres, expresó Palma.
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Educación: elemento esencial para garantizar el desarrollo de la juventud La Ley de Acceso Universal y Equitativo a los métodos de planificación familiar constituye un marco legal que garantiza a la adolescencia y a la juventud la salud sexual y reproductiva y la educación integral en sexualidad, ambas estrechamente ligadas a la disponibilidad de información sobre planificación familiar. De acuerdo con el análisis del UNFPA, para Guatemala es todo un reto poder garantizar esos servicios a su juventud; hay avances en esas áreas y voluntad política de crear y poner en marcha planes nacionales para atender algunas de las problemáticas.
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Uno de los aspectos más difíciles para las autoridades ha sido insertar la educación integral en sexualidad en el sistema educativo que aún no ofrece en las aulas puntos claves como la información científica y laica en las aulas, destacan los estudios de la Oficina del UNFPA en el país. Tanto el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) como el Ministerio de Educación (MINEDUC) han promovido acciones individuales y bilaterales para atender esos temas; han creado los Espacios Amigables para atender a la adolescencia y a la juventud y proveerles de información oportuna sobre sexualidad y elaboraron herramientas para capacitar al cuerpo docente sobre cómo abordar la sexualidad en las aulas. Para el 2014 el MINEDUC ya programó la entrega de materiales para adolescentes, que beneficiarán a la población de los niveles primario y básico; este tipo de acciones constituyen avances importantes para el país. Parte de ese avance ha sido en respuesta al problema de los embarazos en adolescentes, que ha colocado a Guatemala en el cuarto país de América Latina con los niveles más altos, según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas. Lo más importante destacado por ese organismo internacional, es que los embarazos en adolescentes ya no son naturalizados por la sociedad guatemalteca, el tema está colocado en la agenda pública y las autoridades de gobierno están tomando las medidas necesarias para atacar las causas y reducir el número de casos. Los embarazos en adolescentes no solo se están previniendo con la entrega de métodos de planificación familiar a esa población sino atendiendo con medidas más integrales establecidas en el Plan Nacional de Prevención de Embarazos en Adolescentes, como es el caso de la educación integral en sexualidad (PLANEA). Esa política gubernamental también contiene medidas para empoderar a la adolescencia y a la juventud, al proveerles de alternativas económicas, sociales y culturales que les permitan romper con los círculos de la pobreza, de la violencia y de la desigualdad. Silvia Palma, Subdirectora Médica de la Asociación Pro Bienestar de la Familia (APROFAM) dijo a Cerigua que cada vez hay una demanda más alta de la adolescencia y de la juventud a los métodos de planificación familiar y en parte se debe a que hay más información y más acceso a educación integral en sexualidad. APROFAM cuenta con un programa educativo para adolescentes y jóvenes donde se les enseñan los contenidos de la Ley de Acceso Universal y Equitativo de Servicios de Planificación Familiar y sobre los derechos sexuales y reproductivos.
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Esa entidad también cuenta con un grupo de jóvenes multiplicadores que se encargan de llevar esa información a las comunidades más alejada, a sus amigos y amigas, así como a sus familias, indicó la especialista. Aunque existen metas nacionales respecto al número de métodos de planificación familiar que deben ser distribuidos a la adolescencia y a la juventud, el propósito de APROFAM es proveer de la mayor información y educación para retrasar la primera relación sexual y para prevenir embarazos e infecciones de transmisión sexual, entre ellas el VIH. Al dirigir programas a las poblaciones más vulnerables, el Estado también adquiere otros beneficios como la disminución del número de embarazos en niñas y en adolescentes y la prevención de infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH y el papiloma humano, que de no detectarse oportunamente puede generar cáncer a temprana edad, expresó Palma.
La planificación familiar y la agenda de desarrollo La falta de acceso a los distintos métodos de planificación familiar, de manera diversa, oportuna y equitativa impacta severamente en otros temas de desarrollo como las altas tasas de fecundidad, el aumento de la pobreza, las migraciones internas y externas y las presiones en el ordenamiento territorial, entre otros. Desde las dinámicas poblacionales, tiene un efecto directo en el aumento de la pobreza y en las dificultades que encuentran las personas para salir de ella o en los esfuerzos estatales para mejorar la calidad de vida de las sociedades, expresó Ana Luisa Rivas, Representante Auxiliar del UNFPA. La entrevistada señaló que es determinante tomar en cuenta que gran parte de la población rural e indígena se encuentran en situación de pobreza y es la que sufre la ausencia de las garantías básicas en Guatemala. El país cuenta con una oportunidad única en su historia ya que casi el 70 por ciento de su población es menor de 35 años, al que se le conoce como bono demográfico y es el capital humano que impulsará el desarrollo del país pero el Estado deberá garantizar su educación, su salud y el acceso a oportunidades de trabajo digno. Contar con la mayor parte de población joven representa una oportunidad que hay que aprovechar de manera positiva para ir aumentando los índices de desarrollo humano y al mismo tiempo atacar la pobreza, indicó la funcionaria internacional. No solo se trata de pensar en que el incremento de población genera más pobreza sino que garantizar derechos fundamentales a ese capital humano, permitirá salir de ella, para eso se requiere que el Estado planifique, implemente política pública y mantenga las evaluaciones, añadió la experta. Un aspecto positivo registrado en los últimos años es la tendencia a la baja de 17
las tasas de fecundidad y es importante que continúen de esa manera, de lo contrario el país podría sufrir una presión poblacional que posiblemente comprometería la capacidad de las instituciones del Estado, destacó Rivas. Según la Representante del UNFPA, las decisiones políticas se deben tomar ahora, pues en unos 20 o 30 años el bono demográfico deberá estar preparado para asumir el liderazgo del país, para ello se deben tomar en cuenta sus necesidades actuales, incluso planificar el territorio pues prevalece la tendencia al crecimiento urbano y a la expansión de las ciudades. Es necesario que el Estado reconozca esas características poblacionales para que pueda proyectar y planificar el futuro del país bajo una mirada de derechos humanos; uno de los enfoques más importantes es el empoderamiento de las mujeres y de las niñas para que puedan participar en la toma de decisiones sobre sus familias, el número de hijos, el espaciamiento y el mejor momento para tenerlos, expresó Rivas. Las autoridades deberán trabajar arduamente para mejorar la pertinencia de la salud, que los servicios sean acorde a las necesidades y características de los pueblos, particularmente de las mujeres, de la adolescencia y de la juventud. Finalmente, la representante del UNFPA dijo que el sistema de monitoreo deberá ser mejorado para garantizar el acceso y el uso adecuado de los métodos; la planificación familiar no debe verse de forma aislada sino debe ser acompañada de información científica y laica, de educación integral en sexualidad y de alternativas económicas.
FOTO UNFPA GUATEMALA
Guatemala, 23 de diciembre 2013. 18
Redacci贸n: Melissa Vega Edici贸n: Luis Ovalle e Ileana Alamilla Revisi贸n: UNFPA
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