Unión o matrimonio infantil, una violación a los derechos humanos de la infancia Esencial promover proyectos de vida en la niñez, adolescencia y juventud en Guatemala: ¿Cuál es tu proyecto de vida?
Afiche de la campaña sobre salud sexual y reproductiva de la juventud, impulsada por IncideJoven.
El matrimonio infantil o a temprana edad constituye una violación a los derechos humanos de las niñas, ya que la mayoría de ellas se ven obligadas a desistir de su derecho a la educación y a la integralidad de sus derechos humanos y a disfrutar de su infancia.
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Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en el mundo más de 140 millones de niñas contraerán matrimonio entre el 2011 y el 2020, si los niveles actuales de matrimonios infantiles se mantienen. De acuerdo con el informe elaborado por el UNFPA “Muy Joven para casarse: poniendo fin al matrimonio de niñas”, la unión infantil es una violación a los derechos humanos y constituye una amenaza grave a la vida de las niñas, a su salud y a sus perspectivas de futuro, ya que puede provocar complicaciones como embarazos precoces y partos a temprana edad, que son la causa principal de defunciones en niñas de 15 a 19 años en países en desarrollo.
Situación de las niñas y adolescentes en Guatemala De acuerdo con proyecciones de población elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Guatemala cuenta con una población mayor a los 14 millones de habitantes, el 33 por ciento se encuentra en el rango de edad de 13 a 29 años y la población de 10 a 14 años suma casi los dos millones de personas, que equivale al 12.52 por ciento del total. La entidad destaca que el 10.51 por ciento del total de la población, se encuentra en las edades de 15 a 19 años de edad y del total de la población, casi el 52 por ciento son mujeres. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en el documento “La adolescencia: datos y cifras de Guatemala” reveló que no todos los adolescentes tienen acceso a educación de calidad, atención de salud, protección y participación. Guatemala es uno de los países a nivel mundial con las más altas tasas de fecundidad en adolescentes, 114 nacimientos por cada mil mujeres de 15 a 19 años de edad por año y la mitad de las mujeres jóvenes inicia una unión formal o consensual antes de cumplir los 20 años de edad1. La salud en el país centroamericano se caracteriza por su deficiencia y poca cobertura hacia sus habitantes y la salud de las adolescentes no es la excepción, ya que la pobreza no permite que las familias tengan los recursos necesarios para ofrecerla a todos sus miembros, siendo las niñas y las adolescentes las más afectadas. La Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) destaca en diversos estudios que una niña de la zona rural tiene 3.7 veces más probabilidades de sufrir un cuadro de desnutrición, que una del área urbana, 1
La Adolescencia: datos y cifras de Guatemala. UNICEF. 2011. Guatemala.
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además subraya que las niñas y adolescentes siguen muriendo por causas prevenibles, entre ellas resfríos comunes, infecciones intestinales y parásitos. Las y los adolescentes continúan lejos de acceder a una educación sexual integral, lo que hace aún más lejana la posibilidad de tener acceso a la salud en este mismo ámbito. La Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 2011 señala que un 51 por ciento de adolescentes menores de 15 años de edad no utilizó anticonceptivo en su primera relación sexual, situación que se replica en el rango de 15 a 17 años de edad y que se incrementa cuando se habla de la población femenina indígena, quienes por desconocimiento y patrones culturales, entre otros, no han utilizado éstos. UNICEF indica que las condiciones de pobreza y pobreza extrema que se viven en el país han obligado a la adolescencia a trabajar desde temprana edad para el sostenimiento de su hogar, lo que dificulta o impide su educación, perjudicando su salud o dañando su crecimiento. La última encuesta de Empleo e Ingresos en Guatemala reveló que el 23 por ciento de la población entre 7 y 17 años realizaba alguna actividad económica o deseaba hacerlo y los niños y niñas representan una tasa de participación de 12.1 por ciento, mientras que las y los adolescentes alcanzan el 39 por ciento, pero hay que mencionar que existe un sub registro en los datos, pues la mayoría lo hacen de forma clandestina. En el área rural las adolescentes de rango 10 a 14 años trabajan más que las adolescentes del área urbana. De la población de 15 a 19 años de edad de mujeres indígenas la mayoría están casadas, unidas o ya son madres. Fuentes gubernamentales han informado que el acceso a la educación ha ido en aumento en los últimos años, sin embargo, sólo el 30 por ciento de las y los estudiantes rurales finalizan el tercer grado, y dos tercios de los alumnos mayas de primer grado tienen maestros que no comprenden ni hablan el idioma materno de los niños y niñas2. Para UNICEF, los pobres, particularmente las y los adolescentes indígenas, tienen menor acceso a la educación básica, pues los institutos de este nivel son muy pocos. El Índice de Avance Educativo a nivel Municipal, del Ministerio de Educación (MINEDUC), menciona que en el 2009 sólo el 35 por ciento de la población adolescente tuvo acceso y terminó la educación básica y sólo el 20 por ciento tiene acceso a educación diversificada y tan sólo un 0.27 por ciento se encuentra en la universidad. 2
La Adolescencia: datos y cifras de Guatemala. UNICEF. 2011. Guatemala.
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Por otro lado, entidades como la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG) ha insistido que las muertes violentas se han convertido en otro gran flagelo para las niñas, adolescentes y jóvenes mujeres, esta es la tercera causa de muerte, principalmente entre las adolescentes, la situación es aún más aguda en los hombres de la misma edad.
Niñas desposadas a edad temprana, no alcanzan su potencial Para el Director Ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Babatunde Osotimehin, el matrimonio infantil es una horrible violación a los derechos humanos y priva a las niñas de la educación, de la salud y de sus perspectivas a largo plazo. De acuerdo con el funcionario internacional, las niñas y adolescentes que contraen matrimonio a muy temprana edad son más vulnerables a ser víctimas de violencia y abuso sexual a manos del compañero íntimo que las que se casan más tarde.
Matrimonio infantil: son las uniones que se reportan a una edad inferior a los 18 años de edad. UNFPA 2013
Según el UNFPA aunque esta práctica se aplica tanto para niños como para niñas, es mucho más común en esta última población, además de que estas uniones son un problema mundial aunque los índices varían y se puede decir que la mayor proporción se da en las zonas rurales, pues en las áreas urbanas es donde las familias ven que hay mayores oportunidades de trabajo y de educación para las niñas. Las niñas residentes en zonas rurales de países en desarrollo tienen probabilidades dos veces mayores de casarse antes de cumplir 18 años que sus homólogas residentes en ciudades y las que carecen totalmente de educación triplican la probabilidades de las niñas con educación secundaria o superior, según el reciente informe del UNFPA, La ex Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, indicó que ninguna niña debe verse privada de su niñez, de su educación, salud y de sus aspiraciones, afirmación con la que coincidió Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF, quien agregó que los matrimonios a temprana edad no sólo son una equivocación, sino peligrosos, ya que se expone a las niñas a serios riesgos de salud, debido a los embarazos tempranos y a partos difíciles, además se arriesga a que sus hijos e hijas tengan complicaciones por nacimientos prematuros. Lake indicó que de continuar con la creciente tasa de matrimonios infantiles, no se alcanzarán los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) cuatro y cinco, que 4
aspiran a reducir la mortalidad de niñas y niños menores de cinco años de edad y la mortalidad materna para el 2015. La mayoría de las niñas que se casan o viven en unión, se ven forzadas a ejercer su maternidad después del matrimonio, además de no permitírseles usar métodos anticonceptivos por su edad. Para
Claudia
García
Moreno,
asesora
Principal de Género, Derechos Reproductivos, Salud Sexual Los matrimonios infantiles se reconocen cada y Adolescencia de la vez más como una violación de los derechos de Organización Mundial de la las niñas por las siguientes razones: Salud (OMS) con sede en Ginebra, Suiza, los • Pone fin a su educación, matrimonios infantiles son • Bloquea todas las oportunidades de adquirir una introducción abrupta y educación vocacional y para la vida, violenta a las relaciones • Las expone a los riesgos de un embarazo, sexuales, pues las menores parto y maternidad a edad demasiado temprana, de edad pocas veces se antes de que estén aptas física y atreven a rehusarse a éstas psicológicamente, y no tienen los recursos o el Pone en riesgo la salud y la vida de las niñas y apoyo jurídico y social que adolescentes. les permita abandonar una • Aumenta el riesgo de violencia sexual y de relación violenta. contagio del VIH por el compañero íntimo.
El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Kimoon, instó a los gobiernos, las comunidades y los líderes religiosos, la sociedad civil, el sector privado y a las familias, especialmente a los hombres y niños, a realizar los esfuerzos posibles para dejar que las niñas sean niñas y no esposas. Ki-moon destacó que erradicar los matrimonios infantiles también ayudará a los países a lograr los ODM relacionados con la eliminación de la pobreza, el logro de la educación universal y la lucha contra el VIH y sida, la malaria y otras enfermedades. Lakshmi Sundaram, coordinadora mundial de la organización Niñas, no esposas, dijo que este tema deberá estar incluido en la nueva agenda de desarrollo, ya que las necesidades de las y los adolescentes fueron ignoradas en los ODM, pero deberán tener un lugar central en todo nuevo objetivo adoptado por la comunidad internacional. Finalmente, Sundaram subrayó que si se usa el porcentaje de matrimonios infantiles como indicador para dar seguimiento a los progresos de nuevos objetivos, podemos asegurarnos que los gobiernos se ocupen de esta práctica y se centren en garantizar el bienestar de sus niñas.
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Matrimonios precoces, una problemática poco abordada en el país El informe “Casada demasiado joven: terminen el matrimonio de niñas”, del UNFPA, enfatiza que muchos países en desarrollo carecen de datos y evidencia de la prevalencia y las tendencias de niñas y adolescentes casadas o unidas, lo que dificulta ver la dimensión del problema. La entidad de Naciones Unidas indica que para la elaboración del documento sobre la temática, se solicitó información a diversos países donde no estaba disponible, pues no se lleva un recuento específico, entre ellos Guatemala, esto pese a que la prevalencia del matrimonio infantil es alta. Para el UNFPA la falta de datos y estadísticas no sólo dificulta la visualización del tema, sino que contribuye a que no se puedan desarrollar políticas y programas para hacer frente a esta situación. Mirna Montenegro, integrante del Observatorio en Salud Reproductiva (OSAR), dijo a CERIGUA que el retraso en la unión o matrimonio es un tema interesante de analizar, pues está muy ligado a los embarazos en niñas y adolescentes, la educación sexual integral y a la falta de promoción de proyectos de vida. Según los datos del OSAR del 2009-2013 se dieron en Guatemala aproximadamente 14 mil matrimonios entre personas de 14 y 19 años, sin tomar en cuenta las adolescentes que viven en unión y quienes representan un porcentaje alto. En Guatemala, el Código Civil establece que la capacidad para el ejercicio de derechos civiles se adquiere con la mayoría de edad, 18 años, pero las adolescentes mayores de 14 años pueden contraer matrimonio con la autorización de sus padres o tutores, en el caso de los hombres debe ser mayor de 16 años. El matrimonio en personas a partir de los 14 años implica pasar de un sometimiento a otro, ya que con este acto se les concede a las niñas responsabilidades como la procreación, alimentación y educación de sus hijos e hijas, finalizando su niñez. Para diversas entidades en Guatemala, entre ellas la Asociación Pro Bienestar de la Familia (APROFAM), en el país existe una carencia de promoción de planes de vida, principalmente dirigidos a la población femenina, las niñas y adolescentes son educadas para ser amas de casa, cuidar a sus hijos y atender a sus esposos, estereotipos impuestos por la sociedad.
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Esta falta de proyectos de vida en las niñas y adolescentes contribuye a que el único futuro que ellas visualizan es la de casarse o unirse y ser madres, lo que contribuye a que no estén inmersas en la educación formal, un derecho fundamental de la niñez. Diversos estudios dedicados al tema destacan que la mayoría de niñas que contraen esta clase de responsabilidades han sido educadas para manejar la casa, obedecer al marido y empezar un ciclo de reproducción en cuerpos aún no desarrollados en su totalidad. Las y los integrantes de la Alianza Contra la Violencia Sexual han expresado que el matrimonio de una niña es una forma de violencia contra la mujer y específicamente contra las menores de edad, ya que según las cifras de la Municipalidad de Guatemala sólo en el 2012 se registraron más de 2 mil 500 matrimonios entre menores de 18 años de edad. El problema según la Alianza es que la mayoría de los casos la edad de los hombres duplica y triplica la edad de las mujeres, lo que evidencia una clara violación a los derechos de las niñas. Evidencia además relaciones desiguales de poder en la pareja y la persistencia de visiones de las niñas, adolescentes y mujeres como seres sumisos y sin capacidades de tomar decisiones para su propia vida. A decir de Leonel Dubón, integrante de la agrupación y de la Asociación el Refugio de la Niñez, preocupa que en muchas municipalidades departamentales se están autorizando incluso matrimonios en niñas menores de 14 años, esto pese a que la Ley establece que es a partir de esta edad y con el consentimiento de los padres, sin embargo esto está siendo violentado por los jefes ediles. Dubón expresó que la preocupación de los índices de matrimonios precoces en Guatemala es que podrían ser casos de violaciones sexuales, las cuales muchas veces se justifican casando a las menores de edad con sus agresores. El matrimonio y la unión de hecho entre menores de edad es una práctica extendida en la sociedad guatemalteca, según el documento “El matrimonio infantil y las uniones de hecho forzadas en adolescentes en Guatemala”3. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reveló que en el 2009 un 18 por ciento de las niñas en el rango de los 15 a 19 años de edad estaban en una relación de matrimonio o de unión, además el mismo documento revela que un 35 por ciento de la población guatemalteca es víctima de matrimonio precoz.
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Investigación “El matrimonio infantil y las uniones de hecho forzadas en adolescentes en Guatemala”. María Luisa Cabrera Pérez. 2011
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Para María Luisa Cabrera Pérez, investigadora, la sociedad guatemalteca tiene varias de las características que se pueden calificar como condiciones favorables para la existencia de este fenómeno. Condiciones que fomentan las relaciones de matrimonio y unión de hecho precoz, matrimonio y unión de hecho forzada. Tres de ellas, según la investigación son: La pobreza La tradición matrimonial de los pueblos indígenas La ausencia de políticas públicas específicas de atención a las y los adolescentes. El matrimonio precoz supone la negación de derechos del niño, la niña y los y las adolescentes, en tanto vulnera su protección y sus necesidades. Tanto para los niños y las niñas el matrimonio precoz tiene impactos profundos en lo físico, intelectual, psicológico y emocional, que coartan las oportunidades de educación y de crecimiento personal. De acuerdo con la investigación de Cabrera, el matrimonio o la unión antes de cumplir 18 años es una práctica social en gran cantidad de países, particularmente en naciones en desarrollo. Las culturas tradicionales en África, Asia y América Latina fomentan este tipo de unión generalmente por razones de tradición, para obtener beneficios sociales y económicos y por la presión de las condiciones de pobreza, en las que buscan liberarse de cargas económicas difíciles de soportar. En América Latina existe un sub registro en estos casos y no existen datos certeros y fidedignos que ejemplifiquen la magnitud de la problemática. “La incorporación de los varones en los temas de planificación familiar y violencia contra las niñas, son fundamentales para alentar el desarrollo”, Babatunde Osotimehin, Director Ejecutivo del UNFPA.
Según los datos del Registro Nacional de Persona (RENAP) en el 2009 se reportaron aproximadamente 3 mil matrimonios en jóvenes menores de 18 años y año tras año esta 8
cifra ha ido en aumento y sólo de enero a mayo del 2013 se celebraron 1 mil 570 enlaces matrimoniales entre niñas de 14 a 18 años de edad.
Código Civil, una ley por reformar a favor de las niñas “Artículo 81. La mayoría de edad determina la libre aptitud para contraer matrimonio. Sin embargo, pueden contraerlo: el varón mayor de 16 años y la mujer mayor de 14, siempre que medie la autorización que determinan los artículos siguientes. Artículo 82. La autorización deberán otorgarla conjuntamente el padre y la madre, o el que de ellos ejerza, sólo, la patria potestad. La del hijo adoptivo menor la dará el padre o la madre adoptante. A falta de padres, la autorización la dará el tutor.” Código Civil de Guatemala En el 2012, la Comisión de la Mujer del Congreso de la República presentó una iniciativa de ley para reformar esta disposición en el Código Civil y subir la edad de matrimonio en niñas a los 16 años, según la diputada Delia de Paniagua, el objetivo primordial de esta propuesta es contrarrestar los casos de muerte materna infantil y los embarazos a temprana edad. Esta iniciativa ha tenido poco eco en el Legislativo, además de que muchas entidades que trabajan en pro de los derechos de la infancia consideran que la edad mínima debería ser aumentada a la mayoría de edad. Este año se realizó un nuevo intento por reformar el Código Civil en este tema. La Mesa Técnica a favor de la niñez y la adolescencia presentó a varias comisiones del Congreso de la República un estudio sobre la normativa internacional a favor de las niñas. El objetivo del informe fue analizar el marco legal internacional y nacional vigente en Guatemala y aplicable a las niñas e identificar los vacíos legales que impiden luchar contra la violencia sexual, trata de personas y desigualdad de género, entre otros aspectos, para que a través de las reformas e implementación de nuevas normativas mejoren las condiciones de vida de este sector poblacional. Según Marilys de Estrada, representante de Plan Internacional Guatemala e integrante de la Mesa Técnica, en el documento se plasmaron las brechas en materia de acceso a la educación, la falta de programas de protección contra embarazos en adolescentes, protección contra la violencia sexual, matrimonios forzados y explotación económica4. 4
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El documento establece recomendaciones urgentes, entre ellas la promoción de las reformas necesarias que permitan aumentar la edad legal de las niñas para contraer matrimonio, con la finalidad de protegerlas contra todos los abusos.
Según el RENAP, la tendencia en los matrimonios en menores de 18 años ha ido en aumento, las estadísticas revelan que en el 2009 se reportaron 2 mil 927 bodas, en el 2010 fueron 3 mil 249, en el 2011, 3 mil 811 y en el 2012, 3 mil 807.
Durante la presentación del estudio, la Comisión de la Mujer del Congreso de la República, presidida por la diputada Ana Regina Guzmán, hizo entrega a la primera vicepresidenta de la Junta Directiva del Legislativo, la iniciativa de reformar el artículo 81 del Código Civil y el segundo párrafo del artículo 28 de la Ley contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas que reforma el artículo 173 del Código Penal, respecto a elevar la edad para contraer matrimonio a 18 años. Para diversas entidades que trabajan a favor de los derechos de la niñez y la adolescencia, aunque las reformas a la normativa son esenciales e importantes, no es un aspecto suficiente para erradicar los matrimonios y las uniones infantiles, se necesitan también campañas de sensibilización, operativizar las leyes y promover la denuncia en estos casos. Mirna Montenegro, integrante del OSAR, dijo a CERIGUA que en Guatemala hace falta manejar indicadores y cruzar las variables para analizar a profundidad los temas, ya que aunque en el Legislativo existe la intensión de subir la edad del matrimonio en las niñas, lo cual sería un gran avance para el país, no es una solución para la erradicación de los matrimonios infantiles, ni los embarazos en niñas y adolescentes. Montenegro destacó que del 2009 a los seis primero meses del 2013 se han reportado aproximadamente 14 mil matrimonios tempranos, entre personas de 14 a 19 años de edad, pero cuando se analizan las estadísticas resulta que en ese mismo lapso de tiempo se reportaron 250 mil partos en menores de 19 años, lo que significa que las que se casaron fueron únicamente el 15 por ciento del total de embarazos tempranos. La profesional subrayó que estos datos demuestran que hay un 85 por ciento de niñas y adolescentes que requieren otro tipo de acciones, entre ellas, la promoción de la educación sexual integral, el fortalecimiento de los servicios especiales de salud dirigidos a los adolescentes y jóvenes y la planificación familiar.
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Matrimonio infantil y embarazos precoces, una violación a los derechos de las niñas Uno de los resultados de las uniones o matrimonios a temprana edad son los embarazos en niñas y adolescente, una problemática de grandes magnitudes en el país. Guatemala ocupa el segundo lugar a nivel latinoamericano por los altos índices en partos de niñas de 10 a 19 años de edad. Para Leonor Calderón, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en el periodo 2011-2013 en Guatemala, los embarazos en niñas y adolescentes constituyen un severo problema de salud pública y la falta de prevención de éstos afecta en gran manera el desarrollo de las poblaciones. Según la funcionaria internacional, la situación que se vive en Guatemala es alarmante, pues según datos del Observatorio en Salud Reproductiva (OSAR) en el 2011 se reportaron 48 mil 051 partos en general, de esos 3 mil 96 fueron en niñas de 10 a 14 años, mientras que el 2012 se registraron 3 mil 200 partos en este mismo rango de edad. En el 2013 los datos del OSAR revelan que de enero al 15 de junio de 2013 se reportaron 34 mil partos en personas de 10 a 19 años de edad, 810 de ellos en el rango de 10 a 14 años de edad; el departamento con los más altos índices es Huehuetenango con 167. La representanta del UNFPA indicó que una de las formas de violencia contra la mujer que menos se aborda en Guatemala es la que se comete precisamente en estas circunstancias, pues en los embarazos en menores de 14 años existe un delito que perseguir, tal y como lo indica la legislación nacional, por lo que todos estos casos deberían ser investigados para dar con los responsables. Calderón también se refirió a que las violaciones sexuales en niñas son algunas de las formas más silenciosas de violencia contra la población femenina que se ejerce cotidianamente, que no se denuncia y en muchos casos no se les da seguimiento, situación que debe ser cambiada. 11
La ONU y el UNFPA están claramente convencidos que los casos de embarazos en niñas menores de 14 años y los numerosos que se reportan incluso arriba de esta edad, son violaciones, lo que pone en grave peligro la estabilidad física, emocional y la vida de las niñas, adolescentes y jóvenes, subrayó la entrevistada. Según la Ley Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, sostener relaciones sexuales con una persona menor de 14 años constituye en un delito que perseguir. La representante del UNFPA en Guatemala lamentó la normalización de los embarazos en adolescentes; las sociedades cada vez están viendo como normal que menores de edad resulten embarazadas, un fenómeno y una mentalidad que debe ser cuestionada para que se transforme . El problema de los partos en niñas y adolescentes es un tema complejo que afecta a la propia niña, a sus familias, a su entorno, a la sociedad y a todo un país, ya que se truncan proyectos de vida y la mayoría de ellas no logran su desarrollo integral y el de sus hijos e hijas, destacó Calderón. Por su parte, Mirna Montenegro, del OSAR, informó a CERIGUA que en materia legal se ha avanzado en el tema, ya que en la actualidad existe una ruta de denuncia y averiguación en los embarazos en menores de 14 años y está en iniciativa la creación de una política de Estado para la prevención. En el 2013 como avance, según Montenegro, se reporta la notificación de todo caso de embarazo en menores por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), así como la inclusión por parte del Ministerio de Educación (MINEDUC) del tema de la violencia sexual, en su Protocolo de Violencia Escolar. Montenegro indicó que el MSPAS sólo en los dos primeros meses del año recibió aproximadamente 223 casos, los que fueron notificados a la Procuraduría General de la Nación (PGN), sin embargo el problema es que sólo están pasando las notificaciones los hospitales y están quedando fuera los que se reportan en puestos y centros de salud y centros de convergencia. América Latina tiene la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes del mundo, alrededor de 70 nacimientos por 1.000 mujeres entre 15-19 años y se calcula que el 30 % de las mujeres quedan embarazadas antes de cumplir 20 años. UNFPA 2013
Para Marco Antonio Juárez, de la Red de Jóvenes para Incidencia Política (IncideJoven), en Guatemala se han reportado avances importantes a favor de la juventud y en relación con la prevención de embarazos en adolescentes, sin embargo la mayoría han sido a nivel 12
legislativo y hace falta operativizar las normativas, convenios y otros documentos que han sido promovidos. Juárez reconoció que en el país también se han dado pasos grandes en materia de juventud, sin embargo el pendiente sigue siendo la asignación de líneas presupuestarias directas a cada proceso, ya que está el marco legal pero sin implementación por falta de recursos la mayoría de veces. El integrante de IncideJoven destacó que uno de los grandes retos para las autoridades del país sigue siendo la implementación de la educación sexual integral que aún no ha llegado a las aulas.
Rawan, un caso de muchos que estremeció al mundo5 La pequeña Rawan de tan sólo ocho años de edad, fue forzada a casarse con un hombre de 40 años en Yemen. Rawan falleció el sábado 7 de septiembre de 2013 en un hotel de la ciudad de Hardh, Yemen, a consecuencia de las lesiones internas sufridas durante su noche de bodas. Según el reporte médico su útero se desangró, al igual que otros órganos a causa de las relaciones sexuales con un hombre cinco veces mayor que ella. Según la información de varios medios de comunicación internacionales, el novio saudí pagó al padrastro de la niña el equivalente a unos 2 mil 24 euros y aunque este caso ha causado indignación a nivel mundial, no es el primero ni el único que se reporta. A principios de este año, Nada al-Ahdal, de 11 años de edad, originaria de Yemen, llamó la atención sobre su situación y la de sus amigas al huir de su casa y denunciar a sus padres mediante un video en YouTube, donde declaró que prefería morir antes que ser entregada a un hombre. Nada tenía apenas 10 años cuando sus padres aceptaron que se casara con un hombre que la pidió en matrimonio. La niña indica en el video que ella pudo huir, sin embargo denunció que hay muchas niñas inocentes que no pueden solucionar su situación. En el mundo cada día se casan 39 mil niñas menores de 18 años de edad, según estimó la Organización Mundial de la Salud (OMS)
La niña también compartió cómo su tía materna fue obligada a casarse a los 13 años de edad, después de un año se suicidó, por lo que exigió a los padres y madres de familia que dejen realizar los sueños de la niñez y no matarlos. Nudschud Ali, de 10 años de edad, en el 2008
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logró, después de muchas luchas, que un juzgado de Sanaa, Yemen, le concediera el divorcio, al igual que Nejoud al Ahdal quien fue obligada a casarse a los 12 años de edad y violada sexualmente todos los días, además de recibir maltratos físicos por parte de su esposo, ahora a sus aún 12 años está divorciada. Sin embargo estos casos no se reportan únicamente en otras partes del mundo, en Guatemala según el OSAR el número de muertes maternas en niñas de 10 a 14 años se ha incrementado a causa de que su cuerpo aún no está listo para tener un hijo, además hay que tomar en cuenta que existe sub registro en estos casos así como en decesos por desangramiento en menores de edad. Para Mirna Montenegro, el tema de los embarazos en niñas y adolescentes se ha normalizado, pese a que en el país este tipo de casos constituyen un delito contra la infancia. Martina6, originaria de un comunidad de Patzún, Chimaltenango, Guatemala, relató que en las comunidades rurales e indígenas las bodas, uniones y embarazos en menores de edad son frecuentes; contó como sus padres la intercambiaron con un hombre 20 años mayor que ella, por dinero en efectivo y un pick up que le serviría a la familia para el traslado de las cosechas, cuando ella tenía apenas 12 años. Según Martina ella no estaba enterada del negocio, hasta que un día su madre le indicó que al siguiente día tenía que irse a vivir con su “marido”, que recordara tratarlo bien y hacer bien los quehaceres domésticos para que no le pegara y que se esforzara en tortear, ya que era una labor que se le dificultaba. La entrevistada refirió que desde muy pequeña fue educada en estos quehaceres, mientras sus dos hermanos mayores ayudaban en la cosecha y su hermano menor estudiaba. Con maleta en mano, con sus poca ropa al siguiente día un señor mayor la llegó a traer y la instaló en su casa, según ella ser esposa significaba únicamente hacer los quehaceres del hogar, sus padres nunca le hablaron de sexualidad, por lo que su primera experiencia fue traumatizante, cuando ella se negaba él la golpeaba y la tomaba a la fuerza, aunque ella quiso regresar a su casa, con su familia, ellos se negaron a recibirla y por el contrario, su papá la fue a entregar nuevamente con su marido. A los 13 años de edad quedó embarazada de su primer hijo, sin embargo lo perdió, los maltratos fueron mayores por parte de su marido quién le decía que no servía para nada pues no podría tener hijos. Al año siguiente volvió a quedar embarazada, esta vez logró tenerlo con ayuda de una comadrona, pero pasó por muchos padecimientos durante el embarazo y su salud se deterioró. Martina dice que se acostumbró a esa vida. 6
Nombre ficticio
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Ahora Martina tiene cuatro hijos, dos niñas y dos varones, el más pequeño de cinco años de edad, es viuda desde hace tres años, sin embargo ha luchado por
sacar a sus pequeños adelante con carencias, pero los ha puesto a estudiar e indica que no casaría a sus hijas a tan temprana edad ni con alguien que ellas no elijan, sueña con que ellos sean universitarios. Martina tiene una tortillería y realiza planchados de ropa en varias casas. Ella revela que en su pueblo estos casos siguen pasando, muchas de las niñas “mueren durante su primera noche con su marido o en los partos”, sin embargo son casos vistos como normales y pasan todo el tiempo.
La educación sexual integral, una aliada para las niñas y las adolescentes En el marco de la Conferencia Mundial de VIH/sida realizada en México en el 2008, 33 países de Latinoamérica, incluyendo Guatemala, firmaron la declaración “Prevenir con Educación”, la que tiene como objetivo prevenir esta enfermedad y otras problemáticas como los embarazos en adolescentes, a través del fortalecimiento de estrategias intersectoriales en la promoción de la educación sexual integral. En dicha actividad participaron el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y el Ministerio de Educación (MINEDUC). 15
Después de múltiples análisis y discusiones en Guatemala, el 9 de julio de 2010 se firmó la carta acuerdo “Prevenir con educación”, donde ambos ministerios coordinarían acciones para incorporar en sus políticas educativas y de desarrollo, temáticas como la calidad de vida, la sexualidad humana, la paternidad y maternidad responsables, la salud reproductiva, género, familia, derechos humanos y multiculturalidad, entre otras temáticas. Entre los compromisos en la carta acuerdo se contempló la implementación de la educación integral en sexualidad de una forma gradual en todos los niveles educativos, para lo que se necesitó la actualización de los contenidos y metodologías del currículo educativo para inclusión de estos temas. En el 2011 se planteó la necesidad de revisar, actualizar y reformar la capacitación del personal docente desde la formación magisterial hasta la capacitación de docentes activos, en el marco de los derechos humanos, todas las acciones encaminadas para que en el 2015 la brecha en el número de escuelas que aún no habían institucionalizado la educación integral en sexualidad, se redujera un 75 por ciento, una meta que difícilmente se alcanzará. De acuerdo con el documento “Guatemala a 20 años de Cairo”, de la Organización Tierra Viva, el Estado con la aprobación de diversas legislaciones, políticas, programas y protocolos, así como con la suscripción de varios convenios internacionales y la puesta en práctica de otras acciones, ha avanzado en materia de educación sexual integral, sin embargo aún quedan muchos retos por superar. Según la investigación de la entidad, este tipo de enseñanza en las escuelas es una acción que ha se enfrentado con la intolerancia de las jerarquías eclesiásticas del país. El tema de educación en sexualidad tuvo sus mayores avances del 2008 al 2011, después de eso no hay avances. Tierra Viva insiste en que priva el estancamiento y la Unidad de Equidad de Género y Pertinencia Cultural, del MINEDUC, sigue funcionando con grandes dificultades, sin embargo esta instancia ha capacitado al personal docente de enseñanza pública sobre la forma de impartir los temas de sexualidad, en el marco de la Estrategia de Educación Integral en Sexualidad y la Prevención de la Violencia. El documento informa que se ha formado al personal técnico, directivo, administrativo y docente de 300 centros educativos en 13 direcciones departamentales de enseñanza, funcionando como un plan piloto para ser proyectado al sistema de educación pública en general. Para Tierra Viva aunque existen avances significativos en relación a políticas y programas, pero no se concretizan de manera satisfactoria y no muestran resultados palpables a la fecha. 16
Mirna Montenegro, del OSAR, indicó en este tema que en lo nominal todo va bien, hay adelantos en los marcos legales, declaraciones favorables y políticas a favor de la educación en sexualidad, pero en la parte de la implementación es donde se reportan rezagos. Montenegro dijo que hace falta mucho para que realmente esta clase de enseñanza llegue a las aulas y con esto mejorar la calidad de vida de las niñas y adolescentes. Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del UNFPA, en su discurso en el marco del Día Mundial de Población, resaltó la necesidad de ofrecer educación integral sobre la sexualidad de los adolescentes y jóvenes, apropiada para su edad, con el fin de desarrollar el conocimiento y aptitudes que necesitan para proteger su salud a lo largo de sus vidas. Osotimehin destacó que la educación e información no son suficientes sin los servicios de salud reproductiva de buena calidad y con personal disponible para que las y los adolescentes tomen decisiones informadas y sean saludables.
¿Cuál es tu proyecto de vida? Leonor Calderón, representante 20112013 del UNFPA en Guatemala, indicó que las adolescentes con acceso a la educación e informadas, están transformado la forma de verse a sí mismas y están planificando su propia vida, incorporando nuevos conocimientos y evidencia científica para vivir con bienestar, lo que implica desde decidir acerca de la maternidad y el mejor momento para ello. ¿Cuál es tu proyecto de vida? Prevengamos los embarazos en la adolescencia, es una campaña promovida por el UNFPA, que tiene como objetivo principal que la población guatemalteca reconozca que las niñas y adolescentes tengan las herramientas necesarias para que planifiquen su vida.
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Calderón añadió que construir un proyecto de vida no beneficia únicamente a la niña o adolescente en lo individual, sino que tiene impacto en la familia, en la comunidad y en el país. Sólo personas plenas, informadas y libres pueden transformar su realidad y promover el desarrollo, Mantener a las niñas y adolescentes en la escuela es un factor imprescindible en la estrategia de prevención del embarazo en niñas y adolescentes, según la información del UNFPA la reducción del porcentaje de cobertura educativa repercute en las oportunidades de desarrollo individual y contribuye al aumento de los nacimientos de madres niñas y adolescentes, además de aumentar el riesgo en su salud. Para hacer frente al embarazo en la adolescencia es necesario transformar las condiciones de pobreza y discriminación que viven las niñas y las adolescentes, sobre todo de quienes viven en contextos rurales y tienen un origen indígena, mejorar su acceso a la educación y especialmente a la educación integral en sexualidad, así como el acceso de las adolescentes a los servicios diferenciados de salud sexual y reproductiva es la gran tarea inmediata e imprescindible
Guatemala, 14 de septiembre 2013. Redacción: Marielos Carranza Edición: Ileana Alamilla Revisión: UNFPA
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