Foto: Manu Head (Hellnation.cl)
¿Cómo y cuándo empezaste a tatuar? A los 14 años conocí a un ex convicto que aprendió a tatuar en prisión. Él me enseñó a usar las agujas con un lápiz. Eso fue en 1990. Ya tengo 40 años así que ya ha pasado mucho tiempo. ¿Él te enseñó a tatuar? No realmente. Me dio algunos tips para encajar una aguja en un lápiz, pero el resto lo aprendí por mi cuenta. ¿Cuál fue tu primer tatuaje? Se lo hice a un amigo en los noventas. Un cuchillo con una serpiente alrededor. Lo hice sin máquina, a mano. ¿Cómo definirías tu estilo? Me gusta hacer retratos y realismos. Solo me enfoco en eso porque es lo que realmente me gusta y lo que sé hacer. No toco otros estilos porque no es lo mío. Prefiero trabajar con lo que domino. ¿Cómo te sientes con la popularidad del tatuaje? Me hace muy feliz, pero ahora el tatuaje se divide en dos: el lado comercial, que es el de los chicos que abren tiendas para hacer dinero, y el lado artístico, el arte real; ese es el que me interesa. Ahora la industria es muy grande pero en mi opinión no hay suficiente preparación para los nuevos tatuadores. Por eso estoy abriendo un curso en la Fine Arts Academy en Italia. Es la primera vez en el mundo que una academia de ese nivel abre las puertas al tattoo, reconociéndolo como un arte de verdad, así que estoy muy feliz por eso. Es un curso de 3 años de duración. ¿Tienes aprendices? Tengo muchos estudiantes que vienen a mis cursos. Los preparo en la academia. No me gusta tener aprendices como se hacía en la vieja escuela. Creo que el tatuaje se está convirtiendo en algo diferente de lo que era hace unos años. Ahora primero tienes que estudiar y luego puedes trabajar en eso. ¿Qué tienes que decirle a los jóvenes que se están iniciando en el tatuaje? Para mí lo más importante es la preparación, tener algún arte como base,
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