COMITÉ ESTATAL DE SANIDAD ACUICOLA DE TABASCO A. C.
EVALUACIÓN SOBRE MANEJO, SANIDAD E INOCUIDAD EN UNIDADES DE CULTIVO DE PECES
M. Sc. Rafael Meseguer Elizondo
SEPTIEMBRE DE 2010
Aplicación de evaluación sobre manejo, sanidad e inocuidad en unidades de cultivo y de reproducción en el Estado Una de las acciones importantes realizadas durante el año 2009, fue la evaluación de algunos aspectos generales que se relaciona con el manejo de la producción y con las prácticas llevadas a cabo en las mismas. Entre los factores considerados, estuvieron básicamente los siguientes: el agua, el alimento y los organismos empleados, así como aspectos relativos a las prácticas sanitarias y de inocuidad como medidas de prevención de enfermedades. La evaluación contempló a 46 unidades que corresponden a las que se visitan con regularidad (mensualmente) a partir de este mismo año. Entre ellas, se encuentran todas las unidades de reproducción y todas las granjas pertenecientes a la Asociación Tabasqueña de productores de Tilapia (ATPT) entre otras de importancia relativa en el estado.
Valor general: Como resultado de la evaluación, se establecieron los valores obtenidos a nivel individual para las UPA en cuanto a los criterios mencionados previamente. A continuación se especifican los resultados comparativos alcanzados, en primer término por el grupo de unidades pertenecientes a la ATPT (Asociación Tabasqueña de productores de Tilapia), y en las gráficas posteriores por otras UPA de importancia. Inicialmente, se presenta el valor general o global de todos los aspectos considerados y posteriormente, los resultados para cada uno de ellos. En las figuras 1 y 2, se observan precisamente los puntos generales obtenidos por las UPA, explicando sus rangos y respectivos niveles. Estos se consideran desde el 1 (más bajo o que podría en algún caso representar un elevado riesgo de viabilidad de la granja), (no se aprecian en ésta gráfica), el 2 (bajo, que representa una marca deficiente y es un indicador de una necesidad importante de mejorar algunas aspectos fundamentales), el 3 (adecuado, en el cual la UPA mantiene condiciones moderadas que permiten un funcionamiento estable) y el 4 (en el que se mantienen condiciones muy aceptables y en algunos puntos excelentes que podrían permitir iniciar un proceso de reconocimiento). En este caso, solo un 4.35 % de las unidades (2) presenta un nivel adecuado, un 32.61 % puede considerarse como aceptable (15), un 52.17 % (24), que se clasifican como deficientes y solo 10.87 % (5), que resulta de alto riesgo.
Figura 1. VALOR GENERAL UPA DE ATPT 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0
Figura 2. VALOR GENERAL OTRAS UPA 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0
RANGOS:
NIVEL 4: 67-78 (ADECUADO-AZUL) NIVEL 3: 53-66 (ACEPTABLE-VERDE) NIVEL 2:41-52 (DEFICIENTE-NARANJA) NIVEL 1:26-40 (ALTO RIESGO-ROJO)
Aunque en lo que se refiere al valor general se consideran 4 niveles, en los otros cinco aspectos se decidió emplear solamente 3: 1 (deficiente), 2 (aceptable), 3 (adecuado). No se trató aquí de hacer un comparativo entre unidades del estado, en realidad el propósito fue realizar un análisis individual que le permitiese a cada UPA y al CESAT, identificar con mayor claridad los puntos que requieren una mayor atención. De esta manera, creemos que podremos lograr avances más significativos en menor tiempo. Cabe recordar que la evaluación no fue algo definitivo, en parte porque el propósito es que se logre un mejoramiento que pueda medirse, por lo que será necesario repetirla en un periodo posterior. No será por tanto algo difícil que una UPA obtenga valores muy distintos y considerablemente mejores posteriormente.
Los resultados individuales se enviaron a las UPA que forman parte de la ATPT de modo que han servido para iniciar recomendaciones específicas mediante las visitas de aplicación de medidas sanitarias de prevención, control de enfermedades y de manejo sanitario. El mismo ejercicio se realizó con las unidades que no forman parte de la ATPT. Agua: En este factor de gran relevancia, un 56.52 % (26) presenta condiciones aceptables, seguido de un 23.91 % (11) en el que éstas resultan deficientes y solamente un 19.56 % (9) en que pueden considerarse adecuadas (figuras 3 y 4). Lo anterior, indica el gran trabajo que aun hay por hacer en cuanto al mejoramiento de un aspecto esencial (la cantidad y calidad del agua), tanto de la que se abastecen las unidades, como de la que se mantiene por el manejo práctico efectuado. Figura 3. AGUA EN UPA DE ATPT 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0
Figura 4. AGUA EN OTRAS UPA
MAXIMOS EL ROSARIO SANTA CRUZ TROPIFAUNA MIRAFLORES LA GRAN PESCA… ACUIBAL MORPHE ACUADESARROLLO EL MILAGRO DE… UJAT DACBIOL ACUAPLAN ACUACULTIVOS… LA FIERA PISCIFACTORIA… ACUICOLA… PISCIFACTORIA DE… PISCIFACTORIA DE… CAMPESTRE LOS GUIROS PALO DE RAYO LA ESMERALDA EL MANA EL ANZUELO DE… BUENA VISTA EL MOTE EL EMPORIO PISCIFACTORIA DE… GRANJAS DEL SUR
20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0
RANGOS:
NIVEL 3: 16-21 (ADECUADO),
NIVEL 2: 11-15 (ACEPTABLE), (DEFICIENTE)
NIVEL 1: 6-10
Alimentación. Como se mencionó anteriormente, en este aspecto nos interesamos en analizar la disponibilidad de alimento en las granjas, así como en la aplicación del mismo tanto en las dosis, como en la frecuencia y las etapas adecuadas. En esta ocasión, como en otras descritas, la mayoría de las unidades 58.69 % (27) corresponde al rango considerado como aceptable, sin embargo debido a un mejor cuidado en algunas de ellas 23.91 % (11) la proporción reconocida como adecuada fue mayor y solamente ocho de las UPA (17.39 %), fue clasificada como deficiente (figuras 5 y 6). En este sentido, será importante que las unidades consideradas con un nivel aceptable y principalmente la que se considera deficiente, tengan una mayor previsión. Por una parte, para evitar que existan periodos sin alimento, pero además para la práctica de biometrías periódicas para el cálculo de dosis adecuadas y que se eviten cambios en los tipos de alimento propios de las etapas de cultivo utilizadas.
Figura 5. ALIMENTACIÓN EN UPA DE ATPT 10 8 6 4 2 0
10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0
MAXIMOS EL ROSARIO PISCIFACTORIA… MIRAFLORES EL MILAGRO DE… ACUAPLAN LOS GUIROS PISCIFACTORIA… MORPHE CAMPESTRE SANTA CRUZ UJAT DACBIOL LA GRAN PESCA… ACUADESARROLLO EL MOTE TROPIFAUNA ACUIBAL PISCIFACTORIA… PALO DE RAYO EL EMPORIO ACUACULTIVOS… GRANJAS DEL SUR LA FIERA EL ANZUELO DE… PISCIFACTORIA… ACUICOLA… BUENA VISTA LA ESMERALDA EL MANA
Figura 6. ALIMENTACION EN OTRAS UPA
RANGOS:
NIVEL 3: 9, (ADECUADO)
NIVEL 2: 6-8 (ACEPTABLE),
NIVEL 1: 3-5 (DEFICIENTE)
Organismos: Se vincula con todos los aspectos que tienen que ver con los organismos cultivados. Desde su origen, si se trata de compras a la misma unidad de producción de alevines o de la práctica de emplear organismos de una gran variabilidad de granjas. Por otra parte, se considera si se trata de peces masculinizados o no. Y tomando en cuenta eso, algunos aspectos relacionados con la calidad de dicho proceso si se realiza, entre ellos la tasa de efectividad de masculinización, el tiempo estimado en que se obtiene la talla comercial y la homogeneidad del crecimiento. La práctica de solicitar el análisis de los organismos, así como sobre todo la del conteo y aclimatación o las cuarentenas a los peces, son otros aspectos que se incluyen en este apartado, como mecanismos de un mejor control sobre la calidad de los mismos y para mejores resultados de crecimiento. En este sentido, aun cuando una proporción importante de 15 de las unidades consideradas (32.61 %) presentan un rango adecuado y la mitad de ellas (50 %), (23) muestra uno solamente considerado como aceptable (figuras 7 y 8), en ocho unidades (17.39 %), el rango corresponde a una evaluación deficiente.
Figura 7. ORGANISMOS EN UPA DE ATPT 25 20 15 10 5 0
Figura 8. ORGANISMOS EN OTRAS UPA 25 20 15 10
0
MAXIMOS UJAT DACBIOL EL ROSARIO LOS GUIROS CAMPESTRE TROPIFAUNA ACUAPLAN PISCIFACTORIA… ACUADESARROLLO ACUICOLA… MOTE PISCIFACTORIA DE… MORPHE EL ANZUELO DE… BUENA VISTA PISCIFACTORIA DE… MIRAFLORES GRANJAS DEL SUR SANTA CRUZ ACUIBAL PISCIFACTORIA DE… LA GRAN PESCA… ACUACULTIVOS DE… EL MILAGRO DE… PALO DE RAYO EL EMPORIO LA ESMERALDA EL MANA LA FIERA
5
RANGOS:
NIVEL 3: 17-21 (ADECUADO),
NIVEL 2: 12-16 (ACEPTABLE), (DEFICIENTE)
NIVEL 1: 7-11
Autosuficiencia Se trata de un parámetro que se relaciona exclusivamente con el nivel de dependencia de recursos principalmente en cuestión de capital de trabajo (alimento o alevines) de las UPA. En general se trata de casos de unidades de autoconsumo de muy pequeño tamaño, por ese motivo en el trabajo que realiza el CESAT prácticamente no se consideran dicho tipo de unidades. Por lo anterior, casi en todos los casos de UPA son autosuficientes y no están sujetas a apoyos externos. En la figura 9 se incluyen a las UPA pertenecientes a la ATPT y en la figura 10 el restante grupo de unidades evaluadas. Así por ejemplo, se consideran en condición adecuada 35 de ellas (76.09 %), mientras que solamente 6 (13.04
0
MAXIMOS EL ROSARIO LOS GUIROS UJAT DACBIOL ACUAPLAN CAMPESTRE SANTA CRUZ MORPHE LA GRAN PESCA MILAGROSA ACUADESARROLLO TROPIFAUNA ACUIBAL EL MILAGRO DE NUEVA… EL MOTE ACUICOLA CASTILLO Y… EL ANZUELO DE SAN PEDRO LA FIERA LA ESMERALDA EL EMPORIO PALO DE RAYO BUENA VISTA ACUACULTIVOS DE TORNO… MIRAFLORES GRANJAS DEL SUR PISCIFACTORIA DEL CENTRO EL MANA PISCIFACTORIA DE… PISCIFACTORIA DE CARDENAS PISCIFACTORIA DE PUERTO…
%), se clasifican como en condición aceptable y únicamente 5 pueden definirse como deficientes (10.87 %). Figura 9. AUTOSUFICIENCIA DE UPA DE ATPT
3.5 3 2.5 2 1.5 1 0.5 0
Figura 10. AUTOSUFICIENCIA EN OTRAS UPA
3.5
3
2.5
2
1.5
1
0.5
RANGOS:
NIVEL 3: 3 (ADECUADO),
NIVEL 2 : 2 (ACEPTABLE),
NIVEL 1 : 1 (DEFICIENTE)
Sanidad e inocuidad. En este apartado, se incluyen diversos aspectos relacionados con instalaciones, practicas y equipo vinculado al mantenimiento de condiciones sanitarias en las granjas. Además con mecanismos de control y registro de las actividades, así como finalmente del aseguramiento de la inocuidad del producto producido. Los resultados con 31 UPA (67.39 %) en situación deficiente, 10 (21.74%) en condición aceptable y solo 5 (10.87 %) que se consideran como adecuadas (figuras 11 y 12), nos hace reconocer que es uno de los apartados que requiere más trabajo por parte de la mayor parte de las UPA. Sobre todo, porque se trata de aspectos que normalmente no se consideran prioritarios y que son relegados ante problemas operativos frecuentemente urgentes. Por eso, nuestro interés será trabajar más específicamente en mejorarlos. Figura 11. SANIDAD E INOCUIDAD EN UPA DE LA ATPT 30 25 20 15 10 5 0
Figura 12. SANIDAD E INOCUIDAD EN OTRAS UPA 30 25 20 15 10 0
MAXIMOS MIRAFLORES UJAT DACBIOL ACUAPLAN EL ROSARIO CAMPESTRE LA GRAN PESCA… MORPHE PISCIFACTORIA DE… TROPIFAUNA SANTA CRUZ GRANJAS DEL SUR ACUIBAL PISCIFACTORIA DEL… LA FIERA LA ESMERALDA ACUADESARROLLO EL MOTE EL ANZUELO DE… PISCIFACTORIA DE… EL EMPORIO PISCIFACTORIA DE… LOS GUIROS EL MILAGRO DE… EL MANA PALO DE RAYO ACUACULTIVOS DE… ACUICOLA… BUENA VISTA
5
RANGOS: NIVEL 3 (AZUL): 22-27 (ADECUADO), NIVEL 2 (NARANJA): 15-21 (ACEPTABLE), (ROJO): 9-14 (DEFICIENTE)
NIVEL 1
Algunos puntos para establecer los criterios considerados en la evaluación realizada Agua Tiene que ver con los principales aspectos que se relacionan o inciden en la calidad de agua de que dispone la granja, pero también en el abasto o cantidad disponible de esta. Es decir, consiste en las instalaciones y equipo disponible, así como el manejo de ambos. Por lo que incluye aspectos relacionados con el tipo de instalaciones de abastecimiento (pozos, lagunas o ríos o bien la práctica de re-uso de agua) y la calidad general del agua de estas. También incluye las densidades o cargas empleadas, la disponibilidad de equipo de aireación y las tasas de recambio, por el efecto de dichos factores sobre la calidad del agua. En primer término, la mayoría de ellos: Carga o densidad, tasas de recambio de agua y aireación, fueron evaluados en función de las respuestas observadas en la calidad del agua en las visitas que se efectúan por parte del CESAT. Problemas en la calidad del agua que afectan a varias UPA o representan cierto grado de susceptibilidad en las mismas, se relacionan con diversos factores tales como: uso de agua de ríos (Castillo, Pucté), insuficiencia del abasto de los pozos, cargas muy elevadas y problemas eléctricos (La Ceiba), inadecuada calidad del agua de pozos (Ixoye), cargas elevadas en estanquería con falta o insuficiencia de mecanismos de aireación (Pucté) y hasta la re-utilización de agua proveniente de unidades de cultivo para recambios (Comercializadora). Cada uno representa un distinto nivel de riesgo, sin embargo en todos debe trabajarse para evitar que signifiquen serios problemas de crecimiento, enfermedades e incidan sobre la sobrevivencia.
Carga o densidad Si bien el concepto de carga no es contemplado por la mayor parte de los productores, principalmente porque no se comprende del todo, éste o la densidad, son factores de gran relevancia a considerar. Sobre todo para evaluar si las UPA emplean la carga o densidad que sus propias condiciones les permiten. Los resultados (figura 13), indican que un 60.9 % manejan una densidad que podemos considerar adecuada para sus condiciones, sin embargo, aun un 39.1 % emplean una que resulta excesiva. Lo anterior, ya se manifiesta en las condiciones de calidad del agua y el porcentaje de recambios utilizados, los cuales se registran más adelante. Recambio En relación al recambio de agua (figura 14), un 43.5 % maneja tasas que permiten condiciones de calidad del agua regulares, en otro 23.9 % malas o insuficientes y en 32.6 % promueven parámetros en niveles buenos o suficientes. Figura 13. CARGA O DENSIDAD
Figura 14. RECAMBIO Regulares
Adecuada 39.13
23.91 43.48
60.87
Excesiva
32.61
Buenas o suficientes Malas o insuficientes
Aireación Con un comportamiento muy similar a lo que se mostró en cuanto al recambio, en las unidades que lo requieren, el uso de la aireación resultó en una calidad del agua regular en la mayoría de ellas (58.7 %), mientras que en un 17. 4 % fue mala o insuficiente y solamente en 23.9 % buena o suficiente (figura 15). Por supuesto que la aireación no puede, ni debe usarse como alternativa al recambio, sino que ambas deben formar parte conjuntamente de un buen manejo de los sistemas de cultivo. Sin embargo, una tendencia en pocas unidades a substituir el recambio por aireación, explica que presenten condiciones insuficientes. Frecuencia de eventos de bajos niveles de oxígeno disuelto Consecuentemente a lo descrito en los apartados anteriores, la tendencia a la intensificación del cultivo, ha provocado una mayor frecuencia de niveles bajos de oxígeno
disuelto. En este sentido, como puede verse en la figura 16, un 21.7 % de la granjas manifiestan presentar eventos constantes de bajos niveles de oxígeno disuelto y otro 28.3 % los registra frecuentemente. Por el contrario, otro 50 % indica que los mismos son nulos o de naturaleza aislada o estacional. Figura 15. AIREACIÓN Regular
Figura 16. FRECUENCIA DE BAJOS NIVELES DE OXÍGENO
17.39
Constantes Buena o suficiente
23.91
58.7
Mala o insuficiente
21.74 50
Frecuentes 28.3 Nulos o escasos
Fuente de agua En este sentido, en la figura 17, puede comprobarse que afortunadamente la mayoría de las UPA se abastecen actualmente de un pozo profundo (58.7 %), mientras que el 34.8 % depende de un río, laguna u otro cuerpo de agua natural, lo que por supuesto lo pone en una situación de mayor vulnerabilidad, en particular durante la temporada de lluvias. Y solamente un 6.5 % presenta reutilización del agua o posee unidades de cultivo freático. Calidad del agua de abastecimiento Precisamente debido al abasto mayoritario a partir de un pozo profundo (figura 18), una proporción importante de granjas posee una fuente de agua de calidad regular y con poca variabilidad (45.6 %), o inclusive presenta calidad buena y constante (39.13 %). Por el contrario, un 15.22 % puede considerarse de mala calidad, con una gran proporción de sólidos disueltos y alta variabilidad.
Figura 17. FUENTE DE AGUA 6.52
Pozo profundo Cuerpo de agua natural
34.78 58.7
Freáticos o reutilización
Figura 18. CALIDAD EN FUENTE DE ABASTECIMIENTO Regular
15.22
45.65 39.13
Buena Mala
Alimentos Sin duda uno de los aspectos esenciales es la disponibilidad del alimento, sobre todo para que las granjas obtengan buenos resultados y se eviten problemas relacionados con el crecimiento (dispersión de tallas, retraso en alcanzar la talla comercial). En este sentido, se consideraron tres aspectos: la realización de biometrías, el abasto constante de alimento y el uso del apropiado para la etapa cultivada. Biometrías En cuanto a la práctica de llevar a cabo biometrías, observamos que una mayoría reporta efectuarlas siempre (45.65 %), un porcentaje menor los hace ocasionalmente (28.26 %), (generalmente sujeto a la visita de un técnico o asesor que las realiza) y finalmente una proporción muy parecida (26.09 %) reconocen no hacerlo nunca (figura 19). Lo anterior, por supuesto representaría que sobre todo en las últimas, se esté manifestando cierto impacto en la producción, como resultado de consideraciones inadecuadas en las dosis de alimento usado. Este puede relacionarse con el rezago en alcanzar tallas comerciales, la
dispersión de tallas y la obtención de menores volúmenes de producción. Los cuales se analizarán más adelante. Abasto suficiente de alimento Por su parte, el abasto de alimento (figura 20) se considera adecuado para casi la mitad de las unidades (47.83 %), que reportan disponer siempre de él, mientras que un porcentaje importante (43. 48 %) reconoce faltas en el suministro de manera ocasional, lo que podría también incidir en el crecimiento. Finalmente solo un 8.7 % de las unidades acepta que el abasto nunca es el adecuado, lo que seguramente los afecta de manera significativa. Alimento específico en función de la etapa La situación respecto al uso del alimento específico posee la misma tendencia que la mencionada respecto al abasto en general (figura 21). Manifestándose una mayor proporción (54.35 %) que siempre emplea el alimento de la etapa adecuada, un 39.13 % que ocasionalmente se ve obligado a usar uno de una distinta debido a escasez y solo un 6.52 % que prácticamente nunca usa el alimento apropiado. Cabe destacar, que los cambios en la etapa requerida someten a los organismos a deficiencias serias en el consumo, en principio por tratarse de tamaños de partícula inadecuados. Pero sobre todo, porque con niveles nutricionales distintos a los requerimientos, los organismos presentarán rezagos en el crecimiento.
Figura 19. BIOMETRÍAS
Figura 20. ABASTO DE ALIMENTO
Siempre
Siempre 8.7
26.09
28.26
45.65
Ocasionalmen te Nunca
47.83 43.48
Ocasionalmen te Nunca
Figura 21. ALIMENTO ESPECÍFICO Siempre 6.52
Ocasionalmente 39.13
54.35
Nunca
Organismos Granja proveedora de crías En relación con los organismos, el primer factor que consideramos fue la variabilidad en la fuente de aprovisionamiento de crías. No solo porque el variar constantemente la granja donde se compran los alevines, reviste riesgos de probable dispersión de enfermedades, sino que además indica que la UPA de engorda no ha logrado determinar con claridad aquella que le ofrece mejores resultados. Se esperaría que una granja con varios ciclos de producción y que ha empleado alevines de diversas fuentes, estableciera los mejores, sin embargo no siempre ocurre esto. Ello produce además resultados muy variables entre diferentes ciclos. De cualquier modo, afortunadamente un mayor porcentaje (56.52 %) ya emplea una fuente relativamente constante (un mismo proveedor), principalmente de la misma región o granja y con calidad homogénea, mientras que un 23.91 % maneja organismos de unidades generalmente del mismo estado, con cierta variación y de calidad regular (figura 22). Finalmente, un menor número de unidades (19.57 %), persiste en emplear diversas fuentes de aprovisionamiento de alevines, los cuales provienen de otros estados y poseen calidad deficiente o muy variable. Calidad de cría En este apartado, no se consideran aspectos de calidad genética, sino los relacionados con el tipo de alevines empleados, es decir masculinizados o no. No se trata de que aspectos de calidad genética no sean importantes, sino que en términos prácticos, el primer paso es asegurarse que los productores cuenten con semilla que garantice cero reproducción. Una vez que eso se asegure, será necesario avanzar en la calidad genética y otros aspectos de manejo que maximicen los resultados. Además, muchos de los problemas que se presentan en el crecimiento, suelen atribuirse a cuestiones genéticas, descuidando aspectos de manejo esenciales, tales como: la alimentación, las cargas empleadas y la calidad del agua. En ese sentido, es importante destacar que afortunadamente un sector
mayoritario de las unidades (86.96 %) manejan alevines masculinizados, mientras que solo un 13.04 % permanece usando organismos que no cuentan con un proceso de hormonado (figura 23). Sin duda, las últimas tienen como consecuencia serios problemas de crecimiento y sobrepoblación. Sin embargo, como se verá más adelante, no necesariamente el contar con alevines masculinizados garantiza porcentajes adecuados de masculinización. Porcentaje de masculinización Como se mencionó anteriormente, el contar con organismos masculinizados, no les garantiza a las unidades de engorda que se haya realizado un proceso efectivo de hormonado que evite la reproducción por completo. De tal manera, que estimar la efectividad de dicho proceso se torna muy necesario. Aquí, podemos decir que de acuerdo con el resultado, existe cierto nivel de error en el proceso efectuado por algunas de las unidades de reproducción (figura 24). De tal manera, que el porcentaje de unidades que presenta valores de más de 95 % es solo de 32.61 % de las granjas, mientras que un 52.35 % reportan valores entre 90 y 95 %. Estos últimos, podrían implicar cierto nivel de reproducción, con un impacto en las tasas de crecimiento en las unidades. Finalmente solo un 13.04 %, corresponde a las UPA que presentan valores menores de 85 %, los que desde luego resultan de un proceso mal efectuado y que traen como consecuencia sobrepoblación y por ende pésimos resultados cuando ocurren. Figura 22. GRANJA PROVEEDORA DE CRÍAS Con calidad y sin variación
Figura 23. CALIDAD DE LA CRÍA 13.04
Alevines masculinizado s
19.57 23.91
56.52
calidad y variación regular Calidad deficiente o muy variable
86.96
Alevines sin masculinizar
Figura 24. EFECTIVIDAD DEL PROCESO 90-95 % 13.04
>95% 32.61
54.35
<85 %
Siembras Una de las acciones imprescindibles al inicio del cultivo, consiste en que los productores no solo cuenten los organismos antes de sembrar sus unidades, sino de que estos pasen por un periodo de aclimatación que les permita adaptarse a las condiciones de la granja. Al hablar de aclimatación aquí, no nos referimos a la que se realiza en las mismas bolsas de transporte al llegar a la unidad. Hablamos de un periodo más prolongado (un mes aproximadamente), que les permite a los organismos contar con un mayor impulso al crecimiento, una vez que sean transferidos para su cultivo. Pero además, observar y en su caso tratar algún problema sanitario que llegase a presentarse. Por supuesto, la aclimatación o crianza requiere que la UPA cuente con áreas apropiadas que permitan efectuarla. En los casos en los que las granjas no poseen unidades de concreto o de otro material con mecanismos de aireación que cumplan dicho propósito, usualmente colocan a los organismos en jaulas de tela mosquitero dentro de las instalaciones de cultivo, o bien simplemente los liberan tan pronto llegan. A partir de la evaluación, podemos notar que si bien la mayoría (67.39 %) realiza el conteo y la aclimatación, el 21.74 % no efectúa ninguna de dichas prácticas, lo que sin duda se manifiesta en inexactitudes en el cálculo del alimento y efectos en el crecimiento, como dispersión de tallas y rezagos en general (Figura 25). Cabe destacar, que solamente un 10.87 % de las granjas reportan realizar además del conteo y la aclimatación, la aplicación de tratamientos profilácticos y un periodo de cuarentena junto con cada ingreso de organismos.
Figura 25. SIEMBRAS 10.87
Conteo y aclimatación
21.74
Sin conteo ni aclimatación
67.39
conteo, aclimatación y cuarentena
Tasa de crecimiento En cuanto a la tasa de crecimiento, el criterio considerado fue el tiempo en que los organismos alcanzan la talla comercial (figura 26). En ese sentido, aquellos que se consideran de tasas regulares, es decir que la obtienen entre los 7 y 8 meses, constituyeron la mayoría (47.83 %), seguidos de un 41.30 % que reportaron lograrla en 6 meses, lo que los define como de un nivel bueno o suficiente. En contraparte, un 10.87 % pueden describirse como deficientes en ese sentido, ya que toman más de 8 meses para lograr tallas comerciales. Por supuesto, tanto los últimos, como aquellos considerados regulares, presentan deficiencias que pueden estar relacionadas con diversos factores de manejo que fueron mencionados en los puntos previos. Entre los más importantes, podemos citar, la alimentación, las densidades empleadas y su impacto sobre la calidad del agua (niveles bajos de oxígeno disuelto, recambios de agua, aireación), además de la calidad de la cría empleada. Por lo anterior, la tasa de crecimiento y el punto que se mencionará a continuación (homogeneidad en el crecimiento), constituyen el resultado, la consecuencia o la síntesis de los aciertos y errores en una multiplicidad de aspectos de manejo. Homogeneidad en el crecimiento Además de la velocidad de crecimiento, es muy importante conocer que tan diferentes resultan las tallas. Precisamente porque en la medida que exista alguna disparidad, podemos concluir que se presentan deficiencias en la alimentación, existen condiciones de estrés o manipulación excesiva, o bien se emplean densidades excesivas. Por supuesto, que algún grado de dichas diferencias, puede también deberse a una mala calidad de la cría. Sin embargo, hemos notado que están mayormente relacionadas con cuestiones de manejo vinculadas con los primeros aspectos. De acuerdo con los resultados (figura 27), la gran mayoría presenta condiciones regulares (65.22 %), que significan que < 20 % de la población en la cosecha posee un menor rango de talla. Mientras que solo un 23.91 % de las UPA mantiene organismos de características buenas o suficientes, es decir obtiene solo
un grupo de talla homogéneo sin variaciones. Finalmente, un 10.87 % de ellas muestra organismos con una alta dispersión de tallas (> 30 %) o insuficiente. Que resulta en un porcentaje idéntico al relacionado con aquellas que poseen tasas de crecimiento malas. Lo que indica que se trata de la proporción de granjas que en general tiene malos resultados en términos de crecimiento. Figura 26. TASA DE CRECIMIENTO 10.87
Regular 47.83
Buena o suficiente
Figura 27. HETEROGENEIDAD EN EL CRECIMIENTO 10.87
Regular 23.91 65.22
41.3
Mala o insuficiente
Buena o suficiente Mala o insuficiente
Autosubsistencia Aunque se trata de un factor que normalmente no es considerado, pensamos que es importante determinar la proporción de unidades que necesariamente dependen de capital de trabajo para operar. Aunque el grupo de granjas tomadas en cuenta en esta evaluación, está dominado por aquellas que poseen un enfoque comercial, no en todos los casos es así. El factor es determinante, ya que puede indicar si una UPA tiene o no viabilidad económica y está siendo rentable. Es además un indicativo práctico de la efectividad que una granja posee para reinvertir sus recursos, es decir de realizar una buena administración de los mismos. La gran mayoría de las unidades (76.09 %) nunca dependen de recursos externos y en cada nuevo ciclo reinvierten sus ganancias, mientras que el 13.04 % lo hace ocasionalmente en casos de urgencia y finalmente solo un 10.87 % los necesitan siempre (en cada ciclo), lo que los coloca en una situación dependiente y con riesgo constante de cerrar operaciones (figura 28). Aunque en este último caso, cabe aclarar se encuentran un grupo importante de las unidades de gobierno en los tres niveles.
Figura 28. AUTOSUBSISTENCIA 10.87
13.04
Nunca 76.09
Ocasionalmente Siempre
Aspectos de sanidad e inocuidad Como se puede ver en las siguientes figuras, los aspectos de sanidad e inocuidad todavía requieren un gran trabajo y generalmente constituyen la parte más débil en la mayor parte de las granjas. Instalaciones de recepción La mitad de las unidades (50 %), no posee áreas específicas de recepción en sus unidades (figura 29). Por supuesto, que ello no les permite realizar periodos de aclimatación o crianza que ya se describieron en un apartado anterior, lo que resulta en poco control sobre el estado en que se inicia la engorda formalmente. Por el contrario, un 34.78 % si cuenta con ellas, lo que facilita la observación de los organismos durante un periodo y ofrece la posibilidad de permitir algunas mortalidades por adaptación. Con ello, los organismos que pasan por ese periodo, poseen mejores oportunidades de crecimiento y generalmente lo hacen muy aceleradamente o con mayor homogeneidad. Por supuesto, esto requiere no solo de una inversión en cuanto a la construcción de las instalaciones, sino el contar con instalación eléctrica, lo cual constituye una limitante para algunas granjas. Quizás precisamente ese es el problema que presenta un 15.22 % de ellas, que aunque cuenta con dicha instalación, no la emplea. Bitácoras de control El disponer de registros de todas y cada una de las actividades que se realizan, puede marcar la diferencia entre mantener un buen control de la operación y detectar problemas oportunamente; o por el contrario correr el riesgo de presentar fallas que afecten la producción y la sobrevivencia. Esto último, resultará en pérdidas económicas para el productor. Desafortunadamente, la mayor parte de los productores (52.17 %), no le han dado la importancia debida al registro, como una medida muy útil, necesaria y esencial en una granja (figura 30). Por el contrario, un 28.26 % dispone de al menos una
bitácora, mientras que un porcentaje menor (19.57 %), posee un mejor control de sus actividades, ya que todas sus áreas cuentan con su propia bitácora.
Figura 29. INSTALACIONES DE RECEPCIÓN 15.22
No dispone de ellas 50
34.78
Cuentan con ellas y la emplean Cuenta con un área pero no la usa
Figura 30. BITÁCORAS DE CONTROL No se dispone de ninguna 19.57
28.26
52.17
Se dispone de al menos una
Todas las área cuentan con una bitácora
Señalización. En esencia para la mayor parte de los productores (71.74 %), el contar con identificación en sus instalaciones, en particular en las de cultivo, no resulta algo relevante por lo que no cuentan con ella (figura 31). Sin embargo, la señalización posee gran relevancia, no solo con fines estéticos (como muchos pueden pensar), sino de ordenamiento y para facilitar la aplicación de las rutinas de limpieza, desinfección, alimentación y de las cosechas programadas. Además, como parte primordial de los puntos considerados en la evaluación de UPA para el reconocimiento por SENASICA, u otros mecanismo de certificación (México-Calidad suprema). Por lo anterior, un 19.57 % de las unidades deberán continuar el trabajo en ese sentido, ya que hasta ahora solo algunas de sus instalaciones están señalizadas. En ese caso, también se encuentran algunas unidades que tuvieron una señalización en el pasado reciente, pero que la perdieron debido al efecto de las inundaciones de 2007 y 2008. Por el contrario, debido a la difusión de las acciones del CESAT, por convencimiento propio, o debido al inicio de algunos procesos de certificación; un porcentaje menor (8.7%), posee una señalización completa en sus instalaciones. Disposición de organismos muertos Como parte fundamental del manejo sanitario en una UPA, el retirar y disponer adecuadamente de los organismos que formen parte de sus pérdidas periódicas por mortalidad, es algo necesario. Sin embargo, aun existe un gran desconocimiento de la necesidad de realizar dicha labor, así como de las implicaciones y riesgos de no hacerlo. Ello se puede ver en los resultados de la evaluación (figura 32), ya que el 73,01 % de las granjas, solamente retira los peces del agua y los tira o permite que sean consumidos por perros. Con dicha acción se promueve la descomposición y los efectos de ésta en cuanto al
desarrollo de patógenos, los cuales implican riesgos. Por otra parte, un 29.91 % realiza la práctica más común y ampliamente recomendada. Figura 31. SEÑALIZACIÓN
Figura 32. DISPOSICIÓN DE ORGANISMOS MUERTOS
No se cuenta con ellas
8.7
Algunas áreas dispone de ellas
19.57 71.74
Todas las instalaciones estan señalizadas
2.17
Se sacan de agua solamente
23.91 73.01
Se entierran y se aplica cal Se incineran
Medidas de limpieza en instalaciones Si bien la mayoría de las UPA (71.74 %) realizan las acciones básicas de desinfección en sus instalaciones (estanques, tanques u otras unidades de cultivo), tales como el encalado o el clorado, aun un 19.56 % no efectúan ninguna de ellas como práctica común (figura 33). En aspectos que indican mecanismos más sofisticados de desinfección y preventivos, solo un 8.7 % cuenta con vados y tapetes sanitarios en los accesos. Medidas de limpieza en equipo En cuanto al equipo, las acciones aplicadas son en su mayoría insuficientes. Ya que el 52.17 % de las UPA se limita al tallado y enjuagado con agua de las redes y el material de transporte usado (figura 34). Mientras que un 26.09 % no aplica ni siquiera las prácticas descritas. Desde luego, la falta de limpieza implica un riesgo de desarrollo de infecciones y sobre todo su transmisión entre los organismos cultivados. Principalmente, porque es importante garantizar la eliminación del mucus de la piel de los peces, el cual se acumula en las redes y taras usadas para su manejo. Utensilios lavados insuficientemente o no desinfectados, acumulan bacterias que se desarrollarán sobre ellos. Por el contrario, solo un 21.74 % emplea desinfectantes como parte de las acciones rutinarias de limpieza aplicadas a todo su material. Será necesario, que un mayor porcentaje de UPA empiecen a aplicar los mismos criterios.
Figura 33. MEDIDAS DE LIMPIEZA EN INSTALACIONES
Figura 34. MEDIDAS DE LIMPIEZA EN EQUIPO
Solo encalado o clorado
8.7
Ninguna
19.56
Solo tallado con agua (redes y material) Ninguna
21.74 52.17
71.74
26.09
Vado y Tapetes sanitarios en accesos
Uso de desinfectantes
Aislamiento de áreas En su mayoría (58.7 %), las UPA evaluadas no disponen de cercados u otros mecanismos que permitan separar las unidades de cultivo (Figura 35). Por lo que estas, comúnmente se encuentran abiertas, los que las hace susceptibles al acceso de aves depredadoras y no aseguran un control efectivo del cultivo. Mientras que un 32.61 % de las granjas únicamente cuentan con mallas anti-pájaros, solo un 8.69 % ha establecido instalaciones que permiten que sus unidades de cultivo estén plenamente auto-contenidas. Este es un factor esencial, por lo que se deberá trabajar mucho para obtener garantías de condiciones de inocuidad en la mayoría de las UPA. Equipo de protección Generalmente menospreciado, el contar con equipo de protección para el personal reviste una gran importancia. En primer término, para mantener condiciones de limpieza y evitar la transmisión de enfermedades entre los organismos, o bien del personal hacia estos o viceversa. En ese sentido, por ejemplo, el uso de guantes es imprescindible para el manejo de los peces de tallas mayores, de modo que se eviten heridas en las manos. Adicionalmente, el uso de dicho equipo facilita el establecer rutinas y procedimientos de limpieza y desinfección. A partir de la evaluación, notamos que predominan las UPA que no disponen de éste (76.09 %) y que un 17.39 % de las granjas solamente emplean guantes para el manejo de los organismos (figura 36). Por el contrario, exclusivamente un 6.52 % dispone de uniformes, guantes y botas para su personal. Equipo de trabajo específico para cada área Una medida de prevención muy importante y que puede significar evitar serios problemas de transmisión de enfermedades, si estas llegasen a presentarse, es el uso de equipo específico para diversas áreas o etapas de cultivo. Sin embargo, debemos reconocer que la mayor parte de las UPA no conocen dicha práctica, por lo que en su mayoría no la aplican (84.79 %), (figura 37). Aunque 13.04 % de las granjas disponen de material específico en
todas sus distintas áreas o etapas de cultivo y una proporción aún menor, reportan contar con equipo único solamente en una de sus áreas de cultivo. Quizás será importante trabajar en este factor con mayor intensidad en adelante con los productores. Ya que es necesario que se les muestren las ventajas que ofrece el manejo de equipo específico, en términos de desinfección y para evitar la contaminación cruzada o dispersión interna de patógenos dentro de una misma granja.
Figura 35. AISLAMIENTO DE ÁREAS
Figura 36. EQUIPO DE PROTECCIÓN
No están separadas de ninguna forma
8.69
No se dispone de el
6.52 17.39
Solo redes antipajaros
32.61 58.7
Todas las áreas autocontenidas
76.09
Figura 37. EQUIPO DE TRABAJO Y MATERIAL ESPECÍFICO DE CADA ÁREA 13.04
El mismo material en toda la UPA
2.17
84.79
Todas las áreas con material y equipo específico Solo un área dispone de equipo específico
Solo guantes para el manejo de peces Uniformes, guantes y botas