Viaje al Sudeste Asiático en 80 días

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V I A J E

A L

SUDESTE ASIÁTICO EN 80 DÍAS




Bangkok. O la ciudad de las mil sonrisas, los mil templos, los mil tuk tuk, los miles de millones de personas, las mil reverencias, los mil colores y aromas... Bangkok. La ciudad de las mil y una noches. Llevo horas intentando saber como comenzar este diario, es que las palabras escasean ante tanto por contar!! Empecemos por el principio, la llegada a Suvarnabhumi Airport. DespuĂŠs

de

y

llegamos

cafĂŠs

del

mundo

casi

24 a

hrs uno

(suena

entre de como

los

vuelos,

horas

aeropuertos una

de

espera

mas

grandes

montonazo

no?).

Nadie nos esperaba, ningĂşn cartel con nuestros nombres a la salida, nada. Solos, Gonza y yo (y nuestras mochilas que son nuestra casa). Aunque afuera es de noche (casi las 10 pm hora local, 2 am en

mi

reloj

con

agujas

aun

neozelandesas)

nos

tomamos

"el tren de las nubes" que sobrevuela la ciudad que nos empieza a dar un panorama de una ciudad llena de contrastes e historias.


La primera gran decisión es que hacer al llegar a la última estación del sky train, cientos de tuk-tuk (una especie de motito que lleva a dos o tres personas con techito por si llueve y una velocidad que supera a cualquier vehículo que circula por Bangkok), taxis rosas (de agencia), verdes y amarillos (de dueño), de otros colores (indefinidos, no sabe/no contesta, no te subas), motos (si, motos), ruido, mas gente y nosotros entre risas y nervios arriesgando al que mas nos gusta, jugando un poco al ta-te-ti y mostrando al taxista una dirección rarísima a la cual nos lleva sin chistar. Llegar es trasladarnos a cientos de películas que se dan cita por estos lares del mundo... una calle angosta, gente, luces de colores, bares, gente ofreciendo lo que se te ocurra, tuk-tuks, la calle cada vez mas angosta y uno dentro de una pequeña burbuja totalmente alucinado y fuera de si. Hasta que el conductor pronuncia mágicas palabras y llegamos a nuestro primer hogar asiático. Alivio y respiro.


Bangkok








Ojos bien abiertos para ver que arriba no solo sobrevuela un tren la ciudad, sino dos, uno sobre otro. Para ver la ciudad desde el piso mas alto, para admirar la ciudad moderna y también para apreciar la antigua. Paciencia para entender una cultura ajena, para negociar y regatear hasta el precio de tu boleto, para andar en una ciudad convulsionada e irreverente. Capacidad de sentir y sorprenderse porque cada paso es algo nuevo

y

tienen cada

su

a

un

cada

encanto.

sonrisa

Subir de

distinto,

un

y

cada

bote

tren

en

y

Hua

aroma,

cada

lugar

Cada

personaje,

reverencia navegar

Lamphong

River,

petates

templo mirada,

una

Praya

con

cada

cada

dejan

Chao y

y

en

huella. bajar mano

saltar a un tuk-tuk y volver cuatro días mas tarde corriendo a un

la

misma

minuto

estación

después

para

arranque

sentarte

y

el

con

tren

Eso es Bangkok, ciudad de locos corazones.

que

exactamente

nuevo

destino.




Ayutthaya





Día 5 Hoy me siento thai, la experiencia cambia completamente cuando te pones pantalones con arabescos y elefantes y caminás tranquilo la ciudad. Ayutthaya nos enseñó varias cosas: Que perdimos el sentido del ridículo hace tiempo, y que una ciudad escondida en medio de la nada puede ocultar secretos (y calles que terminan en el mismo punto de partida) a la vuelta de la esquina. Caminamos bajo un sol radiante, tomamos litros de agua, comimos (o comí) todas las provisiones antes de las 5 pm. y

todavía

teníamos

descubriendo

la

La

mágica,

la

hora hora

de

isla,

la

el cuyos el

campana

resto

del

muros

vieron

atardecer, del

tren

día

ha y

para

seguir

la

capital.

llegado.

Llega

nacer

todos

a

bordo.






Definitivamente Chiang Mai es el lugar ideal para descansar de la agobiante capital thai. El arribo tuvo algunas turbulencias, el tren tardó unas cuantas horas mas y al llegar a Lampang cambiamos vehículo al grito de "¡Bus a Chiang Mai!" en un inglés trabado solo dirigido a turistas descolocados y un tanto dormidos. Como fuere todos confiamos, porque de eso se trata en este país: confiar en que el universo nos hace dar los mejores pasos. La estación de bus de Chiang Mai estaba atestada de gente. No de la que viene y va, sino de la que espera clientes para llevar a sus guesthouse o subir a sus tuk-tuk para acercarlos a la ciudad. El tren fue alucinante, atravesó plantaciones de arroz, montañas, junglas, puentes colgantes y nos regaló un amanecer lluvioso a través de sus ventanas. Eso hizo que necesitáramos un stop antes de entrar a la ciudad vieja, así que ahí mismo café en mano y sandwich veggie nos pusimos a buscar donde pasaríamos nuestros días en este pueblo ancestral al norte-norte de Tailandia, vecino a Burma y Laos.


Chiang Mai





Chiang Mai es bello por donde se lo mire, todavía mantiene los muros de la ciudad vieja y dentro de ella se mezclan construcciones de

antaño

y

mercaderes

aquí

y

allá.

El

mercado

del domingo es interminable y bien vale la pena un paseo en

busca

de

Hoy

es

lunes,

las

mejores después

artesanías de

una

de

todo

semana

de

Tailandia. corridas

y vuelos, nos dimos cuenta que podríamos tomar la tarde libre

para

descansar

(si,

descansar.

Yo,

Mario

Caradura).

Así que aquí estamos Gonza con sus fotos y su photoshop y yo entre pileta, chai latte y recortes rememorando algunas de los primeros platos.




De Tailandia a Laos


13 de septiembre de 2555. (en realidad ya es 14, pero acá de 2012) Dejamos la cálida Chiang Mai para embarcarnos unos días en una nueva aventura*. Nos vamos de Tailandia por un rato y en 3 fases llegaremos a Luang Prabang. Podríamos hacerlo en un día en combi, pero no. También podemos optar por la opción 2 días bus + bote rápido, pero no. Optamos por la mas larga, en la que mas vehículos debemos tomar y mas paradas hacer. OK?! Somos aventureros. OK?!

*Nota del autor. Léase por aventura algo fuera de lo común. No comeremos insectos, ni iremos al medio de la selva a convivir con locales, ni nadaremos con tiburones. (Por ahora)


Día 1 El viaje comenzó muy bien. Nos pasó a buscar la minivan. Aunque tímidos, los integrantes del grupo que compartirían con nosotros los próximos 3 días parecían amigables. El lo

cual

en

Tailandia

e

salgo

así

aire no funcionaba como

una

tragedia.

Hicimos dos paradas estratégicas, una para atorarnos con caramelos de maní y sésamo, la otra para correr y sacarle fotos a un templo... y matarnos de calor 10 minutos. Perdimos todos la timidez cuando llegamos a nuestro hospedaje. Ahí empezamos a conocernos. A las 6pm servirían una abundante comida... o un plato de arroz y vegetales y agua caliente con cilantro en forma de sopa. Ya varios tragos bastaron para que una saque guitarra y todos empecemos a cantar. Un clásico fogón que no esperábamos en esta ciudad remota. Llegó la noche y decidimos en conjunto irnos a reposar. Habíamos pasado una noche tan divertida que nadie quería irse a dormir (no era la razón del insomnio el hecho de que las camas eran de piedra, había lagartijas y el suelo dejaba entrever el piso a unos metros. Na!)




Día 2 - 7 am. Arriba todos. - 7:30 am. Reunión en el lobby. - 8 am. Desayuno. - 8:30 am. Empieza la conga en migraciones. Sin repetir y sin soplar. - 20 monos (14 en realidad) + bolsos todos arriba de una camioneta como sardinas en el 60 con rumbo a la frontera thai. Sello en pasaporte. Cruce del rio en bote (precario) de Chiang Khong a Huay Xai, directo a la oficina de Laos a conseguir nuestra visa en

la

frontera*.

Papeles,

dólares

y

declaraciones

mediante

lo logramos. Una nueva estampa a nuestro documento internacional. La guía del tour nos dio desconfianza así que no la seguimos hasta que no nos quedo otra. Tuk-tuk a la oficina, pasaportes a la deriva, tuk-tuk al bote, espera, calor, y finalmente 12 pm a bordo. Al fin!

*Nota del autor. Gonza tuvo su “momento” en la aduana thai dado que le pidieron su pasaporte real, porque no encontraban su fecha de ingreso. La encontraron después.


Día 3 Directo a Luang Prabang. Papáaaa, a que hora llegamos?! Escribo desde el bote que una y otra vez aclararon que es lento. El paisaje es absolutamente increíble. Atravesamos la selva de Laos por uno de los ríos mas largos de Asia. El bote es mucho mejor de lo que pensábamos. Baño, comida a bordo, asientos cómodos. Una

excelente

experiencia

rodeados

de

tanta

vegetación,

y algunas lluvias que nos hacen correr para cerrar ventanas cortinas otra

como

vez

si

el

cortinas

agua

mordiese

y

arriba

para

no

5

minutos perdernos

después nada...

El bote sigue viaje, luego de pasar en Pak Beng la noche dos. El tiki tour llegó a Laos por unos días y ya nos sorprendió/deslumbró.




L u a n g Prabang







16 de septiembre, 2012 (volvimos a nuestro año) Como todo pueblo al que llegamos, la bienvenida es masiva y todos se agolpan en un improvisado puerto. Buscan a sus guests, los que ya tienen todo reservado y los que pretenden que su morada los encuentre. Se hacen dueños de tu equipaje a cambio de una sonrisa aliviada (y unas monedas) o te ofrecen su tuk-tuk para pasearte un rato antes de dejarte donde vos les pedís, son reglas con las que aprendimos a jugar. Alguien de Mojo nos ofreció sus tres suites, y vista la hora y

el

“La

peso vida

de es

las

fácil”

mochilas, es

su

dijimos

lema,

y

que acá

si

sin

nos

dudar.

quedamos.

Después de tres días de bus + tuk-tuk + rio Mekong + Bote lento + culos chatos salimos en busca de algún lugar donde esté la movida, y

si,

Mojo

fue

una

buena

elección.

A

50

mts.

tenemos

restaurantes, bares y la mejor onda. Por las noches todo se transforma, los restó tienen grandes patios rodeados de verde, con luces intimistas, sillones, almohadones al piso, velas, vista al rio... se respira relax y

buena

y

me

comida. voy

a

Así disfrutar

que

me unos

escapo platos.

un

ratito

Chin

chin!






El domingo a la mañana tiene el mismo sabor en todos lados. motos

Solcito, y

un

gente buen

que

desayuno

camina (o

un

relajada, vermú

algunas

dominguero).

El pueblo se despierta tarde (son las 10 am y somos los únicos en la calle) es que ayer tuvieron su gran fiesta. Los botes salieron a las pistas y todo el mundo a los costados del rio disfrutando de un picnic, unas cervezas, la gran feria y una cantidad de locales que aun no entendemos de donde salió. “La carrera de botes” es como un espectacular carnaval toldense; el rio Mekong, la San Martin; los botes, la comparsa; los mil palillos con comida, un choripán; los chicos, los juegos, las risas, los ganadores y aquellos que tienen que subir sus botes por la colina cuando pierden. Los monjes y estudiantes caminan con sus paraguas negros envueltos en naranjas rabiosos para protegerse del sol y la lluvia llamando la atención de transeúntes y pasando

inadvertidos para los locales. Es que como todos,

van a la escuela, al mercado y andan. El sol volvió a salir con todo su esplendor y Luang Prabang se despierta. Ahora alquilamos bicis y nos dejaremos sorprender por ella, una vez mas.




Hanoi




19 - Septiembre - 2012 Arribo a Hanoi, Vietnam 18hrs. El chofer nos espera con un cartel que deja ver un “Mr. Silvela” entre sus palabras. Apenas salimos del aeropuerto, con unos cuantos millones de dong en el bolsillo, supimos que habíamos dejado la tranquilidad lejos, muy muy lejos. Nos enteramos que Vietnam tiene mas motos que habitantes y no hace falta mas que poner un pie en la calle para darse cuenta. El staff de Koto Hotel nos recibió con los brazos abiertos, cargaron nuestras mochilas, nos atosigaron a preguntas y nos hicieron sentir reyes! Decididos a escapar de tanto barullo, nos fuimos a la calle en

busca

de

comida...

POR

DIOS!

Las

bocinas,

motos,

autos y la cantidad de gente es brutal! Hace media hora estamos en el primer piso de un restaurante que Motos

da

a

como

una en

esquina un

y

laberinto

es que

increíble

lo

encuentran

pueden, mas bocinas y una espectáculo digno de ver.

que salida

vemos. como




Cuando en Hanoi, has como un vietnamita. A la calle! Solo

para

valientes,

tirarse

a

las

calles

y

pasadizos

de la ciudad. Muuuuuy divertido. Cuatro ojos, estrategias varias, petates ajustados y en unas horas nos convertimos en locales. Saltamos de la “Hilton Prison”, apodada así por los norteamericanos durante la guerra de Vietnam, al “Templo de la literatura”, hoy museo ayer la universidad mas antigua con mas de mil años y una belleza inspiradora, y por la noche las famosas “Marionetas acuáticas” en el teatro. Una tradición vietnamita de años y años. Así es Hanoi, historias de guerra, literatura y muchas, muchas motos.






Agotados de tanto trajín decidimos tomarnos un finde y hacer un crucerito a Halong Bay. Aparentemente una de las nuevas siete I

maravillas M

Pasamos

P

del

R el

mundo

E día

S

(junto

I

O

navegando

a

nuestras

N entre

A

cataratas).

N

limestones

T

E

!

(especie

de montañitas de piedra) en toda la bahía, terminamos visitando una cuevas y luego el “dúo sincronizado” hizo kayak por un rato atrayendo todas las miradas con nuestra impresionante técnica! La noche en el barco, rodeados de luces de otros barcos y las estrellas, con un nuevo grupo de amigos. Terminó en un camarote con vista a todo y un poco mas... Recuperamos

fuerzas

y

al

día

siguiente

volvimos

frescos...




Nos levantamos bien temprano porque el open bus nos llevaría a

nuestro

próximo

destino,

aquel

que

alguien

nos

advirtió

que nos encantaría. Hoi An es otra de las ciudades protegidas por

Unesco

como

patrimonio

de

la

humanidad.

Es

bella,

mágica, calurosa, y tiene tantos faroles y luces de colores que las noches se pasan descubriendo los colores, las formas y los mil cables que iluminan las calles principales y los mercados. Descubrimos que como en todo poblado, en Hoi an abundan los artesanos y una vez mas el regateo dice presente. Los sastres y calzados a medida son la reina del lugar (hay mas de 200 locales) y también la comida abunda. Se sirven en la calle en puestos ambulantes o en restaurantes de categoría. Hay para todos los gustos y sabores! Y aquí con Gonzalito somos materia dispuesta a probarlos todos (o casi, pues el peladito ha decidido mantenerse a raja tabla

con

sorpresa, playa

el

nos

con

vegetarianismo). encontramos

palmeras

y

Hoi an, una joya vietnamita!

que

cocos

Como Hoi a

plus an

pocos

y

para

nuestra

tiene

una

increíble

en

bicicleta.

kms



Hoi an








Martes, 2 de octubre 2012 Un

mes

desde

que

empezamos

el

viaje

en

Christchurch!!

Wowwww!!! Es increíble como pasan los días y como cada día nos sorprende con algo nuevo. Ayer llegamos a Saigón, o Ho Chi Minh City a partir del ‘75. La llegada fue bien temprano. 6:30 am para ser mas preciso. Por suerte el hotel estaba frente a la parada del colectivo. Solo había que meterse

en el callejón 219 de la calle Phan Ngu

y caminar un poco perdidos. Desde el minuto cero supimos que Saigón sería de nuestro agrado (sobre todo por el hecho de al lado del hotel tenemos la mejor panadería de todo Asia, hasta ahora) Mas motos, mas bocinas, mas Vietnam para todos los gustos. =)


Saigon

o Ho Chi Minh City





Saigón es la ciudad mas grande de Vietnam, unos 9 millones contando las afueras, y unas de las mas emergentes luego de la guerra. Podría decir que en estas ciudades vietnamitas reina el orden en el caos. Es

increíble

de

la

como

venta

funciona

callejera,

de

el

mecanismo

la

atención

y

del

tránsito,

el

desprecio

y uno camina entre todo ellos viéndolo al principio desde afuera

y

sintiéndose

parte

cuando

pasan

los

días...

Aquí en la última ciudad que visitamos en Vietnam vimos los

vestigios

y

miserias

de

una

guerra

incomprensible.

También mas motos que en ninguna parte, una zona residencial que pisa cada vez mas fuerte, los túneles de Cuchi donde vietnamitas se escondían y planeaban ataques a norteamericanos. Y

el

palacio

de

la

libertad,

antigua

casa

de

gobierno,

imponente e histórico. Ama a otros seres humanos como a ti mismo. Nada es mas valioso que la independencia y la libertad. Ho Chi Minh






Vietnam

nos

sorprendió

por

todos

los

costados.

Lo que uno tiene en mente cuando primero escucha su nombre es guerra. Y si, es cierto. 40 años atrás sufrieron una terrible perdida

y

nadie

lo

puede

negar.

Pero

Vietnam

es

mucho

mas que eso. Tiene una cultura ancestral increíble y es un país que, a mi parecer, tiene un potencial económico impresionante. Lo recorrimos de norte a sur siendo testigos de que aun ambos sectores tienen su diferencias y también sus mil coincidencias. Un

país

rico

en

historia,

vivencias,

sabores

y

gentes.

Una mezcla entre el exceso de “atención al cliente” y la indiferencia del que del turismo no obtiene mas que ser partícipe de sus fotos. Ciudades ancestrales, ciudades castigadas, ciudades al costado del rio, del mar y del campo, ciudades que hoy no descansan, que muestran todo a pasajeros virtuales y aves de paso para que corran la voz de lo apasionante que es recorrer sus tierras. Ciudades Y

de

y como

gente, quedarte

de

eso sin

se

aliento

trata en

Vietnam. el

camino.




Ya en la ruta y con nuestros pasajes a Phnom Penh. Decididamente el escenario va cambiando de a poco, cada vez menos motos, menos

bocinas,

perdidos

en

menos un

grises.

horizonte

Se

empiezan

verde,

a

algunos

divisar, ĂĄrboles

que te suenan familiares si estuviste viendo fotos de Camboya. El trĂĄmite en la frontera fue de los mas simples hasta ahora. Camboya es un shock desde que uno pone un pie de este lado de la frontera. Es un shock por sus niĂąos en la calle pidiendo. Un shock por su belleza natural. Por su idioma y las barreras. Su comida. La gente.



Phnom Penh



Seguimos viaje unas horas mas para al fin llegar Phnom Penh. Desde ya, sigo sin entender los edificios altísimos que logro ver otra

aunque cosa,

aun

faltan

como

kms

casi

todo

para el

la

llegada.

viaje

y

Imaginaba por

suerte

no paro de sorprenderme. Phnom Penh es la capital de este castigado y hermoso país. Viven aquí mas de un millón y medio de personas y está superpoblado de tuk-tuks. Llegamos a en horario a “la terminal”, una especie de parada en medio de la calle cerca del estadio olímpico. Algo que en ese momento no

nos

servía

como

referencia

ya

que

no

teníamos

idea

de donde estábamos. Me hago responsable 100% de que quise llegar al pueblo (yo creía pequeño pueblo) sin nada reservado para aumentar la aventura. Rodeados

de

tuk-tuks

y

agentes

de

viaje

improvisados

nos dimos cuenta que ni siquiera teníamos plata chica (ja!). Acá en Camboya además de los riels (moneda oficial) todo el mundo se maneja en dólares.


Detrás nuestro, como por arte de magia apareció un banco. Logramos escabullirnos de cuanto vendedor ambulante se nos cruzó y entramos. Recibidos cual CEO del lugar, y luego de cruzar algunas palabras, entendieron nuestro pedido y logramos obtener nuestra moneda. Ya que estamos, pensé yo, porque no preguntar por la zona de los hostels y bares. Y aunque bastante difícil estuvo la charla, comprendimos (de 4 o 5 empleados del banco) que “the river side” sería nuestro lugar de estadía. Preparados para la invasión a las calles camboyanas eb busca de nuestro tuk-tuk amigo. Sin rumbo fijo partimos en viaje corto al river side. De a poco la ciudad se va poblando, vemos sus calles, sus templos su todo. En

unos

quince

minutos

hicimos

la

radiografía

del

lugar

y empezamos a caminar Sisowath quay en busca de morada. Uno muy caro, otro muy lleno, y otro, y otro (y Gonza feliz por mi genial idea aventurera). Hasta que llegamos al Paragon Hotel, situado frente al rio, en la calle principal y, lo mas importante a

la

hora

de

la

decisión

final,

rodeado

de

panaderías!





Día 2 en Camboya. Nos enteramos que estamos en

una zona donde algunas chicas

gozan de compartir cocteles con muchachos y obtener unos dólares a cambio. La zona está llena y también nuestro hotel. Pero pavadas aparte es hora de salir a la calle. Lejos de los templos hoy vamos a uno de los centros de detención mas grande durante el período dictatorial de Khmer Rouge entre el ‘75 y el ‘79. Pocas palabras al respecto, las imágenes quedaran en nuestras miradas. Sólo nos vamos con un nudo en la garganta, pensando en cuanto se asimilan las recetas en procesos de dictaduras y lo creativamente perverso que puede ser el hombre cuando de maldad se trata. 2.000.000

de

hombres

Minuto para la reflexión.

y

mujeres

se

llevo

este

régimen.




Phnom Penh



Hace ya tres días que llegamos a Siem Reap y aun no puedo sentarme a escribir y ordenar las ideas de lo que la ciudad me genera. Empiezo por el principio, la llegada en si misma. El colectivo vip en el que viajamos llegó a una estación tan vip como el colectivo y vimos como de a poco todos se agazaparon alrededor como si trajéramos oro y especies. Nuestro tuk-tuk driver (que luego sabríamos se llama Chanta) anunciando

la

espera

nos esperaba con su cartelito

del

Sr.

Silvela

para

hospedarnos

en Downtown hostel. Las puertas de la terminal se cerraron tras nuestra llegada. “Bienvenidos al país” nos dijo Chanta, “Esto es por su seguridad”. Chanta

tiene

la

sonrisa

mas

compradora

de

toda

Camboya y nos hizo reír desde el primer minuto. Supimos que él sería nuestro conductor a los templos de Angkor y

que

sus

sonrisa

seguiría

con

nosotros

varios

días.

El contraste en la ciudad es inmenso. Conviven los mejores hoteles y niños desnudos pidiendo en las calles. Camionetas último modelo y tuk-tuks de años luz atrás. Vendedores en

mercados

que

te

ofertan

absolutamente

todo

y bares súper cool con sillones amplios y música chill out.



3 dĂ­as para Angkor wat





Angkor wat merece uno o dos capítulos aparte. Todos estamos en

Siem

Reap

para

ver

y

sentir

esta

maravilla

que

aun

no me explico por que es “la octava”. Cuando la gente me decía que necesitabas 3 días para recorrer Angkor Wat no lograba dimensionar en mi cabeza como sería y pensaba que todos exageraban. En cuanto llegamos al hostel, nos ofrecieron ir a ver el atardecer, agotados y todo no dudamos mas que un minuto y allí fuimos a

sacar

las

entradas

y

ver

como

el

sol

se

esconde.

El viaje es por demas pintoresco, el tuk-tuk, la brisa, el paisaje, uno se traslada en el tiempo y piensa como sería todo, como harían sus travesías, su día a día. Y cuando llegás a sus templos podés darte cuenta el porqué es el templo budista mas grande del mundo. Salvando los millones de turistas y chinos sacando fotos,

la

paz

era

absoluta

para iniciar una religión ancestral.

y

el

lugar

mas

que

indicado


- Día 2. 4 a. m. Chanta nos espera en la puerta. Decidimos ver el amanecer en Angkor Wat en nuestro segundo día y aunque la lluvia no dejó que el sol se viera en su esplendor, la sensación es increíble. Cientos de personas con sus paraguas y cámaras tratando de hacer un retrato que excede cualquier cámara de fotos. Examinamos todos sus recovecos y caminamos tanto que perdimos noción del tiempo. Es inmenso, mágico, intrigante, majestuoso. Un verdadero despelote! - Día 3 Arrancamos

mas

tarde

y

el

día

sería

mas

tranquilo.

Visitamos templos donde no había tanta gente (pero siempre algún chinito aparece). Seguimos explorando la grandeza de esos templos de

mas

de

800

que son indescriptibles.

años

con

tanta

historia

y

belleza








El 10/10, último día en Camboya! Tras

una

recargadas Frutas

y

pequeñísima las te

horas para

recaída del

él.

de

sueño,

Huevos

Gonza*

y

emprendemos

poche

+

salmón

una

la +

vez

partida... te

para

mi. Livianito para las casi 24 hrs de viaje que nos esperan. La fase 1

del

viaje

ha

concluido

y

no

puedo

todavía

acreditar

el viajazo que estamos haciendo! Felices! Nos vamos de vuelta para Tailandia, esta vez para el sur! Porque como dice Rafaela...

Para

enamorarse

bien

hay

que

Hasta prontirijillo!!!

venir

pa’l

sur!!





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