MARÍA RIVIER, MUJER CON CORAZÓN DE FUEGO
Tú, Mujer Apóstol de corazón ardiente, que siempre obraste por la mayor gloria de Dios y la salvación del mundo, enséñanos a
convertirnos hoy en seres de fuego para encender los corazones de su amor. "El fuego produce fuego", decía, "una antorcha encendida
enciende muchas otras".
PALABRA DE DIOS PARA NOSOTRAS EN NUESTRA REGLA DE VIDA : El celo por dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar es el carácter propio
de las Hermanas de la Presentación de María. Este celo constante y generoso
nos da audacia para anunciar a Jesucristo a cuantos somos enviadas,
y para trabajar en cualquier lugar por extender su reino.
REFLEXIÓN: Es del corazón de Jesús Buen Pastor que brota el fuego de este amor
ansioso por difundir. A María Rivier le gusta llamarlo celo. Ella admite que era pasión en ella. Se alimentaba con el fuego de la palabra del Señor que quemaba el corazón de los discípulos, como la columna del desierto que los conducía por el camino, una columna de fuego que quemaba por dentro sus corazones. (VJC t 3, p. 93).
MARÍA RIVIER, mujer de fe, mujer de oración, mujer de
acción, Mujer Apóstol que proclamó el Evangelio arriesgando su vida en medio
de la Revolución francesa, intercede por nosotras.