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¿Qué es lo que conquisto?
En sus manos, tomaba las manos del enfermo, sentía repudio por el físico del enfermo pero lo ayudaba, controlándose así mismo, teniendo compasión de su hermano. Su hermano de raza, no de sangre. En la inmensa creación, Dios creó ángeles y animales inteligentes, pero en esa situación, tenía más importancia este enfermo, por ser su hermano. ¿Qué será más fácil? ¿Tener el gusto y la pasión por subir hasta la cumbre de una alta montaña o auto controlarse para ser mejor persona? ¿Qué se conquista en ambos casos?
Al decir lo conquisté, es como decir “lo hice mío”, “lo logré” y ¿Qué hice mío, si sólo pisé la cumbre de la montaña y no me traje ni un puñado de tierra? Al auto dominarme, al cuidar del enfermo para servirlo con amor ¿Qué conquisté?
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A la mejor el agradecimiento del enfermo, si lo hice desinteresadamente, o tal vez ni se dio cuenta de que fue atendido, como un bebé cuidado por su mamá, o si lo hice por dinero, ya recibí mi paga. Los que sirven por amor, sin esperar paga económica ¿Qué paga esperan recibir? ¿Halagos humanos, fama, currículo para después cobrar más? ¿Qué esperan? o tal vez si lo hacen por Dios ¿Recibir el cielo como paga?
Salí cansado de cuidar a mi hermano durante la noche, haciéndole ejercicios, dándole su medicina, agua y hasta le cambié el pañal.
Al salir de la recámara, al término de la jornada, decía en mis adentros lo logré, me conquisté. ¿Te conquistaste? ¿Qué conquistaste?
El ser dueño de mí mismo, vencí mi flojera, mi comodidad, mi apatía, vencí el asco que me produce al tomar sus manos enfermas para ayudarlo a sentarse en la cama, vencí mi gusto por estar acostado viendo cine en casa, comiendo rico.
¿Y cuál es tu objetivo al conquistarte a ti mismo? ¿Decir soy supermán? ¿No será esto vanagloria? Si lo hiciera para mí mismo, sí sería vanagloria, vanagloria que muere en la tumba, junto a mi cuerpo, sería como ya haber cobrado mi paga en la vanagloria y a través del tiempo, ser olvidado en los confines del universo. ¿Entonces para quién te conquistas? ¡Me conquisto para Dios! y ¿Cuál es la diferencia?
La diferencia es enorme, en primer lugar, mi recompensa es Dios, que me llena de su amor y de su gracia y me hace vibrar hasta lo último de mi ser, de mi alma, me hace vibrar de paz, alegría por el deber cumplido, agradecimiento, plena autorrealización al darle gloria y alabanza.
Me llena de buenos amigos, de ternura, me comparte su sabiduría, su fortaleza, su plenitud espiritual, su seguridad, la plena libertad y ser dueño de mí mismo, me permite contemplar sus obras maravillosas que ha hecho por amor, me da vida eterna, en el cielo que nos tiene prometido. ¿Qué pasa si no te da todo eso que esperas? ¿Seguirías ese mismo camino? Dios es perfecto y sólo espero de él su amor y su gracia, aunque al darme eso, me da todo, porque él está completo en la parte y en el todo. www.libronuevohorizonte.com

Si él me hizo y yo he correspondido al llamado que me hace ¿Cómo puede rechazar una obra hecha por él mismo? Además, él es misericordioso y me perdona mis errores y me ayuda a levantarme porque me ama, su esencia es el amor.
Por eso tengo la seguridad de recibir su amor y su gracia, además que él mismo lo prometió, si obedezco sus mandamientos y mandatos.
Por eso seguiré conquistándome a mí mismo, para darle ¡gloria y alabanza! por los siglos, de los siglos ¡Así sea…!