PAUTAS PARA EDUCAR SIN VIOLENCIA
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Sea un modelo positivo para sus hijos Los niños imitan a sus padres, por eso es importante que usted examine su comportamiento. Cuando usted se enoja ¿grita o usa la fuerza física? Enseñe con el ejemplo si pretende que sus hijos tengan respuestas adecuadas frente a la violencia. Destierre de su mente las ideas referidas a la cultura del golpe, entendida como la necesidad de pegar como medio eficaz para educar a los hijos o hijas o aquellas normas sociales que legitiman la violencia como de la desigualdad entre los sexos. Promueva el respeto entre los seres humanos, la solidaridad y actitudes no tolerantes frente a la violencia. Promueva y desarrolle habilidades sociales y estilos de vida saludables. La violencia en los medios de comunicación puede fomentar la violencia en la vida real. Los niños que ven muchas películas y programas de televisión violentos, al igual que aquellos niños que utilizan videojuegos violentos, pueden incitar a nuestros hijos a cometer actos agresivos. Es necesario que usted sepa lo que sus hijos ven, no permita que sus hijos vean programas sin su supervisón, promueva comentarios en torno a los espacios televisivos violentos, discriminatorios, etc.
Influencia de los métodos de crianza Padres autoritarios Los niños que tienen padres tienden a tener logros escolares pobres ya que la presión que ejercen los padres, a través de los golpes y regaños causan en él inseguridad, temor, reprimen la iniciativa y la creatividad y no pueden desarrollarse plenamente sus capacidades, también tienden a tener problemas de hiperactividad y desobediencia. Los niños tienden a ser introvertidos, inseguros, tienen una baja autoestima; se pueden volver agresivos y hostiles ó pasivas, introvertidas, inseguras, irritables e inadaptadas sociales. Padres permisivos Los niños de padres permisivos tienden a ser condescendientes, destructivos, generalmente son los menos autocontrolados, tiene logros escolares bajos, agresivos, inmaduros, mentirosos, desobedientes, inseguros, manipuladores, con baja autoestima y frustrados. En ocasiones cuando la permisividad se mezcla con hostilidad puede llevar a los niños a la delincuencia. Padres democráticos Los niños de padres democráticos tienden a ser los niños con mejores logros escolares, porque los papás les dedican tiempo en la realización de las tareas escolares, les clarifican las dudas, recompensan las conductas apropiadas y se enfocan menos al castigo físico y solo recurren a él a el cuando consideran muy necesario, y lo acompañan con una explicación, generalmente son los niños más seguros, competentes socialmente, presentan menos agresividad y hostilidad, tienden a ser independientes con una mayor autoestima y autocontrol, se muestran más satisfechos y tienden a desarrollar satisfactoriamente dentro de la sociedad, siendo los más activos y creativos.
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FORMULA PARA PRACTICAR UNA COMUNCACION
ASERTIVA Lograr una comunicación asertiva, es decir, expresar lo que necesitamos, deseamos, creemos, sentimos y pensamos de manera clara, directa, firme, sin agredir, respetando a las otras personas.
Cálmese, luego hable
Descripción de la conducta
Una razón para el cambio
Reconocimiento de los sentimientos del niño
Formulación clara de lo que se espera del niño
Primero cálmese, si tiene ira apártese, respire y luego si diríjase a su hija o persona con la que tuvo el conflicto. Describa de manera clara la situación que le desagrada o que deseamos cambiar (p.ej. "supe que le pegaste a María porque …” Expresar los sentimientos en primera persona, evitando acusar al otro y dar razones de por qué no está bien lo que hizo Así como usted tiene derecho a expresarse, también tiene el deber de escucharla a ella y ponerse en sus zapatos. Esto ayuda a disminuir la tensión en ella.
Pedir un cambio concreto de conducta
He visto como se burlaban de ti y tú llorabas y te ibas corriendo.
Me preocupa que golpees a otras niñas. Las otras niñas del curso te aíslan porque te temen. ¿Con quién vas a jugar si te hacen a un lado por pegarles a las demás?
Le has pegado a María hasta hacerla llorar.
María es más débil que tú y no se puede defender.
…Debes de sentirte fatal cuando te ocurre esto.
Ya sé que quieres que los demás vean que eres muy fuerte.
¿Recuerdas lo que ensayamos en casa? ¿Si se meten contigo, continúa como si …?
Puedes pedir ayuda a un adulto o resolverlo de otra manera que no sea con golpes. Demuéstrales que eres la más fuerte jugando fútbol, seguro que te admirarán más.
TIPS PARA DISCIPLINAR A LOS HIJOS Antes de utilizar alguna de las siguientes estrategias debe observar su comportamiento y el de sus hijos. Cómo reacciona usted ante las faltas, cómo afecta esta reacción el comportamiento de ellos. Observe tanto las actividades que le apasionan o disfrutan (actividades en las que incluya la interacción con ustedes como padres), como las que evitan. Tome nota de sus observaciones y tenga en cuenta las indicaciones de la siguiente tabla:
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¿Qué pasó antes?
Comportamiento
Juanito estaba jugando al balón con los hermanitos. Empezaron a pelear porque María les quitó el balón.
Les quite el balón; María lloró y golpeó a Juanito. Los regañé y ella hizo una pataleta
¿Qué pasó después? Me desesperé y les devolví el balón para no escuchar el llanto de ninguno. Se calmaron.
Cuando está observando su propio comportamiento y el de su hija, puede darse cuenta también de las cosas que le agradan de su conducta como padre (cede fácilmente, felicita y castiga justamente, cumple sus promesas, etc.) y de las cosas o actividades con que la premia (ver TV, salir a la calle, ir de paseo, comprar algo que la hija desea, etc.). De igual forma puede hacer con los comportamientos suyos como figura de autoridad y las cosas o actividades desagradables que a ella le disgustan (regaños, mala cara, prohibir ver TV, no dar permiso de salir con amigos, etc.). Por favor enliste en la siguiente tabla tanto los premios como los castigos que SI funcionan con su hija, guíese por medio del ejemplo:
Premios
Castigos
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Intangible Felicitaciones
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Tangible Dulces
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Expresión de orgullo
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Ropa
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Abrazos
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Dinero
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Mimos (caricias)
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TV
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Tiempo de juego juntos
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Internet
Dar, entregar Regaño Restituir el daño (p.ej. Pintar las paredes, limpiar la mancha, pegar los trozos de florero, etc.)
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Quitar TV, internet, etc.
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Acceso al celular
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Posponer un viaje
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Prohibir (salidas, amistades, etc.)
Una vez identificados los premios y castigos que tienen impacto o son de valor para su hija, asígneles un orden de preferencia (si es premio) o rechazo (si es castigo). Por ejemplo, el premio principal o de mayor importancia para la niña es jugar con los padres en el parque, entonces escribe el número 1. Lo que más le gusta después de lo anterior es comer helado de fresa (2); le gusta ver películas animadas (3), etc. Para los castigos observe cual es el que más rechaza, por ejemplo el acceso al celular (1); que le prohíba las salidas (2), etc. Se recomienda tener una lista larga para no usar siempre los mismos premios o castigos, ya que pueden perder el valor para su hija y no surtir ningún efecto.
Cómo premiar a los 4
Se debe premiar solo el comportamiento a cambiar y hacerlo solamente después de que se manifiesta el comportamiento adecuado.
Los premios más poderosos para modificar el comportamiento y que perduren en el tiempo son los intangibles: felicitaciones, juego, abrazos, expresión corporal del padre (que tenga relación con lo que está diciendo), tiempo juntos (salidas, conversaciones, etc.) y que su nuevo comportamiento lo haga por satisfacción de un logro personal.
Debe premiarse inmediatamente después de que se ha manifestado. Esto es muy importante en etapas iniciales de la modificación de conducta.
Cuando el comportamiento meta se alcanza en un nivel satisfactorio se premia en forma intermitente.
Técnicas para Modificar Comportamientos
Retirada de la Atención Se trata de que, ante las manifestaciones de gritos, rabietas u otros, dejemos automáticamente de prestar atención a la niña. La mayoría de las veces la niña efectúa tales manifestaciones para llamar la atención del adulto u obtener privilegios. La niña puede estar acostumbrada a conseguir lo que desea mediante este comportamiento. Así, puede haber aprendido que si efectúa cualquier petición acompañada de lloros o pataletas, la atención de los padres es mucho mayor y es atendido antes en sus peticiones. Antes de poner en marcha esta técnica, hay que analizar la situación con tranquilidad y verificar que se está produciendo realmente la conducta de la niña por la supuesta demanda de atención. Para ello es necesario utilizar las tablas explicadas con anterioridad. Esta técnica no es aplicable en conductas que cursen con fuerte agresividad verbal o física, con episodios de lanzamientos de objetos o, en general, para aquellos comportamientos que signifiquen peligro potencial para el niño u otros. En estos casos consulte siempre a un especialista antes de actuar. OBJETIVO: Enseñar al niño que efectuando las peticiones de forma inadecuada (rabietas, lloros, etc.) no va a conseguir nada. MÉTODO: Si retiramos la atención que prestamos al niño inmediatamente después de la aparición de las respuestas inadecuadas, éstas tenderán a desaparecer. FORMA: ¿Cómo hay que hacerlo? Cuando aparezcan las conductas inapropiadas actuar de la siguiente manera: 1. Retirar la atención inmediatamente: Evite el contacto ocular o cualquier recriminación, palabra o gesto. Haga como si la conducta no estuviera ocurriendo (salvo en las conductas
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mencionadas anteriormente que pudieran suponer peligro para el niño u otros). La regla general es mantenernos a cierta distancia sin prestar atención, pero esto dependerá si estamos en un lugar abierto con peligro potencial para el niño (circulación de coches, paso de muchas personas, etc.) o si nos encontramos en un lugar cerrado (tienda, supermercado, etc...). Si la rabieta tiene lugar en un sitio público donde no puede separarse físicamente de su hijo, permanezca a su lado pero siga retirándole la atención como se ha mencionado antes. Si hay peligro de que se escape y está en vías públicas puede ser necesario retenerlo físicamente. Concéntrese sólo en ejercer la fuerza necesaria para evitar su huida pero mantenga toda la tranquilidad posible, es importante que el niño no vea al adulto alterado emocionalmente, debemos transmitirle una sensación de que tenemos el control de la situación y que con su actitud no va a conseguir nada. Siga sin dirigirle palabra y espere a que la situación se calme. Diríjale toda la atención cuando el niño se tranquilice. 2. intentar explicarle: cuando esté calmada (si el niño tiene suficiente capacidad de comprensión verbal), y sin recriminaciones, explíquele lo que ha sucedido en tono calmado. La idea no es transmitirle: "Te has portado mal, te desprecio", sino: "Puedes conseguir algunas cosas si lo pides de otra forma". Está totalmente contraindicado cualquier reproche o advertirle que no le vamos hacer caso por mucho que insista. De esta forma lo estamos retando a una discusión y puede empeorar las cosas. Simplemente: No le diga nada. Sean asertivos. 3. Una vez que la conducta empiece a bajar de tono puede progresivamente prestarle atención de nuevo. Se trata de una técnica que produce efectos de mejoría de forma progresiva. Nos llevará cierto tiempo (dependiendo de la niña y su entorno) el conseguir resultados claros. RECUERDE QUE: Paralelamente debemos trabajar y potenciar las conductas alternativas que nos interesa que el niño utilice. Insistimos en que los padres intenten mantener la calma ya que el niño va interiorizando estos estados emocionales. Debemos ser constantes en la aplicación de la técnica y coherentes en su aplicación. Para ello es necesario que ambos padres y el resto de figuras relevantes para el niño (abuelos, tíos, etc.) actúen de igual forma ante las mismas conductas. Al inicio de aplicación, estas técnicas suelen producir un aumento en la frecuencia e intensidad de las conductas que precisamente intentamos eliminar. Es un hecho normal e indicador de que vamos por el buen camino. No se desanime tras los primeros fracasos. Necesitaremos un poco de tiempo.
El Tiempo Fuera Se utiliza en episodios de lloros, rabietas o travesuras más subidas de tono. La niña se retira físicamente del espacio actual para trasladarlo a su habitación u otro lugar, por un breve espacio de tiempo. También pueden ser los padres los que se retiran del lugar donde esté el niño (cuando es posible, p.ej. en el comedor de la casa). ¿Cómo hacerlo? • •
El sitio al que la retiremos temporalmente debe ser un sitio en el que no tenga al alcance juegos u otras compañías para entretenerse. No se trata de buscarle un sitio hostil sino un sitio que sea aburrido con escasas posibilidades de que pueda hacer algo para pasar el tiempo. Debemos trasladarla inmediatamente después de aparecer la conducta o en el momento que ha llegado a un punto insostenible.
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No discuta con ella, no entre en recriminaciones ni calificativos despectivos como: "Me tienes harta, no tienes remedio”. Sí puede explicarle, con un tono calmado pero seguro el motivo de su retirada. Para ello dígaselo concretando su queja "Como has pegado a tu hermanito no vas a poder jugar con él". Haga caso omiso de sus protestas o promesas. Recuerde que debe mostrarse enfadado (a) pero no fuera de control. La idea es lanzarle un mensaje muy claro de que ha hecho algo mal y que estamos disgustados con ella.
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No permita que salga antes de tiempo del lugar de aislamiento. Si lo hace adviértale de consecuencias más negativas como que deberá estar más rato en esta situación.
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El tiempo de aislamiento normalmente se calcula con base a un minuto por año de la niña con un máximo de 20 minutos. No se aconsejan tiempos más largos ya que pueden producir la conducta contraria a la que queremos eliminar.
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Si cuando la vamos a buscar vuelve a tener inadecuadas, hay que advertirle que si quiere salir deberá estar al menos 15 segundos sin efectuarlas. Manténgase firme en la decisión. Si pasa la
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prueba es muy posible que los episodios desaparezcan, si cede aumentarán con toda probabilidad. •
En el caso de que haya provocado desperfectos en el lugar en el que se encuentra (ha desordenado o roto alguna cosa) deberá reponerlo o corregirlo con alguna acción antes de salir.
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Debemos tener cuidado que esta retirada física no comporte algún tipo de beneficio indirecto al niño. Por ejemplo si el niño consigue dejar de estudiar o evitarse comer algo que no le gusta, lo que haríamos es reforzar la conducta inadecuada.
Como en todas las técnicas basadas en la retirada de atención, recuerde que deben introducirse momentos de atención hacia la niña relacionados a la aparición de conductas deseadas. Recuerde la importancia de los premios intangibles (halagos, abrazos, manifestación de alegría, entrega de algún premio, etc.).
Contrato Conductual Es un compromiso redactado por su hija y usted, en el que ambos se comprometen a realizar o dejar de realizar ciertos comportamientos. Usualmente se firma o se pone huella como compromiso simbólico a que lo que allí se escribió se cumplirá, debe estar visible para os involucrados. Puede tener el siguiente formato:
Yo, Fulanito de Tal, papá y/o mamá de Menganita, nos comprometemos a: Cumple
1. Dejar de gritar tanto y pedir las cosas de mejor manera
No cumple
3. Pasar más tiempo con Menganita jugando o compartiendo juntos 4. Controlar la ira para solucionar el problema envés de agrandarlo. 5. 6.
Yo, Menganita de Tal, me comprometo a: 1. Hacer tareas a tiempo para tener buenas notas 2. Estudiar para los exámenes 3. Responsabilizarme por mi ropa interior 4. Tener listo el uniforme en las noches 5. 6. 7.
En la columna “Cumple” puede ir añadiendo estrellas, caritas felices, palitos, etc., con el fin de monitorear el comportamiento de ambas partes. Incluso podrían acordar que al alcanzar 5 figuritas obtendrá un premio (p. ej. Chocolatina de $2000). Se podrían establecer metas máximas para proporcionar premios especiales, como paseos, bicicleta, juego de video etc. Tal como en las técnicas anteriores deben entregarse los puntos sólo cuando se ha presentado la conducta pactada en la columna de la izquierda, de lo contrario no. Los compromisos de su hija deben ser formulados por ella misma; cosas realistas, de las cuales ella se sienta segura que pueden cumplir, de lo contrario no serviría de nada. Igual para usted como figura de autoridad, si no considera
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posible dejar de “dar cantaleta” no se comprometa, pues se trata de establecer lazos de confianza también, y al no cumplirlo se deteriora tanto la confianza como la autoridad y el respeto hacia usted. Asegúrese de que al principio puede ganar los premios más fácilmente para motivarle. La entrega de estos premios debe ir acompañada de un halago sincero "estoy muy contento", "lo haces muy bien...." y, evidentemente, nunca deben ir acompañados de verbalizaciones negativas del tipo "a ver cuánto dura..." Cuanto más pequeño sea el niño o más inquieto, más cortos deben ser los períodos en los que se evalúa la conducta (no funcionará prometerle algo si aprueba el curso dentro de tres meses). Sea constante en la aplicación de ésta técnica y no se deje llevar por la frustración en el primer contratiempo. Se necesita tiempo para cambiar hábitos mal adquiridos y no hay soluciones mágicas al respecto.
TIPS DE BUEN TRATO • • •
Demostrar y manifestar cariño de forma real, incluso y si llega el caso a través del contacto físico. Hacer notar al niño, no sólo con gestos, sino también con palabras, lo bien que nos sentimos con él. Actuar más por hechos y acciones que por palabras; los discursos… suelen ser de poca utilidad, los niños se acostumbran a ellos y son ineficaces y contraproducentes. • Los silencios con cara de seriedad pueden ser mucho más efectivos que palabras a destiempo. • Mantener por nuestra parte siempre una actitud serena, tranquila y de dominio permanente de la situación, no nos dejar desquiciar por las conductas del niño. La autoridad debe estar siempre en los padres. • Ser dialogantes y tolerantes, pero no consentidores, con la misma serenidad y amabilidad con que la que le premiamos, también con esa misma serenidad y contundencia se les puede y se les debe sancionar; deben acostumbrarse a y saber que siempre deben cumplir las normas. • Los castigos han de ser cortos y realistas y deben cumplirse con rigor, no deben ser perdonados por personas ajenas a las que lo impusieron y deben aplicarse de forma inmediata a producirse la acción negativa. La aplicación no debe diferirse en el tiempo. • Ser coherente y sistemáticos en la aplicación de premios. De cualquier forma siempre es conveniente que el niño conozca con claridad las consecuencias de su conducta, ya sea ésta positiva o negativa. Las normas a cumplir han de ser claras, sencillas y conocidas en todo momento. • Compartir sentimientos con el niño, ya sean positivos o negativos, así se evitará que se sientan culpables de los posibles sentimientos negativos de los padres. • Saber escuchar y no utilizar juicios previos, escuchar las razones de los niños. • Fomentar y apoyar que el niño exprese ideas propias y que no necesariamente tienen porque ser coincidentes con las de los mayores y más en concreto con las de la familia. En general potenciar el comportamiento autónomo, aunque responsable, en cualquier ámbito. • Hacer notar las habilidades y aptitudes específicas de los niños y especialmente de aquellas en las que más brillan. • Reforzar siempre la creatividad y las iniciativas positivas propias que puedan tener, aunque nos parezca que todavía son pequeños. • Exigir siempre las responsabilidades que son propias de cada edad, evitando caer tanto en la sobreprotección como en las exigencias exageradas. Debemos intentar que desde pequeños vayan cumpliendo todas las pequeñas rutinas y hábitos propios de cada edad (vestirse, desvestirse, alimentación, higiene, relación, lenguaje…). • Estimular en el niño la responsabilidad personal y la toma de decisiones en todos los ámbitos (vestido, amigos, juegos y ocio…). • Animarla desde pequeña a que se organice y planifique todas las cosas que son de su incumbencia: habitación, lugar de estudio, material escolar, tiempos de estudio, actividades extraescolares… • Preocuparse por los temas escolares. Hablar con el niño de sus progresos, dificultades e inquietudes escolares. Debe percibir interés real de los padres por lo escolar y que, por tanto, valoran en su justa medida no sólo los resultados sino también el esfuerzo y la dedicación. • Facilitar que el lugar y hábitos de estudio sean los adecuados. • No descalificar al profesor delante del alumno; en caso de conflicto escuchar a todas las partes intentando solucionarlo de forma positiva sin tener que llegar a descalificaciones. • Evitar comparaciones del niño con hermanos, amigos, compañeros, etc., sobre todo si son comparaciones negativas y pueden afectar a la autoestima académica y personal del niño.
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