Stand Up Poetry: Geraldine Gutiérrez-Wienken

Page 1










Espantando elefantes. La liebre libre. Colecci贸n Cantos Iniciales. Maracay 1994


La vida avanza, casi recta. Emily Dickinson


ALICE Enciende grises con un saxo que no sabe de fauvismos Claroscuros quemándose en la pipa Extraña el beso sin lógica cuando nadie la mira Cuenta historias a un sabio entre tazas de té amores que pegan al cuerpo


AUDITORIO La dama del foro agita pancartas No hay di谩logo posible las sombras no admiten contraste Una agenda se cae en medio del sal贸n El hombre ensaya finales Por lo angosto de la noche ancho es el barranco


AVENIDA PRINCIPAL Transito este asfalto no conozco ni al que maneja Me revuelven las construcciones y sus aguas Cuรกntas nostalgias caben en un ladrillo


DOBLE VÍA Frente al semáforo pensará posibles planos

cosas olvidadas

esos creyones Traerá ciudades que no conozco en calles doble vía Le nombraré paisaje junto a la muerte otra casa


PASO DE PEATONES Contaminaci贸n en suspenso Alto Paso Persuasiva ambici贸n cruzar Cruzar


PARADA 121 Cuando nada te arranca una sonrisa hay un cajero automático por cada lágrima cornetas al son de las cuatro estaciones colapsa la gran solución para Caracas los carros patinan ese jeep sabe que no debe frenar tú tan vulnerable como él Es neblina lo que llevo estornudos tras piropos ¡qué nice tu nariz roja! Es posible sentirse turista en la tristeza decir es una simple alergia Mas vivo días de no verte


Con alma de cine. España 2008. IX. Premio de Poesía Excmo. Ayto. de Ciudad Real, España 2007


De pronto, me hallé a destiempo de mí mismo, sentí la tierra gravitando a la deriva… Eugenio Montejo


Al margen de este río que jamás me dijo nada pasan pescadores, heladeros, ciclistas. Gente que sólo quiere agua helada y simpatía. Extrañamente me faltas reloj de esquina. Un poco del movimiento de la calle, cada tienda, cada balcón es un viaje que hago. Con ojeras de nómada me le cuadro al cielo gris. Aquí todo es inofensivo. Disfruto un poema sobre la muerte siendo todo tan vital.


Acostumbrada al sur hago sombras como las nubes en la sabana. Vía a occidente cambian las horas. La noche en el cabello. A la luz de las velas, mermelada para untar galletas, la cosecha de mandarinas y llega la niña del rompecabezas. No demoran los diálogos interrumpidos. Su boca recordándote una película.


Mis anécdotas ya pasan de veinte años. En aquel entonces no entendía a los perros, tan solos, en carreteras desiertas. Crecía amontonando pueblos, empedradas callejuelas, aceras altas, helados de fresas naturales. Tal vez mi primer parque de leyendas. Todo era grande. Sin embargo, la cordillera de andinitos es hoy mucho más grande. Después de una larga caminata entiendo el ardor de sus ponchos, los motivos de sus rostros.


Hoy confĂ­o en el paisaje como en mis amigos. Agradezco la primera nuez al invierno. Me rindo a la gente que canta de madrugada. Cruzo calles de pueblo en la ciudad, buscando puntos de referencia


A partir de hoy como si aprendiese apenas a caminar, usaré el perfume que baja de la colina, reuniré a la gente que convencida espera el tranvía, a los que sin treguas preguntan por el futuro. En la noche, dejaré confundir los reflejos de esta ciudad con otras. Tal vez New York y la dignidad de su invierno. La tierra del amaranto y triste neblina. O allá, donde el sol es un rey sin honores.


Ni vendedores de flores, ni artistas de la vida. A la derecha o a la izquierda da igual. Coca-cola alumbra el camino. Mega-ciudad acelere por favor. Rectángulos de cielo entre rascacielos. Ni cámaras fotográficas, ni nostalgia. Tan sólo un ángel de la guarda nos acompaña, entre autobuses y luces de néon, la bosanova amorosa por esta cidade do Brasil.


Días en que el tráfico es un domingo. La ciudad donde es indispensable amarse. Sólo para peatones con alma de cine. Todos los vendedores, todos a la vez cantan su mercancía, y pásele joven qué le damos sí, lo tenemos, pásele. Volteo continuamente, buscando antigüedades. Ahora se asoma una señora en el balcón de los geranios rojos. Aquellos días en que andábamos en metro y metrobus. Tortillerías, antojitos, alegrías. Una iglesia barroca. Mujeres, mujeres solas, niñas reunidas. Calle La Soledad y nosotros tomados de la mano.


Casta単as de confianza. Editorial Eclepsidra, Caracas 2013


En la distancia, cara a cara, vamos a comenzar eso tambiĂŠn: juntos Paul Celan


HOJARASCA Qué difícil creerte ave nube en blanco

de paso

adoquín barroco si hay verdades casi noches

hojarasca

castañas en mi escritorio


OPCIONAL El menú del día sopa de verduras –bien picaditas– dos o tres palabras un espresso por favor ¿y el acompañante? –es opcional– capítulo tres cuatro cinco seis siete ocho...


COTIDIANO Ésa que va al mercado libre y espera

luz verde

con su cesta

impaciente

rebosante de lechuga y ajo-porro y pone mala cara al ciclista que viene por la acera en vez de ir por la calle al final de una larga noche es la forma que nos salva.


SIN MOTIVO Todos los frutos en flor en fotografías los pastizales lucen raros algo modernos pero pasivos los esmaltes de tu ausencia escribo a sorbos mi respiración en un cuenco –no definitivo– este rasgar en seda mudar de piel en lo azul.


RELATIVO La nieve esculpe azules cuencos

grandes

sombras de familia sobre adoquines de papel el caleidoscopio gira brotan narcisos

crocos

todo comienzo es relativo.


Cortapisas. 2016 (inĂŠdito)


II ahora, en rezagos de tierra, yo misma me labro vocifera Enriqueta Arvelo Larriva y tú surcas con las yemas de los dedos la incertidumbre jacaranda y yerbas

estiras las manos

el lampion acogedor se ve de lejos nieblografía el alma toda piel y canto decantas pendiente de tus muertos de uno que otro ratico juntos los pies sobre la tierra le llevas el correo y el periódico a la vecina subes las persianas y dejas que entre la iguana de la historia: a los rieles amarrarnos debimos sí pero no lo hiciste nadie lo hizo nadie lo hará niemand cuida la tierra poda el seto después de todo el sótano de tus correspondencias crece solo y las persianas (no importan)


V

horas a mano a vuelo de pájaro desconocido el horario las cornejas coincidimos nunca hier geht man rechts por la derecha y punto dice una acera por aquí estío de polillas sin agujas el reloj uno tras otro Th. Bernhard J. Roth P. Celan I. Bachmann un cuadrito fecha nombre tras bordado metal empedrado stolpersteine cortapisas pierres d'achoppement antes de ayer mañana hoy stolpersteine pierres d'achoppement pisa corta pasa el tiempo sin pizca de sueño dejado avasallado pisado en el ombligo del mundo


Geraldine Gutiérrez-Wienken, 1966, Venezuela Poeta e investigadora literaria. Odontólogo por la Universidad Central de Venezuela, Caracas. Magister y doctorado en Filología Alemana por la Universidad Heidelberg, Alemania, Poemarios: Espantando elefantes. La liebre libre, Maracay 1994, Con alma de cine (XI Premio de Poesía, Excmo. Ayto. de Ciudad Real, España 2008), Castañas de confianza / Kastanien des Vertrauens. Eclepsidra, Caracas 2013. Minificción: Die Pusteblume. Frankfurt, 2012). En el campo de la literatura comparada ha publicado numerosos ensayos en obras colectivas. Colabora con revistas especializadas en arte y literatura.







Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.