CASO "EL MUNDO SOBRE CUATRO RUEDAS"
[Caso desarrollado con fines docentes] [Fuente: http://www.elmundo.es/1998/06/18/economía/18N0l13.html]
El empresario Santiago Gómez Pintado comenzó sus actividades empresariales comprando una empresa de transportes en quiebra y ahora dirige un grupo consagrado al automóvil. Nadie vende más coches que él. Dicen que es un trabajador enfermizo dedicado por entero a su empresa. Amenaza con poner en marcha un nuevo proyecto que revolucionará el mundo del automóvil. Santiago Gómez Pintado comenzó con un pequeño negocio de transporte que compró en quiebra por 300.000 pesetas y le llamó Transportes Montejano. En sus inicios, Transportes Montejano no tenía almacén, sino que las mercancías se amontonaban, cubiertas por lonas, en un patio de vecinos. Años más tarde el patio se quedó pequeño, la empresa creció y en 1965 se convirtió en Transportes Otaysa que llegó a tener 48 camiones en carretera y cien personas en nómina por aquel entonces. Su obsesión era captar clientes y no dudaba en ofrecer un servicio diario entre Madrid y Barcelona, aunque luego tuviese que contratarlo con empresas de la competencia perdiendo dinero. Fue por esas fechas cuando Gómez Pintado empezó a trabajar como concesionario de Ebro. Antes, con sus dotes de vendedor, había conseguido alquilar a Nestlé un almacén para sus productos, sin siquiera tener el terreno. Tuvo que endeudarse mucho para levantar el edificio, pero finalmente, lo logró. Cuando había conseguido salir del túnel y sus empresas comenzaban a dar dinero llegó la crisis del petróleo, de la que salió afectado no sólo económicamente, sino psicológicamente. A partir entonces vinieron años horribles. Compró un piso a plazos y consiguió la concesión para Madrid de Motor Ibérica. En 1974 crea una pequeña compañía de seguros. Posteriormente, en 1977 abandona la empresa y se pone a estudiar Derecho. Sacó la carrera, se asoció con un abogado y se vistió la toga en más de 80 ocasiones durante tres años. Pero llegó el momento en que tuvo que decidirse entre la abogacía o la empresa, y se decidió por Otaysa que, desde entonces, empezó a crecer y consolidarse gracias a su estilo de dirección, basado en la buena coordinación de sus vendedores y en la transmisión de una cultura empresarial relacionada con el oficio del buen vendedor. Compró el actual edificio de Otaysa S.A. Por aquel entonces, Nissan había adquirido Motor lbérica, que estaba hundida, y comenzó a vender turismos rápidamente. Otaysa llegó a un acuerdo con el Real Madrid para que el nombre de la empresa figurase en las camisetas del equipo, a cambio de pagar 50.000 ptas por cada vehículo vendido, y Otaysa subió como la espuma. Llegó a acaparar el 45% de las ventas de Madrid. Sin embargo, el acuerdo causó recelo en Barcelona, la sede de Nissan en España, y las relaciones se fueron deteriorando. A partir de ese momento Gómez Pintado decidió buscar otras marcas y firma un contrato con el grupo Volkswagen. Cambió su propio Nissan por un Seat Toledo -ahora tiene un Audi A8-, y siguió vendiendo coches como churros. Durante los primeros años todo fue bien, pero más tarde empezaron a surgir tensiones. Había diferencias en la interpretación del contrato, que tenía vigencia hasta el año 2001, y Gómez Pintado se quejaba, además, de que los concesionarios de Seat estaban tirando los precios por los suelos y los beneficios por cada coche vendido eran cada vez menores. Actualmente el Grupo Otaysa se dedica a la venta de automóviles nuevos y usados, al ramo del seguro y del alquiler coches. Su último hijo es una escuela de conducción, creada para reducir la siniestralidad de los conductores más jóvenes. Es una persona que infunde respeto, admiración y miedo. Pero es un miedo casi reverencial. Sus colaboradores le han sido siempre fieles. Los que le conocen destacan su carácter franco y directo. También es vehemente y quizá uno de sus mayores defectos es que siempre tiene la última palabra.
Ahora, a los 60 años, las relaciones con el Grupo Volkswagen no son tan buenas. Quieren que firme un contrato normal de concesionario, explica. Ya está pensando en mañana y amenaza con un nuevo proyecto que, según sus palabras, revolucionará el mundo del automóvil. Algo realmente novedoso gustará tanto a los fabricantes como a los concesionarios. El sueño de Gómez Pintado es montar un gran supermercado de automóviles, en el que los clientes puedan elegir entre todas las marcas y modelos. No quiere ser siervo del grupo Volkswagen ni de nadie, y está dispuesto a enfrentarse a los fabricantes por hacer realidad ese sueño.
Responde justificadamente a las siguientes cuestiones: 1. Identifica en la lectura los elementos que conforman una empresa. 2. Identifica las funciones que se realizan en la empresa 3. ¿Cuáles de los papeles asignados a la figura del empresario se reflejan en el texto? 4. ¿Qué objetivos empresariales consideras que tiene la empresa Otaysa? 5. Clasifica la empresa en función de su tamaño y procedencia de capital. 6. ¿Qué factores del entorno han afectado al devenir de la empresa?