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Nutrición con sentido humano
¿Por qué elegiste dedicarte a la nutrición?
Siempre me llamó la atención y tenía afinidad para las áreas biológicas, así como el estudio del cuerpo humano; en preparatoria descubrí que había un profesional de la salud enfocado en la alimentación, esto despertó demasiado mi curiosidad y decidí aplicar para la licenciatura; ya estando dentro de la universidad, me enamoré completamente de la nutrición y también reconocí mi vocación por ayudar a los demás ¡Ahora llevo ejerciendo ocho años!
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¿Cómo han sido estos ocho años de experiencia?
Comenzaron con mi servicio social en el departamento de nutrición del Alto Rendimiento Tuzo (ART), donde, posteriormente, laboré como nutrióloga de fuerzas básicas del ART y me encargué de la supervisión del área de comedor dentro del mismo.
Después, continué con la nutrición deportiva, desempeñándome en la Escuela de Fútbol Atlas filial Pachuca, brindando además talleres nutricionales a alumnos.
Sobre ese ramo también he impartido talleres y pláticas a Casa de Día Real del Monte.
En el área clínica, fui nutrióloga suplente en el Hospital General Dra. Columba Rivera O, del ISSSTE y comencé con mi consultorio privado de nutrición en Pachuca desde el 2015 y continúo con las consultas hasta la fecha.
En tus consultas ¿Cuáles crees que son las ideas más erróneas sobre ir al nutriólogo? Pensar que únicamente nos dedicamos a bajar de peso, cuando, en realidad, la nutrición tiene diferentes áreas de aplicación sumamente importantes; por ejemplo, se puede aplicar en áreas clínicas, comunitarias o políticas, incursionar en tecnología de alimentos, docencia, etc.
Otro error común es pensar que ir al nutriólogo es igual a restricción y a comidas insípidas, cuando en realidad no es así; al acercarte a nutriólogos actualizados aprenderás a hacer elecciones inteligentes, sin miedo ni culpa sino desde la conciencia.
¿Cuál es tu enfoque de trabajo?
Es un enfoque más humano, centrado en la persona; mis pacientes y yo formamos un equipo, el trabajo es bidireccional y el paciente se vuelve protagonista de su proceso, trabajamos en su autonomía y empoderamiento respecto a su alimentación y salud. Además, desde que era estudiante supe con certeza que mis pacientes son seres humanos como yo y que, por ende, serían tratados como tal; no son un folio más o un paciente más. Personas con distintas personalidades y problemas, cuyas emociones tienen un impacto directo en su forma de alimentarse, ahí influye también la psicología.
Esa psicología de la alimentación ¿Cómo funciona?
En términos generales, podemos definir la psicología de la alimentación como el área que trata sobre los fundamentos biopsicosociales que modulan la conducta alimentaria. Es decir, un pilar básico en los procesos de salud o enfermedad y, por otro lado, es el área que ofrece las herramientas para conseguir, a largo plazo, hábitos de alimentación saludables y una relación armoniosa con la comida y no tan centrada en el peso.
- Licenciada en Nutrición- Educadora en Diabetes con enfoque multidisciplinario- Enfoque en Psicología Nutricional -
Contacto
IG: @vianey_nutricion_ FB: Vianey Paredes Nutrióloga Teléfono: 7717939299
Hobbies
Salir a caminar con su perro, mirar atardeceres, bailar, cantar y oír música.
¿De qué manera puedes brindar atención sin centrarte en el peso?
En consulta les enseño a mis pacientes las diferentes maneras en las que puede saber que está teniendo un progreso, más allá de la báscula; se lleva todo un proceso de conciencia y educación nutricional; la evaluación de peso y composición corporal no es lo más importante y permito que la persona decida si esta parte quiere ser evaluada o no.
¿Qué recomendaciones tienes para alguien que quiere iniciar este 2023 con mejores hábitos alimenticios?
Primero que todo, deben saber que cualquier cambio lleva un proceso detrás y no será inmediato. Cada persona tiene sus tiempos y es importante que la impaciencia no los haga desistir o poner en riesgo su salud al someterse a tratamientos de dudosa procedencia, dietas extremas o medicamentos.
Las acciones y decisiones diarias harán la diferencia; hay que ir escalón por escalón, por ejemplo, podemos comenzar agregando dos verduras diferentes a nuestras comidas, usar las escaleras en vez de elevador o si me cuesta tomar agua simple, comenzar tomando agua de frutas, de preferencia, sin azúcar. Pero lo más importante ¡consultar a un nutriólogo!