¿TE HAS PREGUNADO ALGUNA VEZ… DIOS TIENE PROPÓSITOS?
Como Jesús era hijo de Dios ¿crees que era favorito? Hablaba con autoridad, sanaba enfermos, amaba a sus amigos, le encantaban los niños y no le estorbaban…
Lee lo que dice la Palabra de Dios en 1ª de Corintios 3:16 “¿Acaso no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros?”
Las obras que Jesús hizo, no las hizo con sus fuerzas, todo lo recibió cuando vino sobre él el Espíritu Santo. Dios, su padre, se lo dio.
Dice la Palabra: “Sois templo de Dios…” Es como decir, tu vida personal. Si el templo es tu vida personal voy a decirte 4 cosas que Dios quiere para ti.
Son 4 cosas encadenadas. Si haces la primera… pasas a la segunda. Si haces la segunda… pasas a la tercera. Si haces la tercera… pasas a la cuarta. Y, como si fuera un juego, al llegar a la cuarta es como llegar a
LA META.
Lee con migo en el Evangelio de San Mateo 21:12
“Jesús entró en el templo de Dios y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas y les dijo: escrito está, mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”
¿Qué hizo Jesús? LIMPIAR. Limpió el templo, y lo que él quiere hacer contigo es que tu corazón esté limpio. Éste es el primer paso. Y, sabiendo esto, vamos al segundo paso. ¿Qué quiere Dios? Que en tu vida haya oración. “Escrito está… casa de oración” ¿Sabes por qué? Porque el Espíritu Santo quiere estar a gusto contigo, quiere sentirte libre.
Y si el Espíritu Santo está a gusto contigo, entonces llagamos al tercer paso. ¿Cuál? ¿Qué pasó en el templo? Que fue transformado. Tú puedes ser transformado. En el versículo 15 dice “y en el templo se le acercaron ciegos y cojos y los sanó” Esto quiere decir que los milagros, las sanidades, son consecuencias de tener comunión con Dios.
Seguramente tú sabes cómo piensa tu padre o tu madre. ¿Por qué? Porque hablas con ellos, les cuentas tus ilusiones, tus cosas… De la misma forma puedes tener una relación con Dios, hablándole, leyendo su Palabra. Así le vas a conocer y vas a saber lo que a Dios le gusta y te vas a dar cuenta de cosas que haces y dice que no le agradan.
Y Él, si tú quieres, te transformará y cuando en la iglesia oigas hablar de santidad tú vas a saber a qué se refiere. Recuerda el templo. Cuando llegó Jesús estaba sucio, muy sucio, había muchas cosas y Dios no estaba allí.
Si tú no cuidas tu corazón, algún día te puede pasar igual. ¿Qué dibujos animados ves, qué series de T.V.? ¿Qué comics lees? ¿Con qué amigos te rodeas? No oras por ellos, desobedeces a tus padres… Si día a día haces estas cosas tu corazón estará sucio, como lo estaba el templo en tiempos de Jesús.
Pero si tú quieres el poder para dejar de hacer estas cosas, tú tienes la solución. “Hoy comienzo, no mañana, a tener mis ratitos de oración con Dios, mis ratitos de leer la Biblia. HOY Y así mañana seré diferente.” Dios te transformará de día en día
Rojito Activado te recuerda que Dios puede transformar tu vida
El diablo mentiroso te dice Otros sí pueden ser transformados pero tú… Dios no tiene interés en ti.