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-Volumen 87 No. 1 Publicado por Christian Triumph Co. Enero, Febrero, Marzo 2010

Invitando al Salvador Resucitado Por A. Ríos

Relata San Lucas en el libro de Los Hechos que después de que el Señor resucitó, estuvo apareciendo a los suyos por espacio de 40 días (1:3). Una de las 12 veces que apareció fue a dos discípulos que iban hacia la aldea de Emmaús, distante 60 estadios de Jerusalén. Iban hablando entre si acerca de los sucesos de la crucifixión, y preguntándose el uno al otro, cuando el mismo Jesús resucitado se llegó, e iba con ellos juntamente. Hablaban con tristeza, dejando ver sus dudas en cuanto a la resurrección del Señor, y entonces Jesús “comenzando desde Moisés, y de todos los profetas, declarables en todas las Escrituras lo que de él decían” (Luc. 24:27), y les preguntó: “¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria?” (v.26). Así conversaban, cuando llegaron a la aldea donde iban; y Jesús hizo como que iba más lejos, para darles la oportunidad de invitarlo, y darles también la oportunidad de recibir las bendiciones que Él tenía para ellos. Al ver los discípulos que su compañero se disponía a seguir, le detuvieron por fuerza, diciendo: “Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado” (v.29). Y el Señor, correspondiendo a la invitación, entró a sentarse con ellos. Fue aquella una invitación sincera. Es indudable que no se lo ofrecieron por meras reglas de cortesía ni por fingida hospitalidad. Cuando le dijeron: “Quédate con nosotros,” no lo decían apenas de los labios para fuera, sino de los labios para adentro, deseando en verdad que el inesperado compañero de camino, lejos de continuar la marcha, como demostraba hacerlo, más bien se quedara con ellos. Por ser sincera, fue también una invitación tenaz, persistente, de modo que “le detuvieron por fuerza,” por la fuerza de la persuasión amistosa, por la fuerza del ruego, ese ruego que brota del corazón, y que es difícil rechaz-

arlo, porque con toda energía dice; Quédate, quédate conmigo, quédate con nosotros. Fue asimismo una invitación correspondida. Ante la tenacidad y sinceridad de ella, el Señor correspondió quedándose con aquellos discípulos que tan interesados estaban en Él, aunque todavía no lo conocían en su nuevo estado y no habían comprendido aun el glorioso triunfo de la resurrección y su valioso significado. Sí, Jesús se quedó con ellos, y cuánto necesitaban ellos que Él se quedara. Y por quedarse el Señor con ellos, aquella invitación resultó ser una invitación provechosa. Él se sentó con los discípulos a la mesa, y “tomando el pan, bendijo, y partió, y les dio” (v.30). De nuevo disfrutaron, a la mesa, de un rato inolvidable de comunión y de compañerismo con su Salvador y Maestro, un rato que, por un lado, les recordaba hermosos días recién pasados cuando estuvieron en compañía con Él; y por otro lado, era una muestra de lo indeciblemente precioso que será mas tarde estar en la presencia del Salvador glorificado. Al darles el Señor el pan partido “fueron abiertos los ojos de ellos, y le conocieron; mas el desapareció de los ojos de ellos” (v.31). Cuando le conocieron, comprendieron también su triunfo. Lo conocieron ahora, no como el Maestro solamente crucificado, sino también como el Señor resucitado, victorioso sobre el pecado y la

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muerte: y de este modo aquellos discípulos que con tanta tristeza habían contado al mismo Señor en el camino los pormenores de la crucifixión, ahora sintieron sus corazones cambiados transformados, iluminados por la luz del gozo y del entusiasmo; tan gozosos estaban, que en la misma hora se levantaron para ir otra vez a Jerusalén y dar las nuevas a sus otros compañeros. Sí, cuan bendecido resultó para ellos aquel rato que pasaron con el Señor resucitado. Aprendamos nosotros la lección. Invitemos también al Salvador viviente, ya que Él nos da la oportunidad de invitarlo. Pero invitémoslo de manera sincera y tenaz. Invitémoslo por la oración a quedarse con nosotros, y abrámosle por la fe nuestros corazones; y Él corresponderá, se quedará, y le conoceremos mejor; y así el Cristo resucitado llenará nuestra vida de inspiración, cambiará nuestra tristeza en gozo, nuestra inquietud en paz, y nuestro pesimismo en optimismo ferviente, como sucedió con aquellos discípulos que en buena hora lo invitaron. Y su presencia espiritual nos acompañará hasta el día cuando, según Jesús mismo dijo, nos reunamos con Él en gloria. Entonces no desaparecerá, como hubo de desaparecer antes de su ascensión, sino que, como declara el apóstol Pablo, “estaremos siempre con el Señor.” Digámosle, pues: “Quédate con nosotros.”

Periodical Permit # 170280

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con mucho dolor, orgullo, odio, arrogancia, y altivez. Tenía mucha angustia, turbación y confusión en mi mente y todo mi ser. Era pobrecito digno de compasión, no tenía temor de Dios estaba encarcelado en mi propio corazón, preso del espíritu y del alma caí en esta cárcel espiritual. Por muchos años, estaba adicto a la pornografía como películas, escritas y revistas y otros, masturbación, por la inmundicia que veían mis ojos estaba sometido a pecados inmorales. En mí no había ninguna felicidad, era atacado por espíritus inmundos del diablo, de lascivias, lujuria, demencias, fornicación, desesperación, congoja, y estrés. Me obligaron a ir a lugares de perdición entre ellos prostíbulos, al licor, a la mundanearía, a las fiestas de pura vida, orgías sexuales a lo más bajo y despreciable caí. Fui trabajando con influencias ocultas, brujerías, hechicerías, fuerzas del mal de las tinieblas, brujerías africanas, ocultismo, magia blanca y negra. Era muy machista jugaba que todo lo sabía y nadie me ganaba era lo que yo pensaba. Mi vida era un asco; me sentía tan solo aunque me rodeaban muchas personas. Tenía que comprar el amor de otros, según los pecados de mi carne me satisfacía en mi ignorancia, por la plata que tenía y mi estatus social. Pero yo no sabía que había alguien que me amaba desde que nací y yo estaba ignorando que Él existía y puse la mirada donde no debía. Ese es mi Señor Jesús por su amor Él ha sido sincero y fiel conmigo sin pedirme nada a cambio, solo pedía obediencia y sometimiento. Sufrí muchos desprecios señalamientos, acusaciones,

TESTIMONIO DE UN LECTOR Les doy la mejor bienvenida en el nombre del Padre, Hijo y del Espíritu Santo. Les comparto una parte de mi testimonio personal para que vean lo que Jesús hace con el ser humano. Cuando uno le abre el corazón y decide aceptarlo como el único Señor y Salvador de nuestras vidas, cuando yo decidí hacerlo por la guía del Espíritu Santo fui muriendo al yo, al ego, a la vieja vida, al estilo del mundo. El mundo ofrece mucho pero es para perdición, destrucción y condenación para nuestras almas. Cristo ofrece mucho pero es para libertar, sanar, rescatar, salvar, cambiar, edificar, renovar, para bendición, para perdonar nuestros pecados, para darnos esa paz y ese amor que no la da ninguna fuerza humana, ni la propia fuerza del hombre, tampoco ninguna filosofía, ni la religión, ni la plata o el dinero, ni títulos, ni ningún nivel académico, ni las riquezas. VARONES Y MUJERES DE DIOS: Me llamo Alejandro. Yo vivía una vida muy complicada difícil, fatal, en un caos, estaba con mucos complejos, problemas sentimentales, espirituales, emocionales, sin esperanza, sin un camino a donde ir. Tenía de todo en mi vida plata, lujos, placeres, sexo, viajes al exterior, no me faltaba nada todo lo tenía pero era muy necesitado y pobre de mi espíritu. Me sentía vació y seco por dentro 2


tenía una autoestima súper baja, complejos, rechazos humillaciones, tenía mucho dinero, mucha plata pero era miserable y un pobre desgraciado. En mí reinaba la maldad, la malacrianza, el chisme, la murmuración, una vida obstinada, amargada, marcada por las cicatrices del pecado, la rebelión y la desobediencia a Dios. Alejado de Él y su misericordia con un carácter fuerte, soberbia, y tristeza, llegué a creer que las personas que me decían ser mis amigos, mis amistades, no me valorizaban como persona que yo era y merecía el respeto pero que tristeza fue cuando descubrí que era por todo lo que yo tenía y les facilitaba, por mi puesto que yo desempeñaba. Pedía ayuda a ellos y estaban peor que yo. Cuando los necesité no los encontré, todo era una falsedad, mentiras, hipocresías, fábulas, los que les interesaba fue lo material, la plata. Pero al leer la Biblia, 1 Timoteo 6:1-10, raíz de todo los males es el amor al dinero la codicia, la avaricia. No dice en ningún momento que es malo el dinero. Dios lo dejó para movernos en nuestras necesidades, no es un dios para amarlo y honrarlo. Creía en Dios pero el que yo conocía estaba muerto en mi corazón y en todo mi ser. Lo veía en una cruz y en una imagen Él no me podía ayudar. Nunca tuve una comunicación, comunión, ni relación con Él, era un católico confundido, aturdido. Había puesto la mirada en dioses ajenos a la voluntad del Dios verdadero que es de poder de unción, de perdón, amor y reconciliación. Busqué a personas que me ayudaren pero no me comprendían, estaban mas locos que yo. El evangelio no es cambiar de un templo a otro, es más que eso, Cristo nos saca de las tinieblas al reino de la luz. No tenía el discernimiento, el conocimiento a las situaciones y acciones a las que yo vivía a diario, ni el sacerdote nunca pudo hacer nada, vivía una religión sin Dios. Según la ignorancia de mis pecados yo era justificado por las obras, según yo era bueno. Peleaba la religión, pero no los mandamientos, ni las leyes de Dios, ni su obediencia hacia lo que a mí me daba la gana y placía;, no hacía la voluntad de Dios sino la mía. Pensaba que yo era justificado por las obras, por el hombre, por una imagen. Me creía autosuficiente, superior, perfecto que con mis fuerzas todo lo podía. Criticaba a otros y los señalaba era juez y parte, solo yo nunca me equivocaba, me sentía como la última coca cola del desierto. Lo veía normal y correcto porque los que me rodeaba hacían, pensaban, y eran igual que ellos. Era algo natural, todo el mundo lo hacía, yo pensaba si él es así, yo también lo haré. Todo el mundo lo practicaba y lo hacía. Sentía mucho miedo, temor, inseguridad y no podía dormir porque estaba atestado de mucho odio, falta de perdón, resentimientos. Había mucha basura espiritual y estorbos con un corazón endurecido con venganza, si me hacían daño me las cobraba el doble. Vivía la ley del ojo por ojo, diente por

diente, no conocía la gracia de Jesucristo que es la que vivo y disfruto hoy, tenía heridas internas, que no las podía curar ningún medico ni sanarlas ni el psicólogo. Necesitaba de una sanidad divina, mi medico fue mi Jesús mi sanador. Fui maltratado por mi papa cuando era un chamaquito, no supe que fue una adolescencia, nunca conocí como otros jóvenes que si la vivieron, esto había marcado mi vida, nunca supe que era el amor de un padre terrenal. Esto me llenó de resentimientos, venganzas, cerré el corazón a Jesús y a mí papa y lo odiaba, y lo deseaba ver muerto, y lo despreciaba, pesaba que yo no valía nada, que era un desdichado, desgraciado, atormentado, me refugiaba en las cervezas o el licor. Vivía una alegría temporal, el vacilón, la broma, la pura vida, un engaño, una doble vida, una máscara de apariencia, estaba esclavizado al pecado encadenado, maquillado con la mentira. Al día siguiente las consecuencias eran peor. Siempre lo mismo. Todos los días nada nuevo. Entonces tocaron a la puerta de mi cochera una tarde un varón vecino de nombre Romel y su hija de crianza. Me llegaron a invitar a mi familia, y a mí a un grupo de oración, pero mi mama se puso inquieta al verlos que no volvieron a llegar, no entendía nada pero desde ese momento empezó a cambiar a dar un giro nuevo. Jesús empezó a trabajar conmigo a perdonar mis pecados a limpiarme a experimentar en su amor, en su apoyo y comprensión. Empecé a hacerme amigo del Espíritu Santo. Empecé a caminar en lo sobrenatural de Él, en lo extraordinario. Comprendí algo importante que en la palabra de Dios, el evangelio no es una religión sino un cambio de vida, formación para aquel hombre, mujer o familias que creen, tienen fe y creen en Jesús. Cuando Cristo vino a mí, empecé a recibir revelación que yo soy justificado, aceptado y perdonado por mis pecados por Jesucristo, leía Hechos 4:12 en la Biblia: “Por que no hay otro nombre dado a los hombres que podamos ser salvos bajo el cielo que Jesucristo nuestro señor”. El diablo Satanás y su ejército de demonios y principados, huestes de maldad, no están de acuerdo que yo no soy esclavo de ellos ni trabajo para el reino del diablo, me han querido matar pero no podrá, el Señor me cuida. Me asaltaron tres varones y me iban a apuñalar y les hablé del amor de Jesús y su palabra y no me hicieron nada. Otro día una buseta me iba a matar. Se subió en la acera de donde yo caminaba y se estrelló, son tantos los testimonios que no terminaríamos; esto es una parte. Me congregó en una iglesia donde me dan una doctrina verdadera inspirada por el Espíritu Santo de Dios. Un pastor que paga el precio, que se esfuerza por sus ovejas para que aprendamos y enseñemos a otros sometido a la obediencia y entrega a Dios. Ha sido una bendición para mi vida y para mi familia, tanto espiritualmente como 3


económicamente, ahora me han invitado a predicar a otras iglesias tanto nacionales como internacionales, a medios de radios internacionales cristianos. El cristianismo es orar y tener fe en un Dios, que no lo vemos pero esperamos su ayuda y respaldo, nos llena su presencia, anhelamos estar en Él. Creemos que no vemos a Jesús pero Él nos ve y seguimos sus huellas, pisadas, legados y el testimonio de su humildad y lo confirma en su Palabra bendita escrita en la Biblia. Hebreos 1:11 me impactó en su caminar, en su amor que cada día se glorifica en mí; encontré la paz y el amor, la seguridad, el camino, la verdad y la vida. Él me sacó de aquel calabozo del pozo, de la desesperación. Enderezo mis pasos y ha cambiado, trasformado todo. Es un proceso – no digo que soy perfecto, tengo mis faltas y mis errores pero hoy no estoy solo. Tengo la ayuda de Él, estoy bendecido por Dios en todo momento, me sacó de las cuevas de las oscuridades de mis prisiones. La cárcel de cuatro abarrotes no cambia a nadie pero la cárcel de delitos y pecados. Solo Cristo hace el cambio, regala la vida, levanta y perdona al caído, al drogadicto, a la prostituta, al homosexual, al violador, a la lesbiana, al asesino, al fornicario, etc. Leía en la Biblia en Corintios que lo más vil y despreciado del mundo, Dios usa lo cojo, lo necio, lo que no sirve para avergonzar al sabio. El diablo Satanás había destruido mi vida, mis emociones, sentimientos, mis principios éticos y morales y espirituales. Aún faltan muchas cosas que cambiar en mi vida, pero Dios sigue tratando conmigo. Venir al camino de Cristo no es fácil pero tampoco imposible. Hay que pasar por muchas pruebas, adversidades, y afliciones, vicisitudes, luchas, etc. Pero cuando abres tu corazón y dispones tu vida a Él, Él la moldea porque es el alfaro y yo soy el barro. Cristo trabaja con hombres y mujeres valientes, esforzados, que le crean, que le tengan fe y confianza y vivan para Él. Mi conversión alcanzó a toda mi familia, cuando nosotros sembramos la semilla del evangelio da frutos y salvación a todo aquel que cree, si dispones a servirle al Señor. Solo Jesucristo rompe las cadenas del pecado. Arrepentimos de nuestra frialdad, iniquidades y egoísmo. El Espíritu Santo renueva, cambia, convence de pecados y de justicia y de juicio el testifica a Cristo hoy para honra y gloria de mi Dios. Le sirvo, tengo ministerios de cárceles, de varones, y mujeres tanto a nivel nacional como internacional. Visito las cárceles, también los hospitales, centros del SIDA. Oro por los pacientes y les presento el amor de Dios, a Cristo como su Salvador, comparto el dolor ajeno y su angustia tanto en las prisiones como en los hospitales. Doy el amor de Cristo igual en otro ministerio que es del Señor, estas personas que están internas en procesos en drogas y alcohol, se llaman grupos de restauración. También en el ministerio de los Gedeones

Internacionales. Hace como tres años que en Moravia iba a caer preso por repartir la palabra de Dios en un colegio privado de alumnos. En este ministerio me encargo con otros varones de Dios de visitar las escuelas, colegios, universidades, hospitales, prisiones, clínicas, hospitales de mujeres, moteles y hoteles. ¿Qué es un Gedeón? En el libro de Jueces, Gedeón era el jefe de una pequeña banda de hombres dedicados a servir a Dios y a través de ellas Dios logró el éxito de muchas obras para su pueblo. Hoy los Gedeones están en 175 países con un espíritu de compañerismo y servicio a la obra de Dios. Son miembros laicos de varias denominaciones evangelisticas, hombres cristianos evangélicos profesionales y de negocios con un testimonio vital que rendir al Señor Jesucristo. El objetivo principal de un Gedeón es la conversión de otros al servicio del reino de Dios y de nuestro Señor Jesús. Un medio eficaz de lograr esto es a través de la distribución del Nuevo Testamento de color azul y blanco de bolsillo sin limite de la palabra de Dios para salvación y libertar a todo aquel de sus vidas extraviadas y confundidas a como pasó conmigo. Ahora paso por las calles y avenidas de Costa Rica presentando el plan de Dios. A todo aquel que abre su corazón regalo el amor de Jesús y su palabra en los parques urbanizaciones, cantones, vecinos, provincias y a los indigentes, etc. Regalándoles tratados, folletos, literaturas Bíblicas y otros que hablen de quien es Jesús, como cambia al ser humano, que no es una religión sino un cambio de vida en Dios, vivo y eterno, que tuvo que venir a la tierra hace 2,000 años a morir por nuestros pecados a enseñarnos cual era el camino para ir al cielo. Hoy doy amor a toda criatura que se ponen a mi alrededor, lo que yo recibí de Dios. Eso doy porque quien no ama a su hermano que es de carne y hueso que es su prójimo, no puede amar a Dios que no lo ve. Sería una mentira por quien no se acepta como es, no puede aceptar a los demás. Mi Dios me ha regalado viajes misioneros internacionales con gastos pagados. Una bendición a otros países donde he visitado cárceles, prisiones y he compartido con otros privados de libertad el amor de Jesús y sus enseñanzas. Igual con otras personas de diferentes culturas y otras denominaciones he participado en retiros y encuentros con privados de libertad tanto nacionales e internacionales. He vivido la experiencia, he disfrutado la grandeza de Dios en estas personas que también son dignas de perdón de amor, misericordia de Dios, y una oportunidad en su vida. Algunos privados de libertad, tanto hombres como mujeres, me han contado y me han dado su testimonio y he observado los cambios en sus vidas. Han dado frutos de lo que Jesús ha hecho en ellos por el Espíritu Santo de Dios. Sus vidas han sido llenadas de gozo. Algunos de ellos le sirven al Señor tanto afuera como adentro de la prisión. Son pastores, líderes, maestros de 4


HUMORISMO CRISTIANO

la Palabra y algunos están aprendiendo una carrera profesional. Ellos han puesto la mirada en Jesús que es el autor y consumador de la fe y disfrutan de su libertad física, espiritual y emocional. Uno aprende todos los días algo nuevo de todo ser humilde porque Dios no ve lo que el hombre ve delante de sus ojos. Dios rechaza eso, no ve alturas, ni grandezas, ni apariencias, ni ritos. Él ve el corazón, si hay disposición a un cambio de vida. A ser convertido para Él, yo fui rescatado de las garras de Satanás que me quería llevar al infierno. Dios no hace acepción de personas. A ti te puede rechazar la sociedad pero Él no piensa así. Él nos ama y su amor lo demostró en la cruz cuando derramó su sangre. No fueron los clavos los que lo sostuvieron en la cruz sin no el amor que nos tenía y tiene, cuando yo moría en la cruz mis pensamientos pensaban en ti. Si te identificas con este testimonio que yo viví, hoy estás a tiempo de abrir tu corazón a Jesús y renunciar a todo lo que te está dañando y te tiene atado al pasado para aprender y levantarse en el nombre de Jesús. La palabra de Dios me dice enseguida de Corintios 5:17, “De modo que si alguno está en Cristo una nueva criatura es, he aquí las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas”. Prepárate a recibirlo en tu vida y nunca intentes volver atrás. Filipenses 4:13, “En Cristo todo lo puedo que me fortalece”. Jesucristo te ama, te está buscando; no lo ignores, ni lo rechaces, Él no se avergonzó de ti, ni de tus pecados, ni de los míos, ni de los de todo el mundo. Los llevó a la Cruz del Calvario para libertarnos y darnos vida eterna, salvación, respuesta, y solución. Mi testimonio va a traer a otros a Cristo, y mi conducta porque demuestra mi arrepentimiento genuino de corazón, de mis actitudes, de mi fidelidad y de mi vida a Dios. Nosotros somos cartas abiertas, no sobres cerrados, como lo dice el apóstol Pablo. Todos querrán leerlas y verán el poder de Dios reflejado en mí y su presencia. Bendiciones. Adelante, Levántate. Tú puedes. Si yo pude, porque tú no. No lo hice solo, sino con ayuda de Jesús.

¿Cómo crees que debes orar? ¿De rodillas, parado, acostado, caminando adentro de un pez o de cabeza? Reflexiona, piensa, y actúa, que Dios te oye. Alzó como sea pero alzó, ya que se avecinan tiempos peligrosos. Varios ejemplos tenemos en la Biblia de personas hijos de Dios que fueron hombres de oración y lo hicieron de rodillas. No los mencionó todos porque son varios, solo le diré de algunos: Salomón y Elías oraron de pie (2 Cron. 6:8 y 1 Reyes 17:18,19), Daniel y Ana de rodillas (1 Samuel), el fariseo parado (Luc. 18:9-14), y Ezequías lo hizo acostado (2 Reyes 20:1-6). No nos olvidemos de Jonás que lo hizo en el pez. Y de cabeza, es increíble pero cierto. Cierta persona le preguntó a un cristiano ¿cual es la posición correcta para orar? La mejor manera de orar para mí es de cabeza. ¿Cómo? dijo el otro. Sí, que yo me acuerdo la única vez que yo oré con más fervor fue cuando me caí de cabeza en un pozo. Así es, mi hermano y amigo, de la manera que sea, el orar es importante para Dios. Él se agrada y usted crece en Dios y así puede hacer la obra de misionero, evangelista, pastor, o lo que Dios le haga sentir. Estaba un co-pastor predicando y el pastor lo observaba a ver que error cometía. El co-pastor empezó a predicar su sermón de Lázaro: “Hermanos Lázaro había muerto, tenía cuatro días de muerto. Cuando Jesús llegó Lázaro ya hedía, pero al quitar la piedra Jesús le dijo, ‘Lázaro ven fuera’, y Lázaro se levantó y andó”. El pastor medio molesto, perturbado, le dijo por detrás y despacio, “Anduvo, tontito”. El co-pastor prosiguió: “Sí, Hermanos, Lázaro anduvo tontito un ratito, pero después anduvo bien”. No te enojes si te critican sanamente, es por tu bien. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado como obrero, que no tiene de que avergonzarse que traza bien la palabra de Dios.

Ruben Alejandro

La gallina y el cerdo vieron un anuncio que decía, “Desayunos de huevo con jamón para misioneros”. La gallina le dice al cerdo, “Mira, hoy comeremos de lo mejor, pero ni modo cooperaremos para los misioneros. Ya ves de esa manera iremos a la obra misionera nosotros mismos.” El cerdo medio molesto dijo: “Sí, tu sales ganando porque a ti solo te toca dar una ofrenda, en cambio yo tengo que sacrificarme”. No sienta que se sacrifica mucho por orar y dar, esto es agradable a Dios. Helena Mérida 5


NO QUEDARÁ PIEDRA SOBRE PIEDRA

Del mismo modo que se cumplieron infaliblemente estas palabras tocante a Jerusalén; así como fueron desvastados y se desvanecieron el poderío, la pompa y la gloria de los antiguos reinos de Babilonia, Macedonia, Grecia y Roma; así este mundo con todo su fausto y esplendor, con todos sus adelantos, su civilización y su ciencia; con el comercio, sus artes e industrias y con toda su magnificencia; todo será destruido y solo podremos permanecer firmes y seguros los que hemos edificado nuestra fe sobre la roca inconmovible de los siglos, Cristo Jesús. Todo lo demás caerá ante el ímpetu formidable de la gran ola del juicio divino, como cayó la casa del hombre insensato que edificó sobre la arena. En cambio, esa hora crítica y horripilante para el mundo impío el pueblo de Dios podrá escuchar la dulce y misericordiosa voz del Señor que le dirá: “Anda, pueblo mío, éntrate en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la ira. Porque he aquí que Jehová sale de su lugar, para visitar la maldad del morador de la tierra contra Él; y la tierra descubrirá sus sangres, y no mas encubrirá sus muertos” (Is. 26:20-21). ¿No quieres tú apresurarte para adquirir cuando aún es tiempo esta perfecta seguridad? Ven conmigo al Señor Jesucristo. Él está anhelando otorgarte el perdón y la paz por los preciosos meritos de su sangre redentora. Él ha dicho específicamente: “El que cree en mi tiene vida eterna. Si alguno me sirve, sígame: y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor.” En cambio, si le desechas y continuas indiferente, tus propios pecados te lanzaran en las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.” ¿Cuál será tu decisión?

Estas solemnes palabras pronunciadas por el Divino Maestro involucran una terrible sentencia de juicio que no solamente tuvo su infalible cumplimiento sobre la antigua ciudad de Jerusalén sino que la tendrá irremisiblemente sobre toda la labor arquitectónica de los tiempos modernos. Se acerca presuroso el tiempo en que toda la estructura física, moral y espiritual del hombre ha de ser sometida a la más severa prueba. El día en que las esplendentes luces del intelecto humano aparecerán como simples luciérnagas entre la majestad sublime y gloriosa que ha de irradiar la augusta persona del Divino Redentor del mundo en su regreso triunfal. El día en que: “El cielo se apartará como un libro que es envuelto; y todo monte y las islas serán movidas de sus lugares” (Rev. 6:14). En que dos mas modernos y suntuosos edificios serán meros castillos de naipes, incapaces de resistir el formidable movimiento sísmico de rotación y traslación que ha de sembrar de ruinas al mundo y de inigualable pánico el corazón de los pecadores que hoy yacen impasibles e indiferentes ante los mas graves problemas morales y espirituales que afectan a la gran comunidad humana. Así leemos: “Entonces fueron hechos relámpagos y voces y truenos; y hubo un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no fue jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra” (Rev. 17:18). Todos comprendemos muy bien como los modernos adelantos de la ciencia en el campo de la instrucción, de la educación y de la cultura resultan insuficientes e incapaces para poner dique a la inmensa ola de vicios y de crímenes que se fraguan por todas partes, junto con el egoísmo y la insaciable ambición que ciega los hombres y los lanza aceleradamente al mas espantoso caos. La gran nave de la civilización cruje y se bambolea expuesta a desaparecer en cualquier momento. En la palabra de Dios leemos: “Aun una vez, dice Dios, y yo conmoveré no solamente la tierra, mas aun el cielo … Para que queden solamente las cosas que son firmes. Porque toda carne es como la hierba, y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba; se cose la hierba y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece perpetuamente. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. Mas el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están serán quemadas” (Heb. 12:26-27, 1 Ped. 1:24-25, y 2 Ped. 3:10-12). Bien que esperamos cielos nuevos y tierra nueva, según sus promesas, en los cuales mora la justicia.

A QUIÉN MERECE EL CRÉDITO Al fracaso lo precede la soberbia humana; a los honores los precede la humildad. Proverbios 18:12 ¿Sabes por qué Dios amó tanto a Moisés y porqué Dios permitió que Moisés estuviera en su presencia varias veces durante su vida? Es porque Moisés era humilde – la Biblia dice que era el hombre más humilde del planeta (Números 12:3), a pesar de que tenía más razones que cualquier persona en la tierra para estar orgulloso. Aunque él nació como un esclavo, fue criado en la corte de uno de los gobernantes más poderosos de su tiempo – criado como su hijo. Después, cuando esa relación se rompió, él adquirió comunicación directa con el Creador del universo. Después, con una mínima ayuda de un portavoz, él liberó un grupo étnico entero de la esclavitud y los guió hasta un lugar seguro. ¡Él dijo la palabra y el Mar Rojo se abrió! Si yo fuera capaz de abrir las aguas de aunque sea un riachuelo, me sentiría súper especial. 6


Pero no Moisés. Entre más razones humanas tenía él para sentirse orgulloso, aun más humilde se sentía porque reconocía que ninguno de esos logros eran suyos. El hecho es que no se sentía orgulloso de esos logros pero en cambio temía a Dios más con cada éxito y eso es lo que hacía que Dios lo apreciara tanto. ¿Por qué Dios desprecia el orgullo? Probablemente nos podemos identificar si pensamos en una vez en que trabajamos muy duro para hacer de algo un éxito, a pesar de las actitudes, objeciones y obstáculos que pusieron aquellos a nuestro alrededor. Después, cuando el esfuerzo se vuelve un éxito, la persona que menos apoyó la idea en todo momento aparece para recibir parte de la gloria. Si esto no te ha sucedido, te pasará, y tal vez Dios nos deja experimentarlo al menos una vez para que podamos entender un poco lo que es ser Dios – siempre tener un oportunista recibiendo el crédito por lo que hemos hecho. A veces necesitamos que nos recuerden quién es el que está permitiendo cada cosa que hacemos todo el día. Tuve un buen recordatorio hace un par de semanas mientras estaba sentada en mi auto. Cambié de posición y mientras que lo hice algo se movió en mi espalda baja y, en tanto como pude discernir, mi nervio femoral, el que va desde mi espalda baja por mi pelvis y bajando por el frente de mi pierna, se había lastimado. Ese nervio es tan ancho como una hebra de lana – ciertamente no es ningún órgano importante – pero cuando se lastimó me llevó a arrodillarme, literalmente. El dolor me incapacitó por días. Justo como cuando te cortas el dedo meñique, de repente te das cuenta cuánto usas ese pequeño apéndice, ese nervio lastimado me hizo apreciar la buena salud en general que Dios me da todos los días y que me permite ser quien soy. También me sorprendió el hecho de que no hice nada tonto para que me sucediera eso. No es como que estaba haciendo paracaidismo o esquiando. Literalmente estaba sentada leyendo un libro en un vehículo estacionado. ¿Cuánto más cuidadoso pude estar? La salud y bienestar son regalos diarios de Dios. Dios nos los da y Dios nos los puede quitar aun sin ninguna ayuda de nosotros. Cuando finalmente comprendemos nuestra completa dependencia en Dios y llegamos al punto donde no robamos el crédito, Dios puede hacer cosas maravillosas a través de nosotras. Quedará claro que nuestras buenas acciones y grandes logros son el poder de Dios trabajando por nosotras. A través de nuestro éxito la gente querrá saber sobre Dios - ¡querrán saber cuál es nuestro combustible! Es práctico y muy recomendado que empecemos cada mañana con un momento para reflexionar sobre cómo Dios está permitiendo nuestra vida, salud, inteligencia, oportunidad, amor, seguridad – todas las

cosas que tomamos por sentado, tanto como esas bendiciones extraordinarias. Frecuentemente oro, “Gracias, Padre, por dejarme ser una mujer del siglo 21”. ¡Que ventaja tan increíble tengo en la vida por virtud de cuándo nací! Ese es sólo el principio de los innumerables factores completamente fuera de mi control por los que Dios me bendice y me hace quién soy. Esta selección es del libro venidero de Donna Lee Schillinger, nieta de la Hermana Evelina Anderson. Para infvestidos raros, etc.)

CORRESPONCENCIA

Mis amados hermanos que conforman el ministerio del periódico “El Mensajero de Esperanza.” Me es de sumo gozo dirigirme a Uds. después de librar una dura batalla por mi plena por seguir sirviendo a nuestro Dios. El Señor me mostró a través de un sueño, dos meses antes un duro ataque de parte de nuestro adversario; y efectivamente se cumplió; “aneurisma ahortica” o sea, un dolor suave que a veces sentía cerca de la ingle derecha, y una tarde se me acentuó hasta desmayarme… ¿Qué sucedió? La vena aorta (principal) había explotado y según el criterio médico, de diez pacientes con esta enfermedad solo se salva uno. El diablo me derribó sometiéndome durante una semana a “cuidados intensivos” tres días de los cuales caí en estado comatoso, pero el todopoderoso me levantó para gloria y honra de su santo nombre. Según el concepto médico si lograba superar el estado de coma comenzaría a dar los primeros pasos un año después. Pero que precioso es nuestro Dios que siete meses después me encontraba una vez mas predicando a Cristo resucitado en el parque central de esta ciudad. ¡La gloria sea para nuestro Dios! Amados hermanos el tema de la Misión en la cual me congregó es: Servicio. Y en gratitud a las grandes cosas que Dios ha hecho con nosotros. Quiero seguir sirviendo a nuestro Dios. La voz de aliento que he recibido a través del ministerio que Dios les dio, ha sido de mucha bendición para mí, y para muchos hermanos con los cuales he compartido el periódico reproduciendo muchos mensajes para las almas nuevas. Les comunico mi nueva dirección y les adjunto la dirección de algunos pastores y colaboradores que desean recibir el periódico y dentro de lo posible, también tratados y que desde ya están orando igual que yo, para que el Señor les amplíe la visión y el ministerio; y “supla todo lo que os falta, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Les deseo ricas y abundantes bendiciones en el Señor. Hilgoberto Ospino B.

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P. O. Box 5187 Corpus Christi, TX 78465-5187

BENDICIÓN, PROSPERIDAD, CRECIMIENTO Primero piensa en las hermosas cosas que Dios ha hecho. Job 37:14 En este año Dios nos muestra lo que Él hizo: el sol, la luna, y las estrellas que alumbran de noche y de día. Jerm. 31:35. Y creo que los problemas difíciles y obscuros que vendrán en este año serán realizados, y si no lo son, Dios nos dará la salida con su claridad de su amor. Dios tiene cuidado de nosotros. 1 Ped. 5:7. Y hace salir el sol para buenos y malos, unos lo ignoran, otros lo creen, lo estudian pero no lo aceptan. Dios da comida a sus hijos. Salm. 136.25. Jehová es mi pastor nada nos faltará para siempre su misericordia estará con usted. Ya que los pájaros y animales no trabajan pero comen, cuánto más sus hijos que son de mas estima. Nosotros le damos gracias a Dios, Col. 1:3, por lo bueno y lo malo, porque esta es la voluntad de Dios. El año que pasó, el que está por pasar será de bendición, prosperidad y crecimiento. Dios formó los animales, Gen 1: 25. Si Dios cuida de ellos cuánto más de sus hijos. Tanto los animales como el hombre necesitan la ayuda de nosotros. 2 Cort. 1:24. Amarnos, apoyarnos, en el amor de Dios, todo pasará con crecimiento de parte de Él. Estoy maravillado de ser hijo de Dios. Salm. 139:14.

Como me siento, como soy, todo se lo debo a Dios que me dio la vida. Han pasado los meses y los años y no ha habido cosa mas importante que pertenecer a Dios. Dios es bueno con usted y conmigo, Salm. 73:1. Dios amó a su pueblo predilecto Israel, pero no hizo acepción con nosotros. Israel le falló, nosotros también le fallamos. Un día el pueblo recibió consolación y nosotros si le somos fieles también seremos consolados por medio del hijo de Dios, Jesús. Solo que hay un mandamiento de amarnos unos a otros, 1 Juan 4:17. Así como Dios nos mandó a su hijo para que nos amara muriendo en la cruz, usted y yo debemos mostrar ese amor porque Él nos amó primero para enseñarnos amor y de esa manera queremos y debemos ayudar los unos a los otros. Gal. 5:13 En este año ama a tu padre y madre, Exo. 20:12. que es un mandamiento con promesas. Si cumples, en Él tendrás larga vida y prosperidad. Trabaja en este año con tus manos, 1 Tes. 4:11, es tiempo de trabajar, de prosperidad y bendición. Si lo haces tendrás todo lo que pidas y necesitas. Si no trabajas estarás ocioso como David y ya verán las consecuencias, como las tuvo él. Ora por cada uno y sé amorosos con todos, Sant. 5, Efes. 4:32, esa es la voluntad de Dios para con los hombres. Helena Mérida


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