MAMÁ Arlene Grasman © 2017 Arlene Grasman Todos los derechos reservados. Arlene Grasman Datos de contacto: Iglesia Ancla Calle 8va No. 8838 Tijuana, Baja California hola@iglesiaancla.com Impreso por: Fábrica de Libros Diseñado por: Christian Jáquez Editado y Revisado por: Daniela Orrantia, Tatiana Sansen, Celina Ramirez y Betzabe Sandoval. El copyright es propiedad exclusiva del autor y por lo tanto no se permite su reproducción, copiado ni distribución ya sea con fines comerciales o sin ánimos de lucro.
Contenido
Amada Trabajadora Divertida Paciente Sabia Prudente Estable Perdonada Amiga Ordenada Sensible Femenina Disponible Obra en proceso Ăšnica Perseverante Mujer de oraciĂłn Admirable Tierna Mujer de Fe Hija
Introducción Desde pequeñas soñamos con el día en que lleguemos a ser mamás. Practicamos con nuestras muñecas, las cambiamos, les damos de comer y algunas de nosotros hasta las castigamos. Aunque en diferentes etapas de nuestra vida no estamos conscientes, éste deseo lo tenemos en lo más profundo de nuestro corazón. Apenas salí del hospital con mi primera hija, ya podía saber que mi vida nunca sería igual. Las tareas más sencillas se habían hecho mucho más complejas. Empecé una aventura llena de sorpresas hermosas y grandes desafíos. A través de esta jornada, Dios me ha mostrado tanto de su amor y de el valor que me ha dado como mujer. He aprendido, que aunque MAMÁ es una palabra fácil de decir o escribir, lo que involucra es mucho más trascendente. Tenemos un valor como mujeres, y también lo tenemos como mamás. Me encanta que Dios nos diseñó especiales y no necesitamos competir o compararnos con nadie, Su diseño es tan perfecto y el regalo que es poder criar a nuestros hijos no se compara con ningún otro éxito. Mi oración es que mientras lees estos pensamientos puedas apropiarte de todo lo que Dios te ha entregado. Te invito a leerlo creyendo que tú posees cada una de las cualidades que están descritas en este libro, sabiendo que aunque te sientas lejos de ser todo lo que Dios ha hablado sobre tí, Él seguirá perfeccionando su obra. No estamos donde queremos estar, pero ya no somos las mujeres que éramos antes. Te animo a tomar un tiempo para llenar el espacio de reflexión. ¿No te encantaría en un futuro poder volver a leer y recordar lo que Dios hizo en este tiempo? Estoy segura que te llevarás una agradable sorpresa. Arlene Grasman Mayo 2017
¡Qué difícil es hallar una esposa extraordinaria! ¡Hallarla es como encontrarse una joya muy valiosa! Quien se casa con ella puede darle toda su confianza; dinero nunca le faltará. A ella todo le sale bien; nunca nada le sale mal. Es mujer de carácter; mantiene su dignidad, y enfrenta confiada el futuro. Siempre habla con sabiduría, y enseña a sus hijos con amor. Siempre está pendiente de su casa y de que todo marche bien. Sus hijos la felicitan; su esposo la alaba y le dice: «Mujeres buenas hay muchas, pero tú las superas a todas». La hermosura es engañosa, la belleza es una ilusión; ¡sólo merece alabanzas la mujer que obedece a Dios! Proverbios 31
Uno
AMADA “Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte, ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.” Romanos 8:38 NTV
Que descanso es saber que somos amadas. No hay nada que puede separarnos del amor de Aquél que nos compró. Como mamás, tenemos mucho lugar para el error. Hay tantas razones que me hacen creer que no soy una persona de confianza, especialmente cuando se trata de la crianza de 3 seres vivientes. Pero el saber que el amor de mi Padre es inagotable hacia mi, me da tanta libertad. Nada me va a separar de su amor, ¡Ni mis propios errores! Que precioso regalo tenemos de ser amadas, su amor es sin restricciones y sin límite. Puedo amar a mis hijos y criarlos con libertad y sin temor, porque sé que soy amada y en su amor no hay temor. Cuando conozco el fin de la historia puedo disfrutarla sin estrés. Así caminamos por la vida ahora, sabiendo que somos amadas. Mis días pueden tener cosas buenas o malas, pero al final el Dios del universo me ama y eso nunca va cambiar. ¡Puedo vivir confiada!
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Reflexión:
¿Por qué es que a veces batallo en creer que soy amada?
Mi ancla para el día de hoy:
Su amor es sin restricciones y sin límite.
Oración:
• Gracias por recibirme y amarme tal y como soy. • Ayúdame a caminar en tu amor.
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Dos
TRABAJADORA “Está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio.” Proverbios 31:27 NVI
Hace algunos años, mientras estaban ofreciéndonos a mi esposo y a mi un paquete para vacaciones, una de las preguntas que nos hicieron fue ¿a qué se dedican?, cuando llegó conmigo el jóven me detuvo antes de que yo pudiera contestar “no trabajo” y me dijo: -si trabajas, eres una “organizadora de hogar”, ¡trabajas mucho!-. Me hizo tanta gracia y estuve tan orgullosa de mi trabajo. Es verdad, ¡trabajamos mucho! Tenemos tantos quehaceres y responsabilidades, pero muchas veces nos creemos la mentira de “no trabajo”. Tenemos el más grande honor, el futuro en nuestras manos. No debemos menospreciarlo ni permitir que sea menospreciado. Nuestras manos están llenas, y ¡llenas de bendiciones! Y como administradora, gerente o presidente del hogar, debemos tomar responsabilidad y hacer nuestro trabajo con honor; reconociendo que sí, es mucho trabajo, pero tengo el gran honor de poder hacerlo con excelencia. Tengo un gran privilegio, y soy irremplazable. Cuando valoramos lo que hacemos, le damos más importancia. Si sabemos que Dios nos ha confiado a nosotras la administración de nuestra casa, vamos a hacer las cosas que nos toca hacer con más alegría y más dedicación. Este trabajo tiene la mejor paga: SER MAMÁ. Mi recompensa es más grande que cualquier cheque. Reconociendo qué tan valioso es lo que hago, cada día me esforzaré por hacerlo mejor. Quizá eso se manifiesta en un detalle en mi casa, una atención especial con mis hijos o pequeñas expresiones de gratitud porque entiendo el valor de mi trabajo.
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Reflexión:
¿Estoy tomando mi trabajo enserio? ¿Qué cosas puedo hacer hoy para mostrar mi amor por mi casa?
Mi ancla para el día de hoy:
Mi recompensa es más grande que cualquier cheque.
Oración:
• Gracias por el valor que le has dado a mi vida al confiarme mi hogar. • Ayúdame a estar atenta a las necesidades de mi casa. 15
Tres
DIVERTIDA “El Corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu quebrantado quebranta los huesos.” Proverbios 17:22 NTV
Desde que nació nuestra primera hija, Regina, nos hicimos más concientes mi esposo y yo de lo frágiles que son los niños, por eso tratamos de tener siempre con nosotros algún medicamento para la fiebre y el dolor, que nos pueda servir en caso de una emergencia. No se si tus hijos son iguales, pero los mios tienen perfecta puntería para enfermarse en fin de semana o a medianoche. Cuando llegan a tener fiebre o alguna molestia, sabemos que tenemos el medicamento en casa, pero la única manera de que la medicina cumpla su propósito es si se la toman. La Biblia nos enseña que dentro de nosotros tenemos una medicina, la alegría. Solo tenemos que usarla, no importa si tengo galones de medicina en mi alacena, si no se la doy a mis hijos no va a tener efecto. Igual con la alegría, sabiendo que está ahí, tengo que buscarla y tomarla para que funcione. Nuestro día entero puede cambiar si lo comenzamos de la manera correcta. Podemos dar grandes lecciones a nuestros hijos con alegría.
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Una mañana nuestra hija Regina, estaba estresada pensando que llegaría tarde a la escuela. Por si fuera poco, estaba agobiada con su hermano que se movía a un paso más lento que ella. Su frustración no la dejaba ver que aún había suficiente tiempo para llegar puntuales. Esa mañana decidimos cantar en camino a la escuela una canción que se traduce así: “si estás feliz y lo sabes sonríe, si estás feliz y lo sabes aplaude, etc..” Regina, por estar estresada y agobiada no quería cantar. Entonces se me ocurrió decirles que daríamos vueltas en círculo perpetuamente hasta que todos en el carro estuviéramos felices. Inmediatamente, Regina comenzó a cantar y sonreir como la canción indicaba, cuando se bajaron del carro, su día y el de todos ya había cambiado. Algunas veces tenemos que “obligarnos” a estar alegres, y aunque no sea tan agradable, al igual que la medicina, los resultados valen la pena.
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Reflexión:
¿Soy una fuente de alegría en mi hogar? ¿Qué cosas puedo hacer hoy para que mi vida y la de mis hijos sea más divertida?
Mi ancla para el día de hoy:
Podemos dar grandes lecciones a nuestros hijos con alegría.
Oración:
• Gracias porque mi gozo viene de ti. • Ayúdame a ser una fuente de alegría en mi casa. 18
“Podemos dar grandes lecciones a nuestros hijos con alegría.”
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Cuatro
PACIENTE “Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por Él, ustedes tiene que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.” Colosenses 3:12 NTV
En mi experiencia como mamá, la paciencia no es algo natural, no viene incluida en mi ADN. Y así como a diario me visto con ropa, debo vestirme de paciencia. ¡Yo necesito paciencia! Sobre todo cuando se trata de explicarles las tareas a mis hijos. Parece que no me entienden, prestan atención o simplemente me ignoran. Ahí es donde tengo que recordarme que soy paciente. Me visto de paciencia y recuerdo que son niños, y aunque las sumas, restas y vocales son comunes para mi, para alguien de cinco años es información completamente nueva. Me gustaría pensar que es igual de sencillo vestirnos de paciencia como lo es ponernos unos zapatos o aretes, pero en realidad ¡no lo es! Especialmente cuando estamos tratando de evitar que nuestros hijos se metan en problemas o se expongan al peligro, pues parece que les encanta correr hacia donde está el riesgo. Es necesario pedirle al Señor que nos dé su regalo de paciencia y entonces vestirnos de ella. Aunque pareciera que esa pieza no está en mi guarda ropas, el Señor lo ha preparado para mi.
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Reflexión:
¿Cuáles son las situaciones en las que me encuentro más impaciente y qué puedo hacer para retomar la perspectiva correcta?
Mi ancla para el día de hoy:
Es necesario pedirle al Señor que nos dé su regalo de paciencia y entonces vestirnos de ella.
Oración:
• Señor, gracias porque tú eres paciente conmigo, eres lento para enojarte y grande en misericordia. • Enséñame a ser paciente como Tú. 21
Cinco
SABIA “La mujer sabia edifica su casa, pero la necia con sus propias manos la destruye.” Proverbios 14:1 NVI
Suena tan inalcanzable, tan lejano, tan abstracto el pensar que somos sabias. Aún si alguien tiene este concepto de nosotras, nos cuesta aceptarlo. Es imposible. Es una característica tan misteriosa e inmedible. Colosenses 2:3 nos dice que en Jesús están guardados los tesoros de la sabiduría, si lo buscamos a él, encontraremos este tesoro. Él mismo nos equipa para edificar nuestra casa. Este solo es uno de los múltiples tesoros hermosos que encontramos en Su presencia. En Su presencia es donde se exponen y salen a luz nuestros pecados y las fallas de nuestro carácter. Cuando nos metemos en Su palabra, nos atraviesa hasta lo más íntimo de nuestro ser y nos muestra lo que está faltando y sobrando en nuestra vida. El resultado es que somos coronadas de sabiduría. Que hermoso y que descanso es saber que mientras yo lo busco a Él, como un tesoro, soy transformada y cada vez más sabia.
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Reflexión:
¿En qué cosas he notado que soy más sabia (y antes no era)? ¿Cómo soy una mujer más sabia desde que empecé a buscar a Jesús?
Mi ancla para el día de hoy:
Que hermoso y que descanso es saber que mientras yo lo busco a Él, como un tesoro, soy transformada y cada vez más sabia.
Oración:
• Gracias por el regalo de sabiduría escondido en Jesús. • Ayúdame a cada día ser más sabia. 23
Seis
PRUDENTE “En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.” Proverbios 10:19 RVR1960
Me encanta que las mujeres tenemos una opinión para todo. Es lo más natural para nosotras sugerir como funciona algo y cómo nosotras podemos hacerlo mejor. Aunque Dios nos ha bendecido con inteligencia y facilidad para hablar, tenemos una gran responsabilidad de administrar lo que vamos a decir. Saber el cómo, dónde y cuándo, es igual de importante que el contenido de lo que quieres decir. Hemos intercambiado la libertad de opinión por imprudencia, fácilmente ofendemos el trabajo, la autoridad, y aún la maternidad de tantas personas por hacer conocida nuestra opinión. Ignoramos el hecho de que muchas veces lo único que provocamos son conflictos. Muchas palabras, igualan muchos problemas. Aunque nos cueste creerlo tenemos la capacidad de dominar nuestra boca. Dios nos ha capacitado para ser mujeres prudentes. Podemos escoger edificar y hablar sabiamente.
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Reflexión:
¿Estoy hablando cosas que edifican o animan a los demás? ¿Mi intención al hablar (publicar) algo es iniciar un conflicto?
Mi ancla para el día de hoy:
Podemos escoger edificar y hablar sabiamente.
Oración:
• Señor, gracias por hacerme una mujer prudente. • Guíame para poder hablar palabras de bien y poder tener un buen impacto con mis palabras. 25
Siete
ESTABLE “... Puso mis pies sobre una roca y me plantó en terreno firme.” Salmo 40:2 NVI
¿No te pasa que en ciertos días del mes sientes como que nada te queda bien? A mi sí. No importa si es mi prenda favorita, pero me siento inflamada o simplemente nada me gusta. Lo mismo me pasa con mis emociones, algunos días siento que todo va de maravilla y de pronto amanezco pensando o sintiendo que soy un fracaso total y que nadie sería capaz de quererme así. Cuando estaba soltera tomé un año de mi vida para servir a Dios en un barco que hace trabajo misionero por todo el mundo. En una ocasión me tocó cruzar el océano Atlántico y navegar por 14 días, eso significa 14 días sin ver tierra. Un día salí a tomar algo de aire fresco a la cubierta; y el constante movimiento del barco me hacía sentir que perdía el equilibrio, ahí fue cuando recibí el consejo que me ayudó a sobrevivir la travesía. “Mira al horizonte, mientras tus ojos estén enfocados en algo que no se mueve estarás bien”. Fijar mi mirada en algo estable cambió toda mi experiencia, pude disfrutar el resto del viaje. Cuando el barco volvía a experimentar turbulencia, solo tenía que poner mis ojos en el horizonte. En esos días cuando todo se ve nublado, con o sin razón, puedo plantarme y recordar que en el amor de Dios estoy firme. El gran Yo Soy, el que nunca cambia es mi Padre y su esencia está en mí. Esto me da estabilidad en medio de la tempestad. Mi barco no se puede voltear aunque haya turbulencia, porque tengo un ancla firme, inconmovible a la cual estar aferrada.
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Reflexión:
¿Que cosas o situaciones puedo identificar en mi vida que me han hecho perder mi estabilidad? ¿En qué promesa puedo enfocar mi mirada?
Mi ancla para el día de hoy:
El gran Yo Soy, el que nunca cambia es mi Padre y su esencia está en mí.
Oración:
• Señor, gracias porque no soy dependiente de mis circunstancias sino de un Dios firme. • Recuérdame que en ti soy estable, no en mi situación.
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Ocho
PERDONADA “Llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente.” Salmo 103:12 NTV
Su perdón ha separado el pecado de nuestras vidas. Así de grande es la gracia y el amor de Dios. No sólo perdona nuestros pecados, sino que borra la memoria de ellos. ¡Que maravillosa gracia! Somos aceptadas y amadas por nuestro Padre celestial. Son tan buenas noticias, que nos cuesta trabajo creerlo al 100%. No sólo es difícil creer en el perdón de Dios, también me he dado cuenta que a veces es difícil perdonarme a mí misma. Quizá estás viendo una consecuencia de tu pecado y para ti es un constante recordatorio de lo que hiciste. La palabra nos promete que el Señor ya no ve tu pecado, Él nos ve perdonadas. Somos trofeos de la gracia de Dios. Aún si sientes que has fracasado como mamá y tu familia o tus hijos están pagando las consecuencias. Dios ve esto como una oportunidad para manifestar Su gloria. La realidad de Su perdón nos da libertad para levantarnos y comenzar de nuevo. Nuestros pecados han sido borrados y eliminados de nuestras vidas. Están tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente. No somos lo que hicimos, somos perdonadas.
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Reflexión:
¿Estoy viviendo condenada por algo de mi pasado? ¿De qué cosas me debo de perdonar a mi misma?
Mi ancla para el día de hoy:
La realidad de Su perdón nos da libertad para levantarnos y comenzar de nuevo.
Oración:
• Señor, gracias por tu perdón, por pagar mi precio y hacerme libre. •Ayúdame a aceptar el regalo de tu gracia. 29
Nueve
AMIGA “Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!” Eclesiastes 4:9-10 NVI
Cuando nuestro hijo Samuel tenía 5 años, pasamos una tarde en una pizzería con juegos para niños. Uno de los juegos tenía una cámara con una impresora de papel que te regalaba una foto mientras estaban en el juego. Cuando llegamos a casa sacó de su bolsa una hoja arrugada, la planchó con sus manos y la pegó en el refrigerador diciendo: “Mamá, aquí estoy en esta foto con mi mejor amigo.” Yo pensé que se había encontrado a un amigo de su escuela, y le pregunté “¿cómo se llama tu amigo?” Samuel contestó: “No sé, se me olvido preguntarle.” ¡Apenas lo conoció ese día! Qué fácil es hacer amigos cuando eres niño. Los amigos son regalos del cielo. Los amigos nos levantan y animan cuando estamos caídos. Es parte de nuestro diseño natural el buscar relacionarnos, es una necesidad el tener amigos. Tristemente, entre más crecemos perdemos la facilidad para entablar relaciones. Hacemos juicios basados en relaciones del pasado y nos limitamos en abrir nuestro corazón y conocer amigos nuevos, sin saber que muchas veces nos estamos perdiendo del regalo tan especial que es la amistad. En cada etapa de nuestra vida es importante rodearnos de gente que nos edifica, nos anima, que ha vivido lo que estamos viviendo o quizá lo vivió. Dios nos habla y nos muestra su amor a través de amigos.
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Reflexión:
¿Estoy invirtiendo en amistades que edifican y aportan cosas buenas a mi vida? ¿Que puedo hacer para mostrarle a una amiga que estoy agradecida por ella?
Mi ancla para el día de hoy: Los amigos son un regalo del cielo.
Oración:
• Señor, gracias por el regalo de la amistad. •Muéstrame quienes son mis verdaderos amigos y ayúdame a ser una buena amiga. 31
Diez
ORDENADA ¨… La tierra era un caos total… Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas...¨ Génesis 1:2,4 NVI
Lo Primero que Dios hizo en la tierra fué poner orden. Eso nos habla mucho de su naturaleza. Dios, nuestro creador, tiene una inclinación hacia el orden y nosotras fuimos creadas a Su imagen y semejanza. El orden es parte de nuestra naturaleza también. No se si compartes el sentimiento, pero cuando mi casa está en orden y todo está en el lugar que le corresponde, tengo paz. Cuando los hijos están dormidos en sus horarios y sus recámaras están ordenadas, tengo paz. Cuando encontré las tijeras porque estaban en el lugar que les corresponde, tengo la sensación de que el mundo es mejor. Después de poner orden, la Biblia enseña que Dios determinó que su creación era buena. Cuando ponemos orden en nuestras vidas, experimentamos el mismo sentimiento. Cada etapa de la vida como mamá, requiere de ajustes. Desde dormir menos horas, hasta modificar la casa para los niños, lo único constante son los cambios. Sin importar los cambios que tengamos que hacer, siempre podemos encontrar la manera de hacerlo con orden. Cuando ponemos orden, tenemos la satisfacción de saber que estamos actuando como nuestro creador. Vamos a poder sentarnos, ver y decir ¡Es bueno!
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Reflexión:
¿Qué cosas puedo identificar en mi vida que necesitan orden? ¿Qué cambios puedo hacer para ordenarlas?
Mi ancla para el día de hoy:
Cuando ponemos orden, tenemos la satisfacción de saber que estamos actuando como nuestro creador.
Oración:
• Señor, gracias por poner tu esencia en mi. •Muéstrame cuales son las áreas de mi vida y de mi casa que necesito ordenar. 33
“El gran Yo Soy, el que nunca cambia es mi Padre y su esencia está en mí.”
“Podemos tener certeza que Dios está obrando; y a diferencia de mí, Él no se da por vencido.”
Once
SENSIBLE “Dios hizo todo hermoso en su tiempo, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin.” Eclesiastes 3:11 NVI
Cada etapa que vivimos como mamás tiene sus retos y sus encantos. El embarazo es una etapa hermosa. La anticipación de ver a tu bebé y encontrarle algún parecido, el descubrir que talentos va a tener, primeras palabras, primeros pasos, cada etapa es hermosa. Pero, también hay etapas en nuestras vidas que pueden ser frustrantes. Cuando nació Samuel, nuestra familia cambió, ahora éramos 4 integrantes y no era tan sencillo hacer las cosas cotidianas o participar en las actividades de siempre. En esa temporada trabajamos con jóvenes y siempre teníamos actividades fuera de casa. Pronto me di cuenta que ya no podía participar en todo lo que los jóvenes sin hijos hacían. Me estaba “perdiendo” de tantos eventos por tener que estar en casa cuidando a mis hijos.
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Recuerdo un día que tuve que quedarme en casa con los niños y pase todo el tiempo quejándome por lo mal que se habían portado. Enumeré todas las cosas que mis pequeños habían hecho. Después de terminar mi lista, mi esposo me dijo “Los niños solo hicieron lo que siempre hacen”. Tu y yo sabemos que no era el comentario más apropiado para el momento; pero después de meditar en eso, me di cuenta que ellos habían tenido un día completamente normal, yo era la que tenía una mala actitud porque me estaba “perdiendo” de otras actividades. No ser sensible a mi temporada como mamá estaba arruinando mi día y el de mis pequeños. Existe belleza en cada temporada de nuestra vida, es nuestro trabajo encontrarla. Es tan necesario ser sensibles a la temporada en la que nos encontramos. Tenemos el regalo de poder ver crecer a nuestros hijos y dar dirección a sus vidas. No importa que temporada estás viviendo, hay belleza en ella.
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Reflexión:
¿Estoy disfrutando la etapa en la que estoy? ¿Qué es lo mas bello de esta temporada?
Mi ancla para el día de hoy:
Existe belleza en cada temporada de nuestra vida, es nuestro trabajo encontrarla.
Oración:
• Señor, gracias por esconder belleza en la etapa que estoy viviendo. •Ayúdame a ser sensible y reconocer lo bello de este tiempo. 38
“Existe belleza en cada temporada de nuestra vida, es nuestro trabajo encontrarla.�
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Doce
FEMENINA “...Denles el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia.” 1 Pedro 3:7 DHH
¿Has comparado el valor de un vaso de cristal con el de un vaso de vidrio? El valor del cristal es incomparable, aunque es más frágil y delicado. Uno pensaría que por ser más fuerte el vidrio su valor sería más alto, pero no es así, aunque el cristal es delicado y frágil, su valor es mayor. Por alguna razón hemos catalogado lo frágil con lo débil y no es así. Dios nos ha diseñado y ha puesto algo delicado en nosotras. Algunos podrían confundir esto con falta de resistencia, pero yo puedo ver por su cuidado y perfecto diseño que es un valor agregado. ¡Frágil no es débil, frágil es delicado y valioso! Nadie intenta crear un cristal más resistente para que tenga más valor, ya tiene el valor suficiente. De la misma manera, no tenemos que competir con un hombre para probar nada. Dios nos ha dado valor al hacernos más delicadas. No es un “error” del fabricante o un defecto, es algo que añade a lo que somos. No tengo que desafiar a nadie, sé que soy delicada, así fui creada y así tengo gran valor. Recibo ternura y camino con ternura. ¡Soy el diseño perfecto de Dios!
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Reflexión:
¿Puedo reconocer que soy frágil y ser más cuidadosa en áreas de mi vida? ¿En qué áreas puedo ser más delicada?
Mi ancla para el día de hoy:
Frágil no es débil, frágil es delicado y valioso.
Oración:
• Señor, gracias por tu perfecto diseño. •Ayúdame a verme como tu me ves. 41
Trece
DISPONIBLE “ ... Mi apreciada Marta, ¡estás tan preocupada y tan inquieta con todos los detalles! ’’ Lucas 10:41 NTV
¡Ouch! No puedo imaginarme la cara de Marta cuando escuchó esas palabras, y al mismo tiempo pienso en la confusión que debe haber sentido. ¡Lo estoy haciendo para ti! O algo por el estilo hubiera sido mi respuesta. Marta estaba tratando de ser la mejor anfitriona, estaba lavando los pies de Jesús, haciendo su mejor esfuerzo. Me encuentro tantas veces queriendo ser la mejor anfitriona, mamá, cocinera, organizadora, esposa, amiga y la lista continúa… y me doy cuenta lo poco disponible que estoy mientras intento hacerlo todo. Mi intención es buena pero mi atención está ausente. Que importante es hacer pausas en nuestros quehaceres para ponerle atención a las personas que tenemos alrededor. Es necesario poner altos en el día, tomar tiempo para estar presentes. Estar quietas en la presencia de Dios, estar atentas a las conversaciones de nuestros hijos, poner atención a nuestro esposo. Hay tanto valor en aprender a hacer pausas durante el día y por un momento dejar los detalles para disfrutar.
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Reflexión:
¿Puedo detenerme de hacer algo para dar importancia a alguien? ¿Le estoy dando el verdadero valor a lo que realmente importa?
Mi ancla para el día de hoy:
Nada que haga es más valioso que lo que soy.
Oración:
• Señor, gracias porque pones lo que soy antes de lo que hago. •Ayúdame a dejar mis afanes y dar atención a lo importante.
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Catorce
UNA OBRA EN PROCESO
“ Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando...” Filipenses 1:6 NVI
Les tengo una confesión, no estoy orgullosa de esto, pero es la realidad: no soy buena para terminar lo que empiezo. Desde que tengo memoria soy así. Estoy tan agradecida con el esposo que tengo porque me ayuda y motiva a terminar lo que início, pero yo, tengo un porcentaje muy bajo de terminar lo que empiezo. Algo me emociona, lo inicio y antes de terminarlo...ya empecé dos cosas más que dejaré a medias en poco tiempo. Especialmente cuando se trata de organizar mis cajones. Siempre saco todo, lo pongo en el piso y a medio camino me canso porque en lugar de ver avances, parece que agregué caos al desorden. ¡Arrgghh, como me cuesta terminar las cosas! La buena noticia es que Dios no es como yo. Él si termina lo que empieza; y tu vida y la mía son obras en proceso. Aunque a veces parece que el desorden en nuestras vidas va de mal en peor, podemos tener certeza que Dios está obrando; y a diferencia de mí, Él no se da por vencido. Él constantemente nos está formando, eliminando lo que no sirve y dando buen uso a lo que es útil en nosotras. Yo soy su obra maestra y aunque ahorita se vean cosas fuera de lugar, es porque soy una obra en proceso.
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Reflexión:
¿Qué cosas veo en mi vida que Dios está “ordenando”? ¿Que cosas ya ha ordenado?
Mi ancla para el día de hoy:
Podemos tener la certeza que Dios está obrando en nosotras y Él no se da por vencido.
Oración:
• Señor, gracias porque soy tu obra maestra. •Ayúdame a confiar y dejarte terminar tu obra en mí. 45
Quince
ÚNICA “Cada cual examine su propia conducta; y, si tiene algo de que presumir, que no se compare con nadie.” Gálatas 6:4 NVI
Muy rápido me di cuenta que la maternidad (al menos la imagen que tenemos de mamá perfecta) no era algo natural en mí. Tenía este estándar de perfección, tan ajeno a la realidad, y no solo aplicaba a mí, sino también lo pensaba hacia mis hijos y su comportamiento. Esta ilusión de perfección nos lleva a compararnos y pensar que nunca somos suficientes. Dios nos ha diseñado con tanto cuidado y detalle. Cada una de nosotras hemos sido creadas con tantas virtudes, no tenemos que vivir comparándonos ni a nuestros hijos. En lugar de comparar mi vida con otras, voy a examinar mi conducta; así podré sacar la mejor versión de mí y de mis hijos. Esto también me permite aprender de otras personas y ser retada a mejorar. Sabiendo que soy única, una versión original, no tengo que esconder lo que soy, sólo examinarlo.
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Reflexión:
¿Cuáles son algunas virtudes que Dios me ha dado? ¿Puedo reconocer las virtudes de otras personas sin que afecte mi autoestima?
Mi ancla para el día de hoy:
Dios nos ha diseñado con tanto cuidado y detalle.
Oración:
• Señor, gracias por hacerme única •Ayúdame a examinarme sin comparme.
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Dieciséis
PERSEVERANTE “ No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.” Gálatas 6:9 NVI
Creo que mi lucha más constante ha sido mi falta de perseverancia. No está en mi sistema, no es mi naturaleza y cada intento fallido por perseverar solo confirma mis declaraciones. Ha sido una guerra constante con éxitos, fracasos y muchas lecciones aprendidas. Después de un año de escuela en casa, nuestros hijos retomaron la escuela regular. A Samuel, nuestro hijo, le costó mucho trabajo volver a la rutina, especialmente a tener orden en sus cuadernos y útiles escolares. A diario tenía que borrar sus tareas y hacerlas de nuevo, muchas veces le tuve que arrancar las hojas por completo para que lo volviera a hacer. Esto continuó por meses sin ningún éxito visible. Ocho meses después en el cuaderno de Samuel había una nota de la maestra que decía: “Samuel, bien hecho, estás mejorando tu orden”. ¡No pude creerlo! Después de tanto insistir y pensar que nunca iba a pasar, ¡Tuve mi recompensa! Quizá sea algo ordinario, pero es una realidad. Ser perseverantes cuesta y aunque no veamos frutos instantáneos, si insistimos tendremos nuestra recompensa. Así como El Señor ha sido perseverante conmigo en darme su amor y me alcanzó, así podemos ser perseverantes en cada cosa que hacemos.
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Reflexión:
¿En qué cosas me estoy dando por vencida? ¿Qué sueños puedo retomar con un nuevo enfoque?
Mi ancla para el día de hoy:
Ser perseverantes cuesta y aunque no veamos frutos instantáneos, si insistimos, tendremos nuestra recompensa.
Oración:
• Señor, gracias porque porque no me has dejado. •Ayúdame a no desanimarme.
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Diecisiete
MUJER DE ORACIÓN
“No se preocupen por nada; en cambio oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que Él ha hecho”. Filipenses 4:6
De las cosas más naturales de ser mamá es la preocupación. Desde el momento en que nuestro bebé nace, sentimos el amor y el peso de la responsabilidad; y junto con eso automáticamente empiezan las preocupaciones. Los que más pagan las consecuencias son los pobres pediatras a quienes molestamos con llamadas a medianoche por un simple hipo. Desde ahí comienza nuestra relación con la preocupación y pensamos que ser responsables es igual a vivir preocupadas. Nuestra responsabilidad es hacer nuestra parte en atender a nuestra familia, reconociendo nuestros límites y confiando en un Dios ilimitado. Así, entregamos nuestras preocupaciones al único que tiene control total. Cuando compartimos con nuestros hijos la noticia de que íbamos a cambiarnos de ciudad, nuestro hijo Samuel no lo tomo de la mejor manera. Aunque apenas tenía 7 años, el pensar en dejar lo que le era conocido le causaba mucha ansiedad. En esa temporada decidió evitar el tema por completo, si nos escuchaba hablando, él se aislaba, lloraba o cambiaba el tema. Desarmada y habiendo agotado todos mis recursos para convencerlo de que todo iba a estar bien; decidí entrar en su recámara cada noche después de haberlo acostado y esperar un momento justo antes de que se quedara dormido para orar por él. Oraba en voz suave pero audible, quería que el Señor escuchara mi oración y también que Samuel me escuchara. Siempre daba gracias a Dios por su vida y la de nuestra familia y la oportunidad de servirle.
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También le agradecía porque Él ya había apartado amigos, escuela y cosas nuevas para nosotros. Así entregué mi confianza en el Señor y dejé que mi hijo lo supiera. Cuando llegamos a Tijuana, Dios nos sorprendió con amigos para nuestros hijos, una iglesia extraordinaria y una escuela preciosa. Una vez más pude comprobar que entregarle a Él nuestras cargas es siempre la mejor opción. Al orar, estamos reconociendo que no podemos con las cargas que llevamos y nos libramos de ellas en Su presencia. El vivir preocupadas no nos añade amor ni responsabilidad, solo nos quita paz. Cuando en oración le entregamos a Dios nuestras cargas, aprendemos a descansar en Él. Estamos a una oración de distancia del descanso.
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Reflexión:
¿Qué cargas puedo entregar ahora mismo al Señor para poder descansar en Él? ¿Puedo recordar alguna ocasión en la que llevé mis cargas al Señor y Él me respondió?
Mi ancla para el día de hoy:
Al orar, estamos reconociendo que no podemos con las cargas que llevamos y nos libramos de ellas en Su presencia.
Oración:
• Señor, gracias por el acceso a Tu presencia. •Ayúdame a entregarte mis cargas por completo. 52
“Al orar, estamos reconociendo que no podemos con las cargas que llevamos y nos libramos de ellas en Su presencia.�
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Dieciocho
ADMIRABLE “¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo se bien! Salmos 139:14-16 NVI
He conocido mujeres talentosas, hermosas, llenas de energía, pero que no avanzan porque se consideran insuficientes. Yo puedo pensar en mil razones por las cuales reconocerlas, pero ellas aún se sienten incompetentes. Esta es una de las mayores evidencias de que vivimos engañadas. Somos creación admirable, obras maravillosas. El valor lo determinó el artista, pero nos cuesta tanto aceptarlo. ¿Por qué intentamos ponerle un valor terrenal a algo que fue valuado en el cielo? El marco no determina el valor de una pintura, mucho menos la pared o el clavo sobre el que está colocada. Tal y como soy, Dios me creó y Él me da valor. Nada puede cambiar eso. Soy su obra de arte y no tengo devaluación.
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Reflexión:
¿Me siento admirable? ¿Puedo reconocer o nombrar cosas especiales que Dios ha puesto en mi?
Mi ancla para el día de hoy:
No intentemos ponerle un valor terrenal a algo que fue valuado en el cielo.
Oración:
• Señor, gracias por hacerme admirable •Ayúdame a ver el valor que tu me has dado. 55
Diecinueve
TIERNA “Vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios.” 1 Pedro 3:4 NTV
Me encantó esta definición de tierna; que demuestra fácilmente afecto y dulzura o que despierta estos sentimientos en las personas. Trato de cuidar mi piel lo más que puedo, sabiendo que tengo piel extremadamente seca, la humecto a diario y siempre es agradable cuando alguien lo nota (especialmente mi esposo). Usamos un sinnúmero de productos para embellecer nuestro exterior, es bueno cuidarse, incluso es una forma de amarnos; y si alguien descubriera el secreto de la eterna juventud, todas lo querríamos. Para Dios, lo más precioso es un espíritu tierno, ese es el secreto de la belleza. Y así como las rutinas de belleza toman algo de esfuerzo; como lavarnos la cara, humectarla y hasta poner alguna mascarilla, también quitar lo áspero de nuestro carácter, hablar con dulzura y mostrar afecto es tomar el tratamiento de belleza más efectivo. No quiero pasar ni un dia sin aprovechar el secreto para mantener bello mi espíritu.
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Reflexión:
¿Cómo puedo mostrarme más tierna este día? ¿Cómo puedo embellecer mi espíritu?
Mi ancla para el día de hoy:
Para Dios, lo más precioso es un espíritu tierno, ese es el secreto de la belleza.
Oración:
• Señor, gracias por que me ves preciosa. •Ayúdame a mostrarme tierna. 57
Veinte
MUJER DE FE “Y todo lo que ustedes, al orar, pidan con fe, lo recibirán.” Mateo 21:22 DHH
Escuché a un hombre decir “la esperanza es como los planos de un edificio, y la fe es el cemento que lo construye”. Creo que muchas veces confundimos fe con la posibilidad de que algo suceda, cuando la biblia nos enseña que fe es certeza. Cuando pongo en manos de Dios mi futuro, el de mis hijos, nietos y esposo, no vivo con la posibilidad de que Dios haga algo, vivo con certeza de que hará todo lo que me ha prometido. Mi plan A es certero, porque mi fe está en Dios. Unos meses atrás encontraron una mancha en mi tiroides, cada doctor que fuimos a visitar tuvo sospechas que se trataba de cáncer. Fueron un par de semanas llenas de emociones y temor. Por días consideramos las situaciones más horribles posibles, y ante la incertidumbre, me encontré en un mar de dudas. Finalmente, un día recordé que yo no tenía el control de mi futuro y fui delante de Dios creyendo que sólo Él tenía el control. Él, no sólo controla mi futuro, sino que está activo en mi presente. Fue entonces que el temor se fue. Mi fe, la confianza en su control, no en la posibilidad sino en la certeza, trajeron paz a mi vida por el futuro.
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Dos meses después de la primera cita al doctor, recibí la llamada más anticipada. Me encontraba en un lugar fuera de la ciudad con poca señal de celular; debería haber estado ansiosa o desesperada, pero esperé hasta tener una buena conexión para regresar la llamada. Mi fe estaba anclada; posibilidades, exámenes y opiniones no me movían, al fin pude hablar y me dieron las buenas noticias. No había células malignas en mi cuerpo. Dios lo había hecho una vez más, pero para mí, el mejor regalo fue Su paz y ser sostenida por la fe en medio de la tormenta. Mi ancla firme está en Él.
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Reflexión:
¿En qué situaciones de mi vida requiero afirmar mi fe? ¿En qué cosa puedo creerle a Dios?
Mi ancla para el día de hoy:
La esperanza es como los planos de un edificio y la fe es el cemento que lo construye
Oración:
• Señor, gracias por que te tengo de ancla firme. •Ayúdame a creer. 60
“La esperanza es como los planos de un edificio, y la fe es el cemento que lo construye.�
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Veintiuno
HIJA “El espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios, y, si somos hijos, somos herederos…” Romanos 8:16-17 NVI
Todos hemos soñado con recibir una herencia con dinero suficiente para sacarnos de todas nuestras deudas. Una herencia tan extravagante que nos dé total libertad financiera. Yo sí, y creo que tu también. Es ese sueño guajiro que haría las cosas “más fáciles”. Te tengo noticias, estoy a tu puerta para decirte que sí eres heredera. Tu padre que está en el cielo te ha dejado un testamento lleno de promesas, regalos, frutos que puedes hacer válidos desde ahora. Ya puedes tener paz, esperanza, tomar ese tratamiento de belleza para tu alma, ¡Al fin ser sana! Tomar del gozo de Su salvación, descansar por el futuro de tus hijos, tener certeza de tu futuro. Ya no tienes que estar sola ni sentirte insegura. Tu papá te dejó asegurada. Es una seguridad que no está restringida ni limitada, no la divides, ni la repartes, es completa y es exclusiva para sus hijas.
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Reflexión:
¿Puedo recibir la herencia y reconocer que soy hija o me cuesta trabajo? ¿Qué promesas son las que estoy tomando en el presente?
Mi ancla para el día de hoy: Tu papá te dejó asegurada.
Oración:
• Señor, gracias que eres mi padre y soy tu hija y tu heredera. •Ayúdame a apropiarme de tu herencia y los tesoros que hay en la Palabra.
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