Lista 1

Page 1

Retiro de Parejas





Dios creó el matrimonio en la eternidad y lo hizo real en el Edén, para que fuéramos una sola carne. Plenitud 2017 nos enseñará a vivir ese amor que solo a través de Él puede alcanzarse, para que cada día nuestra relación se fortalezca y vivamos experiencias inolvidables de un amor incondicional, entregado, en el cual cada uno está dispuesto a dar su vida por el otro. “El amor nunca deja de ser” 1 Corintios 13:8





Retiro de Parejas Plenitud nace a través del Ministerio “Matrimonio con propósito” de Iglesia Monte de Dios, dirigidos por los Pastores Dr. Miguel y Montserrat Bogaert, siendo su visión el restaurar, fortalecer y transformar los matrimonios por medio del poder de la Palabra y del Espíritu Santo, y llevarlos al conocimiento de la verdad, que es Jesuscristo.





Retiro de Parejas Plenitud nace a través del Ministerio “Matrimonio con propósito” de Iglesia Monte de Dios, dirigido por los Pastores Dr. Miguel y Montserrat Bogaert, siendo su visión el restaurar, fortalecer y transformar los matrimonios a través del poder de la Palabra y del Espíritu Santo, y llevarlos al conocimiento de la verdad, que es Jesucristo. Este retiro se celebra cada año en diferentes resorts de nuestro país, donde conferencistas nacionales e internacionales vienen a impartir y a enseñar lo que a través de la Palabra de Dios y su testimonio, el Señor ha hecho en ellos. Además de esto, los matrimonios tienen la oportunidad de tener una convivencia más íntima con su pareja. Cada matrimonio que asiste recibe las herramientas necesarias para el fortalecimiento de su vida en pareja, y sobre todo, adquirir una identidad en Cristo que los llevará al propósito que el Señor tiene para sus vidas y la de sus hijos. Hemos sido testigos de matrimonios que habían estado en crisis y a punto de divorcio, y hoy dan testimonio de la restauración que Dios ha hecho en ellos. Deja que la Gloria de Dios sea manifestada en tu matrimonio y vive una experiencia que jamás olvidarás.



EL MATRIMONIO es una institución creada por Dios y Él es quien da los estatutos.

El matrimonio comienza con dos accionistas: El esposo y la esposa. El matrimonio es la única empresa que debe mantenerse con solamente dos accionistas, y conforme va creciendo, solamente permite un tercero, que son los hijos. Su papá y su mamá no pueden ser accionistas en su matrimonio. Génesis 2:24 (RV1960) “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. El andar detrás de los padres después de estar casados ocasiona muchos problemas. Dios los creó varón y hembra para que fueran complemento. El matrimonio es una escuela que con el tiempo se vuelve una universidad, en el que ambos deben adaptarse. El matrimonio es adaptación. Un hombre y una mujer se casan y los dos tienen personalidades diferentes, vienen con historias y temperamentos diferentes y lo primordial en esa unión es la adaptación. La vida es un continuo movimiento que nos lleva a aprender adaptarnos. Su tarea como esposo, no es cambiar a su esposa, esa es tarea de Dios. Si intentamos cambiar a nuestro cónyuge, tendremos problemas y nos vamos a frustrar. Dios creó a tu esposa y solamente Él tiene las herramientas para cambiarla. No tienes control y autoridad para cambiar a tu esposa, lo que sí puedes, a través de la adaptación, es que ella pueda empezar a cambiar. Puedes pedirle a Dios que cambie a tu marido, pero hasta que Él no vea que tienes una intención de adaptarte a lo que tu esposo es, tu matrimonio no va a cambiar. Dios no hace nada hasta que no vea tu actitud cambiar. La adaptación no es un proceso que es de inmediato y tampoco es fácil. Habrá que superar muchos momentos de transición y proceso. Me di cuenta, que cuando empecé a adaptarme a mi esposa, Dios hacía algo en ella que provocaba un cambio que a mí me empezaba a agradar. Entonces, empecé a amar más la adaptación que la oposición, ya que cuando me oponía, nada bueno salía, pero sí cuando me adaptaba, porque mientras más me adaptaba, más quería ella estar conmigo. Mientras más pasa el tiempo, más difícil se hace la adaptación en la pareja. El tiempo es un enemigo de la adaptación porque cuando queremos venir

adaptarnos, ya estamos muy contaminados. Mi definición personal del matrimonio: Es la intención de un hombre y una mujer que deciden tener una actitud de adaptarse el uno al otro con la intención de llegar a una meta y a un destino a través de un propósito. Si alguien tiene que cambiar en el matrimonio, debo ser yo. Si hay que cambiar algo, yo tengo que empezar a hacer ese cambio. Si usted quiere que su esposo cambie, usted tiene que cambiar primero. Muchos somos ciegos ante algunos aspectos de nuestra vida que son visibles para nuestro cónyuge. Mi esposa es mi linterna en mis lados oscuros. Una de las bases más importantes en la que debemos sustentar nuestro matrimonio es la adaptación a través del compromiso y del entenderse el uno al otro. Romanos 12:3 (RV1960) “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”. Cuando el hombre exagera su propia importancia, será muy exigente con su cónyuge, será autoritario, fuerte, y no escucha a su esposa cuando ella intenta sugerirle algo; estas mujeres no le tienen respeto a su marido, pero sí miedo. En una situación contraria, cuando el esposo se desprecia a sí mismo, es donde entra el espíritu de Jezabel. Si es en la mujer, y exagera su importancia, seguramente no se va a someter. Cuando una esposa no se somete a su marido es porque tiene un concepto de sí misma sobrevalorado. Este tipo de mujer cree que puede hacer lo mismo que hace su esposo, siempre toma la iniciativa y toma la responsabilidad de la relación, será una mujer muy crítica e intentará que el hombre sea a su propia imagen. Esta mujer le quita la personalidad al hombre y hace que no te puedas adaptar. Sin embargo, cuando se desprecia a sí misma, le cuesta expresarse, es una mujer callada, casi no habla, no expresa cariño y tiende a tener una humildad exagerada, y lo peor: Siempre está apartada y retraída. Estas condiciones forman parte de nuestra personalidad y nuestro carácter. Efesios 4:22 (RV1960) “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”. Dios no te dice que Él va a despojar al viejo hombre,



Él nos dice que nosotros tenemos que hacerlo. Tenemos que tener una intención de cambio y de querer adaptarnos. El resultado de una comprensión en el matrimonio produce un liderazgo amoroso y la sumisión es voluntaria, y la estabilidad emocional es la marca de esa relación. No hay sumisión si no hay comprensión. Cuando no hay actitud de adaptación, esto produce una competencia desleal y es tierra fértil para que crezca el espíritu de egoísmo. Una vez que ese espíritu de egoísmo entra, automáticamente se abre la ventana al espíritu de independencia. La adaptación y la comprensión te llevan obligatoriamente a una buena relación. Yo no he aprendido solamente a amar a mi esposa, yo también he aprendido a tenerle misericordia, porque cuando le tengo misericordia, me pongo en su lugar y le pido perdón. Mientras haya orgullo, la palabra perdón no existe. El perdonar no son solamente palabras, el perdonar es olvidar y no recordarlo jamás. Cuando te casas, tienes metas y buscas a alguien para hacer un equipo y llegas al matrimonio con la intención al matrimonio de cumplir esas metas. El hombre es el líder del equipo, por eso Dios lo creó primero, y cuando creó la ayuda idónea, creó una accionista. Equipo es que hay una convicción de que las metas propuestas pueden ser conseguidas poniendo en juego el conocimiento, las capacidades, la información y el esfuerzo que ambos van hacer. Cuando hacemos un esfuerzo de equipo, todo lo que recibimos producto de ese esfuerzo se convierte en un ente multiplicador que es recibido por nuestros hijos. El esfuerzo que ambos hacemos como pareja se llama sinergia. Sinergia es el resultado alcanzado por el trabajo del equipo y como resultado del esfuerzo, nada ni nadie puede entrar a ese matrimonio. Esto quiere decir que tus generaciones disfrutarán de tus esfuerzos. Nuestros hijos están educados en base al esfuerzo que han visto en nosotros y eso mismo hace que ellos sean equipo. El compromiso más grande que hizo Dios con el hombre y la mujer fue cuando dijo que serían una sola carne. Sobre nuestras espaldas puso un mayor esfuerzo y un mayor compromiso. La comunicación es la sangre del matrimonio y una buena comunicación viene a raíz de la sinergia. En una comunicación no solamente se requiere hablar, sino también expresar nuestras ideas y pensamientos. Comprensión no es escuchar lo dicho, sino que es interpretar lo que fue dicho de acuerdo a la intención de quien habla. El problema del hombre y la mujer es de interpretación. El hombre es un pensador lógico, habla lo que piensa. Cuando el hombre habla, expresa lo que está pensando en ese momento; la mujer es otra cosa, ellas no hablan lo que piensan, hablan lo que sienten. Santiago 1:19-20 (RV1960) “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”. Santiago dice que valoremos primero, analicemos y tengamos cuidado para hablar. ¿Qué palabras has hablado a tu esposa? Yo he enseñado a mi esposa a ser lo que es. La armonía en la comunicación produce respeto, sinceri-

desenfocada, la comunicación tendrá problemas. Hay esposos que no logran comunicarse por vivir de los recuerdos de lo que eran en un tiempo, por recordar lo que antes tenían. Hay mujeres que por sus pensamientos no logran comunicarse con sus esposos. Las mujeres queriendo afecto y los hombres pensando en sexo. Estas cuatro áreas del alma deben mantenerse enfocadas y por ello, debemos ser transparentes. Hay parejas con muchos problemas con el sexo, por hombres que solamente quieren eso. El sexo es la comunicación élite entre el hombre y la mujer. La comunicación íntima es la expresión de todo nuestro ser como respuesta al resultado de la armonía en la comunicación. Cuando no te comunicas bien con tu esposa durante el día, tienes problema en el sexo. El sexo tiene 4 funciones, que son: 1. Para procrear la especie. 2. Por placer. 3. Autoestima. Esta función se ha perdido en los matrimonios porque el placer se les fue por encima. El sexo sin autoestima es mecánico, y este solamente lo hacen los animales. Cantar de Cantares 2:3 (RV1960) “Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los jóvenes; bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi paladar”. La autoestima del hombre crece cuando su esposa mediante el sexo le da caricias y le expresa lo amado que es. Cantares 2:10-13 (RV1960) “Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. La higuera ha echado sus higos, y las vides en cierne dieron olor; levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven”. 4. La función del compromiso. El compromiso es entender que cuando estás con tu esposa, se unen en una sola carne. En el sexo, la comunicación íntima también es adaptación. Tienes que detenerte a conocer a tu cónyuge. Hay 4 factores principales que nos llevan a la frustración en el sexo: 1. La ignorancia 2. El egoísmo 3. El temor 4. Las malas experiencias Las frustraciones sexuales abren puertas al adulterio dándole acceso a ese espíritu. Con toda seguridad puedo decir que cuando hay adulterio es por dos causas: 1. Porque se perdió el concepto del compromiso y de la autoestima, y el placer ha tomado su lugar. 2. Por la pérdida de valores como ser humano, en respuesta al espíritu de adulterio que tenemos dentro, sea por problema ancestral o aprendido por nuestras frustraciones. Dice la palabra de Dios que ni los fornicarios ni los adúlteros heredarán el reino de los cielos. Si queremos un cambio en nuestro matrimonio, debemos enfrentar nuestra conciencia, y lo único que puede alborotar tu conciencia, es tu misma disposición y el Espíritu Santo por la Palabra.











EL HOMBRE como líderen el hogar

Hoy en día, los matrimonios se encuentran en una situación muy difícil, no solamente se encuentran con inmoralidad, sino con inmoralidad entre el mismo sexo, ya los hombres y mujeres se han cansado del sexo opuesto porque han visto tantas cosas que empiezan a pensar que si se unen a alguien de su mismo sexo, tendrán un mejor matrimonio. No es algo sencillo, el matrimonio está siendo atacado para desvirtuar y deformar lo que Dios ha creado desde el Génesis. Cuando fuimos creados por Dios, Él nos dio una asignación, tanto al hombre como a la mujer. Lo peor es estar casado y no conocer su asignación, cuando no la conoces, estás muriendo y no haces nada por tu matrimonio. A veces creo, que toda la naturaleza, creación de Dios, es más inteligente que nosotros, porque está enfocada en cumplir y ejercer su asignación. El sol, la tierra y la luna tienen su asignación, los mares tienen su asignación. Si hoy el sol dijera que se va a detener, ¿qué pasaría?, sin embargo, el sol conoce su tarea y no se detiene. El matrimonio tiene una asignación pero no la conoce y se ha detenido; tanto el hombre como la mujer tienen que saber lo que Dios quiere para sus vidas. Sin embargo, cuando nos casamos, lo hacemos embelesados, sin saber discernir ni entender el propósito de Dios. En la raza humana, Dios creó primero el hombre, y por algo lo hizo, por algo lo creó primero que a la mujer. Dios no hace cosas locas para probar si salen bien. Dios tiene algo especial con los hombres. Cuando Dios crea y establece algo, Él sabe con anterioridad lo que va a pasar. Dentro de la raza humana, Dios le delegó al hombre toda una responsabilidad. Los hombres están fuera de lo que Dios quiere porque están metidos en un sistema que ha oscurecido su entendimiento. No tienen luz para discernir por qué Dios los creó primero. La responsabilidad del hombre delante de Dios no es cualquiera, y si yo fuera hombre, estuviera postrado de rodillas, al saber la responsabilidad que tengo delante del Padre, y no la estoy cumpliendo, lo que es peor aún. Dios se inspiró cuando creó el hombre. Fue Su primera creación humana. Con el hombre se inspiró, fue una idea gloriosa. La mujer fue creada del hombre y para el hombre. Mujer, tú fuiste creada para tu esposo.

1 Corintios 11:3 (RV1960) “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”. En este versículo, Dios da una advertencia tanto al hombre como a la mujer. Hombre, encima de tu cabeza, hay una cabeza más grande que te quiere dirigir y conducir por el camino del bien, es una cabeza que te quiere decir para qué estás casado. Dios quiere decirte lo que necesitas alcanzar. La cabeza es la que dirige. El ser hombre no te hace ser cabeza. Hay hombres que no quieren coger la cabeza y por eso prefieren hacerse el desentendido; porque si Cristo es la cabeza, Él viene a posicionarse en ti, dentro de ti, donde están tus pensamientos, tu intelecto y tu razón. Cristo tiene que ser la cabeza en tu interior, no en lo que se ve por fuera. Hay muchos hoy que le han dado la espalda a Cristo y un matrimonio jamás será restaurado sin Él. El hombre debe tomar la decisión de que quien va a manejar su vida es Cristo. Como hombre, tienes que saber cuál es tu responsabilidad. No es el llegar a tu casa exigiendo que se cumpla todo lo que dices porque eres la cabeza, quita ese concepto de ti, porque a eso no se refiere ser cabeza de su hogar. Si eres la cabeza, tienes que ser un líder, y qué esposa puede decir que tiene un líder en su casa. Un líder es uno que influencia a otros para alcanzar una meta. ¿Cuál es la meta que inspira tu esposo? ¿Es tu influencia, para cumplir una meta propia o una meta en común? Para ser líder, tiene que tener una visión. ¿Cómo se puede influenciar para cumplir una meta, si no se tiene una visión? Como hombre, debes influenciar a toda tu casa con una visión que salga del cielo. La visión nace de Dios. Un líder tiene que saber tomar decisiones correctas. El día que tomas una decisión incorrecta, destruyes toda una herencia, esa es la magnitud de la responsabilidad que Dios te ha dado. Tiene que haber un liderazgo responsable, cada paso que das, desde que te levantas, marca una historia y deja una huella. La mujer no tiene que empujarte, eres tú, como hombre, que con tus decisiones, tu influencia y tu responsabilidad, haces que todos te sigan. Tú marcas la dirección. El que va al frente es el que dice y marca la pauta. La mujer nunca podrá ser cabeza, por más fuerte que sea y por más que sepa, nunca lo podrá ser porque Dios no la creó para eso. El hombre es la cabeza y el líder del hogar. El hombre tiene que estar atento y apercibido para



que el Señor le diga cuando el enemigo se levante contra su hogar y sus hijos. El Señor le dice al hombre cuándo levantarse y tomar sus armas para pelear junto a su equipo, que es su esposa e hijos. Hay hombres que creen que la responsabilidad espiritual es de la mujer y por algo el hombre es la cabeza. La responsabilidad espiritual le corresponde al hombre y él debe tener sus sentidos espirituales abiertos para escuchar a Dios cuando le instruya. El hombre es el responsable de cerrar las brechas y de traer al hogar la presencia de Dios, es responsable de mantener el arca de Su presencia. En el Antiguo Testamento, Dios da una orden al sacerdote de mantener el fuego ardiendo de día y de noche, y que éste no habría de consumirse jamás; este mandato no fue hacia la mujer, se dirigió al hombre. Cuando el hombre toma su posición como sacerdote el fuego de la presencia de Dios se enciende y no hay diablo que pueda entrar. La mujer debe ser sabia y no tomar la decisión o una posición que no le corresponde, aunque le agrade. En muchas ocasiones quiero hacer algo, me quemo por dentro, pero me digo a mí misma que no, porque no puedo tomar una posición que no me corresponde; porque si lo hago, el diablo vendrá contra mí y contra mi casa, pero si lo hace el sacerdote, se va a encontrar con aquel que Dios puso en ese lugar. El líder es el que mantiene la estabilidad de todo el hogar. Cuando la casa no está funcionando bien y hay problemas, no busque en otro lugar, es porque el hombre no está ejerciendo correctamente su función. La casa no es lo mismo que un hogar; en un hogar hay presencia y orden, en una casa no lo hay. Cuando hay estabilidad, los hijos se someten y tienen respeto por la autoridad. El líder del hogar tiene tres funciones: 1. Tiene que tener autoridad, no dictadura. La dictadura es una imposición con temor y miedo. Más la autoridad se gana con respeto. Génesis 2:15 (RV1960) “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase”. 2. El hombre tiene la responsabilidad de trabajar su Edén, de labrar y nutrir su casa. El hombre debe cuidar a su esposa y mejorarla. Cuando se observa una esposa desmejorada, que no tiene deseos de arreglarse es porque el hombre la está dañando con sus palabras y con sus acciones. 3. El hombre tiene una responsabilidad muy fuerte, de ser proveedor emocional, espiritual y financiero para su hogar. Dice la Palabra que aquel que no provee para su casa, viene a ser peor que un impío. Hoy en día, hay muchos hombres que se recuestan de sus esposas. Hoy les digo a los hombres que tomen su posición porque Dios tiene prosperidad para sus vidas, mucha prosperidad. El hombre que no es espiritual y que no está centrado, hará lo mismo que Abraham, que en tiempos de mucha hambre, descendió a Egipto. Génesis 12:10 (RV1960) “Hubo entonces hambre en la tierra, y

descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra”. Como hombre en tu hogar, ¿harás lo mismo que Abraham, que descendió a Egipto? Egipto significa la carne, es la naturaleza humana con todas sus debilidades. Cuando lleguen las crisis, en vez de tomar la parte espiritual y sostener su hogar, se va con sus debilidades. La respuesta sería tomar la decisión de entrar en un ayuno de 21 días, de levantarse cada día a las 5:00 de la mañana, para buscar dirección de Dios y resolver la situación. Sin embargo, lo que vemos hoy, son hombres yendo tras sus propias debilidades, debilidades internas que no han podido anular porque no se ha levantado el hombre espiritual. Gálatas 5:19 (RV1960) “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”. Las debilidades de la carne son evidentes y salen a la luz, no importa si eres apóstol, profeta o evangelista. Hay más pastores en la carne que el mismo pueblo. Muchos hogares en enemistad, que conviven con los puños puestos. Muchos matrimonios que ya no saben lo que es reír porque siempre están enojados. Matrimonios que son rivales entre ellos. Herejía significa ir en contra de la verdad, hay una herejía porque te fuiste tras tu carne. Mientras hagan estas obras de la carne el reino no vendrá a sus vidas. Hay hombres comprometiendo a la esposa por salvarse ellos mismos. Tal y como hizo Abraham. Génesis 12: 11-13 (RV1960) “Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto; y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida. Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti”. Dice que cuando Abraham le dijo a Sara que dijera que era su hermana y que soltó la palabra, los oficiales - los demonios, vieron a Sara de inmediato. Vemos esposos que continuamente están exponiendo a sus esposas ante los ojos del diablo. Mientras Abraham no habló, los oficiales no vieron a Sara. Abraham activó el mundo espiritual para que su esposa fuera capturada. Todo lo que el esposo hace afecta a su esposa. La esposa viene a hacer lo mismo que hace su esposo, si él adultera y se masturba, ella empieza a querer hacer lo mismo, incluso cuando nunca antes quiso hacerlo. Esto es espiritual, y él no tiene autoridad para decirle que no beba o que no haga algo, porque el pecado en él no le permite ver a ella su error. La esposa recibe todo lo del esposo y ella no se da cuenta. En Génesis 12 vemos a Abraham vendiendo a su esposa, pero en Génesis 26 vemos a Isaac haciendo lo mismo con su esposa. Isaac no había nacido cuando Abraham hizo esto con Sara, pero había sido engendrado en el espíritu y la casa en vez de ser un hogar puro, era uno entenebrecido. Lo que estás haciendo hoy, tocará tus generaciones. ¿Qué culpa tienen tus hijos? Si no quieres hacer el cambio por tu esposa, decide hacerlo por ellos, tus hijos, que no tienen culpa de nada. Los hogares necesitan un tiempo de refrigerio. Arrepiéntete y conviértete hoy. Si no empiezas a ser el nutridor y protector de tu hogar, cuando tengas 60 años, no te quejes de lo que sembraste, porque en tu egoísmo, llevaste toda tu casa a la maldición.













Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.