Elsa punset

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Elsa Punset ESCRITORA Y DIVULGADORA

“Las expectativas de los padres condicionan, hay que aligerarlas”

pinit Elsa Punset. Estilismo: José Juan & Paco. Maquillaje y peluquería: Marta Alcocer (Ana Prado)A. RIVERA por ROSA GIL


23 ENE 2016

La gestión emocional también es cosa de niños. El control de la ira, el manejo del miedo... ¿Cómo ayudarles? Punset ha comenzado una serie de libro-brújula para toda la familia. Es nuestra voz de referencia en cuanto a inteligencia emocional y predica con el ejemplo: cálida, sincera y de sonrisa fácil, es una de esas personas que parecen siempre a gusto en su propia piel. Sus claves no son ningún secreto: autoconocimiento y gestión de emociones. Ha reflexionado al respecto largo y tendido (Inocencia radical, Brújula para navegantes emocionales...). Y ahora, por primera vez, se convierte en guía sentimental para los más pequeños, porque siempre es mejor aprender las cosas importantes desde la infancia. Y vuelca, a partes iguales, sus conocimientos y su experiencia (es madre de dos niñas) en la serie de libros Los atrevidos. Mujerhoy: ¿Por qué ha querido hacer esta serie, Los atrevidos, sobre gestión emocional para niños? Elsa Punset: Fue una propuesta de la editorial, pero la idea me encantó. Porque yo trabajo para que las

personas entiendan cómo son por dentro y aprendan a gestionar su capital emocional, y en la infancia es cuando se consolidan los grandes patrones. Mujerhoy: Y decidió recurrir a su propia experiencia... Elsa Punset: Mis hijas ya son mayores. Pero yo les leía muchísimo y me inventaba cuentos, y recordé

un verano en que les contaba las aventuras de dos hermanos que aprendían a gestionar sus emociones. Un cuento es un contexto muy seguro para hablar de todo esto. Para mí, escribir estos libros ha sido como cerrar esa etapa de primera infancia de mis hijas volcando en sus páginas todo lo que aprendimos y las herramientas que me fueron útiles entonces. Me hace mucha ilusión. Mujerhoy: ¿Qué espera que aprendan los padres en estos cuentos? Elsa Punset: A ver en las emociones de sus hijos una oportunidad para la intimidad. A los padres, las

emociones fuertes de los niños nos asustan y nuestro primer impulso es reprimirlas. Pero, para ser guías emocionales, hay que reconocer la emoción e invitar al niño a hablar, escucharle sin prisa, sin juzgarle y sin darle una solución. "¿Tú qué harías?", "¿Y qué más?". Y todo eso requiere un tiempo que muchos no tenemos; o bien preferimos darle la solución, porque no queremos que se equivoque (¡y hay que dejarle!). Los atrevidos es una invitación a toda la familia a desarrollarse emocionalmente juntos. Mujerhoy: Los dos primeros títulos hablan de miedo y autoestima. ¿Por qué? Elsa Punset: Elegí el miedo porque para el niño es muy fácil reconocerlo físicamente. Y porque es la

emoción número uno de nuestro cerebro (al que le da igual que seas feliz, quiere que sobrevivas). En cuanto al segundo título, los peques, en general, tienen la autoestima muy alta, es la mirada ajena la


que se la debilita. Y los padres tenemos ahí un papel fundamental. Porque la manera que queremos a los niños en sus primeros años les da la medida. Mujerhoy: ¿Fallamos los padres en este frente? Elsa Punset: ¡Fallamos en tantas cosas! Mira, para reforzar la autoestima del hijo, muchos padres les

felicitamos por el logro... y deberíamos felicitarles por el esfuerzo. Eso les enseña que el fracaso no es un desastre; es doloroso, pero necesario. Mujerhoy: Tal vez a los padres también les falta esa educación emocional. Elsa Punset: ¡Claro! Y, a menos que nos paremos a pensar, nos convertiremos en los padres que fueron

nuestros progenitores: no podemos cambiar lo que no entendemos. Pero no me entiendas mal. Lo peor que podemos hacer es echarles la culpa a nuestros padres. Nuestro deber es heredar todo lo que nos han dado de bueno y reconocer lo que no ha funcionado, sin rencor. Antes no se hablaba de emociones; ahora sabemos que son parte integral de la inteligencia, y que son entrenables. Y esa plasticidad es una llave de libertad. Podemos decirle al niño: "Mira, igual tienes grandes enfados, o tendencia a ponerte triste; pero puedes entrenarte para cambiarlo". El cerebro puede entrenarse, es plástico. Y eso es una llave de libertad. ELSA PUNSETEscritora y divulgadora

Mujerhoy: ¿Qué diferencia hay, en la edad adulta, entre un niño que ha recibido educación emocional y otro que no? Elsa Punset: El que la ha recibido habrá aprendido a ser asertivo en lugar de huir o agredir, a aceptar el

fracaso... Los patrones emocionales nos hacen reaccionar de la misma manera ante la misma situación. Y, si no hemos aprendido a gestionarlos, llegan los "los novios siempre me dejan", o "los exámenes se me dan mal", el hablar de nosotros como si fuéramos proyectos acabados, ¡cuando nos estamos haciendo hasta el último día de nuestra vida! De mayores también podemos educarnos, pero es más difícil: vamos a un psicólogo, nos desprendemos de una forma de actuar y aprendemos otra. La educación es la mejor prevención. Y eso es importante en una época con tantos problemas de salud mental. Mujerhoy: ¿Tienen nuestros niños, entonces, más problemas mentales que antes? Elsa Punset: Hay mucho debate al respecto. ¿Vivimos en un mundo que estimula determinados

comportamientos? ¿Hiperdiagnosticamos? Seguramente, hay un poco de todo. Hemos pasado de un sistema de educación autoritario a uno permisivo. En el autoritario, el padre le dice al hijo lo que tiene que decir y sentir, y el niño no elige nada, así que no conoce sus límites ni su potencial. En el permisivo, los padres abren el mundo a sus hijos, pero no les dan límites ni recursos, tienen muchos estímulos que no comprenden y muy pocas claves para estructurar sus vidas. A nuestros hijos, cada vez más inteligentes, pero con problemas de atención y de frustración, ya no les vale la educación autoritaria; el mundo es demasiado libre. Pero el pasaporte a ese mundo libre es saber cómo son. Poner nombre a sus emociones, saber gestionarlas, poder decidir con ellas.


Mujerhoy: ¿Hay diferencias culturales en cuanto a educación en inteligencia emocional? Elsa Punset: Muchísima. Nuestra cultura pone el acento en los vínculos familiares y la afectividad. Los

anglosajones son menos posesivos con los niños y los educan más para que sean individuos. Por otra parte, ellos pueden pasarse con la estimulación temprana en unos años en los que lo importante es el desarrollo afectivo. Los mediterráneos hacemos muy bien en poner énfasis en los vínculos, y en mantenerlos toda la vida. Pero sobreprotegemos a los hijos. Mujerhoy: ¿Es nuestro gran fallo? Elsa Punset: Las expectativas de los padres condicionan a los hijos. Tenemos que aligerarlas todo lo

posible para respetar su individualidad. Tú puedes querer a morir a tu niño, pero déjale volar, equivocarse, opinar distinto, ser quien es. Los niños necesitan raíces y alas. Puede que en España les demos muchas raíces y no tantas alas. Mujerhoy: ¿Hay una diferencia entre el papel del padre y el de la madre? Elsa Punset: Son ambos importantísimos y, según en qué etapas, uno puede predominar sobre otro. Yo

creo que, más allá de los roles tradicionales, que pueden intercambiarse, tiene que haber un equilibrio entre arroparle y lanzarle al mundo, entre acogerle y hacerle fuerte.

pinit D.R.'Los atrevidos en busca del tesoro' de Elsa Punset


pinit D.R.'Los atrevidos dan el gran salto' de Elsa Punset 1/2

Puede que aquí demos a los niños muchas raíces y muy pocas alas. ELSA PUNSETEscritora y divulgadora

Mujerhoy: Y, ¿qué papel tiene la educación emocional en la escuela? Elsa Punset: Este sistema educativo, que se creó para la Revolución Industrial, no nos sirve ahora, para

la revolución tecnológica. Impartir conocimientos a los niños ya no es lo importante; se habla de educar en competencias, de enseñar a buscar información... En cuanto a inteligencia emocional, el gran cambio es que sabemos que existe y que hay que educar al niño en ella. Tardaremos, eso sí, una generación en renovar los planes de estudios. Mujerhoy: Sin embargo, las últimas reformas educativas no van en ese sentido. Elsa Punset: No, pero eso se debe a otras razones. Los niños que salen ahora del colegio se encuentran

con unas tasas de desempleo enormes. Y queremos ser pragmáticos, impartir conocimientos técnicos que les sirvan para encontrar trabajo. Es pura supervivencia. Y, aun así, se está dando mucha importancia a las competencias emocionales y sociales. Sabemos que estos niños van a vivir en un mundo globalizado y diverso, que van a cambiar de trabajo, que van a necesitar ser creativos. Y los grandes sistemas educativos lo tienen en cuenta. En este país nos falta despolitizar la educación y poner al niño en el centro, nos falta atender a la formación de profesores... Pero es cuestión de tiempo. Sabemos lo que tendríamos que estar haciendo. Mujerhoy: Los niños viven inmersos en las redes sociales. ¿Cómo les influyen a nivel emocional? Elsa Punset: Las redes sociales son una fuente de enriquecimiento, un acceso privilegiado al mundo.

Pero tienen sus peligros. Porque lo que nos permite convivir en sociedad es la empatía, y la empatía es un fenómeno físico. No nos hacemos daño porque, si yo te pego, es casi como si me pegara a mí


misma; hay un reflejo, un contagio físico de las emociones. Pero a través de las redes sociales, eso no existe. Y nos decimos cosas que jamás nos diríamos a la cara, porque, a través de la pantalla, cosificamos al otro, y no te enteras del daño que le haces. Por eso es muy importante enseñar a los niños cómo funciona la empatía. Mujerhoy: A pesar de todo, usted es optimista respecto al futuro. Elsa Punset: Cada vez estamos más atentos a no hacernos daño, hablamos más que nunca de derechos

humanos, de igualdad, de justicia, y el cociente intelectual de los niños sube tres puntos cada década. Nuestros hijos están en un mundo abierto, con sus problemas y sus retos, claro, pero que va a mejor. Sí, soy tremendamente optimista. Creo que ellos harán cosas que nosotros no hemos llegado a hacer. Como encontrar el equilibrio entre nuestra comodidad y la sostenibilidad. O ampliar los círculos de empatía a los animales. Pero también sé que, para que estén preparados, tenemos que educarlos para que se conozcan por dentro y tomen decisiones generosas.

Elsa Punset pintanso en una pizarra. Estilismo: José Juan & Paco. Maquillaje y peluquería: Marta Alcocer (Ana Prado) Emociones olímpicas ¿Por qué no convertir la conquista de las emociones en un juego (o, mejor, en unas Olimpiadas)? Es lo que hace Elsa Punset en la serie Los atrevidos, protagonizada por dos hermanos en pleno aprendizaje emocional, editada por Beascoa y equipada con una pequeña "guía de las emociones" para padres.


En noviembre se publicaron los dos primeros títulos, sobre la gestión del miedo y sobre la importancia de la autoestima. En marzo llegarán dos más, centrados respectivamente en la empatía y el control de la ira.


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