ESTE Y OTROS VERANOS
Me preguntaba si esto podría continuar así. Si el CIAN podría seguir soportándose solo como un proyecto personal; cuando vamos implicando a tanta gente y al tiempo tantas personas se sienten comprometidas y contribuyen en todos los niveles. También las instituciones con las que venimos colaborando o mas bien ellas colaboran con nosotros. A la cabeza de todas ellas el Ayuntamiento de Fabero, que hay que decir que lo hizo desde el primer día como no podía ser de otra manera; en nuestro ADN esta el trabajar con instituciones Publicas en la resignificación de todo el entorno minero. En ese contexto incluimos tanto a las personas como las cosas, para ser mas exactos queremos poner en valor y fijamos la atención tanto en el patrimonio inmaterial como en el basto, y desgraciadamente deteriorado, legado arquitectónico e industrial.
Hace ya siete años que comenzamos; casi tres meses de preparativos que se visibilizan en un mes y medio largo en el verano. Peregrinaje que comienza su andadura en el Recinto Ferial, pasando por los talleres del Pozo Viejo, y culminando con la exposición y clausura de la beca en el Pozo Julia. Nuestra vocación es acudir y actuar como el efecto de la luz sobre las cosas, iluminado e, impregnándolo todo con la magia trasformadora del arte. Fue para mi relativamente fácil implicar a artistas amigos y conseguimos atraer la atención de grandes maestros del Arte como Julio López Hernández, y su hermano Francisco López, Antonio López García, Isabel Quintanilla, María Moreno… Solo pudimos contar con el trabajo de Julio y de Antonio, que nue vamente este año volvió a atender nuestra llamada con generosidad colmando de emociones a una treintena de artistas de distinta procedencia. Félix de la Concha también impartió su saber hacer y sus conocimientos de pintura a la prima utilizando como punto de partida el paisaje. Son muchos los artistas y varias las técnicas que han enriquecido nuestros veranos. Dos especiali dades más se han incorporado este año de la mano de mi compañero y amigo Pablo de Arriba, construcción en modelado 3D y fundición. En esta ultima hemos contado con la participación a varias personas de Fabero, algunos jubilados de la mina, dando lugar a una conjunción y una armonía entre sus miembros que culmino con paella y empanada vegana en el chabolo de uno de ellos. Nuestro alfarero y colaborador José Manuel peinada aporto un cacharro con pocillos en el que con orujo de nuestro vino fundimos al fuego el buen rollo destilado durante tantos días. La belleza de las llamas que parecían buscar las Perseidas animo a algunos intrépidos y recitamos el conjuro que espanto aquellos supuestos malos espíritus que nunca nos acompañaron.
La Universidad complutense una vez más acepto el convenio de la Facultad de Bellas Artes con el Ayuntamiento y cumpliendo con este nuestro séptimo año.
Seis becarias, que por segunda vez se da la circunstancia que son todas mujeres. También por segunda vez la Vicedecana de Estudiantes Sonia Cabello, recientemente reelegida por nuestra nueva Decana, Raquel Monge, que también no por casualidad vino a visitarnos en alguna otra ocasión. Como os decía Sonia a vuelto a ser nombrada Directora de la Beca y con infinito placer, ¡que lo se yo de buena tinta! se vino a la casita del poblado Minero con los suyos, a este Fabero, que también ha comenzado a ser suyo. Soraya Triana coordinadora del proyecto CIAN desde el primer día esta atenta a todas las cuestiones que el día a día nos depara y ayuda en particular
a cada una de las artistas, en los problemas que surgen del rico y variado universo creativo que se genera en los talleres del pozo viejo.
En este año que termina en dos patitas nuestro Ayun tamiento de Fabero quiere aportar una sede definitiva para albergarnos y otra sede para trabajar en lo que fue el obrador de la panadería del Pozo Viejo: Que hermosa re lación esta, la de la creación del pan, y la creación del arte pues no en vano la primera escuela de Bellas artes que se crea en España es en la Plaza del Arrabal de Madrid que hacia 1619 se trasforma en la hoy conocida Plaza Mayor y en la Casa de la Panadería en su primera planta se albergó la Real academia de Bellas Artes de San Fernando donde se comenzó a impartir clases de las distintas artes. En 1752 Fernando VI nombro al ministro Carbajal protector y presidente, y en 1774 se traslada a la calle Alcalá 13 sede que actualmente ocupa. En 1967 se desgaja la escuela de San Fernando de la Real Academia trasladándose a la Ciudad Universitaria, y un año después de ingresar yo, en 1978 comienzan los estudios de licenciatura, que a algunos nos tocó hacer una Tesina para convalidarlos. Años mas tarde se adaptaran los estudios al plan Bolonia y el comienzo de los Grados y Máster hasta nuestros días. Con esta formación y con el peso de esta Historia llegan nuestras seis Becarias a nuestra casa de la panadería y me hubiera gustado entraran por la puerta del despacho de Pan que pinto mi padre mucho antes de nacer yo. Con esta carga histórica que nos une al pasado y que personalmente son tantos los lazos que darían para una novela. Nuestras artistas apuran nuestro mes de agosto. Atrás quedó su participación en el taller de Fundición o el de serigrafía con Juan Doggenweiler, en el que trabajaron mezclándose con gente de aquí de todas las edades, y con un grupo de AMBI creando temas y estampando camisetas
que ponen de relieve su singularidad. Han puesto patas arriba el punto limpio y llenado de varia das emociones los talleres. La sensibilidad de los barros de Alina que con su fragilidad empatiza con especies en vías de desparecer; maquinas o juguetes de lo imposible de Lucia, que disputa con Paula, en su diferencia, el personaje del científico Emmett Brown de Regreso al futuro destripando microondas en busca de motores y otra tela mas para enredarla en su telar, unas veces Aracne y otras Penélope; Laura enlaza tapetes de ganchillo que generosamente otras Penélopes tejieron para ella. Marian y Regina buscan, como las demás, un lenguaje para cada una, que hable de los sentimientos que van al encuentro del pasado. Una pintando de manera tradicional pero con su vivido acento americano los lugares de trabajo de aquellas mujeres con sabor a carbón y sus músicas. La otra estampando motivos para crear la puerta que nos separa de ese pasado, además de conjugar materias distintas que construyen arquitecturas imposibles que reflejan lo que fuimos o junto a Paula parecen escanear las huellas y los ecos de las voces de todos aquellos que hipotecaron su vida al carbón.
En su quehacer diario han compartido vivencias con Fátima, con la que hemos vivido la experiencia completa de un verano de puro arte, han degustado los postres de mami Dalila y Karima y con su algo más que cocinera “mami” Belén, junto con otros muchos, han podido hablar con naturalidad sobre Feminismo, integración, la diferencia, en su mas amplio espectro, ser vegana o vegetariana, beber vino o solo beber agua, ecologismo y política, de la singularidad , y por supuesto de libertad.
Tomas Bañuelos Ramón Director del proyevto CIAN-Fabero
LA POÉTICA DEL ABRAZO
Fabero te abraza….es una realidad. Y no solo a través de su paisaje y de su memoria, que no dejan de sobrecogerte cuando te acercas a ellos. En esta, mi segunda estancia en este enclave del Bierzo, ha vuelto a ocurrir. Su gente, generosa y cálida, nos ha acogido de nuevo y nos ha hecho sentir como en nuestro propio hogar.
Dice Joaquín Sabina que allí “donde has sido feliz no deberías tratar de volver”. A pesar de sentirme pez de ciudad, y resonar con muchos de sus versos, este pensamiento no lo puedo compartir, pues a Fabero, siempre, trataré de regresar.
Para asegurarme de ello, cuando me marcho de algún sitio mágico, me gusta dejarme maravillas por vivir. Pendientes quedan, entre otras muchas, hacer la ruta del agua, recorrer los puentes del río Cúa, visitar los castaños centenarios y recoger moras. Y, lo que es más importante, compartir todo ello con los grandes amigos que nos ha regalado el lugar.
“Compartir” es un gran verbo, precisamente el que da sentido a toda experiencia artística y, por natural extensión, a la residencia de becarias y becarios de la Facultad de Bellas de la UCM vinculada al proyecto CIAN-Fabero. Durante 28 jornadas, con sus días y con sus noches, seis de nuestras estudiantes han “compartido” mucho más que los espacios comunes de alojamiento y desarrollo de los proyectos. Pensamientos, risas, lágrimas, bizcochos, gusanitos, gominolas, paseos en el Ranger de Tomás, guisos de Belén, sobremesas, cuidados de Soraya, juegos con Sabri, hamacas, tatuajes de henna de Karima, tesoros del punto limpio… son solo una pequeña relación que forma parte de una lista larga y llena de cariño. Pero, lo más fabuloso acontece cuando ese “compartir” trasciende y la gente tanto local, como visitante, se implica en colaborar; es entonces, durante esa resonancia colectiva, cuando los nuevos recuerdos quedan tejidos para siempre, a punto de crochet, en el imaginario local de los sueños.
La resonancia colectiva o abrazo poético no suple el abrazo natural; ambos son necesarios y complementarios. Todas y todos, necesitamos sentir su beneficio y sabemos, tras vivir una pandemia, lo que supuso la renuncia a dichas muestras afectivas.
Aficionada a abrazar, mi interés por este recurso que reconforta y calma, ya sea en su manifestación física, como en la poética, se consolidó con el descubrimiento de Temple Grandin, una mujer autista, zoóloga y etóloga, especialista en comportamiento y bienestar animal, que estableció conexiones entre la forma de percibir el mundo de las personas autistas y de los animales no humanos, destacando su extremada sensibilidad a los detalles y su forma de pensar y entender el mundo a través de imágenes. Apoyándose en estas observaciones, Grandin diseñó y construyó “una máquina para dar abrazos” inspirada en dispositivos de compresión del ganado para tranquilizar a las reses durante los tratamientos veterinarios. Hoy en día, su “máquina de dar abrazos”, que posibilita ejercer una presión auto-regulada, está comercializada y se aplica en el tratamiento de la ansiedad.
Todos deberíamos perseguir lo que nos hace sentir bien, lo que nos abraza y nos hace resonar, ya sea a través de la creación artística, buscando la cercanía de tus seres queridos o el contacto con la naturaleza. Observando los proyectos llevados a cabo durante el presente mes, me emocionó reconocer que, de formas múltiples y diversas, en todos o en casi todos parece evocarse poéticamente el concepto de “abrazo”.
Así, por ejemplo, Marian dedica un especial homenaje a las mujeres mineras y, partiendo de testimonios fotográficos en blanco y negro, aviva su recuerdo proponiendo una personal visión cromática de esa realidad. Paula, por su parte, recupera tejidos para interpretar con ellos el paisaje, unas veces traduciéndolo al lenguaje del tapiz, y otras, aplicando a los tejidos el movimiento rítmico de un mecanismo motor. Regina nos habla de la trascendencia del objeto encontrado, al que parece escuchar para ayudarle a encontrar una nueva manera de ser y de mostrase. Lucía experimenta con la creación de objeto/ ser híbrido, medio máquina, medio vegetal, que se activa manualmente incitando al espectador a dotarle de vida. Abrazos de tritones, urogallos y oropéndolas nos los ofrece Alina mediante un modelado anatómico que muestra la captura dinámica del encuentro. Y Laura nos invita a sentarnos alrededor de una acogedora mesa de camilla, con tapete
colaborativo, bien para disfrutar de una extraordinaria infusión, para el leer su diario visual o para escuchar una melodía interpretada en máquina de escribir.
Quedarían por ser citadas, las dos becarias adjuntas, de naturaleza honorífica y sentimental: Fátima, cuyo proyecto sorpresa todavía no se puede desvelar y que nos ha arropado todo este tiempo con su dulzura, y María, mi madre, la más madura de las promesas, feliz tan solo por vivir el momento, tejiendo ganchillo junto a sus compañeras en el Pozo Viejo.
Por mi parte, llevaba mucho tiempo deseando realizar un proyecto-fábula en torno a una polilla blanca, pero sentía que no había llegado el momento, ni el lugar… hasta ahora. Consideré una señal las frecuentes visitas de este insecto a nuestra casita minera. Aunque la polilla local es de tonalidades grises, opté por el blanco, apoyándome en el juego de los contrastes, pues el blanco es el complementario del negro, color que sí se asocia a la esencia de Fabero.
Las polillas no suelen ser bien recibidas, a mi juicio, les acompaña una mala fama inmerecida, pues no dejan de ser mariposas nocturnas, que se abrigan con alas cubiertas de pelo y persiguen la luz, a veces despistadas y vulnerables, al igual que las personas mayores y frágiles. Con el fin de realzar en ambas su dignidad, Muth Mummy Mary, comenzó a gestarse como si de un traje de superheroína se tratara, con una capa articulada mediante cuatro alas blancas confeccionadas en fieltro, tejidos y crochet: alas para abrazar a una madre, para darle calor y hacerla sentir bien, querida y poderosa…
Quisiera dedicar este último párrafo en especial agradecimiento a todas aquellas personas que una vez más han hecho posible esta residencia: al Ayuntamiento de Fabero y a sus representantes, a la dirección y a la coordinación del proyecto CIAN, a la Facultad de Bellas Artes y al Vicerrectorado de Estudiantes de la UCM. También a quienes han colaborado con sus cuidados, con su generosa participación o con sus enseñanzas. Gracias infinitas por creer y cultivar la poética del abrazo.
Sonia Cabello García
Directora de la Beca CIAN-m Fabero y vicedecana de Estudiantes. Facultad de Bellas Artes UCM
Lucia Batalla Tuero
Serie Pozos Julia
Madera y vegetales encontrados 80 x43 x 12cm
11
Laura Gómez Navarro
13 Infuinstalación Instalación
variables
Dimensiones
Alina Jiménez del Pino
15
Mantis Bronce patinado 4 x 3,5 x 8cm
Paula Pontes
17 Manto geológico Textil y antracita 200 x 100 cm
Regina Sánchez Belinchón
19 La gravedad del asunto Instalación Cemento y materiales encontrados 95 x 56 x 85 cm
Sonia Cabello
