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SILLA DE JARDÍN PARA PATIO, con forma de huevo, colgante color

La tecnología emocional nos alcanza

Admítelo, tú también has malinterpretado algún mensaje de texto alguna vez. ¿Quién no se ha pasado horas discutiendo por WhatsApp y luego ha descubierto que la otra persona ni siquiera se había percatado de que estábamos molestos? ¿Cuántas veces no ha habido confusiones con esos mensajes de intención dudosa? Sí, hagámonos a la idea, no estamos preparados para detectar las emociones como la ironía, la ofensa o la alegría en un texto puramente plano y aunque los emoticones pueden ayudar en otros casos no siempre son plenamente sinceros.

Ahora bien ¿Se imaginan una máquina capaz de detectar expresiones humanas como la confusión, la aceptación o el desagrado?

El Grupo de Computación Afectiva del Instituto de Tecnología de Massachusetts trabaja en el desarrollo de sistemas, colocados en objetos como brazaletes electrónicos, que puedan medir esas emociones.

Según los científicos, la tecnología de medición de emociones será omnipresente en poco tiempo y permitirá a las personas comunicarse de un modo diferente.

Y mientras más se hacen presentes nuestros dispositivos móviles con cámaras, el algoritmo que se dedique a la lectura de la expresión humana será una realidad casi inmediata que irá más allá de una comunicación escrita efectiva, imaginemos esa tecnología y cómo ayudaría en la nueva generación de autos inteligentes, donde detectaría si una persona está muy cansada y a punto de quedarse dormida, el auto se detendría y aparcaría en un lugar seguro sin el riesgo de un accidente mortal.

Mientras tanto esta tecnología biométrica ya empleada en videojuegos, cine y aplicaciones que detectan tu rostro se perfecciona nos resta esperar a ver los grandes logros y diferentes usos para personalizar las experiencias.

LOS EDITORES

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