Vampiros y otros Inmortales

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Cine Club Alberto Alava Facultad De Ciencias Econ贸micas Universidad Nacional De Colombia Sede Bogot谩 Proyecta:


Vampiros en La Habana (1985) Dir: Juan Padrón. Dibujos animados ¿Qué pasaría si los vampiros pudiesen salir a plena luz del día? Después de esperar mucho tiempo dos grandes compañías, una europea (Vampiro con sede en Dusseldorf, Alemania) y la otra norteamericana (La Capa Nostra), se enfrentan por la fórmula para salir al sol descubierta por Werner Amadeus Von Drácula, quien la quiere distribuir en forma gratuita. Pero los dos grupos quieren satisfacer sus propios intereses comerciales. Ahora todos están persiguiendo a Pepe, sobrino de Werner, quien hace parte de un movimiento pro-revolucionario contra la dictadura de Machado en la ciudad de La Habana, y es la prueba de que el Vampisol realmente funciona.

“Todo cine club es una modesta academia de cultura cinematográfica, hoy tan importante y necesaria en la vida diaria. No se trata de simple erudición sino de considerar al cine como espejo de la realidad contemporánea, en la que todos actuamos y de la que somos responsables.” Hernando Salcedo Silva “El medio de comunicación cine nació en barracas aparentemente poco dignas. Su primer público fueros las masas de obreros inmigrantes que, en los Estados Unidos, encontraban en las imágenes mudas su única distracción, su única clave de los sueños. Ya el incendio fatal de un cine en el “Bazar de la Charité” en París había costado la vida a muchos y alejado por largo tiempo a los curiosos pertenecientes a las clases educadas. De ahí en adelante la actitud de las instituciones, los gobiernos, la 2


iglesia, fue más de recelo y advertencia que de interés y fomento. En los años veinte, ciertos excesos verdaderos y ficticios, de la comunidad de técnicos y artistas de Hollywood, dejaron la impresión en mucha gente de que este lenguaje nuevo, este entretenimiento, este vehículo de ideologías, era, más bien deletéreo y merecía ser evitado. Sin embargo, a través de los poco más de cien años de la cinematografía, personas sensibles dotadas, en ocasiones geniales, no han dejado de utilizar las imágenes en movimiento para comunicarnos algunas de las más profundas reflexiones sobre el ser humano, algunas de las propuestas más lucidas sobre la convivencia y las relaciones entre las personas, algunos de los debates más intensos y de las sensaciones estéticas más estimulantes. Pero estas cosas es necesario buscarlas, rastrearlas, en medio de un mar de banalidades, de indignidades, de malas voluntades, que también tienen, por supuesto, el derecho y la libertad de servirse del cine”. Luis Alberto Alvarez

Historia del cine club Alberto Alava El 29 de abril de 1983 por fin ve por primera vez la luz de un proyector que atraviesa a 24 cuadros por segundo ese material tan preciado: el celuloide, el cine club Alberto Alava. No fue capricho pasajero su creación, así lo ha demostrado su continuo y quijotesco quehacer en la comunidad universitaria a lo largo de sus ya cumplidos 15 años de existencia. 3


Idea cimentada por aquel que fuera maestro de la Facultad de Ciencias Económicas, Alberto Alava, antes de su misterioso asesinato en 1982, (todavía impune). En medio de su academia se acompañaba de la intención innata de exhortar a sus contertulios a la práctica más engañosa, pero a la vez más encantadora de presenciar sentados, a oscuras – como cometiendo un delito más que a hurtadillas – el 7° arte; sin menoscabar el hecho de que el cine (imagen en movimiento) como medio de comunicación tiene un fin social. Así bajo este emblema: „Alberto Alava‟, nace el cine club de la facultad de ciencias económicas bajo el liderazgo de estudiantes y con la película “Actas de Macusia” del director chileno Miguel Littin. Se legitima la conciencia y memoria de nuestro maestro: quien utiliza diversos métodos en especial el cinematográfico, para mostrar que la realidad no es algo que pueda ser separado de la enseñanza, como también lo propusieron Jorge Camilo Torres y Eduardo Umaña. Los estudiantes en su afán de que el cine club y la memoria de nuestro maestro prevalezcan hasta más allá de las fronteras del campus universitario, mantienen a lo largo de sus 15 años de funcionamiento el norte de la actividad cine clubista en el marco de ciclos especiales, foros, talleres, trabajo con la comunidad y más que todo la motivación a otros estudiantes (sangre nueva y revitalizadora) a conformar el grupo para su mantenimiento a lo largo del tiempo.

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Visiones del grupo El hombre no vive solo. En su universo interior siempre estará el otro, como amigo, como enemigo o simplemente como otro. La reunión de muchos otros, de amigo y de enemigo es la sociedad. La sociedad de todos esos que como mínimo han de mirarse las caras de amigos, enemigos u otros. Pero lo inevitable de todo esto es la presencia de ese otro con uno mismo, y esa sola presencia hace que el hombre ría, llore, cante, hable, viva y muera. Y así ha sido siempre. El hombre en medio de muchos otros expresándose de esta manera. Presencia, expresión; expresión, presencia, un devenir constante y cada vez más complejo que se transforma en tan variadas formas como hombres haya. El niño, el deportista, el político, el estudiante, el militar, el guerrillero, el amante, el loco, el otro y todos se expresan por las presencias que son como sombras. Y todo esto cobra vida en la música, en la letra, en los puñales, en la voz, en las manos, en el disparo y también en el cine. El cine es la expresión de muchos otros, de amigos y enemigos. Pero ante todo el cine es la expresión de una presencia, de la presencia de un otro que ríe, llora, canta, habla, vive y muere. Y así como aprendemos el alfabeto para saber que dice el otro o nuestros pies se mueven al escuchar la música, también podemos aprender a sentir el cine, porque es al fin de cuentas la expresión de muchos otros, amigos o enemigos. Es una presencia transformada en imágenes. Es sencillamente una forma de nuestro universo interior. Un otro en imágenes. Leonardo Cardona 5


El cine en diferentes contextos El cine como forma de expresión determina dibujar realidades específicas en contextos específicos, determina una reflexión de la espiritualidad humana y de la no humanidad de tal especie. Cuando se observa un material fílmico (desde el ángulo de crítico - espectador) debe tenerse en cuenta que no todo puede ser visto desde una sola óptica, ya que la complejidad de este arte es la de todo medio de comunicación, así existe la visión del guionista, del director, del productor, del distribuidor, de la crítica y del mismo espectador. Tomando en cuenta esta primera observación, los historiadores y teóricos de tal arte realizan una gran clasificación: Cine comercial y Cine - arte (también llamado „independiente‟), clasificación ambigua y nada objetiva. También se pretende clasificar al arte cinematográfico en géneros específicos (drama, historia, musical, western, político, etc.), en escuelas (impresionismo, expresionismo, nueva ola, etc.) y/o en movimientos determinados por directores (Fellini, Buñuel, etc.). Podría decirse que tal clasificación es válida y mucho más objetiva que comercial vs. cine – arte. Pero hoy día no existen tendencias marcadas y cada director maneja conceptos mezclados de sus diferentes influencias de aprendizaje. Otros más crédulos hablan de cinematografías nacionales, como la alemana o la francesa e incluso hablan de una escuela de cine colombiano y pretenden explicar la problemática del país a través de películas de los últimos 10 años (La estrategia del caracol, La gente de la universal, 6


Golpe de estadio, etc.), películas que son chispazos en un mar de vacuidad cinematográfica. Un conflicto tan complejo como el colombiano no puede manejarse desde un solo punto (la ciudad) y ni siquiera en golpe de estadio se llega a ser consecuente con la realidad colombiana, así “un país sin memoria fílmica es como una casa sin álbum fotográfico”, pero debiéramos tener un álbum donde no sólo se exhiba la sala de estar sino que se incluya también el sótano y la azotea. Lo más importante de esta reflexión es aclarar que a través de una sola visión (una película), sin contexto no se puede construir ni instruir. Si se desean tomar temas políticos para discutir, también se deben buscar los contextos específicos a analizar. No toda creación cinematográfica es adaptable a críticas particulares solamente por inducir a un foro. La labor de un foro es la discusión de dos partes: la obra cinematográfica y la intención del director. Tomando un ejemplo: El perro andaluz. Algunos simplemente la interpretaron a su libre albedrío, así la escena de una mujer cortándose un ojo la tradujeron como la rebelión al capitalismo o cosas similares, mientras que Buñuel se reía ya que filmó tal corto sin ninguna intención preconcebida. Debe respetarse el trabajo del guionista y la adaptación del director ya que la producción de un filme no es un trabajo que se da por generación espontánea. No todas las películas pueden incluir todos los temas, y no todos se pueden analizar de forma 

DUQUE, Lisandro. Magazín Dominical. Periódico El Espectador. No. 727. Abril 20 de 1997.

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libre. El cine histórico (Moisés, El soldado Ryan, Corazón valiente, Rob Roy) representa un contexto en un momento y lugar específicos, que puede o no ser objetivo y por lo tanto hay que analizar de forma concienzuda. Si pretendemos creer todo lo que vemos, Justicia roja haría a China un país de tiranos. Ejemplo clásico del cine de Eisenstein que obedecía a un sentimiento stalinista, sin dejar por esto de ser un gran maestro en el séptimo arte. ¿A quién se le ocurre, por ejemplo, entrar a señalar a una casa comercial, que ha encontrado en el público infantil, a la par de la distribución de sus películas, todo un gran mercado relacionado con ropa, juguetería, alimentos, accesorios escolares, etc. como lo es Walt Disney, como promotora de sentimientos tendientes hacia la liberalización del hombre de un sistema mecanicista, como lo es la actual sociedad de consumo? Seamos serios, si se quieren realizar este tipo de foros existe una clase de directores que sí se dedican a realizar cine político con la lógica subjetividad que esto implica y que están enmarcados en un contexto determinado; la crítica a películas de otros estilos merece dedicarle un tiempo anterior a la proyección para investigar el contexto relativo a la película. Claro, si se quiere hacer un trabajo sensato. Juan Carlos Ruíz Urquijo Cineclubismo No sé si con asombro o extrañeza, he observado la cartelera de cine, la cual nos muestra cómo las grandes compañías cinematográficas rencauchan las mismas y aburridas historias una y otra vez, cómo los clásicos literarios 8


son desvirtuados y transformados en productos comercializables adaptados a las „necesidades‟ de un público mayor y creciente de este producto de la industria cinematográfica. Aunque en la cartelera de cine aparece un pequeño aparte denominado „cine arte‟ a éste no se le da la suficiente importancia debido a que es un esfuerzo de un número limitado de personas y de cineclubes que quieren mostrar realmente las facetas del cine, su implicación e importancia dentro de nuestra mercantilizada y manejada sociedad, tratando de mostrar que los medios de difusión, como el cine, son un soporte de nuestra cultura, pero que por la industria cinematográfica comercializable dentro de nuestro país tiende a mantener el inconsciente colectivo con una situación estática, creando un freno o peor aún un factor de retroceso al deformar la sensibilidad artística del pueblo, evitando que tan siquiera el escaso arte existente con posibilidades de concertarse pueda cumplir con su función social. El cine ha sido y es considerado hasta hoy como espectáculo, debido a que el hombre únicamente es concebido como espectador. Una nueva cultura cinematográfica surgirá de la validez de sus ideas, de la originalidad de su lenguaje y sobre todo de la utilización cultural y política que se haga de la misma. Un cine que moviliza, que inquieta, que sacude conciencias, es no-racional en nuestro tiempo porque importa más llegar a diez millones con una obra mistificadora que a un solo hombre con la verdad de una idea. 9


Allí entre la multitud, casi sin ser vistos, en medio de esta zoociedad, se encuentran unas especies que, aunque en vía de extinción, se niegan a dejar de existir. Se los ve en grupos pequeños desafiando la soledad, el miedo de la noche y el mas grande enemigo que tienen, la indiferencia. Si, la indiferencia ante una realidad con la que todo el mundo coexiste pero nunca vive. La realidad del cine. El cine y todos los medios masivos que se meten en nuestras vidas sin permiso, carcomiendo la poca identidad que nos queda como personas y como sociedad. Los cineclubistas, los cineclubes, el cineclubismo, son palabras que flotan por ahí esperando que algún día cobren su verdadero significado, y no permitan la invasión despiadada de todo lo que vemos y escuchamos. Más que un bunker donde se refugian ciertos amantes del arte cinematográfico un cine club debe ser el espacio para reconciliarnos con lo que realmente es el cine en la sociedad actual, con su función artística, crítica y hasta política. No debe ser únicamente la distracción de un martes o un fin de semana. Debe ser un prisma que deje ver todo lo que nos llega reflejado de esa pantalla gigante. Nada esta creado definitivamente. El cine no lo esta. Y por ello un cine club es un espacio en donde permanentemente se este creando la idea de cine, en donde permanentemente se construye y reconstruye una sociedad y una realidad a través de el lente de una cámara. No es una labor fácil, sobretodo con el monstruo de la indiferencia encima, pero es una responsabilidad social que alguien debe asumir. 10


Muchos leerán estas líneas y su vida seguirá igual, pero siempre habrá alguien que se una a nuestra lucha por no desaparecer. Cine Club Alberto Alava

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