TECNOLOQUÍAS Luis Freire Sarria
Collage de Salvador Casós
CARACOL BORRADOR Entre los grandes acusados de la hecatombe que
grande que un caracol promedio y su pie tiene
se nos viene por el calentamiento global están los
tiene el doble de ancho. La baba química de un
fabricantes del papel, cuyo uso revienta bosques
caracol borrador puede dejar en blanco absoluto
para fabricarlo y empapela el mundo a pesar del
una página impresa con tinta negra en una hora de
avance de la cultura digital. Ahorremos pues, aho-
lento recorrido sobres sus líneas. ¿Ah sí? Te pre-
rremos papel y nada mejor para hacerlo que recu-
guntas, mientras piensas para qué podría servir
rrir al caracol borrador (cochlea deleo). Este sorpren-
un robot que elimina una página impresa con la
dente pseudomolusco gasterópodo cibernético se
pachocha que honra a los caracoles. Pues para usar
parece al que ha existido siempre en los jardines
una y otra vez una misma página, dicho de otro
como una gota de agua de caño a otra de agua mi-
modo, para ahorrar y volver a ahorrar y ahorrar
neral. Su aspecto confundiría a cualquiera, da la impresión de ser un molusco gasterópodo come hojas como los que infestan los jardines, pero no
es otra cosa que una máquina de admirable sofisticación, de modo que si lo ven sobre un escritorio no cometan la estupidez de aplastarlo de un zapatazo porque estarían tirando al tacho un mecanismo cibernético de mil dólares. Eso sí, es más
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otra vez. La proliferación de caracoles borradores
que su uso sería ampliamente utilizado por los cen-
en el mundo reduciría a la cuarta parte el uso de
sores, en lugar de tachar párrafos inconvenientes,
papel para imprimir. De paso, eliminaríamos el pa-
les pasarían el caracol borrador y desaparecerían,
peleo burocrático, una sola hoja bastaría para ago-
pero no dejemos que esa posibilidad nos desanime
tar un trámite por más engorroso que fuera y si
de adoptarlo. Una última objeción sería la lenti-
te decepciona un libro, podrías dejarlo en blanco
tud con la que trabaja, pero se trata de un caracol,
como venganza y enviárselo por correo al autor o
de cuándo acá se ha visto a un gasterópodo como
dejárselo al pie de su puerta con la carátula intacta
aquel superando la velocidad del sonido, robot o
para que lo reconozca y una dedicatoria despectiva
no robot, un caracol es un caracol. Si prefieren una
con bastante ácido en la primera página. Es cierto
liebre borradora, invéntense una.