C. Joaquín Bido 2011-0431
Art Nouveau Este estilo constituyó un inicio fundamental de la realidad arquitectónica moderna, así como una especie de unidad básica que transmitió la gran herencia cultural del siglo XIX al siguiente. El origen del Art Nouveau se encuentra en el Gothic Revival, el movimiento Arts and Crafts, la construcción del hierro, la moda de los objetos orientales, el gusto ligado a las nuevas técnicas particulares como la de la curvatura de la madera. Todos estos componentes aportaron una contribución al nacimiento de un nuevo lenguajes. Pero no fue solo un estilo arquitectónico. Abarcó todas las costumbres de la época, es la conclusión de uno de los problemas culturales y de variaciones de gusto. Es un movimiento artístico que surge a fines del siglo XIX y se proyecta hasta las primeras décadas del siglo XX. Generalmente se expresa en la arquitectura y en el diseño Se podría afirmar que es un estilo decorativo desarrollado durante la Belle époque en Europa y Estados Unidos. Toma su nombre a raíz de una exposición que realiza Munch en la galería parisina "La maison del Art Nouveau", diseñada por Siegfrid Bing (1838-1905), aunque se conoce con distintos nombres según los países: modernismo en España, Jugendstil en Alemania, Sezession (en Austria), Liberty en Inglaterra, Floreale en Italia, modernisme o Estilo modernista en Cataluña etc. Recurría a líneas sinuosas y composiciones asimétricas. Los motivos más frecuentes eran flores, hojas y la figura femenina. Se aplicó al diseño de interiores, joyas, forja, vidrio, cerámica, telas y, sobre todo, a la ilustración, que alcanzó gran popularidad gracias al invento de la litografía.
Principales características A pesar de la diversidad de interpretación, el Art Nouveau fue un estilo internacional. El nuevo estilo mostraba connotaciones progresistas, alegría por vivir, el gusto por gastar y consumir. Fue el estilo de los barrios burgueses, de los grandes almacenes, de los ferrocarriles, de las casas de pueblo. Otra característica del estilo es la completa liberación de las formas del pasado. Luego de los grandes avances tecnológicos del siglo, el desarrollo de la industria, la ciudad moderna, con nuevos ideas urbanísticas y tipologías estructurales, todavía faltaba el nuevo estilo, un nuevo lenguaje. La liberación de las formas tradicionales se apoyó en el uso de nuevas tecnologías, y en el uso de éstas para materializar los nuevos gustos. La tercera característica del estilo es la unificación de las artes puras y aplicadas. La unión entre la industria y el artesano. Desde el punto de vista morfológico, las características son: acentuación lineal, el uso del hierro y su aplicación más variada, la tendencia de usar muchos materiales en un mismo edificio, la piedra, el ladrillo, la cerámica, el vidrio, la madera, la variedad de colores, la búsqueda de agrupar más sectores productivos. La relación con la naturaleza es tan importante que su organicidad inspira la propia conformación arquitectónica.
El Neoimpresionismo El neoimpresionismo también es conocido con el nombre de divisionismo y puntillismo. En realidad se trata de un impresionismo radical, en cierta manera disidente, que lleva a las últimas consecuencias las teorías científicas sobre el color y la luz de Michel Eugène Chevreul . Sin embargo, sus cuadros se diferencian netamente del impresionismo clásico. Vuelve a cobrar importancia el dibujo, que se había abandonado a favor de las manchas de color. Las figuras se hacen geométricas. No se mezclan los colores ni en la paleta ni en el cuadro, sino que se aplican unos junto a otros con pinceladas muy cortas: puntos. Sólo usan los colores primarios y el ojo debe hacer la mezcla. El impresionismo se hace consciente de su técnica. Además, estaba siendo aceptado como un nuevo academicismo. Exponen en el Salón de los Independientes, rechazados por la exposición oficial.
Georges Seurat
(París, 1859-1891) Pintor francés. Ingresó muy joven en el taller de Lehmann, donde aprendió las teorías acerca de la luz y el color inspiradas en el clasicismo de Ingres. Más tarde participó en la fundación del Salón de Artistas Independientes, que agrupaba pintores de nuevas tendencias como el neoimpresionismo o puntillismo, corriente de la que fue el iniciador. Seurat llevó al límite la experiencia impresionista y, en lugar de reproducir los efectos de la luz, empezó a pintar mediante toques aislados y a plasmar las formas reducidas a sus características esenciales. En un lapso de siete años realizó sus cuadros más importantes: Un baño en Asnières (1884), Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (1886), su obra maestra, y Parada del circo (1888), entre muchas otras. Los aspectos técnicos de su obra influirían en los fauves, y sus rigurosos estudios teóricos, en los cubistas.
Obras: Un baño en Asnières (1884)
Con Un baño en Asnières, Seurat pretendió compararse a los impresionistas, afrontando un tema bastante común entre ellos: el recreo al aire libre. Los efectos lumínicos, como el reflejo del cielo en el agua, son tratados con sumo detalle, y la importancia del volumen y sus contornos, así como lo premeditado de la composición, nos remiten a Piero della Francesca. Del mismo modo que Cézanne, Seurat tiende a la realización de elementos geométricos, aunque elegantemente estilizados. Su manera de realizar la pintura fue también totalmente diferente de la de los impresionistas: trabajó la escena en su estudio durante un largo período de tiempo, y utilizó tanto apuntes realizados en forma impresionista como dibujos cuidados y casi académicos para cada detalle del cuadro, incluyendo las ropas de los bañistas dejadas en el suelo. El resultado es una pintura de permanente y clásica calidad, en que cada línea, cada color, están calculados con precisión científica y donde no hay nada accidental.
Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (1886)
En la octava y última exposición impresionista (1886), Seurat presentó, con gran éxito, otra obra ambiciosa: Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (1884-1886, Art Institute, Chicago). En la época en que Georges Seurat pintó este lienzo, las clases parisienses más respetables acudían las tardes de los domingos a la isla de la Grande Jatte, en el río Sena, para pasear. Tras muchas horas de observación y numerosos bocetos del lugar (se conocen sesenta estudios y bocetos de esta obra), Seurat inmortalizó uno de esos momentos. Su esquema compositivo es más complejo que el de Un baño en Asnières, dada la necesidad de integrar armónicamente cuarenta personajes en un amplio paisaje. En esta obra monumental, el pintor radicalizó su propuesta al contraponer un espacio escalonado frente al esquema bidimensional de las figuras, cuyos perfiles están nítidamente delimitados. En la obra aparece algún elemento simbólico, como el mono del primer plano que, a pesar de ser una mascota corriente en la época, tradicionalmente se ha presentado como la personificación del erotismo. La tela ejercería una gran influencia en algunos artistas coetáneos suyos, como el holandés Vincent Van Gogh.
La parada (1888)
En La parada (1888, Metropolitan Museum, Nueva York), Seurat representó un espacio nocturno iluminado por luz de gas, bajo una atmósfera densa y tenebrosa. En esta ocasión las formas geométricas deshumanizan a los personajes, dotándolos de cierta rigidez arcaizante. En general, su obra se caracteriza por sus figuras hieráticas que nos recuerdan, en cierto modo, la escultura egipcia y a Piero della Francesca. Sus cuadros son un claro rechazo de la pintura de carácter "romántico" cultivada por Manet, y su obra estableció las premisas de lo que más tarde sería el fauvismo y el cubismo.
Paul Signac
Paul Signac (1863-1935) es la otra gran figura del divisionismo. Es el gran teórico del puntillismo, escribió De Delacroix al neoimpresionismo, donde expone sus ideas. En sus obras pretende potenciar al máximo la luz, el color y la armonía. La fusión óptica cromática la debe de hacer el espectador. Utiliza pigmentos y colores puros. Da mucha importancia a la composición del cuadro. Entre sus obras destacan El puerto de Saint-Tropez, Mujer ante el espejo, Muchacha empolvándose y Vista del puerto de Marsella.
Obras El palacio de los Papas de Aviñón (1900)
El palacio de los papas (en francés palais des papes) en Aviñón (Francia) es uno de los edificios góticos más grandes e importantesmedievales de Europa. Es uno de los muchos lugares a los que se llama «Palacio de los Papas». Se realizaron en el palacio seis cónclaves en los cuales se llevaron a cabo las elecciones de Benedicto XII (1335), Clemente VI (1342), Inocencio VI (1352),Urbano V (1362),Gregorio XI (1370) y Benedicto XIII (1394). El palacio, que está entrecruzado por dos edificios, es el antiguo palacio de Benedicto XII, una fortaleza asentada con la inexpugnable piedra de Amos, y el nuevo palacio de Clemente VI, el más suntuoso de los papas de Aviñón, ya que no solo es el más edificio gótico más grande, sino también en donde se expresa toda la plenitud del estilo del gótico internacional. Es el producto de la construcción y ornamentación de la labor conjunta de los mejores arquitectos franceses, Pierre Peysson y Jean du Louvres —asegura Jean de Loubières—, y los más importantes pintores de frescos de la escuela sienesa, Simone Martini y Matteo Giovanetti.
Retrato de Félix Fénéon, 1890.
En esta pintura Signac retrata a su amigo Félix Fénéon, un crítico francés influyente. En lugar de, literalmente, que representa a su apariencia, Signac sugiere su carácter, utilizando la línea, el color, el patrón y posar para evocar de Fénéon personalidad teatral y energía creativa. Llevar un sombrero de copa, guantes, y un bastón, Fénéon se asemeja a un dandy fin-de-siècle. Camina a través de un escenario para ofrecer una flor a una figura invisible contra un telón de fondo animado caleidoscópico de colores arremolinados, que se hace eco de las rítmicas, diseños lineales de estilo Art Nouveau. Signac basado este diseño molinillo de viento en una impresión japonesa que probablemente era un diseño de un kimono, pero sustituido sus propios colores y patrones, como las estrellas en la esquina inferior derecha. Esto puede ser una referencia al interés de Fénéon en los Estados Unidos; el crítico aparentemente cultivó una semejanza al Tío Sam, con sombrero de copa y perilla. Signac llamó a su pintura, Retrato de Félix Fénéon en 1890, Opus 217: Contra el esmalte de un fondo rítmico con Beats y ángulos, tonos y tintes. El título se refiere a la combinación de sonidos, líneas y colores que los artistas simbolistas recurrieron a transmitir el mundo interior de sus súbditos. En este retrato Signac captura el movimiento dinámico que implica su título mediante el uso de una técnica llamada puntillismo. Este estilo se basa en las teorías científicas de color y la percepción que requerían taponando el lienzo con pequeños puntos de pigmento puro. Visto desde la distancia, trazos rotos de la pintura se funden en tonos luminosos, y las formas y los colores parecen vibrar con la energía.