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CAPÍTULO 1 ADICCIÓN AL JUEGO
Este es el relato acerca de mi adicción al juego en las máquinas electrónicas de Bingo y es, al mismo tiempo, una historia que deseo compartir con el lector con el fin de que este testimonio pueda serle útil a quien padezca este problema.
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Es hasta el año 2017 que he podido observar y analizar mi experiencia como jugadora durante once años, es decir, desde el día que caí en las garras de dicha adicción hasta la fecha. He analizado con calma este proceso destructivo, mismo que es muy complejo. Iré narrando y analizando, de principio a fin, cómo descubrí el demonio interno que fue devorando poco a poco, sin darme cuenta, mi tiempo y mi voluntad, mi autoestima, mi reputación, mi salud, y mi patrimonio económico, así como mi capacidad para disfrutar la vida, y disfrutar de los beneficios de mi dinero.
Dentro de mí existe un demonio interno (que en el programa de los 12 pasos de AA y en algunos sistemas de creencias llaman Ego). Se sabe que en nosotros los humanos existe una dualidad, que es una de las leyes del universo y que consiste en entender que así como existe el día, existe la noche; la luz y la oscuridad, lo femenino y lo masculino, en fin…este demonio tiene una voz interior con la cual constantemente sostengo una discusión; esa dualidad es el bien, el ángel, la esencia divina, la luz, el amor. El mal, por su parte, es el demonio, la obscuridad, el egoísmo, la ambición, el orgullo y la vanidad. A veces gana el demonio y a veces el ángel, y cuando escucho al Ego, y le digo sí a esta entidad, él vence y me gobierna, me orienta y me lleva a jugar a los casinos donde por tantos años desperdicié y malgasté, egoístamente y sin consciencia, mis recursos. Lo que sucede en realidad es que cuando estaba perdiendo mi dinero, dejaba de disfrutar la vida, dejaba de lado el deseo y los pensamientos positivos y constructivos, mismos que podrían beneficiarme tanto a mí como a los demás. Cuando estaba envuelta en esta adicción, mi vida se volvió ingobernable. Sé que durante un tiempo me convertí en una adicta incapaz de controlar adecuadamente mi existencia, para convertirme en una prisionera de mi Ego y de mi obsesión y compulsión al juego.
Cuando tienes tus recursos y eres libre de adicciones, te beneficias y beneficias a los demás; hay tantas cosas hermosas que disfrutar: el tiempo libre, un día soleado, un atardecer, un viaje, una charla con un amigo, la lectura de un libro, practicar alguna afición, en fin…. amar y cuidar tu cuerpo haciendo algún deporte, ejercicio, yoga, meditación, así como llevar a cabo algún tipo de labor social para ayudar a los que más lo necesitan, es decir, construir en vez de destruir y desperdiciar lo que afortunadamente poseemos.
LUDOPATÍA La ludopatía no es un vicio, no es un pecado, no es propio de personas débiles, negativas, “sin personalidad”, ni tampoco de personas con mucho tiempo libre. La ludopatía o juego patológico es considerado un problema psicológico que afecta diversos aspectos de la vida (personal, familiar, laboral, social y económica). La persona afecta su capacidad para poder auto controlarse y les es difícil decir no, siendo incapaz de aplazar el impulso o deseo de jugar. No necesariamente aquella persona con un diagnóstico de ludopatía acude diariamente y a toda sala de juego que encuentra a su paso, sino más bien, por lo general, fija su atención en uno o dos casinos y puede acudir solo los fines de semana, algunas veces por semana, a veces una vez al mes, según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, 1995).
La ludopatía consiste en un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar y apostar, de forma persistente y progresiva.
En anteriores ediciones del manual diagnostico DSM, el juego compulsivo había sido clasificado como un trastorno del control de los impulsos, había sido conceptualizado y tratado como una adicción sin substancia, hasta que en el DSM-V lo ha incluido finalmente dentro de la categoría de “Trastorno relacionado con sustancias y trastornos adictivos”.
Para recibir el diagnostico, el individuo debe cumplir al menos cinco de los siguientes síntomas: 1.- Preocupación. El sujeto tiene pensamientos frecuentes sobre experiencias relacionadas con el juego, ya sean presentes, pasadas o productos de la fantasía. 2.- Tolerancia. Como en el caso de la tolerancia a las drogas, el sujeto requiere apuestas mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción. 3.- Abstinencia. Inquietud o irritabilidad asociada con los intentos de dejar o reducir el juego.
4.- Evasión. EL sujeto juega para mejorar su estado de ánimo o evadirse de los problemas. 5.- Revancha. El sujeto intenta recuperarse de las pérdidas del juego con más juego. 6.- Mentiras. El sujeto intenta ocultar las cantidades destinadas al juego mintiendo a su familia, amigos o terapeutas. 7.- Perdida de control. La persona ha intentado sin éxito reducir el juego. 8.- Actos ilegales. La persona ha violado la ley para obtener dinero para el juego o recuperar las perdidas 9.- Arriesgar relaciones significativas. La persona continúa jugando a pesar de que ello suponga arriesgar o perder una relación, empleo u otra oportunidad. 10.- Recurso a ajenos. La persona recurre a la familia, amigos, o a terceros para obtener asistencia financiera como consecuencia del juego.
FASES
Según Becoña Elizardo (en 1996) las fases de la adicción son tres: 1.- La etapa Dorada: El jugador es más consciente de lo que gana que de lo que gasta. 2.- Etapa de desesperación: El jugador se percata de lo perdido. 3.-Aceptación: El jugador toma consciencia de su problema.
Base Biológica: De acuerdo con el Illinois Institute for Adiccion Recovery, las ultimas evidencias indican que el juego patológico es una adicción similar a las químicas; se ha visto que algunos jugadores patológicos, generan menores niveles de norepinefrina que los jugadores normales.
De acuerdo con un estudio hecho por Alec Roy, M.D antiguo miembro del National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholismo, la norepinefrina se secreta en condiciones de estrés o amenaza, de modo que los jugadores patológicos juegan para elevar sus niveles. Las deficiencias de serotonina también pueden contribuir a una conducta compulsiva, lo cual incluye una adicción al juego.
Al hablar de síntomas de Ludopatía estamos por supuesto hablando del problema de Apego, y sobre esto Walter Riso (psicólogo, especialista en terapia cognitiva y magister en bioética) en su libro “Desapegarse sin anestesia”, nos dice:
Existen seis manifestaciones que definen el apego. Si tienes algunos de estos indicadores es posible que ya estés enredado con algo o alguien de manera inadecuada.
INDICADOR 1
NEGOCIAR LA LIBERTAD (autonomía restringida)
Si estás apegado no serás el dueño de tus acciones. Estarás bajo la dirección y mando de algo o alguien que obrará como un amo y te comportarás como un esclavo obediente y embelesado. Perderás la libertad interior y tu capacidad de decisión, como si le hubieras vendido tu alma al diablo. El apego es una patología de la libertad que te quita hasta el último aliento de energía vital.
INDICADOR 2
UN IMPULSO INCONTROLABLE HACIA ALGO O ALGUIEN (deseo insaciable)
Nunca estarás satisfecho, ya sea porque quieres llenar un vacío que no se llena o porque no puedes tener disponible, cada vez que se te antoje, el objeto o persona de tu apego. Tu sed será inextinguible, y cuanto más recibas más querrás. Llegará el momento que el alivio de no perderlo será más determinante que el placer de tenerlo en sí mismo. La dicha inicial se convierte en dolor.
INDICADOR 3 EL MIEDO A PERDER LA FUENTE DE APEGO (Ansiedad, anticipatoria a la pérdida)
Si piensas que tu fuente de apego lo es todo y el principal motivo de tu existencia, es natural que el miedo a perderla no te deje en paz. La ansiedad anticipatoria será una carga inevitable. Estarás pendiente de cualquier signo o indicador que te haga sospechar la ruptura del vínculo. Para vencer el apego hay que estar abierto a la renuncia y aceptar lo peor que puede pasar .Pero ¿cómo hacerlo si el miedo te nubla la razón?
INDICADOR 4
LA IDENTIDAD DESORIENTADA (déficit en el autoconocimiento)
Los que llevan mucho tiempo, adictos a una actividad, un bien material o una persona, ya no saben en realidad quiénes son; andan perdidos y no se encuentran a sí mismos. Los dependientes se han entregado tanto a su fuente de apego que han perdido contacto con su yo autentico. Quizá ya no recuerdes cómo o quién eras
antes de establecer la simbiosis del apegado, pero si escarbas en ti mismo con perseverancia volverás a encontrarte y reconocerte.
INDICADOR 5
UN INSTINTO DE POSESIÓN EXACERBADO HACIA ALGO O ALGUIEN (necesidad de apoderarse o adueñarse)
La necesidad de posesión y la pérdida de identidad van de la mano. El afán de poseer pretende convertir aquello que se desea en una extensión personal. Cuando el mí se apodera del yo, éste se vuelve acaparador y lo quiere todo. La necesidad de adueñarse de las cosas o de las personas te debilitará hasta agotar reservas. Tener no es poseer. Pensarás que las cosas son para siempre (permanencia) y de manera irracional reducirás a la mínima expresión tu tolerancia a la frustración.
INDICADOR 6
RESTRICCION DE LA CAPACIDAD A CAUSA DEL APEGO (reducción hedonística)
Tu existencia vital se limitará sustancialmente porque la fuente de apego absorberá toda tu energía y capacidad de disfrute. Tendrás ojos y aliento solo para mantener tu vínculo de dependencia y no verás ni sentirás nada más: estarás atrapado en una reducción hedonista cada vez mayor. Solo te interesarás por tu fuente de apego. La gente que logra desapegarse descubre que había un mundo vivaz y palpitante a su alrededor que increíblemente había pasado inadvertido.
Walter Riso en su texto antes mencionado sobre El apego al juego dice lo siguiente:
“Una de las claves de la adicción al juego es la “ilusión de control” cuando se está ejecutando la conducta, es decir cuando creemos que podemos “influir” sobre las máquinas tragamonedas, la ruleta, los dados, las cartas o cualquier otro elemento. Las características más comunes que configuran una dependencia al juego son: gastar más dinero de lo planeado, apostar para recuperar lo perdido y seguir jugando, incluso si se pierde. Cuando ocurre esto ya pasaste del juego normal, recreativo y sin riesgos, al apego.
La ilusión de control es una forma de pensamiento mágico, es creer que si se llevan a cabo determinados ritos, la suerte se volcará a nuestro favor. En otros casos
lo que mueve al jugador es el reto, ganar y llegar a una meta (sentirse poderoso y triunfador), como es el caso de los videojuegos: superar la programación de la máquina y tumbar las probabilidades.
¿Qué hace que la gente se deje atrapar por esta dependencia?
“Superar el aburrimiento, tener o ampliar sus relaciones sociales, ganar dinero, olvidar sus problemas, distraerse, o la mera estimulación fuerte. Las consecuencias del apego al juego suelen ser un desastre: endeudamiento, dificultades familiares, y a veces con la justicia, malestar emocional (culpa, depresión, ansiedad), descuido de responsabilidades básicas, deterioro en la pareja, y pérdida de las relaciones sociales, entre otras. Si pusieras en una balanza las ventajas y desventajas no habría que pensar demasiado la elección. Hay muchas formas saludables de obtener emociones y gratificaciones similares a las que genera el juego sin pagar un costo psicológico y económico tan alto”.