El arte de escribir capitulo iv josé gómez cerda

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LIBROS DIGITALES José Gómez Cerda EL ARTE DE ESCRIBIR

Capitulo IV


EL ARTE DE ESCRIBIR CAPITULO IV

ESCRITURA Y CALIGRAFÍA Entre otras muchas repercusiones, la invención de la imprenta amenazó con trastocar para siempre la escritura a mano. Irónicamente, sin embargo, lo que supuso la ruina de legiones de escribas y amanuenses significó el nacimiento e impulso de la caligrafía, el bello arte de escribir que tuvo en nuestro país destacados representantes no bien conocidos por el gran público.

Tratado del origen y arte de escribir bien de Luis de Olod.


El oficio de escribir se torna arte en tiempos de la cultura renacentista. La uniformidad del texto impreso, que maravilló al mundo gracias al invento de Gutenberg, se alió con la capacidad de reproducción del grabado para alumbrar el milagro inesperado del escribano convertido en autor. "No por crear una letra nueva", como se informa en el primer panel de la exposición, "sino por iniciar una reflexión sobre la forma, el origen, la formación o el uso de la misma, lo que dará lugar a convertir su escritura en modelo". "la escritura necesita del sentido, mientras que la caligrafía se expresa sobre todo mediante la forma y el gesto; eleva el espíritu e ilumina los sentimientos". LA CALIGRAFÍA La caligrafía es el arte de escribir con letra bella, artística y correctamente formada, siguiendo diferentes estilos; pero también puede entenderse como el conjunto de rasgos que caracterizan la escritura de una persona o de un documento.

Con el término de caligrafía se refiere a aquel arte de escribir utilizando bellos signos para la formación de las letras y palabras.

Se la considera un arte porque la caligrafía selecciona los signos más expresivos, más elegantes y más armónicos para transmitir un mensaje escrito y de este modo hacerlo más visual y más interesante a los ojos de quienes lo leen, además de absolutamente legible.


Y por otra parte, también se designa con la palabra caligrafía al conjunto de rasgos que caracterizan la escritura de una persona. Por ejemplo, la o extremadamente redondeada y el punto de la i en forma de círculo grande, son algunas de las características que pueden distinguir la forma de escribir de alguien y permitir reconocerla aún entre muchas caligrafías.

MANUALES DE ESCRITURAS Las primeras publicaciones sobre el arte caligráfico se las debemos a Italia, allí en 1522, Ludovico Degli Arrighi publicó la que se considera la primera obra caligráfica para aprender a escribir letra cancelleresca cursiva. La obra titulada: "La Operina" es el primer ejemplo de manual de escritura de la historia de la imprenta. A mediados del siglo XVI surgen los primeros manuales de escritura, obra de Ludovico Vicentino, Giovanni Antonio Tagliente y Giambattista Palatino, que tienen como modelo la letra aldina creada en 1501 por Francesco Griffo para el impresor Aldo Manuzio y sus ediciones en octavo.


Caligrafía de Luis Cernuda. En el siglo XVIII las naciones europeas se lanzaron en búsqueda de rasgos identitarios distintivos, dinámica que alcanzó también a la caligrafía.

Caligrafía de Francisco Quevedo.


Por contraposición a la bastarda española, que derivaba de las cancillerescas italianas y fue ampliamente inculcada en la enseñanza por los padres escolapios, la pujante letra (cursiva) inglesa comienza a asociarse en España a lo cursi y la letra gótica, a la tradición y la seriedad, estereotipos ambos que han persistido hasta nuestros días. Hablando de lo cursi, Enrique Tierno Galván rastreó los orígenes del término acudiendo a las crecientes necesidades comerciales que se imponen gradualmente el siglo XIX, en lo que se antoja el precedente del diseño corporativo moderno. "La intención pretenciosa que suele atribuirse a lo nuevo aventuraba el profesor sin que la RAE lo certifique-, la adopción de la letra (inglesa) por la nueva burguesía -el comercio- y los caracteres de la letra misma (...) justifican las aparición en el habla familiar del adjetivo cursi, apócope de cursivo y raíz de cursilería".


Caligrafía de Pío Baroja.

Caligrafía de Jorge Luis Borges.

ESCRIBIR BIEN ES UN ARTE. Escribir lo hacen muchos, escribir bien es un arte reservado a unos pocos. En el arte de escribir, como en otros aspectos de la vida, es algo que necesita fomentarse y ser ejercitado. Trabajo y constancia son los atributos que mejor combinan con el arte y el talento Se trata de un don innato que, por así decir, ‘habita’ en el cerebro de cada uno, y como cualquier otro musculo necesita ejercitarse para ofrecer lo mejor de sí. Son muchos los escritores que han opinado para bien o para mal sobre la capacidad de cualquier persona de llegar a ser un buen escritor aplicando ciertas técnicas. Pero todos coinciden en un punto, la virtud no brota sin esfuerzo y trabajo constante.


Aprender a escribir bien es una tarea pendiente para muchos. Al escribir correctamente, sin errores de ortografía, cuidando la coherencia y cohesión de los textos, transmitirán su mensaje de manera llamativa e interesante. Consejos; Escribir mucho. Colocamos este consejo en primer puesto porque sólo podremos convertirnos en expertos de una actividad si tenemos mucha práctica. Así que cuánto más practiques más rápido aprenderás a escribir bien.

Leer mucho. Es el segundo consejo más importante para aprender a escribir bien, porque al leer con frecuencia aprenderemos sin darnos cuenta la manera correcta de escribir las palabras, y de expresar de manera clara nuestro mensaje. Todos deberán leer todo tipo de textos y elegir libros cuyo nivel de lectura coincida con el adecuado para su edad, su oficio o profesión.

No avergonzarnos de nuestros errores. Lo importante no es el hecho de no cometer errores, sino aprender de ellos y asegurarnos de que no los volveremos a cometer.

Pensar antes de escribir. Podemos beneficiarnos de un paso previo muy útil: anotar todas las ideas antes de escribirlas. Las anotaremos de manera breve y resumida, e incluso con imágenes o dibujos. En cuanto hayamos decidido qué mensaje tendrá cada uno de nuestros párrafos y cómo comenzaremos y finalizaremos nuestro texto, podremos empezar a escribir.


Escribir con coherencia. Nuestro texto tendrá un mensaje clave, y todos los párrafos que escribamos deberán transmitir esa idea principal que queremos comunicar. Para escribir con coherencia será adecuado reflexionar sobre el texto que deseamos escribir, antes de comenzar a escribir.

Escribir con cohesión. Un error muy común, es empezar un texto escribiendo en pasado y, de repente, escribir en presente. Para escribir bien deberemos repetir el mismo tiempo verbal a lo largo de nuestro texto. Además, deberemos hacer una referencia correcta a otra información que hemos proporcionado en nuestro texto. Por ejemplo, existe un error en las siguientes dos oraciones consecutivas.

Volver a leer el texto. En cuanto hayamos redactado nuestro texto deberemos volver a leerlo, todos podemos equivocarnos cuando escribimos y podremos mejorar nuestro texto al repasarlo, si es posible, varias veces. Cuando leamos nuestro texto nos aseguraremos de que nuestras frases suenen bien, y que nuestro texto sea interesante y se entienda bien sin tener que leer ninguna frase por segunda vez. Pedir que otra persona lea nuestro texto. Aunque hayamos leído nuestro texto cinco veces después de haberlo escrito, es muy posible que hayamos cometido algún error o que exista alguna manera de mejorar nuestra redacción.


Muchas veces es más fácil que una persona que no haya escrito el texto encuentre errores o formas de mejorarlo. Recomendamos a pedir que los amigos lean sus escritos.

Consultar un diccionario. Un buen diccionario ayuda a comprobar la manera correcta de escribir diferentes palabras, o a descubrir los significados de diferentes palabras para identificar el término que estamos buscando. Buscar en INTERNET. Hoy día las personas que tienen duda en una palabra, frase o textos, buscan en INTERNET, especialmente en Google, sabiendo que todo lo que aparece ahí no es realmente verdad, pero se consiguen diversas opiniones que tienen valores. ----------------------------------------------------------

LOS SIGNOS ORTOGRÁFICOS Los signos ortográficos son todas aquellas señales gráficas que, no siendo una letra ni un número, son utilizados en los textos escritos con el fin de contribuir a la adecuada lectura e interpretación de los mismos. Cada uno de ellos posee su propia función y su utilización responde a unos criterios establecidos por convención y recogidos por la Real Academia Española. Se distinguen dos tipos de signos ortográficos: los signos de puntuación, y los signos auxiliares. Signo de puntuación Son usados para señalar las pausas y la entonación, sirviendo así para dirigir la lectura de enunciados, estructurar el discurso y sus diferentes partes para simplificar su


interpretación, eludir posibles ambigüedades en textos que, en su ausencia, podrían poseer sentidos diferentes, y marcar el carácter especial de fragmentos de texto concretos — citas, incisos, intervenciones de distintos interlocutores en un diálogo, etc. Son signos de puntuación: la coma, las comillas, el corchete, los dos puntos, el signo de interrogación y el signo de exclamación, el paréntesis, el punto, los puntos suspensivos, el punto y coma, y la raya. SIGNOS DE PUNTUACIÓN

1.- LA COMA

6.- LOS SIGNOS DE INTERROGACIÓN

2.- EL PUNTO Y COMA

7.- LOS SIGNOS DE ADMIRACIÓN

3.- EL PUNTO

8.- USO DEL PARÉNTESIS

4.- LOS DOS PUNTOS

9.- LA RAYA

5.- LOS PUNTOS SUSPENSIVOS

10.- USO DE LAS COMILLAS

Los signos de puntuación son signos gráficos que hacemos aparecer en los escritos para marcar las pausas necesarias que le den el sentido y el significado adecuado. Hay pocas reglas fijas que nos den el uso correcto de estos signos. Éstas son:

1.-La coma [,] La coma indica una breve pausa en la lectura. Se emplea: 1.- Para separar dos o más palabras o frases que sean de la misma clase, o formen enumeración, siempre que entre ellas no figuren las conjunciones y, ni, o.


Tenía coches, motos, bicicletas y autobuses. 2.-Para separar dos miembros independientes de una oración, haya o no conjunción, entre ellos. Los soldados saludaban, la gente aplaudía, y los niños no paraban de cantar. 3.- Para limitar una aclaración o ampliación que se inserta en una oración. Descartes, gran filósofo francés, escribió muchos libros. 4.- Las locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición, van precedidas y seguidas de coma, tales como: en efecto, es decir, de acuerdo, en fin, por consiguiente, no obstante y otras de la misma clase. -Dame eso, es decir, si te parece bien. -Contestó mal, no obstante, aprobó. 5 El vocativo se escribe seguido de coma si va al principio de la frase; precedido de coma si va al final; y entre comas si va en medio. Carlos, ven aquí. Ven aquí, Carlos. ¿Sabes, Carlos, quién reza?

2.- EI punto y coma [;] El Punto y coma indica una interrupción más larga que la de la coma. Se emplea: 1.- Para separar los diferentes miembros de una oración larga en la que ya hay una o más comas. Visitó muchos países, conoció a mucha gente; sin embargo, jamás habló de ello.


2.- Antes de las conjunciones o locuciones conjuntivas mas, pero, aunque, no obstante, cuando las oraciones son largas. Si son cortas, basta con la coma. Siempre hablábamos de cosas muy interesantes, a veces, aburridas; pero siempre hablábamos.

3.- El punto [.] El punto separa oraciones autónomas. El punto y seguido: Separa oraciones dentro de un mismo párrafo. El punto y aparte: Señala el final de un párrafo. El punto y final: Señala el final de un texto o escrito. NOTA: Después de punto y aparte, y punto y seguido, la palabra que sigue se escribirá, siempre, con letra inicial mayúscula. Se emplea: 1.- Para señalar el final de una oración. Se acabaron las vacaciones. Ahora, a estudiar. 2.- Detrás de las abreviaturas. Sr. (señor), Ud. (usted), etc.

4.- Los dos puntos [:] Se emplean: 1.- En los saludos de las cartas y después de las palabras expone, suplica, declara, etc., de los escritos


oficiales. Estimados Señores: Por la presente les informamos... 2.- Antes de empezar una enumeración. En la tienda había: naranjas, limones, plátanos y cocos. 3.- Antes de una cita textual. Fue Descartes quien dijo: "Pienso, luego existo". 4.- En los diálogos, detrás de los verbos dijo, preguntó, contestó y sus sinónimos. Entonces, el lobo preguntó: - ¿Dónde vas, Caperucita?

5.- Puntos suspensivos [...] Se emplean: 1.- Cuando dejamos el sentido de la frase en suspenso, sin terminar, con la finalidad de expresar matices de duda, temor, ironía. Quizás yo... podría... 2.- Cuando se interrumpe lo que se está diciendo porque ya se sabe su continuación, sobre todo, en refranes, dichos populares, etc. Quien mal anda,...; No por mucho madrugar...; Perro ladrador... 3.- Cuando al reproducir un texto, se suprime algún fragmento innecesario. En tal caso, los puntos suspensivos se suelen incluir entre corchetes [...] o paréntesis (...).


6.- Signos de interrogación [¿?] Se utilizan en las oraciones interrogativas directas. Señalan la entonación interrogativa del hablante. Se escriben: 1.- Al principio y al final de la oración interrogativa directa. ¿Sabes quién ha venido? NOTA Jamás escribiremos punto después de los signos de interrogación y de exclamación.

7.- Signos de admiración [¡!] Se utilizan para señalar el carácter exclamativo de la oración. Se escriben: 1.- Se escriben para empezar y finalizar una oración exclamativa, exhortativa o imperativa. También van entre signos de exclamación las interjecciones. ¡Siéntate! ¡Qué rebelde estás! ¡Fíjate como baila! ¡Ay!

8.- Uso del Paréntesis ( ) Se emplea: 1.- Para encerrar oraciones o frases aclaratorias que estén desligadas del sentido de la oración en la que se insertan. En mi país (no lo digo sin cierta melancolía) encontraba


amigos sin buscarlos... 2.- Para encerrar aclaraciones, como fechas, lugares, etc. La O.N.U. (Organización de Naciones Unidas) es una...

9.- La raya [-] Se emplea: 1.- Para señalar cada una de las intervenciones de los personajes en un diálogo. -Hola, ¿cómo estás? -Yo, bien, ¿y tú? 2.- Para limitar las aclaraciones que el narrador inserta en el diálogo. -¡Ven aquí -muy irritado- y enséñame eso!

10.- Uso de las comillas ["] Se emplean: 1.- A principio y a final de las frases que reproducen textualmente lo que ha dicho un personaje. Fue Descartes quien dijo: "Pienso, luego existo". 2.- Cuando queremos resaltar alguna palabra o usamos una palabra que no pertenece a la lengua española. La filatelia es mi "hobby". Ese "Einstein" no tiene ni idea de lo que dice.



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ESTO ES UN FRAGMENTO DEL LIBRO DIGITAL

EL ARTE DE ESCRIBIR.CAPITULO IV José Gómez Cerda Informaciones:

jose.gomezc@claro.net.do 1.809.8768913


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