Comité de Colchanderas de Ninhue
Catálogo de artesanas
Créditos
La presente publicación ha sido elaborada con el apoyo financiero de la Unión Europea en el marco de la iniciativa Activa Secano. Su contenido es de responsabilidad exclusiva de la Fundación Superación de la Pobreza y no necesariamente refleja los puntos de vista de la Unión Europea.
Textos, fotografías y diseño : Rocío Schatzke Villegas
Se autoriza la reproducción de este documento citando a la fuente correspondiente.
Impreso en Santiago de Chile, año 2022.
La tradición de la cuelcha
El trenzado en paja de trigo en Chile es un oficio que se mantiene principalmente en las regiones de O´Higgins (secano interior) y Ñuble (valle del Itata). En su mayoría es realizado por mujeres. Las artesanas trabajan con la paja que se obtiene a partir de semillas de trigo antiguas que se utilizan para estos fines, como el trigo “Colorado”, “Cebolla” o “Blanco”, entre otras variedades.
En Ninhue, Región del Ñuble, existe una gran cantidad de mujeres que se dedican a la artesanía en cuelcha. Utilizan mayoritariamente aquellas de cuatro y siete pajas en distintos calibres: desde extra fina a gruesa. Éstas se miden en “brazadas”, que es la distancia entre los extremos de ambos brazos abiertos en una persona adulta. La cuelcha se comercializa como unidad, que es la cantidad requerida para elaborar un sombrero. Como referencia, una cuelcha gruesa de 7 pajas mide entre 16 y 18 brazadas, lo que equivale a unos 27 metros.
Las mujeres que agrupa el Comité de Colchanderas de Ninhue trabajaban la cuelcha desde la niñez, puesto que se trata de un oficio traspasado por sus madres y abuelas. Hoy en día son mujeres que en su mayoría rondan los 50 años de edad, y la cuelcha sigue siendo un insumo relevante para su economía familiar. Este oficio es una práctica cultural asociada a un modo de vida, por lo que es de suma importancia reconocer, promover y valorar su continuidad en el tiempo.
Este documento pretende dar visibilidad a sus vidas y a su trabajo.
Agripina Agurto
Desde los seis años se dedica a este oficio que aprendió de su mamá, quien mantuvo a sus hijos a partir de los ingresos que este trabajo le generaba. “La cuelcha es algo natural para nosotras” menciona Agripina, que busca mantener vivo el oficio enseñándoselo a su hija. Elabora cuelchas de 4 pajas en calibres regular y gruesa, además de las que incorporan color como la “Gallineta” o “Caminito”.
Ubicación:
Sector Los Palma.
Contacto:
+569 7734 1457
Agustina Alarcón
Observando a su madre, Agustina aprendió a colchar a los 13 años. Además es compradora de cuelchas desde hace años, por lo que ocupa un importante rol en su sector, pues recolecta y comercializa las cuelchas de sus vecinas, las que luego vende a chupalleros de la zona. Elabora cuelchas de siete pajas de trigo “Furfulla” y “Colorado”, las cuales obtiene de la siembra que realiza junto a su hijo.
Ubicación:
Sector Hualte.
Contacto:
+569 6788 2037
Rosalba Alarcón
Rosalba tomaba las pajas de trigo que su madre dejaba “por ahí” y jugando y probando con ellas aprendió a colchar. Recuerda haber colchado en la noche, a la luz de las velas de parafina, cuelchas de tres, cinco y siete pajas, las que en aquellos años, valían entre tres a cinco pesos.
Hoy realiza cuelchas de siete pajas en calibre grueso, principalmente en trigo Colorado o Cebolla.
Ubicación:
Sector Hualte.
Contacto:
+569 58702705
Cristina Andrade
Cristina aprendió a colchar a los nueve años observando a su madre, Eduvilia Espinoza, quien le enseñó este oficio para que pudiera apoyar la economía familiar.
Realiza cuelchas de tres, cuatro y siete pajas en todos los calibres que obtiene de la paja de trigo Blanco que compra en los alrededores, las cuales comercializa principalmente a chupalleros de la zona.
Ubicación:
Sector Reloca.
Raquel Andrade
Aprendió el oficio de la cuelcha a los cinco años de edad. Sabe elaborar más de 10 tipos distintos de cuelcha, entre ellas la “Petate”, “Enrejada” y otros puntos de cuatro, cinco y siete pajas, pero principalmente se dedica a las de cuatro pajas en calibres regular y fino, que son las que más vende. También se dedicó a enseñar la elaboración de productos cosidos a mano con la cuelcha, como individuales y chupallas.
Ubicación: Sector Quirao.
Magdalena Barrera
Magdalena se dedica desde los siete años a colchar, oficio que aprendió de sus abuelos y de su mamá y papá. Cuenta que siendo niña, en un año en donde se dedicó a colchar mucho, logró elaborar 150 cuelchas de siete pajas.
Hoy realiza cuelchas de cuatro pajas en distintos calibres entre gruesas y semi finas, con paja de trigo Colorado.
Ubicación:
Sector Quirao.
María Rosa Cartes
Aprendió a colchar a los cinco años observando a su madre y a su padre, quienes le transmitieron este oficio, que ella también ha enseñado a su hija.
Elabora cuelchas de siete pajas en calibres grueso, regular, y de color cuando le encargan. La paja de trigo la obtiene de la siembra de trigo Blanco que realiza junto a su familia en el sector.
Ubicación:
Sector Reloca bajo.
Contacto:
+569 7734 1493
Marina Cartes
Originaria del sector de Pangue, desde los 10 años se dedica a este oficio, que aprendió de su madre y sus tías, pues todas las mujeres de su familia colchaban.
Le gusta colchar en el corredor fuera de su casa, donde elabora cuelchas de 4 y 7 pajas en calibre regular y grueso, en paja de trigo Colorado o Blanco que consigue en la zona.
Ubicación:
Sector Ninhue centro.
Alicia Escalona
Sus tías le enseñaron a colchar a los siete años en el sector de Liucura en Portezuelo, de donde es oriunda. Mantiene vivo este oficio, el cual disfruta mucho, y lo ha enseñado a sus 10 hijos/as de las cuales solo una se dedica a ello.
Elabora cuelchas de 4 pajas en calibre regular, de 7 pajas gruesa, y cuelchas “pintadas” como la “Gallineta” de 4 pajas o la “Caminito”.
Ubicación:
Sector Reloca alto.
Nancy Escobar
Siendo muy niña y en compañía de una vecina artesana, Nancy le pidió 2 pajitas y le pidió que le empezara una cuelcha. A partir de ese día aprendió y nunca más soltó la paja de trigo, colchando incluso hasta altas horas de la noche a la luz de las velas.
Toda su vida ha colchado en calibres finos la cuelcha de 4 pajas, con paja de trigo Colorado o Blanco, que compra o siembra junto a su familia.
Ubicación:
Sector Los Llanos - Reloca.
Victoria Espinoza
Victoria aprende a colchar alrededor de los 8 años de edad gracias a las enseñanzas de su madre, con quien participa en el Comité.
Se dedica a elaborar cuelchas de 7 pajas en calibres regulares y gruesos, las cuales vende a chupalleros o artesanas de la zona, quienes las utilizan para elaborar sombreros o artesanía en paja de trigo.
Ubicación:
Sector Reloca bajo.
Contacto:
+569 3898 1538
Ernestina Fernández
“Desde los dos años ya movía pajitas” relata Ernestina, y a los cinco años aprendió a colchar, mirando a su madre y vecinas.
Con mucho cariño se dedica a elaborar gran diversidad de cuelchas en paja de trigo Blanco de tres, cuatro, siete, ocho y hasta 10 pajas en este oficio, que para ella es como una terapia, pues la ayuda a meditar y concentrarse a la vez que mantiene viva esta tradición.
Ubicación:
Sector Ninhue centro.
Dulcelina Fernández
Observando a su madre, Dulcelina aprendió a elaborar la cuelcha de siete pajas cuando era muy niña.
Hoy, elabora cuelchas de siete pajas, de todos los calibres, que separa a mano, y que obtiene a partir del trigo Colorado que año a año siembra su marido, trigo que es muy valorado y apreciado por las artesanas por sus características como flexibilidad y resistencia.
Ubicación:
Sector Peñaflor.
Juana Fernández
Todas las mañanas se dedica a realizar cuelchas de cuatro, siete y ocho pajas en variados calibres. Aprendió a los seis años en Hualte, observando a su madre que se dedicaba a la cuelcha, con cuya venta se cubrían gastos básicos del hogar como la luz, que llegó al sector hace 35 años. Antiguamente sembraba trigo Chucho, Blanco, Cebolla o Colorado, y hoy obtiene la paja de la siembra del Comité de Colchanderas.
Ubicación:
Sector Hualte.
Contacto:
+569 9465 4802
Silvia Fernández
Siendo muy niña aprendió a colchar, oficio que retomó a sus 30 años, luego de haber estado fuera de Ninhue varios años.
Su madre, para enseñarle, le dejó un manojo de paja en remojo para ablandarla y le mostró cómo se hacía. A partir de sus consejos sobre cuelchas siguió aprendiendo y perfeccionándose. Hoy se dedica a elaborar cuelchas de siete pajas en calibre regular y gruesa.
Ubicación:
Sector Ninhue centro.
Iris Gutiérrez
Iris aprendió a colchar a los 10 años, dedicando más de 50 años a este tradicional oficio, el cual aprendió observando a su madre quien le transmitió la técnica de la cuelcha.
Elabora cuelchas de cuatro pajas regular y semifina, con trigo Colorado de la siembra que realizó en 2021, pues este material se puede guardar durante varios años sin perder sus propiedades.
Ubicación:
Sector San José.
Contacto:
+569 8882 7254
Cresencia Hernández
Desde los 10 años que se dedica a elaborar cuelchas de siete pajas, que aprendió de su madre y su abuela. A su vez, ella también le ha transmitido este oficio a su hija y a su nieta que continúan con esta tradición.
Realiza principalmente cuelcha de tres calibres, entre grueso y fino, las cuales vende a distintos chupalleros de la zona.
Ubicación:
Sector Hualte.
Silvia Irribarren
Silvia cuelcha desde los 15 años y aprendió de su madre Ema Rosas, quien también era artesana. La paja para sus cuelchas la obtenía a partir de la siembra de trigo Colorado que realizaba junto a su hermano, de la cual hasta hoy tiene guardada para seguir elaborando sus cuelchas, que realiza con tres, cuatro, cinco y siete pajas en calibres regular y grueso.
Ubicación:
Sector Los Llanos, Reloca.
Contacto:
+569 6623 5731
Floricia Molina
Floricia ha vivido siempre en Hualte, donde aprendió a colchar a los ocho años. Toda su familia se dedicaba a este oficio, y ella lo aprendió de su madre y su abuela. Gracias a la venta de las cuelchas Floricia, como muchas otras artesanas, pudo costear cosas muy significativas como sus útiles escolares, o las prendas de vestir que utilizaban. Hoy realiza cuelchas de cuatro y siete pajas en todos los calibres, exceptuando la más fina.
Ubicación:
Sector Hualte.
Contacto:
+569 5200 6898
Francisca Moya
Francisca cuelcha desde los ocho años y aprendió de su madre Bristela Méndez, quien le enseñó la cuelcha de siete pajas.
La paja con la que trenza la obtiene de la siembra que realiza con mediero, la cual retomó este año 2022 luego de dos años sin sembrar por el bajo precio de las cuelchas. Gracias a este oficio Francisca logró mantener y sacar adelante a su familia con mucho orgullo.
Ubicación:
Sector Hualte.
Contacto:
+569 9031 7654
Filomena Parra
Recuerda que de niña su madre la enviaba a cuidar a los animales y a colchar, y también la reunía junto a sus siete hermanos alrededor de la cocina a fuego, a colchar y a contar cuentos e historias.
Si bien sus hijas e hijos aprendieron el oficio, no se dedican a esto. Filomena elabora cuelchas de cuatro y siete pajas en todos los calibres en color natural y “pintadas” con tinte natural de gomero y maqui.
Ubicación:
Sector Coyanco.
Valeria Romero
Oriunda de la localidad de Ñipas, Valeria es aprendiz de la cuelcha desde 2019. Gracias a las enseñanzas iniciales de un artesano de San Juan está aprendiendo este oficio. Elabora cuelchas de cuatro pajas, siendo lo más desafiante las “pegas”, que es cuando se introduce una nueva paja para continuar la cuelcha. Utiliza paja de trigo sembrada por su marido, y también la de la siembra del Comité de Colchanderas de Ninhue.
Ubicación: Sector Hualte.
María San Martín
Se dedica a colchar hace más de 60 años y heredó el oficio de su madre, que también provenía de una familia de colchanderas.
Elabora cuelchas de cuatro y siete pajas en calibres grueso y semi fino, a partir de la paja de trigo Colorado que consigue en los alrededores. Además, realiza cuelchas teñidas con anilinas en colores verde y morado.
Ubicación:
Sector Pangue.