SUBJETIVIDAD MAZATECA Y OTOMÍ, expresando mis emociones

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Introducci贸n

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Subjetividad mazateca y otomĂ­, expresando mis emociones

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Introducción

SUBJETIVIDAD MAZATECA Y OTOMÍ, EXPRESANDO MIS EMOCIONES Ligia Mena González

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Subjetividad mazateca y otomĂ­, expresando mis emociones

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Introducción

SUBJETIVIDAD MAZATECA Y OTOMÍ, EXPRESANDO MIS EMOCIONES Ligia Mena González Con la colaboración de Ana María Vazquez Reyes y la Relatoría de Hugo Ernesto Escobar Garrido

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

Portada, diseño y formación Claudia Mena González Corrección de estilo Javier Ledesma Becerril Fotografías Hugo Ernesto Escobar Garrido Ligia Mena González

Agradezco la colaboración de la maestra Ana María Vázquez Reyes y de Hugo Ernesto Escobar Garrido. 1a. edición 2012 D.R. © Zalihui AC alternativas de cambio y convivencia, Estudios Sthal No. 13, Col. Jardines Tecma, C.P. 08920, Iztacalco, México, D.F. ISBN: 978-607-95800-0-1 Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico

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Introducción

índice

AGRADECIMIENTOS INTRODUCCIÓN

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1. CONTEXTO CULTURAL DE LOS MUNICIPIOS

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19 25 28

SAN JERÓNIMO TECOATL SAN PEDRO OCOPETATILLO TOLIMÁN

2. GÉNERO Y SUBJETIVIDAD

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48 52 56 57 60

PODER CUERPO Y SEXUALIDAD REPRODUCCIÓN TRABAJO AUTORREALIZACIÓN Y EMOCIONES

3. EMOCIONES Y SENSIBILIZACION DE IDENTIDAD ÉTNICA

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66

EXPRESIÓN DE EMOCIONES NEGATIVAS

4. TESTIMONIOS DEL PROYECTO SUBJETIVIDAD MAZATECA Y OTOMI EXPRESANDO MIS EMOCIONES

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5. RELATORÍA DE EL NAHUALITO (OBRA DE TEATRO) EN LOS MUNICIPIOS

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BIBLIOGRAFÍA

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Introducción

agradecimientos

S

e extiende un profundo agradecimiento a la compañía de teatro Gitanos y a Jéssica Esther Moreno Fernández su directora, por su participación y apoyo en la realización de este proyecto. Se agradece asimismo a las autoridades comunitarias por su apoyo y facilidades otorgadas para la culminación de este trabajo: De Oaxaca y la Sierra Mazateca:

C. Román Merino Reyes Presidente municipal de San Jerónimo Tecoatl y su cabildo C. Santiago Álvarez Garmendia Presidente municipal de San Pedro Ocopetatillo y su cabildo Profesor. Eloy Morales Pastelín A las mujeres y hombres que accedieron a participar en las entrevistas llevadas a cabo para la realización de este proyecto y libro: San Jerónimo Tecoatl Amparo Reyes Merino

Rosalía González Reyes

Sara González Luna

María Moreno

Olivia Julián Bolaños

Julia Severiano García

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

Aída Pastelín González

Serapio Valencia Bolaños

Inés Montaño Merino

Victorino González

Enriqueta Mendoza

Zenón Reyes Hernández

Rosa Monfil Bolaños

San Pedro Ocopetatillo

Migueidy Vargas Díaz

Sofía Carrera Ballesteros

Ana Hernández Moreno

Lucila Carrera Álvarez

Leticia Peralta Monfil

Jocelyn Palacios Carrera

Benigno Duarte Canseco

Angelina Bolaños Rangel

Constantino Moreno Miranda

Eugenia Guerrero Aries

Gregorio Merino García

Ana María García Vázquez

Joaquín Martín Vázquez

Plácida Márquez

Luis Castillo Villaseñor

Carlos Mejía Carrera

Miguel Ángel Canseco

Raymundo Cavanzos Cisneros

Ranulfo González Reyes

Roberto Carrera De Tolimán, Querétaro:

Lic. Sandra C. López Morales Sr. Edmundo López Morales Sra. Elia Morales Cerrito Parado Delegado C. Esteban Gudiño Morales El Tule Subdelegado C. Marcos de Santiago San Pablo, Barrio El Rincón Chalma Delegado C. Luis Alberto García Pérez Barrio El Molino Subdelegado C. Maximino Estilla Sánchez

El Madroño Subdelegada Zenaida Luna San Miguel Subdelegada de Barrio de García Leticia Desantiago Martínez Barrio Horno de Cal Subdelegada C. Catalina Ramírez

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Introducción

A las siguientes personas que contribuyeron en la realización de las entrevistas: Roberto Salinas Bellon

Epifanía Sánchez López

Refugio Guerrero Gudiño

Cirila Evangelina

Marco Santiago Montoya

Yamilet Herrera Morales

Alfredo Flores González

Guadalupe Ramos Moreno

Luis Manuel Morales Sánchez

Concepción Conde Cruz

Pablo Sergio Hipólito Hernández

Sonia López Martínez

Raymundo Morales Gudiño

Yesenia Cruz Martínez

Antonio Hernández Fuentes

Catalina Martínez Sánchez

Felipe Mendoza

María Gudiño Reséndiz

Ramón Heriberto Pérez

Laura Cruz Martínez

Nicolasa López

Sara Medellín Sánchez

Irma Reyes González

Petra Martínez de Santiago

Agradezco a la Maestra en Trabajo Social Ana María Vázquez Reyes por su colaboración en el capítulo uno sobre el contexto cultural de los mazatecos y otomíes. Agradezco a Hugo Ernesto Escobar Garrido por su colaboración en la relatoría de la obra “El nahualito”, en sus cuatro funciones.

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Introducción

introducción

E

ste libro es producto del proyecto titulado Subjetividad Mazateca y Otomí: Expresando Mis Emociones financiado por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), cuyas metas fueron impartir talleres en los municipios de San Jerónimo Tecoatl y San Pedro Ocopetatillo (mazatecos) y Tolimán (otomí). Además se complementó el trabajo con entrevistas realizadas a los habitantes de dichos municipios, con lo que se propició una investigación en torno al género y la subjetividad de dichos grupos étnicos. Es a través del proyecto de Fortalecimiento de Capacidades en Materia de Equidad de Género entre la Población Indígena, de la CDI, que este libro trata de dar prioridad y brinda atención a la salud mental de los indígenas a través de la sensibilización de su propia identidad y género, en sus historias individuales y grupales. Ambos aspectos se van entrelazando hasta que los hombres y mujeres cubren los papeles que se espera de ellos, y se van reproduciendo en los grupos o etnias a los que pertenecen y aunque las mujeres y hombres se vean más influenciados por romper esquemas impuestos, las formas de expresar el sentir son las mismas de los antepasados debido a que “la cultura va a influenciar la

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vivencia emocional, en particular los procesos secundarios de la comunicación y afrontamiento de la emoción estarán fuertemente influenciados por la cultura”.1 Por lo anterior las temáticas que se abordaron fueron: identidad y perspectiva de género, expresión de emociones, escuela para padres en modalidad de grupo de autoapoyo, talleres de autoestima y diagnóstico sustentado en el marco lógico, aunado al desarrollo de un evento cultural en el que se presentó la obra de teatro El nahualito, en conjunto con la compañía de teatro Gitanos, que tuvo como principal objetivo abarcar los temas de sensibilización ante la identidad y la expresión de emociones. Además, este libro tiene la finalidad de presentar una memoria fotográfica de los talleres y la obra de teatro llevados a cabo en los municipios antes mencionados, así como mostrar el proceso de sensibilización a las emociones bajo una perspectiva de género para propiciar intervenciones adecuadas en el fomento de la salud mental a través del análisis de pertenencia a la identidad étnica mazateca y otomí con la expresión de emociones. El análisis de estos aspectos en las dos etnias retoma la visión de la gente sobre cómo viven el género permeado por las emociones. Dado el interés que recientemente ha despertado la multiculturalidad en México, surge la inquietud de abrir el estudio de este fenómeno al campo de la subjetividad en los grupos étnicos e ir más allá de la tarea que por mucho tiempo han desempeñado los estudiosos de las ciencias sociales –en cuanto al conocimiento de formas de vida y el desentrañar los símbolos, signos y significados de las estructuras sociales– en el que se ha dejado de lado el pensar y sentir de los indígenas. Para nosotras, este elemento se retoma y resulta primordial. El punto importante a destacar es que siendo indígenas o no, se parte de la premisa fundamental de que son “seres humanos”; por lo tanto imperfectos y pertenecientes a distinciones de grupo, raza o género; diferencias impuestas por el propio individuo, con diferencias en el ejercicio del poder. Estas 1

Fernández, Zubieta y Páez, “Expresión”, 2000, p. 80.

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Introducción

características implican asumir formas de comportamiento sustentadas en la diferencia, que desembocan en la insatisfacción del rechazo a su propia naturaleza, buscando la aceptación de los otros, generando la discordia y la envidia entre los propios integrantes del grupo y por lo tanto fomentando una mayor individualidad, producto del sistema económico capitalista que rompe con lo tradicional de estos pueblos, que es el trabajo conjunto y la participación para el bien común. Mujer otomí 3: Mis hijo cuando veo tomando, yo le digo no tomes, tiene buena tu estoma, yo creo que si solo una, pero me dicen que no es todo el día o diario y yo le digo, es su dinero pero no es para que lo remate en la bebida luego que va a comer, sus hijos, tu familia, hace falta el dinero a sus hijos… Mujer mazateca 2: Son envidiosos nomás por cualquier cosa se enojan, eso es lo que se da, la propia familia hace eso, humillan, no nos quieren […] El mazateco lo entiendo, me gusta y hablo […] hay gente que no se lleva conmigo hay unas que nada más se enojan. Es decir, para ambas etnias las formas de sentir están determinadas por la tradición, la cultura y en este caso el género y la reproducción de hombres y mujeres. En cuanto a los papeles y formas de expresar el sentir, la mayor influencia de culturas indígenas se asocia a una mayor contención emocional. Chile y México muestran mayor expresión de emociones negativas; la mayor expresión de enojo en México se explicaría por el carácter más agresivo de la cultura azteca, reflejada en la fuerte masculinidad mexicana. Donde hay un porcentaje de población indígena se da una mayor alexitimia secundaria: la gente habla menos, hay una menor elaboración cognitiva de la tristeza y además se da una mayor reacción física indiferencia de alegría.2

2

Ibid., pp. 89-90.

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Hombre mazateco 3: Pues me siento mal cuando voy a Oaxaca […] ya no se saluda la gente como nuestra comunidad; todavía se respeta, y en la ciudad ya no, ¡cambia pues! Se muestra cómo la etnia mazateca ubicada en la zona de Cañada del estado de Oaxaca y la etnia otomí ubicada en el municipio de Tolimán, en el estado de Querétaro, viven su subjetividad desde una perspectiva de género debido a que se parte de cuerpos sexuados que cumplen papeles y a partir de estos también se estipulan formas de sentir de los grupos y la manera de experimentar los afectos, creencias, sentires que plantean las cogniciones para tomar decisiones en la vida cotidiana. Así una madre soltera de la mazateca dice: Mujer mazateca 1: Yo lo eché al mundo me cuesta trabajo, no lo pensé bien, pero pues tampoco está mal, si hay ratos difíciles; cuando se enferman, qué dice uno ¿de dónde agarro?, ¿de dónde voy a sacar para curarlo?, o cualquier cosa o detallito, si a veces el niño se pone rebelde, dice uno ahora! ¿Qué voy a hacer? […] uno tiene que salir adelante. Hombre mazateco 4: Más que nada el miedo, el cómo sostener a una familia,[…]. [Por el trabajo] pues sí me afecta, porque me he alejado de ellos [de los hijos] y hasta me dicen ¿dónde va? Llévame y no puedo traerlos, y sí los extraño”. Este estudio es de corte cualitativo, ya que se centra más en las opiniones, experiencias y formas de comportamiento permeado y dirigido bajo una perspectiva de género, que se analizó bajo indicadores de sexualidad, el poder sobre el cuerpo y el disfrute de la sexualidad en el acto coital, trabajo diferenciado de hombres y mujeres en el hogar, poder desigualdad por clase, etnia, generación o raza, reproducción social y física, estos indicadores se tomaron de la carpeta de lectura de apoyo de GEM. 3 3

GEM, “Módulo”, documento de trabajo interno, s. a.

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Introducción

Además, se añadió a los indicadores uno que tratara de reflejar su forma de pensar y sentir de ambos géneros, en torno a la autorrealización, debido a que este concepto refleja interiormente la libertad y la elección de la vida es la “fuerza del ser humano llamada ‘fe’ que consuma la autorrealización para aguantar la elección y la decisión de lucha entre las tendencias fundamentales de relajación, comodidad, felicidad, sexualidad, pertenencia seguridad, expansión creadora, autosuficiencia y paz del espíritu”.4 Mujer mazateca 3: El papel de la mujer es sólo en el hogar, y me siento realizada porque tengo mi trabajo y soy independiente, no tengo limitaciones; si me quiero compra una ropa me la compro y eso es una realización, si me quiero compra unos zapatos me los compro, cosa que muchas mujeres no tienen y por eso me siento realizada. Nunca le consulto me compro lo que quiero. Cabe mencionar que la realización para ellos, como pueblos originarios, se centra también en el derecho al poder adquisitivo de gastar y acceder a lo que deseen, hay pertenencia, autosuficiencia, comodidad, lo que puede generar bienestar pero puede distar de lo que es la paz del espíritu. Hombre mazateco 2: La verdad todo trabajo es por gusto, cuando alguno quiere prosperar la verdad es por gusto […] ya habido cambios, de que algunos ya tienen mejor vida, vestido sus útiles y todo eso; ha habido cambios y compran todo lo que piden en la escuela. Mujer otomí 11: Sólo me quedé con la secundaria y ya. Pero esto si me llena de alguna forma, [negocio de regalos] si me lo llena un poco, ahorita ya ni tiempo tengo. Se preguntó a los entrevistados sobre cada uno de los indicadores antes mencionados, se hizo un análisis de discurso y se observó cómo viven tanto los mazatecos como los otomíes, la vida cotidiana bajo una perspectiva de género y su autorrealización que engloba la subjetividad de ambas culturas. 4 Quitmann, Psicología, 1989, pp. 209-211.

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Se utilizaron entrevistas dirigidas en una sola ocasión para conocer el pensar y sentir de hombres y mujeres de los municipios de San Jerónimo Tecoatl y San Pedro Ocopetatillo, se entrevistaron a un total de 14 hombres y 20 mujeres, en su mayoría amas de casa, emprendedoras, comerciantes o trabajadoras de algún comercio, madres, hijas, esposas. En cuanto a los hombres sus principales actividades se desempeñan en el comercio y en labores del campo, además de que ejercen algún cargo en el periodo actual de gobierno. En cuanto a los otomíes se entrevistaron a mujeres y hombres de diversas comunidades como Cerrito Parado, El Madroño, El Tule, Barrio el Molino, Centro de Tolimán, Barrio el Rincón Chalma de San Pablo, Barrio de García en San Miguel, pertenecientes al municipio de Tolimán. El total de entrevistados fueron ocho mujeres entrevistadas, nueve testimonios de mujeres que asistieron a los talleres, y once entrevistas de hombres. Las personas entrevistadas en Oaxaca fueron amas de casa y comerciantes, y los hombres, trabajadores en su mayoría de albañilería o campesinos que trabajan fuera de la comunidad en el corte de frutas o verduras. Cabe mencionar que lo reportado aquí obedece a las etnias de mazatecos y otomíes y sólo es un esbozo de cómo se ubican estas dos etnias en torno a lo subjetivo y expresión de emociones, desde una perspectiva de género. En la interacción del individuo con su comunidad va adquiriendo formas predominantes de sentir y expresar sus afectos; estos elementos constituyen la subjetividad que existe en toda cultura.

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Contexto cultural de losIntroducción municipios

1. contexto cultural de los municipios

Mtra. Ana Ma. Vázquez Reyes*

SAN JERÓNIMO TECOATL

E

l municipio de San Jerónimo Tecoatl5, Oaxaca, se fundó en 1761; su topónimo es de origen náhuatl y significa culebra de piedra, porque al norte de la población había una enorme piedra con una víbora esculpida en su parte superior, la cual fue destruida por los vecinos del lugar. El párroco de ese momento elige a San Jerónimo como el Santo Patrono de ese lugar, teniendo como su celebración especial el día 30 de septiembre. San Jerónimo Tecoatl se encuentra colindando al norte con San Pedro Ocopetatillo y San Francisco Huehuetlán; al sur con San Lucas Zoquiapam; al este con Santa Cruz Acatepec y Eloxochitlán de Flores Magón, y al oeste con Mazatlán Villa Flores y Santa María Teopoxco. Las montañas que se encuentran en esta región son: Cerro de León, Cerro de Tigre y Cerro de los Pinos, con una topografía que está llena de pendientes prolongadas. En esta zona los pobladores tienen terrenos donde construyen sus casas y sus parcelas se ubican a más de dos kilómetros de distancia de su hogar. En tiempos anteriores, en estas parcelas se sembraba en su mayoría café, ya que era el cultivo que más aportaba a los ingresos económicos a la * Agradezco la colaboración para este capítulo de la Maestra en Trabajo Social. 5 Enciclopedia, Municipios, 1988.

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comunidad, pero debido al bajo precio del café en el mercado este grano pasó a ser sembrado sólo para uso personal. En la actualidad se cultiva maíz, frijol, café, caña y calabaza y se estila sembrar en tipo de roza, tumba y quema. En esta región no existen ríos o lagunas, pero en tiempo de lluvias se crean varios arroyos y escurrimientos que desembocan en el río Zoquiapam. El suelo es propicio para el cultivo de frutas y flores de diferentes especies, siendo este muy productivo, por lo que existen varios huertos para este cultivo. Por encontrarse en las montañas y la gran cantidad de humedad que hay en el lugar, predomina la vegetación de bosque húmedo. Aquí se encuentran plantas de ornato y silvestres, al igual que arboles de álamo, ocote, fresno liquidámbar, encino y pino, especies que están en peligro de desaparecer por el uso inmoderado de los pobladores ya que los ocupan para elaborar muebles, utensilios de la vida cotidiana y para combustible. También se encuentra gran variedad de animales silvestres, como tlacuaches, mapaches, zorrillos, zorros, tecolotes, venados, colapintas, armadillos, conejos, ardillas, zopilotes, canarios y pericos. Los animales domésticos son: gallina, perro, gato, burro, caballo, guajolote, chivo, borrego, vaca y puerco, los cuales no son para venta sino sólo para autoconsumo.

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Contexto cultural de losIntroducción municipios

San Jerónimo Tecoatl., Oaxaca.

Entre los servicios de comunicación, hay una caseta telefónica. Además del servicio de teléfono, internet y televisión satelital, se tiene también luz eléctrica y agua potable. Cuentan con centro de salud, médico, odontólogo y dos enfermeras. En el ámbito escolar hay centro preescolar bilingüe, una primaria, una telesecundaria y una biblioteca municipal. El comercio está conformado por tiendas de abarrotes, restaurantes, panaderías, cibercafés y comercio informal. En este municipio se celebran varias fiestas, entre ellas destacan el 21 de marzo, inicio de la primavera; la Semana Santa; la fiesta patronal de San Pedro y San Pablo Apóstol del 28 al 30 de junio; la fiesta de Todos los Santos que inicia el 27 de octubre y termina el 4 de noviembre, y las fiestas decembrinas. El traje regional que se usa es de falda amplia con huipil y rebozo negro, para las mujeres; un calzón de manta, camisa de manga larga y cotón de lana, sombrero de palma y huaraches, para los hombres. En este municipio la gastronomía tradicional es el mole, el caldo ranchero, tamales en hoja de carrizo con masa fermentada, los tamales de elote; la bebida para complemento de esto es el atole agrio, café, atole de granillo y chileatole. También se acostumbra beber

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el aguardiente, tepache de caña y tepache de miel de abeja; se elabora también dulce de chilacayota y de varias frutas más. El municipio se rige a través del sistema de usos y costumbres y la autoridad municipal se constituye por los siguientes integrantes: presidente municipal, síndico municipal, seis regidores (Hacienda, Obras, Educación, Salud, Ecología y de Aguas). Existe un comisariado de bienes comunales que es integrado por presidente, secretario, tesorero y un consejo de vigilancia y sus respectivos suplentes. También existen comités que se apoyan del municipio y que son de Educación, Caminos, Obras de la Iglesia, Salud y el de Organizaciones Sociales. LOS MAZATECOS La población indígena de esta zona pertenece a los mazatecos; se autodenominan Ha shuta Enima, que en su lengua quiere decir “los que trabajamos el monte, humildes, gente de costumbre”.6 Según otros autores, el origen del nombre mazateco viene del náhuatl mazatecatl, o “gente del venado”, nombre que les fue dado por los nonoalcas debido al gran respeto que tenían por el venado. De acuerdo con los resultados que presentó el II Conteo de Población y Vivienda en el 2005, en el municipio habitan un total de 1,105 personas que hablan alguna lengua indígena.7 Esta lengua es tonal; a la gente ajena a la región le da la impresión de que es silbada o cantada, prácticamente cada municipio tiene una variante dialectal. Los mazatecos aún utilizan una gran variedad de plantas medicinales a nivel doméstico, aunque si la enfermedad es grave llevan al enfermo con los curanderos o los médicos alópatas de la región. Existen enfermedades generadas por la envidia, el mal de ojo y la brujería, que sólo las pueden aliviar los curanderos o chamanes a través de la utilización de hongos sagrados a semillas de la virgen. El prestigio de algunos curanderos alcanza a toda la región. Los mazatecos inician sus trayectos especiales de curación desde su propio domicilio a las casas de los curanderos, nihe’s o shinahes, siguiendo después a 6

Ruiz, Mazatecos, 2007.

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INEGI, Censo, 2010.

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los altares de los chicones y culminando en las templos católicos. Todos esos espacios son parte del proceso de curación por el que pasan los enfermos en las comunidades mazatecas. En la década de los años sesenta se dio un gran resurgimiento del fenómeno del chamanismo. Las emergencias por enfermedades se resuelven acudiendo al shinahé, quien brinda un trato completo al paciente, a nivel físico y psicológico, en relación con la naturaleza y con los espíritus. Las visitas a estos curanderos son más económicas que las visitas a un médico alópata. Los shinahés combinan su trabajo de curación con sus actividades de agricultura y pesca. Existe un proceso de migración muy marcado hacia las ciudades y el extranjero; se calcula que 1,000 mazatecos están de braceros en E.U. y Canadá. La migración siempre ha sido una estrategia importante para los mazatecos, pues representa una fuente importante de ingresos para la familia; en su mayoría los emigrantes se emplean como servidores domésticos; el café no es una alternativa segura de ingresos: desde hace algunos años los precios se han mantenido bajos por las fluctuaciones del mercado internacional. La concepción del mundo de los mazatecos se expresa en un sincretismo en el que la parte emergente manifiesta el mito judeocristiano de creación, así como la dualidad bien-mal; su cosmología se expresa en los rituales de curación que se practican en la sierra y en la mazateca baja. Asimismo, la relación tradicional de los mazatecos con su entorno hace referencia a los dueños de los lugares, los chicones o chiconindú, espíritus que regulan su mundo cultural; a estos espíritus se les ofrenda en barrancas, cuevas, manantiales y cerros, práctica en la que se mezclan las creencias y hábitos sobre la enfermedad y la curación, y la relación con los espíritus ancestrales de estas tierras. El espacio de curación es un espacio religioso sagrado. En la vida religiosa, el mito es cotidiano y se integra con las experiencias del calendario católico en los ciclos agrícolas y en las festividades de los santos patronos de las comunidades. En la mayoría de los poblados no existen sacerdotes de planta, pues éstos sólo acuden durante las festividades y para la celebración de bautizos o matrimonios. A la par de esta religión institucional

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se desarrolla una práctica religiosa “tradicional” que adopta un carácter más amplio. A través de sus prácticas cotidianas, los mazatecos experimentan vivencias mágico-religiosas que los conectan con las chiconindú, dueños de los lugares; de su actitud y relación con ellos depende que reciban beneficios o enfermedades. El mundo sagrado se expresa directamente en su entorno geográfico. Nacer, morir y ser enterrado en las cercanías del lugar de nacimiento es parte del círculo sagrado que identifica al mazateco de hoy con las tradiciones que se pierden en las raíces de su tierra. La tierra es el espacio donde transita lo sagrado, donde se unen los seres del cielo con la tierra. Estas creencias y tradiciones son diferentes en la sierra y las tierras bajas, ya que en la sierra los mazatecas mantienen intacta su tierra. En la parte baja, los mazatecos perdieron su tierra bajo las aguas con la construcción de la presa Miguel Alemán en 1957. Incluso, hay diferencias en las tierras bajas entre las zonas no inundadas y los pueblos de reacomodo. En estos últimos, la identidad fue arrancada de raíz al separarlos de la tierra en que nacieron. La nueva geografía representa un rompimiento con el espacio sagrado, por lo que sus prácticas y rituales de curación se debilitaron o desaparecieron. Las aguas sepultaron numerosos lugares sagrados, pero las referencias principales de los cerros Rabón, Campana y Soyaltepec permanecieron sobre las aguas y quedaron como ejes, faros del espacio que se recuperaba. Así se crearon y recrearon dentro del espacio transformado lugares donde los chiconindú volvieron a manifestar su dominio. La identidad se reconstruyó parcialmente. Las prácticas de los chamanes mazatecos o shinahes renacieron y se fortalecieron pero quedaron descontextualizadas del tradicional sistema de consejos, donde se unía el poder político con el poder religioso. En la mazateca existe una gran diferencia entre la población indígena y la población mestiza. A quien habla mazateco, viste huipil o calzón y camisa de manta se le denomina indígena o paisano; a quien habla español u otra lengua no indígena y/o tiene dinero (aunque hable mazateco) se le denomina “gente

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de razón”.8 En los rituales religiosos se utiliza el idioma mazateco, intercalado con algunas frases en español; las misas católicas y los cultos protestantes se hacen en español. Para los asuntos políticos y las transacciones comerciales se utilizan los dos idiomas. Por medio de un complejo sistema de intercambios recíprocos, el individuo queda inserto en toda una red social. La participación con la comunidad se establece mediante el xabasen (tequio), la ayuda mutua y el sistema de cargos. Estas expresiones del trabajo solidario conciben al individuo como parte integrante de una colectividad, de la cual no puede desarraigarse.9 La cosmología mazateca también se expresa de manera profunda en los rituales de curación que siguen practicándose tanto en la sierra como en las partes bajas. La religión católica predomina en toda la región, aunque con diversos matices. Actualmente muchos mazatecos no conocen la lengua, la escuchan pero la practican, además de que esos rituales se han perdido, como por ejemplo el trabajo conjunto o tequio; esto ocurre específicamente en San Jerónimo Tecoatl. SAN PEDRO OCOPETATILLO Descendiente de los popolocas, se asentaron en territorio mazateco cerca del año 890. La capital del territorio fue Mazatlán y desde este lugar se dispersaron por toda la zona, formando varios pueblos que con el tiempo adquirieron características propias. Cuenta con 897 habitantes.10 El topónimo hace referencia al santo patrón San Pedro Apóstol y al vocablo ocopetatillo, porque el municipio se ubica en un monte de ocotes y helechos llamados ocopetates. En mazateco es Inaajaa, que quiere decir lugar de ocopetates y águilas. En San Pedro Ocopetatillo el grado de marginación es muy 8

Tomado de <http://www.cdi.gob.mx>.

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Quintanar, 1999, p. 17, citado en Luna, Mazatecos, 2007.

10 INEGI, Censo, 2010.

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alto, originado principalmente porque un alto porcentaje de la población no concluyó la primaria, porque nueve de cada diez viviendas tienen piso de tierra y porque la mayoría de la población ocupada, es decir 97 por ciento, percibe menos de dos salarios mínimos. El municipio es mazateco y se encuentra enclavado en la Sierra Madre Oriental, pertenece al distrito de Teotitlán. Colinda al norte con San Lorenzo Cuaunecuiltitla, y Santa Ana Ateixtlahuaca; al sur con San Jerónimo Tecóatl y Santa Cruz Acatepec; al oeste con San Francisco Huehuetlán y al este con Eloxochitlán de Flores Magón, y Santa Cruz. El municipio se encuentra enclavado en la cadena montañosa de la sierra mazateca y cuenta con varios cerros de importancia, como el León, Camote Amargo, Mirador, el Capulín y la Corneta. La topografía de los terrenos es accidentada con presencia de laderas y profundas cañadas. Cuenta con diversos manantiales que permiten el abasto de agua para consumo humano. También en la parte baja existen algunos ríos, los más importantes son: el Caracol, Guaje, del Panteón y Eloxóchitl. Estos ríos desembocan al Río Grande o Santo Domingo y éste, a su vez, a la presa Miguel Alemán.

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San Pedro Ocopetatillo, Oaxaca.

El clima es extremoso. En los meses más fríos, la temperatura disminuye hasta menos 3 grados centígrados y en los meses más cálidos alcanza hasta 28 grados centígrados. Predominan los árboles de pino, ocote y roble.También abundan las plantas trepadoras (epifitas). Las plantas comestibles son el quintonil, quelite de venado, berro, chapolquelite, hierba mora y guía de chayote. Los animales silvestres que aún se encuentran son aves silvestres: palomas, gavilanes, cuervos, águilas, codornices, primaveras, zopilotes, gorriones, pájaro negro, jilguero, pájaro rojo, chuparrosa, pájaro de hora, saltapared, correcamino, paloma de piso, dominico, pájaro de lluvia y faisán. Insectos: mosquitos, zancudos, mosca verde y mosca grande. Especies acuáticas: rana caracol, camarón y cangrejo. Reptiles: lagartijas, víbora negra, víbora rayada, gris, masacoa, ratonera, metlapilillo, culebra de agua, lagartija de árbol, víbora de cal. Las mujeres de San Pedro Ocopetatillo En este municipio, poco más de la mitad de la población son mujeres (52 por ciento). Existen algunos datos que indican que ellas tienen menos oportunidades que los hombres; por ejemplo, de cada 100 habitantes sin instrucción académica 60 son mujeres, estando por arriba del promedio estatal y nacional.

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Los usos y costumbres que rigen al municipio limitan la participación de las mujeres en las asambleas ya que pueden asistir, opinar y votar, pero no pueden ser electas en algún cargo público. Las principales artesanías tienen que ver con la confección de la vestimenta tradicional de las mujeres, como son el bordado de huipiles y el diseño de enaguas largas con listones y fondos largos de manta. Asimismo se elaboran velas de cera pura que provienen de la apicultura. El traje regional se ha ido perdiendo; sin embargo, algunos adultos mayores aún lo conservan. 11 Actualmente, en este municipio actualmente la mujer se sigue viendo menospreciada o ignorada.A pesar de que aparentemente pueda participar, se le hace a un lado debido a que el sistema patriarcal predominante sigue formando. TOLIMÁN Tolimán es un municipio de paisaje montañoso, surcado por la colosal Sierra Gorda. Ubicado en el semidesierto queretano es cuna de grandes culturas como la otomí y la chichimeca. El municipio de Tolimán12 se encuentra localizado en la parte centro oeste del estado de Querétaro, colinda al norte con el municipio de Peñamiller y el estado de Guanajuato, al oeste con el municipio de Colón y el estado de Guanajuato, al sur con los municipios de Cadereyta de Montes, Ezequiel Montes y Colón; y al este con los municipios de Peñamiller y Cadereyta de Montes. Tolimán tiene una población total de 23,963 habitantes.13 Tolimán proviene de la palabra náhuatl Tolimani que significa “lugar donde se recoge el tule”. Fue fundado durante el siglo XVI con el nombre de San Pedro Tolimán.14 El municipio de Tolimán está conformado por la cabecera municipal, San Pedro Tolimán, y cinco delegaciones de San Pablo, San Miguel, Casa Viejas, Higueras y San Antonio de la Cal, con un total de 62 comunidades, siendo 25 otomíes, con la siguiente distribución. 11 12 13 14

San Pedro Ocopetatillo, Plan, 2005. Datos tomados de <http://toliman.gob.mx>. INEGI, Censo, 2010. Enciclopedia, Querétaro, 2005.

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San Pedro Tolimán, centro de mayor concentración humana, está conformado por los barrios La Loma, El Molino, El Tequesquite (Chalmita), Eucaliptos y Horno de Cal, asimismo por comunidades El Granjeno, Casas Viejas y las subdelegaciones de Rancho Viejo, La Cañada, Guadalupe, El Chilar, Crucitas, Carrizalillo, La Vereda, El Manantial, Adjuntillas, Las Moras, La Matamba, El Jabalí, Derramadero, Ojo de Agua, Corralitos, Puerto Blanco, Zapote, Los Uribe, y las poblaciones indígenas de Sabino de San Ambrosio, Maguey Manso, Mesa de Ramírez, Culantrillo, Puerto Blanco, El Madroño, Cerrito Parado y Casablanca, de la que dependen los barrios Los González, El Tule y El Shaminal.15 Todas las comunidades tienen una autoridad local, delegado o subdelegado municipal, que tiene a su cargo la administración y vigilancia de los trabajos de interés para la colectividad. El trabajo comunal, o faena, consiste en la participación obligatoria de los hombres adultos de la comunidad y los jóvenes que estén casados. La cooperación en trabajo se da en muchos sentidos: para la construcción de una casa, para levantar la cosecha, para la preparación de una boda o la de un velorio, para el desempeño de los cargos en las fiestas patronales u otras ceremonias, en la reparación de escuelas, iglesia, caminos 15 Castillo, Persistencia, 2000.

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Tolimán, Querétaro.

o capillas familiares, y las mujeres colaboran preparando los alimentos para quienes participan en la faena. No es un trabajo asalariado sino comunitario. Tolimán es un lugar muy colonial, ya que cuenta con una plaza principal, el templo, el atrio, el cementerio y las casonas. Tolimán presenta un paisaje bastante irregular, su suelo es montañoso y cuenta con los cerros Banderillo, Boludo, La Muñeca y Ronquillo, además de los cerros El Cantón, El chivato, La Mula, Tesi, Sacamecates, La Joya y El Carricito, entre otros. Los suelos se han derivado de rocas sedimentarias, fundamentalmente calizas, con abundancia de laderas y pendientes; sus suelos con capa menor de 10 cm de profundidad, que descansan sobre extracto rocoso con altas cantidades de calcio y magnesio poco recomendable para uso agrícola, debido también a su gran cantidad de inclinaciones con riesgos de erosión. Los terrenos cultivables se localizan en las partes bajas a las márgenes de los arroyos. La vegetación es variada. Hay regiones de bosques de pino y encino, otras con chaparral espinoso como huizache, huajillo, tepehuaje, patol y cactus como nopal y pitahaya. Hay plantas de tipo tropical donde la lluvia es intensa. La lluvia

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en el estado es insuficiente y variable, lo que no permite una agricultura de temporal regular y próspero. El clima predominante en la parte media del territorio del municipio, que es la región donde se concentra el mayor número de habitantes, es seco, del subtipo seco semicálido, con lluvias en verano y de escaso porcentaje. Respecto a la fauna, las especies existentes dentro del municipio de Tolimán son venado, coyote, armadillo, liebre, conejo, ardilla, tejón y zorrillo, entre los mamíferos. Gavilán, cuervo, zopilote, urraca, pájaro carpintero, colibrí, paloma, golondrina y gorrión, entre otras aves. Alicante, víbora de cascabel, coralillo, lagartija, rana, sapo y tortuga se cuentan entre los reptiles. Hormigas, abejas, avispas, jicotes, tantarrias, escarabajos, alacranes y mayates, entre otros muchos insectos.16 En Tolimán se desarrolla una importante zona donde se produce aguacate, guayaba, lima, limón, granada, durazno, naranja, nuez, higo y nopal tunero. En el cerro se producen las biznagas, los garambullos, los huamiches, los chilitos, las chupanitas, mezquites y tunas. Existen recursos minerales metálicos y no metálicos con baja concentración. Se explotan a baja escala el ónix, la bentonita, la cantera, la amatista, la cal, el mármol y el granito. En general, la escasez de corrientes superficiales de agua ha provocado la mala calidad de suelo que no permite incorporarlos a la producción pues se obtienen bajos rendimientos. Los terrenos, aunque no son de vocación agrícola, pueden ser aptos para el ganado. El calendario de fiestas y celebraciones es muy abundante y vasto. Las fiestas en Tolimán son alegres y bulliciosas; otras solemnes y protocolarias. Es una costumbre muy común el prometer o pagar “mandas” al santo de su devoción. Consiste en que las personas se obligan a cumplir con algunas de las actividades de la celebración, como dar de comer a los danzantes, pagar la música de viento o costear los juegos pirotécnicos. 16 Ibid.

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Las fiestas principales del municipio de Tolimán son: la del 29 de junio de San Pedro, la del 1 de enero en San Pablo en honor al “Divino Salvador”, la del 13 de junio que se celebra el día de San Antonio de la Cal en la localidad del mismo nombre y la del 29 de septiembre día de San Miguel; aunque los preparativos empiezan desde julio con grandes comidas al son de las danzas, rezos y velaciones. El día 27 de septiembre se cambia el enorme Chimal confeccionado a base de cucharilla y bellamente decorado con flores, panes, frutos, etc. El día de San Miguel se hacen las confirmaciones por mano del señor obispo. Acuden personas de todos los lugares cercanos; grupos de danzantes bailan día y noche; se instalan puestos de comida y mercancía, y hay baile y juegos pirotécnicos. Las artesanías17 que se elaboran en el municipio son de gran calidad y se ha demostrado una gran dedicación a ella, principalmente por parte de la mujer, quien es la principal protagonista; dedicando gran parte de su tiempo a elaborar prendas de mantelería, vestidos, trajes típicos e inclusive a tallar y tejer vara y carrizo. Actualmente las comunidades donde mayormente se realiza este tipo de trabajos son: Mesa de Ramírez, artesanía de randa, burgalesa, gancho y deshilado en mantelería; Bomintzá y Casa Blanca donde, aparte de la mantelería de deshilado, trabajan también la carpintería rústica; en las localidades de San Antonio de la Cal, San Miguel, Rancho de Guadalupe, Carrizalillo y El Molino trabajan principalmente el tejido de la vara de sauz y de carrizo; mientras que en Horno de Cal y Tierra Volteada se trabajan el traje típico; en El Chilar se trabaja la elaboración de reatas de charrería y jorongos. El platillo típico del municipio son los garbanzos estilo Tolimán. En las festividades donde intervienen las danzas, se acostumbra ofrecer comida a los asistentes, principalmente chocolate y pan de pulque, mole de guajolote y garbanzos.

17 Tomado de < http://www.queretaro.travel>.

18 Tomado de <http://www.cdi.gob.mx/>.

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En esta región encontramos a indígenas otomíes,18 de los cuales se dice que fueron los primeros pobladores del centro. En el estado de Querétaro, los otomíes se encuentran incorporados a la vida social en los municipios de Amealco, Cadereyta de Montes, Ezequiel Montes y Tolimán. Con grandes inconvenientes todavía conservan parte de sus costumbres, tradiciones y lenguaje, y han librado una tenaz lucha para preservar su identidad cultural. Actualmente el idioma otomí mezclado con castellano se habla en algunas localidades del municipio de Tolimán como San Miguel, Casas Viejas, El Molino, Casa Blanca, El Tule y Bomintzá. Los jóvenes son los que muestran menos interés por esta lengua, ya que no les interesa aprenderlo, aunque entienden lo que sus padres y abuelos hablan en otomí, ellos ya no lo hablan. Lo que sí se ha perdido en su mayoría es la vestimenta tradicional, ya que no es nada común ver a una persona portando su traje tradicional, aunque algunos lo tienen sólo lo usan en situaciones especiales, como en la fiesta del pueblo.

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11. género y subjetividad

L

a subjetividad forma parte de la identidad y de los afectos que la sociedad demanda que cumplan los individuos hombres o mujeres. Así, la subjetividad conforma los sentires, afectos, creencias y cogniciones en torno al grupo al que pertenece, cambios que se van gestando desde que la mujer hace más visible su participación social pública. De esta manera, Lagarde menciona que “los cambios ocurridos en la feminidad han generado la expresión en el sentido común del miedo, miedos colectivos e individuales a que los cambios en la feminidad y la presión para que ocurran en la masculinidad, signifiquen la pérdida de la feminidad y masculinidad”.19 Mujer mazateca 4: [Mi hermano] está acostumbrado a las labores domésticas, trabaja de 3 a 8 de la noche en el COBAO [Colegio de Bachilleres Oaxaqueño], juega pinta con las niñas, hace la comida, las baña y se entrega a ellas, es muy pacífico, no tienen problemas, quedaron en un acuerdo de apoyarlos, [la mamá] se fue por dos años. Se comunican por teléfono. Hombre mazateco 1: Desde los niños la educación se ve y sale de su casa y hay respeto se habla un 80% de mazateco lo demás hablan español.

19 Lagarde, Cautiverios, 2006, p. 799.

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Ello conlleva que las emociones no sólo estén presentes en la formación de personalidades y afrontamientos de los individuos en la cultura, sino que al generar cambios en sus experiencias y compartirlos, se generan cambios en los géneros hombre y mujer y, por ende, en las relaciones entre ambos. En el mundo indígena estos cambios son a marchas forzadas debido a que se permite que estudien, trabajen y colaboren con el gasto, pero sin descuidar sus papeles principales.20 Mujer otomí 5: [Me siento] como que […], cansada, enojada, a veces como triste, no tengo ni que darle a mis hijos, no sé cómo vamos a comprarle la comida o que voy hacer, pensar que vamos hacer o que vamos a comer. Mujer otomí 4: A veces es muy difícil por los problemas, llego a sentir desesperación [le hubiera gustado seguir estudiando], el otomí, lo hablo con señoras que lo hablan, se lo enseño a mis hijos, me entienden en los idiomas, nos sentimos más. Lagarde menciona que estos movimientos implican el “desarrollo de nuevas subjetividades, que incluyen comportamientos y mentalidades producto de la contradicción entre sus adscripciones reales y su deseo de pertenencia a otras definiciones”,21 pero de una u otra manera las mujeres y hombres logran empezar a moverse y con ello a generar cambios, los cuales surgen a partir del reconocimiento, primero, de que son seres con pensamientos y sentimientos individuales y, después, impuestos por el grupo. Con respecto a la pertenencia a la etnia comentan: Hombre mazateco 2: Hay buenos comentarios hacia un mazateco, actualmente ya sabe que en la ciudad cuando llegaba uno decían hay miren a ese naco; actualmente ya está cambiando todo. 20 Mena, “Relación”, 2011, p. 4. 21 Lagarde, Cautiverios, 2006, p. 822.

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Mujer mazateca 11: [No hablar el mazateco] es desesperante, porque no lo aprendí desde chiquita. En el trabajo llegan señores que hablan mazateco y le pregunto a otras personas para que me digan que dice. Es decir, se requiere que reconozcan su pensar y sentir, para nombrar y construir su subjetividad personal que puede ser opuesto al sentir del sistema patriarcal impuesto, incluso similar, porque de ahí aprendieron; pero la diferencia en ese reconocimiento está en la apropiación de ese pensar y sentir propio, aislado del pensar y sentir que denota de antemano asimetría con su sociedad, el reconocimiento de esa individualidad conlleva el apropiarse de su ser, quedarse y aceptarse con lo que son, aun en convivencia en un mundo de diferencias, lo que las haría más fuertes es su propia valoración positiva que fortalezca su subjetividad y de antemano modifique su identidad social. Mujer mazateca 20: La mujer trabaja en la casa y en el campo, es pesado para la mujer, tiene que dejar a sus hijos para irse a trabajar, dejarles lo que iban a comer en el día, era difícil, a veces me daba tristeza porque si estuviera su papá no estaría uno trabajando, estuvo difícil y ahora ya todos están grandes. De ahí que se apropien de su autonomía para sentirse mujeres completas con identidad propia e independiente y con poder de decisión propio, no delegado por el otro –el masculino hombre, grupo, sociedad patriarcal–, que impone y denota incompletud, y sólo es alguien cuando se simbiotiza con él. Necesariamente cada mujer tiene que vivir la confrontación con su realidad simbiotizada, para apropiarse de esa otra realidad en la que ella crea, define, decide y aunque caiga en el miedo de la incertidumbre y lo desconocido confía y tiene fe en que lo que viva será mejor que esa doble sumisión –por su raza y su género. Es en ese momento puede decirse que empieza a vivir su autorrealización. Mujer mazateca 6: Tardé 5 años en tener bebé, tenía muchos problemas con mi suegra me decía que era una mujer estéril y mis hermanas me curaron en Puebla, toda mi familia está en Puebla, lloré mucho, soy católica tuve mucha fe en Jesucristo y a la virgen de Guadalupe, que me regalara un hijo, muchas mujeres los abor-

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tan, hasta ahí, ya no quiero más niños, no estoy operada. Fueron cesáreas, cuando me curaron me dijeron que querían que me muriera, que me volviera loca, me decían de cosas; que su hijo no me quería, que tenía otra mujer […] me dio mucho coraje y de tanto coraje le pegué y tenemos muchos problemas por mi suegra; a veces toma me dice de cosas, me empieza a provocar, ese es el miedo que tengo, porque digo qué voy hacer. Como parte de esa subjetividad están los conocimientos de saberse productoras y reproductoras de lo que es ser mujer, aunado a las emociones vivenciadas en cada experiencia de su vida para reconocer los papeles a cumplir. La mujer puede reconocer su papel en la interacción; en consecuencia, el hombre se ve obligado a moverse, no se sabe bien a dónde o con qué rumbo, pero se rompe la seguridad de lo conocido y de lo que debe ser, las relaciones genéricas en la convivencia empiezan a arriesgarse, incluso en los grupos étnicos que pueden considerarse más tradicionales. Por lo tanto la apropiación del cuerpo y su subjetividad conlleva “la creación de nuevas identidades que tiene como espacio privilegiado el cuerpo, se requiere la apropiación corporal y subjetiva integrado en la identidad para realizar lo erótico, intelectual, social, laboral, estético, afectivo, político de la propia mujer, a través del trabajo, la sabiduría, la relación con los otros, el erotismo y la creación diversa”.22 Son estos elementos que se viven sin culpa, cuando la mujer logre transgredir la línea entre lo que se espera de ella y lo que ella desea para sí. Se enfrentaría a su propia internalización como los grupos étnicos de su devaluación y culpa, de vivir en vergüenza por considerarse inferior, de estar en culpa por su origen étnico, con una identidad que requiere ser valorada tanto en lo individual como en lo étnico, eso constituiría la voluntad de generar un cambio genérico. “Es a partir de la vivencia de una subjetividad laica, donde las mujeres vivan su afectividad, intuición, inteligencia y sus capacidades racionales, para contrarrestar el poder, a partir de la defensa y acción constructiva que venza la impotencia aprendida e impulse a las mujeres a actuar para sí mismas”.23 22 Ibid. p. 825. 23 Ibid. p. 828.

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Hombre otomí.

Hombre otomí 1: Como joven hay veces que nada más utiliza a la mujer, pero uno, no sabe que pueda suceder, el día de mañana si le va bien o mal por equis motivo; hay veces se nos atraviesan muchas complicaciones sobre el alcohol, el tabaco, pues; andar de parrandero o andar de mujeriego, eso no nos lleva a nada bueno eso nos lleva a la quiebra la participación del matrimonio de la familia. Mujer otomí 6: Uno como mujer no se da los gustos que uno quisiera, porque dice uno primero está mi hijo, luego mi hijo, después mi hijo y más adelante mi hijo, yo digo que no, el dinero que uno como mujer tiene, o llegara a aportar de la mujer se lo quedaría, como mujer necesitamos muchas cosa. Sin dejar de lado a los hombres, quienes también viven una subjetividad reprimida debido a que se actúa como se espera de ellos. No sentir, no expresar lo que se siente; son prohibición para ambos géneros en mestizos, ¿qué hacen los grupos étnicos?: apegarse a la prohibición.

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Mujer mazateca 12: Fue difícil porque me chantajeaba, yo tomé la decisión solita, [de dejarlo] les digo a mis hijos que no les voy a prohibir hablar con su papá, si él los apoya qué bueno, los hijos agarran el rencor hacia uno, para expresar los afectos, es lo mismo hombre y mujer, los mismos sentimientos que una mujer. Hombre mazateco 4: Sí, se siente extraño cuando salgo, no me siento como en casa, la gente no entiende a uno […] a veces tenemos rose con la gente de gobierno no todos y dicen espérate ¿sí?, sí porque saben que venimos de una etnia o de un lugar de la sierra. La gente que es muy sincera, si uno le extiende la mano y si uno lo trata con respeto ellos tratan con respeto como yo trato a la gente ellos me tratan. Se puede decir que en lo subjetivo los hombres y mujeres actúan según los papeles asignados. Burín24 habla de que “para los varones, el poder racional y poder económico; para las mujeres, el poder de los afectos. Esta distribución de áreas de poder entre los géneros femenino y masculino han tenido efectos de largo alcance sobre la salud mental de varones y mujeres”. Hombre 5 mazateco: Se le permite a la mujer participar en las reuniones pero nunca han desempeñado cargos, ahorita empiezan en las escuelas ya participan como comité, ya hay mujeres anteriormente no las tomaban en cuenta y antes las hacían de menos la mujer tenía que estar en la casa. En el caso de la mujer se determinaban papeles a desempeñar, por ejemplo: “para el rol de esposa, la docilidad, la comprensión, la generosidad; para el rol maternal, la amorosidad, el altruísmo, la capacidad de contención emocional; para el rol de ama de casa, la disposición sumisa para servir (servilismo), la receptividad, y ciertos modos inhibidos, controlables y aceptables de agresividad y de dominación para el manejo de la vida doméstica”.25 24 Burín, Género, 1996. 25 Ibid.

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Mujeres otomíes.

En este sentido en el caso de las mazatecas se muestran más apegadas a estos papeles, mientras que las otomíes, se encuentran en un punto en el que a pesar de estar casadas están solas debido a que sus maridos trabajan en la ciudad de Querétaro o Estados Unidos y por lo tanto su generosidad, comprensión, maternidad, puede ocasionarles desesperación, tristeza entre otras emociones debido a que se encuentran solas, mientras que las mazatecas se encuentran con sus esposos presentes y no viven tanto esas emociones. Tanto las mujeres otomíes como las mazatecas llevan a cabo las responsabilidades domésticas en la Sierra Gorda y en la sierra mazateca. Esto se debe a que en las ubicaciones de las comunidades más internadas y de difícil acceso la mayoría de mujeres sólo cumplen esas responsabilidades, mientras que las zonas mazatecas y otomíes ubicadas en áreas de paso y mayor comunicación padecen estrés laboral porque trabajan en negocios particulares. Esto ocurre en San Jerónimo Tecoatl, zona mazateca, y en Tolimán, Querétaro, zona otomí.

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Mujer 1 otomí: Mi esposo casi no está aquí, llega los días sábados y los lunes se va, y ya se queda de velador en Querétaro, viene cada mes o voy a Querétaro por dinero, yo estoy más con ellos [los hijos]. Mujer 3 otomí: Luego hay trabajo en la carretera a acarrear piedra, pico, muchas mujeres entran a trabaja quisiéramos tener trabajo en el campo aunque sea 100 pesos al día, eso es bueno para apoyarnos, porque luego no hay trabajo, las cosas están muy caras y tenemos a nuestros hijos estudiando, hay que comprar uniformes, dar cooperaciones, para sus gastos que estudian, darles de comer o quieren algo, no hay trabajo, solo de temporada. Burín Mabel menciona que “en los vínculos humanos con predominio de la afectividad, con relaciones de intimidad, con el acento puesto en las emociones cálidas (ternura, cariño, odio, etc.) estaría en contraposición con el mundo del trabajo masculino, donde los vínculos humanos se caracterizarían por un máximo de racionalidad, y con afectos puestos en juego mediante emociones frías (distancia afectiva, indiferencia, etc.)”26 Este tipo de caracterología que describe la autora marca las diversas formas de comportamiento que se espera que las mujeres y hombres cumplan. En el caso mazateco y otomí, según su preparación, siendo profesionistas los niveles de exigencias se centran en lo masculino para demostrar su valía, de ahí la discriminación que las personas de ambas etnias pueden mostrar a sus iguales. A lo anterior se aúna el proceso histórico de conquista dónde se aboga más a las emociones frías. Hombre otomí 5: Hay que trabajar diario para poder mantenerlos [a los hijos] no me alcanza y de comer pues más o menos el saldo que gano no es suficiente me siento mal porque a veces no les puedo ayudar hacer su tarea, no estar ahí con ellos para platicar. 26 Ibid.

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Los datos reales muestran a la salud mental como parte de esa subjetividad. La Organización Panamericana de la Salud (OPS)27 ofrece datos sobre comunidades indígenas en pobreza extrema y salud mental; en “México: 487 municipios donde más del 70% de su población es indígena son considerados como de alta y muy alta marginación”. Por su parte, Carlos Zolla Luque, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista sobre temas de salud pública, menciona que en 2008 un gran problema de los pueblos indígenas era la salud mental, lo que les genera una angustia constante: [debido a que existe] un elevado número de indígenas que presentan estrés, por desempleo, por el futuro de las cosechas, y los conflictos por tierras, la violencia familiar y la migración, asimismo hay un gran déficit en el área indígena que tiene que ver con el área de la salud mental. Hay información de Oaxaca, Puebla y Veracruz donde mixtecos, mixes, zapotecos, y gente de otras etnias viven en estrés constante. Lo que difiere a sustos típicos del campo: se te cruzó la víbora, el toro que se salió del corral, pero ahora han aparecido otras problemáticas como la violencia, los del ejército, los de la policía, los narcos.28 Hombre otomí 10: Unas duras otras bajas o sea que sí, no las hemos visto difícil, a veces sí sale a veces no y así andamos. Hombre otomí 8: De jornalero aquí en el campo tengo 15 años, ya no puedo trabajar fueras; me enfermé y ya no puedo levantar cosas por que andaba de ayudante. Me las vi duras para mantenerlos a todos si todavía tengo que mantener imagínate todavía tengo cuatro en la familia. Así, la subjetividad con los afectos y la identidad asumida, permea en el diario vivir, y los afectos sentidos se refieren a esa constante inseguridad con la realidad, donde hombres y mujeres se ven afectados y se refuerza el papel que 27 Datos tomados de <http://www.yosoymadresoltera.com/salud-mental-de-la-poblacion-indigena-de-

mexico/>. 28 Zolla, “Programa”, 2009.

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Taller para personas de “la tercera edad”, San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

hombres y mujeres deben desempeñar en el mantenimiento de la tradición y la historia. La importancia de la confrontación con la realidad que plantea el humanismo y el género implica incorporar mecanismos de reflexión que contribuyan a establecer condiciones equitativas y a fomentar valores que erradiquen prácticas cotidianas de discriminación infundadas a partir del sexo; permitirá que hombres y mujeres puedan aspirar a mejores oportunidades de desarrollo y despliegue de todas sus potencialidades. Hombre mazateco 3: Aquí es difícil para ganar; a veces en el campo echándole abono a la milpa ganamos 60 pesos todo el día y no alcanza por que 30 pesos para en la tarde y los otros 30 para la comida y no sale hay que trabajar […] la gente se acostumbra porque dan dinero de Oportunidades nada más se esperan en vez de que trabajen o hagan algo para que no se pierda la costumbre porque cada año es la cosecha de maíz, frijol y café todo eso.

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Al estudiar la subjetividad de un grupo étnico se aspira a “desmontar la estructura de la concepción del mundo y de la propia subjetividad”.29 La subjetividad es la síntesis individual de su experiencia social, de vida, de cultura y tiene definiciones de género. La subjetividad es el conjunto de formas de pensar sobre el contenido, de sentir el mundo, es la afectividad y son los afectos; tienen, además la dimensión de la identidad. Pensamiento, afectividad e identidad eso es la subjetividad y tiene impronta de género. La identidad de género abarca mucho espacio de la identidad personal.30 Mujer otomí 8: [Si sale a trabajar hay culpa] si me dedico a salir, me voy a olvidar de ellos, y van a pensar que no les voy a dar consejo, ayudar a cómo salir adelante o ayudarles a hacer la tarea, él pone el gasto (dinero), yo decido que voy a comprar, nosotros somos responsables de lo que necesitamos, de lo que queremos comprar, [en reuniones] tengo que participar yo, le digo de que trato,Yo decido, [como cuidarme de los hijos] él no hace preguntas, soy feliz de tener a mis hijos, educarlos y tener una familia bien. Queda la interrogante de si es lo que la sociedad espera de ella, o sólo en esa parte de su ser mujer es feliz, ya que la subjetividad individual y social se construye en “la interrelación entre el hombre y su contexto social y natural, en el marco de su actividad cotidiana”.31 Es un producto histórico-cultural; la producción cultural (ideológica, espiritual y material) constituye el conjunto de prácticas, tradiciones, creencias, valores, sentimientos, estereotipos y representaciones, etc., que forman el sustrato de la subjetividad social, en el que la formación del sentido común cotidiano, las manifestaciones del inconsciente colectivo y la intencionalidad reflexiva de los sujetos sociales se expresan en los grados de autorrepresión o autonomía social que posibilita el contexto.32

29 Lagarde, Género, 2001, p. 19. 30 Lagarde, Multidimensionalidad, 1996, p. 67. 31 D´Angelo, Subjetividad, 2004. 32 Ibid., p.3.

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Hombre mazateco 11: Yo a mis hijos les inculco que hablen el mazateco hora, sí que lo entienden, pero no lo saben hablar […] yo me siento orgulloso, no me da vergüenza, ahora en la actualidad es un orgullo hablar mazateco; mmm aquí la gente es muy, es envidiosos, si no que tienen esto, tienen el otro, entre personas hay riñas ¿no? hay que cambiarlo todo. Por lo anterior, la subjetividad en la ciencia siempre ha ocasionado conflicto, ya que se contrapone a la objetividad, la subjetividad es una construcción histórico-cultural; es la capacidad de expresión para dar a la realidad sentido; es una de las dimensiones de la cultura, aunados a los estilos de vida manifestados a través de la interacción social que conllevan signos, símbolos y significados específicos. La importancia de la subjetividad radica en la experiencia individual-personal, que se da a lo que se experimenta en el sentir y el pensar, aunado a lo que se ve reforzado por la convivencia con los otros a partir de la interacción. Mujer mazateca 10: Tengo que hacerlo, no es que me guste o no me guste, tengo que hacer mi quehacer, es algo cansado, pero se acostumbra uno cuando uno está acostumbrado al trabajo ya no se siente pesado tanto, cuando yo estaba en México trabajaba iba a dejar a los niños a la escuela, los iba a recoger, lavaba ajeno, hacia la comida, se va uno acostumbrando. A la fecha me gusta ser así, la gente calmada no. Mujer mazateca 12: Si les afecta porque uno, ya no está con ellos y ellos lo necesitan no es por gusto es por necesidad tengo que salir a buscarle, su papá no me apoya en nada […] les digo a mis hijos que no les voy a prohibir hablar con su papá, si él los apoya que bueno, los hijos agarran el rencor hacia uno, es lo mismo hombre y mujer, los mismos sentimientos que una mujer. Parece importante rescatar “el planteamiento de la vida cotidiana es un sistema integrado por el conjunto de actividades vitales que deben repetirse diariamente para la satisfacción de necesidades biológicas, psicológicas y sociales de la vida mis-

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Mujer en “el taller de identidad y género” en San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

ma […] determina, lo que puede estarse expresando al nivel de la subjetividad, en el sentir y el pensar individual y social, […] integrantes de nuestras diversas y múltiples identidades culturales”.33 Lo anterior representa que la vida cotidiana se permea por emociones, las cuales son minimizadas; debido a la costumbre y educación cultural donde estos aspectos carecen de importancia; sin embargo, los géneros denotan formas de comportamiento específicas y al adentrarse en las historias personales o individuales los beneficiarios se enfrentan a aceptar las emociones reprimidas por años de hechos aparentemente superados. En lo emocional y comunitario, los niños, mujeres y jóvenes aprenden a ser hombres y mujeres desde la concepción mazateca y otomí, donde las emocio33 Ibid., p. 12.

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nes expresadas no tienen cabida, son sentidas y no manifestadas. Esa subjetividad no expresada evita el despliegue de todas las potencialidades. Mujer mazateca 20: La mujer trabaja en la casa y en el campo, es pesado para la mujer, tiene que dejar a sus hijos para irse a trabajar, dejarles lo que iban a comer en el día, era difícil, a veces le daba tristeza porque si estuviera su papá, no estaría uno trabajando, estuvo difícil y ahora ya todos están grandes. Mujer otomí 6: Yo viví golpes, y golpes muy fuertes, yo vi cómo le pegaban a mi mamá, cómo le aventaban el agua caliente en la espalda, y es inexplicable lo que uno siente. Aunado a que las intervenciones en México en cuanto a la salud mental resulta que “los programas operan desde el enfoque asistencial, ya que informan a la población sobre los diversos temas de salud, más que promover su participación en la toma de decisiones respecto del proceso de salud-enfermedad […] los programas están sujetos a tiempos establecidos para ponerlos en marcha.34 Si como ONG estamos supeditadas a los tiempos de intervención que las instituciones nos exigen, entonces nuestras intervenciones resultan ser carentes de impactos verdaderos, debido a que la apatía de los beneficiarios –siendo producto del sistema económico que impera donde no hay interés por participar, debido a que se vive en un estado anímico donde faltan afectos y donde pasión obra igual que “el instinto de muerte” de Freud–35 consiste en una gradual falta de participación hasta que llega uno a sentir que la vida misma pierde toda significación. De ahí que el trabajo con la subjetividad de las personas y grupos conlleva desconfianza, ya que más que querer saber cómo mejorar su condición personal, las personas esperan siempre más y mejor asistencia, sin tener que comprometerse en nada excepto para recibir cosas materiales que el propio Estado 34 Mora-Ríos y Flores Palacios, Intervención, 2010, p. 359. 35 May, Amor, 2000, p. 30.

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ha propiciado viendo a los indígenas no como personas sino como víctimas. Por esta razón la gente está acostumbrada a los paliativos, sin seguimientos ni prevención. Ya que por mucho que las ONG quieran dar seguimiento no se garantiza una intervención continua. La intervención desde la óptica subjetiva, donde se asume que “hombres y mujeres requieren acceso a recursos y decisiones marcados por sus estilos de vida enmarcados por los sistemas de género”36 orientan hacia una transformación personal y social participativa. A lo anterior se une el concepto de autoestima en las comunidades indígenas, la cual es baja debido a que hay insatisfacción de necesidades básicas las que se agravan debido al aumento de las mismas que son impuestas por un mundo capitalista, lo que genera mayor segregación, discriminación y asumir pereza para transformar su entorno. Al respecto, Acosta menciona que “no se reportan estudios acerca de la autoestima de pueblos indígenas o personas que viven en pobreza, tener la autoestima baja significa tener alterado el funcionamiento de la mente para dominar el miedo y aceptar el derecho a la felicidad”.37 A continuación se aborda cada uno de los indicadores que se analizaron con respecto al género, en la construcción de la subjetividad y expresión de los mazatecos y otomíes. Estos indicadores son; poder, cuerpo, sexualidad, reproducción, trabajo y por último autorrealización. PODER En el género, el poder se relaciona con las instituciones ajenas a los grupos étnicos, los cuales se ven en desventaja por ser considerados y asumirse como inferiores. Esta inferioridad obedece al papel que se cubre con respecto a las asimetrías identitarias por la pertenencia a un grupo que se asume como superior u otro que se asume como inferior.38 Al respecto, Carmen Ramos señala que “una diferenciación entre los géneros legitima diferencias de poder, la organización social del prestigio afecta a las nociones culturales de género y sexualidad, el 36 Szasz, citada en Mora y Flores, Intervención, 2010, p. 365. 37 Acosta, Autoestima, 2011. 38 Véase identidad y asimetrías culturales en Mena, “Relación”, 2011, p. 23.

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sistema de género es una estructura de prestigio”.39 El ejercicio de poder incluso entre personas del mismo sexo o de la misma etnia sigue el mismo patrón. Hombre 8, vive con mazatecos: Bueno no he asistido a ninguna reunión que hacen, lo que lo aquí llaman la faena; los tequios a esos si he asistido a reuniones que digan opinión no he asistido, porque todavía no me nacionalizo y la gente aquí es muy especial, ¿no? si opinas tú, ni te toma en cuenta mejor dejo que vaya mi esposa o mi suegra mis cuñados que nos platiquen a nosotros y ya se toma una decisión, las decisiones finalmente las hago yo a veces, regularmente no. Hombre otomí 7: Está abierto el espacio a lo mejor vemos en las escuela hay maestros maestras en el personal del ayuntamiento también vemos ambos géneros en donde si no lo vemos es que una mujer contuviera un puesto público como que yo siento que la gente todavía está muy arraigada en ser machista. El ordenamiento jerárquico hace referencia al ejercicio del poder, se obedece preponderantemente a la cultura y la tradición de las etnias, las cuales se rigen bajo una estructura de poder y prestigio del sistema patriarcal tradicional. La teoría del género plantea relaciones asimétricas en el ejercicio del poder, a esto se unen la repetición de patrones, donde se ejerce la discriminación a los que no son originarios de la etnia: “los comportamientos, las actitudes, las maneras de actuar y de relacionarse y por el conjunto de cosas que esa persona puede o no hacer, decir, pensar; los límites impuestos a su ser en el mundo por esa construcción que es el género, es una construcción simbólica y contiene el conjunto de atributos asignados a las personas a partir del sexo”.40 En los grupos étnicos la raza y el género se construyen también por las determinaciones del cuerpo y las atribuciones sociales, psicológicas y económicas. Como se ha visto, el poder se ejerce por el juicio que se establece de la apariencia, y se espera un comportamiento determinado por ese factor, fundamentado en los prejuicios o estereotipos. A esto se aúna que la forma 39 Ramos, Género, 1991, pp. 11-26. 40 Lagarde, Género, 2001, p. 27.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller de autoestima” en San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

de ejercer el poder para ellos implica ejercer modelos tradicionales de desarrollo que utilizan como modelo los sistemas sociales preestablecidos por el sistema patriarcal, en relación con el ámbito “masculino”. Esto propicia que se refuercen los papeles tradicionales, por lo que al identificar problemas estos se fundamentan en la inequidad, dados por las relaciones de poder desigual entre los géneros. Al respecto GEM menciona que “las relaciones de poder entre los géneros expresan también las formas de la desigualdad social y están articuladas con otras variables de clase social, etnia, generación o raza. Esta situación alude no sólo a las prácticas sociales macro como la estructura política sino a la esfera de la vida cotidiana, de la subjetividad, del espacio doméstico, del hogar”.41 El sistema indígena toma en cuenta a la mujer, quien participa a través del hombre, pero nunca lo hace directamente a menos que posea estudios y li41 GEM, “Módulo”, documento de trabajo interno, s. a., p. 6.

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Género y Introducción subjetividad

“Taller de emociones” en San Pedro Ocopetatillo, Oaxaca.

derazgo. El simbolismo y las formas de asumir el poder se atribuyen primero al género, en el caso de la comunidad, debido a que sólo los hombres pueden asumir cargos públicos; hay mujeres con estudios que también los adquieren pero siguen siendo las menos, y estas son anuladas debido a que la mayoría sigue siendo de hombres. Las mujeres mazatecas educan a los niños y niñas siguiendo el papel histórico para mantener la cultura, la cual no se funda solo en la lengua, el trabajo. El hombre sigue manteniendo su papel de jefatura, y es más visible, ellas lo reconocen a él, pero no reconocen el propio. Hombre mazateco 5: Ya empiezan a participar las mujeres aunque se cohíben o a veces porque no las dejan venir porque el esposo está trabajando y tienen que ir por los niños a la escuela y a veces lo siguen viendo mal porque la mujer está ahí, y quien va ir por los niños sigue siendo costumbre.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

El poder en las comunidades indígenas mazatecas, especialmente en el municipio de San Pedro Ocopetatillo, implica la invisibilidad de la mujer y el sometimiento de ésta a las decisiones de los hombres en la participación pública, a no ser que sea tomada en cuenta por los votos que puede proporcionar en comicios electorales. Mientras, en el municipio de San Jerónimo Tecoatl las mujeres toman mayor participación en lo público y se habla de que hay una mujer en el comité de bienes comunales, hecho que en otras épocas era imposible de verse o pensarse. Para las mujeres mazatecas y otomíes se reproducen las obligaciones de éstas en las que educan a los niños y niñas siguiendo el papel histórico para mantener la cultura, no sólo por medio de la lengua sino también en el trabajo que se organiza por género, con la diferencia de que la mujer aparte de ser reproductora, social y biológica, colabora en la economía del hogar; es decir, la mujer produce y el hombre sigue manteniendo su papel de jefatura, que también produce pero que es más visible. Ambos se trasmiten a la comunidad como el seno materno que sostiene y sustenta pero a cada uno en sus funciones. La mujer otomí –debido a lo agreste del terreno dónde se ubica–, tiene más claridad de su apoyo en la economía familiar, debido a que los esposos trabajan fuera. Mujer otomí 1: Yo tejía hasta la una o dos de la mañana para poderles dar más a mi familia, tejía deshilado o de gancho, servilletas y manteles grandes, luego me enfermé y me fui a trabajar en el campo, de mañana y de tarde llegaba a mi casa. Los niños se quedaban con su hermana la mayor y yo me iba a trabajar, para ayudarlos a sus estudios. CUERPO Y SEXUALIDAD Como ya se mencionó un componente que se analizó del género es el que propone GEM: “el control del cuerpo y la sexualidad se entretejen en esta dimensión para asignar a las mujeres un rol que nos discriminan en funciones no valoradas como las de ama de casa, madre y esposa que nos excluyen de la dimensión pú-

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Género y Introducción subjetividad

blica relegándonos al lugar de lo privado y lo doméstico donde las posibilidades de autorealización y producción de mercancía son menores. Mientras que los hombres se asumen en las actividades productivas y públicas en una sociedad que valora y privilegia la producción, el dinero, el poder, la libertad”.42 Partiendo de esta definición se pudo observar que las mujeres mazatecas dan por hecho su invalidez; cuando se les preguntó a qué se dedicaban y muchas siendo amas de casa comentaban “pues aquí al hogar”, mientras que las que tenían negocios no lo daban a notar tampoco. En este sentido aunque se posea la capacidad productiva de dinero, poder y libertad, lo que las coloca en un plano público por ser madres solteras, se asumen con el estigma de lo privado, no tiene tanto valor lo que hacen. Lo mismo ocurre en el caso otomí donde el trabajo de la mujer –a pesar de quedarse al frente de la familia y de trabajar la tierra, o quedarse al frente incluso del trabajo que el esposo realiza, o de hacer cosas extras como deshilado o costura– no lo reconocen como tal, ya que el ingreso es menor, pero siguen realizando las mismas funciones. Mujer otomí 2: No trabajo, nada más mi tejido, pero no sale mucho, viene una señora de Querétaro a dejarnos tejido, de gancho, cada mes; el dinero es para nuestras paletas, comprar fruta, cosa para la cocina, sólo estoy con mi mamá, somos tres mujeres. Viven su sexualidad a escondidas; los comentarios en torno al tema son nulos o concretos, la sexualidad la viven como algo que puede ser de intercambio de afectos, mientras que todavía hay mujeres mazatecas que lo viven como un suplicio y algo obligado donde sus sentimientos y pensamientos no son tomados en cuenta, excepto para satisfacción del hombre. Otras mencionaron que sus parejas estaban abiertas a recibir comentarios en cuanto a las expectativas del acto sexual. Lo anterior implica que el cuerpo y la sexualidad, en el caso mazateco, se tiene que vivir como algo obligatorio en el matrimonio para algunas, para las mujeres más jóvenes como algo que se puede disfrutar. 42 Ibid., p. 5.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

Sin embargo, no se puede vivir como un hecho individual que se mantenga al margen de las expectativas sociales, de ahí que “se desarrolla la autoidentidad primera ya definida como identidad de género. Nos cuesta separar el ‘yo’ del ‘yo mujer’ y en los hombres el ‘yo’ del ‘yo hombre’ con todo lo que esa caracterización signifique ser mujer o ser hombre”.43 Por lo tanto, pareciera que como seres humanos sexuados biológicamente –pero no del orden subjetivo en cuanto a pensamientos, sentimientos, afectos e identidad ya que tanto hombres como mujeres los experimentan– en torno al cuerpo poseído, a la vivencias y experiencias de la sexualidad parece que se tienen que cubrir exigencias tanto para el hombre como para la mujer. Esta última cubre expectativas en lo individual, las cuales van relacionadas con las de su familia o grupo doméstico, en el sentido de que efectivamente no separa su “YO” individual de su “YO MUJER”. Mujer otomí 1: Nunca hemos estado por obligación, pues así, sólo llega […] ¿no?; desde mi último hijo ya me operaron, sí he estado con mi esposo, sí me gusta, ya me operaron. Mujer otomí 5: La sexualidad es para disfrutar. A veces como obligada [su sentimiento es de que no le gusta mucho], no. En cuanto al amor y al placer que puedan experimentar con sus parejas, el cuerpo y la sexualidad de la mujer mazateca están supeditados al ejercicio de la libertad de su sexualidad, aunque no deja de verse como un acto sucio y necesario para complacer al hombre y propiciar la reproducción. En las entrevistas hubo manifestaciones de ver el acto sexual como no grato; cabe mencionar que este tipo de comentarios tienen que ver y rescatan mucho de la experiencia individual e historia de la cual resulta ser un tema intocable para las mismas.

43 Lagarde, Multidimensionalidad, 1996, p. 68.

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Género y Introducción subjetividad

“Taller de identidad y género” comunidad Cerrito Parado, Querétaro.

Mujer mazateca 13: Tengo que consultarlo con él, cuando estas en esa edad cuando dan las pláticas no pones atención y todo nos vale y cuando esta en esa situación ya lo tomas en cuenta, uno platica con la pareja, me dijo mejor cuídate, más como mujer hay que cuidarse más. Mujer mazateca 14: Las mujeres los hacen a un lado y los hombres tienen que cumplir; toda mujer tiene que sufrir de algo y la sexualidad, es para disfrutarse, pero una es educada para conservarte hasta el matrimonio. No quiere decir esto, que necesariamente tengan que andar divulgado sus historias personales y de vida a cualquier persona, simplemente este tipo de comentarios denotan que en las mujeres hay despersonalización, dolor e indiferencia ante sus propias historias individuales de vida. ¿Qué se puede hacer ante la insensibilidad de la propia vida?: se opta por seguir repitiendo valores o formas aprendidas de abuelas a hijas y a nietas, en este sentido, se pudo observar que las personas mazatecas se viven y conceptúan como “frías, distantes y se definen como relajistas”, esto con sus propias palabras.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

REPRODUCCIÓN La reproducción cultural subjetiva conlleva no sólo dictar formas de comportamiento para los papeles y géneros, sino que en el caso de San Jerónimo –al ser un municipio conformado con personas de diversos lugares de la república mexicana y al encontrarse en más contacto por estar a pie de carretera– se ve una inmersión y participación más pareja de hombres y mujeres en la reproducción y educación de hombres y mujeres, aunque el hombre sigue siendo minimizado e invisibilizado por la mujer, mientras que la mujer puede empezar a tomar más poder, lo que ha provocado ruptura del orden patriarcal de los géneros pero hay una tendencia a caer en el extremo opuesto, ya que suele ser más el poder que la mujer adquiere que termina por nulificar o invisibilizar al propio hombre, lo que va generando angustia en éste para saber las formas correctas de comportamiento, sin ser macho y sin ser mandilón, en el caso de ella sin ser hembrista y sin ser sumisa. Es una realidad que los géneros en el campo reciben las mismas influencias que los géneros en la ciudad, en el caso de San Pedro Ocopetatillo los géneros siguen cumpliendo los papeles estipulados de hombres trabajo, mujeres en la casa. En el caso de las mujeres otomíes sucede lo mismo, a diferencia de que los esposos pueden llegar con sus familias los fines de semana y en ocasiones apoyan en otras no. Mujer otomí 7: Se me hace difícil, a veces no sé cómo actuar en diferentes circunstancias que se me presentan, [hija] la chiquita como apenas está aprendiendo las letras, ella solita hace sus tareas y eso lo resiente [no está con ella] y yo no sé cómo […] Muy poco [apoyo del papá], por lo regular lo hago yo sola. Él aporta más dinero y el mío es complemento, yo le propuse que quería hacer algo porque nada más estaba en la casa, además si me daba tiempo, me organizo y me da tiempo de hacer otra cosa, él me apoyo con el capital (con el quehacer) a veces me apoya, cuando llega cansado no, pero a veces sí me ayuda a doblar la ropa, a tenderla, a planchar.

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Género y Introducción subjetividad

Con respecto a la reproducción, Calfio y Velasco mencionan que “son las mujeres quienes transmiten los saberes, las tradiciones, las formas de comportamiento, en definitiva la propia cultura. La educación indígena permite a los individuos convivir armónicamente dentro de la sociedad y su hábitat. Por un lado, cuando hay posibilidades de destinar recursos para la educación, éstos son dirigidos a los niños varones porque se tiene la imagen tradicional de que son ellos los que en el futuro establecerán las relaciones extra familiares en la comunidad o fuera de ésta y, por ello, deben contar con herramientas que les faciliten esa función”.44 Así, la transmisión y reproducción de la cultura en el caso mazateco y otomí, se fomenta más la educación de las mujeres en donde el pensamiento común era “que las niñas con que sepan leer y escribir ya es suficiente porque sus espacios se restringen sólo al ámbito hogareño y, desde esa perspectiva, se deben fomentar otro tipo de cualidades”.45 Mujer mazateca 5: El aseo de la casa, tengo que tener limpia la casa, hay mujeres que no atienden su casa, debemos tener limpia su casa aunque seamos pobres. Mis hijos no saben hablar mazateco, yo sí hablo mazateco, lo entiendo, lo hablo a las personas, es bonito, porque se va avergonzar. Antes no se iba al doctor cuando iba a nacer, solo con partera, no se puede cargar cosa pesadas, ahora puro doctor, pura cesárea, se cuida una misma, antes no se ocupaba pañal desechable ahora sí. TRABAJO Con respecto al trabajo en las comunidades, se ha influenciado mucho por el capitalismo, se ha abandonado el cultivo del campo aunque se sigue haciendo pero como actividad de autoconsumo. Al respecto GEM menciona que el género muestra sus diferencias con respecto al trabajo; “para las mujeres quedó la esfera del trabajo invisible, para los hombres el trabajo visible, productivo, y remunerado, ellos son excluidos de la realización de las labores domésticas y de 44 Declaraciones de la coordinadora de ONG de la Cuenca Alta del Río Samalá, Quetzaltenango, 1997,

citada por Calfio y Velasco, “Mujeres”, 2005. 45 Ibid.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Escuela para padres” Barrio el Rincón Chalma de San Pablo, Querétaro.

las responsabilidades de la crianza de los hijos. La división del trabajo especializó a los hombres concentrando en sus manos la creación del plusproducto [...] permitiéndoles dedicar todas sus fuerzas a la producción social y a la actividad pública. Así, el trabajo del hombre cristalizó en objetos y mercancías económicas y socialmente visibles. El trabajo femenino en el seno de la familia no producía directamente un plusproducto ni mercancía visible, permaneciendo invisible hasta nuestros días”.46 Hombre mazateco 12: Psss, claro uno tiene que sudar no para recoger la cosecha picar la tierra para sembrar el maíz, la cosecha, y cuando viene el café acarrear la carga despulgarlo, lavarlo, secarlo, es cuando se vende y ahí están los centavos [se acostumbre tomar licor de caña]) A los ayudantes ora si, no le voy a decir que soy perfecto de vez en cuando, cuando quiere el estómago entos si le pone una copita tanto los ayudantes también.

46 Larguia y Dumoulin, 1970, p. 12, en GEM, “Módulo”, documento interno de trabajo, s. a.

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Género y Introducción subjetividad

En el caso indígena, el trabajo quedó invisible ya que por ser un grupo excluido y marginado las actividades que tienen los hombres para desempeñarse se reducen a la migración y terciarización, aunque no dejan de ser los hombres los que ingresan dinero las mujeres también se han visto en la necesidad de apoyar económicamente al hogar en las actividades del campo, con el comercio o saliendo de empleadas domésticas a las ciudades. De ahí que en México y lo que motiva a las mujeres al trabajo remunerado más que la realización personal como se nos ha hecho creer es la urgencia de solventar necesidades familiares más que las personales, debido a que la creencia tradicional de que el marido mantiene, ha quedado en el pasado “valores de subcultura tradicional”,47 la procreación exige dedicación. Según Scott, se requiere tanto en el campo como en la ciudad “una visión que incluya el mercado de trabajo (un mercado de trabajo segregado por sexos forma parte del proceso de construcción del género)”48 en el que las mazatecas y otomíes se les tome en cuenta por lo que saben y hacen, no por el género, o la costumbre que conlleva en algunas ocasiones atentar contra la salud tanto en hombres como en mujeres, dado que en hombres mazatecos se consume mezcal como tradición para trabajar pero esta tradición eleva el alcoholismo, mientras que las mujeres no consumen pero físicamente se exponen al trabajo físico pesado de carga, lo que puede conllevar hernias. Mujer mazateca 7: Me toca vender el pan, como ellos se van al campo, el otro muchacho hacer viajes. Ellos se van al campo, no están en la casa, a qué hora van hacer el quehacer, yo me ayudaba con la costura y cuando no iba recogía leña, dos o tres viajes para pasarla, sembraba frijol y maíz para que comieran los hijos. En el trabajo la mujer sólo cumple con su labor y/u obligación no mezcla el consumo de alcohol como el hombre, su papel como en el de muchas ha sido cumplir en lo privado el papel que se le ha concedido. Se sabe por ejemplo 47 Elú, Trabajo, 1975, p. 120. 48 Scott, Género, 2010, pp. 23-25.

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“Taller de autoestima” Barrio el Molino, Querétaro.

que “los salarios para las trabajadoras indígenas son más bajos que para las no indígenas”.49 Muchas dependen de la decisión que el esposo tenga en torno a que trabaje o no. Aunque muchas de ellas son conscientes del dinero que hace falta para sostener la economía familiar se atienen a lo que el esposo puede proveer. AUTORREALIZACIÓN Y EMOCIONES Si el grupo al que se pertenece transmite las principales formas de sentir, éstas se van afianzando al individuo, por lo tanto al tratar de empezar a hablar sobre historias individuales conlleva el empezar a luchar con una serie de defensas personales e individuales y que pasan a ser invisibles, debido a que es el grupo el que minimiza el dolor, sostiene y contiene. Se empezó por sensibilizar a los beneficiarios de este proyecto, con la finalidad de que la persona o grupo deseen un cambio para así, “actuar sobre él, se aboga por buscar un desarrollo total, siendo esta, una meta de los seres humanos”.50 49 Calfio y Velasco, “Mujeres”, 2005. 50 Mena, “Relación”, 2011, p. 12.

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Rogers concibe la autorrealización como un proceso; el hombre debe atravesar una maraña de máscaras de defensa, antes de descubrir al extraño que ha vivido tras ellas: él mismo. Lo más excitante para los hombres es cuando el individuo es interiormente libre y elige, como la “vida buena”, este proceso del devenir (process of becoming).51 Uno de los principales problemas con respecto al tema es que la gente no asume el vivirse como individuo con una historia personal propia, la autorrealización la centran en la educación o logros de los hijos y muy pocos pueden hablar de la propia vida o historia, lo que hace y fundamenta la subjetividad en el grupo como se mencionó anteriormente. Además de que los discursos no se centran en la paz y felicidad personal sino que se centran en el estrés del trabajo, que no alcanza excepto para lo necesario y la insatisfacción de que en el campo, el sueldo es muy poco. Hombre mazateco 11: Pues yo pienso que no estamos satisfechos porque en el campo el sueldo es mínimo pues lo que nos dan no estamos satisfechos del sueldo que nos paguen y que nos dieran más trabajo, más sueldo. Hombre otomí 1: Me dio mucho gusto aunque yo también me tiré a matarme en la chamba para darles educación pues los demás ya no quiso estudia, nada más su media superior y ahorita la más chica así, cuestión económica que vivimos nuestro México, ya no me alcanzó para pagarle la universidad pero vamos tocando la posibilidad que entre a la universidad también. La autorrealización en lo grupal me lleva a establecer una analogía desde lo individual; implicaría destruir las máscaras que componen a los grupos, es decir, los papeles que desempeñan en el medio, a partir de redirigir el sí mismo. En lo individual es cuando la persona se vuelve consciente de las múltiples facetas que pueden frenar su propio crecimiento, por lo tanto esa destrucción de máscaras

51 Quitmann, Psicología, 1989, p. 133.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

se basa en la confrontación de la realidad, entre lo que viven, lo que creen, lo que desean y lo que pueden transformar a partir de la sensibilización. En el caso de las mujeres, lo único que las llena y les da seguridad en cuanto a autorrealización es la propia lengua, el hablarla y reconocerse como hablantes del idioma, además de saberse madres, esposas, en contraposición a los papeles impuestos a las mujeres siempre en relación con los otros, nunca de forma individual o personal. Mujer otomí 3: Si habla y me gusta, a donde quiera que voy siempre mi lenguaje lo sigo hablando. Mujer mazateca 17: Mis hijos, ellos me quieren y yo también los quiero, mi familia, sólo que los tengo que regañar cuando no hacen las cosas o pegarles. Lo que da fuerza al ser humano para aguantar la elección y decisión de lucha entre las tendencias fundamentales para consumar la autorrealización es la “fe”. Y es a través de la satisfacción de necesidades que se puede alcanzar la autorrealización, aunadas a las necesidades básicas están las de autorrealización que, para Maslow,52 son 16, quien además produjo 18 características de seres humanos autorrealizados y de una sociedad sana. 53 Hombre mazateco 8: [El dinero alcanza] para cubrir lo básico nada más, para cubrir otros gastos fuera de la casa pues no, realmente no; pero primero Dios vamos a salir adelante. Para que los individuos alcancen esa autorrealización es necesario romper con las interacciones, donde los papeles de género dictan las formas correctas que incluso son aceptadas institucionalmente en las asimetrías grupales; éstas dictan las formas de comportamientos en los grupos, sustentadas en las apariencias. En esa interacción del individuo con su comunidad va adquiriendo formas predominantes de sentir y expresar sus afectos. Estos elementos constituyen la subjetividad que existe en toda cultura. 52 Véase ibid., pp. 219-221. 53 Ibid., pp. 223-231.

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Género y Introducción subjetividad

“Taller de emociones” San Pedro Ocopetatillo, Oaxaca.

De ahí que para los hombres mazatecos les resulta más fácil mostrar su subjetividad en el momento que lo deseen debido a que la pelea callejera parece formar parte del mismo grupo; la ira puede ser lo normal y así se solucionan los problemas. Más que el diálogo está la lucha de hombre a hombre, cuerpo a cuerpo y fuerza a fuerza, y el consumo del alcohol funciona como un calibrador tanto laboral, como social y minimizador de la ansiedad. Por lo que su ingesta es normal. La subjetividad mazateca marcada para hombres y mujeres implica y conlleva el cumplir los papeles en cada aspecto que compone el género. Para los hombres otomíes salir de la comunidad es una necesidad, y el mostrar su subjetividad conlleva dar a los hijos lo básico para salir adelante y que tengan estudios. Hombre otomí 4: Tengo 45 años de casado y todo ese tiempo hemos estado felices con lo poco que uno gana porque hay mujeres que dicen pues tú eres el hombre y aquí ¡cáele! con lo que no podemos […] hubo veces que salimos los dos al campo, [la mujer y el hombre] ¿verdad?; donde teníamos que trabajar los dos y para que nos ayuden siempre y cuando la pareja este de acuerdo.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

111. emociones y sensibilización de identidad étnica

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as mujeres y hombres tienen una historia que determina su forma de ser y comportarse, sustentado en su historia personal y étnica, así como en los papeles que desempeñen por su género; de ahí que la subjetividad también se vaya aprendiendo por este aspecto. Es a partir de la construcción de la diferencia biológica sexual que se construyen formas específicas de comportamiento, lo que permite mantener el orden en la sociedad; al mismo tiempo se da el racismo, ya que no sólo el género sino también la raza denota un elemento importante en la formación de interacciones discriminatorias, además de la historia y los comportamientos tanto al interior como al exterior del grupo. De ahí que indígenas y mestizos convivan en un sistema patriarcal cultural que es el dominante; donde a pesar de que el sistema indígena puede ser un poco más flexible en el acceso a puestos de liderazgo y la mujer participa a través del hombre, se sigue reproduciendo el sistema que domina. En la relación deber-prohibición, hay un deber mestizo y un deber indígena, un deber ser hombre, un deber ser mujer en cada uno de los contextos que nos ubiquemos. En el contexto indígena se siguen reproduciendo las obligaciones para la mujer y el hombre. Al respecto, Sieder y Macleod hablan de entender los “valores” en vez, de las costumbres, porque los valores pueden crear

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Emociones y sensibilización de identidad Introducción étnica

comportamientos que son de carácter moderno; en lugar de costumbres que pueden ser de naturaleza más histórica.54 En este sentido, la sensibilización tendría que abogar para que las mujeres y hombres mazatecos y otomíes retomen o reelaboren el significado para promover, desde una postura más humana, los valores de cada etnia: desde la comprensión y la empatía, donde la identidad se vea permeada por aceptación y comprensión histórica e individual, a la vez que permita la transmisión de expresión de las emociones que no repriman y generen un aumento en las adicciones. Al hablar de las emociones no expresadas por el género, etnia y clase, la experiencia provocó tensiones y sentimientos de enojo, odio, rencor, resentimiento, impotencia, tristeza y violencia. Situación que se dio más en lo individual, lo que permitió ir encauzando los talleres con técnicas vivenciales donde las mujeres pudieran expresar por primera vez en su vida y reconocer que habían sido víctimas de sucesos, que ellas mismas trataban de convencerse que no eran ciertos. Esto permitió la sensibilización y sanación a través del reconocimiento de la propia historia con técnicas de terapia narrativa: Las historias que las personas tienen de su vida determinan el significado que dan a su experiencia. El proceso de transformación de la experiencia en historia es necesario para asignar sentido a la vida y para darle coherencia, continuidad y propósito. No sólo las historias que las personas tienen de su vida determinan el significado que se le da a la experiencia; sino también su historia señala a qué aspectos de su vida hay que enfocarnos. La narrativa no concentra toda la vida, pero sí la organiza y le da significado.55 Por lo anterior, se da una sanación individual; “Kagla menciona que también sana los traumas colectivos”.56 Cabe mencionar que en el caso mazateco y otomí faltó adentrar más a aspectos combinados de “lo personal, con lo público e histórico, 54 Sieder y Macleod, Género, 2009. 55 Campillo, “Narrativa”, 1996. 56 Asdeco, citado Sieder y Macleod, Género, 2009, p. 33.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

como lo ha hecho Kagla”.Todo este trabajo permitirá ir construyendo la equidad de género con acciones que surgen desde la experiencia individual y cotidiana, donde los propios individuos han tenido que empezar a sensibilizarse de su condición, ya que es a partir de la aceptación individual y de historia, del dolor, las tristezas y decepciones, que se logra fortalecer la autoestima; a largo plazo se esperaría que las mujeres que trabajaron estos temas se unan para trabajar en conjunto por su comunidad. Es por la condición de hombres y mujeres indígenas de vivir pobreza material, de exclusión y de marginación, del racismo estructural y el menosprecio de la sociedad que sufren, que se considera prioritaria la atención en cuanto a la salud mental de este sector, que no es sólo objeto del racismo externo, sino que éste es aprendido y se replica incluso, dentro de los mismos grupos. A largo plazo hace falta retomar aspectos del cuerpo, en el que la valoración del mismo fortalezca su autoestima y autoimagen. Sieder y Macleod mencionan que “la práctica de trabajar desde la autoestima y la autovaloración con pertinencia cultural, ha dado resultados notables. Aparte del trabajo de sanación, las mujeres de las comunidades participan en las diferentes actividades de desarrollo: en proyectos productivos y de agroecología, y de mejoramiento de la vivienda”.57 Dado que estos aspectos se compaginan con los derechos humanos de hombres y mujeres indígenas, se encaminarían a mejorar la calidad de vida, donde el bienestar sea común como lo era el tequio, y las relaciones de género sean de equidad, ya que al discutir la historia grupal se pudo generar más unión y hasta comprensión de lo propio. Esto sólo es el inicio de una etapa de sensibilización de la que falta abordar aspectos de corporalidad, empoderamiento, entre otros, a largo plazo. EXPRESIÓN DE EMOCIONES NEGATIVAS Existen diversas investigaciones acerca de la expresión de emociones con respecto a las sociedades de distintas nacionalidades. Según Fernández58 las culturas colectivistas muestran una comunicación sutil e indirecta y un déficit 57 Sieder y Macleod, Género, 2009. 58 Fernández, Zubieta Páez, “Expresión”, 2000, pp. 81-82.

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Emociones y sensibilización de identidad Introducción étnica

en la comunicación verbal de las emociones. Éstas elaboran menos los aspectos subjetivos, mentales o internos de las emociones, por lo que considerarán como menos típicos las reacciones mentales. La mayor influencia de culturas indígenas se asocia a una mayor contención emocional, como en México. Aquí, donde hay un porcentaje de población indígena se da una mayor alexitimia secundaria: la gente habla menos, hay una menor elaboración cognitiva de la tristeza y además se da una mayor reacción física indiferencia de alegría.59 Ante este panorama y sustentado en las formas de interacción y de apariencias la cultura impone –en el afán de que se cumplan los papeles de los individuos y los grupos aprendidos– a no mostrar lo que sienten. Si en algún momento se expresa, surge la crítica y la represión, por lo tanto se trata de mantener el orden conocido por los interactuantes, para que todos puedan coexistir y convivir, aunque esta relación sea en tensión. Heller60 coincide con Fernández en que la variabilidad cultural determina el afrontamiento emocional; Heller aumenta el estrato social como una categoría para expresar lo que se siente, mientras que para Fernández es la historia y el colectivo lo que determina la poca expresión, ya que muestran incapacidad para hacerlo. Si los grupos étnicos del país se consideran de estrato social bajo y colectivistas, esa es la principal incapacidad para expresar las emociones, asociado a la historia del colectivo que según Fernández corresponde a ser masculino caracterizado por su instrumentalidad, lo que implica que no se expresan verbalmente. En el caso indígena (ya que tienen más fortalecida la parte de cooperación para lograr objetivos comunes) sería a partir del conocimiento histórico grupal aunado a un proceso de conocimiento individual, que las personas se retroalimenten de forma positiva para generar la praxis; a través del consenso habría un conocimiento que permita liberar en espontaneidad fortaleciendo incluso la individualidad de forma positiva. “Sin embargo, no todas las emociones están presentes en toda cultura sino que algunas se desarrollan en ciertas estructuras sociales y otras se desarrollan mejor en otras condiciones”.61 59 Ibid., pp. 89-90. 60 Heller, Teoría, 1989. 61 Ibid., p. 119.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller de emociones” dirigido a mujeres. San Pedro Ocopetatillo, Oaxaca.

Los grupos étnicos dependen de su lengua para explicar y expresar su sentir; el problema radica en que hay formas auténticas de sentir que al ser específicas de cada grupo los signos y significados se complejizan para comprenderlas, porque son únicas. En el caso mazateco, por ejemplo, se pudo ver que les es más facil expresar lo negativo debido a la envidia entre municipios, por la vestimenta o bailables, donde San Pedro asegura ser el que poseía la verdad de la vestimenta y San Jerónimo robó su identidad y ahora ellos representan a la zona de Cañada en la guelaguetza; lo mismo ocurre con los hongos y la curación que estos producen. En el caso de San Jerónimo, a las mujeres les fue más fácil adentrarse y cooperar en el trabajo de sus emociones; no hay que perder de vista que este municipio geográficamente está a pie de carretera mientras que las mujeres de San Pedro, que está más internado en la Sierra Mazateca y la mujer está más invisible para los otros, algunas pudieron participar abiertamente y otras no lo hicieron.

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Emociones y sensibilización de identidad Introducción étnica

Piezas de barro resultado del “taller de emociones” con mujeres de San Pedro Ocopetatillo, Oaxaca.

Al igual que en Oaxaca, para las otomíes la situación geográfica influye, debido a que las mujeres de barrios cercanos al centro de Tolimán les fue más fácil expresar y comentar sus sentires, mientras que las mujeres de comunidades más internadas en la Sierra Gorda, como el Tule, el Madroño y Cerrito Parado, la lengua fue un freno para conocer su sentir y que ellas mismas lo expresarían. Sin embargo, al utilizar las herramientas de modelado en barro y el dibujo, los resultados fueron sorprendentes debido a que todas participaron y pudieron mostrar y reconocer aspectos que implican silencio o que no existen. Las emociones refuerzan la socialidad de las relaciones. La explicación de que las comunidades colectivas expresen más fácil su sentir en negativo obedece a toda esta carga de apatía en la que viven, por tener como causa los patrones históricos que dan identidad a cada comunidad.Ambos elementos combinados influyen para propiciar ese estado esquizoide que corresponde a la época actual, en donde hay desapego y mecanización de las rutinas que afectan no sólo a las personas de la ciudad, sino que dada la influencia y la rápidez en las

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

relaciones de todo tipo, hasta las comunidades más pequeñas se pueden ver afectadas. Si la expresión de emociones negativas es lo más fácil de comunicar en las comunidades colectivistas, éstas traen consecuencias para el éxito de la participación continua tanto personal como grupal. Se definirán a continuación las emociones negativas que son aprendidas y que sirven para que los individuos se adapten; por ejemplo, el miedo sirve para estar alerta o huir del peligro, al hacerlo se adapta a una nueva situación. El enojo implica que el individuo se defienda del ataque, la culpa implica que el individuo se responsabilice de sus actos por dañar a otros y la vergüenza conlleva la inferioridad en relación con los otros. Así, cada emoción denota adaptación, afianzamiento de relaciones y reorientación de las conductas a partir del conocimiento de sus percepciones y su expresión. El problema se complejiza cuando estas se vuelven una forma de vida frecuente e imperceptible para el individuo. En el caso de los mazatecos y otomíes se trabajaron emociones negativas donde la condición de raza o clase social han causado mella en sus relaciones con los otros, y en lo personal provocan autoestima baja. Las emociones negativas provocan problemas interpersonales y sociales tremendos, que amenazan las relaciones con otros y la misma existencia como individuos y miembros de una subcultura, grupo étnico o nación, pueden provocar reacciones que pudieran derivar en violencia, estas pueden interacturar con la personalidad y el equipo genético del individuo y favorecer la predisposición a sufrir enfermedades, el control estricto de las emociones negativas afecta la salud física.62 Los procesos en la interacción comunal implican sentimientos; la subjetividad que se ve inmiscuida y repercute en la toma decisiones: las emociones como, el miedo, el enojo, la culpa, etc., se convierten en problemas cuando no sabemos aprovechar la información que brindan, cuando nos enredamos en ellas y nuestra ignorancia emocional las convierte en un 62 Reidl, Celos, 2005, p. 27.

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Emociones y sensibilización de identidad Introducción étnica

problema más. Cada uno de estos estados agregan más sufrimiento a la experiencia que vivimos, aprovechar la información que transmite es lo que perturba.63 Las emociones no se ven como problema: en la comunidad crean tensiones y éstas se atribuyen a las personas, a los chismes, a las envidias, etc. Pero no a lo que el individuo experimenta en su interior en relación con los compromisos a adquirir, con los que adquirió o adquirirá, tanto en lo comunal como en lo individual o consigo mismo. Se hace hincapié en las emociones negativas debido a que son las que provocan formas de actuar específicas y repercuten en varias esferas del individuo, y que suelen repercutir en lo grupal. Reidl coincide con Heller y Fernández, en que las emociones dependen del marco cultural predominante en el que se construyen y son parte de las costumbres, tradiciones, experiencias del individuo en la convivencia; por lo tanto deben ser vistas como productos morales, sociales, históricos, políticos y culturales; implican “términos negativos o positivos que designan a emociones desagradables o indeseables, o deseables y agradables”.64 Las emociones positivas son las que se quieren conservar mientras que las negativas se evitan; las emociones dependen de la interacción dado que esta es la base de la socialización, Reidl, agrega que la historia es lo que también da permanencia a través de “procesos sociopsicológicos”65 y coincide con Fernández en que la historia en gran parte determina los comportamientos, como convenciones lingüísticas, prácticas de socialización y guiones del comportamiento cotidiano. En el caso de las etnias mazateca y otomí se analizaron –a lo largo de los talleres– las emociones de vergüenza dado su origen histórico e identitario, en el que los individuos se asumen como inferiores por la raza, además de las experiencias individuales que son permeadas por el miedo, el cual llega a para63 Levy, Sabiduría, 2000. 64 Reidl, Celos, 2005, pp. 98-100. 65 Ibid., p. 103.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller de autoestima”. Barrio de García San Miguel, Querétaro.

lizar y provoca que las personas no se arriesguen a asumir nuevas experiencias. Con la culpa hay sumisión individual y personalizada debido a que se suele agregar más sufrimiento y dolor a lo que ya existe. Y el enojo es socialmente más aceptado y permitido para expresarlo, pero cuando se llega a situaciones limites, ya que por lo regular suele ser acumulado y reprimido. A continuación, se definen las principales emociones negativas que se tomaron en cuenta en los talleres: El miedo es la sensación de angustia que se produce ante una amenaza; no existe algo que en sí mismo sea una amenaza, depende de los recursos que ese alguien tenga para enfrentarla. Es una emoción universal; las creencias culturales han convertido al miedo en una emoción indigna.66 El miedo es una emoción negativa, pura perturbación. El recurso que permita no sentirlo será de gran utilidad para que funcione mejor, hay que tratar por todos los medios de no sentirlo. El miedo indica que existe un problema; si es permanente se 66 Levy, Sabiduría, 2000, pp. 16-18.

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“Taller de expresión de emociones”. Barrio de García San Miguel. Querétaro.

vuelve disfuncional porque angustia, inhibe, desorganiza y bloquea la posibilidad de experiencia y aprendizaje. El miedo funcional es aquel cuya angustia es utilizada como señal que muestra una desproporción entre el peligro a que nos enfrentamos y los recursos de que disponemos y que además pone en marcha la tarea de reequilibrar tal desproporción. 67 El enojo se da cuando algo nos frustra. El enojo es útil para aumentar la fuerza física, pero no es útil para aumentar la capacidad de coordinación necesaria para resolver un problema.68 El enojo equivale a abrir la válvula de escape de una olla de presión; la adrenalina aumenta en la sangre por la frustración que pone al organismo en estado de alerta tenso y listo para el combate. La ira se vive en términos de todo o nada; puede decirse que es más elevada que el enojo, y se convierte en destructiva cuando queda adherida al deseo de hacer sufrir y castigar al otro por lo que hizo.69 67 Ibid., p. 28. 68 Ibid., pp. 38 y 40. 69 Ibid., pp. 44-46.

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El miedo y el enojo señalan la presencia de algo que es vivido como amenazador, tanto para la propia identidad como para algún deseo particular. El enojo es un intenso desacuerdo que en la mayor parte de los casos implica un problema a resolver: primero describimos aquello con lo que estamos en desacuerdo, cómo nos ha afectado y nos autoafirmamos con claridad comunicando qué es lo que necesitamos y proponemos para resolver la situación.70 La culpa. Cada individuo está regido por un conjunto de pautas que regulan su funcionamiento, mediado por códigos particulares y específicos propios de cada grupo social, de cada lugar y cada época. La culpa funcional ayuda a resolver un problema; la culpa disfuncional añade más sufrimiento al existente, se convierte en un problema más. Los contenidos del código en sí fueron incorporados en algún momento del pasado y rigen a la persona a partir de ese momento. Por ello, a) es necesario contar con un conjunto de normas y b) dado que las normas son cambiantes el individuo arbitra mecanismos para cambiarlas.71 La culpa se experimenta a nivel físico, mental y emocional. A nivel físico es por algún dolor corporal, de cabeza u opresión en el pecho; cuando aparece como emoción es dolor, desasosiego, arrepentimiento y agobio (típico sentimiento de culpa);a nivel mental es como autoacusaciones y autorreproche vinculado a torpeza o fracaso.72 Con tal de evitar los sentimientos de culpa, el hombre se somete a las normas morales y sublima sus impulsos agresivos.73 La culpa enfatiza o resalta las normas y ayuda en el desarrollo del conocimiento de sí mismo, la culpa acerca a la gente más que distanciarla y motiva a la persona a reparar el daño que ha cometido. Tanto el miedo como la culpa –en los individuos como en los grupos– se tienen que trabajar desde la parte funcional, para que se puedan resolver los problemas y no generar daños a sí mismos como individuos. 70 Ibid., pp. 56-57. 71 Ibid., pp. 74-75. 72 Ibid., pp. 92. 73 Reidl y Jurado, Culpa, 2007, p. 72.

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La vergüenza tiene que ver con el ideal del self y con el ideal que otro tiene para nosotros, mientras que el ideal del deber ser, es algo que uno espera de sí mismo.74 Como se vio con anterioridad las culturas colectivistas tienden a orientarse más a la vergüenza (inferioridad) mientras que las culturas individualistas se orientan más a la culpa. La vergüenza y la culpa son emociones sociales. La vergüenza funciona para destacar las normas y mantener las jerarquías sociales. La vergüenza llama la atención de la persona como objeto y ayuda en la adquisición de conocimiento sobre sí misma. Debido a que las emociones se experimentan en hombres y mujeres y son parte de la subjetividad, el miedo, la culpa y la ira dirigen al individuo a actuar o a no actuar. El contexto globalizador influye en el grupo en costumbres y tradiciones, y sobre todo en las formas de interacción, por lo que en automático impactará en las formas individuales de interacción, alterando la autovaloración y la valoración del propio grupo. Al ser emociones básicas las que se retoman para analizar en el discurso implican que sean comunes a todos los seres humanos; la diferencia se da en la forma de manejarlas: los mestizos, por las características de su cultura individualista,75 son más conscientes de ellas y las expresan hablando. Cabe mencionar que para las comunidades –mazatecas y otomíes– donde se trabajó este proyecto, las emociones negativas de miedo, vergüenza, culpa y enojo son vividas y reprimidas, no se expresan porque no forman parte de la naturaleza cultural, por lo tanto son sentidas y acumuladas; al momento de tener un acercamiento y sensibilización ante la propia historia, las mujeres pudieron reconocer que son pocas las cosas o el tiempo que se dedican a sí mismas, y el haber tenido acercamientos a su propia valoración les cambio la perspectiva. Mientras que en el caso de expresión de emociones comentaron que el conocimiento del tema en sus propias vidas fue importante, ya que ignoraban y evitaban dar a conocer el tema.Ya con mencionar a sí mismas sus vivencias se 74 Ibid., p. 61. 75 Hofstede, citado en Fernández, Zubieta y Páez, “Expresión”, 2000.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller de expresión de emociones”. Barrio de García San Miguel. Querétaro.

pudieron dar cuenta de su subjetividad indígena, la cual existe pero –al igual que cualquier aspecto educativo de aprendizaje– requiere de acercamientos, educación y sensibilización emocional. Dado que los talleres eran dedicados a una sola comunidad, nos pidieron que diéramos los mismos talleres pero a más comunidades, dado que son pocas o nulas las posibilidades que tienen para acceder a estos servicios. Por lo tanto se diversificaron las comunidades, pero pidieron que se les diera continuidad a los talleres impartidos para que reciban todo el seguimiento. Así, ante esta respuesta de las personas beneficiadas por la capacitación de sensibilización emocional, se considera que fue una respuesta exitosa y de compromiso para con la gente, ya que esto demuestra la necesidad de atención a la salud mental en las comunidades indígenas, donde el atender a las mujeres y formarlas, en estos temas las capacita para no generar más conflictos con los esposos o entre otras familias, dados los altos índices de alcoholismo y violencia.

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Introducción

1V. testimonios del proyecto subjetividad mazateca y otomí expresando mis emociones

S

e llevaron a cabo talleres con mazatecos y otomíes, hombres y mujeres, sobre diversas temáticas como identidad y género, expresión de emociones, autoestima, escuela para padres, así como dos talleres diagnósticos de dos comunidades distintas tanto de la Sierra Mazateca, Oaxaca, como de la Sierra Gorda, en Querétaro. En cada una de las temáticas la finalidad fue propiciar y generar la reflexión de los beneficiarios sobre el propio autoconocimiento. Los contenidos de cada uno de los talleres implicaron: 1) En el caso del taller Identidad y Género, contribuir a que los hombres y mujeres reconozcan la pertenencia y la identidad de espacioregión, grupo e individuo en su vivir cotidiano como hombre o mujer indígena. 2) En el caso del taller Detecto y Expreso Mis Emociones, propiciar la sensibilización y expresiones de emociones, culpa, vergüenza, ira relacionadas al sentimiento de inferioridad (y miedo) en cada participante desde su propia historia de vida individual y grupal. 3) En el caso de Mi Estima, Mi Verdad y Mi Conocimiento, se busca que los participantes se sensibilicen en sus motivaciones personales, la

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autoimagen, la autoconfianza y autovaloración para lograr la realización humana. 4) En los grupos de autoapoyo de Escuela para padres se compartió información entre los asistentes a partir de su experiencia y lo que les funciona en la educación de sus hijos. Lo anterior se complementó con los ejercicios, lecturas y reflexiones del temario propuesto. El objetivo principal fue abrir espacios de reflexión con diversos temas para ofrecer herramientas y orientación a padres de familia de escuelas primarias y preescolares para una mejor educación de sus hijos. 5) En el caso del Marco lógico, se llevó a cabo un taller diagnóstico de necesidades. Sin embargo, lograr pueblos autoestimados con miembros que se respeten a sí mismos, que confíen en sus valores de personas y mentes preservando su lengua y cultura, no implica que ello sea sinónimo de pobreza o permanencia en este estado. Ellos requieren no sólo asistencia del estado y de las ONG, sino que pongan de su parte en la participación de eventos que impliquen mejoras para ellos. Una realidad es que en el caso mazateco la participación se logró mediante el arreglo con el programa de salud, mientras que en el caso otomí se logró la participación a través de la entrega de despensas para el cual asistieron sólo las mujeres. Desde un punto de vista objetivo se les tuvo que pagar su asistencia, se les dio de comer en la capacitación y se entregó un obsequio, a lo cual se preguntaban a qué partido político pertenecía la asociación para darles algo. A pesar de la aclaración de que no se pertenece a ningún partido político, por un lado se observa cómo un derecho básico se ha condicionado en México por décadas, como lo es el de la alimentación y acceso al consumo, y cómo la gente ha confiado y se ha utilizado su voluntad a conveniencia de intereses particulares de partidos políticos o personas. Al final se olvidan de sus promesas y de esta forma el propio sistema de gobierno ha ahogado o sofocado lo que de forma natural se daría; de tanto engaño los grupos sociales actúan

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Testimonios del Introducción proyecto

“Taller de autoestima” para jóvenes y niños. San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

como el pequeño elefantito que de bebé tuvo su pata sujeta a un estaca y por más que luchó no pudo zafarse. Al crecer se volvió un elefante atado a una pequeña estaquita; lo mismo ocurrió con las etnias: aprendieron a responder a lo que se les pide, conformándose con placeres cortos y momentáneos. A continuación se dan a conocer los testimonios de mujeres otomíes a los talleres impartidos en las diversas comunidades. • Sandra Carolina López Morales: Soy habitante de Horno de Cal, subdelegación de Tolimán, Querétaro. Para mí es muy importante decir que los talleres que se han impartido en diferentes comunidades es una necesidad primaria para salud mental de cada una de estas personas y no solamente de estas personas que lo tomaron, sino de las personas que conviven con ellas, puesto que se llevan en cada uno, un concepto, una nueva idea y forma de poder desarrollar, expresar sus emociones, sentimientos y también amplían su visión para comprender diferentes circunstancias y diferentes experiencias, donde la mayoría son dolorosas, son

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller de emociones” para mujeres. San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

difíciles, estos talleres han servido de mucho para poder expresar tanto lo que traen rezagados de cierto tiempo o desde la infancia como para poder desenvolverse en el futuro y también en el presente. Yo estoy muy agradecida con Zalihui porque nos ha dado una forma diversa, positiva, de mejorar el entendimiento de nuestro ser, la convivencia social y sobre todo de nuestro ser interno. Si me gustaría mucho que se volvieran a realizar y darle continuidad a estos talleres, a realizar en otras comunidades que no se pudo, y a darle continuidad con las que ya lo han iniciado tomando. Veo mucha participación de la gente y también veo mucho agradecimiento, que están muy agradecidas por haberles enseñado un poquito y compartido algo de lo que Zalihui sabe, y también ellas en cada taller se van muy contentas, muy diferentes, muy agradecidas, con mucho agradecimiento. Eso sería todo mi testimonio.

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Testimonios del Introducción proyecto

“Taller diagnóstico” con la comunidad del Tule, Querétaro.

• Yamilete Herrera Morales: Tengo 17 años. A mí me gustó mucho el taller, ya que aprendí a conocerme a mí misma, me gustaría que regresaran porque lo que quisiera que complementaran es más tiempo porque se me hizo muy cortito, y que viéramos más temas, como lo del Bullying, lo del abuso sexual, como mantener así una familia, el comportamiento me gustó mucho el taller, me gustaría que regresaran. • Guadalupe Ramos Moreno Vengo de la Colonia Nueva, me gustó todo lo que hicieron y que me dieran consejo a mí, y que me dieran consejos de novio, para que no nos usen, para que no tengamos relaciones y nos den consejos de eso, y que no nos peguen, que me den más consejos, me gusto todo. • Concepción Conde Cruz: [De 56 años]. Me pareció perfecto todo, me gustó mucho, me sentí relajada, se me olvidó mis preocupación de la casa, me sentí bien, me gustaría que

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller de identidad y género” en las canchas de la comunidad de Cerrito Parado, Qro.

regresaran de nuevo, se necesitan muchos temas como el comportamiento de los hijos, hay muchos jovencitos descarrilado, muchos que ya tienen su pareja y siguen con lo mismo que no tienen ninguna responsabilidad para con sus esposa y sus hijos. • Sonia López Martínez: [De 37 años]. Me fue muy importante, muy interesantes las pláticas que ustedes dieron, y esperemos en Dios, que Dios les de licencia de volver a regresar para que nos den otra platica que hace falta, me gustaría de toda clase de temas, pero la que usted, las que les digan que nos vengan a dar. Felicitarlas por las pláticas que nos dieron y darles las gracias. • Catalina Martínez Sánchez: [De 41 años]. Pues se me hacen muy interesantes las pláticas, porque nosotras como amas de casa no tenemos tiempo de ir mucho a las pláticas y es importante saber pues, no sé todo lo que aquí se dice. Aprendí a quererme más, sí, porque nos olvidamos de nosotros por estar atendiendo a la familia

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Testimonios del Introducción proyecto

“Taller escuela para padres” San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

y pues es importante querernos nosotras para querer a nuestras familias también es importante estar bien con uno mismo primero, son muy interesantes y el tiempo se nos pasó muy rápido, no nos aburrimos al contrario se nos pasó muy rápido el tiempo. • Laura Cruz Martínez: Soy del Valle del Molino, municipio de Tolimán, Querétaro. Tengo 29 años bueno, pues me pareció muy importante ya que aquí no se imparten esos talleres y sobre todo porque hablamos de autoestima yo creo que como amas de casa y mamas nos olvidamos a veces de nosotros mismos para atender a los hijos y a la familia, es importante para mí porque yo tengo 2 niños y la verdad pues nadie nos enseña cómo educarlos a llevarlos por un buen camino así como está ahorita la situación en el país. • Sara Medellín Sánchez: [De 41 años]. Me invitaron a este curso que para mí, este, bueno para todos los seres humanos en cualquier etapa de la vida nos hace falta que nos den

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller escuela para padres” con mujeres en el Barrio El Rincón Chalma de San Pablo, Qro.

este tipo de pláticas porque nos ayudan a ser mejores personas en la vida a pesar de edades, de frustraciones, de todo; es muy importante y por supuesto sí me gustaría que regresaran ustedes nuevamente o dar seguimiento de este taller, o a darnos otro tema que son muy importantes; igual la asistencia fue muy buena; pero hay mucha más gente al menos señoras que yo conozco; que hace rato que estaba viendo el desarrollo del tema, se me vinieron a la mente tantas señoras que dije bueno como no están aquí, el viernes le dije a una compañerita que es muy importante mucha de la gente de aquí estamos muy agradecidos con ustedes y que regresaran nuevamente con nosotros a impartir estos talleres gracias. • Petra Martínez de Santiago [De 69 años]. Pues está muy bien nunca había conocido así un tema, que vengan a dar pero ahora sí, ya soy de la tercera edad pero sí me gusta y me gustaría, que regresaran a dar otro igual o de otro forma. Pues cualquier tema sería bueno porque aquí se olvidan las cosas.

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Testimonios del Introducción proyecto

San Jerónimo Tecoatl, Oax. “Taller de autoestima” para jóvenes y niños, San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller de autoestima” para personas de la tercera edad, San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

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Testimonios del Introducción proyecto

“Taller escuela para padres”, San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

“Taller diagnóstico”, San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

“Taller de emociones”, San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller de identidad y género”, para hombres y mujeres, San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

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Testimonios del Introducción proyecto

San Pedro Ocopetatillo, Oax. “Taller de autoestima” para jóvenes, San Pedro Ocopetatillo, Oaxaca.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller de emociones”, para mujeres, San Pedro Ocopetatillol, Oaxaca.

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Testimonios del Introducción proyecto

“Taller diagnóstico”, pobladores de San Pedro Ocopetatillol, Oaxaca.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

Tolimán, Qro.

“Taller de autoestima”, residentes del Barrio El Molino, Qro.

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Testimonios del Introducción proyecto

“Taller de expresión de emociones” con mujeres y hombres en El Madroño, Qro.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

Entrega de despensas en El Madroño,Tolimán, Qro.

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Testimonios del Introducción proyecto

“Taller diagnóstico” comunidad del Tule, Qro.

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Subjetividad mazateca y otomĂ­, expresando mis emociones

Entrega de despensas en el Tule, TolimĂĄn, Qro.

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Testimonios del Introducción proyecto

“Taller de identidad y género”, canchas de la comunidad de Cerrito Parado, Qro.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

Servicio de cafetería en Tolimán Centro, Qro.

Servicio de cafetería en El Tule, Tolimán, Qro.

Servicio de cafetería en Cerrito Parado, Qro.

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Testimonios del Introducción proyecto

“Taller de expresión de emociones”, en Barrio de García San Miguel, Qro.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

“Taller de escuela para padres”, en el Barrio El Rincón Chalma de San Pablo, Qro.

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Introducción

V. relatoría de el nahualito (obra de teatro) en los municipios Hugo Ernesto Escobar Garrido*

L

os días 28 y 29 de julio de 2011 se llevó acabo la obra teatral El Nahualito por la compañía de teatro Gitanos, en los poblados de San Pedro Ocopetatillo y San Jerónimo Tecoatl. Las funciones fueron planeadas por la tarde para que todos los residentes pudieran acudir a dicha actuación; esta decisión dio la oportunidad a que los miembros de la compañía teatral se organizaran para que desde las plazas centrales de los pueblos se hiciera un llamado de asistencia a la gente pero de la manera antigua o tradicional: con un desfile alrededor del poblado tocando música, cantando y voceando la función. La reacción de los habitantes ante esta algarabía de parte de los actores fue de asombro, ya que este tipo de eventos no se desarrolla muy a menudo en sus comunidades. Los niños y jóvenes quedaron fascinados de este estilo tan peculiar de promocionar la obra, dando paso a que se manifestaran siguiendo a los artistas por las calles; en todo el recorrido mostraron caras de alegría y risas del estilo elocuente que tenían los ejecutantes al recorrer su municipio, ya que muchas veces se la pasaron interactuando con los acompañantes. Después de recorrer las calles para promocionar el inicio de la función regresaron al punto de partida, donde se llevaría la consumación de la obra. La asistencia de la gente que vive en estos pueblos fue en su mayoría de niños

* Agradezco su colaboración.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

Obra en las calles de Tolimán, Querétaro.

y jóvenes, ya que los adultos que se presentaron eran unos cuantos y sólo acompañaban a sus hijos. Esta obra teatral de corte infantil está adaptada para los poblados de Oaxaca. Nos cuenta de manera chusca y humorística la historia de un joven enfermo del estómago que padece de gases en el intestino, que vive con su madre en una de las comunidades oaxaqueñas donde las raíces familiares y las costumbres étnicas son de mayor importancia. El personaje principal es un joven que quiere salir adelante e impulsar a su comunidad, pero no tiene idea cómo realizar esta tarea hasta que le ocurre un accidente donde lo atropellan. Los paramédicos lo atienden regresándolo a la vida y es en ese momento cuando tiene el primer contacto con una creatura mítica (“El nahual” o espíritu divino) que lo ayuda y guía en el transcurso de la obra sin que él se imagine qué tipo de aventuras y problemas va tener que afrontar. Entre las escenas que nos ilustran las aventuras de este muchacho vemos una en la cual un niño con problemas para poder contar le pide ayuda lo cual

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Relatoría de el nahualito (obra de teatro) en losIntroducción municipios

Presentración en la cancha de San Jerónimo Tecoatl, Oaxaca.

reafirma su mayor cualidad que es poder transmitir conocimiento ya que al auxiliarlo en su problema esto le genera una gran curiosidad de este talento, asimismo en otra lo vemos desempeñando la labor de siembra de café donde el personaje con ayuda del “Nahualito” y sus amigos se da cuenta que es una persona trabajadora y con muchos dones uno de ellos es el poder enseñar, ya que sus amigos le dicen que sería buen profesor, también nota que estas actividades tanto como la siembra y la educación son parte importante de fomentar el bienestar de su comunidad es aquí donde él toma una decisión que es seguir a su corazón y decide salir del pueblo para poder estudiar y convertirse en un buen maestro para regresar a ayudar a la gente de su comunidad. Durante la actuación de los artistas en los dos poblados, la audiencia se mostró animada al ver escenificada algunas de las cosas que viven día a día. Las risas y las caras de alegría no se hicieron esperar al comenzar la obra, ya que el personaje principal siempre que se enfermaba del estómago se desmayaba cayendo al suelo con los pies levantados por el dolor. Al llegar a la parte donde

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

El Nahualito en canchas de Barrio Horno de Cal,Tolimán, Querétaro.

el nahual hace su primera aparición, los niños reflejaron una cara de asombro ya que no esperaban ver ese tipo de caracterización (la actriz que lo personificaba estaba disfrazada con una máscara y se mostró de manera sigilosa para sorprender al personaje principal). Casi al final de la realización –en la parte donde el joven está trabajando en la cosecha de su café y tiene que tomar la decisión de salir de su pueblo para poder estudiar y así ayudar a su comunidad– los espectadores le gritaban al joven para avisarle que es lo que el nahual trataba de comunicarle. Es por este tipo de interacción de parte de los artistas la que ayudó mucho a la buena respuesta de la audiencia, por que la hacen partícipe de la historia en todo momento. De igual forma, la obra se llevó a cabo en el municipio de Tolimán. Ahí, la gente mostró el mismo interés y debido a que la finalidad de la obra fue cerrar el trabajo, en las comunidades quedaron invitados para regresar, convirtiéndose en una opción de acercamiento a la cultura y el desarrollo e interés en otros aspectos, como por ejemplo la equidad de género y participación.

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Relator铆a de el nahualito (obra de teatro) en losIntroducci贸n municipios

El Nahualito en Oaxaca Presentaciones realizadas en las canchas de San Jer贸nimo Tecoatl y de San Pedro Ocopetatillo, Oax.

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

El Nahualito en Tolimán, Qro. Presentada en las calles de Tolimán y en las canchas de de Barrio Horno de Cal, Qro.

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Introducción

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Introducción Bibliografía

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Introducci贸n

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Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones

Subjetividad mazateca y otomí, expresando mis emociones, se terminó de imprimir en el mes de enero del 2012, en los talleres de SM Servicios Gráficos, Lago Tláhuac Núm. 4-12 Col. Anáhuac, C.P. 11320, Miguel Hidalgo, México, D.F. sm.serviciosgraficos@gmail.com. La edición consta de 285 ejemplares .

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