O SEA – ESPACIO JOVEN DIARIO “EL LITORAL”
En el Proyecto Wayruru Carlos y María Eugenia son dos estudiantes universitarios de la católica, que además de compartir la misma casa de estudio coinciden en ser voluntarios del grupo pastoral. Juntos y desinteresadamente, por el simple hecho de dar una mano, ayudan en barrios carenciados brindándole a los chicos apoyo escolar
¿Cuál es su función como jóvenes voluntarios dentro del Proyecto Wayruru?
Ma. Eugenia: El proyecto consiste en brindar apoyo escolar. Les enseñamos la parte pedagógica, como ser lengua y matemáticas y también trabajamos cuestiones de hábitos. Nuestro rol es estar con los chicos, desarrollamos actividades que ideó previamente la psicopedagoga y nuestra función es ponerlas en práctica. Carlos: Vale destacar que no es un proyecto meramente asistencialista. Trabajamos con chicos que no sólo tienen carencias económicas, sino que se encuentran en una situación de riesgo social. Frente a un contexto de violencia
O SEA – ESPACIO JOVEN DIARIO “EL LITORAL”
familiar y desamparo, la idea es generar un diagnóstico de lo que es el cuadro de cada chico e intentar atacar esa situación. Buscamos el contacto con la familia, a través del apoyo escolar, y les enseñamos a los chicos hábitos a través de lectura de cuentos y otras actividades. Se busca generar una evaluación del cuadro integral de cada chico. ¿Cómo nace en cada uno la idea de ayudar?
Carlos: Entré al departamento de Pastoral a partir de un retiro que hice en la universidad. Al final del mismo, presentamos proyectos e ideas para empezar a hacer y ahí me enganché. Al estar en un ámbito universitario se es un privilegiado, entonces poder destinar un rato de ese tiempo a ayudar al otro, es en definitiva lo que nos mueve a todos. El proyecto busca aprovechar los conocimientos de cada carrera, en mi caso de abogacía se busca darle asesoramiento legal a las familias. La idea es que cada uno desde su profesión pueda realizar su aporte. Ma. Eugenia: Me enteré por una compañera de psicopedagogía que lo estaba haciendo y ahí arranqué. Siempre me interesó el hecho de ayudar a las personas que están en riesgo y me gusta ser para esa persona alguien significativo, y poder darle algo a los chicos que en su casa no ven.
¿Cuál fue la impresión que se llevaron al empezar a laburar como voluntarios?
O SEA – ESPACIO JOVEN DIARIO “EL LITORAL”
Ma. Eugenia: Es algo más que satisfactorio, los chicos te dan cosas y te hacen vivir situaciones que uno no esta acostumbrado. A su vez, vemos otra realidad que es nueva y esta bueno conocerla, aportando nuestro granito de arena es importante ayudar. Carlos: Uno genera una responsabilidad muy particular, porque la respuesta que hay en los chicos con el más mínimo gesto de cariño de uno, ellos lo reciben multiplicado y así lo devuelven. Esto genera una satisfacción y una plenitud que quizás en otras experiencias no se encuentran. ¿Lo bueno y lo malo del trabajo de voluntario? Carlos: Como aspecto negativo, que si se quiere también es enriquecedor, es ponerse en contacto con una realidad que uno, no sólo no está acostumbrado sino que tampoco imagina que existe. Por ejemplo, ver al chico con el que uno está trabajando al día siguiente parado en un semáforo pidiendo monedas o limpiando un vidrio, es fuerte. En ese sentido hay que tener una cierta templanza, pero realizando un balance es totalmente positivo por lo que uno recibe de parte de ellos. Esto lo percibís en pequeños detalles, ver que el chico arranca directamente no queriendo hacer ninguna actividad y termina el día regalándote cinco dibujos al margen de la actividad concreta que tenía que hacer, es muy gratificante.
Ma. Eugenia: Lo malo es no saber manejar algunas situaciones de violencia o situaciones difíciles de manejar. Nosotros le damos apoyo escolar, pero los chicos van más que nada a buscar otra cosa, afecto, cariño, una mirada, alguien que los nombre, alguien que los respete. Buscamos darles un papel importante.
O SEA – ESPACIO JOVEN DIARIO “EL LITORAL”
¿Cómo los modificó como personas el realizar este trabajo?
Ma. Eugenia: Principalmente me permitió tener otra mirada de lo que es la vida y la realidad. Nuestro trabajo, pese a ser mínimo, es una forma de empezar a cambiar la sociedad en que vivimos. Carlos: Esta experiencia te enseña a aprender a valorar lo que se tiene. Desde el grupo familiar, desde los amigos, la posibilidad de estar estudiando, la posibilidad de asegurarse un futuro profesionalmente. A su vez, te incentiva muchísimo a aprovechar estas situaciones que vivimos para poder regalarle algo al otro.