Número 11 de la revista ENTRESIGLOS

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ENTRESIGLOS Historia, Memoria y Didáctica Número 11

II Época

Fuenlabrada (Madrid)

Octubre 2010

Dossier: EL FUEGO y las BIBLIOTECAS

Miguel Hernández, Ventana abierta al pueblo herido.

La Guerra de los Abuelos (XI): Joaquín Sánchez Escuela Rota: una pieza teatral de Bruno Estrada

www.entresiglos.es


Índice

Entresiglos 20-21, nº 11, octubre 2010

Presentación........................................................... 3 Escuela Rota: una pieza teatral para representar en las escuelas por Bruno Estrada............................................................. 5

La Historia en sus documentos Guerra y Filosofía Fernando Hernández ...................................................... 20

Hemeroteca Destrucción de Cines y Películas en Afganistán........22

Dossier: El Fuego y las Bibliotecas Jesús Sánchez . ............................................. I Alumnos de la Escuela de Prayols (hacia mediados de los 60)

Mujeres españolas en los campos nazis Grupo de Alumnas de 2º de Bachillerato............................. 24

La Guerra de los Abuelos (XI) Encuentro con Joaquín Sánchez Martínez: Guerra Civil, Clandestinidad y Exilio Javier Moreno y Fabio Sánchez .........................................31 Miguel Hernández, Ventana abierta del pueblo herido. Salvador Ramírez .......................................................... 37 FICHA TÉCNICA Entresiglos 20-21 es una publicación sin ánimo de lucro, que se distribuye gratuitamente. Sus únicos objetivos son la divulgación histórica, el fomento de la participación de los estudiantes en la investigación científica y la conservación de la memoria histórica. La revista se edita con la colaboración de la Conserjería de Educación del Ayuntamiento de Fuenlabrada.

Consejo de Redacción L. Cerrón; F. Hernández ; J. Hernando.; J. Moreno y J. Sánchez..

Colaboradores en este número Alumnas de 2º de Bachillerato citadas en la página 30, Bruno Estrada Salvador Ramírez y Fabio Sánchez

Agradecimientos Ateneo Republicano de Fuenlabrada, Salvador Ramírez, Joaquín Sánchez Martínez y nuestro profundo recono cimiento a la Amical de Mauthausen.

E-mail: entresiglos@.gmail.com Edita: Entresiglos: Historia, Memoria y Didáctica. Camino del Molino, 3 - Fuenlabrada (Madrid) ISSN: 1885-2335 Depósito Legal: M-39.125-2005 Fotomecánica: COMAR: Tfno: 91 316 81 83 -e-mail: jesus@grupocomar.net Imprime: OMAGRAF, S.L.

La revista no se hace responsable de las opiniones vertidas por las personas entrevistadas


Presentación

¿Por qué Quemar libros? “Jakob Mendel, aquel pequeño librero de viejo de Galitzia” que tuvo su lugar de trabajo instalado en un café de Viena hasta los años de la Gran Guerra, es el protagonista del libro de Stefan Zweig, Mendel el de los libros. De cómo se inició en ese oficio éste ruso de ascendencia judía , escribe su autor : “había venido del Este a Viena a estudiar para rabino, pero pronto había abandonado al riguroso Dios único, Jehovah, para entregarse al politeísmo brillante y multiforme de los libros. “ Stefan Zweig, Mendel el de los libros

(ed. or. en alemán BuchMendel 1929) Barcelona, El Acantilado, 2009

Un anciano dónde se libros de Misiones la Guerra Montejo (Madrid)

señala el lugar quemaron los la Biblioteca de Pedagógicas tras Civil en de la Sierra

Ángel López “uno de tantos Ángel López como andan por el mundo”, era en 1936 un bedel de la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras (de la hoy Universidad Complutense ) de Madrid. Colaboró como Bibliotecario con las muchachas y muchachos voluntarios de Cultura Popular y las J.S.U. (Juventudes Socialistas Unificadas) quienes, protegidos por soldados del Ejército Popular, fueron efectuando la evacuación de los libros de la “segunda Biblioteca de España” Las tareas de traslado se iniciaron a partir de noviembre, una vez que comenzaba a estabilizarse el Frente y se hacía evidente que Madrid no iba a ser tomado en un ataque frontal. En buena medida gracias a las posiciones que se habían recuperado en la Ciudad Universitaria con la ayuda de las Brigadas Internacionales. Ángel se encargó de reorganizar “el tremendo desbarajuste de hojas impresas y manuscritos desgajados” y de seleccionar los libros por orden de prioridad desde los más valiosos, (entre los que se encontraba el Fasciculus Temporum de 1480, el primer libro impreso en España con grabados, la Biblia Políglota de Cisneros , y la Hebrea, “un códice en vitela –pergamino fino- del siglo XIII ” ) hasta los más humildes. Ángel, en unas declaraciones al periodista de la revista Estampa, Eduardo de Ontañón, le comenta :

“Nosotros luchamos por la cultura. “[...] Allí se ve la absoluta falta de respeto que tienen estos hombres (refiriéndose a los sublevados) por cuanto signifique cultura. La mayoría de los libros estaban caídos, pisoteados, por el suelo. Algunos tienen entre sus hojas restos de defecación. ¡Yo no he visto jamás cosa más brutal!

Estampa nº 478. 20 de marzo de 1937, Citado en el Catálogo de la Exposición Biblioteca en Guerra, Madrid, B.N, págs. 287-290.


No es fácil responder a la pregunta que planteamos en la cabecera. En las páginas centrales de este nuevo número de la revista (y en algún que otro lugar más disperso) aportamos testimonios para la reflexión de unos hechos históricos cuyas últimas manifestaciones llegan hasta nuestros días. Por otro lado, introducimos en esta ocasión una novedad: la de incluir el libreto de una obra de teatro que por sus características resulta fácilmente adaptable para ser representada en las escuelas de todo tipo y cuya dramatización consideramos que puede resultar esclarecedora y quizá hasta terapeutica.

Neus Catalá

Despedimos a las personas jóvenes que han terminado su estancia en el instituto deseándoles un buen camino en el trayecto que ahora emprenden y quedándonos con un recuerdo: el de su trabajo para dar a conocer lo que aprendieron en la exposición que visitaron el curso anterior dedicada al campo de concentración de Ravensbrück en Alemania, dónde pudieron descubrir la presencia de mujeres españolas entre las víctimas y supervivientes, alguna de las cuales, como Neus Catalá, aún está entre nosotros.

Hasta Alicante nos hemos desplazado para recabar el testimonio de Joaquín Sánchez Martínez, historia viva de la España reciente que en primera persona nos cuenta el amargo y laberintico sendero que ha tenido que atravesar a lo largo de su vida.

Por último, no queríamos dejar pasar el año del centenario del nacimiento del gran poeta Miguel Hernández sin darle acogida en nuestras páginas, dedicando un recuerdo a su calidad literaria y humana, a su compromiso y valentía que siguen siendo hoy una ventana abierta a un horizonte mejor.

El Consejo de Redacción


ESCUELA ROTA Autor: Bruno Estrada. Basada en hechos reales ocurridos en la provincia de Burgos,

Escena Primera. 30 de Junio de 1936. Félix. Escuela de Gayangos..................................................................................................... 1 Escena Segunda. 21 de Julio de 1936 Félix y Lucia. Interior Casa de pueblo en Gayangos............................................................................ 2 Escena Tercera. 1 de Agosto de 1936 Benjamín, el cura, y jefe de la Falange. Calle del pueblo, junto a la escuela. .............................................................................. Escena Cuarta. 28 de Noviembre de 1936 Don Miguel, jefe de Falange, el cura, Jacinto, el secretario. Despacho del jefe de Falange, en Villarcayo.

Escena Quinta. 20 de Septiembre de 1937 Cura y Lucia. Sacristía........................ Escena Sexta. 7 de Octubre de 1937 El jefe de Falange, el cura y el secretario. Despacho del jefe de Falange..................................................................................

Escena Séptima. 15 de Enero de 1938 Lucia. Interior Casa de pueblo............................................................................................ Escena Octava. 5 de Abril 1942 Cura y Félix López. Calle del pueblo, a la puerta de la casa de Félix............................. Escena Novena. 1 de Mayo de 1944 Félix y Lucia. Interior Casa de pueblo.....................................................................

Personajes: Félix López, maestro. Lucia, mujer de Félix. Benjamín Fernández, cura. Don Miguel, Jefe de la Falange. Jacinto, secretario.

Basada en hechos reales ocurridos en la provincia de Burgos,


Escena PRIMERA

30 de Junio de 1936

Escenario: Vacío y oscuro. Personajes: Félix.

-Félix: Bueno hoy es treinta de Junio de mil novecientos treinta y seis, como bien saben es el último día del curso. Ahora ustedes tienen un largo verano por delante, por lo que habrá mucho tiempo para jugar, y hacer otras cosas…, como leer. Saben que en nuestra pequeña escuela tenemos más de cien libros. Para disfrutar de cualquiera de ellos solo tienen rellenar una ficha.

pequeño tesoro: la historia que nos cuenta. Y es su responsabilidad que ese tesoro no se estropeé, Para que otros compañeros puedan disfrutar de él tanto como han disfrutado ustedes. ¡Ah! Se me olvidaba, digan una vez más a sus padres, y a sus madres, que los libros de nuestra biblioteca son para todos. Así que anímenles a que vengan también ellos a coger uno.

-Félix: Si Lucas, si se les acaba el libro durante el verano pueden venir a casa a pedirme otro. Pero sobre todo es muy importante que lo cuiden muy bien, que no pinten en él, que no permitan que se caiga al suelo, ni que se moje, ni que se ensucie. Cada libro tiene un

-Félix: No se ría Esteban. Si sus padres no saben leer es por que no tuvieron la suerte que usted ha tenido de que hubiera una escuela en el pueblo. Razón de más para que les lean las historias que cuentan los libros. Cuanto más se lee, más se sabe y más libre es uno.


Escena SEGUNDA

21 de Julio 1936

Escenario: En el salón de una casa de pueblo, por la noche. Personajes: Félix y Lucia (embarazada). Félix y Lucía están bailando en el salón con la música de la radio, de pronto se interrumpe la programación y se oye al General Mola. De pronto dejan de bailar. Palabras del General Mola:

“Hoy, veintiuno de Julio de mil novecientos treinta y seis, cuarto día del Glorioso Alzamiento Nacional, les habla el General Mola. Una vez más quiero insistir en la primera prioridad para lograr nuestra victoria: Hay que sembrar el terror para reducir lo antes posible al enemigo, ya que es fuerte y esta bien organizado. Solo hay una forma de tratar a los rojos, matarlos”. Lucía se separa de Félix y apaga la radio.

-Lucia: Ves como tengo razón Félix, debes irte, no sabemos que puede pasar. ¿Es que no has oído lo que ha dicho el general Mola?. Y bien sabes lo que esa bestia falangista que tenemos en el pueblo va por ahí diciendo: “Vamos a pasar a cuchillo a todos los rojos del pueblo por lo que han hecho a Calvo Sotelo”. -Félix: Lucía, ya sabes que Simón es un fanfarrón, siempre gritando e insultando, pero luego es un cobarde. -Lucía: Acabas de oír, igual que yo, que todo el ejército se ha alzado en armas contra el gobierno de la República. -Félix: Son patrañas para asustarnos. Además sí está todo el ejército esta levantado ¿dónde voy a ir? -Lucía: Lo primero, desaparecer del pueblo. Tomas el camino hacia Los Tornos, subes al monte, y allí esperas a ver como está la cosa. Mis hermanos quieren irse contigo. -Félix: Pero si vienen Anselmo y Agustín te quedaras sola con los cinco niños, y con él que viene. (y suavemente le pasa

la mano por el vientre). -Lucía: Félix, ¿Es que no te quieres enterar? El domingo, en Espinosa, después de misa, salió un camión lleno de falangistas. Primero fueron a Bercedo, y allí, a golpes, hicieron subir a varias personas en el camión. Luego, al pasar por Loma de Montija, fueron a casa del maestro. -Félix (alarmado): ¿A casa de Don Manuel Regiden? -Lucía: Si, y como dijo que él no subía al camión, le mataron en la misma puerta de su casa a golpes, como a un perro, delante de todos. Si te quedas aquí te mataran. Vete hasta que se aclare todo, solo serán unos días. En casa, con la ayuda de mi madre, yo me apañare con todo. ¿No lo hago todos los días? -Félix: De acuerdo, como siempre, tienes razón.

Se apaga la luz.


Escena TERCERA

1 de agosto de 1936

Escenario: Calle del pueblo junto a la escuela. Personajes: Benjamín, el cura y Miguel, el jefe de la Falange. El jefe de la Falange sale de la escuela con libros en los brazos, los deja en el suelo, junto a un montón de bultos que están amontonados en la pared de la escuela. El jefe de la Falange se quita el polvo, en ese momento aparece el cura.

-Cura: Buenos días. -Jefe de Falange (JF): Arriba España. -Cura (comedido): Arriba España. -JF: ¿Qué le trae por aquí? -Cura: Me ha dicho mi sacristán que usted quería un listado con los rojos del pueblo. -JF: Si, el jefe de Falange nos ha mandado que fichemos a todos los rojos de las Merindades y que nos llevemos a varios a Espinosa. El frente esta a pocos kilómetros y no quiere que puedan pegarnos tiros por la espalda. -Cura: Pues tome, aquí esta la lista de Gayangos. -JF: (mirando con detenimiento el papel). Pero aquí no hay nadie importante, todos labradores, no esta ni el alcalde, ni el maestro, ni ningún dirigente del Frente Popular, y la mitad son viejos. Pero padre ¿este pueblo no estaba lleno de rojos? -Cura: Bueno, el maestro ha huido, y con él los más significados. Están en los Tornos. Aquí solo han quedado sus familiares y algunos pobres diablos. -JF: Pues anote a los familiares, así los que se han echado al monte se lo pensaran dos veces antes de volver a pegar un tiro. El cura se queda pensativo.

-Cura: La casa del maestro ha sido el centro de los rojos en el pueblo, pero han huido todos los hombres. -JF: ¿Es que no tenía familia el maestro? Tendrá chavales con edad para coger un arma. -Cura: El mayor no tiene más de doce años. -JF: En la partida de rojos que se enfrentó a los guardias civiles en Villasante había varios niños de esa edad. Les ayudaban a cargar los fusiles. -Cura: Los conozco y me parecen muy

pequeños, pero es verdad que si en el pueblo ven que en la casa del maestro no pasa nada creerán que les tenemos miedo. -JF: Y podrían envalentonarse… -Cura: Tiene razón, aunque ahora estén escondidos y agazapados, aún hay muchos rojos en este pueblo. -JF: Hay que mostrarles lo que les espera si no se someten y repudian de sus ideas. Hay que meterles el miedo en el cuerpo. -Cura: Le anotaré los nombres de la mujer del maestro, y de su suegra, esa vieja no ha hecho más que parir rojos. Aunque…, la mujer del maestro acaba de tener una niña. -JF: Porque le falte leche durante unos días no le pasará nada. -Cura: Si, ya se buscaran esos rojos como amamantarla, ¿no quieren el socialismo?, pues que empiecen por repartir la leche entre sus crías. Voy a la sacristía y le traigo la lista completa, pero, disculpe que le pregunte ¿También se llevan los libros? -Jefe del grupo (riendo): No, es algo que me enseñaron unos requetés navarros que conocí en Burgos. Esos si que tenían cojones. Cuando no podían fusilar al maestro porque había salido volando, como aquí, fusilaban los libros peligrosos, y todos aquellos símbolos republicanos de las escuelas. -Cura: ¿Y cómo sabe cuales son los libros peligrosos? -Jefe de Falange: Nuestro capellán me hizo un listado. Pero ya casi me lo se de memoria: escritores ateos como Valle-Inclan, Perez Galdos, Pío Baroja, Azorín, Espronceda, todos los libros de los rusos que tienen nombres impronunciables y rezuman bilis bolchevique, y de los franceses que son todos unos masones. Y si se quema un libro de más no pasa nada. -Cura: El maestro tenía muchos, demasiados… -Jefe de la Falange: Y una vez que la escuela este limpia de esa basura marxista, llamare a nuestro capellán para que oficie un auto de fe. Así cuando comience el curso tendrá una nueva escuela: nacional y católica.


-Cura: No hace falta que vaya a Espinosa a buscarlo. Yo estaré encantado de purificar espiritualmente la escuela. -JF (sacando su pistola): Y ahora a terminar lo empezado. El cura le mira muy atentamente, el JF se da cuenta y le mira.

-JF: Padre ¿Quiere disparar usted? -Cura: No, yo nunca… -JF: Venga padre, siempre hay una primera vez. Sujétela con fuerza y apriete el gatillo, ya esta cargada. El JF le ayuda a disparar, cuando pega el tiro grita: Por Dios y por España. Escena CUARTA

28 de Noviembre 1936

Escenario: Despacho del Jefe de la Falange. Personajes: Cura. Don Miguel, Jefe de la falange de Villarcayo (JF). Jacinto, secretario.

El jefe de la Falange esta sentado en su silla, escribiendo. En el centro de la habitación hay una estufa de leña. Se oye un golpe en la puerta.

-Secretario: Disculpe Don Miguel, es Don Benjamín. -JF: ¿Don Benjamín? Secretario: Si, el cura de ese pequeño pueblecito que esta en la carretera hacía Espinosa, donde hace poco mandamos un nuevo maestro -JF: Ah, si ya me acuerdo. Por favor, dígale que pase, y traiga algún leño más, que hoy esta el día muy frío. (Se levanta hacia la puerta).

frente a su mesa, y él va a sentarse en la suya). Cuénteme, ¿Cómo les va por el pueblo? -Cura: Pues verá, como usted sabe muy bien, hace ya cuatro meses que el anterior maestro, un rojo irredento, salió con el rabo entre las piernas del pueblo abandonando la escuela. Gracias a la diligencia con la que usted actuó, pudimos tener un sustituto al inicio del curso escolar. Y por ello en Gayangos se le está muy agradecido. -JF: No lo merezco, es mi trabajo ¿Y qué tal el nuevo maestro, por cierto? -Cura: Bueno, no hay quejas por ahora, pero nunca se sabe. Aunque es de espíritu liberal, según he observado en las conversaciones que he mantenido con él, ha acomodado su conducta a las exigencias actuales. Y ha hecho manifestaciones de sumisión inquebrantable a la superioridad. -JF: ¿ Entonces, cual es el problema? Cura: Hoy por hoy no puedo certificar otra cosa, aunque es seguro que nos vendría mejor alguien con las ideas más claras,….ya me entiende. Han sido muchos años con el diablo metido en la escuela. Los maestros han sido la principal causa de la actual zozobra de nuestra sociedad, y el que teníamos en el pueblo era de lo peor. -JF: ¿Se sabe algo de ese individuo? -Cura: No, no se sabe nada de él, nada oficial vamos, rumores muchos. Pero…, a lo que venía. (En ese momento llaman a la puerta) Voz del Secretario: ¿Se puede? -JF: Sí Jacinto, deje los leños junto a la estufa, y cuando le llame entre a tomar la declaración a monseñor.

Mientras camina hacia la puerta el jefe de la Falange, el secretario ha indicado al cura que pase.

El secretario deja las maderas junto a la estufa y se va. El Jefe de la Falange se levanta.

-Secretario: Pase padre, D. Miguel le estaba esperando. -JF (Cerca de la puerta, ve al cura y le da la mano): Buenos días D. Benjamín, hace varios meses que no nos vemos, y como ha cambiado el tiempo, hace un frío. - Cura: Buenos días D. Miguel. Sí, parece que el invierno ya se nos ha echado encima. -JF: Por favor siéntese (Le aparta la silla

-JF: Discúlpeme, voy a avivar un poco el fuego, pero por favor siga usted, me estaba diciendo… -Cura (cambia su posición para poder seguirle con la mirada y un poco molesto por las interrupciones): Sí, le estaba diciendo que creo que ya es

hora de que se inicie el expediente de depuración del huido maestro de Gayangos. Entiendo que en estos primeros meses, después del


glorioso alzamiento, ha habido que hacer muchas cosas en muy poco tiempo. -JF: Si, estos cuatro meses han sido muy movidos, pero al fin nuestras tropas ya están sobre Madrid. -Cura: Estoy seguro de que nuestros cruzados tomarán pronto Madrid, y por ello hay que ir preparando, desde ya, la nueva sociedad por la que estamos luchando. Sin olvidar cuestiones como esta que, para un pequeño pueblo como Gayangos, son de enorme importancia. -JF: Sin duda, sin duda. -Cura: Y lo primero debe ser extirpar de raíz el virus ateo y marxista que esos infaustos maestros republicanos han inoculado durante tantos años en las mentes de nuestros niños y jóvenes. Y por eso, ninguno de ellos, nunca más, me oye ¡nunca más! debe volver a pisar una escuela. -JF (volviendo a su sillón): No se preocupe. Por eso le he citado hoy. Debería indicarnos a otra persona del pueblo para que también le tomemos declaración. -Cura: Tengo a la persona que buscan: Simón López, padre de familia de Gayangos, una persona de indudable fervor hacia la causa nacional, miembro de la Falange, y además mi sacristán. -JF (anotando en una hoja): Magnifico, la persona ideal, sin duda. Como ya le expliqué, no es que dude de sus palabras, pero ya sabe, los procedimientos burocráticos son eso, papeles y más papeles, y exigen al menos tres declaraciones para iniciar el expediente de depuración. En pocos días tomare declaración a D. Expósito Bilbao, el comandante de la guardia civil de Villarcayo. Pero empecemos ya. Toca el timbre que tiene en la mesa. Entra Jacinto que le pasa un papel y se sienta frente a una mesa auxiliar con maquina de escribir.

-JF (empieza a leer el texto que le ha pasado el secretario): Hoy a 28 de Noviembre de 1936, a cuatro meses y once días del Glorioso Alzamiento Nacional, comparece en Villarcayo, ante D. Miguel García Fernández, jefe local de la Falange, Don Benjamín Fernández, cura de Gayangos, con el objeto de iniciar el expediente de depuración de Félix López Pereda, maestro de primera enseñanza de la localidad de Gayangos, ayuntamiento de

la Merindad de Montija, provincia de Burgos. Padre, le voy a leer las preguntas que vienen en el impreso que ha preparado el Ministerio de Educación Nacional para los expedientes de depuración, y el secretario irá tomando nota. Aquello que desconozca, no hace falta que lo conteste, ¿Entendido? -Cura: Si, por supuesto, responderé solo lo que se. No es necesario exagerar, a este hombre ya le condenan sus actos. -JF: Anótelo todo (dirigiéndose al secretario). El citado Félix López abandonó su puesto de trabajo, como maestro de Gayangos, al producirse el Glorioso Alzamiento Nacional. Exactamente, ¿en que fecha se ausentó? -Cura: Fue el 18 de Julio. Yo lo sé bien. Se fue con la partida de rojos que formó la Columna Villarías, se puso al frente de sus correligionarios en el frente de Los Tornos. Y desde allí hizo armas contra las tropas nacionales, cerrando el paso de nuestros soldados hacia Santoña y Balmaseda. -JF: ¿Cuál es el paradero actual de este maestro? -Cura: Se dice en el pueblo que está en Asturias o Santander, en las filas de los rojos. -JF: Veamos su conducta profesional. ¿Faltaba a menudo a las clases? ¿Era puntual? -Cura: No, no faltaba a las clases. Se le puede acusar de muchas otras cosas, pero no de faltar a sus obligaciones en la escuela. Y si, era puntual. -JF: ¿Estaba satisfecho el pueblo con el estado de la enseñanza? Cura (en tono didáctico): Las izquierdas sí, las derechas no. Ya se sabe que la afinidad política disculpa, y aún elogia, muchos defectos salientes. Además tenga usted en cuenta que Gayangos es un pueblo acostumbrado a poco, que se contenta con nada. La actitud del docente no les llamaba la atención a muchos de sus habitantes. - JF: ¿Su conducta particular ha sido digna de un maestro? ¿Perseguía a los que acudían a la iglesia? -Cura: Bueno, perseguir, yo no creo que esa sea la expresión correcta de su comportamiento. Pero su conducta no era digna de un maestro. Porque un maestro debe enseñar a los pequeños, y a los mayores, a ser humanos y pacíficos. Y durante la regencia de esta escuela por D. Félix López se ha visto todo lo contra-


rio. Era un amoral, y con sus doctrinas contribuía a la corrupción de las costumbres. -JF: ¿En qué relaciones está, o más bien estaba, con el vecindario? -Cura (en tono condescendiente): Buenas con los rojos, malas con los oponentes. Si bien no se le pueden reprochar altercados, se le notaba que actuaba con simpatía y camaradería con los dóciles a su ideario. -JF: ¿Se mezcló en asuntos obreros o del campo? -Cura (en tono despectivo): Hablaba a cada paso de las injusticias que sufría el proletariado y los campesinos, y de que sólo el Frente Popular los podría redimir. Hacía propaganda entre los labradores para que se afiliaran y formasen parte de las casas del pueblo. JF: Por tanto, estaba afiliado a algún partido ¿A cual? -Cura: A juzgar por sus actos era un comunista. Aunque ignoro si militaba. Pero de lo que estoy seguro es que soñaba con Don Marcelino Domingo. -JF: Marcelino Domingo, no era ese de ...... -Secretario: De Izquierda Republicana, fue el ministro de Instrucción Pública. -JF (con mala cara, interrumpiéndole): Si, ya se quien es. Pero, ¿hay alguna constancia documental de sus supuestas afiliaciones? -Secretario: En nuestros archivos solo consta que se afilió a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza el 20 de Diciembre de 1932. -JF: ¿Hizo propaganda política fuera de la escuela?¿Tomo parte en actos políticos? -Cura: Por supuesto, a pesar de que su familia tenía las mejores tierras del pueblo, su grito favorito era “Viva Rusia”. Con eso está todo dicho.

-JF: Ya…”Viva Rusia”, pero ¿si las mejores tierras eran suyas? ¿Por qué simpatizaba con esas ideas izquierdistas? -Cura: Porque consideraba que eso sería lo que mejor pudiera empujarle a puestos más elevados, desde luego inmerecidos. Si no fuera por la Republica no hubiese logrado el titulo de maestro en toda su vida, por burro. -Secretario (revolviendo papeles): Si me permite. -JF: Sí, por supuesto. -Secretario: Según nuestro archivo D. Félix López obtuvo el titulo de maestro de primera enseñanza en 1925, a la edad de 25 años. Es decir seis años antes de la proclamación de la Republica. -JF (mirando en tono comprensivo al cura): No se preocupe (Dirigiéndose al secretario) No incorpore la última declaración al expediente. Y eche más leña a la estufa que nos vamos a helar. El secretario se levanta y echa más leños a la estufa.

-JF (ofreciendo un cigarro al cura): ¿Quiere un cigarro? -Cura (cogiéndolo): Esta bien, gracias, lo guardaré para luego. El cura se lo guarda. Es lo que se decía en el pueblo -JF: Como ya le dije, responda solo de lo que sepa. -Cura: ¿Nos queda mucho? -Jacinto, ¿Qué nos falta? -Secretario (volviendo a la mesa): Poco, lo relativo a la difusión de propaganda izquierdista en la escuela. -JF: Ah, si. Eso es muy importante. Es sobre si les enseñaba a cantar La Internacional, a saludar con el puño en alto, o si repartía propaganda política en la escuela (espera a que el secretario se haya sentado) ¿Qué sabe al respecto? -Cura: Nadie me ha dicho nunca que cantara la Internacional en clase, ni que mandara que los niños levantasen el puño. Aunque algunos lo levantaban cuando le veían por la calle, porque él bien que lo hacía. Pero en clase, y por ordenes de él, no. Tampoco se nada de que los llevara a mítines, ni que les


repartiera propaganda política. -JF: Bueno, pues ya hemos acabado. Muchas gracias por su colaboración, ya no le robamos más tiempo (y se incorpora y le va acompañando a la puerta). -Cura: Ha sido un placer. Espero que pronto tome declaración a Don Expósito y a Simón Lopez. Y que esto sea suficiente para que, si este individuo regresara por el pueblo, Dios no lo quiera, nunca más volviera a ejercer el magisterio. -JF: No se preocupe. -Cura: Si necesitara algo más, no dude en llamarme. Estoy seguro que los actos de este hombre le condenan ante Dios y ante los hombres. -JF: Sin duda, sin duda. Agilizaré los trámites cuanto pueda (le despide). -JF: Bueno, hay que ver las prisas de este curita, como si no tuviera otra cosa que hacer. En Madrid los rojos han frenado la ofensiva de nuestras tropas. Debería estar sacando soldados de debajo de las piedras ¡Soldados! y no cruzados, y no persiguiendo maestrillos desaparecidos cuyo gran crimen ha sido gritar “Viva Rusia”. -Secretario: ¿Qué hago con esto? -JF: Escriba una carta a la Comisión de depuración de Burgos, solicitando la apertura del expediente, mande otra al comandante de la guardia civil, y al sacristán ese, para que vengan a prestar declaración, pasé a limpio todas las declaraciones, y, cuando pueda, redacte el borrador del informe. Secretario: Sí, señor, pero sabe todo el trabajo que hay… -JF: Jacinto, he dicho cuando pueda. -Secretario: Si señor (Y se va del despacho).

Escena QUINTA 20 de Septiembre de 1937 Escenario: Sacristía. Personajes: Lucia y el cura. El cura esta ordenado sus cosas y llaman a la puerta.

-Cura: Adelante -Lucia (con voz seca,lleva un bebe envuelto en una manta en su pecho): ¿Me ha mandado llamar? -Cura: Vaya señora Lucia, que poco se la ve por la iglesia. Pase, pase. -Lucia (en el umbral): Prefiero quedarme aquí. Bien sabe usted que mi familia no es de misa. -Cura: Pues eso esta muy mal. Precisamente de su familia quería hablarle yo. -Lucia: Mi familia es cosa mía, y de nadie más. No le parece ya suficiente el daño que nos ha hecho. -Cura: No sea insolente. Y menos después de que los rojos estén huyendo de nuestro victorioso ejército nacional por todo el norte de España, después de un año de cruzada. Hace apenas unos días, a principios del mes de septiembre, nuestras tropas han reconquistado Santander. -Lucia: Si, eso he oído. ¿Y a mí que me importa? -Cura: Pues debería importarle, uno de los rojos capturados allí es su marido. -Lucia: Entonces esta vivo (con alegría). Pero…¿Esta bien? (temerosa) -Cura: Está preso en el penal de Santoña, bajo consejo de guerra. -Lucia (con voz firme): Mi marido no ha matado a nadie. -Cura: Eso es lo que usted dice. Ya veremos. Ya sabe lo que ha pasado con muchos como él. La he mandado llamar para decirla que, si saliera vivo del penal, lo mejor es que no vuelva a por aquí. Y sobre todo que no piense en pisar una escuela en su vida. -Lucia (con voz firme, pero angustiada): Pero la plaza de maestro de este pueblo es suya. El que hay ahora es provisional. -Cura: El gobierno de Burgos lleva más de un año depurando a todos los maestros considerados peligrosos. -Lucia: Mi marido no es peligroso. -Cura: Lo más posible es que su marido no vuelva a dar clase, ni en este pueblo, ni en ninguna otra escuela. Ya me ha oído. Lo mejor


para usted, y para su familia, es que, si saliera vivo de la cárcel, no vuelva a poner los pies en Gayangos. -Lucia (con voz dura): ¿Y que más nos va a hacer? Usted fue quien dijo a los falangistas a quien debían llevarse de este pueblo, por eso fusilaron a mi madre. -Cura (intento fallido de interrumpirla): No le permito… -Lucia: Y me hubieran fusilado a mí, si no me hubiera negado a separarme de esta pequeña. -Cura: Yo solo di un listado que me pidieron, yo no sabia... -Lucia: Como que usted no sabía, ninguna de las dieciséis personas que subieron a ese camión esta viva, más de treinta hijos de este pueblo se han quedado sin alguno de sus padres por su odio. -Cura (gritando): Desgraciada, fue Dios quien decidió la muerte de tu madre y de los demás, por sus muchos pecados cometidos. -Lucia: Parece mentira, tanto amor que dice que tiene su Dios, y tanto rencor que destila usted. Cuando trajeron el ataúd de mi madre tuvimos que llevarlo al cementerio por los caminos llenos de barro, porque usted no permitió que atravesara la plaza del pueblo, para que no pasara por delante de la iglesia. -Cura: Fue para evitar altercados. -Lucía: Fue una crueldad innecesaria con una mujer, que todo el pueblo sabe, que nunca hizo mal a nadie. Tenga cuidado, se va a pudrir por dentro. -Cura: Vosotros si que debéis tener cuidado. Sí no creéis en Dios, por lo menos aprenderéis a temerle. -Lucía: Ya no. Ya se que Félix esta vivo y se que va a volver. Lucía se va cerrando la puerta con fuerza.

-Cura: Dios es quien decide vuestras vidas, yo solo soy su brazo ejecutor, pero estoy seguro que en este caso Cristo no tendrá misericordia. Vaya, vaya…. si bajaran la cabeza (mira la cruz y se persigna).

Escena SEXTA

7 de Octubre de 1937

Escenario: Despacho del Jefe de Falange. Personajes: Don Miguel, Jefe de Falange, el cura y el secretario. El Jefe de Falange esta sentado en su mesa. Llaman a la puerta desde fuera.

-Voz del secretario: ¿Señor? -JF: No le he llamado Jacinto, ¿Porque me interrumpe? -Secretario: Señor, es el párroco de ese pueblito, Gayangos, Don Benjamín, que se ha presentado sin tener cita con usted. ¿Le dejó pasar? -JF: ¡El cura de Gayangos! Será por el expediente del maestro ese. ¿Qué ha hecho con él? -Secretario: Aún no le he pasado a leer el borrador con los cargos. -JF: Y hace un año que le tomamos declaración al cura, vaya... Bueno, déjele pasar, y vaya a buscar los papeles, dese prisa. El JF de la falange se pone la chaqueta y se dirige a la puerta. En ese momento se abre y entra el cura.

-JF: Buenos días Don Benjamín ¿Qué le trae por aquí? -Cura: ¿Qué que me trae? ¿No lo sabe usted? ¿Pero si debía ser usted la persona más enterada de las Merindades? -JF (con preocupación): ¿Ha pasado algo grave en Gayangos? -Cura: No, pero bien pudiera pasar pronto. No se ha enterado de que en Santander han capturado al maestro de Gayangos. -JF: No, padre, han sido miles los prisioneros que hemos hecho en Santander, aún no me han enviado un listado con los de su pueblo. Pero (en tono optimista) ¿No es una buena noticia? -Cura: Pues no se que decirle, depende de cómo vaya su caso. Si volviera pronto al pueblo, y su depuración aún no fuera oficial, sería un desastre. Vaya ejemplo de cómo Dios castiga a sus blasfemos. El expediente ¿Ya lo habrá enviado a Burgos? -JF (En ese momento se abre la puerta y aparece Jacinto): Jacinto trae el expediente de… -Cura: Félix López.


-JF: De Félix López, ¿En que fase de instrucción esta? -Secretario (desde la puerta con un expediente, que le pasa): Se tomo declaración al comandante de la guardia civil del cuartel de Villarcayo y a su sacristán. Aquí tengo el borrador del informe, pero aún no esta corregido. -JF: (alzando la voz con un enfado impostado) ¡Aún no esta corregido! Déme todo el expediente. -Cura: Entonces ¿Estamos en Octubre y todavía no ha enviado el expediente a Burgos? (enfadado) Pero si hace casi un año que estuvimos aquí mismo, en su despacho. -JF (volviendo hacía el cura con el expediente): Bueno, han sido unos meses con mucho trabajo. Nos costó mucho esfuerzo que declarara el comandante de la guardia civil de Villarcayo. Cada dos por tres estaba al pie del puerto de los Tornos, en previsión de alguna desesperada contraofensiva de los rojos. -Cura (Haciendo visible su molestia): Espero no tener que verme obligado a quejarme al arzobispo de Burgos. -JF: Por Dios, no se sulfure Don Benjamín, (aliviado) aquí tengo la propuesta de cargos imputados. El cura casi arrebata el papel al JF y empieza a leerlo.

-Cura: Pero ¡No se dice nada de su filiación política! -Secretario: Además de su afiliación al sindicato de maestros, no tenemos constancia de ninguna otra prueba documental. Y disculpe, pero su declaración y la de su sacristán son contradictorias. Usted primero dijo que era comunista, y después de Izquierda Republicana, y el sacristán dijo que era del Frente Popular, socialista, y masón. -JF: Tal vez en Santander o en Bilbao tengan más información en los ficheros que se hayan incautado. -Cura: Aquí han puesto que, para celebrar el triunfo de las izquierdas en las últimas elecciones, encabezó a un grupo de más de cuarenta izquierdistas. -Secretario: Si, y que iban dando vivas a Rusia, y mueras a los políticos de derechas, a la Guardia Civil y a la Guardia de Asalto, como ustedes dijeron. Cura: Pero, hombre de dios, no ponga el número de personas que se manifestaron.

Gayangos no tiene ni cien habitantes, va a parecer que estaba todo el pueblo en la manifestación. -JF: Muy correcta su observación. Corríjalo Jacinto. (El secretario escribe algo en el expediente). -Cura: ¿Y esto es todo? ¿Ya no hay más? -JF: Con estos cargos, en un juicio por auxilio a la rebelión, le caerían por lo menos veinte años y un día. -Cura: Pero esto es un expediente de depuración, y no hay casi nada que cuestione su labor como maestro. Puede que con estas acusaciones en Burgos solo le suspendan, pero que no le quiten definitivamente la plaza. Y este individuo no puede volver a ejercer el magisterio en Gayangos nunca más. Me oye, ¡Nunca más! Yo recuerdo que en nuestras declaraciones había cosas más concretas sobre su comportamiento en la escuela…. -JF (mirando al secretario): Bueno algo más si hay ¿No Jacinto? -Secretario: Pero sus declaraciones, y las de su sacristán se contradecían en varias cuestiones. -JF (en tono cómplice con el secretario): Si ese hombre, su sacristán, decía algunas incongruencias. Además en sus declaraciones parece que hay una clara animadversión personal, ¿tal vez por algo relacionado con unas tierras del pueblo? -Cura: Si, creo que alguna disputa tienen, y es verdad que a Simón a veces se le calienta la lengua, pero eso no debe hacer dudar de toda su declaración. Es mi sacristán. -JF: No, no, por supuesto que no -Cura: A ver léame (al secretario), léame la declaración de Simón. -JF (coge los papeles que le da el secretario): Acusa al maestro de haber llevado a los niños a un mitin comunista. Pero usted hace constar que el maestro asistía a mítines él solo, sin los niños. Y no hemos querido poner en duda su palabra. -Cura: Pero ¡Por Dios! Yo tengo mucho menor conocimiento de las cosas del colegio que Simón. El tiene varios hijos en la escuela. Este claramente podría ser el octavo cargo. -JF: Me parece bien padre. Jacinto, ya ha oído al padre, anótelo como cargo octavo. (El secretario anota).


-Cura: ¿Qué más hay? -JF (después de leer): El comandante de la guardia civil declaró que enseñaba a cantar la internacional a los niños en la escuela, y a saludar con el puño en alto. Pero usted y su sacristán no dicen nada al respecto. -Cura: Pues lo harían porque se lo habría enseñado en la escuela ¿No? -Secretario: Pero el comandante, ni tiene hijos en la escuela, ni vive en el pueblo. -Cura (volviendo la cara al secretario y con tono desafiante): ¿No pondremos en duda las fuentes de información de la guardia civil? En estos casos es mejor pecar por exceso que por defecto ¿no? -JF: Si (al secretario). Anótelos como cargos noveno y décimo. (El secretario anota en el expediente).

-Cura: ¿Hay más? -JF: Su sacristán menciona que a veces repartía el diario El Liberal en clase. -Cura: Eso, ¿no esta considerado como reparto de propaganda política? -JF: Hmm…, espere. Jacinto, aquí hay unas notas suyas manuscritas al margen. -Secretario: Bueno, El Liberal era un diario republicano, pero no extremista. Tal vez lo repartiera porque incluía relatos literarios de grandes escritores como Don Leopoldo Alas Clarín, o Don Ramón Gómez de la Serna… -Cura (con ironía al JF): Son muy interesantes los amplios conocimientos literarios de su secretario. A veces se empieza leyendo mucho y…no se sabe como se acaba. -JF (corrigiéndose y con la voz con más aplomo): Si Don Benjamín, sin duda tiene usted razón. Anote, como cargo undécimo, repartir propaganda política en la escuela. (El secretario anota, bajando la cabeza). Cura: ¿Ya esta todo? -JF (leyendo): Su sacristán declaró que le oyó decir al maestro, al día siguiente al asesinato de Calvo Sotelo, "Ya cayó uno". Y que estaba alegre. -Cura: ¿No es eso un delito de excitación a la rebelión? -JF: Si, anótelo como cargo decimosegundo. (El secretario anota).

-Cura: ¿Hay más? -JF: Jacinto, ¿hay algo más? -Secretario (mirando los papeles): Su sacristán también acusa al maestro de gritar a favor del amor libre, de estar por la abolición del matrimonio y de amenazar con burlarle las hijas. Cura: Bueno, tampoco hay que exagerar, además, eso no tiene nada que ver con un expediente de depuración. ¿Cuantos cargos llevamos? -JF (mirando los papeles de Jacinto): Doce. -Cura: Como los apóstoles. ¿Cree que serán suficientes? -JF: Si, sin duda… -Cura: Pues ve, que rápido hemos terminado. -JF: Si, esta misma semana enviaré el informe a Burgos. -Cura: Con una copia al arzobispado. Ya sabe, para agilizar los trámites. -JF: ¡Si, si! Con una copia al arzobispado. -Cura: Muchas gracias, ya sabía yo que, dadas sus muchas ocupaciones, era bueno interesarse por este tema. -JF: Por supuesto, le agradezco su interés. ¿Desea algo más? -Cura: Ahora que lo menciona, en relación con el maestro que tan diligentemente nos proporcionó al inicio el pasado curso escolar. -JF: ¿Algún problema? -Cura: Ya le dije que era de espíritu liberal. Un liberal cobarde, pero un liberal. ¿Sería mucho pedir el poder disponer de un nuevo maestro como dios manda durante este curso? -JF: Muy bien, como usted quiera (acompañándole a la puerta). Hasta pronto (despidiéndole). -JF: Tome el expediente. Pase todas las notas a limpio hoy mismo, y mañana envíelo a la comisión de depuración ¡Con copia al arzobispado de Burgos! -Secretario: Si señor. Pero es la primera vez que enviamos copia al… -JF: ¿Le he dado permiso para que me interrumpa? También envíe una carta solicitando la publicación urgente, en el Boletín Oficial de la Provincia, de una citación a D. Félix López Pereda, para que en el plazo de diez días se presente para alegar frente a las denuncias.


-Secretario: Pero…, estando preso en Santander no se enterará. -JF: ¡Y a mí que narices me importa! El plazo de alegaciones es un mero trámite burocrático que hay que cumplir, no creerá que sirva de algo. Este hombre ya esta juzgado y condenado. Venga póngase ya a ello. -Jacinto: Si señor. -JF: Ah, se me olvidaba, solicite también un nuevo maestro para Gayangos. Pero uno que sea un buen falangista. -Secretario: Señor, usted sabe los problemas que tenemos para encontrar maestros. Entre fusilados, desaparecidos y expedientados, ha habido que sustituir a cerca de cien maestros solo en Burgos. -JF (casi gritando): Pues les dice que no hace falta que sepa ni leer, ni escribir, pero que se sepa de memoria los principios fundamentales del Movimiento… y el Avemaría. Y usted, a ver si leemos menos.

Escena SEPTIMA

15 de Enero de 1938

Escenario doble: Casa de Félix. Personajes: Lucia. Lucia en su casa, leyendo de pie una carta que acaba de escribir.

-Lucía: Quince de Enero de mil novecientos treinta y ocho. Querido Félix, Por fin, tengo tiempo para escribirte una carta, ya los tengo a todos acostados. Y no sabes lo cansada que estoy. La que más me preocupa es la pequeña, con este frío que se agarra a los huesos. Pero me he prometido no contarte penas, ya tu tienes muchas más en el penal. La verdad es que ahora estamos mucho mejor. Era mucho peor cuando tuvimos a los alemanes en la casa y no sabíamos nada de ti. No nos tocaron un pelo, pero comieron y bebieron de nuestra casa todo lo que quisieron. Lo peor era el continuo temor de que alguno de los mayores se les encarara. Sobre todo después de que aquel bestia sacará la pistola y matará al perro en medio del patio. Solo porque le había ladrado. Sin querer vuelvo a contarte penas, perdona. Aún me da la risa cuando me acuerdo como el pequeño Roberto se plantaba frente a algún alemán y le decía brazo en alto “¡Arriba

Azaña!” ( imitando voz de niño). Y siempre respondían, sin entender, “¡Ya, Ya, Arriba España”! (Lucía ríe) Ahora me río. Pero que susto me dio la primera vez que le oí. Me costo bastantes pescozones que dejara de decirlo. Que estés preso no es ningún consuelo, pero por lo menos estoy segura de que estas vivo. Se terminó aquel miedo profundo, de cada día, de cada minuto, a me dijeran que habías aparecido muerto en cualquier sitio. Es el segundo invierno que pasamos sin ti, es muy duro por no poder verte, pero no te preocupes no nos falta comida, tu padre viene a vernos cada semana para que no nos falte de nada, y mucha gente en el pueblo me da lo que puede. A pesar del miedo que hay, es una forma silenciosa de mostrarnos el respeto que te tienen. Creo que en primavera podré ir al penal ¡Tengo tantas ganas de verte! Te llevaré chorizos del pueblo, que seguro que ahí comes muy poco. No adelgaces mucho. Aunque tú no me dices nada, para que no me preocupe, seguro que pasáis mucha hambre. Me han dicho que muchos días apenas os dan una sopa de berza podrida y un poco de pan, eso no es comida para un hombre. Aunque a veces pudiera no parecerlo, escribirte me llena de alegría, es como si hablará contigo, como si estuviera contigo. Estoy segura de que pronto volverás a casa, y podré terminar de enseñarte a bailar. Lucia (volviéndose al público): Fueron cuatro largos años de cartas, de hambre, de soledad,


Escena OCTAVA

1 de Abril de 1942.

Escenario: Una calle de Gayangos Personajes: Cura, Félix López. El cura, alterado, se dirige a la puerta de una casa en Gayangos. Llama a la puerta con estruendo. La puerta se entreabre y se ve a un hombre de unos cuarenta años, avejentado que sale a la calle.

-Félix (con un tono de gran desconfianza): ¿Usted? ¿Que le trae por mi casa? -Cura: Me han dicho que vienen niños de este pueblo, y de los alrededores, a recibir clase en su casa. -Félix: Si ¿y que? No hago nada ilegal. -Cura: Pero, esta inhabilitado para ejercer de maestro. Apenas lleva un año en el pueblo, después de salir de la cárcel, y ya ha vuelto a las andadas. Parece que no ha aprendido nada. -Félix: No padre, lo que usted ha conseguido, después de mucho esfuerzo, es que me hayan quitado la plaza de maestro de la escuela de este pueblo. Pero lo que yo haga en mi casa solo me compete a mi y a mi familia. -Cura: No voy a permitir que siga envenenando la mente de los niños con tus ideas ateas y marxistas. -Félix: No se crea sus propias mentiras, venga cualquier día a clase sin avisar, y verá lo que enseño a los chicos. Pregunte al alcalde, que tan amigo suyo es, si dicto consignas revolucionarias a sus hijos. Yo no busco pelea, no soy ningún héroe. Siempre he enseñado mis alumnos que hay que buscar el dialogo y evitar el enfrentamiento. Simplemente soy un maestro que lo único que quiere es dar de comer a su familia con el fruto de su esfuerzo. -Cura: No voy a tolerar que continúe dando clases en este pueblo. -Félix: ¿Por qué? Usted sabe mejor que yo que el maestro que ahora esta en la escuela no sabe hacer la “o” con un canuto. Los niños rezan mucho, sí, cantan canciones falangistas, sí. Pero de leer, de escribir, y de las cuatro reglas de matemáticas, ni les pregunte. -Cura: A la mayoría de mis feligreses no les ha hecho falta aprender a leer, o a escribir, para llevar una vida decente. - Félix: Y pobre, o es que usted quiere condenar también a todos los niños de este pueblo a la pobreza.

-Cura: Dios dará a cada uno según su compromiso cristiano, no según sus conocimientos. A los niños más les valdría no aprender muchas cosas, que para lo único que sirven es para alterar el orden natural de las cosas, él que nos ha permitido vivir en paz desde que Cristo vino a la tierra. -Félix: Jesús se alzó frente a las injusticias de su tiempo y no tuvo miedo de denunciarlas. -Cura: No se le ocurra utilizar las palabras a Jesucristo. -Félix: Creía que era bueno recordar sus palabras y acciones, usted lo hace todos los domingos en misa. -Cura: ¡Blasfemo! Si ni siquiera paga los diezmos y primicias por lo que gana con sus clases. -Félix: Yo he pagado todas las multas que me han impuesto, por muy injustas que fueran, los falangistas se llevaron todo lo que encontraron en mi casa, incluso los bueyes y las vacas. Pero los diezmos y primicias es una contribución voluntaria que no pienso pagar. -Cura: Es la aportación que todos los buenos cristianos hacen a su iglesia. -Félix: Acabáramos ¡Ese es el problema! El dinero de la iglesia. Por un momento creí que hablábamos de ideas e, iluso de mí, confiaba en que, aunque hubiera diferencias, siempre se podría evitar el enfrentamiento con el dialogo. Pero usted ha venido a provocarme, porque considera que mis actos ponen en peligro sus privilegios… -Cura (alzando la voz): Negarse a sostener a la iglesia católica es un claro ejemplo de falta de arrepentimiento por los errores cometidos en el pasado. -Félix: Lo que usted llama errores, los hemos pagado con creces, yo y mi familia. Yo he estado en prisión y he perdido mi plaza de maestro, por su culpa en esta casa se pasa hambre. Usted puso a mi suegra y a mi mujer en la lista de los que había que llevarse del pueblo. Por favor, váyase de mi casa. -Cura: (gritando): No somos nosotros a quien nos corresponde juzgar los castigos que impone el Señor. Ya veremos cuanto ha pagado por sus pecados, y cuanto le queda por pagar por enfrentarse a Dios y al Generalísimo.


-Félix: Yo solo me he enfrentado al analfabetismo y a la ignorancia. Usted llama a mi puerta para insultarme y amenazarme. Si no quiere nada más, por favor, váyase de mi casa, que esto es una provocación. -Cura (a voz en grito mirando al resto de las casas del pueblo): Este hombre sigue siendo un blasfemo, un sin Dios, que rechaza la paz de Franco. -Félix (cierra la puerta con un fuerte portazo): La paz de los cementerios y del miedo. Se apaga la luz.

Escena NOVENA

2 de Abril de 1942

Escenario: Salón de la casa de Félix. Personajes: Félix y Lucia. Félix esta callado, sentado en la mesa. Lucia esta recogiéndola.

-Lucia: Desde la bronca de ayer con el cura no has abierto palabra, ni has probado bocado. -Félix: Y que quieres que diga. Fui un estúpido, caí en sus provocaciones. Todo será ahora aún más difícil aquí, en el pueblo. Lucía (sentándose junto a él): ¿Y que ibas a hacer? ¿Callarte cuando te insultan a la cara en la puerta de tu propia casa? -Félix: ¿Qué pasará ahora con la solicitud de revisión de mi expediente de depuración? -Lucía: ¿La revisión de tu expediente? -Félix: No te he dicho nada para no crearte falsas expectativas, pero hace un mes salió

una orden del Ministerio de Educación sobre la readmisión de los maestros de la república. Los compañeros de Bilbao me han dicho que se están revisando las sanciones, y que este es el momento de presentarla. -Lucía: ¿Pero crees que servirá de algo? No te castigues, independientemente de lo que paso ayer, es muy difícil que te la admitan. -Félix: Pero los compañeros dicen que Franco empieza a estar asustado por la guerra en Europa, en Stalingrado, por primera vez, los rusos han derrotado a los alemanes. -Lucía: Pero, ¿De verdad crees que van a revisar tu caso? Tú sabes mejor que yo lo absurdo que es ahora todo. -Félix: Tú sabes, como yo, que la escuela del pueblo lleva seis años regentándose por un maestro interino. -Lucía: Y tú mismo me contaste lo que pasó cuando llegó una carta a la casa del maestro de Bañuelos de Bureba notificándole su depuración. Como su mujer, entre lagrimas, les gritaba que si le iban a perseguir hasta en la tumba, que hacía ya tres años que le habían fusilado a la puerta de su escuela. -Félix: Lucía, necesitan maestros. No tienen suficientes falangistas que sepan leer, escribir y sumar a la vez. Lucía: Puede que tengas razón, pero cuando saliste del penal creí que nunca más iba a volver a sentir el miedo que sentí, cada uno de los días que viví sin saber nada de ti. Y cada vez estoy más convencida que simplemente te han trasladado a una cárcel mayor, donde estamos todos. Toda España es una inmensa prisión. He pasado mucho miedo sola. Y no quiero volver a perderte. -Félix: ¿Y porque vas a perderme? Aquí estamos. -Lucia: Y aquí te quiero, en casa. (En tono muy lento). No me olvido del último día que vi a mi madre, mientras se la llevaba el camión de los falangistas ¿Cuantos compañeros viste tu morir en los bombardeos en Bilbao? ¿Y en el penal? Te olvidas cuando me contabas como algunos simplemente se quedaban sentados…, y se morían, porque no tenían fuerzas para seguir viviendo. -Félix: No hay que dejar que el miedo nos paralice. -Lucía: Me gustaría compartir tu optimismo. Pero yo solo veo días grises que suceden a otros días grises.


-Félix: Acabar con nuestra esperanza sería su mayor triunfo. Pero no pueden convertir a millones de personas en estatuas. -Lucía: Mi miedo es que vuelvan a llevarte otra vez a la cárcel. A veces pienso que si te vuelven a encarcelar se me acabarán las fuerzas para vivir. Sabes que si no te devuelven la plaza de maestro nos tendremos que ir, apenas tenemos ingresos y somos ocho bocas a alimentar. -Félix: Todo esta pasando muy deprisa. Los rusos han demostrado que pueden terminar con los nazis y los americanos han entrado en guerra.

-Lucía: Pero aquí no vendrán ni los rusos, ni los americanos. España no esta en guerra. También todo ha pasado demasiado deprisa para nosotros. Hace once años creías que España por fin se iba a convertir en un país libre y moderno, donde nadie tuviera que agachar la cabeza frente a los caciques y a los curas. -Félix: ¿Te acuerdas? -Lucía: Claro que me acuerdo, yo lo creí contigo. Repetías sin cesar uno de los primeros decretos del gobierno republicano. “La República aspira a que España sea una auténtica democracia. Y no lo será mientras la mayoría de sus hijos, por falta de escuelas, se vean condenados a perpetua ignorancia”. -Félix (en tono de humor): Si, y no paraba de decir a cualquiera que me encontrara por el pueblo que en solo dos meses la República

había construido más de tres mil nuevas escuelas. -Félix se levanta y la luz le ilumina solo a él. -Félix: En mil novecientos treinta y uno pedíamos una escuela laica y gratuita para todos”. Porque sabíamos que la injusticia se combatía con la cultura. Por eso los maestros fuimos la primera llama de libertad que llegó a muchos lugares apartados de la España profunda y oscura, como Gayangos. No éramos héroes, simplemente éramos trabajadores de la enseñanza. Pero nos combatieron a sangre y a fuego. Mataron a cientos, y miles fuimos expulsados de nuestras escuelas. Nuestro gran pecado fue creer que la libertad y la igualdad no son solo bellas palabras que se esconden en los libros. Si no algo que los hombres pueden hacer con sus manos, con su voluntad, con su inteligencia. Que la libertad es la palabra para todos, y que la igualdad es el pan para todos. Por eso destrozaron las escuelas y fusilaron los libros. Hoy sólo pido que me devuelvan a mi escuela. Para poder dar de comer a mi familia trabajando en lo que mejor se hacer: enseñar a los niños a pensar por si mismos. -Lucía (levantándose): Ven, que por fin vamos a poder seguir bailando. Bailan.

FIN


La Historia en sus documentos

GUERRA Y FILOSOFÍA Fernando Hernández Sánchez Sabíamos que la guerra –según dijo un teórico- es la continuación de la política por otros medios. Conocíamos el viejo aforismo que afirma que el sueño de la Razón produce monstruos. Y nada hay, tras la experiencia de las guerras totales del siglo XX, más monstruoso ni más irracional que las matanzas a escala industrial. Pero a veces, inopinadamente, surge la sorpresa donde menos se la aguarda.

por las necesidades y los peligros de la guerra era convocado a escuchar un repertorio de lo que hoy en día llamaríamos educación en valores. La Utopía estaba a la vuelta de la esquina, y quienes iban a vivirla precisaban conocer las claves del mundo futuro donde, ahora sí, se haría verdad el viejo principio ilustrado de la mayor felicidad para el mayor número de personas.

Hay quien ha escrito que la guerra de España fue la última causa romántica. Voluntarios de todo el mundo, de todas las clases sociales y, en particular, intelectuales, acudieron a España porque creyeron que en esta tierra se ventilaba el último gran combate entre la Civilización y la Barbarie.

Por todo ello, nada debería distraer al auditorio de lo esencial de la revelación: de ahí que se invitara a dejar fuera a los niños pequeños (ya protagonizarían ellos, los ciudadanos libres del futuro, el bienestar tan arduamente conquistado por sus padres) y a acudir bien provisto de papel y lápiz para no perder detalle. El mundo feliz, el sueño de la Icaria igualitaria, bien valía ese esfuerzo.

No se trataba solo de una guerra tradicional, de una lucha fratricida entre dos bandos irreconciliables. La guerra, que había trastocado todos los esquemas de la España anterior a julio de 1936, albergaba en su seno una revolución. Obreros catapultados al mando de ejércitos, campesinos gestionando por primera vez sus tierras colectivamente, mujeres a cargo de fábricas y oficinas, iletrados que abandonaban su analfabetismo en las trincheras. Y en la retaguardia, poblaciones que experimentaron por un tiempo breve la consecución de los viejos ideales radicales de la propiedad en común, la justicia social y la cultura para todos. El documento que presentamos puede llamar la atención por su ingenuidad. Hay en él evocaciones de homilía laica –no en vano, la conferencia se impartiría el domingo, a las diez, como la antigua misa-. La Razón sustituía a la Fe en sus ritos y tiempos. Un pueblo acuciado



Hemeroteca

Destrucción de Cines y Películas en Afganistán viado Abdul Latif Ahmadi, director de la Filmoteca Afgana, de visita estos días en Madrid para participar en unas jornadas sobre patrimonio organizadas por la Asociación Española de Documentación e Información.

Otoño de 1996. En su obsesión iconoclasta, el recién instaurado régimen talibán decreta la destrucción de toda imagen. A lo largo y ancho del país se cierran cines y teatros, televisores y reproductores se apagan, y el propietario de una cinta de vídeo o música corre grave riesgo de ser castigado por ello. [...]

El envite talibán, elevado en 2001 a norma por la fatua del Mulá Omar, provoca el espanto de la comunidad internacional, que asiste, sin apenas reaccionar y por televisión, al saqueo del Museo Nacional de Afganistán y a la voladura de los Budas gigantes de Bamiyán, Patrimonio de la Unesco.

Las bombas primero y el fanatismo después acabaron finalmente con las 15 salas de cine existentes antes de la invasión soviética. Tres años más tarde, en el verano de 1999 caía el último bastión cinéfilo, éste ubicado en Charikar, la principal ciudad del valle de Kohdaman y capital de la provincia de Parwan, de la que tomaba precisamente su nombre.

Naturalmente, la Filmoteca Afgana, en Kabul, es objetivo prioritario de los muyahidines. Entre sus paredes, la memoria histórica audiovisual de Afganistán resiste parapetada en 6.000 carretes, incluidos medio centenar de documentales y varias decenas de largometrajes. Amenazados de muerte, los 120 trabajadores del archivo huyen al exilio. Todos salvo once, que deciden resistir el envite del Ministerio de Asuntos Religiosos para salvaguardar el patrimonio fílmico afgano. Lo lograron. «Ocultaron los carretes en falsas paredes forradas con pósters. Por suerte, los talibanes no dieron con el laboratorio secreto», recuerda ali-

(Zinema.wordpress.com) «Quienes salvaron el archivo fílmico de los talibanes son héroes» ITZIAR REYERO | MADRID Jueves, 01-10-09

«Los talibanes quemaron buena parte de las películas extranjeras depositadas en el archivo y las copias de filmes afganos que los archiveros les entregaron en lugar de los originales. Querían convertir la Filmoteca en el Museo de la Guerra», rememora Latif Ahmadi, quien alaba la heroicidad de sus compatriotas. «Sabían que si eran descubiertos serían condenados a muerte», señala este ex diplomático y cineasta, incapaz de olvidar la «oscuridad» cultural de la etapa talibán. «Fueron días muy difíciles para la cultura afgana. Muchos tuvimos que huir del país para sobrevivir —él emigró a Turkmenistán, donde fue agregado cultural de la Embajada afgana—. Los centros culturales cerraron». En su lugar hoy hay teterías. Latif Ahmadi advierte de que el patrimonio fílmico afgano continúa en serio riesgo de desaparecer. «Ni siquiera hemos podido arreglar el aire acondicionado — imprescindible para conservar en buen estado los carretes—. Las bombas caídas durante la guerra civil dañaron seriamente el sistema, y todavía hoy sigue sin funcionar. El miedo a perder nuestro tesoro fílmico persiste», dice el director, que denuncia que la reacción de la comunidad internacional fue «insuficiente».


«Necesitamos urgentemente digitalizar nuestros fondos y, aunque algunos países comprometieron su ayuda, no hemos avanzado. Pusieron en marcha algunos programas, pero no tuvieron en cuenta la opinión de los responsables afganos. Se han olvidado de contribuir en la salvaguardia de nuestra cultura», lamenta el máximo responsable de la Filmoteca de Kabul.

FERNANDO PEINADO 01/10/2009

utopía de dedicarse al séptimo arte en un país de guerreros y campesinos. A pesar de la guerra, el director afgano hizo realidad su sueño de hacer cine. Antes de eso, a los 12 años amenizó las tardes de su familia y el resto del barrio con su proyector artesanal y los fotogramas que fabricaba con recortes de periódicos y revistas; y a los 23, cuando estudiaba en la Universidad Politécnica de Kabul, grabó desde un tejado el golpe de Estado que derrocó al último rey afgano con la cámara que le trajo su tío desde Moscú.

A juzgar por cómo le crece la sonrisa cuando habla de su infancia, Abdul Latif Ahmadi debió de ser un niño muy feliz en Afganistán. A los cinco años se quedó fascinado cuando fue al cine por primera vez, acompañado de su madre a ver La lámpara de Aladino, una película india. "Es uno de los mejores recuerdos de mi vida", confiesa este director de cine de 59 años mientras espera a que sirvan la comida en un restaurante madrileño que evoca a los suntuosos palacios de Las mil y una noches. Aquella película infantil le dio la inspiración para crear, años más tarde, su obra más audaz, que le permitió hacer realidad la

"Entonces..." hace una pausa para crear suspense y dice con una sonrisa traviesa: "Entonces se me ocurrió la idea de rodar un anuncio para la mayor empresa del país, que producía baterías de automóvil".

ENTREVISTA: ALMUERZO CON ... ABDUL LATIF AHMADI

Así gestó Ahmadi la grabación del primer spot publicitario de la historia de Afganistán: "Llamé a un compañero de la universidad, gordo y alto, como el genio de la lámpara maravillosa; otra amiga que tenía una voz hermosa se encargó de la locución; y gracias a un truco visual que aprendí de aquella película de Aladino, conseguí que el genio hiciera aparecer sobre una mesa cubierta por un tapete una batería de automóvil. Al día siguiente llamé a la puerta del jefe de la empresa y le dije que había rodado un anuncio para él. Me preguntó si estaba loco. Le invité a la sesión del sábado y cuando se proyectó, antes de la película india de turno, los 700 espectadores se pusieron en pie y comenzaron a aplaudir. Él se marchó emocionado y me dijo: Ven mañana a mi despacho". Con el cheque que le entregó, Ahmadi pudo montar su propia compañía de cine, a la que llamó Ariana Films. [...] Mientras toma su té, retoma su historia en el triste presente de su país. Hace unos días una bomba casi destroza la Filmoteca Nacional afgana, donde él trabaja como presidente. ...... Por lo demás aunque en la página web de Afghanistan Cultural Profile se citan cerca de 20 cines, según datos proporcionados por Afghan Film no existe mucha más alternativa que las siete las salas de cine que están operativas, como es el caso del cine Bakhtar (586 asientos) en la propia capital donde la entrada cuesta el equivalente a 8 céntimos de euro. (Zinema.wordpress.com)


EL FUEGO y las BIBLIOTECAS Un recorrido histórico de la mano de los libros. Jesús Sánchez Fernández

1. La llegada de la Imprenta

A través de los libros que podemos encontrar en las bibliotecas públicas, recorremos un camino que nos conduce a la libertad de pensamiento y de conciencia. Los libros nos hacen libres. Por eso el fanatismo, el monoteísmo y las dictaduras, los temen, los odian, los persiguen, los eliminan tratando de acallar así la voz y la memoria que contienen sus páginas. Reducir a cenizas el pensamiento incómodo, carbonizar la palabra que disiente, abrasar la hoja que aletea intentando escapar de la llama y así convertir en humo la experiencia y el testimonio de las víctimas para que se extinga sin dejar rastro, como si nunca hubiera existido.

“Mandamos y defendemos, que ningún librero ni impresor de moldes,... no sea osado de hacer imprimir de molde de aquí adelante por vía directa ni indirecta ningún libro de ninguna Facultad o lectura o obra, que sea pequeña o grande, en latín ni en romance, sin que primeramente tenga para ello nuestra licencia y especial mandado, o de las personas siguientes: en Valladolid o Granada los Presidentes que residen o residen en cada una de nuestras Audiencias que allí residen; y en la ciudad de Toledo el Arzobispo de Toledo; y en la ciudad de Sevilla el Arzobispo de Sevilla; y en la ciudad de Granada, el Arzobispo de Granada; y en Burgos el Obispo de Burgos; y en Salamanca y Zamora el obispo de Salamanca; ni sean asimismo osados de vender en los dichos nuestros Reynos ningunos libros de molde que truxeren fuera dellos.... so pena que por el mismo hecho hayan, los que los imprimieren sin licencia, o vendieren los que truxeren de fuera del reyno sin licencia, perdido y pierdan todos los dichos libros, y sean quemados todos públicamente en la plaza de la ciudad, villa o lugar donde los hubieren hecho, o donde los vendieren; y más pierdan el precio que hubieren recibido, y se les diere y paguen en pena otros tantos maravedíes como valieren los dichos libros que así fueren quemados.”

Quema de Libros, Pedro Berruguete

(hacia 1500)

Pragmática dada por los Reyes Católicos, 8 de julio de 1502.


La Inquisición Española no se instauró en la época medieval (1481 en la Corona de Castilla; 1483 en la Corona de Aragón) sino en la Edad del Humanismo, que vio nacer la imprenta. El ingenio patentado por Gutenberg fue la puerta que daba paso definitivamente a una nueva era. El libro empezaba a ver la luz, liberándose de las criptas de una casta religiosa que había controlado en su beneficio la palabra escrita. Comenzaba una revolución copernicana, como la que los ordenadores e internet han inagurado a finales del siglo XX.

Fotograma de El nombre de la Rosa de Jean Jacques Annaud, basado en la novela homónima de Umberto Eco (1986 y 1980 respectivamente)

Juan de Zumárraga había nacido en Durango (Vizcaya) en 1468. Miembro del Tribunal del Santo Oficio por encargo del emperador Carlos V, ejerció también esta labor como obispo en México desde 1536 a 1543. “Durante estos siete años escribió un catecismo para neófitos indígenas, un breve manual de doctrina cristiana para uso de los misioneros, supervisó la traducción de la Biblia a varias lenguas indígenas y fundó en Tlatelolco el Colegio de Santa Cruz dónde se enseñaba latín, filosofía, retórica y lógica a los hijos de la nobleza local para que se convirtieran en “buenos cristianos” . En 1547 fue nombrado primer arzobispo de México.

Su nombre se asocia tanto a la introducción de la imprenta en el Nuevo Mundo como a la destrucción de la mayor parte de la literatura del Imperio Azteca. A principios de los años treinta, Zumárraga había contactado con un impresor de Sevilla, Jacobo de Cromberger, un judío converso que accedió a enviar el material necesario junto con uno de sus ayudantes. Paralelamente en México “persiguió implacablemente a los judíos, condenándolos con frecuencia a morir en la hoguera basándose en las pruebas más inconsistentes. “ Además “envió tropas a los rincones más lejanos de la colonia para que localizaran a cualquier sospechosos de poseer objetos religiosos aztecas o códices iluminados. Por medio del soborno y la tortura descubrió dónde se ocultaban importantes colecciones de arte y bibliotecas indígenas escondidas por aztecas notables […] Finalmente cuándo sus emisarios hubieron reunido un asombroso número de libros, Zumárraga formó con ellos una gran pira en la plaza del mercado de Tlatelolco, donde quedaron reducidos a cenizas. El fuego, según algunos testigos, duró varios días y varias noches”. -Alberto Manguel, La Biblioteca de noche, Madrid, Alianza 2007, págs.170-174.

Auto de Fé, Pedro Berruguete (hacia 1490)


2. Libros frente a las balas Leer puede llegar a ser un acto de resistencia, de respuesta de la cultura frente a la barbarie, de defensa de lo humano, de supervivencia en un régimen de opresión. Los libros que nos permiten vivir por momentos las vidas de otros, pueden a veces cambiar vidas y en ocasiones, salvarlas ...

Fotografía tomada en la Italia Fascista, (Roma, octubre de 1922). Obsérvese que el gesto del atizador es idéntico al del cuadro de Berruguete realizado más de cuatrocientos años antes. Como ha señalado el escritor Manuel Rivas: “Los libros arden mal”, Madrid, Alfaguara 2007.

MADRID, frente de la ciudad universitaria, noviembre de 1936


La Ciudad Universitaria fue uno de los lugares claves de la batalla por la defensa de Madrid. Allí entraron en acción las Brigadas Internacionales. Muchos de sus miembros eran jóvenes ilustrados, estudiantes universitarios, profesores, etc. Como ha señalado Marta Torres Santo Domingo: “En este escenario bélico en el que la lucha era palmo a palmo, piso a piso, ventana a ventana, las tropas republicanas consiguieron hacerse fuertes en la recién estrenada Facultad de Filosofía y Letras.

Así relata uno de los brigadistas, Dan Kurzman los acontecimientos: “Cuando el 16 de noviembre uno u otro bando transformaron en una fortaleza cada edificio de la Ciudad Universitaria, se había iniciado una de las batallas más sangrientas de la Historia. Algunos inmuebles cambiaron de mano varias veces en el espacio de unas horas, o alojó a ambas facciones al mismo tiempo, cada una de ellas ocupando un piso distinto o en ocasiones habitaciones contiguas. Poco después de que los hombres de Asensio se apoderaran de la Facultad de Filosofía y Letras, los contingentes franco-belgas o alemanes de la Brigada Internacional XI irrumpieron en el edificio y combatieron a los rebeldes con granadas y bayonetas de rellano en rellano. La sangre descendió por las escaleras y los muertos yacían juntos en desorden en todas las habitaciones. En las chimeneas resonaron las maldiciones moras, francesas y germanas, mezclándose con los gritos de agonía, hasta que finalmente los pocos marroquíes supervivientes huyeron a un baluarte vecino. Los nuevos ocupantes levantaron barricadas en todas las puertas y ventanas con todas las cosas que pudieran hallar: mesas, sillas, escritorios y cientos de libros descubiertos en la biblioteca del sótano ...”


“Este libro impreso en Sevilla en 1480 es el primero que se hizo en España con grabados.”

Efectivamente la introducción de imágenes en los libros durante los primeros años de la imprenta complicaba enormemente la composición de la página. Inicialmente los grabados se hacían en madera y se sujetaban con dificultad entre las líneas de escritura.

Otro de los que tomó posiciones en la Facultad de Filosofía y Letras fue el británico John Sommerfield que relató en sus memorias: “Cuándo llegamos a la Ciudad Universitaria, conseguimos entrar en el edificio de Filosofía. Construimos barricadas con volúmenes de metafísica hindú y filosofía alemana de principios del siglo XIX; eran “totalmente a prueba de balas… Exploramos la biblioteca; en la gran sala de lectura, armas antitanque descansaban sobre las mesas; los libros valiosos y los manuscritos habían sido llevados fuera pero había muchos otros libros llenos de interés para nosotros; descubrimos una colección de clásicos Everyman y los llevamos a nuestra habitación. Una fría mañana encontré en un estante Los poetas de los lagos de Thomas de Quincey, me envolví en una alfombra y pasé todo el día leyendo con voracidad, sobre Wordsworth y Coleridge, en otro lugar, en otro tiempo; en dos ocasiones nos bombardearon desde el edificio de enfrente y tenía que dejar el libro para disparar contra los falangistas que saltaban como conejos cada vez que estallaban los obuses. Leí toda la tarde y había llegado al último capítulo de Los poetas de los lagos cuando estalló un obús en la biblioteca, llenándola de humo y polvo …” Finalmente leemos el testimonio de otro brigadista, Bernard Knox: “Las barricadas estaban hechas con libros de la biblioteca, cogimos los más grandes y voluminosos que pudimos encontrar; entre ellos, recuerdo un que había una enciclopedia de religión y mitología hindú. Más tarde, descubrimos, después de escuchar los impactos de balas en los libros, que el grado de penetración de las balas llegaba aproximadamente hasta la página 350; Marta Torres Santo Domingo; “Libros que salvan vidas, libros que son salvados: La Biblioteca universitaria en la Batalla de Madrid,” en el catálogo de la Exposición Biblioteca en Guerra, Madrid, Biblioteca Nacional, 2005, págs. 263-268 .


3. Sobrevivir al fuego En la película basada en la novela homónima El Lector (Stephen Daudry / Bernhard Schlink) el joven Michael Berg, mediados los años 60, recorre el campo de Auchswitz en casi total oscuridad y la cámara le sigue despacio mientras va atravesando los barracones con las literas colectivas tapizadas con tablas, las supuestas duchas,... Finalmente llega a una sala dónde descubre los crematorios. Las puertas de las incineradoras están semiabiertas.

El barracón 31 de Auchswitz “albergó a quinientos niños junto con varios prisioneros que habían sido nombrados “consejeros” y, a pesar de la estrecha vigilancia a que estaba sometido, contó, contra todo pronóstico, con una biblioteca infantil clandestina. Era minúscula: consistía en ocho libros, entre ellos Breve historia del mundo de H. G. Wells, un libro de texto ruso y otro de geometría analítica. En una o dos ocasiones un prisionero de otro campo logró introducir a escondidas un libro más, de forma que el número de títulos aumentó a nueve o diez. Al final de cada día, los libros,junto con otros tesoros, tales como medicinas o algunos alimentos, se encomendaban a una de las niñas de más edad cuya tarea consistía en ocultarlos cada noche en un lugar diferente.” [...] “ había otros que circulaban oralmente. Cuando podían escapar a la vigilancia, los consejeros recitaban a los niños libros aprendidos de memoria en épocas anteriores, turnándose de forma que fueran consejeros diferentes los que “leyeran” a grupos de niños distintos: esa rotación se conocía como “intercambiar libros en la biblioteca”. “ En el campo de concentración de Bergen-Belsen [en el Norte de Alemania] circulaba entre los prisioneros un ejemplar de La montaña mágica de Thomas Mann. Un niño recordaba el tiempo que le correspondía tener un libro entre las manos: “Era uno de los momentos culminantes del día cuando alguien me lo pasaba. Me iba a un rincón para estar tran quilo y entonces tenía una hora para leerlo.” Otra joven víctima polaca, rememorando aquellos días de temor y desaliento, decía: “El libro era mi mejor amigo, nunca me traicionaba; me consolaba en mi desesperación; me decía que no esta ba solo.” Imagen procedente del fondo del catálogo de Misiones Pedagógicas

-Alberto Manguel, La Biblioteca de noche, Madrid, Alianza 2007, págs. 318 y 320

H.G. Wells,fue uno de los autores cuyas obras obras fueron calcinadas por los nazis el 10 de mayo de 1933 en una plaza frente a la universidad de Berlín. Otros autores cuyos libros siguieron el mismo destino fueron Heinrich Mann, Sigmund Freud, Emile Zola, Marcel Proust, André Gide o Stefan Zweig.


Ray Bradbury, Fahrenheit 451 (ed. or. 1953), Barcelona, Mondadori, 2006, 5ª ed. págs. 156-162

Al final de esta novela, el protagonista Guy Montag, el bombero que se ha rebelado contra la odiosa tarea de secuestrar y quemar libros, huye de la ciudad dónde es perseguido desde el aire en un espectáculo que está siendo retransmitido por Televisión: “Media hora más tarde, frío, moviéndose cuidadosamente por la vía, […] vio un fuego ante él. El fuego desapareció, volvió a percibirse, como un ojo que parpadeara. Montag se detuvo deseoso de apagar el fuego con un solo suspiro. Pero el fuego estaba allí, y Montag se fue acercando cautelosamente. Necesitó casi quince minutos para estar muy próximo a él y, entonces, lo observó desde un refugio. Aquel pequeño movimiento, el calor blanco y rojo, un fuego extraño, porque para él significaba algo distinto. No estaba quemando. ¡Estaba calentando!. Montag vio muchas manos alargadas hacia su calor, manos sin brazos, ocultos en la oscuridad. Sobre las manos, rostros inmóviles que parecían oscilar con el variable resplandor de las llamas. Montag no había supuesto que el fuego pudiese tener aquel aspecto. Jamás se le había ocurrido que podía dar lo mismo que quitaba. Incluso su olor era distinto. [… ] Entonces, uno de los hombres levantó la mirada y le vio, por primera y quizá por séptima vez, y una voz gritó a Montag: -¡Está bien, ya puedes salir!Montag retrocedió entre las sombras. -No tema –dijo la voz-. Sea usted bienvenido. Montag se adelantó lentamente hacia el fuego, y hacia los cinco viejos allí sentados, vestidos con pantalones y chaquetas de color azul oscuro. No supo qué decirles. –Siéntese –dijo el hombre que parecía ser el jefe del pequeño grupo - ¿Quiere café? […] Será mejor que nos conozca a todos. Éste es Fred Clement, titular de la cátedra Thomas Hardigan, en Cambridge, antes de que se convirtiera en una “Escuela de Ingeniería Atómica”. Éste otro es el doctor Simmons, de la Universidad de California en Los Ángeles, un especialista en Ortega y Gasset; […] Yo soy La República de Platón ¿Desea leer a Marco Aurelio?. Mr Simmons es Marco. -¿Cómo está usted? –dijo Mr. Simmons. -Hola – contestó Montag. Quiero presentarle a Jonathan Swift, el autor de ese malicioso libro político, Los Viajes de Gulliver. Y este otro sujeto es Charles Darwin, y aquél es Schopenhauer, y aquel Einstein […] Aquí estamos todos, Montag: Aristófanes, Mahatma Gandhi, Gautama Buda, Confucio, […] Todos rieron silenciosamente -No es posible – dijo Montag -Sí lo es - replicó Granger, sonriendo- También nosotros quemamos libros. Los leemos y los quemamos por miedo a que los encuentren. […] Mejor es guardarlo todo en la cabeza, donde nadie pueda verlo ni sospechar su existencia.


Londres 1940 tras uno de los bombardeos alemanes

El escritor italiano de ascendencia judía Primo Levi rememora un suceso que le ocurrió en el campo de Auchswitz: “Jean era un estudiante alsaciano. […] le había tocado el cargo de Pikolo, es decir de pinche letrado, afecto a la limpieza de la barraca, a la entrega de las herramientas, al lavado de las escudillas, a la contabilidad de las horas de trabajo del Kommando. Jean hablaba fluidamente francés y alemán. Apenas se reconocieron sus zapatos en el peldaño más alto, todos dejaron de raspar […] A Jean lo querían mucho en el Kommando. Hay que saber que el cargo de Pikolo es un grado bastante elevado en la jerarquía de las Prominencias: el Pikolo (que generalmente no tiene más de diecisiete años) no trabajaba manualmente, y tiene carta blanca en los fondos de la marmita del rancho y puede estar todo el día junto a la estufa: “por eso” tiene derecho a media ración suplementaria y tiene grandes probabilidades de convertirse en amigo y confidente del Kapo, del que recibe oficialmente la ropa y los zapatos usados. Ahora bien, Jean era un Pikolo excepcional. Era despabilado y físicamente robusto, y al mismo tiempo pacífico y amigable: aun conduciendo con tenacidad y coraje su secreta lucha individual contra el campo y contra la muerte, no se olvidaba de mantener relaciones humanas con los compañeros menos privilegiados; por otra parte, había sido tan hábil y perseverante que se había ganado la confianza de Alex, […] el Kapo. …Hacía una semana que éramos amigos: nos habíamos encontrado en la excepcional ocasión de una alarma aérea, pero después, víctimas del ritmo feroz del Lager [el campo de concentración, en esta caso Auschwitz] no habíamos podido más que saludarnos de pasada, en las letrinas, en el lavadero. Colgado con una mano de la escala oscilante, me indicó: -”Aujourd´hui c´est Primo qui viendra avec moi a chercher la soupe”. [Hoy le toca a Primo venir conmigo a por la cena] […] Pikolo me dio uno de los dos palos y echamos a andar bajo un claro cielo de junio. […] El rancho se retiraba a un kilómetro de distancia; había que volver después con la marmita de cincuenta kilos enfilada en los palos. Era un trabajo bastante pesado pero suponía una agradable marcha de ida sin carga, y la ocasión, siempre deseable, de acercarse a las cocinas.


Acortamos el paso, Pikolo, hábil, había elegido diestramente el camino de modo que tendríamos que dar una vuelta larga, caminando por los menos una hora, sin levantar sospechas. Hablábamos de nuestras casas, de Estrasburgo y de Turín, de nuestras lecturas, de nuestros estudios. De nuestras madres ¡cuánto se parecen todas las madres! […] Pasa Frenkel, el espía. Aceleremos el paso, nunca se sabe, ése hace el mal por gusto. El canto de Ulises. Quién sabe por qué me he acordado de él: pero no tenemos tiempo de escoger, esta hora ya no es una hora. Si Jean es inteligente, lo entenderá. Lo entenderá: hoy me siento capaza de todo.

En la película Indiana Jones y la última cruzada, (1989) la quema de libros en Berlín (10 de mayo de 1933) es el telón de fondo de una secuencia que se resuelve con un toque Lubitsch

…Quién es Dante. Qué es la Comedia. Qué sensación curiosa de novedad se siente si se procura explicar brevemente lo que es la Divina Comedia. Cómo está dividido el Infierno, qué es la contrapasión. Virgilio es la Razón, Beatriz, la Teología. Jean está atentísimo y yo empiezo, lento y con cuidado: […] …”quise por alta mar aventurarme”. [..] “Mare aperto. Mare aperto”. Sé que rima con diserto: … “quella compagna Picciola, dalla qual non fui diserto”, pero no recuerdo si viene antes o después. […]

Cuántas cosas habría que decir, y el sol ya está alto, pronto será mediodía. Tengo prisa, una prisa furibunda. Mira, ¡atento Pikolo, abre los oídos y la mente, necesito que entiendas!: “Considerad”, seguí, “vuestra ascendencia: para vida animal no habéis nacido, sino para adquirir virtud y ciencia”, Como si yo lo sintiese también por vez primera: como un toque de clarín, como la voz de Dios. Por un momento, he olvidado quién soy y dónde estoy. Pikolo me pide que se lo repita. Qué buena persona es Pikolo, se ha dado cuenta de que me está haciendo el bien. O quizás se trata de algo más; quizás, a pesar de la traducción floja y el comentario pedestre y presuroso, ha recibido el mensaje, ha sentido que le atañe, que atañe a todos los hombres en apuros, y a nosotros en especial; y que nos atañe a nosotros dos, que osamos hablar de estas cosas con los palos de la sopa en los hombros.

-Primo Levi, Se questo é un uomo, (1958), versión española Si esto es un hombre, (1998) Barcelona, El Aleph, 2005 7ª ed.; Capítulo El canto de Ulises, págs. 119 - 126

En otra secuencia de esta película vemos en el interior de un carro blindado, al padre de Indiana (Sean Connery) porfiando con un soldado nazi. Mientras dispara tinta con la pluma para librarse de él, le espeta: “¡Bastardos, mejor haríais en leer libros en vez de quemarlos””


4. Fuego desde el Cielo

en nuestra época:

Sarajevo 1992...

“En la noche del 25 al 26 de agosto de 1992, la artillería del Ejército ultranacionalista serbio apuntó a Sarajevo con un único objetivo: destruir la Biblioteca Nacional de Bosnia. Durane semanas y hasta meses, páginas ennegrecias por el fuego glotaron sobre la ciudad, introduciéndose en las casas a través de los cristales destrozados de las ventañas. Aquel fue el evento más trágico de la reciente historia cultural europea. Se perdieron unos 600.000 volúmenes, el 40 % de lso fondos. Tres meses antes, el ejército de Karadzic ya había devastado el Instituto Oriental y destruido una de las mejores colecciones de literatura medieval en árabe, persa y turco y documentos valiosísimos en cuatro alfabetos: latino, árabe, cirílico y bosnio antiguo. Con este afán por borrar la memoria colectiva de un pueblo, los ultrancionalistas serbios completaban su intento de genocidio de los bosnios. Desde el fin de las hostilidades, la reconstrucción de la Biblioteca de Sarajevo fue prioritaria para los bosnios. Sus 108 empleados se habían reducido a 69. Algunos murieron en la guerra, otros huyeron como refugiados, otros simplemen te desaparecieron. Los supervivientes iniciaron la recuperación de los fondos y editaron una revista, Bosniaca, para recobrar el pulso intelectual de la institución. Se inició entonces el debate sobre qué hacer con las ruinas: ¿preservarlas como memoria de la ignominia o reconstruir la biblioteca? Se optó por la segunda opción, iniciándose los trabajos en noviembre de 1995 con la ayuda de Austria, la Unión Europea, el Banco Mundial y la Unesco. Y estos días se produce la buena noticia de la inauguración de la fachada de la Biblioteca de Sarajevo, cuya rehabilitación ha sido posible gracias al Ministerio de Cultura español, que ha destinado a ello un millón de euros.


Durante mi segunda visita, hace tres años, la biblioteca ya tenía abiertas varias salas de lectura, su catálogo era accesible on line y había iniciado una importante labor de reedición de textos clásicos. Estos días albergaba una intervención de Jannis Kounellis, quién bloquó con libros, piedras y máquinas de coser las 12 puertas del atrio, llenando así lo vacío para intensificar el dramatismo de la ausencia causada por la destrucción. Algunas pertas estaban pintadas de blanco, blanco de la nada que queda tras una limpieza étnica, el mismo que refulge aún hoy en los enormes cementerios musulmanes dónde yacen las víctimas de la guerra. Cuándo visité Sarajevo pocos años después de la guerra, pedí visitar las ruinas de la biblitoeca, un edificio terminado en 1896 cuando Bosnia formaba parte del Imperio asutrohúngaro. Entonces albergaba el gobierno municipal y en 1951 pasó a ser la sede de la biblioteca. El arquitecto vienés lo proyectó en estilo modernista con acentos orientales, recordando la herencia turca de Bosnia y subrayando su mosaico de culturas: la turca y la judía serfardí, la ortodoxa y la vienesa. Fue esa memoria colectiva multicultural lo que Miloevic quiso destruir.” -”Bombardear libros”, por Monika Zgustova, escritora checa residente en España, pub. en EL PAÍS, jueves 25 de octubre de 2007 y recuperado por Harendt: http://ccampos1946.blog.com/2224093 Hagada , códice de Barcelona de la Biblioteca de Sarajevo

Véase también: -Juan Goytisolo, Cuaderno de Sarajevo. Anotaciones de un viaje a la barbarie, Madrid, EL PAÍS Aguilar, 1993, especialmente págs. 55-58

... el saqueo de la Biblioteca de Bagdad 2003. En la última guerra del Golfo la Biblioteca fue incendiada y saqueada desde el mes de abril ante la total pasividad de las fuerzas de ocupación que habían hecho pública su determinación en las reunión de las Azores. Saad Eskander, director de la Biblioteca Nacional iraquí dirigió desde el mes de noviembre los trabajos de reconstrucción: reabrir la sala de lectura, instalación del sistema informático... La B.N. se encuentra en la divisoria entre los

sectores sunníes y chiíes de la ciudad, una zona muy conflictiva. Entre noviembre de 2006 y julio de 2007, Eskander escribió un idario en internet con la colaboración de la Biblioteca Británica que tuvo una amplia repercusión internacional. En él se relatan las dificultades para recuperar la biblioteca y el sufrimiento de los habitantes de Bagdad.

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-www.elpais.com/20070302elpiint_2/Tes


5. Un presente con futuro: las Bibliotecas Públicas. Gitner, 56 años, neoyorquino de tercera generación, vino a España para hablar de la biblioteca de Queens en dos ciudades Granada y Barcelona [...] Al distrito neoyorquino han ido llegando en las últimas cuatro décadas alemanes, griegos, italianos, chinos, haitianos, venezolanos, coreanos y oriundos de 190 países. En el corazón étnico de Estados UNidos, en un entorno así, una biblioteca al uso estaba condenada a languidecer. [Así nació hace 30 años] el programa Nuevos Americanos que coordina ahora Fred Gitner. Para desmenuzarlo se ayuda de unos folletos de colorines escritos en español, chino mandarín, coreano, bengalí o ruso. Los despliega sobre la mesa. es un catálogo para sobrevivir en un hábitat desconocido: “ Cómo encontrar trabajo en Estados Unidos”; Fred Gitner,coordinador del “Qué necesita saber para ayudar a sus hijos en el colegio”; [...] “ programa Nuevos Americanos de la Biblioteca de Queens Cómo protegerse de estafas hipotecarias”; “ Cómo puede ver al en Nueva York medico si no tiene segruo de salud” [...] En Estados Unidos, en muchas comunidades la biblioteca es el centro cívico cultural. Su capacidad de adaptarse a los nuevos residentes ha convertido la Biblioteca de Queens (una centrral y 61 comunitarias) en la de mayor circulación en Estados Unidos: 21 millones de materiales en 2007. “Parte de esto se debe a las colecciones en diferentes lenguas que la gente puede encontrar, gastamos el 10 % del presupuesto en comprar materiales en 70 idiomas extranjeros. “ Gitner es heredero de la cultura de bienvenida. Cuándo sus abuelos ucraniso llegaron en 1920 a Nueva York, la ciudad tenía nueve escuelas con un lugar para que los nuevos americanos aprendieran inglés. -Café con Fred Gitner, Tereixa Constenia, El PAÍS, contraportada Lunes 7 de abril de 2008.

“... no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, y por eso estoy aqui honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo [Fuentevaqueros], la primera seguramente en toda la provincia de Granada. “No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle, no pediría un pan; sino un pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales, que es lo que los pueblos piden a gritos. [...] el lema de la República debe ser “Cultura”, cultura, porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fé, pero falto de luz. Y no lo olvidéis que lo primero es la luz. Que es la luz obrando sobre unos cuantos individuos lo que hace los pueblos, [...] “Los libros han sido perseguidos por toda clase de Estados y por toda clase de religiones, pero esto no significa nada en compración de lo que han sido amados. [...] Y pese a quien pese, las bibliotecas inundan el mundoy las vemos hasta en las calles y al aire libre de los jardines de las ciudades”

Alocución de F. García Lorca con motivo de la inauguración de la Biblioteca Pública de Fuentevaqueros, Granada (1931). -Fuente: Catálogo de la Exposición Biblioteca en Guerra, Madrid, Biblioteca Nacional, 2005, págs. 33-35


Mujeres españolas en los campos Nazis Una visita a la exposición itinerante sobre el campo de Ravensbrück (Alumnas de 2º Bachillerato).

Uno de los aspectos menos conocidos de la terrible historia del nazismo es el hecho de que algunos campos de concentración eran diseñados específicamente para mujeres. En mayo de 1939, los nazis abrieron las instalaciones de Ravensbrück, el campo de concentración más grande creado para mujeres. Más de 100.000 mujeres pasaron por él hasta la liberación en 1945. En otros campos se habilitaron ciertas áreas para las mujeres: en 1942, se creó uno de estos recintos en Auschwitz (donde las primeras prisioneras fueron las mujeres deportadas de Ravensbrück) y en 1944, otro en el de Bergen-Belsen (). Cabe preguntarse, si España no participó en la II Guerra Mundial ¿cómo llegaron estas mujeres a los campos nazis? A principios de 1939 el ejército republicano derrotado cruzó la frontera pirenaica . Mujeres, niños y ancianos huían del peligro de las tropas franquistas que les amenazaban con ser internados en improvisados campos de refugiados . Eran mujeres que iniciaban el camino del exilio no únicamente como fieles compañeras de los soldados; casi tres años de guerra habían conseguido desplazar la vieja dependencia de los padres, maridos o hermanos hacia una responsabilidad en las tareas laborales, sin dejar de lado las obligaciones domésticas, realizadas en condiciones duras y difíciles. La inhóspita recepción en Francia no impidió que, a partir de la ocupación alemana, muchas de las mujeres pasaran a nutrir las redes de la resistencia con una actitud de con-

tinuidad en la defensa de los valores de la República y el antifascismo. El trabajo de las mujeres de la resistencia fue crucial para dar al movimiento seguridad. La mayoría no cogió las armas, actuaban de correos, hacían de agitadoras en los mercados, repartían octavillas, improvisaban mítines, curaban a los heridos “La noche fue memorable, llegaban los guerrilleros. Cada vez que llegaba uno se nos ensanchaba el corazón. No hay nada en el mundo tan fuerte como la fraternidad de los que luchan juntos…”, recuerda Mercedes Núñez. Fort Romainville-Compiègne, Drancy, Fort Hâ, Remes, Fort Montluc, …son nombres emblemáticos de prisiones y campos de tránsito, donde las mujeres condenadas, una vez sufridos los efectos de la tortura en los centros de Gestapo, esperaban su muerte o su traslado hacia un destino incierto, que a partir de 19431944 tenía el nombre siniestro de Ravensbrück. Pronto abocadas a las rutinas disciplinarias, trabajos de limpieza o revistas, ninguna de ellas podía aún concebir que el régimen que les esperaba sería de una severidad e inhumanidad inimaginables. Parte de esta historia es posible reconstruirla con los testimonios de las víctimas. Pero ¿Quiénes eran estas mujeres? Antes de introducirnos en sus relatos, conozcamos a algunas de las personas que sufrieron aquella tragedia. Constanza Martínez (1917-1997) se trasladó

Constanza Martínez


en plena Guerra Civil para trabajar como oficinista para el Ministerio de Defensa de la República Española en Francia. Tras la guerra, fue detenida y durante sus años de prisión conoció a Joan Escuer , que sufrió como ella el castigo de la deportación a Dachau (cerca de Münich, en el Sur de Alemania) antes de llegar a saber el destino de Constanza, enviada después a Ravensbrück. Ambos consiguieron sobrevivir y su rencuentro tuvo lugar en París. Juntos continuaron trabajando en la Asociación Amical de Mauthausen. Fue una de las pocas mujeres que consiguió salir con vida de aquel calvario y que cumplió su sueño al volver junto a Escuer. Mercedes Núñez (1911-1980) Ingresó en el PSUC, (el partido que agrupaba a los comunistas en Cataluña que se había unificado con los socialistas). Al estallar la guerra consiguió esconderse en La Coruña pero fue encarcelada y liberada por un error burocrático. Tras ser internada en el campo de Argelers en el SurEste de Francia se introdujo en la resistencia con el nombre de “Paquita Colomer” hasta ser descubierta por la Gestapo. Fue internada en Ravensbrück pero consiguió salvarse al límite de la muerte. Tras su regreso a España intensificó las labores republicanas reorganizando el partido en Galicia , siendo autora de la obra autobiográfica El carreto dels gossos (“el carretón de los perros”) .

Mercedes Núñez

Lola Casadelfa militante en las Juventudes Socialistas (JSUC) participó en la guerra civil en Aragón. En Francia fue internada en un refugio y salió para dar luz a una niña que fue asesinada en el campo de Sant Cebrià. Participó en propaganda y recogida para la Resistencia. Fue detenida y deportada a Ravensbrück. Trabajó en una fábrica de materiales de guerra o tareas de sabotaje. Finalmente se reencontró con su marido en Lyon donde Lola fue miembro de la dirección de la Sección Española de la FNDIRP ().

Equipo de baloncesto en la prisión de Les Corts (Barcelona). La primera a la izquierda, de pie es Soledad Real

Soledad Real era del popular barrio porturario de la Barceloneta (Barcelona). Nos explica como organizaban grupos de resistencia usando todos los cacharros del muelle, etc . Su grupo trabajó junto con Esquerra Republicana y ello fue lo que la condujo hacia los campos nazis donde sufrió como ella asegura “La peor pesadilla”.

Lola Casadelfa, Cuadro artístico en la prisión de Les Corts, 1943. Archivo personal de Soledad Real López.


No todas las mujeres fueron españolas , también sufrieron estas calamidades : Stennie Pratomo-Gret (Holanda), Marie-José Chombard de Lauwe (Inglaterra) entre otras.

cialmente inagurado el 18 de Mayo de 1939. Tenía capacidad para 4.000 mujeres pero en tan solo un año se sobrepasó esta cifra y fue ampliado en tres ocasiones. El campo de Ravenbruck tuvo tres comandantes. El priMapa actual del Norte de Alemania. Aparece señalado el campo de Ravensbrück en la localidad de mero de ellos fue Gunther Tamaschke, encargado de su Fürstenberg sobre el río Havel construcción. Max Koegel, fue el segundo,(1940-1942). Y el último fue Fritz Suhren responsable de la creación del campo de jóvenes y de la cámara de gas. Estos eran asistidos por el comandante adjunto responsable del orden del campo y del destino de las deportadas para las labores de trabajo. Este y el campo de los hombres se regían con la misma jerarquía, siempre con la supremacía alemana. Las guardianas (Aufseherinnen) se ocupaban de la vigilancia en el campo, siempre bajo las órdenes de hombres de las SS. Hubo un momento en que en el campo llego haber 3500 guardianas y 950 SS. Eran mujeres alemanas de origen humilde y poca formación.

El campo de Ravensbrück. En 1933 en el campo de Moringen de las Secciones de Asalto nazis (SA) se abrió una sección femenina mientras se terminaban las instalaciones de Ravensbrück. A unos 90 km. al Norte de Berlín, en el valle del Havel, una zona pantanosa e insalubre, las SS hicieron construir los muros y los primeros barracones por un comando de 500 hombres de otro campo de concentración. Fue destinado a la “detención preventiva” de mujeres, la mayoría alemanas y algunas austriacas, sobre todo por cuestiones políticas o por ser testigos de Jehová. El campo fue ofi-

Accedían al trabajo mediante las ofertas que aparecían en los periódicos cuyo único requisito era estar sanas y no tener antecedentes penales. Disfrutaban de un trabajo cómodo y con un sueldo 5 veces mayor al de una obrera. La mayoría provenían de la industria armamentística pero llegó a producirse una demanda tan grande que se terminó por reclutar a las


, con las indignas exploraciones y las sucias desinfecciones, y se complementaban con la pérdida de los contactos con el pasado. Las mujeres eran definitivamente despojadas de su identidad para pasar a formar parte de un engranaje de dolor y muerte. ‘’Fuimos invadidas de repente por un escalofrío de miedo inexplicable , era la misma imagen de la muerte’, había seres humanos que parecías fantasmas. Eran los prisioneros.’’ así nos lo relata Mercedes Núñez. De ese lugar alguna de esas mujeres decía: “ al llegar a Ravensbruck la impresión fue terrible.”. Las mujeres que se encontraban en el campo lo describían formado por: “rectas avenidas separaban los barracones de madera y cada barraca comprendía dos mitades idénticamente organizadas", recuerda Germaine Tillion. Por su parte, Neus Cátala describe” nuestro barracon, sin desinfectar, lleno de piojos. Nuestro camastro, con polvo de virutas en vez de paja; y el tejao desecho en varios puntos” y Antonia Frexendes añade: “ la mitad de las ventanas que ya no tenian cristales estaban tapadas con trapos . Ni un momento de soledad,ni un alivio de nada. Siempre cayendo , pero siempre de pie ; si no, firmabas tu misma la selección para la camara de gas”.

mujeres al igual que se hacia con los hombres para ir a la guerra. La mas temida era Dorothea Binz, rubia y coqueta , disfrutaba presenciando las palizas propinadas a las presas. De ella Germaine Tillion decía: “cuando aparecía en algún lugar , se sentía literalmente pasar un aire de terror”. De las kapos, reclusas que a cambio de pequeños privilegios hacían la función de chivatas para las SS, decía Mercedes Núñez: “las kapos eran para nosotras unos enemigos tan peligrosos como los propios nazis”. Uckermarck o Jugendlager se construyo a 1,5 Km. del recinto principal, como recinto para “delincuentes” alemanes pero en poco tiempo se convirtió en camuflaje para lo asesinatos de “Los barracones eran muy las presas que se encontraban simples,no recibiamos mas enfermas o muy débiles. Entre que medio litro de agua 5000 y 6000 mujeres eran subipara beber y nos teníamos das en camiones en grupos de que lavar en una pequeña 80 a 150 a media noche y conDorothea Binz cubeta” escribió ducidas a este campo. Geneviève de Gaulle. La llegada al campo dejó honda impresión en aquellas mujeres. El bruLa sirena sonaba a las 3:30 y una hora más tal impacto de los focos cegadores, de los gritarde en invierno, a veces a -20º. Empezaba la tos de los SS y las guardianas y de los gritos carrera por vestirse rápido, arreglar la litera, de los perros iniciaba el ritual deshumanizador


lavarse sin jabón y tomarse un café de bellota, ácido sin azúcar. En 1943 las condiciones se degradaron todavía más, el aspecto de las que llegaban nuevas era deplorable: “ 60 gramos de pan, lo único sustancial de nuestra comida, y eran los tiempos buenos. Por la mañana un quinto de agua sucia y tibia como café. Al mediodía, dos rodajas de nabo en un plato lleno de agua sin grasa. Por la noche, una patata y 15 gramos de queso hecho de patata fermentada. ’’ evoca Neus Catalá. ‘’L’appel! L’appel ” (“¡Llamada, llamada!” que apremiaba para que formasen) no sólo significaba la postura físicamente insoportable, el agotamiento, el frío durante largas horas, sino una deshumanización total, esto de sentirte, no un ser vivo, sino un número, un objeto.’’ Mercedes Nuñez. La supervivencia en los campos sólo era posible con grandes dosis de solidaridad entre las mujeres: para conseguir comida, la preocupación para que los hijos no sufrieran, las estrategias de maestras y madres para seguir educando a sus hijos, la condición de mujer perdida. Las mujeres eran utilizadas como esclavas: realizaban trabajos e la lavandería, cocina, limpiaban, realizaban trabajos agrícolas además eran contratadas por propietarios de la zona y por empresas de guerra. La empresa SIEMENS & HALSKEAG utilizó trabajadores forzados. Las presas llegaron a elaborar un ‘’Periódico de la moda de Ravensbrück, una serie de dibujos cómicos. Empezaba por la figuras patéticas de las recién llegadas, con las cabezas rapadas, los largos vestidos de la tela de saco a rallas y los enormes zuecos en los pies, y continuaba con distintos dibujos en los que se hacían propuestas de modelos para las prisioneras de ‘gustos refinados’. ‘’ ironiza Margarete Buber- neumann. Ravensbrück tendrá para siempre asociado el estigma de ser el escenario de los crueles experimentos médicos practicados a

74 chicas polacas conocidas como ‘’conejos’’ Por la situación de cautiverio, las chicas no menstruaban y eso preocupaba a los médicos nazis, que así no podían seguir con sus crueles experimentos sobre los cuerpos de sus prisioneros… En agosto de 1942, un equipo dirigido por el Dr Karl Gebhardt, identificó piernas con tumores malignos o gangrena gaseosa y, a pesar de las resistencias, fueron operadas de nuevo un año después. Los ensayos de esterilización, por radioterapia ovarial o inyección intrauterina o la extracción de úteros por estudiantes, afectó a las mujeres y niñas gitanas, hasta marzo de 1945 cuando el médico Clauberg esterilizó las 20 últimas chicas. Todas ellas fueron posteriormente liquidadas. “El quirófano estaba bien dotado, pero servía casi exclusivamente para hacer experiencias con muchachas jóvenes de las que se les extraían nervios, músculos, huesos. Se supo que serían eliminadas para no dejar huella de los crímenes cometidos con ellas. Fue la solidaridad de otras presas lo que permitió que algunas se salvaran.’’ relata Neus Català. La media diaria de mujeres muertas era de 300. Los siete barracones, sin ningún tipo de asepsia o higiene, eran la antesala de la muerte para las que sufrían las enfermedades más comunes: epidemias, tifus, caries, anemias, tuberculosis…también eran frecuentes las enfermedades psíquicas. El temor de todas era la disentería que era la causa del 50 % de las muertes no provocadas. Las enfermedades se veían propiciadas por la inanición, el trabajo forzado, las largas revistas, los parásitos y el hacinamiento. La desaparición de la regla era muy general. ‘’Tuvimos una temporada terrible de disentería, provocada por la mala comida. Atacó a todo el mundo, hay que comprender en qué estado estaríamos 500 mujeres con una diarrea terrible. Y cuatro wáters solamente. Había excrementos por todas partes.’’ evoca Conchita Ramos.


‘’La doctora María tenía buena voluntad, pero ningún medicamento. Las escarlatinosas, con la garganta llena de placas, no podíamos tragar el rancho repugnante que nos producía dolores insoportables. Pero no había nada más.’’ Mercedes Núñez ‘’La muerte acelera su obra. Además, casi todas las mujeres vacunadas, se dice, contra el tifus, están en el Revier con todas las tifoideas. Las mayores mueren y la disentería, feroz, disimulada se instala en nuestro bloque, marcando con la muerte a muchas de nosotras. Algunas camas empiezan a quedar libres, pero en la misma medida nos traen a nuevas ocupantes.’’ Nelly Gorce Pero la guerra mundial estaba llegando a su fin y el avance aliado era imparable. En el mes de febrero de 1945 comenzaron las negociaciones entre Himmler y Folke para liberar personas deportadas y la búsqueda de medios de transporte. A principios de abril camiones de blancos de la Cruz Roja internacional llevaron a Suiza y a Suecia, en diversos convoys, más de 7000 detenidas. Paralelamente, 15000 detenidas, fueron obligadas a salir del campo, en dirección noroeste, en columnas vigiladas por SS. Fueron muchas las que murieron en estas evacuaciones. Cuando los SS huyeron, las mujeres se escondieron en los bosques, casas vacías, o se unieron al Ejército Rojo. ‘’Empieza la larga marcha por unas carreteras que no sabemos hacia donde conducen, escoltados por patrullas de las Waffen SS’’ Lise London ‘’…A los que caían de fatiga los mataban y los dejaban en las cunetas; ayudábamos todo lo que podíamos a los más cansados.’’ Conchita Ramos En el segundo transporte que partió el 2 de marzo de 1945 a Mauthausen , con mas de 1000 mujeres, había algunas republicanas,(Carlota García, Alfonsina Bueno, Angelita Martinez…) se trataba de un “transporte negro” que abandonaba Ravensbrück por su saturación. La sorpresa de los republicanos al verlas llegar derivó en grandes muestras de solidaridad.

‘’Hacia el final de la guerra nos llevaron a Mauthausen.allí mataron a mi padre y a mi hermano. Llegamos allí para ser exterminadas y para presenciar nuevos horrores…’’ Alfonsina Bueno El 30 de marzo 1945, el Ejército Rojo llegaba al campo donde quedaban 300 mujeres enfermas y 400 hombres. La liberación del campo no supuso el fin de la tortura de las mujeres, pues siguieron muriendo entre 30 y 40 al día. Las mujeres que estaban en los comandos esparcidos por centenares de kilómetros fueron abandonadas a su suerte por las SS durante las últimas semanas de abril hasta que finalmente fueron liberadas o evacuadas. Poco después,a principios de mayo, en Mauthausen: ‘’Todavía veíamos a lo lejos las filas de prisioneras cuando una soviética comenzó a gritar como una loca: -¡Tovàritxi! ¡Tovàritxi! -¡Somos libres!- tradujo una mujer con exaltación.-¡Libres, camaradas, todos los SS se han ido! Hasta las moribundas se levantaron de la cama. Reíamos, llorábamos, nos abrazábamos. No encuentro palabras para describir aquel momento inolvidable. Sólo recuerdo que mi primer reflejo fue ponerme rápidamente la banderita republicana tan amorosamente confeccionada por mis hermanas españolas’’ recuerda Mercedes Núñez. Aturdidas, enfermas y pesarosas por la suerte de los suyos, todas las mujeres supervivientes iban volviendo a sus países. Pero no las republicanas españolas que sufrían la condena de la dictadura de Franco. El 9/12/1946, empieza el proceso de los médicos de Nuremberg, que acabó el 20 de Agosto de 1947. Comparecieron 21 acusados por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. 16 fueron condenados a muerte, entre ellos Karl Brandt, máxima jerarquía médica nazi y Gebhardt, responsable de los experimentos realizados en Ravensbrück. En Hamburgo se celebraron entre 1946 y 1948 siete procesos, contra personal de las SS de Ravensbrück. Se dictaron 21 sentencias de muerte entre las condenadas


figuraban Carmen Mory, Dorothea Binz, Grete Bösel, Vera Salvequart y Margarette Möwes. En 1949 y 1950 hubo dos procesos en Rastadt. En uno de ellos se condenó a muerte al comandante del campo Fritz Suhren.

El 12 de septiembre 1959 fue inaugurado el “Memorial Nacional de Ravensbrück” por Rosa Thàlmann, que conmemora con esculturas a las víctimas del holocausto.

En las fechas del 50 aniversario de la liberación, multitud de asociaciones y políticos de Europa e Israel se reunieron en memoria de las victimas. La conmemoración de 1995 con Alemania unificada supuso un gran punto de partida para las investigaciones y encuentros entre historiadores. “Las mujeres, los hombres que no habían perecido en la guerra […] nos habían reconciliado con la vida” Neus Catalá.

En 1993/94 se inauguró dos exposiciones permanentes una de fotografía y la otra sobre mujeres que sufrieron allí. En otras instalaciones también se honra la memoria de éstas así como la de los oficiales, mujeres y parientes implicados en el atentado a Hitler. Progresivamente se van abriendo zonas para que los visitantes vean el funcionamiento del antiguo campo, en el cual ayudaron grupos de voluntarios para excavar la zona, bajo amenazas de ocultación de zonas del antiguo campo a causa de polémicos proyectos de vías de comunicación.

Neus Catalá, superviviente del campo de Ravensbrück

“Después hubo un largo paréntesis de sanatorios, hospitales, casas de reposo, recaídas y quirófanos. Hizo falta vencer el miedo de volver a la vida normal, aprender de nuevo….”

Artículo elaborado por:

-Sandra Fernández Álvarez -Alicia Hornillos González - Lorena González Hernández - Yénifer Cifuentes Seoane - Henar Alcolea López - Marta Abia Tamayo - Marta González Jiménez - Nuria Martín Gutiérrez - Alba Paniagua Cortinas

Mercé Nuñez.


La Guerra de los Abuelos (XI)

Encuentro con JOAQUíN SÁNCHEZ MARTINEZ, Guerra Civil, Clandestinidad y Exilio. Entrevista: Javier Moreno y Fabio Sánchez.

Joaquín Sánchez Martínez, comunista yeclano forma parte de esos hombres y mujeres que lucharon en tiempos difíciles por la libertad y la democracia. Esta entrevista se realizó el pasado 24 de junio de 2010 en Alicante donde nuestro protagonista reside actualmente. Nos recibió con hospitalidad y buen humor. Se despidió con una amplia sonrisa y nos invitó a volver de nuevo.

Infancia y II República ¿Dónde nació usted y que recuerda de su infancia? -Yo nací en Yecla (Murcia) el 20 de enero de 1919, entonces tengo 91 años. De pequeñín, tendría yo 10 o 12 años me mandaron a lado de Almansa a guardar caballos, llevar cerdos, aquí había mucha miseria. Mi padre, el pobrecico, trabajando por donde le salía, o estaba en Zaragoza, o estaba en Murcia o Valencia, siempre estaba fuera. Ganaba 5 pesetas por día y entonces a los hijos nos tenían que poner a trabajar y me daban 5 pesetas como a él y la comida. ¿Pudo tener acceso a los estudios? -No, no pude. Yo he escrito un poco porque he aprendido, la voluntad que yo he tenido cuando he cogido a este o a ti, oye dime

cómo se escribe esto, cómo se hace y así he aprendido un poco.

¿Qué recuerda cuando se proclamó la II República española? -Yo bailando de alegría, yo no sabía mucho, pero como se portaban muy mal con nosotros, te llevaban a maltraer, había mucha ilusión y esperanza. Cuando fui yo más mayorcito iba mucho por la casa del pueblo de Yecla y allí ingresé en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) y ahí empecé a tomar conciencia. ¿Qué hacías en la casa del pueblo? -Yo trabajaba de lunes a sábado y iba a la casa del pueblo los domingos. Allí nos reuníamos. Se leía “El socialista” y nos manteníamos informados de lo que pasaba en el país.


Guerra Civil Española ¿Cuáles fueron los motivos para marchar a Madrid a luchar por la II República? Yo sabía lo que estaba pasando porque estaba en la JSU y el 13 de septiembre de 1936 me fui para Madrid con la I compañía del Batallón Juanita Rico que mandaba Francisco Varela. ¿Cómo recuerdas tu llegada al frente de Madrid? -Llegamos a Madrid el día 17 de septiembre, fuimos a Cuatro Caminos, sede del Quinto Regimiento. Combatimos en Talavera de la Reina, Torrijos, Vargas y Olias del Rey. Y desde allí fuimos a Alcalá de Henares donde se formó la I Brigada Mixta del ejército de la República que la mandaba Enrique Lister y Santiago Álvarez, que era el Comisario. ¿Entonces usted estuvo con Lister? -Estuve todo el tiempo, toda la lucha.

¿Cuál era tu cometido en la Brigada Mixta? -Llevaba munición, comida.... ¿Y desde Alcalá de Henares a dónde fuisteis? -Combatimos en Seseña, Pinto, Valdemoro, Getafe, el Cerro de los Ángeles que era llamado “El cerro rojo”. Luego permanecimos un tiempo en Villaverde. Yo conocía al Teniente Monterrubio y al Teniente Meneses de la Brigada con los que estaba en el Barrio de Entrevias. ¿Y en Entrevias que funciones tenías? -Estaba destinado a la sección de enlace del Estado Mayor de la División, con el cargo de sargento. Recuerdo que un día Monterrubio me dijo que tenía que llevar un mensaje hasta el Puente de los Franceses y allí coincidí con el Comandante Valera, que estaba en esa posición. A la vuelta cuando volvía para Entrevias a pie, me cogieron los anar-


quistas de la CNT y pensé que me iban a pegar un tiro porque yo no llevaba ninguna documentación que me identificase. Pero vinieron Meneses y Monterrubio y me soltaron. ¿También combatiste en la Batalla del Jarama? -Si, estuvimos tres meses. Entramos en febrero del 37 hasta mayo del 37 y después nos bajamos a Yecla de permiso y subimos de nuevo a Madrid para combatir en Brunete. ¿Cómo recuerdas Jarama? -Muchos piojos,muchas carencias. Allí murieron bastantes combatientes yeclanos, “el Pelele”, “Chinarro”, el Capitán Soriano y Andrés Varela, hermano del Comandante Varela. ¿Y en Jarama ya utilizaste la ametralladora? -No, nos dieron instrucción antes de la batalla de Brunete unos consejeros soviéticos. ¿En esta foto apareces como tirador? -Si. ¿Cuéntanos un poco de esa foto? -Estábamos en las afueras de Madrid y los consejeros soviéticos nos enseñaban a manejar la máquina. En la foto aparece [ identificándolos] Joaquín Sánchez de Caudete proveedor (1), “Valenciano” de Algemesí proveedor (2), Paco “el conde” comisario de ametralladoras, y de estos no recuerdo sus nombres.

¿Y opusieron mucha resistencia? -No luchamos con ellos. No hubo resistencia. ¿De allí a la Batalla de Teruel? -Si a finales del 37 cortamos Teruel y nos quedamos en Cerro Gordo. Allí tuve que emplazar una ametralladora en la vía del tren. Hicimos un pozo de cuatro metros cuadrados, y con vigas de la vía formamos el techo. Hacía un frío que helaba hasta los huesos. El combate fue muy duro porque no había trincheras y las teníamos que cavar con nuestras propias manos. Aquello era durisimo. Al principio fue fácil, por el factor sorpresa de nuestro ataque, pero lo peor vino después, cuando tuvimos que defender el terreno que habíamos cogido. ¿Y finalmente se perdió? -Sí. ¿Y la Batalla del Ebro? -Después de perder Teruel nos enviaron al Río Ebro para detener el avance fascista. ¿Cual era tu cometido? -Yo estaba en el Estado Mayor de la División y era sargento de enlaces. El estado mayor estuvo en Perelló. La función del enlace me obligaba a mantener contacto entre las diversas fuerzas de la División. Yo tenía como comisario político a Barcia y como Comandante a Joaquín Rodríguez. Barcia murió en la Sierra de Cavalls.

¿La utilizaste en Brunete? -No, la primera vez fue en la Batalla de Teruel.

¿ Recuerdas alguna actuación?

¿Cuanta gente se necesitaba para utilizarla? -Un tirador, dos proveedores de munición, otro para refrigerar por agua y para transportarla había de desmontarla. Yo llevaba el cañón, otros la munición, otros las ruedas....

-Una de las que más recuerdo fue la de actuar de enlace con las tropas de Amposta. Allí fui con el Teniente Monterrubio. Aquella noche pase mucho miedo, porque ibamos sin luz y la carretera era estrecha y peligrosa. Ibamos en una moto y teníamos que enlazar con el Comandante Pozo, que estaba en Salou...

¿Después de Brunete hacia donde fuiste? -Brunete fue en julio del 37. Desde allí nos enviaron a disolver el Consejo de Aragón y llegamos a Caspe donde nos encontramos con los anarquistas.

¿ Allí como transcurrió la batalla? Tuvimos que aprender a remar entre los arrozales del Delta del Ebro y los ingenieros tendí-


an pasarelas, unas de cuerdas, otras de barricas de vino que habían sido incautadas. Estabamos llenos de moral y eramos muy disciplinados, además teníamos entonces abundante provisión de municiones. Nos protegíamos de los ataques de la artillería franquistas refugiándonos en los contrafuertes del terreno y en los parapetos construidos por los batallones de fortificación. Cuando cesaba la artillería teníamos tiempo de colocar nuestras armas automáticas y nuestro morteros en posición. Nuestra artillería estaba colocada en los mejores observatorios...

¿ Y dónde estabas cuando terminó la Guerra Civil ? El día 9 de febrero de 1939 crucé la frontera en una ambulancia, porque había sufrido una herida grave en mi mano derecha. Ya en Francia, me llevaron a un convento cercano al pueblo francés de Clemont-Hérault, donde fui curado y atendido por un médico y varias monjas durante un mes. Después me trasladaron al hospital de Montpellier donde pasé dos meses, hasta mayo de 1939.

II Guerra Mundial y Resistencia.

¿Y cómo fue el final ?

¿Y después que pasó?

-En la retirada fui abandonado al mando de dos ametralladoras para cubrir a la retaguardia del ataque de los fascistas. Allí estuvimos apostados toda la noche. Al hacerse de día vimos de frente a nosotros, en un montículo, había soldados y creímos que eran de los nuestros, pero eran fascistas. Ellos nos decían: “No tengáis miedo, rojillos”.

-Fui trasladado al Campo de Concentración de Agde en Mayo de 1939. Allí estuve cuatro meses. Unos familiares con residencia en la Ciudad de Pézenas hicieron las gestiones necesarias y me llevaron con ellos. Allí estuve un año y mantuve contacto con el yeclano Marcos Martínez y con Emilio, quien más tarde sería uno de los dirigentes de los guerrilleros españoles...

Yo iba con mi hermano y debíamos salvar primero la máquina, porque si no lo hacíamos, nos metían un consejo de guerra. Yo me quedé el último y los demás fueron saliendo de allí, uno a uno. Cuando llegamos al río, no sabíamos hacía dónde ir. Los fascistas estaban arriba disparando. Tuvimos que coger una barca y tuve que remar con una pala. Le dije a mi compañero: Déjame el machete y cortaré los cables, porque no sabemos manejar esta barca. Los corté y empezamos a rodar río abajo, llevados por la corriente. Y los que son las cosas. Río abajo fuimos a parar al campamento de nuestra División. Fuimos recibidos por el Comandante Rodríguez. Era Noviembre de 1938.

¿Seguiste en Francia? -Si, marché a las garriges de Nimes y estuve trabajando en la 4ª Compañía de Trabajadores hasta febrero de 1942. ¿Dónde trabajabas? -Estuve destacado en una finca forestal particular, me adjudicaron un salario del que la empresa recibía del 50%. ¿Explotaban a los exiliados como mano de obra barata? -Si, pero yo conseguí escaparme. Cuéntanos ¿cómo conseguiste escaparte?


-Un día me llamaron de la comandancia y cuando me presenté, vi a un agente de la gestapo alemana, al capitán de compañía, a un interprete de francés, a otro de alemán y a otro de español. Me hicieron unas preguntas y me entregaron un documento que tenía que firmar. Yo les pregunté qué era ese documento y me contestaron que era para ingresar en la compañía alemana que me reclamaba como voluntario. Yo dije: “Voluntario no soy”. El agente alemán contestó: “No importa, voluntario o no, hay que firmarlo”. Yo dije: “Tengo necesidad de ir al aseo”. Pero me fui a las cocinas y allí estaba el jefe Aguado, hermano del comandante Aguado de la 9ª Brigada de Lister. Le expliqué el caso y me ayudó a escaparme. Le di mi dirección y me dijo: “ Ahora vete enseguida y coge el primer tren”. Yo me fuí a Boqueira y Tarascón... ¿Tuviste suerte de escapar de los Servicios de Trabajo Obligatorio? -Los franceses nos tenían controlados y les dieron a los alemanes nuestros nombres para que nos llamaran y nos detuvieran, con la finalidad de incorporarnos en la I Compañía TO de los nazís. Allí fueron varios yeclanos que no volvieron. Yo recuerdo a los parientes de Damian “El Chirri” y a Rojico “El inglés”... ¿Tuviste algún contacto con grupos de guerrilleros franceses? -Si en las ciudades de Narbonne, Quillau, Limoges, todo en la zona pirenáica. Allí estuve haciendo vida de partido dos años. Nuestro grupo era de apoyo. Yo firmaba con el nombre falso de “José Sánchez Villejo”.

Clandestinidad y Guerrilla Antifranquista. ¿Y cuándo decides pasar entrar en España? -En 1944 hice saber al Partido mi determinación de dejar los Pirineos y entrar en España. Entre los camaradas se encontraba Aguado, que me encargó llevar conmigo 80 kilos de “Reconquista de España” para llevarlos a Barcelona.

¿Qué era “Reconquista de España”? -Era un periódico. ¿Y dónde decidiste residir? -Me fuí a Yecla. ¿Pero allí te conocía todo el mundo, tu habías nacido allí, era tu pueblo? -Si pero yo fui con documentación falsa. Yo no era Joaquín Sánchez era José Sánchez Villejo. Muchos hombres habían muerto en la Guerra Civil o estaban en el servicio militar. Los que me conocían no dijeron nada guardaron silencio. ¿Y tus familiares? -También guardaron silencio. ¿Dónde vivias? -En casa de mi madre. ¿Y dónde trabajabas? -Trabajaba en Yecla, en el campo. ¿En este periodo colaboraste con la guerrilla antifranquista? -Si una de mis tareas era el mantenimiento del contacto entre los guerrilleros y la Agrupación Comunista de Yecla junto a mi amigo Marcos Martínez. ¿Los guerrilleros a que te refieres son los de A.G.L.A. [Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón]? -Si. ¿En este periodo te casaste? -Si, en diciembre de 1947, me casé con Josefa, pero como yo soy ateo me casé por poderes. ¿Y qué opinaba tu mujer sobre lo que hacías? -Mi mujer era tan comprometida como yo. Siempre me apoyó. ¿Nunca sospechó la Guardia Civil que colaborabas con la Guerrilla? -No. Nunca.


Exilio en Argelia y Francia. ¿Cuándo sales de España? -En Mayo de 1955 no estaba la situación clara, habían detenido a Fructuoso y a Pepe Navarro y yo no lo veía claro. Busqué a un amigo de Hellín y le dije: -“ Antonio, yo se que tú tienes buenas amistades con la policía de Murcia”. Y me dijo:”¿Qué quieres Joaquín? -”Mira, necesito un pasaporte a mi nombre”. Y me dijo: “¿Hay dinero?.” -“Pues llevo esto, cien pesetas”. Y me dice: ”Mañana por la tarde nos vemos”. Y así fue. A los pocos días ya tenía el pasaporte, ya que habia invitado a uno de los guardias para que me lo confeccionasen. ¿Y dónde te fuiste? -A Orán, Argelia en mayo de 1955. ¿Y la familia? -Mi familia llegó dos meses después. ¿Cuántos años estuviste allí? .Siete años de 1955 a 1961

¿ Y en Orán estabas en contacto con el Partido Comunista? -Allí formé un grupo de trabajo y de colaboración con el Partido. Esa célula estaba formada por los compañeros Clemente Rodríguez Chao y un hermano suyo, de Madrid; el compañero Daniel Monzó, de Elda; Moreno y yo. El responsable era un manchego, hermano de Melquisito Rodriguez. Allí mantuve contactos con los nacionalistas argelinos. ¿Dónde trabajabas? -Estuve trabajando de fogonero en la caldera de una fábrica de Coca Cola, ¿Cuándo te marchas de Argelia? -Me marché a Francia en enero de 1961, a Grenoble, porque la situación no era segura. ¿Y cuándo regresas a España? -Regreso a España en el año 2003. Bibliografia Recomendada: -El Clavel y La Retama.La agrupación comunista de Yecla durante el franquismo. Luciano Palao. Germania. -El Comandante Varela. Luciano Palao Rico. -Nuestra guerra. Memorias de un luchador. E. Lister, Silente, 2007.


Ventana abierta del pueblo herido Miguel Hernández, compromiso, guerra y represión franquista Salvador Ramírez

El poeta en un retrato de juventud adolescente.

Pocos poetas han sido a un tiempo raíz y flor del pueblo, esencia del pueblo mismo. Y, entre ellos, quizá su más alta expresión sea la de Miguel Hernández, el poeta de Orihuela. Este octubre de 2010 celebramos su primer centenario como viento que sigue soplando entre los poros de las gentes explotadas, ruiseñor de las heridas del pueblo, que, pese a tantos silencios y manipulaciones, sigue levantando la voz y los versos del poeta al calor de sus penas y sus luchas.

Sonreídme Enero de 1936. Miguel Hernández pasea por San Fernando del Jarama (actualmente San Fernando de Henares). Por descuido, va sin su cédula. La Guardia Civil le detiene acusándolo de ladrón o terrorista y lo apalea y encierra sin miramiento. Es necesaria la intervención de Pablo Neruda, entonces cónsul de Chile en España, para que sea liberado. Más tarde, un nutrido grupo de destacados intelectuales (Alberti, Mª Teresa León, Lorca, Neruda, Cossío…) hará público un comunicado de protesta ante la actitud represora de la Guardia Civil. Aún ensombrece España la mano negra de la derecha cedista (el bienio negro) y Miguel, al salir, se dirige a casa de Rafael Alberti y Mª Teresa León, a los que declara: “Estoy con vosotros. Lo he compren-

El patio de su casa en Orihuela (Alicante)

dido todo”. Se afilia entonces al Partido Comunista. Ese mes de enero del 36 fue rico en acontecimientos. Acababa de morir su gran amigo Ramón Sijé y en esos mismos días le escribe la famosa Elegía. También se está terminando de componer en la imprenta de Manuel Altolaguirre y Concha Méndez El rayo que no cesa, en el que finalmente entra el poema elegíaco como último homenaje al amigo perdido. El libro, una obra fundamental de la poesía española, será editado en febrero, mes de la victoria del Frente Popular. El sentir del poeta Miguel Hernández siempre estuvo vinculado a la tierra y sus gentes. Su poesía es desde los primeros momentos una clara expresión de sus vivencias y pasiones. Pero la beata Orihuela marcó en todo momento un corsé de catolicismo rancio y de estrechez conservadora en sus habitantes. Por eso, sus primeras creaciones rondaban entre lo popular y lo religioso. Pero, en su afán de abrirse camino en el mundo de las letras, con gran esfuerzo, ayuda y pesares, realiza varios viajes a Madrid. En 1935 ya ha logrado abrirse hueco en el ambiente intelectual madrileño y ese nuevo contexto social y político, así como sus nuevas amistades, le abren a otro mundo que no es sólo el de la


amistad con Carmen Conde y Antonio Oliver y la Universidad Popular de Cartagena. Y desde Madrid, entre otras actividades, trabaja en las Misiones Pedagógicas con Enrique Azcoaga. Se relaciona con el mundo artístico de la Escuela de Vallecas (Benjamín Palencia, Alberto, Maruja Mallo…). También conoce a Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, María Zambrano y otros. Aunque será su relación con Pablo Neruda y Vicente Aleixandre la que marcará especialmente su giro poético, así como con el poeta comunista argentino Raúl González Tuñón. Su rechazo al mundo religioso quedará claramente definido en el poema Sonreídme: ”Me libré de los templos: sonreídme, / donde me consumía con tristeza de lámpara / encerrado en el poco aire de los sagrarios”.

El estallido de la guerra y de un corazón

gran ciudad, más liberal y moderna, sino también el de las mejores esperanzas de la República y, aún más allá, el del sentir revolucionario y proletario. Porque, si desde sus inicios poéticos de juventud ya Miguel Hernández se muestra sensible al padecer de los pobres y excluidos, ahora las contradicciones de clase y un mayor conocimiento de la lucha política y obrera van a ir despertando la fuerza terrenal de su poesía y la pasión humana de su compromiso hasta romper con su pasado provinciano y filocatólico. Es así como ya en 1935 se produce la ruptura, dolorosa, con el amigo Sijé, que fundara en Orihuela la revista El Gallo Crisis y orientara a Miguel en sus inicios literarios, prologando incluso su primer libro, Perito en lunas, editado en Murcia por Ediciones Sudeste en 1931. Después vino la colaboración con Cruz y Raya, de Bergamín, también católica, pero que ya supone un distanciamiento. La República ya le había mostrado sus posibilidades a través de su

El oleaje transformador que representa la República del Frente Popular es un peligro para los grandes intereses explotadores y caciquiles y pronto el fascismo hace aparecer sus garras mediante el levantamiento militar de Franco y sus secuaces, iniciando la Guerra Civil que enfangó a España en el dolor, la represión y la muerte durante cuarenta años. Miguel Hernández se encuentra en Madrid, pendiente de regresar a su tierra para estar con su novia Josefina Manresa. Y así lo hace, convencido de que el levantamiento es algo que no tendrá mucho futuro. Está pensando incluso en trabajar en Alicante, más cerca de los suyos. El padre de Josefina es Guardia Civil, pero es apreciado por todos los que le conocen, incluido Miguel. Ha sido trasladado a Elda. Y lo que el propio poeta ya temía, se cumple: en el fragor del conflicto, muere tiroteado. Miguel asume entonces el cuidado de los hermanos pequeños de Josefina.

Foto de su carné de alistamiento en las milicias

Pero el conflicto se recrudece y la represión fascista avanza. Lorca es fusilado en Granada. Y Miguel vuelve a Madrid el 18 de septiembre. La criminal muerte del poeta granadino golpea dura


mente a Miguel Hernández (“Muere un poeta y la creación se siente / herida y moribunda en las entrañas”). En el convento de la calle Francos Rodríguez de Madrid, habilitado al efecto, se alista en el quinto batallón de voluntarios milicianos, el célebre Quinto Regimiento, organizado por el Partido Comunista. Su ficha de alistamiento queda hoy como prueba de su pertenencia al PC y en ella aparece registrado como mecanógrafo. Su sencillez y su alineamiento decidido con los más humildes le llevan a trabajar desde el principio a pie de tajo, en la trinchera, con quienes sufren. El comienzo de su participación en la guerra será en la defensa de Madrid, en una compañía de zapadores, cavando trincheras en Cubas; luego irá al batallón Acero, en Valdemoro; después, de nuevo Madrid, Pozuelo, Boadilla.

Militancia, combate y poesía La guerra alteró definitivamente la vida de todos los españoles y la de Miguel Hernández, joven y prometedor poeta, especialmente. Pero también revolucionó su conciencia y su obra creativa. El propio Miguel lo dice en la Nota previa a su Teatro en la guerra: “No había sido hasta ese día un poeta revolucionario en toda la extensión de la palabra y su alma”. Su actividad durante la guerra es muy intensa. Colaborará en publicaciones diversas, desde las prestigiosas revistas Hora de España y El Mono Azul (revista de la Alianza de Intelectuales Antifascistas) hasta periódicos y hojas del frente. En noviembre está en Alcalá de Henares, en el batallón de Valentín González, El Campesino, donde conoce al cubano Pablo de la Torriente Brau, comisario

Josefina y Miguel en Jaén

político, que le convierte en comisario de cultura, para desplegar una gran actividad cultural en el frente, con la ayuda el poeta Antonio Aparicio. Pablo De la Torriente cae en combate en diciembre y Miguel le dedicará una sentida elegía (“porque éste es de los muertos que crecen y se agrandan / aunque el tiempo devaste su gigante esqueleto”). La actividad no cesa. Al mismo tiempo, no deja de visitar y atender al gran poeta y amigo Vicente Aleixandre, enfermo, al que le lleva naranjas y se las vuelca en la cama entre risas, quitándoselas él mismo de su propio sustento. El 9 de marzo de 1937 contrae matrimonio civil con Josefina en Orihuela. Fijan su residencia en Cox. El Comandante Vidali le reclama en el frente de Jaén. Tras la luna de miel en Alicante y Albacete, en seguida marchan a Jaén los dos, donde Miguel realiza tareas del Altavoz del Frente. Aquí nace su gran poema Aceituneros: “Andaluces de Jaén / aceituneros altivos / decidme en el alma, de quién / de quién son esos olivos”. Días después fallece la madre de Josefina y ésta tiene que volver a Cox. Josefina le anuncia su embarazo y Miguel escribe un poema que será recitado en todos los frentes: la Canción del esposo soldado (“Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado / envuelto en un clamor de victorias y guitarras”). Miguel es destinado al frente de Extremadura, a Castuera (Badajoz), en junio. Y en julio participa en el II Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura. Allí se encuentra lo más destacado y


avanzado de la cultura internacional, desde Antonio Machado y muchos otros grandes escritores y poetas españoles hasta Nicolás Guillén, Juan Marinello, Alejo Carpentier, Pablo Neruda, Ilya Ehrenburg, César Vallejo, González Tuñón, André Malraux… Miguel firma la importante ponencia colectiva sobre el arte comprometido y la necesidad de que éste no pierda su calidad estética ni su nivel político. Trabaja en su obra Pastor de la muerte. Entre finales de agosto y primeros de septiembre asiste con una delegación al V Festival de Teatro Soviético, en la URSS. En su viaje, quedará decepcionado por la Europa que ve, distanciada del compromiso popular antifascista, mientras que, en cambio, reconocerá y cantará los grandes logros del socialismo soviético y aprenderá de la excelente riqueza cultural del pueblo bolchevique. A su regreso, se ha editado Viento del pueblo, por ediciones del Socorro Rojo Internacional, en Valencia, con

partida en dos. Miguel participa como Comisario de Cultura en Radio Valencia y en la Alianza de Intelectuales Antifascistas. En octubre se desplaza a Cox, donde se encuentran Josefina y su hijo, muy enfermo. Miguel corre a buscar medicinas a Orihuela, pero cuando vuelve al día siguiente el niño ha muerto, con menos de un año. Poco después vuelve a sus tareas, pero la depresión de Josefina incrementa su propio dolor y un agotamiento excesivo hace que sea enviado a recuperarse a Benicasim, localidad de veraneo de la burguesía que las Brigadas Internacionales han transformado en un complejo hospitalario. Allí conoce a Buero Vallejo, que trabaja para la Jefatura de Sanidad en tareas administrativas y culturales. Descansa unos veinte días y vuelve a la actividad. En estas fechas anda componiendo su siguiente libro, El hombre acecha, que no llegó a salir de imprenta por el final de la guerra, pero del que se salvaron algunas copias que he permitido que sea conocida, una obra que mantiene la exaltación combativa, pero que imprime ya un desgarrado dolor por los efectos de la guerra y un desaliento que se salva con la esperanza y la solidaridad. Escribe también poemas del que será el último libro: el Cancionero y romancero de ausencias. El 4 de enero de 1939 nace su segundo hijo, Manuel Miguel.

Dolor y prisiones

Su hijo y su mujer.

fotos de Tina Modotti, un libro capital de la cultura española, ejemplo de enraizamiento de la alta esencia del arte con el sentir del pueblo, muestra de expresión sincera y nada circunstancial. Su dedicatoria a Vicente Aleixandre es toda una declaración de principios: “Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplando a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas”. En diciembre es destinado al frente de Aragón, en Teruel. El 19 de diciembre nace su primer hijo, Manuel Ramón. El año 1938 comienza con la derrota de Teruel y la batalla del Ebro. En abril los facciosos llegan a Vinaroz y la República queda

Al final de la guerra, contra los consejos de Aleixandre y Cossío, Miguel sigue en Madrid hasta el 9 de marzo. Hay una posibilidad de que reciba ayuda en la Embajada de Chile, pero el episodio es confuso y el caso es que no lo obtiene. Sale hacia Cox. Con un salvoconducto, acude a Sevilla en busca de una posible ayuda, que no halla. Después intenta el apoyo del poeta y editor Pérez Clotet en Cádiz, pero tampoco lo encuentra. Decide entonces salir de España por Portugal, pero el país vecino vive bajo la dictadura criminal de Salazar y no es buena solución. Es detenido y entregado a la Guardia Civil de Rosal de la Frontera, en Huelva. Nuevas palizas, hasta orinar sangre, y traslado a cárceles de Huelva y Sevilla, para ser llevado a continuación, el 15 de mayo, a la cárcel de Torrijos en Madrid. Aquí Miguel intensifica sus cartas buscando la ayuda necesaria para salir libre: a Josefina, a


Cossío, a Neruda… El abogado falangista y conocido suyo Juan Bellod, de la dirección de Falange de Valencia, hace un informe favorable. La confusión de esos días, el alto número de detenidos y quizá algunas gestiones de estos amigos, hacen que sea puesto en libertad el 15 de septiembre.

Al parecer, hay un nuevo intento de acogerse a la Embajada de Chile, sin resultados. Pero el poeta es, a decir de sus conocidos, confiado, y toda su entrega y fuerza militante es también todo corazón y confianza en la gente. Piensa además en Josefina, su hijo y el resto de su familia y se desplaza inmediatamente a su Orihuela, esa tierra que quiere y que será trampa y cárcel, nido de odios y sentimientos vengativos y rencorosos: los miserables de siempre nunca le perdonarían su adhesión al pueblo y a la lucha popular. Le ha entregado a Josefina el cuaderno manuscrito del Cancionero y romancero de ausencias. Posteriormente escribirá más poemas que formarán parte de este libro. Es otra obra cumbre de la lírica, pero ahora se trata de un poemario íntimo, personal, en el que recupera el ritmo y la métrica populares. Apenas días después de llegar a Orihuela es reconocido por unos individuos que rápidamente actúan para denunciar y detener al poeta, acusándolo de comunista peligroso e incluso de tener que ver

con la muerte de José Antonio Primo de Rivera. Doce días después de salir de la cárcel de Torrijos, y ahora ya identificado, Miguel es encerrado en los sótanos del Seminario de San Miguel de Orihuela, lúgubre prisión de su propia tierra donde sufre una espantosa hambre y terribles condiciones que no había conocido antes. Dos meses después es trasladado a la cárcel de Conde de Toreno, en Madrid. Continúa lo que, con gran dosis de humor negro, los propios presos llaman “turismo carcelario”. Es en esta prisión donde recibe noticias de que Josefina apenas come sopa de cebolla y compone sus famosas y estremecedoras Nanas de la cebolla. En enero de 1940 un tribunal faccioso le condena a muerte, pena que, tras la petición de una serie de escritores e intelectuales influyentes, a finales de junio será conmutada por la de treinta años (Franco no quería otro “poeta mártir”, al parecer). Buero Vallejo, que coincide aquí preso con el poeta, le hace el famoso dibujo. El 22 de septiembre sufre un nuevo traslado, esta vez a Palencia, donde el frío hará mella en su ya maltratado cuerpo y cogerá una neumonía. Con todo, Miguel realiza allí tareas de organización del Partido Comunista. Dos meses después, el 28 de noviembre, será trasladado al duro penal de Ocaña, donde enfermará de bronquitis. En la cárcel estudia y ayuda a los demás presos, además de realizar labor política y cultural. Allí mismo, ese mes, recibe un homenaje de los compañeros. También recibe visitas de conocidos para que se “convierta”, pero no cede. Y el 29 de junio de 1941 vive su último traslado: al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde sufrirá el tifus y una tuberculosis fatal que acabará con su vida. Pudo haber sido curado, si hubiese sido enviado al sanatorio de PortaCoeli, para tuberculosos, que había cerca de allí, en Valencia. No quisieron, si antes no renunciaba a sus ideas, a su lucha. Le querían totalmente derrotado, humillado. Pero Miguel Hernández no iba a malvender su maltrecha salud a cambio de su propia honradez, de la dignidad misma de su pueblo. Le enfermaron y le murieron. Como a Lorca fusilado, como a Machado exiliado y enfermo. Y así, el 28 de marzo de 1942 fallecía el poeta comunista, ruiseñor del pueblo herido, voz esperanzada y combativa de los trabajadores y de todos los explotados.


Una abierta ventana Miguel Hernández es una muestra clara de enraizamiento en el pueblo. Y un exponente de vivo entusiasmo, sencillez, naturalidad. Es también a lo largo de su vida un ejemplo permanente de constancia, decisión, voluntad, esfuerzo. Algo que ahora escasea tanto. La poesía del poeta de Orihuela ha estado acallada, silenciada o ha sido manipulada, no sólo durante el franquismo y su negra noche, sino también después, cuando sólo se le ha querido mostrar como un poeta humano y noble, que también lo fue, pero se ha intentado ocultar su profundo compromiso político, su militancia comunista declarada, su dignidad de combatiente y de hombre del pueblo. El dolor y el sufrimiento no logran echar abajo la lucha y la confianza en el futuro. La mayor lección de Miguel Hernández, desde su compromiso fiel con los explotados, es la de la esperanza, la de la fuerza de los oprimidos. La voz de Miguel Hernández ha seguido viva fundamentalmente gracias al esfuerzo de quienes

supieron ver en su vida y en su obra un ejemplo de fusión con el pueblo y de entrega al mismo. Asociaciones, organizaciones populares, partidos de izquierda (fundamentalmente de ideología comunista) y, sobre todo, miles de militantes, revolucionarios, poetas y escritores del compromiso, cantores y músicos, maestros, intelectuales y académicos estudiosos del poeta y gentes del pueblo en general, son quienes han hecho suyo ese sentir y han mantenido viva su palabra y su ejemplo. La identificación con el poeta es inmediata, porque es pueblo mismo, de él sale y a él vuelve, transmutado en poesía, voz de vida, amor y muerte, como sus heridas, grito de lucha y de esperanza, abierta ventana y rayo de luz: “Soy una abierta ventana que escucha / por donde ver tenebrosa la vida / Pero hay un rayo de sol en la lucha/que siempre deja la sombra vencida”.

Octubre de 2010 (a cien años del nacimiento de Miguel Hernández)


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BIBLIOTECAS con HISTORIA

Fotografía incluida en “España lee ávidamente”, artículo de Juan Vicens sobre las bibliotecas públicas impulsadas por Misiones Pedagógicas durante la II República.

La biblioteca se encontraba en este inmueble de la esquina de la C/ San Lázaro y la C/ Padre Gándara (hoy C/ Castelao) en Allariz (Ourense)

Diario de Madrid, 23 de octubre de 1935.

Sede actual del Centro de Estudios Lorquianos

Primera página del Manuscrito

En este lugar de Fuentevaqueros (Granada) pudo ubicarse, según fuentes orales que no hemos podido contrastar documentalmente, la Biblioteca inagurada por Lorca en 1931. A la izquierda un fragmento del discurso que escribió entonces.

con el texto autografo del poeta Federico García Lorca dónde puede leerse la nota de su alocución.


Bibliotecas con historia (Continúa de la Contraportada) La Biblioteca Nacional (Madrid) bombardeada por los rebeldes durante la Guerra Civil A la derecha, en el plano los puntos dónde se produjeron los impactos

Norte Norte

Oeste Oeste Vista aérea de la Biblioteca Nacional a mediados de los años 50

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En Madrid en noviembre de 1936, las bombas caídas del cielo dañaron el edificio, pero gracias a la infatigable actuación de centenares de personas anónimas coordinadas por la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artítisco (de la que formaban parte los Bibliotecarios Juan Vicens y Teresa Andrés, entre otras personas) se salvó el Patrimonio Bibliográfico Español de los ataques facciosos. Esta misma convicción de resistencia ante la barbarie llevó a la proeza del salvamento de los cuadros del Museo del Prado, situado a escasa distancia de la Biblioteca Nacional. Las pinturas fueron evacuadas de la capital asediada con total éxito sin que se produjese daño alguno. Imágenes tomadas del Catálogo :

Biblioteca en Guerra, Madrid, Biblioteca Nacional 2005


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