El ocaso de la pesca

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Características generales El sábalo es el pez más abundante de la Cuenca del Plata, de alimentación iliófaga- detritus orgánicos y microalgas-, con su sistema digestivo adaptado para tal. Es así, como una parte de su estómago está especializada y conformada por gruesas paredes musculares, el popularmente denominado “tongoril”. Es de crecimiento rápido y de alta productividad, por lo que la especie tiene una capacidad de recuperación muy buena cuando es sometida a mortalidades extraordinarias. Se reúnen en grandes cardúmenes que migran estimulados por las variaciones en los niveles del agua. La natación prolongada les provoca la secreción de ácido sarcoláctico, la sustancia que induce la maduración de los gametos sexuales o “huevas”. Cuando estos desplazamientos se efectúan durante las crecientes de primavera, los realizan aguas arriba y desovan una vez al año. La fecundación es externa, es decir, los machos sueltan sus gametos en el agua al mismo tiempo que la hembra libera los suyos, entre 300.000 y 700.000 cada una dependiendo de su peso total. Las distancias que recorren se encuentran entre los 200 y 500 kilómetros, y tal vez más, a lo largo de los ríos. Son sus áreas de reproducción todos los ríos y arroyos de la Cuenca. Se cree que no desovan aguas abajo de la ciudad de Rosario. Larvas, juveniles y adultos colonizan lagunas someras, bañados o madrejones de la planicie de inundación, donde encuentran abundante alimento y refugio. En ellas permanecen durante la mayor parte de su vida, abandonándolas durante los desplazamientos y en las bajantes al quedarse sin agua. Entonces, los ríos y arroyos funcionan como vías colectoras y distribuidoras que concentran los sábalos, que luego se dispersan en la extensa planicie, donde son habitualmente pescados con redes. Según Gomes y Agostinho (1997), la disponibilidad de zonas de alimento y refugio durante los primeros meses

de vida es crítica para la supervivencia del sábalo. Que los niveles del río estén altos o bajos en dichos meses, influye en la mayor o menor superficie de estas zonas inundadas y en que la pesca de esta especie, 2 ó 3 años después, sea buena o mala respectivamente. En dicho tiempo transcurrido los ejemplares logran las medidas a las que son actualmente capturados (ver tabla). El período húmedo que se registra desde principios de los ´70, debe haberlo favorecido en gran medida debido al aumento hidrométrico promedio. Por eso, es muy probable que las poblaciones de sábalo se volvieran más numerosas en este lapso. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las condiciones de niveles de agua bajos que se vienen registrando desde 1999, lo afectarían negativamente y sus poblaciones podrían haber disminuido notablemente por esta causa. Las represas han afectado sus migraciones en tanto que, junto con el puente Rosario-Victoria, han interrumpido la deriva de larvas y normal colonización de las lagunas. Aunque puede serlo a escala local afectando a algunas pesquerías, el impacto negativo de estas interrupciones sobre la especie no sería tan crítico como lo es para los predadores tope del río, de menor abundancia y productividad que el sábalo y cuyos desplazamientos migratorios son, en general, mucho más extensos. Antes de ser explotados a los niveles de pesca actuales, lograban tallas máximas de entre 70 y 80 centímetros en el río Paraná, alcanzando un peso de unos 6 kilos -hay pescadores que dicen haber capturado hasta de 15 kilos-, se comenzaban a reproducir a la edad de alrededor de 3 años y podían llegar a vivir por lo menos 10 años. Según estudios recientes realizados por las investigadoras Parma, Loteste y Cazenave, los pesticidas utilizados en nuestros campos, que llegan a lagunas y ríos por el lixiviado, inhiben enzimas vitales del sábalo provocándole la muerte.

NATURALEZA, CONSERVACION Y SOCIEDAD

La selección natural: interacción entre el predador y la presa El principio darwiniano explica que los individuos dentro de una población que poseen características que le otorguen alguna ventaja adaptativa tienen mayores posibilidades de sobrevivir. Así, los que permanecen, transmiten por herencia esa condición a su descendencia, de manera que su frecuencia va aumentando. Este es uno de los mecanismos que gobiernan la evolución de las especies. Antes de que el hombre intervenga, una de las principales fuerzas de selección del tamaño corporal que soportaba el sábalo durante su desarrollo, era la predación que sufría por larvas, juveniles y adultos de muchas otras especies, en particular de los predadores tope como surubíes pintado y atigrado, dorado, manguruyú y rayas. En este escenario, lograr tamaños considerables era una ventaja que los ubicaba con mayor rapidez fuera del alcance de la mayoría de sus enemigos naturales, y por lo tanto, esa característica habría sido seleccionada a favor. Los sábalos “venían grandes”, y era una condición genéticamente instalada a través de miles de años de coevolución entre predador, presa y ambiente.

Tabla. Valores medios del crecimiento del sábalo en condiciones naturales. Edad en Años

Longitud total en Centímetros

Peso total en Gramos

1

23

200

2

35

600

3

44

1100

4

50

1500

5

56

2100

6

60

2500

7

63

2850

8

66

3200

9

68

3500

10

70

3800


La selección artificial: red de pesca comercial

Base de la cadena alimenticia

Cuando se comienza a capturar al sábalo intensamente, y se achican los malleros, la selección toma otro rumbo porque la mayor presión que recibe es la red de pesca, ya que la actividad extractiva y el impacto de las represas han reducido las poblaciones de los predadores tope a niveles donde su influencia sería mínima. El razonamiento nos dice que los individuos que crecen hasta el tamaño de captura y que todavía no han madurado tienen muy pocas chances de sobrevivir y dejar descendencia. De manera que los genes para lograr gran tamaño que antes eran beneficiados ahora, en este nuevo escenario, son seleccionados en contra. Opuestamente, son beneficiadas las características de maduración temprana y tamaños pequeños, porque los grandes mueren antes en las redes. Es probable que, en las condiciones actuales, las poblaciones más impactadas por la pesca se reproduzcan a partir de los 2 años y ya no tengan las cualidades genéticas para crecer hasta las grandes tallas, con lo cual se reduce aún más la longitud de primera maduración sexual. Por tal motivo es posible encontrar ejemplares pequeños con sus gónadas desarrolladas. Esta situación es desfavorable para la rentabilidad del recurso porque los sábalos son cada vez más chicos y el peso de cada individuo se va reduciendo en forma exponencial a medida que disminuye la talla (ver ecuación del peso). Luego de varios años de soportar estas presiones no naturales, la frecuencia de los genes que favorecen el tamaño pequeño aumenta muchísimo, reemplazando a los que beneficiaban el tamaño grande, y esta “degeneración”, una vez instalada, es irreversible si consideramos la percepción humana del tiempo.

El sábalo es la especie productora por excelencia en el río, ya que transforma la materia orgánica que hay en el agua en proteína. Según Bonetto (1998), su biomasa total alcanza a ser el 60 % del total de los peces en la planicie de inundación del Paraná Medio, siendo el 40 % lo que corresponde a la suma del resto de las especies presentes en dicho hábitat. Esto indica su enorme valor ecológico, por ser la especie que sin dudas sostiene la principal cadena de energía del ecosistema. Posee una gran capacidad de reproducción, generando a través de sus huevos, larvas y juveniles la principal fuente de alimento de muchas otras especies. Sin embargo, la explotación comercial del sábalo no perjudicaría a los predadores tope por el hecho de disminuir el sustento. Se conjugan algunos aspectos que hacen que la posible merma las presas sea mínima en comparación con la disminución de los predadores y que no sea el alimento lo que limita actualmente el desarrollo y recuperación de los “gigantes del río”. En primer lugar, el sábalo tiene una altísima productividad y numerosidad, muchísimo mayor que la de los predadores topes, lo que genera una oferta de sustento en exceso cuando larvas y juveniles se concentran en ríos y arroyos donde son principalmente atacados. En segundo lugar, las poblaciones de los predadores tope, que son principalmente ictiófagos, están diezmadas por la pesca comercial y deportiva irresponsables y por el impacto de las represas. Su disminución en abundancia y talla ha sido en proporción mucho mayor que la que muestra el sábalo (ver ECOLÓGICA N° 1). Así, la oferta de alimento o la relación entre el número de presas y el número de predadores, es probable que haya aumentado. La principal amenaza de los predadores tope, relativa a la explotación, es ser atrapados por las redes que se

Peso = 0,04 . Lt(2,7) Ecuación que relaciona el peso promedio en gramos del sábalo con su longitud total en centímetros.

pag.

extienden por cientos de kilómetros en ríos, arroyos y lagunas, o por los anzuelos de los miles de pescadores comerciales, furtivos y “deportivos” que no respetan las tallas reglamentarias, sometiéndolos a presiones que superan ampliamente sus capacidades de recuperación, que son muy inferiores a la del sábalo. Otras especies que oportunamente utilizan larvas y juveniles de sábalo de alimento, como ser el caso de los omnívoros -amarillo, moncholo, armado gallego, bogas-, han encontrado un sustituto alimenticio en el mejillín de agua dulce, un molusco bivalvo de origen asiático que fue accidentalmente introducido y colonizó toda la cuenca del Plata.

Causa de la retracción del recurso: sobre-explotación de tallas, explotación no sustentable La tasa de explotación representa la proporción en que una especie es pescada y está directamente relacionada con el esfuerzo de pesca o número de pescadores, el desarrollo y características de sus artes de pesca. Su valor es 0 (cero) cuando no es explotada, y es 1 (uno) cuando todos los peces son capturados. Durante el 2002-03 se estimó en 0,73 para el sábalo, siendo éste un valor muy elevado. Con dicho grado de extracción, la sustentabilidad del recurso depende de la longitud a partir de la cual se comienzan a capturar los ejemplares. A juzgar por los operativos de decomiso, esta longitud en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos no supera los 35 centímetros en la mayoría de los casos. Puede observarse en la figura que esta combinación de longitud y explotación sobrepasa el límite de sustentabilidad. Esto significa que la biomasa disponible para capturar por temporada entra en retracción o declinación por degeneración, es decir, porque los ejemplares son cada vez más pequeños, o porque la cantidad de reproductores no sería suficiente


Log(Lópt) = 1,0421 . Log(Linf ) - 0,2742 ; r2 = 0,97 ; s.e. = 0,073 Lópt = 3 . Linf / (3 + M / K) Ecuaciones de Froese y Binohlan (2.000). La primera es empírica y como dato de entrada se necesita sólo la longitud infinita. La segunda es matemática y requiere conocer M/K. Para el sábalo M/k = 1,93

Línea divisoria entre zonas criterio F (0,1)

ZONA CRÍTICA Explotación no Sustentable

ZONA RACIONAL Explotación Sustentable

La solución: conocer el crecimiento La longitud que puede alcanzar la especie si se la dejara crecer indefinidamente en condiciones naturales se denomina longitud infinita (en adelante Linf ) y es utilizada para calcular el tamaño más conveniente de captura o Lópt, al cual el balance entre el crecimiento corporal (k) y la mortalidad natural (M) entrega el máximo rendimiento. Según las investigaciones, para el sábalo L (se encuentra entre 70 y 80 centímetros y Lópt entre 43 y 51 centímetros (ver ecuaciones de Lópt). Si se lo pescara a tales longitudes óptimas se obtendrían los máximos rendimientos en biomasa posibles por temporada, además de alejarse de los estados de riesgo y permitiendo la progresiva recuperación del recurso, independientemente de la tasa de explotación a la que es sometido el recurso, lo cual es sumamente ventajoso porque no se tendría que controlar la cantidad de pescadores ni los metros de redes (ver figura). Claro está, aplicar de repente este criterio que debió reinar desde un principio, costaría al menos un año de merma en las capturas, pero el resultado a largo plazo sería sumamente positivo para el ecosistema y para los que viven de la pesca, que irían sucesivamente logrando un mayor volumen de captura por temporada.

Estado de Explotación del Sábalo

100 %

RENDIMIENTO

para generar larvas que repueblen el extenso sistema de lagunas de la planicie de inundación. Las opciones para el sábalo son disminuir la tasa de pesca y/o aumentar la longitud de captura. Si por ejemplo, se los comenzara a capturar a la longitud de 40 centímetros, además de aumentar el rendimiento en biomasa se saldría levemente de la zona crítica. Pero aún manteniendo dicha talla de captura, el recurso correría riesgo nuevamente si se aumenta la presión de pesca y por lo tanto este valor no garantiza la sustentabilidad.

76 cm

50 %

0%

56 cm

0,9

Lópt

0,8 0,7

36 cm

0,6 0,5 0,4 0,3

16 cm

LONGITUD DE CAPTURA

0,2 0,1 0,0

TASA DE EXPLOTACIÓN

Figura. Modelo de rendimiento por reclutamiento de Beverton y Holt (1964) adaptado de Froese y Pauly (2004). Nota: el límite de explotación sustentable F0,1 es ampliamente recomendado por los biólogos pesqueros de todo el mundo.

¿En riesgo de extinción? Las características de fecundidad, edad de maduración, velocidad de crecimiento y edad máxima posible, definen que el sábalo tenga una buena resistencia a la extinción y sea de rápida recuperación. En una especie con estas cualidades, el umbral de reducción del número de reproductores que no debe superarse, según criterios internacionales, es del 95 %. Es decir, que el remanente no debe ser inferior al 5 %. Si la población de reproductores remanente está por debajo de dicho valor se lo considera vulnerable, y si permanece por 3 generaciones o 10 años en tal estado, es factible de extinción. En un estudio realizado por Oldani, Peña y Baigún (2003) que compara la abundancia relativa del stock reproductor del sábalo, a partir de la captura promedio por pescador y de la frecuencia de captura en una pesquería artesanal del Paraná Medio, se encontró que con respecto a 1976-77 la reducción fue de alrededor del 50 % en biomasa durante el 2002-03. Si bien, en este estudio, la talla media de los sábalos disminuyó notoriamente, denunciando el gran aumento de la presión de pesca, la población remanente de reproductores aún dista de los niveles críticos para categorizar a la especie en peligro de extinción. No obstante, harían falta series de resultados continuados en el tiempo para tener una apreciación más exacta de su evolución poblacional. Es muy probable que en una especie con estas características, que además, por su relativamente bajo valor unitario debe ser necesario poder extraer grandes cantidades para obtener ganancia, su explotación deje de ser monetariamente rentable antes de llegar a ponerla en situación de riesgo. Sin embargo, la acción conjunta de las poblaciones disminuidas por pesca, sumada a la de agroquímicos contaminantes de las aguas y a la pérdida de hábitat debido a obras hidráulicas, podrían poner en peligro ésta y otras especies.

NATURALEZA, CONSERVACION Y SOCIEDAD


El recurso del sábalo es muy importante en gran parte de los tramos medio e inferior del río Paraná, donde la enorme cantidad de lagunas existentes debido a la extensa planicie de inundación, han favorecido el desarrollo de la especie. Su abundancia, productividad y capacidad de recuperación hacen que sea el pez ideal para explotar comercialmente. Pescarlo descontroladamente es nocivo para el ecosistema y termina siéndolo también para la economía regional. En tanto que no permitir su captura sería una opción conflictiva que posiblemente no pueda llevarse a cabo y que anularía un recurso monetario muy potable. La solución sería entonces una extracción ordenada y controlada, respetando las tallas mínimas reglamentarias y evitando la pesca con redes en los hábitats principales de los predadores tope, que son los que sí se encuentran en situación crítica, a fin de disminuir el impacto colateral de la pesca del sábalo sobre éstos. Lo ideal sería extraer el sábalo midiendo entre 43 y 51 centímetros, que es cuando se maximiza el rendimiento y se ha reproducido 2 ó 3 veces. Esto es lo recomendable, pues en años de condiciones adversas -crecientes o bajantes extraordinarias-, la reproducción es factible de fallar generando un “hueco” en las capturas futuras que es más marcado si se pescan peces de tallas de un solo desove. Permitiendo varios ciclos reproductivos antes de extraerlos se amortiguaría el impacto negativo de temporadas fallidas y se evitaría la degeneración de la especie hacia los “tamaños pequeños” pues no se capturarían peces que no hayan dejado su descendencia. En la pesca real los tamaños no se pueden seleccionar con tanta precisión. Por eso hay que lograr que la mayoría de los peces estén dentro de dicho rango de tallas y eso se consigue regulando la red. Según investigaciones realizadas por los científicos Miranda, Agostinho y Gomes (2000) en el embalse de Itaipú, pag.

el rendimiento por temporada mejora entre 15 y 35 % si se pasa de pescar los sábalos con redes de 13 a15 centímetros de mallero a usar las de 16 a 18. En el gráfico de barras podemos observar que pescando con las últimas hay pocas posibilidades de capturar sábalos de tallas menores a las óptimas, los peces tendrían 3 ó 4 ó 5 años, logrando una explotación racional y sustentable, permitiendo la mejora del recurso y evitando su degeneración. Debe entenderse que la abundancia del sábalo puede variar de un año a otro y la escasez de una temporada no tiene que ser cubierta con la pesca de juveniles que deberían ser extraídos al siguiente año, porque esa maniobra es ir en contra del sistema productivo sustentable, perjudicando la captura de los años posteriores. No debería permitirse la pesca de arrastre y el calado de redes sobre los ríos, arroyos o en entradas o salidas de madrejones por ser éstos los hábitats más frecuentes de los predadores tope. La opción es pescar al sábalo solamente en el interior de estas lagunas someras

o bañados, donde la posibilidad de capturar las especies que están en situación crítica disminuye. La pesca comercial sobre ríos y arroyos debería limitarse a la utilización única de espineles para la extracción de las especies más abundantes y de buena capacidad de recuperación, que son las de tamaños pequeños y medios como amarillos, moncholos, armado gallego, bogas, manduvíes, etc. En tanto, dichas especies deberían tener cupos limitados para los pescadores deportivos, de manera de repartir las posibilidades de éxito de captura. Las especies de gran tamaño, poco abundantes, que son también las más longevas y las que tienen la menor capacidad de recuperación, como rayas, armado chancho, surubíes pintado y atigrado, manguruyú, pacú, y dorado, deberían limitarse sólo al uso deportivo con devolución, que es un tipo de explotación sustentable y que deja muy buena ganancia monetaria por ejemplar. Las disminuidas poblaciones actuales de dichas especies longevas ya no tienen una gran influencia en la economía de

14

12

10 Porcentaje capturado

Recomendaciones para un manejo pesquero sustentable

8

6

4

2

0

40

42

44

46

48

50

52 54 56 58 60 62 Longitud total en centímetros

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66

68

70

72

74

Gráfico de barras. Cantidad relativa de sábalos clasificados por su longitud, capturados por los pescadores artesanales durante 1976-77 en el cauce principal del río Paraná a la altura del túnel subfluvial con redes reglamentarias. Datos registrados por los investigadores N. Oldani y O. Oliveros.



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