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Una fórmula para el éxito empresarial

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Breves

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En la prehistoria, nuestros antepasados lograron sobrevivir gracias al trabajo en equipo, a la colaboración con otros. Entonces, no quedaba otra, por mucha piedra y hacha de sílex que uno tuviera, de poco servía frente a un todopoderoso mamut con su mole de fuerza y sus señores colmillos. Es lo que sucede también hoy en la naturaleza, los animales se alían para cazar a sus presas, escapar de sus depredadores o ayudar a sus congéneres a sobrevivir.

Pues esta lección que parece tan evidente, brilla por su ausencia en buena parte del panorama empresarial español. La desconfianza suele dominar las relaciones frente a la actitud de colaboración que sería deseable para conseguir avances en todos los campos. Y el contexto actual se está encargando de recordárnoslo. Los cambios continuos del mercado, los problemas de la cadena de suministro y el encarecimiento de las materias primas, las dificultades para la innovación o el reto de la sostenibilidad son más fáciles de afrontar en grupo. De este modo, la búsqueda de partners con los que trabajar mano a mano es la mejor fórmula para seguir avanzando.

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Y esto es algo que requiere una verdadero ejercicio de humildad y realismo. Cuando somos conscientes de las propias limitaciones, es cuando vemos claro la necesidad de sumar para multiplicar. Y ello, evidentemente, implica salir de la “cueva”, donde estamos aparentemente protegidos, desplazarnos más allá de los propios dominios para hablar con otros, abandonando nuestra zona de confort, negociar, establecer unos acuerdos en un clima de confianza... Y ello para conseguir repartirnos el mamut entre todos, en una clara relación de “win to win”.

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