Con el altruismo no se combate el desempleo La ley impide que el trabajo voluntario supla al retribuido La solidaridad no es un parche para paliar los recortes de la Administración
Carmen Morán 29 ENE 2012 - 23:13 CET29
Una voluntaria de Cruz Roja ayuda an inmigrante llegado en cayuco a Tenerife. / MANUEL LÉRIDA (EFE) La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, planteó abiertamente que algunos servicios municipales que permanecen cerrados porque no hay dinero para contratar personal podrían abrirse al público si los voluntarios los atendían. Ella lo llamó solución “imaginativa” y los voluntarios, “ocurrencia desafortunada”. No se trataba de hospitales, desde luego, sino de centros culturales, deportivos o bibliotecas. Pero ni por esas. Así que, la “serie infinita” de espacios públicos que la regidora quería hacer rentables con la colaboración desinteresada de todos quizá tendrá que recorrer el camino clásico: contratar trabajadores cualificados y pagarlos. O seguir cerrados. El voluntariado, que existía disperso y desigual, se organizó en España con la democracia y una ley en 1996 lo definió y reguló convenientemente. En su artículo 3 se detalla que estas actividades no se realizarán nunca como relación laboral, funcionarial, mercantil ni cualquier otra retribuida; será siempre, dice, de carácter altruista y solidario y “en ningún caso sustituirá al trabajo retribuido”. Los momentos críticos exigen, sin embargo, de la actitud más desinteresada de todos y en la Plataforma del Voluntariado de España lo saben, y han dado buena muestra de ello a diario en catástrofes como el terremoto de Lorca, por ejemplo. Pero siempre bajo la coordinación y al servicio de los profesionales. “El voluntariado no es mano de obra barata, ni gratis, solo complementa la tarea de los profesionales y jamás debe sustituir la función de un empleado remunerado”, dice el presidente de la Plataforma, Luciano Poyato.
El ejercicio del derecho a la participación voluntaria “es un compromiso para ayudar y transformar las injusticias o ciertas carencias en determinados sectores, pero esta propuesta [de Ana Botella] es un grave error, muy desacertado. La tarea altruista no es un parche con el que cubrir los problemas sociales que les corresponde asumir a las Administraciones públicas”, dice Poyato y así lo han criticado en una nota pública. En el hipotético caso de que esos edificios construidos en Madrid, que ahora no son más que fantasmas a la espera de que alguien dé al botón de encendido, contaran con el trabajo de los voluntarios, la tarea solidaria cargaría con el estigma de impedir el acceso al empleo. Parados contra solidarios: curioso caso sería.
Los servicios públicos no son asistencialistas, dicen los sindicatos Los sindicatos están que trinan. “Confunden el Estado de derecho con el Estado asistencialista. Por esa senda acabaremos como en las películas americanas, que los incendios los apagan los voluntarios en lugar de los bomberos”, critica la secretaria para la Igualdad de UGT, Almudena Fontecha. “Un Estado democrático y de derechos no puede estar al arbitrio de la voluntad de otros ciudadanos. Esto ya parecía superado, creo yo”, añade la sindicalista. Cuando un usuario se acerca a un servicio público, sea un polideportivo, una biblioteca o un hospital debe encontrar trabajadores cualificados, que ofrezcan calidad y responsabilidad. “Aun cuando un voluntario pudiera desempeñar su tarea con gran calidad e incluso estar capacitado para ella, no podría exigírsele la responsabilidad que pueda derivarse de su trabajo”, dice Pepe Gálvez, de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras. “Otra cosa es que se complemente ese trabajo de forma voluntaria, por supuesto, pero la responsabilidad es de la Administración y del trabajador. Solo con voluntarios no puede abrirse ningún centro municipal. Cualquier trabajo exige ciertos conocimientos”, añade Gálvez.
No se puede exigir a un cooperante la responsabilidad de un trabajador Cuando se jubiló, Emilio Polo comenzó sus tareas de voluntariado, primero para la infancia y ahora para la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados, que se abrevia como UPD. En esta organización se dedica a acompañar a personas mayores con dependencia que viven solas o que no tienen compañía de su misma edad. “Ellos no tienen con quien hablar y están deseando que les escuchen, contar lo de sus hijos, las cosas de sus nietos, charlar de fútbol, de política, de lo que sea; o jugar al mus, si se tercia. Tapamos ese hueco que no cubren los servicios sociales”. ¿Qué le parece a Emilio la idea de Ana Botella? No se lleva las manos a la cabeza porque con una, al menos, está sosteniendo el teléfono desde el que opina: “¡Qué locura! No puede haber dicho eso. No querrá decir eso. Pero si en España el voluntariado es por completo solidario. Cómo vamos a sustituir a los trabajadores. No puedo creerlo”. España, es, en efecto, uno de los países donde el voluntariado se rige por unos criterios más puristas en cuanto al altruismo. En los países anglosajones, por ejemplo, pueden considerar voluntariado las clases que los estudiantes imparten a otros compañeros más jóvenes por un precio simbólico. En España no recibiría esa calificación, desde luego. Florentina Llordén fue cajera en una cafetería, pero perdió la vista y ahora es voluntaria en la ONCE. Ella se encarga de atender el teléfono que pone en contacto a los ciegos y a los voluntarios que quieren echarles una mano. “Es gratificante para mí y también para ellos”, asegura. Llordén tiene ahora 65 años y lleva muchos de voluntaria. Cree que si Ana Botella ha propuesto esta solución es por la situación desesperada de la crisis. “Si no hay para pagar a la
gente que necesita trabajo... si hay que recurrir a lo que sea... También a los voluntarios nos podrían sustituir trabajadores y no habría voluntarios, y estarían empleados, ¿no?”.
España tiene unos criterios estrictos sobre altruismo en el voluntariado El 80% de las pequeñas ONG se nutren prácticamente de voluntariado, incluso en sus cuadros directivos y es completamente altruista. Las personas que quieren colaborar en esta red reciben cursos específicos en función del desempeño encomendado y se dan charlas en los institutos para que el banquillo de solidarios no se agote. Y hay tarea para todos, porque son muchos los huecos, y más en tiempos de crisis, que deja la red pública de servicios sociales, aunque no es la única que absorbe la misión de los voluntarios. También hay quien colabora en el sector del medio ambiente, el cultural, el deportivo. Se calcula que unos cuatro millones de personas prestan su tiempo libre para ayudar a los demás en España. Una legión de solidarios con mayoritaria presencia femenina y dos edades muy representadas, los jóvenes y, ahora, los mayores. “Si te jubilas y estás bien, pues te puedes ocupar en esto. A todos nos viene bien”, dice Emilio Polo, que fue cámara de Televisión Española. Ahora tiene 71 años. “Yo escucho a los ancianos, pero no solo aprendo de ellos, también he encontrado un círculo de personas entre los voluntarios donde hay de todo, geriatras, profesores, reporteros como yo, o jubilados de un banco. También organizamos entre grupos visitas a un museo, por ejemplo, o salimos de paseo”, dice Emilio Polo. Entre los voluntarios se repite siempre una frase, esa de que reciben más de lo que dan. Por eso les resulta chocante que ahora pudieran confundirles con trabajadores que sustituyen o impiden el desarrollo profesional de personas que están en paro, por ejemplo. “Por el contrario, la Plataforma del Voluntariado de España apuesta por impulsar el empleo a través de programas y proyectos de orientación o intermediación laboral que redunden en la empleabilidad de quienes están desempleados”, dice la nota que han emitido a raíz de las palabras de la alcaldesa madrileña. El presidente, Luciano Poyato, insiste en que no escatimarán esfuerzos en tiempos de crisis, sobre todo por el aumento de la pobreza.
El 80% de las pequeñas ONG se nutren de cooperantes, incluso en su dirección Las entidades de cooperación social llevan unos años desbordadas por falta de medios. Ellos han recordado en numerosas ocasiones que no están para cubrir las tareas propias de los servicios sociales públicos, sino para complementarlas. Pero en situaciones de carencias que hay que resolver con urgencia, los servicios sociales, también por falta de medios, están derivando ciertos casos hacia las organizaciones solidarias. Nadie presume de ello. Ni a nadie se le había ocurrido pedirlo públicamente. Hasta ahora. La alcaldesa de Madrid llegó el viernes a la página web Actuable, un sitio conocido por promover campañas de recogida de firmas a favor o en contra de determinadas causas. Ahí se ha pedido apoyo para que hubiera una casilla en la declaración de la renta para aportaciones a la ciencia, por ejemplo. El viernes la foto de la regidora madrileña iba acompañada del siguiente texto: “Dile a Ana Botella que sea una alcaldesa voluntaria”. Y miles de firmas ya habían secundado el mensaje
Un hombre mata a su mujer en Afganistán por no tener hijos varones La esposa murió estrangulada tres meses después de dar a luz a su tercera hija
EFE Kabul30 ENE 2012 - 12:17 CET23 Archivado en:
Un hombre mató a su mujer en el norte de Afganistán por no proporcionarle hijos varones, después de que su esposa hubiera tenido tres hijas, la última de ellas hace tres meses, informó hoy a Efe una fuente policial. La pareja tuvo una discusión sobre el sexo de su prole y la disputa subió de tono hasta que el marido estranguló a la mujer, de 30 años y llamada Storay, precisó un portavoz de la policía, Syed Sarwar Hussaini. El crimen tuvo lugar el sábado por la noche en una pequeña aldea de la provincia de Kunduz, en el remoto norte afgano. Las autoridades han detenido como cómplice del asesinato a la suegra de Storay, que presenció la disputa, pero el marido, Sher Mohamed, logró darse a la fuga y aún no ha sido localizado a pesar de los esfuerzos de la policía. "Estamos aún interrogando a la madre del presunto asesino. Según sabemos, Mohamed había amenazado a su mujer con matarla si le daba otra hija más", afirmó el portavoz policial. A pesar de los avances sociales que comportó la caída del régimen talibán, los derechos de las mujeres en Afganistán siguen siendo sistemáticamente vulnerados. Hace un mes, la policía rescató en la norteña provincia de Baghlán a una adolescente de 15 años tras medio año de encierro y torturas a manos de su marido y la familia de éste por la negativa de la joven a ser prostituida. La Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) denunció el pasado noviembre que queda un "largo camino por recorrer" en la aplicación de la legislación que protege a las mujeres afganas contra la violencia de género. Según este organismo, en Afganistán las leyes chocan con prácticas socialmente aceptadas como la compra-venta de mujeres para el matrimonio, las bodas infantiles o forzadas, las violaciones y el "baad" (regalo de una mujer para resolver una disputa familiar).
Cadena perpetua por matar a tres de sus hijas en un 'crimen de honor' en Canadá Condenados una pareja de origen afgano y su primogénito por matar a tres de sus hijas y a otra pariente
Agencias 30 ENE 2012 - 13:49 CET11
Los Shafia entran en el tribunal de Kingston, Ontario, la semana pasada. / FRANK GUNN (AP) Lo que al principio pudo parecer un trágico accidente de coche resultó un crimen de honor. Una pareja afgano canadiense y su primogénito fueron condenados este domingo a cadena perpetua por matar a sangre fría a tres de sus hijas, adolescentes, y a la primera esposa del padre. Las muchachas, Zainab, de 19 años, Sahar, de 17, y Geeti, de 13, fueron halladas junto a su madrastra, Rona Amir Mohamad, de 52, ahogadas en uno de los coches de la familia en 2009. Los acusados de la familia Shafia, que se instaló en Montreal en 2007, siempre insistieron en que había sido un accidente. Pero durante el juicio, celebrado en Kingston, Ontario, con un jurado popular y que ha fascinado a los canadienses durante tres meses, se escucharon conversaciones grabadas al padre en las que tildaba a sus hijas de putas, prostitutas y chicas sin honor. "Es difícil imaginar un crimen más despreciable y atroz", declaró el juez tras leer el veredicto: prisión de por vida, sin derecho a libertad condicional durante 25 años, para el padre y marido de las víctimas, Mohamed Shafia, de 58 años; la madre, Tuba Mohamad, 42; y un hermano, Hamed, de 21, por asesinato en primer grado. "Aparentemente, el motivo tras esos crímenes a sangre fría y vergonzosos era que cuatro víctimas totalmente inocentes ofendían su muy retorcido sentido del honor, que se basa en la dominación y el control de las mujeres, una noción enfermiza del honor que no tiene ningún lugar en ninguna sociedad civilizada", añadió el juez. El fiscal sostuvo que los Shafia asesinaron a las mujeres porque consideraba que habían traicionado su religión (musulmana) y deshonrado a su familia. Una de ellas tenía un novio y se refugió brevemente en un centro de protección de mujeres hasta que regresó al hogar familiar a petición de su madre, mientras otra fue enviada a casa desde la escuela por vestir de manera
demasiado descocada, según el diario Vancuver Sun. En una de las grabaciones presentada como prueba, se oye al padre decir: "Que el diablo cague sobre sus tumbas". Las cuatro mujeres murieron tras un viaje a las cataratas del Niágara. La madrastra era la primera esposa del padre, se habían casado en su Afganistán natal y ella no podía tener hijos. Si las autoridades canadienses hubieran descubierto que el padre de familia era polígamo, habrían sido deportados, pero Mohamad era presentada como una prima de la familia, según se reveló en el juicio. Ella respaldaba los intentos de las jóvenes de vivir a la occidental. Los tres condenados insistieron en su inocencia tras escuchar el veredicto. Desde 2005, once personas, incluidas siete mujeres jóvenes, han sido asesinadas en Canadá víctimas de los denominados crímenes de honor. El jurado, integrado por siete mujeres y cinco hombres, decidió la condena a los tres por unanimidad. Líderes de la comunidad musulmana en Canadá recalcaron, en cuanto se conoció el caso, su confianza en el sistema judicial. Y a finales de año los imanes de la zona dedicaron sus sermones del viernes a condenar la violencia contra las mujeres, informa la cadena de televisión panárabe Al Yazira.
El infierno de las palestinas Por: Blogs ELPAIS.com| 01 de febrero de 2012 Por Mercè Rivas Torres
Mientras la comunidad internacional debate sobre si los palestinos pueden tener su propio Estado, las mujeres siguen sometidas a sufrimientos y agresiones que les conducen a estados depresivos. Las causas son múltiples, pero existen pocos medios para enfrentarse a ellas ya que el conflicto continúa. Naciones Unidas afirma que las mujeres “constituyen la mayoría de los enfermos mentales debido a las presiones y tensiones de sus vidas”. No hay mujer en Gaza o Cisjordania que no tenga en su familia hijos o marido que no estén en prisión o hayan fallecido. La alta tasa de natalidad es de 5,8 y eso unido a la escasez de trabajo, a que sus viviendas han sido derruidas por el ejército israelí, a una sanidad deficiente o a la falta de movilidad con intimidaciones sufridas en los check points (puestos de control), hace que sus vidas estén al límite. La gran mayoría de ellas se han convertido en responsables del grupo familiar, tanto desde el punto de vista económico como del cuidado de hijos y ancianos. Su situación socioeconómica se deteriora día a día y los índices de pobreza y desempleo (el 67% y el 40%) socavan su energía. Conseguir un trabajo es complicado pero todavía lo es más cruzar los 500 controles de seguridad o los 400 kilómetros de muro que separa terrenos, familias o poblaciones. Aquejadas en su mayoría de desnutrición crónica, hace que pierdan a más de la mitad de sus hijos paridos. Pero esta situación puede empeorar si viven en los campos de refugiados palestinos de Líbano, Siria o Jordania. Tampoco nos podemos olvidar de las prisioneras, que aunque no representan una cifra
muy elevada, son tratadas sin ningún tipo de respeto. La mayoría de ellas están recluidas en las prisiones de Telmond, Ramleh y Haifa, situadas fuera del territorio palestino, saltándose el artículo 76 del Convenio de Ginebra, a pesar de que Israel firmó la Convención contra la Tortura y otros tratos o Penas Crueles. Existen casos documentados, por numerosas organizaciones internacionales, que narran el caso de mujeres torturadas y humilladas. Organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional denuncian que viven en condiciones extremas debido al hacinamiento en celdas, escasez de comida, falta de luz e higiene y una comunicación limitada con el exterior ya que sólo pueden enviar cartas a través de Cruz Roja después de ser revisadas por oficiales israelíes. Algunas de estas prisiones se construyeron en los años veinte bajo el mandato británico. Se cerraron posteriormente por estar en un estado penoso pero posteriormente el gobierno de Israel las volvió a abrir sin ningún tipo de remodelación. La salud de las presas suele ser muy débil, padecen anemias, grandes trastornos con sus menstruaciones y en el caso de las embarazadas la situación se agrava ya que la desnutrición de la madre afecta directamente al feto, según informes de Naciones Unidas. Las reclusas palestinas que están a punto de dar a luz son llevadas al hospital encadenadas de pies y manos y una vez que finaliza el parto inmediatamente se las vuelve a encadenar. Los familiares de las prisioneras palestinas no pueden visitarlas libremente, y necesitan un permiso específico por parte de la autoridad penitenciaria que casi nunca se consigue y es prácticamente imposible para hombres en edades comprendidas entre los dieciséis y cuarenta y cinco años, denuncia Cruz Roja. La situación es tan alarmante que según informes de psiquiatría de MSF (Médicos sin Fronteras) en la ciudad de Nablus, un 40% de sus pacientes son mujeres y otro 40% niños. Esta población, al igual que otras muchas, vive rodeada de violencia viendo como muchas noches entran los soldados israelíes en sus casas o son visitadas por los colonos (israelíes que viven en territorio palestino) que se desplazan al centro de la ciudad a rezar, bajo la protección del ejército, aunque estas prácticas suelen acabar en amenazas y violencia. Las patologías más corrientes en las mujeres son insomnio, ansiedad, depresión, irritabilidad y en el caso de sus hijos: incontinencia urinaria, fracasos escolares o agresividad. Esta última actúa como cadena de transmisión entre madres e hijos, según estudios de la UNRWA (Naciones Unidas para los refugiados de Palestina), ya que al vivir en un continuo estado de estrés, estas mujeres suelen desahogarse inconscientemente con sus hijos, transmitiéndoles frustración y agresividad. La psiquiatra y escritora Samah Jabr (Asociación Psiquiátrica Palestina) siempre recuerda la entrada en urgencias de una mujer padeciendo ceguera súbita producida al ver a su hijo asesinado por una bala que le entró por un ojo y le salió por detrás de la cabeza. Pero además de todas estas consecuencias de una vida entre violencia, últimamente hemos podido ver cómo aumenta la prostitución y el SIDA en los territorios palestinos. Según la Oficina Estadística Palestina, el el aumento de mujeres que se dedican a la prostitución ha sido alarmante. Muchas de ellas son mujeres casadas, desde muy jovencitas, que han sido iniciadas por sus propios maridos para salvar la economía familiar. Suelen ser esclavas de sus parejas y la mayoría de ellas, un 62%, han sufrido maltratos. De hecho la legislación ni siquiera las protege. En casos de violación se distingue a las que son vírgenes de las que no lo son. La pena por forzar a una mujer no virgen es mínima, irrisoria. Están absolutamente desprotegidas tanto frente al abuso físico como a la hora de contraer enfermedades de trasmisión sexual como es el SIDA, que ha aumentado
considerablemente. La desgarrada vida de estas mujeres es sin embargo silenciada tanto por sus dirigentes o familiares como por la comunidad internacional. Las palestinas perciben la guerra como un genocidio, por eso quieren seguir pariendo hijos a pesar de las dificultades. Mientras tanto nos encontramos con voces como la de la psiquiatra Samah Jabr que denuncia que para toda la poblaci贸n palestina s贸lo existen dos hospitales, dif铆ciles de acceder a causa de los puestos de control y no llega a la veintena de psiquiatras.
"La doble jornada femenina no es de ahora" Por: Charo Nogueira| 31 de enero de 2012
Ante la necesidad, virtud. Ante la falta de "manuales de síntesis" sobre la historia del feminismo, "que rara vez se enseña como parte de los movimientos sociales", un catedrático de Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha acaba de lanzar un texto divulgativo sobre la lucha por la igualdad. Un vistazo desde la misogina de los antiguos griegos hasta nuestros días, pasando por el código napoleónico. El autor es Juan Sisinio Pérez Garzón (Granada, 1950), un docente que en sus clases explica: "Ser feminista es ser demócrata, porque es aceptar que una mitad de la población tiene los mismos derechos que la otra". "No es una investigación propia, se trata de contextualizar el feminismo en cada etapa histórica", detalla el catedrático. El resultado de su Historia del Feminismo (Los Libros de la Catarata, 2011) son 255 páginas en las que pasa revista a las tres oleadas del feminismo, porque también forma parte de la historia contemporánea aunque a menudo se ningunee su papel. "La primera arranca con la Ilustración, que es el arranque de la modernidad. Reivindica el derecho a la educación y a la voz pública. El código napoleónico, de comienzos del siglo XIX, paniagua estas reivindicaciones". Pero los ecos quedan, e impulsan la segunda oledada, la del sufragismo, ligada a la Revolución Industrial y plasmada en la Declaración de Seneca Falls, de 1848. Desde mediados de esa centuria, el objetivo será el derecho al voto, a la educación a todos los niveles y al empleo, también, pese al rechazo inicial de los sindicatos. Unos trabajos a menudo relacionados, como si fueran una extensión, del papel maternal: maestras, enfermeras... "En el siglo XIX comenzó la doble jornada de las mujeres. No es una cosa solo de ahora", afirma Pérez Garzón. El papel reproductor y cuidador de las mujeres sigue condicionando su trayectoria. Será en la tercera oleada del feminismo, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando dé un nuevo salto bajo un axioma: "lo personal es político". La afirmación de Kate Millet supone "romper con el patriarcado", el dominio varonil en las relación con las mujeres, señala el catedrático. Sobrevolando, otra máxima, esta vez de Simone de Beauvoir: "La mujer no nace, se hace". Y de ahí, a la demanda de paridad, de acción positiva.
Con todo, las frases de estas feministas célebres no han logrado paliar otras. Como la del anarquista Proudhon. "Dijo que la mujer era ama de casa o prostituta", detalla el catedrático. Aunque Bakunin le enmedara luego la plana, la frase hizo fortuna. Una más para el amplio catálogo de misoginia, que según Pérez Garzón, está presente incluso en los chistes. ¿Por qué feminista es un término denostrado si define a quien defiende la igualdad entre mujeres y hombres? "Porque se malinterpreta", contesta Pérez Garzón. "La propaganda antifeminista comenzó ya en el siglo XVIII", recuerda. Y sigue viva
La contrarreforma Los cambios que anuncia Ruiz-Gallardón en la ley del aborto auguran un retroceso para la mujer
1 FEB 2012 - 11:24 CET1 El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, confirmó ayer su proyecto de reformar la Ley de Salud Sexual y Reproductiva de 2010 para regresar al modelo anterior, si bien de sus palabras no se puede descartar que acabe impulsando un sistema aún más restrictivo que el que contemplaba la ley de 1985. Consecuente con la ideología de su partido, pero también y, sobre todo, extremadamente permeable al sector más reaccionario del mismo, Ruiz-Gallardón no pretende únicamente derogar el artículo que permite a las menores de 16 y 17 años abortar sin consentimiento de los padres. También anunció, sin más concreciones, que se pondrá fin al modelo de plazos. El PP, que presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional contra parte de la norma de 2010, siempre se ha opuesto a que las menores puedan abortar sin consentimiento parental. Legalmente tiene sentido porque los jóvenes de 16 y 17 años, según la Ley de Autonomía del Paciente, pueden someterse libremente a una operación quirúrgica y están facultados para casarse y tener hijos. El proyecto del PP devuelve la cuestión a la situación anterior, en la que una joven podía decidir tener un hijo, pero no lo contrario. Pero más allá del asunto de las menores, que efectivamente cuenta con un respaldo social más frágil, la contrarreforma de Ruiz-Gallardón amenaza con hurtar de nuevo a la mujer, mayor o menor de edad, la capacidad de decidir sobre su maternidad, algo tan íntimo e intransferible. El regreso a la ley de 1985 es la vuelta a la minoría de edad de las mujeres, dependientes de decisiones ajenas y obligadas casi por norma a mentir. El 90% de los abortos voluntarios que se practican en España se acogen al tercer supuesto de riesgo de la vida o la salud de la mujer. Pero la intención del ministro es más expeditiva. Analizar en profundidad los supuestos "de inexistencia de reproche penal" en caso de aborto es una florida expresión que puede desembocar en la persecución penal de las que aborten. El guiño a los movimientos provida utilizando sus mismos argumentos de "derecho a la vida" augura un retroceso histórico. Volver a 1985 puede ser el escenario menos malo si se tiene en cuenta que limitarse a amputar la ley de 2010 lograría un engendro peor, dado que, por ejemplo, la norma antigua ni siquiera imponía plazos en el tercer supuesto, cosa que sí hace, lógicamente, la ahora vigente. Estudios recientes demuestran que las leyes más permisivas no generan más abortos. Así ha quedado demostrado también en España. Esos mismos análisis señalan, en cambio, que a mayores restricciones, más intervenciones clandestinas y más riesgos para las gestantes, algo que escapa a las competencias de Ruiz-Gallardón. Que haya sido un ministro de Justicia y no de Sanidad el que ha emprendido esta batalla es ya de por sí todo un símbolo sobre las sensibilidades de este Gobierno y un mal augurio de lo que les espera, otra vez, a las mujeres
"La doble jornada femenina no es de ahora" Por: Charo Nogueira| 31 de enero de 2012
Ante la necesidad, virtud. Ante la falta de "manuales de síntesis" sobre la historia del feminismo, "que rara vez se enseña como parte de los movimientos sociales", un catedrático de Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha acaba de lanzar un texto divulgativo sobre la lucha por la igualdad. Un vistazo desde la misogina de los antiguos griegos hasta nuestros días, pasando por el código napoleónico. El autor es Juan Sisinio Pérez Garzón (Granada, 1950), un docente que en sus clases explica: "Ser feminista es ser demócrata, porque es aceptar que una mitad de la población tiene los mismos derechos que la otra". "No es una investigación propia, se trata de contextualizar el feminismo en cada etapa histórica", detalla el catedrático. El resultado de su Historia del Feminismo (Los Libros de la Catarata, 2011) son 255 páginas en las que pasa revista a las tres oleadas del feminismo, porque también forma parte de la historia contemporánea aunque a menudo se ningunee su papel. "La primera arranca con la Ilustración, que es el arranque de la modernidad. Reivindica el derecho a la educación y a la voz pública. El código napoleónico, de comienzos del siglo XIX, paniagua estas reivindicaciones". Pero los ecos quedan, e impulsan la segunda oledada, la del sufragismo, ligada a la Revolución Industrial y plasmada en la Declaración de Seneca Falls, de 1848. Desde mediados de esa centuria, el objetivo será el derecho al voto, a la educación a todos los niveles y al empleo, también, pese al rechazo inicial de los sindicatos. Unos trabajos a menudo relacionados, como si fueran una extensión, del papel maternal: maestras, enfermeras... "En el siglo XIX comenzó la doble jornada de las mujeres. No es una cosa solo de ahora", afirma Pérez Garzón. El papel reproductor y cuidador de las mujeres sigue condicionando su trayectoria. Será en la tercera oleada del feminismo, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando dé un nuevo salto bajo un axioma: "lo personal es político". La afirmación de Kate Millet supone "romper con el patriarcado", el dominio varonil en las relación con las mujeres, señala el catedrático. Sobrevolando, otra máxima, esta vez de Simone de Beauvoir: "La mujer no nace, se hace". Y de ahí, a la demanda de paridad, de acción positiva.
Con todo, las frases de estas feministas célebres no han logrado paliar otras. Como la del anarquista Proudhon. "Dijo que la mujer era ama de casa o prostituta", detalla el catedrático. Aunque Bakunin le enmedara luego la plana, la frase hizo fortuna. Una más para el amplio catálogo de misoginia, que según Pérez Garzón, está presente incluso en los chistes. ¿Por qué feminista es un término denostrado si define a quien defiende la igualdad entre mujeres y hombres? "Porque se malinterpreta", contesta Pérez Garzón. "La propaganda antifeminista comenzó ya en el siglo XVIII", recuerda. Y sigue viva
Las mujeres tendrán que volver a dar una justificación para abortar El ministro asegura que esta reforma es "lo más progresista" que ha hecho en su vida El Gobierno reformará el aborto y sugiere una vuelta al modelo de 1985 VIDA Y ARTES: el aborto como derecho o bajo tutela médica
María R. Sahuquillo Madrid31 ENE 2012 - 11:08 CET400
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ante la Comisión de Justicia del Congreso. / ÁNGEL DÍAZ (EFE) Las mujeres tendrán que volver a dar explicaciones para interrumpir su embarazo en España. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, confirmó ayer que se reformará la actual ley de plazos —que permite abortar libremente hasta la semana 14 de gestación— para volver a un sistema de supuestos similar a la regulación de 1985, en el que las mujeres tendrán que alegar motivos para su decisión. Gallardón, sin embargo, no aclaró cuáles serán esos supuestos en los que estará permitido hacerlo. Tampoco cuál será el tiempo para ello. Hasta julio de 2010, el aborto era un delito. Las mujeres solo podían recurrir a él en casos de violación (hasta la semana 12 de gestación), malformaciones (hasta la semana 22) y riesgo para la salud física y psicológica de la mujer (sin plazo). El PSOE y las organizaciones de mujeres criticaron ayer duramente la decisión del Gobierno, que ven como una vuelta atrás y una pérdida de derechos. Recuerdan, además, como ese sistema de supuestos provocaba que la gran mayoría de las mujeres (casi el 90%) se viera obligada a alegar riesgo para su salud psicológica para recurrir a esta intervención, una rendija que, sin embargo, las dejaba desprotegidas a ellas y a los médicos. El Gobierno cuenta con el apoyo de UPN, su socio en Navarra. Las organizaciones contrarias al derecho al aborto —como Hazte oír o Derecho a Vivir— ven bueno el cambio aunque aspiran a una prohibición total.
“Reformar la ley del aborto es lo más progresista que he hecho en mi vida”, aseguró ayer Gallardón en una entrevista en TVE. El ministro de Justicia reiteró que la ley actual “desprotege los derechos del no nacido”, y que no tuvo en cuenta la sentencia del Tribunal Constitucional de 1985, en la que se definía que ese nasciturus era un bien jurídicamente protegido pero cuya defensa podía entrar en conflicto con los derechos de la madre, doctrina ante la que se sustentó el sistema de supuestos. “Cuando hay derechos que están en colisión con otros en ciertos supuestos, [el aborto] no es penalmente punible”, afirmó el ministro. El legislador debe ahora, explicó, decidir cuáles son esos supuestos. El de violación habría que recuperarlo, pues desapareció con la ley de plazos. Para Carmen Montón, la decisión del Gobierno es “un atropello”. La portavoz de Igualdad del PSOE cree que la vuelta al sistema de supuestos “elimina el derecho de las mujeres a decidir su maternidad”. Montón, que participó en la elaboración de la ley vigente, cree que terminar con el plazo de aborto libre acaba con el espíritu de la ley y aleja a España del entorno europeo. Lucía Mazarrasa, experta de la Escuela Nacional de Sanidad y miembro del Fórum de Política Feminista, dice: “Se vuelve a poner la decisión de la mujer y su aprobación en manos de los profesionales”. Montón y Mazarras ven las palabras de Gallardón como un guiño hacia los sectores más conservadores del partido, pero encuentran una carencia en su argumentario: la falta de referencias a la planificación familiar y la contracepción. Punto en el que también incide la ginecóloga Isabel Serrano, presidenta de la Federación de Planificación Familiar Estatal, que se pregunta por las políticas del Ejecutivo para rebajar las cifras de abortos, que llevan varios años por encima de las 100.000 intervenciones al año. “Que la primera medida en relación a la salud sexual y reproductiva sea esta y no la prevención o el fomento de la educación sexual muestra que se hace por razones ideológicas. Y eso es muy preocupante”.
"Obligar a las mujeres a dar a luz no es democrático" María R. Sahuquillo Madrid31 ENE 2012 - 21:41 CET
Jon O'Brian, presidente de Católicos por el Derecho a Decidir. / CARLOS ROSILLO Jon O'Brien cree que la mayoría de los católicos no comparte las opiniones de la jerarquía del Vaticano sobre cuestiones como el aborto, la sexualidad o los anticonceptivos. “La gran mayoría de los católicos usan preservativo, tienen abortos, creen en la educación sexual de los niños...”, dice. Y ese mensaje, el de la diversidad de opiniones y de la libertad de elección según la conciencia de cada cual, es el que trata de enviar como presidente de la organización estadounidense Catholics for Choice (Católicos por el derecho a decidir). O'Brien, que se define como “catolico e irlandés”, se muestra muy preocupado por los anuncios del cambio legislativo en España. “Las restricciones no terminan con los abortos; solo los hacen más injustos”. Pregunta. ¿Cree que el aborto es un derecho? Respuesta. Nosotros creemos en la libre elección de las personas. En el mismo centro de las enseñanzas y la moral católica está el respeto a seguir a la conciencia en las cuestiones de salud sexual y reproductiva. P. El Gobierno cambiará la ley para volver a un sistema de supuestos. R. Es una verdadera tragedia para España si se niega a los ciudadanos la libre elección. Supone un regreso a los momentos más negros de su historia. La ley actual confía en las mujeres y en las elecciones que toman cada día, los cambios propuestos tratan de juzgarlas ¿y quién tiene derecho a ello? Ese nuevo modelo, si se hace realidad, forzará a las mujeres a dar a luz; eso suena a un sistema no democrático más similar a la Rumanía de Ceaucescu, donde esa era la política. P. Esa opinión difiere de la de la jerarquía católica. R. En muchos países los católicos están en contra de las opiniones de la jerarquía eclesiástica sobre aborto o contracepción o sexualidad. Esa jerarquía, que traslada mensajes negativos y muchas veces insanos sobre el sexo y que nos presenta una visión sesgada del papel de la mujer en la sociedad, no representa a todos los católicos y es importantísimo que no fuercen su visión. Creemos que son los hombres y las mujeres quienes debemos tomar las decisiones morales respecto a nuestra propia vida. Y, en un país como España, donde además de ese factor existen otras creencias y diversidades, la lógica es que la ley apoye esa libertad de conciencia. P. Los partidarios de la reforma dicen que protege al no nacido. R. En términos médicos, morales, filosóficos o espirituales no sabemos cuándo el feto se convierte en persona; pero las mujeres son personas ya. Y debemos protegerlas. Las restricciones
no funcionan más que como una fórmula de perpetuar las desigualdades entre ricos y pobres. Aquellos con posibilidades económicas siempre podrán encontrar un camino, los más pobres se arriesgan a abortos clandestinos e inseguros. No hay justicia social en eso. P. Restringir entonces no siempre es proteger. R. Puede incluso desarrollar un turismo del aborto, pero lo que deberíamos cuestionarnos también es qué lleva al Gobierno a tomar esas medidas que niegan el derecho de las mujeres a decidir. Estas políticas anteponen sus creencias personales convirtiéndolas en leyes sin permitir que el pueblo haga lo mejor, conforme le dicte su conciencia
Sanidad cuestiona la dispensación de la píldora poscoital sin receta La ministra aboga por un pacto de Estado sanitario El Ejecutivo descarta la aprobación de la ley de muerte digna
Emilio de Benito Madrid1 FEB 2012 - 22:53 CET La dispensación de la píldora poscoital sin receta está en duda. La ministra de Sanidad, Ana Mato, anunció ayer en el Congreso que ha pedido informes sobre este fármaco. El objetivo es que vuelva a dispensarse con receta, que era como estaba cuando su uso se aprobó en 2001. Esa es la postura que defendió el PP durante la campaña electoral. En 2009 Sanidad lo cambió como parte de las medidas para reducir el número de abortos dentro de la nueva Ley de salud sexual y reproductiva. Los informes se han pedido a la Organización Médica Colegial, a la Sociedad española de Ginecología y Obstetricia, y a la Agencia de Evaluación del Medicamento. Esta no tiene constancia de efectos adversos, pero Mato quiere certificar que no los hay en las mujeres y, sobre todo, en las jóvenes. La píldora poscoital siempre ha estado en el punto de mira de las organizaciones más conservadoras que la tachan —sin base científica alguna— de abortiva. En su intervención inicial ante la Comisión de Sanidad, Mato evitó mencionar el copago u otras medidas para ayudar a paliar la crisis financiera del sistema. Pero, preguntada por Gaspar Llamazares (IU) y Pilar Grande (PSOE), sorprendió al dejar la puerta abierta. “Copago, tasas o repago, la decisión la tomará el Consejo Interterritorial”, dijo. Esta postura contrasta con las tajantes afirmaciones de su partido durante la pasada campaña electoral en contra de este tipo de medidas, que solo CiU —con el apoyo del PP— ha aprobado en Cataluña (un euro por receta), aunque todavía no lo ha implantado. A falta de propuestas concretas, Mato fio la solución a la crisis financiera del sistema sanitario, con una deuda de 15.000 millones, en conseguir un pacto de Estado —parecido al de Toledo para pensiones— para el que empezaría negociando con las comunidades antes de llevarlo al Parlamento. Su fruto más visible sería la cartera común de servicios (algo que ya existe pero no como ley). Eso sí, dijo que no incluiría recortes. La portavoz del PSOE, Pilar Grande, le recordó que una iniciativa similar había fracasado en octubre de 2010 por culpa del PP (y de CiU, que se descolgó a última hora porque las conclusiones del trabajo prohibían expresamente el copago). Esta vez, eso sí, Mato lo tiene más fácil por la mayoría de Gobiernos de su partido en las comunidades. También descartó la ministra que se vaya a tramitar la ley de muerte digna que el anterior Gobierno envió al Congreso (dijo que tenía “intencionalidad ideológica”). A cambio, ofreció más tratamientos contra el dolor. Sobre el aborto, anunció que habría promoción de los anticonceptivos y programas de apoyo a las jóvenes para que sepan “que hay otras opciones [antes que abortar]”.
Un pueblo indígena de Perú lucha por su aislamiento en la selva Los mashco-piro se ven presionados por la tala ilegal, según los investigadores
Marie Mertens Madrid1 FEB 2012 - 21:34 CET2 Archivado en:
Indígenas aislados mashco-piro, en Perú. / Diego Cortijo/indigenasaislados.org La difusión de nuevas fotografías de la comunidad indígena aislada en Perú mashco-piro, revela los obstáculos que se encuentran estos pueblos que han decidido vivir sin contacto con el exterior. “Cada vez se dejan ver más, se acercan a zonas de tránsito. Es muy probable que huyan de la presión que les supone la tala ilegal y la presencia de los helicópteros de empresas petroleras que trabajan en la zona”, ha explicado Rebecca Spooner, investigadora de la ONG Survival International.
Nicolás Flores, 'Shaco'. / Diego Cortijo El explorador español Diego Cortijo logró fotografiar, el pasado 16 de noviembre, a un grupo de la comunidad indígena aislada mashco-piro. “Fue pura casualidad”. Cortijo, de 27 años, dirigía una expedición arqueológica en la selva peruana de la Sociedad Geográfica Española. De camino a unos yacimientos, el equipo decidió pasar la noche en la cabaña de Nicolás Flores, Shaco, en la región de Manú, al sureste del país. Este indio matsigenka llevaba varios años en contacto con la comunidad nómada. A la mañana siguiente, “Shaco oyó un ruido. Lo estaban llamando. Nos acercamos al río Madre de Dios y, en la orilla de enfrente, a unos 100 metros, se encontraba un grupo de mashco-piro”, ha recordado Cortijo. En los “pocos minutos” que los indígenas permanecieron “tranquilamente sentados”, el joven explorador logró hacer varias fotografías. “Shaco nos dijo que querían machetes. Los entendía porque su mujer hablaba piro, una lengua similar a la de los mashcos”, ha explicado. Seis días más tarde, una flecha de los indígenas le causó la muerte a Shaco.
El equipo de Diego Cortijo. / Diego Cortijo “Parece que hay división entre los mashcos sobre el contacto con el exterior. Puede que por eso hayan matado a Shaco. Pero es imposible saberlo con certeza”, asegura el periodista y escritor Scott Wallace. Este autor de The Unconquered (Los no conquistados) explica que los mashco proceden de la misma zona en la que tuvo lugar, en 1894, la masacre que inspiró la película Fitzcarraldo, de Werner Herzog. El cauchero peruano Carlos Fermín Fitzcarraldo reprimió brutalmente a las comunidades indígenas que se oponían a sus actividades comerciales. Los mashcos, según Wallace, se refugiaron entonces en “zonas alejadas y de difícil acceso”. Este reportero gráfico estadounidense asegura que “es muy probable” que algunos grupos de los “centenares” de mashcos que viven en la zona quieran restablecer con otras poblaciones. “Pero tienen miedo. Y con razón”.
Los expertos consultados coinciden en que los mashcos son nómadas, que viven en grupos y que su aislamiento es voluntario. Se desconoce su cultura. Spooner, ha señalado, no obstante, que el machete que se observa en una fotografía de Cortijo está adornada con el diente de un carpincho, un roedor sudamericano. Según la investigadora, la ONG difundió las fotografías, cedidas por el español, para “presionar al Gobierno peruano para que insista en la persecución de la tala ilegal”. Survival International asegura que, además de la tala ilegal y la extracción de hidrocarburos, los indígenas se enfrentan a un nuevo peligro: el tráfico de drogas que utiliza helicópteros y ocupa terreno para cultivar coca. También fotografió a los mashco-piro Gabriella Galli, simpatizante italiana de Survival. Galli realizaba una ruta de avistamiento de aves cuando, desde su embarcación, vio a los indígenas. La imagen fue tomada desde un barco y no se produjo ningún contacto, según Survival. La autora de las imágenes no ha querido hablar con la prensa
ERC acusa de sexismo a la Generalitat por un cartel de consejos para el frío En el póster se ve a una mujer limpiando la cocina y a un hombre cambiando la rueda de un coche Los republicanos piden al Gobierno catalán que no reproduzca "imágenes estereotipadas"
Maiol Roger Barcelona2 FEB 2012 - 02:06 CET44
Hasta la más inocente campaña para combatir el frío puede derivar en polémica política. Esquerra Republicana ha llevado al Parlament un cartel de la Generalitat con consejos para concienciar a los ciudadanos ante una nevada. A pocas horas de recibir un ola de frío siberiano, el Gobierno catalán ha publicitado sus advertencias, cuatro precauciones básicas: abrir el grifo para evitar que se congelen las cañerías; evitar que los mayores y los niños salgan a la calle; planificar el trayecto en caso de viaje y preparar bien el coche, y conducir de día y por carreteras principales. El problema del cartel, esgrime ERC, es que se han usado estereotipos sexistas. Así, quien está en la cocina abriendo el grifo con un trapo en la mano es una mujer; también es mujer quien se queda en casa mientras el hombre y el niño salen por la puerta. En cambio, es hombre quien
cambia la rueda de un coche, mientras una mujer carga el portaequipajes y otra sostiene el anticongelante. Los republicanos han presentado una propuesta de resolución en el Parlament para reclamar al Gobierno que tenga "cuidado y celo para no incorporar elementos e imágenes estereotipadas que reproduzcan roles atribuidos en función del sexo". El escrito, presentado ayer en el registro del Parlament y firmado por los diputados Oriol Amorós, Carme Capdevila, y la portavoz Anna Simó, considera que las imágenes que usa la Generalitat para su campaña "asocian la mujer a una posición inferior en el que su dominio queda para el espacio doméstico". En el escrito, los diputados consideran que el Departamento de Interior, responsable de la campaña, debe ser aún más cuidadoso en reproducir ciertos roles al tener asignadas todas las tareas relativas a la lucha contra la violencia de género. Sin embargo, en la cuarta viñeta es una mujer la que conduce el coche.
"La reforma del aborto no llevará a ninguna mujer a la cárcel" Ruiz-Gallardón asegura que la nueva ley no calificará la interrupción del embarazo como delito
M.R.S. Madrid1 FEB 2012 - 23:05 CET El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró ayer que la nueva ley del aborto que pretende elaborar el Gobierno “no llevará a ninguna mujer a la cárcel”. La reforma —que aspira a la vuelta a un modelo de supuestos en los que las mujeres deban argumentar razones para interrumpir su embarazo— “corregirá los defectos” de la ley de plazos para intentar “garantizar los derechos de los no nacidos”. Gallardón manifestó en una entrevista a la cadena Cope que la redacción de la norma no calificará la interrupción del embarazo como delito, a pesar de que hacerlo vulnerando los supuestos marcados pueda ser objeto de reproche penal. Con sus palabras, el ministro de Justicia pretende alejar de su reforma los fantasmas de la ley vigente en España desde 1985 y hasta julio de 2010, una despenalización parcial del aborto que lo permitía solo en tres supuestos —violación, malformaciones del feto o riesgos para la salud de la madre— y establecía penas de cárcel para aquellas mujeres y profesionales que se salieran de lo estipulado. Un argumento, sin embargo, que no tranquiliza a las organizaciones de mujeres, el PSOE, Izquierda Unida y las clínicas que practican abortos, que ven la intención del Ejecutivo como una vuelta atrás. Luisa Torres, trabajadora social de la Clínica Dator de Madrid, cree que la propuesta de Gallardón de eliminar la ley de plazos (en la que la mujer no debe justificarse para abortar en las primeras 14 semanas de gestación) pone de nuevo bajo tutela a las mujeres. “¿Quién garantiza además que ese concepto de reproche penal que maneja el Gobierno no derive en una persecución de las mujeres, por mucho que se diga que no irán a la cárcel”, dice. Una opinión que comparte la portavoz de Igualdad del PSOE, Carmen Montón, que recuerda que hace cuatro años decenas de mujeres y médicos fueron investigados en Madrid por presuntos “abortos ilegales”. “La ley anterior no garantizaba protección para pacientes y profesionales y la muestra es que fueron perseguidos e inspeccionados. Eso no puede volver a repetirse”, dice. Para la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (Acai), la medida también supone una vuelta atrás. “Regresar a una ley de supuestos implica no solo ningunear la decisión de la mujer sobre su gestación. También instaura la inseguridad jurídica para mujeres y profesionales”, alertan. Inseguridad, creen, que puede abrir la puerta al aborto clandestino.
Mato deja abierta la puerta a algún tipo de copago sanitario Sanidad ha pedido informes sobre la seguridad de la píldora del día siguiente La ministra negociará con las comunidades el pacto de Estado
Ana Mato, ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, en el Congreso. / ÁNGEL DÍAZ (EFE) Para los veteranos en la Comisión de Sanidad del Congreso sonó una vieja melodía: la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Ana Mato, anunciando un pacto de Estado para asegurar la sostenibilidad del sistema. Se lo recordó la portavoz socialista, Pilar Grande, quien se ofreció a hacerle llegar las conclusiones a las que una Comisión parlamentaria llegó al respecto en octubre de 2010, y en las que el PP no quiso ni participar (a las últimas reuniones iba sin llevar ni siquiera propuestas). Al final, CiU también se desmarcó (le molestó que se cerrara el paso a cualquier tipo de copago, como si ya entonces supieran que iba a ser una de las propuestas de su futuro Gobierno en la Generalitat), y el trabajo de aquellos 18 meses quedó en forma de documento con 60 puntos que nadie tramitó. La idea de este pacto es asegurar la sostenibilidad del sistema. En esta línea, Mato, en respuesta al PSOE y a IU, no cerró la puerta a introducir algún tipo de copago, pero tampoco dijo que lo vaya a hacer. De momento solo Cataluña ha aprobado una medida en este sentido (cobrar un euro por receta), pero todavía no está en vigor. El PP negó durante la campaña que fuera a ir en esa dirección. La posibilidad de este tipo de medidas quedará a expensas de lo que acuerde el
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (el organismo donde están representadas las comunidades y el ministerio), dijo Mato. Mato no se refirió a los intentos de sus antecesores, ni a que es la quinta ministra de Sanidad que se enfrenta al reto de conseguir un pacto. Y en su turno de réplica mostró un esquema sobre cómo quiere alcanzarlo: primero, se discutirá con las comunidades en los órganos correspondientes (Consejo Interterritorial de Salud y Territorial de Dependencia). Y luego se llevará a los partidos políticos en el Congreso.
Es el quinto ministro que anuncia un pacto de Estado como el de Toledo para las pensiones En la primera fase será cuando otros actores (sociedades profesionales, usuarios) podrán participar. La conclusión serán las dos leyes de servicios básicos –una sanitaria y otra para dependencia- que son la mayor apuesta del ministerio, en la que habrá un apartado sociosanitario (que se supone que será similar en ambas leyes, como es lógico). La ministra insistió en que en esas leyes no habría recortes sobre las prestaciones actuales. Tampoco aclaró qué iba a pasar con las comunidades que quieran ampliar la oferta. El portavoz de CiU Carles Campuzano fue el más tajante al decirle que no se obsesionara con la equidad porque eso era imposible con las competencias transferidas. Es verdad que esta vez Mato parte con una ventaja: la mayoría del PP en el gobierno de comunidades autónomas y en el Parlamento es tan abrumadora que al menos los primeros pasos del proceso no deben serle complicados. Este pacto es la piedra angular de la solución que plantea el PP para el mayor problema que tiene la sanidad actualmente: la financiación. Igual que durante la campaña electoral los portavoces del partido (la actual ministra de Fomento, Ana Pastor, y el presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso, Mario Mingo) se negaron a concretar medidas concretas y lo fiaron todo a que con la mejoría general de la economía mejoraría la financiación sanitaria, Mato confía en las medidas del reciente Consejo de Política Fiscal, con la ampliación del plazo para que las comunidades paguen al Gobierno central los adelantos recibidos de más y la apertura de líneas de crédito en el ICO para que capeen el temporal.
Habrá asesoramiento a mujeres jóvenes para impedir que aborten En una presentación en la que la ministra no dejó palo sin tocar (anunció planes para niños y adolescentes, jóvenes, mujeres en general, víctimas de violencia de género y embarazadas en particular, familia, mayores, vivienda, conciliación, emancipación y trabajo), hubo pocas medidas concretas. Una de ellas –a preguntas de Grande y el portavoz de IU, Gaspar Llamazares- fue que había encargado un estudio sobre la píldora del día siguiente. Mato concretó que tenía especial interés en tres aspectos: la regulación de este medicamento en el resto de Europa, y su posible efecto sobre la salud de mujeres en general y de adolescentes en particular. La idea es, según ha manifestado el PP, cambiar la actual situación de este anticonceptivo de emergencia, y volverlo a dispensar con receta. Esa fue la regulación que fijó el PP cuando aprobó que se usara este fármaco en 2001. Desde entonces, la Agencia Española del Medicamento no ha registrado efectos adversos por la ingesta de la pastilla (un combinado hormonal que impide la ovulación), pero el medicamento ha estado siempre en el punto de mira de organizaciones conservadoras porque aducen –sin base científica- que es abortivo.
La posibilidad de vender la píldora sin receta la aprobó el Ministerio de Sanidad en 2009, siendo su titular Trinidad Jiménez, como parte de las medidas de la ley de salud sexual que cambiaba la regulación del aborto. Si Mato consigue informes para volver a la situación anterior, será la segunda medida de este Gobierno contra aquella ley y sus consecuencias, después del anuncio de que se volverá a prohibir el aborto salvo en los tres supuestos (violación, malformación del feto o riesgo para la salud de la madre) de 1985.
La Agencia del Medicamento no registra efectos adversos de la píldora del día después Sobre el aborto, la ministra confirmó el anuncio del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y dijo que por su parte habría planes para promover el uso de anticonceptivos y otro de asistencia a jóvenes embarazadas para “ofrecerles otras alternativas”. Un enunciado que coincide con las llamadas redes madre que promueven los grupos más conservadores. Otro grupo de sus propuestas (tarjeta sanitaria compatible en toda España, fomentar el uso de genéricos, potenciar la investigación, crear un registro de profesionales, implantar la prescripción enfermera, elaborar un plan marco para el sida, decretos de troncalidad, unificar el calendario vacunal y creación de nuevas especialidades, entre otras) no son más que dar continuidad a acciones que ya estaban en marcha
La 'píldora del día después' y la ideología ISABEL SERRANO 2 FEB 2012 - 18:07 CET Archivado en:
¿Se imaginan lo que pasaría si un Ministro de Sanidad saliera en los medios de comunicación diciendo que no se conoce suficientemente los peligros del paracetamol y que va a encargar un estudio para aclarar si es necesario disponer siempre de receta médica para comprarlo? El primer sobresalto sería descubrir que el ministro del ramo no conoce cosas tan básicas y, el segundo, que además actúa irresponsablemente. Si como parece suceder respecto a la píldora del día después, no sabe del tema, debería informarse antes, y si para ello necesita crear una comisión que analice esos potenciales peligros, debería esperar al informe de esa comisión antes de alarmar a los varios millones de mujeres españolas que, desde que la píldora del día después fue autorizada, la han tomado. La evidencia científica no es de derechas ni de izquierdas. Es difícil de imaginar la enorme cantidad de estudios que las autoridades sanitarias exigen y la multitud de controles que hay que pasar, internacionalmente y a nivel español, antes de que un medicamento sea comercializado. Hay miles de artículos médicos publicados sobre este medicamento durante los últimos 40 años y como muestra valga el que la Organización Mundial de la Salud lo considera un medicamento esencial y enormemente seguro. Ya que la bibliografía médica no está al alcance del gran público y de que siempre habrá alguien que diga que ellos tienen estudios en sentido contrario, merece la pena conocer otro dato irrefutable: Durante los años que esta píldora se puede comprar en farmacias sin receta médica, se han consumido más de 1.500.000 unidades, sin que se haya declarado ninguna reacción adversa grave. Consecuentemente con el argumento de los peligros, una curiosa preocupación asalta a los sectores que tradicionalmente se han opuesto a la anticoncepción de urgencia. Los mismos médicos que durante años se negaban a atender a las pacientes que la pedían, ahora dicen que lo mejor es que sea con su prescripción porque así estarán mejor informadas y se podrán ahorrar el dinero que les cuesta en la farmacia. El peregrinaje de las mujeres, especialmente de las más jóvenes, retrasaba enormemente el proceso, poniendo a estas mujeres, que pedían una atención incluida en la cartera de servicios de la seguridad social y debidamente autorizada por todas las agencias del medicamento habidas y por haber, en grave riesgo de embarazo no deseado. Por eso se aprobó su libre dispensación en farmacias. ¿Acaso está prohibido que en los centros de salud y en los de planificación familiar den toda la información precisa sobre esta píldora y la entreguen gratuitamente? No es incompatible y deberían pensar que si ese mecanismo funcionara, las ventas en farmacia no serían las que son. ¿O es que piensan que las personas quieren gastarse 20 euros en un medicamento si pudiera conseguirse gratis en su centro sanitario más cercano?
En España se han vendido 1,5 millones de pastillas sin efectos adversos Si la argumentación del gran peligro no se sustenta con la evidencia científica, si la medida se toma sorprendentemente nada más llegar al Gobierno y no se acompaña de otras propuestas para mejorar la prevención de embarazos no deseados, este ministerio se va a encontrar con muchas clientas para llevar a cabo sus maravillosos programas para proteger la maternidad… el problema es que será no deseada. En estas condiciones cuesta creer que la ideología no tenga nada que ver. Isabel Serrano es ginecóloga y presidenta de la Federación de Planificación Familiar Estatal.
El cartel del nuevo filme del actor de 'The artist', retirado por "indecente" El póster de 'Los infieles', de Jean Dujardin, tiene una connotación sexual "inaceptable", según el director de la Autoridad que regula la publicidad en Francia
EFE París2 FEB 2012 - 16:33 CET26
Fotografía facilitada por Mars Distribution de uno de los carteles promocionales de 'Les infidèles' ('Los infieles') con el actor Gilles Lellouche. / EFE Los carteles promocionales de Les infidèles (Los infieles) del protagonista de The artist, Jean Dujardin, serán retirados a petición de la Autoridad de Regulación profesional de la Publicidad (ARPP) francesa debido a su carácter "indecente". El director general de la ARPP, Stéphane Martin, dijo hoy a Efe que su connotación sexual "no es aceptable" en un anuncio que está "en la calle a la vista de personas de todas las edades", por lo que tras estudiar las dos quejas recibidas por su organismo, ha pedido al dueño de los soportes publicitarios, JC Decaux, que los retire. La imagen más polémica de Les infidèles muestra a una mujer de espaldas arrodillada frente al otro protagonista de la película, Gilles Lellouche, que tiene los brazos de la chica apoyados sobre su cuerpo y aparece colgando una llamada con su esposa mientras le dice "se va a cortar, voy a entrar en un túnel". La ARPP, que autorregula el sector publicitario, considera que la promoción de esa película, que versa sobre el adulterio, "sobrepasa ciertos límites y daña la imagen de la persona humana".
Aunque los carteles muestran a la mujer en una situación más comprometida que la del hombre, Martin precisó que la decisión de su organismo habría sido "la misma" si la postura de los actores hubiera sido la inversa. JC Decaux se ha comprometido con la ARPP a reemplazar los actuales carteles "como muy tarde" este viernes, y ha informado de que los nuevos, que se intuyen más recatados, ya se encuentran en fase de impresión.
Uno de los carteles promocionales de 'Los infieles' con el actor Jean Dujardin / EFE No es la primera vez que un cartel promocional desata la controversia en Francia. El de películas como Larry Flint, que exhibía a su protagonista "crucificado" sobre un cuerpo femenino en ropa interior, también tuvo que ser sustituido por las denuncias recibidas por parte de asociaciones católicas. Las quejas dirigidas contra otros en los que se exhibía tabaco también tuvieron éxito: en 2009 la película Coco Chanel no pudo publicitarse en el metro de París porque la protagonista, Audrey Tautou, aparecía fumando, y el biopic sobre Serge Gainsbourg corrió la misma suerte por idénticos motivos.
El maestro y la muerte Kaing Gek Eav, director del centro de extermino en Phnom Penh, encarna el tipo de mentalidad, monstruosa pero perfectamente explicable, que se reflejó en el genocidio de los Jemeres Rojos
Antonio Elorza 3 FEB 2012 - 13:34 CET3 Testigo excepcional del comportamiento de Kaing Gek Eav, alias “Duch”, director más tarde del centro de exterminio camboyano de Tuol Sleng (S-21), el etnólogo francés François Bizot estuvo detenido bajo sus órdenes en un pequeño campo de prisioneros, antes de la liberación de Phnom Penh el 17 de abril de 1975. Todos los presos restantes, camboyanos, fueron ejecutados. La máquina de matar de los comunistas jemeres funcionaba ya bajo los mismos principios que inspirarán el genocidio, con casi dos millones de muertos, hasta la invasión vietnamita de enero de 1979. Bizot llegó a hacerse amigo de Duch y a ello debió la vida. En su libro Le portail nos lo describe como un hombre educado, con cierto sentido del humor, implacable en lo que cree es su cumplimiento del deber. Buen estudiante, profesor de matemáticas, militante comunista, Duch escapó de la capital en 1970, incorporándose como cuadro al Angkar, la organización todopoderosa que encubría al partido comunista. Racionalista y disciplinado, ello no le impide trasladar el campamento cuando un guardián muere, lo cual interpreta como rechazo del espíritu del río. Y el Angkar heredaba el papel rector y punitivo que los espíritus locales (neak ta) desempeñaban sobre la comunidad rural. Condenado ahora en la capital camboyana a cadena perpetua por su actuación criminal al frente de Tuol Sleng, aun con 69 años de edad, Duch simboliza al lado de Pol Pot el tipo de mentalidad, monstruosa pero perfectamente explicable, que se reflejó en las formas del genocidio. Los jemeres rojos se inspiraron en el gran salto delante de Mao, pero la concepción budista kármica, subyacente a sus ideas comunistas forjadas en el PC francés, les impedía admitir la reeducación. Al marcado por el mal, su condición burguesa, o de simple habitante de la ciudad, le destinaba al exterminio, precedido por trabajos forzosos hasta la extenuación. Los verdugos no escapan a esa visión, en otro sentido. El filme S-21, de Rithy Panh, les presenta en sus confesiones preocupados por una cosa: que el rencor de sus víctimas asesinadas les estropee el karma. En Tuol Sleng, cuyo edificio había sido antes un típico liceo francés, donde Duch pudiera muy bien haber enseñado, bajo su mando a los 15.000 detenidos que por allí pasaron, entre terribles sevicias, solo les esperaba la muerte. Sobrevivieron seis, uno de ellos artista que hizo bustos en serie de Pol Pot. Fallecido hace poco, Van Nath tuvo el valor de afrontar a sus verdugos como acusador casi cordial en S-21. Pero no todo es orientalismo: allí los detenidos eran obligados a redactar entre torturas una y otra vez autobiografías que servían para nuevas acusaciones. Un procedimiento importado del comunismo estalinista. S-21 es la versión camboyana de La confesión de Arthur London. Reconocido por un periodista en 1999, tras una conversión al cristianismo, Duch fingió colaborar primero con sus jueces, hasta que presintió la inevitabilidad de su condena. Ayer de por vida en un segundo proceso. Se despidió del tribunal con el gesto tradicional de respeto, el sampieh.
Un experimento prueba la eficacia de la discriminación positiva Las políticas de promoción de las mujeres en el mundo laboral estimulan la competitividad de las mujeres y no merman el rendimiento del grupo
Alicia Rivera Madrid5 FEB 2012 - 00:22 CET44 ¿Son eficaces las políticas de acción positiva para aumentar la competitividad de las mujeres y promover su presencia en ámbitos de responsabilidad? ¿Y si son efectivas, reducen el rendimiento del colectivo? Para intentar responder a estas dos preguntas, dos economistas han hecho un experimento controlado con 360 estudiantes y su conclusión es doble: sí, son efectivas las políticas de acción positiva para promover la competitividad femenina, y no, no merma el rendimiento del grupo. Los investigadores parten de la realidad de la inferior presencia de mujeres en los altos puestos de responsabilidad social y económica, pese a que el nivel educativo de ellas ya es superior al de los hombres en la mayoría de los países desarrollados, y se centran en la menor competitividad de ellas como una causa clave. “Los programas de acción positiva intentan fomentar una representación paritaria de las mujeres en los altos cargos, tanto en el mundo de los negocios, como en la política o en la comunidad científica y académica”, explican Loukas Balafoutas y Mathias Sutter (Universidad de Insbruck, Austria, y Universidad de Gotemburgo, Suecia, respectivamente), autores del experimento controlado, en el artículo que publican en la revista Science. Pero dada la dificultad de medir los resultados de estas políticas de promoción de la igualdad entre mujeres y hombres, incluidas la de cuotas, los dos investigadores han diseñado su experimento controlado. Un total de 360 estudiantes participantes, de ambos sexos, solucionan problemas aritméticos en varias fases y con cinco escenarios diferentes de políticas activas: uno de control (ausencia de actuación a favor de la mujer); otro de estrategia de cuotas; dos de tratamiento preferencial (más o menso intenso) para ellas y uno de repetición de la prueba si al final no es una mujer uno de los dos ganadores.
La diferencia en la competitividad parece tener un origen cultural Los resultados indican que, en comparación con el escenario sin ventajas (de control, sin actuación,) “todas las intervenciones [para primar la competitividad femenina] promueven la participación de las mujeres (en la competición) y el rendimiento es, al menos, igual de bueno”, concluyen Balafoutas y Sutter. A la vista del experimento, esas políticas de acción positiva no afectan a las probabilidades de éxito de los hombres con alta formación, concluye la francesa Marie Claire Villeval, en el comentario que escribe en Science sobre los resultados de sus dos colegas. El papel de la mujer en la familia y la discriminación en el mercado laboral han sido las explicaciones tradicionales para la brecha de género en la ocupación de hombres y mujeres en el mundo del trabajo, señala Villeval (del Centro Nacional de Investigación Científica, Francia). Pero a eso se han añadido más recientemente otras hipótesis, como la menor tendencia de las mujeres a asumir riesgos y a competir en comparación con los hombres. Esto es lo que miden Balafoutas y Sutter. La diferencia en la competitividad, dice la experta francesa, parece tener un origen cultural que emerge a partir de los cinco años, ya que antes de esa edad, niños y niñas muestran un perfil similar en este rasgo. La realidad es que, pese a los avances de las últimas décadas, sigue habiendo diferencias por sexo en los salarios y en el acceso al mercado y las mujeres tienen
menos oportunidades de avanzar en su carrera que los hombres, recuerdan estos investigadores. Algunos estudios han mostrado, señalan, que las mujeres son menos competitivas que los hombres (ellos rinden mejor en entornos de competencia y ellas a menudo abandonan aunque estén igualmente cualificadas), lo que explicaría que las mujeres tengan menos posibilidades de promoción y, en consecuencia, salarios más bajos. A partir de ahí, entran las críticas a las políticas activas diseñadas para promocionar a las mujeres, ya que serían poco eficaces a la hora de encargar un trabajo a los mejor cualificados, independientemente del sexo de los candidatos. El experimento de Balafoutas y Sutter desmonta esa presunción. La intervención en un proceso de selección competitivo para promover la entrada de incorporación de mujeres puede tener dos efectos opuestos en el resultado global de selección de los mejores candidatos, apuntan los investigadores austriacos. Por un parte cualquier ventaja que se de a las mujeres puede generar pérdida de eficacia al dejar fuera a hombres muy cualificados para dar entrada a mujeres que a lo mejor lo son menos. Por otro lado las actuaciones que incentivan la presencia femenina hacen que más mujeres de alta cualificación decidan competir por los puestos, lo que se traduce en una ganancia de eficacia en el colectivo. Los resultados del experimento muestran que son insignificantes las diferencias de rendimiento en los casos de actuación en comparación con el caso de ausencia de políticas activas. “Esto sugiere que los dos efectos de signo contrario considerados se cancelan mutuamente en el grupo, de manera que la intervención no conlleva coste en términos de eficacia”, argumentan Balafoutas y Sutter. En definitiva, concluye Villeval, “las políticas de acción positiva pueden garantizar la equidad si su efecto fundamental es motivar a las mujeres con talento pero menos decididas a entrar más frecuentemente en esquemas competitivos”.
Cuatro políticas a prueba Un total de 360 estudiantes han participado en los experimentos de Balafoutas y Sutter diseñados en cuatro variantes que pretenden representar cuatro tipos de políticas de acción positiva de cara a las mujeres: cuotas (fijar un número mínimo de mujeres en los colectivos), incentivos (como elegir a la mujer en caso de empate de cualificación con un hombre o dar ventaja en puntos a la mujer en el proceso de selección) y repetición del proceso si al final no hay un numero predeterminado de mujeres. Los participantes en el experimento se organizan en grupos de seis (tres hombres y tres mujeres) y todos tienen que resolver unos problemas aritméticos en un tiempo máximo. En la primera fase cada participante recibe una pequeña recompensa por problema resuelto. En la segunda fase los miembros de cada grupo compiten entre si y reciben recompensa los dos ganadores. En la tercera fase pueden optar entre seguir recibiendo la recompensa por problema resuelto entrar en competición y optar a un premio triple. A partir aquí entran en juego las diferentes políticas y se hacen cinco pruebas (la de control sin intervención y las cuatro de diferentes políticas de acción positiva). En el primer caso, al final tiene que haber al menos una mujer entre los dos ganadores, lo que garantiza que la mujer con mejor puntuación obtiene el puesto; en el segundo, se asigna un punto añadido (un acierto en problema aritmético) a cada mujer, y en tercero, dos puntos. En el último caso, se repite el proceso si no hay una mujer ganadora entre los dos que sacan mejor puntuación. “En ausencia de intervención, el número de mujeres dispuestas a competir fue sólo la mitad del número de hombres, mientras que en tres de los otros cuatro casos fue significativamente más alta la participación femenina en la competición, sin efecto significativo para los hombres [la
repetición de la prueba es la que menos efecto tiene]”, explican los investigadores. La frecuencia de participación de mujeres fue especialmente alta en el caso de fuerte trato preferencial para ellas. El resultado más interesante del experimento, comentan, es que, en general, no se vio mermado el rendimiento del grupo. La conclusión de los científicos es que las estrategias de apoyo a las mujeres tienen un efecto positivo en el estímulo a las mujeres y el resultado final es favorable para las mujeres mejor cualificadas.